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E.E.S.O.P.I. Nro.

8144 “STELLA MARIS


Actividad miércoles 17 de mayo (alumnos de 5to A y C)

Estado de bienestar
Por Jorge Bertolino, 4 Abr, 2021
https://www.infobae.com
Argentinos, a las cosas

El avance del mal llamado "estado de bienestar", cercena la espontánea genialidad de los emprendedores y
los reduce, en los regímenes más extremos, a meros engranajes de la maquinaria estatal

Luego de la recuperación de la democracia, hace ya casi tres décadas, parece haberse exacerbado la
tendencia iniciada, según gran número de historiadores económicos, con el golpe militar de 1930 contra el
gobierno democrático de Hipólito Yrigoyen. Se habría abandonado definitivamente, con ese hecho, el
período “librecambista” de la economía argentina, ingresándose a una etapa de creciente intervencionismo
colectivista, aún vigente, que se caracteriza por el cierre de la economía al comercio exterior y un fuerte
acento en una ilusoria promoción del crecimiento autárquico, mediante sucesivas y crecientes inyecciones de
gasto público y emisión monetaria.

Hace más de un siglo, Juan Bautista Alberdi advertía que luego de independizarnos de España, no
debíamos permitir ser colonizados por nuestros propios gobiernos. Y la peor forma de colonización es el
colectivismo, que busca reglamentar, avanzando casi con disimulo, todas y cada una de las acciones que, en
un ambiente de libertad individual, realizarían los ciudadanos. La peor forma de colonización es el
colectivismo, que busca reglamentar, avanzando casi con disimulo, todas y cada una de las acciones

Además, el avance del mal llamado “estado de bienestar”, cercena la espontánea genialidad de los
emprendedores y los reduce, en los regímenes más extremos, a meros engranajes de la maquinaria estatal,
adiestrando sus mentes a fin de obligarlos a obedecer ciegamente la doctrina totalitaria oficial.

El estado benefactor avanza lenta pero inexorablemente, capturando primero las mentes de los más débiles
e indefensos. Las voluntades de los más lúcidos e inteligentes, sucumben luego, ante las cuantiosas
recompensas que otorga el pasarse al bando dominante. Alexis de Tocqueville, en “La democracia en
América” (1835), explica como este avance deja a la gente en, lo que él llama, libertad condicional o bajo
fianza.

Los amantes de la libertad, pretenden constituirse en una reserva moral salvadora, pero su voluntad va
siendo minada lentamente, fruto de la aplastante mayoría de los defensores de la supremacía de los
derechos de la sociedad por sobre la de los individuos.

Parafraseando maliciosamente a Adam Smith: “En la confección de las leyes, habría que suponer que en su
aplicación, habrá como una mano invisible que conducirá a los gobernantes a oprimir a sus gobernados”. En
otros términos, las leyes que reglamentan las conductas de las personas son demasiado importantes como
para ser dejadas a la libre decisión de los políticos, sin control por parte de la ciudadanía.
Friedrich Hayek, decía que el despotismo ilustrado y bondadoso es una quimera. Por lo tanto, es útil suponer
que siempre habrá hombres réprobos que podrán utilizar la ley a su antojo para coaccionar a los ciudadanos.
El mismo sentido tiene otra conocida frase que indica que el camino al infierno, está empedrado de buenas
intenciones. Hayek, también decía que las leyes con tintes colectivistas conducen, más tarde o más
temprano, a la dictadura.

Aunque el creador de la frase “socialistas somos todos” fue Sir William Harcourt (1827-1904), Hayek la
repite, resignadamente, en la introducción de su famoso libro “Camino de servidumbre” (1944). En “La
tendencia del pensamiento económico”, el mismo autor invita a los liberales a apurar el paso, puesto que,
opina, llevan más de un siglo de desventaja.

El triunfo parcial pero contundente del pensamiento de Antonio Gramsci, consistente en hegemonizar el
pensamiento de la sociedad, capturando los medios culturales y educativos, invita a pensar que, cuando la
libertad está en peligro, la desunión de sus defensores es venial e imperdonable.

Lobos contra ovejas

El avance del colectivismo totalitario es facilitado por el respeto a las libertades de sus adeptos por parte de
sus rivales liberales. La principal fortaleza de éstos, es también su principal debilidad.

Es una “lucha” de lobos contra ovejas. Uno de los contrincantes es intolerante y considera a los que piensan
diferente como traidores, enemigos e indignos de respeto y consideración. La frase “a los enemigos, ni
justicia”, proviene de este particular modo de interpretar la “democracia”.

En el bando rival, el respeto irrestricto al pensamiento ajeno coloca en desventaja material a sus defensores,
pero la supremacía ética y moral augura un final victorioso, si es que se confía en el triunfo de los más puros
y nobles instintos de la humanidad.

Es posible engañar a algunos durante un tiempo pero no a todos, todo el tiempo, resumiendo la más extensa
cita. Los defensores del individualismo y la meritocracia, proponen luchar con la pluma y la palabra, y
negarse a arrojar piedras, como lo hacen los “iluminados poseedores de la verdad absoluta”, contra todo
intento de inclinar el fiel de la balanza hacia la libertad, en desmedro del poder coercitivo del estado.

Hayek también decía que él jamás acusó a los partidos socialistas de tender deliberadamente a un régimen
totalitario, ni sospechó tampoco, que sus líderes pudieran mostrar siempre tales inclinaciones. Sostenía, en
cambio, que las consecuencias imprevistas pero inevitables de la planificación socialista crea un estado de
cosas en el que, si se quiere llevar a cabo esa política, las fuerzas totalitarias acabarán imponiéndose.

Subrayaba explícitamente que “el socialismo sólo puede realizarse con métodos que la mayoría de los
socialistas desaprueban”. Sin embargo, a pesar de no poseer la voluntad implacable que se necesita para
someter la voluntad popular al designio colectivista, el abandono paulatino de los ideales democráticos,
suele inclinar la balanza hacia “las fuerzas del mal”, finalizaba la cita.

El intervencionismo, aparentemente inocente, propiciado por economistas acreedores del galardón máximo
que se otorga a la profesión, como Samuelson o Stiglitz, entre otros, se justificó, en un comienzo, como
solución a las excepcionales “fallas de mercado”, en un marco general que se consideraba de eficiencia, para
finalizar, en nuestros días, y luego de un avance sigiloso de varias décadas, en la consideración de la falla de
mercado como norma , y la eficiente asignación de recursos por parte del mercado como una quimera
inalcanzable.

El intervencionismo colectivista odia visceralmente a la función empresarial y venera la actividad,


supuestamente igualadora, de la burocracia estatal.

El resultado es una muy ineficiente asignación de recursos y una pérdida considerable de “bienestar social”,
a raíz del derroche, la corrupción y, muchas veces, el vulgar latrocinio, por parte de los detentadores del
poder de decisión que, mansa y distraídamente, le concede la sociedad con su voto.

Un sector minoritario, pero altamente ilustrado de pensadores, propone, ilusoriamente, eliminar la


democracia y sus instituciones, reemplazándola por un sistema de asociación voluntaria de los individuos, en
reemplazo de los actuales mecanismos políticos de asignación de poder.

Sin embargo, esta “propuesta” parece no considerar la que quizás sea la más grave falla que caracteriza a la
sociedad argentina. Se trata de la resignada aceptación de su destino fatalmente declinante y
desesperanzado. La inacción roza la anomia y la falta de participación augura una situación de anarquismo
descontrolado.

El poder de la participación ciudadana

La decisión de no involucrarse en la “lucha política” por parte del ciudadano común, deja el camino expedito
a los profesionales del embuste y el acomodo. Sólo un cambio cultural, que sacuda la modorra y el
conformismo de las grandes mayorías, podría ser capaz de generar un proceso virtuoso de derrocamiento
pacífico de los patéticos creadores de regulaciones, prohibiciones, trabas, impuestos, tasas y subsidios.

Retornando a la advertencia de Alberdi, la colonización de la sociedad, por parte de una minoría que se
adueñó de los resortes de poder, desatando un proceso de empobrecimiento y declinación secular, sólo
podría ser revertida si los individuos liberaran sus mentes y se involucraran, participando en la actividad
política desde una perspectiva que privilegie la libertad en el sentido más amplio que pueda a esta asignarse.

Sería necesario desmontar la maquinaria de asignación de prebendas, achicando el estipendio público, a fin
de permitir el crecimiento del sector generador de riquezas, empleo y bienestar.

Todo intento de mantener el sistema actual, efectuando sólo cambios cosméticos, por bienintencionado que
sea, solo debería traer como resultado una nueva frustración y un incremento del ya insoportable desánimo
colectivo.

La inacabable declinación de la “riqueza de la nación” parece haberse constituido en una pesada carga que
nubla la razón y coadyuva al mantenimiento de una esclavitud peor que la que nos ataba jurídicamente al
trono español.

Es posible que haya llegado el momento de obedecer la “sugerencia” de Ortega y Gasset: Argentinos a las
cosas.

Responder
1.- ¿Cuál es la mirada del autor del artículo (Jorge Bertolino) sobre el estado de bienestar o
benefactor? Marcar en el texto con color las partes donde podemos ver esa mirada?

Es una mirada que no apoya o no quiere a ese tipo de estado

2.- ¿Coinciden o no con ese punto de vista? ¿Por qué?

No tengo una opinión formada, no coincido pero tampoco lo apoyo

3.- ¿Están de acuerdo con la advertencia de Juan Bautista Alberdi? Fundamentar.

No creo que sea lo peor ser conquistados por nuetros gobiernos, lo que si importa son los
gobiernos que estan al mando que la mayoría de veces son insuficientes o incapaces de resolver o
responder a los problemas de la sociedad. Esto no quiere decir que todos sean malos pero es
preferible un gobierno no tan exitoso a estar colonizado y depender siempre de otro pais

4.- Para Hayek ¿Qué producen las leyes colectivistas?

Producian que a las personas se las lleve de a poco a la dictadura

5.- En el título “Lobos contra ovejas” ¿Quiénes son los enfrentados?

Los enfrentados son los socialistas contra los intervencionistas

6.- ¿Qué dice del intervencionismo?

Dice que se postulo como una solución a las fallas del mercado, que odia a las empresas privadas
y abala a la burocracia estatal

7.- ¿Cuál sería la solución según el autor?

Propone eliminar la democracia y sus instituciones,remplazandola por un sistema de asociación


voluntaria de los individuos

8.- ¿Cómo interpretan la frase de Ortega y Gasset “Argentinos a las cosas”

Creo que hace referencia a que los argentinos se centren o pongan mayor atención a las cosas
importantes de sus vidas y no a los problemas políticos de la época

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