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tema

03 BIOLOGÍA
Y GEOLOGÍA
La materia mineral y la materia
cristalina.
Propiedades y métodos de estudio.
23-11770-13

Temario 1993
tema 3

biología y geología

1. La materia mineral
1.1. Definición de mineral y concepto de Mineralogía

1.2. Génesis mineral

1.3. Ambientes geológicos de formación de minerales

1.4. Procesos geológicos de formación de minerales


1.4.1. Procesos magmáticos
1.4.2. Procesos sedimentarios
1.4.3. Procesos metamórficos

1.5. Estabilidad mineral

1.6. Sistemática mineral

2. La materia cristalina
2.1. Definición de cristal y concepto de Cristalografía. La materia amorfa

2.2. Redes mono-, bi- y tridimensionales. Notación en redes espaciales

2.3. Conceptos de simetría y sistemas cristalinos

2.4. Tipos de redes planas y tridimensionales: las redes de Bravais

2.5. Parámetros o índices de Weiss y notación o índices de Miller

3. Propiedades de la materia mineral


3.1. Propiedades físicas
3.1.1. Concepto de isotropía y anisotropía
3.1.2. Dureza, densidad, exfoliación y fractura

3.2. Propiedades eléctricas

3.3. Propiedades térmicas

3.4. Propiedades ópticas

4. Métodos de estudio

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biología y geología

INTRODUCCIÓN

De todas las capas que forman la Tierra, la mejor conocida es la corteza. Está cons-
tituida por una serie de compuestos químicos, denominados minerales, de cuyo
estudio se ocupa la Mineralogía. Éstos son sustancias químicas con una serie de
características muy definidas y concretas, que provienen de los distintos procesos
geológicos que están implicados en su génesis.
Otra rama de la Geología es la la cristalografía, que se ocupa del estudio de los
cristales. Tradicionalmente se utiliza el término cristal para referirse a la materia
cristalina que presenta forma poliédrica, a pesar de las confusiones que puede
originar esta definición.
Sin embargo, los «cristales» se caracterizan por que sus partículas materiales cons-
tituyentes se disponen siguiendo un orden periódico, y esto es independiente de
si externamente presentan caras planas o si, por el contrario, son completamen-
te irregulares. En los cristales se repiten las partículas materiales, de acuerdo con
ciertos esquemas, hasta llenar un espacio tridimensional; de la identidad de estas
partículas depende el esquema de repetición seguido y, por tanto, van a ser res-
ponsables de las características estructurales del cristal.
La estructura y la composición química dan las señas de identidad de los cristales
y, por ende, de los minerales; es decir, les confieren una serie de propiedades que
permiten identificarlos y que pueden dotarlos de importantes aplicaciones indus-
triales y, en ocasiones, de un gran valor económico.

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1 La materia mineral

1.1. Definición de mineral y concepto de Mineralogía

Aunque resulta difícil definir el término mineral, se suele aceptar que es un sólido homogéneo de ori-
gen natural, con una composición química definida pero, generalmente, no fija y una disposición atómica
ordenada y que es estable ante ciertas condiciones de presión y temperatura. Y normalmente formado
mediante un proceso inorgánico.
A continuación pasamos a explicar detalladamente algunos puntos de la definición:
„„ Sólidos: quedan excluidos el agua, los gases, etc.
„„ Homogeneidad: se debe a que no se pueden separar en dos o más sustancias, con propiedades
físico-químicas diferentes, utilizando medios mecánicos.
„„ Naturales porque están originados por procesos naturales, quedando excluidas las sustancias quí-
micas obtenidas en el laboratorio por procesos artificiales.
„„ Composición química definida, pero no fija: nos indica que la composición de cada mineral se
puede representar mediante una fórmula química, aunque la mayoría de los minerales no tienen
una composición perfectamente definida, que oscila entre ciertas proporciones atómicas.
„„ Disposición atómica ordenada: nos señala que las partículas que forman el mineral (átomos, iones
o moléculas) ocupan posiciones fijas en el espacio, es decir, los minerales están formados por
materia cristalina.
„„ Compuestos por materia inorgánica y, además, mediante un proceso inorgánico (no elaborados
por los seres vivos), con lo que quedan excluidas sustancias como el carbonato cálcico, que for-
ma, por ejemplo, las conchas de los bivalvos.
La Mineralogía, como ya se ha dicho, es la ciencia que se encarga del estudio de las sustancias crista-
linas que se encuentran en la naturaleza, es decir, de los minerales. Un conocimiento sobre qué son
los minerales, cómo y cuándo se han formado y dónde se encuentran es básico para la comprensión
de la materia mineral y que, en gran medida, es responsable de nuestra actual cultura tecnológica.
No sólo para conocer nuestro planeta, sino para la comprensión del universo, ya que todos los pla-
netas están formados por minerales.

¿Por qué se puede representar cada mineral mediante una fórmula química?

1.2. Génesis mineral

En los ambientes de interacción (corteza superior, atmósfera, hidrosfera, corteza inferior, manto su-
perior) tienen lugar los procesos continuos, sucesivos y simultáneos de formación de minerales,
mediante fenómenos de meteorización, edafogénesis, y los procesos magmáticos, sedimentarios y

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metamórficos. Los minerales pueden originarse, por tanto, mediante procesos internos o endóge-
nos, procesos externos o exógenos y procesos metamórficos.
Además de los procesos mineralogenéticos en sí mismos, los minerales se pueden formar en rela-
ción espacial con las rocas acompañantes, con las cuales van a aparecer en el yacimiento; según es-
tas relaciones espaciales, los yacimientos serán singenéticos o congruentes cuando los minerales se
han formado al mismo tiempo que las rocas acompañantes y epigenéticos o incongruentes cuando
se han formado después que las rocas acompañantes.

XX La regla de las fases


Al estudiar la formación de los minerales encontramos que los factores que la regulan son la com-
posición química global, la temperatura y la presión. Estos factores tienen una expresión cuantitativa
que nos da una de las leyes básicas de la físico-química, la llamada regla de las fases, cuyo enunciado
dice que «en todo sistema en equilibrio, el número de fases, F, más el grado de libertad, L, es igual al
número de componentes, C, más dos»:
F+L=C+2
El número de fases (F) queda referenciado por el número de componentes químicos que existen en
el ambiente de formación mineral; cuanto mayor sea la complejidad química, mayor será el número
de minerales que se podrán formar.
Cuando hablamos del grado de libertad (L) o «varianza» de un sistema, estamos indicando el número
de variables que pueden fijarse para determinar las condiciones del mismo. Los grados de libertad
fundamentales son la presión y la temperatura. La composición química global también es un grado
de libertad, aunque está sujeta a menor grado de variabilidad.
El número de componentes (C) son los constituyentes minerales estables mínimos, a partir de los
cuales puede definirse la composición total de una roca.
Queda por aclarar qué se entiende por «equilibrio». Un sistema está en equilibrio cuando sus fases
coexisten indefinidamente de un modo estable, en tanto no se cambien las condiciones externas.
Sin embargo, en los ambientes geológicos en los que cristalizan los minerales existen grandes varia-
bilidades de presiones y temperaturas; ambos grados no son fijos, por lo que el sistema mineraloge-
nético es bivariante, es decir, en la regla de las fases, L vale 2 normalmente:

F+2=C+2
Al simplificar la fórmula, se obtiene que:
F=C
Este corolario se conoce con el nombre de regla mineralógica de las fases, la cual nos indica que «en
un sistema de n componentes, a presión y temperaturas arbitrarias, el número máximo de minerales
mutuamente estables no excede de n».
La regla de las fases, y su corolario, resulta un principio de la mayor importancia en la formación de
minerales, al explicar la limitación mineralógica en las rocas. No obstante, si consideramos un siste-
ma cuyos componentes elementales sean O, Si, Al, Fe, Mg, Ca, Na y K (sistema de ocho componen-
tes), podríamos esperar la formación de ocho minerales; sin embargo, el número es menor, pues los
componentes no son del todo independientes, algunos de ellos pueden sustituirse, átomo a átomo,
en los minerales (Na y Ca en las plagioclasas o Fe y Mg en los minerales ferromagnesianos).

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1.3. Ambientes geológicos de formación de minerales

Se denomina ambiente a las condiciones de formación o de transformación de un mineral dentro


de un proceso geológico.
Los ambientes geológicos que podemos encontrar en la formación de minerales son:
„„ Endógeno o magmático: se forman minerales por solidificación directa del magma.
„„ Exógeno o sedimentario: formación de minerales a partir de disoluciones y depósitos sedimen-
tarios.
„„ Metamórfico: formación de minerales a partir de otros preexistentes, por acción de la presión y
de la temperatura o por acción de líquidos mineralizados cambiantes. Se desarrolla en una gran
variedad de subambientes.
En la génesis mineral se deben considerar tres aspectos ligados con el ambiente de formación:
„„ La manera de originarse, crecer y cambiar los hábitos y las propiedades de los minerales.
„„ Los mecanismos físico-químicos de formación.
„„ Los procesos geológicos de la formación de los minerales.
La génesis de los minerales, o las asociaciones de minerales, está íntimamente relacionada con los
procesos que producen, modifican y alteran las rocas de la Tierra, es decir, con sus modificaciones di-
námicas (destrucción y transporte) y la petrogénesis (génesis de minerales o asociaciones de éstos;
estas últimas se conocen como paragénesis).
Al camino que sigue un elemento químico durante la evolución geológica de los materiales te-
rrestres se le denomina ciclo geoquímico de ese elemento, ligado de una manera directa con el
ciclo geológico, que relaciona la génesis mineral con los procesos geológicos. Este último ciclo se
relaciona con los tres tipos principales de rocas (magmáticas, metamórficas y sedimentarias) y sus
correspondientes procesos.

¿Podemos encontrar en la naturaleza tantos minerales como componentes estables


mínimos existen en la misma?

1.4. Procesos geológicos de formación de minerales

De acuerdo con lo expuesto en los apartados anteriores, los minerales pueden originarse en virtud
de procesos internos o endógenos, externos o exógenos y metamórficos. Dentro del primer grupo
queda englo­bado el proceso magmático, y el segundo grupo queda definido por los procesos sedi-
mentarios. Los procesos metamórficos son independientes de la zona de formación, aunque suelen
ser endógenos.

1.4.1. Procesos magmáticos

Los procesos magmáticos se pueden definir como los mecanismos implicados en la evolución mag-
mática, es decir, en la evolución de un magma.

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El magma es un fundido de composición silicatada, en el que existen cristales y, en algunos casos,


fragmentos de rocas en suspensión, así como una proporción más o menos importante de gases y
vapores en disolución. Por eso un magma suele dividirse en una fracción sólida y otra gaseosa.
La fracción sólida de un magma procede fundamentalmente del propio fundido, puesto que una
parte del mismo cristaliza durante su ascenso hacia zonas superficiales; algunos magmas también
contienen fragmentos del material a partir del cual se han generado, así como del que han atrave-
sado en su ascenso.
La fracción gaseosa procede esencialmente de los gases y vapores existentes en la zona de donde se
genera el magma y, en pequeña escala, de los que éste ha ido incorporando en su ascenso.
El conocimiento que actualmente se tiene de los magmas deriva fundamentalmente del estudio
de las rocas ígneas, es decir, de los productos de su consolidación. Estas rocas ígneas presentan una
relativa variación de dióxido de Silicio (SiO2) en su composición, pudiendo estar representadas des-
de las rocas con un contenido en inferior al 45% (rocas ultrabásicas), o del orden del 45-52% (rocas
básicas), hasta las rocas cuyo contenido en este dióxido esté comprendido entre el 52-66% (rocas
intermedias) o incluso mayores al 66% (rocas ácidas).
Dentro de los mecanismos implicados en la evolución magmática, podemos distinguir una serie de
procesos:
„„ Diferenciación magmática: este proceso consiste en la separación de los sucesivos minerales que
cristalizan en el magma, ya sea por gravedad, flotación o flujo. Esta separación impide que se
produzca la reacción de equilibrio entre los minerales originados y el magma, por lo que éste irá
variando progresivamente de composición, empobreciéndose en los elementos constituyentes
de los minerales que se separan del líquido magmático y enriqueciéndose en aquellos elementos
que no han entrado a formar parte en los minerales originados. Al magma resultante se le llama
magma secundario.
„„ Transferencia gaseosa: este proceso implica que los volátiles, presentes en el magma, actúan como
vehículos de transporte de otros constituyentes del mismo.
„„ Asimilación-mezcla de magmas: proceso por el cual se produce la contaminación de un magma
por material sólido o líquido, pudiendo afectar más o menos profundamente a su composición y,
por consiguiente, a los productos resultantes de su consolidación.
Los procesos descritos, y en especial la diferenciación magmática por gravedad, permiten explicar
la existencia de series de rocas ígneas. Dichas series, son grupos de rocas de composición gradual-
mente variable entre dos extremos, que suelen encontrarse juntas, y provenientes, en su mayoría,
de la cristalización de magmas por diferenciación de un magma primario. Esto implica que aunque
la composición química es diferente, el origen es único e igual.

¿Por qué hay series de rocas ígneas en la naturaleza?

1.4.2. Procesos sedimentarios

Los procesos sedimentarios son el conjunto de procesos geológicos que, en interacción compleja,
da lugar a la formación de sedimentos; aunque en su mayor parte se realizan en la superficie terres-
tre, presentan una fuerte relación con el resto de los procesos geológicos (Figura 1).

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Estos procesos comien-


zan en el momento en Figura 1.
que una roca situada
en la superficie terres-
tre, o cerca de ella, sufre
fragmentación mecá-
nica o eliminación de
minerales por fenó-
menos químicos que
impliquen una pérdida
de masa (referida a la
unidad de volumen del
sistema); comprenden
las siguientes etapas, de
importancia y duración
variables:
„„ Meteorización de la roca madre en una zona geográfica concreta (área madre) y denudación
(movimiento) de materiales rocosos.
„„ Transporte del material preparado y disgregado por la meteorización, y formación del sedimento.
„„ Sedimentación por una estabilidad, parcial o total, del sedimento, que se fija por procesos de
sedimentación controlados por las características mecánicas, físico-químicas o biológicas del am-
biente.
„„ Diagénesis (transformación) del sedimento en roca sedimentaria, por la que se constituye un
material más coherente y compacto, menos poroso, e incluso transformado por nuevos aportes
de minerales.
Estos procesos se pueden ordenar en un sistema cerrado que recibe el nombre de ciclo de procesos
sedimentarios y que se relaciona, a su vez, con otros grandes procesos de reutilización de masa de la
corteza terrestre, como por ejemplo los procesos petrogenéticos internos. Dicho «ciclo» se reduce a
un continuo traslado de masa hacia zonas de más bajo nivel energético, que puede afectar a algu-
nos minerales durante el proceso, ya sea por no resistir el desequilibrio químico o por no resistir las
acciones mecánicas (Figura 2).
La sedimentación se puede considerar, por tanto, como el resultado de una degradación, a un nivel
energético menor, de la masa de sedimentos.

1.4.3. Procesos metamórficos

Antes de que tenga lugar la fusión parcial o total, y como respuesta al incremento de presión (P),
temperatura (T), presión de agua (PH 0) y presión de dióxido de carbono (PCO ), las rocas sufren una
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serie de transformaciones mineralógicas, y frecuentemente texturales, como consecuencia de las
cuales se transforman en rocas metamórficas, por lo que al conjunto de procesos que tienen lugar
en las rocas sedimentarias, ígneas e incluso en las ya metamorfizadas, por debajo de la temperatura
en la que comienza la fusión, se le conoce como metamorfismo, del cual existen tres tipos: dinamo-
metamorfismo, de contacto, regional y metasomatismo. El límite superior del metamorfismo puede
estimarse comprendido entre los 700 ºC y los 900 ºC; el límite inferior se sitúa en los 150 ºC.
Dicho intervalo de temperatura implica que los procesos metamórficos se desarrollan en estado
sólido, a diferencia de los procesos magmáticos; por añadidura, son procesos isoquímicos, pues las

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rocas no ganan ni pierden elementos Figura 2.


químicos en cantidades importantes
o apreciables, salvo en algunos casos
puntuales.
Las transformaciones mineralógicas
van estar condicionadas, además de
por la P, T, PH20 y PCO2, por la compo-
sición del material que se está meta-
morfizando.
En toda área sometida a procesos me-
tamórficos, las condiciones de P, T, etc.,
no son uniformes en cualquier parte
de la misma. En rocas de idéntica com-
posición, las paragénesis minerales
varían progresivamente en una deter-
minada dirección. Si en la región me-
tamórfica existen minerales suficien-
temente diagnósticos, más conocidos
como minerales índices, podrán deli-
mitarse en la misma una serie de áreas,
separadas por «isogradas», cada una
de las cuales representarán unas deter-
minadas condiciones termodinámicas;
es decir, una roca de composición de-
finida y generada en condiciones ter-
modinámicas específicas presentará una determinada asociación mineral. El intervalo de condicio-
nes termodinámicas en las que esta asociación es estable recibe el nombre de facies metamórfica.
Según algunos autores, pueden establecerse entre ocho y diez facies (Figura 3), aunque en ninguna
región metamórfica nos encontraremos con todas las facies establecidas. Ya que no se producen las
variaciones termodinámicas a todos los niveles posibles.

Figura 3. Sin embargo, el concepto de facies


metamórfica no es utilizado en tra-
bajos especializados y se sustituye
por el de zonas metamórficas, las
cuales representan bandas, carto-
grafiables en su mayoría, donde
predomina un determinado mineral
índice (Figura 4).

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Figura 4.

1.5. Estabilidad mineral

La estabilidad mineral está regida por unas condiciones precisas de presión, temperatura y medio
químico, determinadas intrínsecamente por el balance electrostático de su estructura cristalina, así
como por las relaciones espaciales de sus constituyentes.
Cuando varían dichas condiciones de estabilidad, la estructura cristalina de los minerales cambia
debido a una reorganización estructural, por adición o pérdida, de los elementos que componen
su red.
La estabilidad de los minerales está regida por unas reglas, que determinan las sustituciones iónicas
en las estructuras de los minerales. Dichas reglas son:
„„ Los radios iónicos de dos iones susceptibles de sustituirse en un mineral no deben diferir en más
de un 15%.
„„ Cuando dos iones tienen la misma carga eléctrica pero diferentes radios iónicos, el de menor
radio se incorporará preferentemente en la red cristalina del mineral.
„„ Cuando dos iones tienen el mismo radio iónico pero diferentes cargas eléctricas, el de menor
carga se incorporará preferentemente en la red cristalina del mineral.
Estas reglas se aplican en sustituciones iónicas en las cuales intervienen iones muy comunes, como
el Fe, Mg, Na; dicha sustitución iónica es típica en los filosilicatos, y no afecta a la estabilidad del
mineral.
En función de todas estas variables, se pueden establecer las condiciones de equilibrio de los mine-
rales, así como sus formas polimórficas en algunos casos; y los campos de estabilidad de un mineral
según su génesis.

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1.6. Sistemática mineral

En la actualidad se tiende a que la sistemática mineral atienda a tres criterios esenciales: genéticos,
geoquímicos y cristaloquímicos; recientemente han ido aparecido clasificaciones que hacen com-
binaciones entre ellos (clasificaciones genéticas y geoquímicas y clasificaciones químicas y estruc-
turales).
En todas las clasificaciones la unidad básica es la especie mineral, la cual puede presentar variedades,
que no se diferencian entre sí en caracteres profundos que justifiquen un trato como especies distin-
tas, sino sólo en alguna propiedad física o en pequeñas variaciones de composición.
Las divisiones que se han realizado para clasificar a los minerales conocidos pasan por agruparlos en
clases, cuyo número varía de unos autores a otros. Dentro de cada clase podemos encontrar grupos
y series.
Las clasificaciones que actualmente se siguen se circunscriben, fundamentalmente, a las realizadas
por tres autores: Gunter Strunz, James Dwight Dana y Hari Kostoz.
La clasificación de Kostov incluye doce clases mineralógicas1:
I. Elementos nativos.
II. Sulfuros y sulfosales.
III. Sales haloideas.
IV. Óxidos.
V. Silicatos.
VI. Boratos.
VII. Fosfatos, arseniatos y vanadatos.
VIII. Wolframatos y molibdatos.
IX. Sulfatos.
X. Cromatos.
XI. Carbonatos.
XII. Nitratos.
Esta clasificación es esencialmente geoquímica, pero se han introducido criterios cristaloquímicos
y genéticos. Es seguida por una gran mayoría de especialistas, por lo que constituye la clasificación
más usada en Mineralogía.

Si en un filosilicato se produce una sustitución iónica entre el Na y Ca existente en su


composición, ¿éste se vuelve inestable?

1 Puedes ampliar este apartado consultando el tema 7.

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2 La materia cristalina

2.1. Definición de cristal y concepto de Cristalografía.


La materia amorfa

Un cristal puede definirse como un «sólido con una estructura interna formada por átomos, iones
o moléculas, ordenados periódicamente, que suelen presentar caras planas y formas geométricas
regulares».
Asimismo, en los cristales se repiten las partículas materiales de acuerdo a ciertos esquemas, hasta
llenar un espacio tridimensional llamado edificio cristalino. Cabe destacar la importancia de estas
partículas, ya que de ellas, de su identidad, depende el esquema de repetición seguido y, por tanto,
van a ser responsables de las características estructurales del cristal.
El estudio de los cristales corresponde a la Cristalografía, que es la ciencia que se ocupa del estudio
y de la descripción de los cuerpos que cristalizan en forma de cristal. En los primeros albores de la
Cristalografía, el análisis de la materia cristalina se limitaba al estudio y descripción de sus formas
poliédricas externas. En la actualidad, y dentro de la ciencia cristalográfica, encontramos que se
estudian las relaciones geométricas y simétricas, que un observador puede apreciar entre las caras
de un cristal poliédrico, de caras bien desarrolladas. Hoy, por tanto, hablamos de la Cristalografía
morfológica.
Cabe mencionar que existe una materia cristalina sólida constituida por partículas no ordenadas,
conocida como materia amorfa; en ésta, las partículas que la componen están desordenadas, es
decir, no ocupan posiciones fijas en el espacio, por lo cual las distancias que separan unas partículas
de otras no son constantes. Existen muy pocos minerales con cristales amorfos (limonita y ópalo,
por ejemplo) son considerados, actualmente, mineraloides y un sistema cristalino aparte (Amorfo).
Se desligan, por tanto, del concepto de Cristalografía.

2.2. Redes mono-, bi- y tridimensionales. Notación en redes


espaciales

Como ya hemos visto, se puede definir a un «cristal» como un sólido en el que las innumerables
partículas materiales que lo constituyen están distribuidas en las tres dimensiones del espacio, de
una manera ordenada y periódica. Esta última característica los diferencia de todos los demás tipos
de materiales.
Los intervalos con que se repiten las unidades que componen un medio periódico en una direc-
ción determinada se llaman traslaciones o periodo de identidad. Para definirlas sólo hay que unir
dos unidades consecutivas mediante un vector. Debido a ello, el medio cristalino puede abstraerse
de su contenido material y tratarlo únicamente en función de las traslaciones presentes. Esta abs-
tracción constituye lo que se llama teoría de las redes cristalinas. De todas las infinitas traslaciones
que pueden existir en un medio periódico, se llaman traslaciones fundamentales a las de menor
magnitud. Sirva como ejemplo que en modelos planos bastaría con conocer el módulo de sus dos
vectores de traslación fundamentales y el ángulo que forman entre sí para que su periodicidad que-
de perfectamente definida (Figura 5).
A este conjunto de puntos, que sólo indican la distribución que tendrían las unidades que se repiten
en este medio periódico, se le llama red o malla, y a cada uno de los puntos, nudo. El sistema rec-
tilíneo formado por nudos equidistantes se denomina fila reticular, y el intervalo fundamental que

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tema 3

biología y geología

separa dos nudos vecinos se denomina pará-


metro de la fila o traslación. Tomemos aho-
ra una segunda fila, idéntica a la anterior y pa-
ralela a ella; estas dos filas definen un plano. Si
llenamos el plano con una serie de filas idén-
ticas, paralelas y equidistantes, generadas por
la traslación de la fila original, obtendremos
un conjunto de nudos que constituirían un
plano reticular. Si apilamos sobre este plano
reticular una serie de planos reticulares idén-
ticos al anterior, paralelos al mismo, y separa-
dos entre sí por una traslación cualquiera, no Figura 5.
contenida en el plano original, obtendremos
una red espacial o edificio tridimensional.
Una fila reticular aislada constituye una red monodimensional; un plano reticular aislado constituye
una red bidimensional; y una red espacial es, evidentemente, una red tridimensional.
El hecho de que un cristal pueda expresarse en función de una red de nudos nos lleva a un postu-
lado fundamental de la Cristalografía, denominado postulado reticular, que puede expresarse del
siguiente modo: «toda propiedad física en un medio cristalino es invariante para una traslación t,
definida por:
  
t = ua + vb + wc

donde u, v, w son tres números enteros, iguales o distintos de cero, y positivos o negativos, y a, b, c
son tres vectores no coplanarios, característicos del medio».
Los tres componentes escalares del vector traslación, u, v, w, unen nudos adyacentes en la dirección
marcada por los tres vectores característicos del medio, y son denominados índices; estos índices se
escriben entre corchetes: [u v w] (Figura 6).

Figura 6.

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Figura 7.

El vector c se utiliza para los medios periódicos tridimensionales.


La ecuación representa un conjunto de nudos de propiedades idénticas y, por tanto, homogéneos;
es decir, que es un conjunto de puntos homólogos. Si como primera aproximación al concepto de
simetría la definimos como una operación que lleva a coincidir un punto con sus homólogos, las
traslaciones en la red son operaciones de simetría. Basándonos en este primer concepto, podemos
decir que: «una red es un medio simétrico, y el cristal, representado por su red, también es un medio
periódico, homogéneo y simétrico».
Los puntos dados por la ecuación anterior ocupan un espacio limitado por los vectores a, b, c, el cual
llena la totalidad del espacio cristalino por simple traslación. Sin embargo, la porción del espacio
cristalino limitado por los tres vectores más sencillos se denomina celda elemental del cristal, y es
característica del mismo (figura 7).
Para definir una celda elemental sólo se requiere que sus vértices sean nudos homólogos inme-
diatos, es decir, que sus aristas sean traslaciones sencillas de la red. Trasladando esta celda parale-
lamente a sí misma, según los intervalos y direcciones marcadas por los vectores traslación que la
limitan, se genera también el medio periódico.
Se llama celda primitiva a aquella que no tiene nudos en su interior, y celda múltiple a la que si los
tiene. En la figura anterior, p es una celda primitiva; c y c’, múltiples. A los vectores que delimitan las
celdas primitivas se les llama también primitivos y a los que delimitan las múltiples se les llama no
primitivos. Un caso de vectores no primitivos sería el de los vectores múltiples, que son múltiplos
enteros del vector traslación unitario de igual dirección.

2.3. Conceptos de simetría y sistemas cristalinos

Ésta es una de las propiedades más importantes que poseen los medios periódicos por el mero
hecho de serlo.
Para comprender dicha propiedad habría que recordar, en primer lugar, que entendemos por sime-
tría todo aquello que consta de dos o más porciones idénticas, ligadas por un elemento de simetría,
y relacionadas entre sí por una determinada operación. Esta operación se realiza mediante lo que se
denomina operador de simetría.

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biología y geología

Figura 8.

Por tanto, la simetría de un cristal está definida por medio de los elementos y operadores de sime-
tría, que determinan las características y la disposición espacial de las caras del mismo.
Cada una de las alas de unas mariposas es la imagen especular de la otra. Es decir, son simétricas
respecto a un elemento llamado plano (m), que se sitúa perpendicularmente al papel y actúa como
un espejo. A los operadores de este tipo se les llama de reflexión (Figura 8).
El trébol se puede generar a partir de una de sus hojas, girándolas tres veces (120º cada vez) alrede-
dor de un elemento llamado eje, que se sitúa perpendicularmente al papel. A los operadores de este
tipo se les llama de rotación. Hay ejes de los siguientes órdenes:
„„ De orden 1 o monarios: que giran 360º. Después de su operación el objeto coincide consigo
mismo.
„„ De orden 2 o binarios ( ): que repiten el objeto cada 180º.
„„ De orden 3 o ternarios ( ): que repiten el objeto cada 120º.
„„ De orden 4 o cuaternarios ( ): que repiten el objeto cada 90º.
„„ De orden 6 o senarios ( ): que repiten el objeto cada 60º.
No citaremos los ejes de orden 5 o de orden mayor que 6; estos operadores son incompatibles con
el medio periódico.
Hemos visto dos operadores de simetría (de reflexión y de giro) y sus dos elementos de simetría (el
plano y el eje). Su simetría se denomina puntual y sólo se pueden realizar 10 combinaciones, utili-
zando operadores que sean compatibles con el medio periódico, denominados grupos puntuales
planos (figura 9):
„„ 5 grupos con un solo elemento de simetría:
1m 2m 3m 4m 6m
„„ 4 grupos con ejes y planos combinados:
2 mm 3m 4 mm 6 mm
Haciendo un breve inciso en la descripción de las diferentes simetrías cristalinas, podemos definir la
traslación como una operación que desplaza un motivo a lo largo de un vector, para dar otro moti-
vo idéntico al primero, que es realizada mediante un elemento llamado vector traslación «t». Dado
que esta operación es imprescindible para construir el orden periódico, se justifica que este medio
sea, además, obligatoriamente simétrico, como ya se ha mencionado con anterioridad.

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tema 3

biología y geología

Figura 9.

Figura 10.

Figura 11.

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Figura 12.

Retomando el tema, existen elementos de simetría exclusivos de la simetría espacial, como son los
«planos de deslizamiento» y los «ejes helicoidales»; estos últimos sólo se dan en medios tridimensio-
nales y se verán más adelante.
El plano de deslizamiento [g en los medios bidimensionales (sólo un plano); a, b, c, n y d en tres
dimensiones (hasta cinco planos)] realiza simultáneamente dos operaciones: refleja y traslada la ima-
gen a intervalos de ½ del módulo del vector traslación «t» (Figura 10).
En total se configuran 17 grupos planos, que se muestran a continuación (Figura 11) (c indica que la
distribución periódica se define mediante una celda múltiple).
Hay ocasiones en que la celda elemental que mejor representa la simetría de una distribución pe-
riódica es una celda múltiple. Éste es el caso de la red rómbica, que, por lo general, se representa
mediante una celda múltiple rectangular (Figura 12).
La ventaja de la red rectangular centrada estriba en que está delimitada por más elementos de si-
metría. Tampoco resultan evidentes en la red rómbica algunos planos de simetría que pasan por sus
nudos. Habría que recurrir a unas cuantas celdas para verlos claramente.
De esta forma se tiene que la simetría de cualquier medio periódico bidimensional va a poder clasi-
ficarse dentro de alguno de estos 17 grupos.
Conviene resaltar que, hasta ahora, se ha hablado de motivo para referirnos a las unidades que se
repiten en un medio periódico y que poseen una determinada simetría puntual. No obstante, se
debería definir, desde un punto de vista más cristalográfico, como: «la porción de medio periódico
que está contenida en la celda primitiva».
En el espacio tridimensional están presentes los elementos de simetría que anteriormente se han
descrito, pero, además, existen otros nuevos que resultan de la tercera dimensión que se añade; es
necesario utilizar tres ejes de referencia y, por tanto, tres coordenadas (x, y, z) para definir la posición
de los objetos. Entre estos elementos de simetría podemos resaltar los ejes de rotación o ejes pro-
pios y el plano:
Los ejes de rotación o ejes propios son:
„„ Eje monario (1). No produce ningún cambio en la coordenadas del objeto sobre el que actúa.
Todos los objetos que decimos «asimétricos» poseen un eje monario.
„„ Eje binario (2). Los ejes X, Y, Z son ortogonales entre sí, al igual que el eje cuaternario, pero el
motivo se repite cada 180º.
„„ Eje ternario (3). Tomamos los ejes de referencia de forma que X e Y formen un ángulo de 120º.

19
tema 3

biología y geología

Figura 13.

„„ Eje cuaternario (4). Los ejes X, Y, Z, son ortogonales entre sí.


„„ Eje senario (6). Se toman los mismo ejes de referencia que tomamos para el ternario.
„„ En el espacio tridimensional, el plano (m) se puede hacer coincidir con los planos formados por
XY, XZ, YZ, etc.
La operación que realizan los ejes helicoidales consiste en un giro seguido de una traslación paralela
al eje (Figura 13). Se representa como np, siendo:
n = orden del eje, que indica el nº de grados que gira cada vez.
p = subíndice, que indica el módulo de la traslación, paralela al eje, que se produce después del
giro. Este módulo será una fracción, igual a p/n, del módulo del vector traslación «t», que defi-
ne a las filas reticulares paralelas al eje helicoidal.
Los elementos de simetría que se han visto hasta ahora, cambian el signo de una o dos coordenadas
del objeto que transforman, pero ninguno de ellos ha llegado a cambiar el signo de las tres. Esto lo
hace un elemento nuevo, que sólo existe en el espacio tridimensional, que se denomina centro (i);
el operador que realiza esta simetría es el de inversión, pues invierte las coordenadas de un punto
(Figura 14).
Otro elemento característico del espacio tridimensional es el eje de inversión o impropio (), que
combina la operación de giro con la de inversión, de la siguiente manera: gira el objeto, desde una
posición inicial 1, el nº de grados indicado por el orden del eje; a continuación, lo invierte, llegando
a una posición nº 2. Las dos operaciones anteriores se repiten tantas veces como sea el orden del
eje (Figura 15).
Igual que sucedía con el plano, los motivos finitos tridimensionales tiene simetría puntual: sus
elementos de simetría se cortan en un punto, salvo la traslación, aunque puede ser compatible con
ellos. En este caso se van a poder combinar de 32 maneras, que reciben el nombre de clases de
simetría (en el plano sólo había 10 grupos puntuales planos). Dichas combinaciones no se realizan
arbitrariamente, sino que están sujetas a ciertas normas, limitaciones y teoremas. Hay 10 clases con

20
tema 3

biología y geología

Figura 15.

Figura 14.

un solo elemento de simetría y 22 clases con más de un elemento de simetría; de estas últimas, 3
clases son del tipo de operación «eje propio más centro», 4 clases del tipo «eje propio más plano», 6
clases que se obtienen combinando tres ejes propios, 3 clases que se obtienen combinando un eje
propio y dos impropios y 6 clases combinando tres ejes propios y un centro.
Las 32 clases de simetría se clasifican en 7 sistemas cristalinos que agrupan, cada uno de ellos, a
todas las clases que poseen un elemento de simetría determinado, es decir:
„„ Sistema triclínico: se incluyen las clases que poseen como mínimo un eje monario y como máxi-
mo un centro.
„„ Sistema monoclínico: se incluyen las clases que poseen como mínimo un elemento de simetría
binaria y como máximo dos. Los elementos de simetría binaria son el eje binario y el plano de
reflexión, pues ambos reproducen el mismo objeto dos veces.
„„ Sistema rómbico: pertenecen las clases que poseen como mínimo tres elementos de simetría
binaria y como máximo seis.
„„ Sistema tetragonal: pertenecen las clases que poseen un eje cuaternario.
„„ Sistema hexagonal: clases que poseen un eje senario.
„„ Sistema romboédrico o trigonal: clases que poseen un eje ternario.

21
tema 3

biología y geología

„„ Sistema cúbico: clases que poseen cuatro ejes ternarios. Sólo en este sistema pueden coexistir
ejes cuaternarios y ternarios.
Dentro de cada sistema hay una clase que posee el máximo número de elementos de simetría. A
esta clase se la llama holoedría.

Si un objeto cambia el signo de sus tres coordenadas espaciales, ¿qué elemento de


simetría lo ha realizado?

2.4. Tipos de redes planas y tridimensionales:


las redes de Bravais

Como el cristal es el resultado del apilamiento de redes bidimensionales idénticas y paralelas, es


conveniente separar los tipos de redes planas posibles y, luego, analizar el resultado del apilamiento
tridimensional de estos planos reticulares idénticos.

XX Tipos de redes planas


 
El plano reticular viene definido por las dos traslaciones menores, a y b , de su red y el ángulo
γ, que forman las filas reticulares definidas por dichas traslaciones. Sólo existen cinco posibilidades
para combinar valores distintos de dos traslaciones y un ángulo, para formar una red plana:

Oblicua a≠b γ ≠ 90º


Rectangular a≠b γ = 90º
Rómbica a=b γ ≠ 90º ó 60º
Hexagonal a=b γ = 60º ó 120º
Cúbica a=b γ = 90º
Estas cinco redes son los únicos tipos de redes o distribuciones periódicas posibles en medios bidi-
mensionales. Todas están definidas a partir de la pareja de vectores no colineales más representativa
y menos compleja (en cuanto a su módulo y racionalidad geométrica) de todas las posibles. Ade-
más, estas parejas no coinciden en todos los casos con las traslaciones fundamentales. Concreta-
mente, la red rómbica no está definida por sus dos traslaciones fundamentales, ya que éstas serían
más representativas de una red oblicua. Además, la pareja elegida es también menos compleja, pues
los dos vectores que la forman tienen igual módulo (Figura 16).

XX Tipos de redes tridimensionales:


las redes de Bravais
Una vez deducidos los tipos de redes planas posibles, es conveniente tratar el apilamiento de éstas.
Un modelo periódico tridimensional se puede construir apilando paralelamente una sucesión infi-
nita de modelos planos idénticos, de manera que la distancia entre ellos sea siempre igual. Vamos a
llamar familia reticular a esta secuencia de planos idénticos, paralelos y equidistantes entre sí.
Definimos apilamiento como la posición relativa de los planos que forman la familia a lo largo de la
perpendicular al mismo. Esta posición relativa está regida por la ley de apilamiento, que nos determi-
na la «posición que ocupa un nudo del plano inmediato al ser proyectado ortogonalmente sobre la

22
tema 3

biología y geología

Figura 16.
celda elemental plana de uno
cualquiera de los planos reti-
culares que forman la fami-
lia». Para dos planos sucesivos
es una constante de la familia
Red plana cuadrada reticular.
a = b; γ = 90º
El apilamiento de planos en
la familia da origen a las re-
des tridimensionales, pero, al
mismo tiempo, la manera del
apilamiento determina los
ángulos entre las traslaciones
Red cuadrada fundamentales, que, a su vez,
a = b; γ = 90º definen la forma y dimensio-
nes del paralelepípedo fun-
damental o unidad definidor
de la red.
No todos los tipos de apila-
miento dan origen a redes
Red rómbica cuyo paralelepípedo funda-
a = b; γ = 90 y 60º mental sea morfológicamen-
te distinto. Los apilamientos
significativos, que dan origen
a celdas fundamentales mor-
fológicamente distintas, son
el resultado de combinar los
tres módulos de los tres vecto-
Red hexagonal res primitivos, no coplanarios
a = b; γ = 60º   
( a , b , c ), de valores
dados, y los ángulos que for-
man entre sí: α, β, γ. Por tan-
to, la celda elemental será la
porción de espacio definida
por estos seis parámetros. En
el espacio tridimensional se
Red rectangular
van a reconocer hasta 14 dis-
a ≠ b; γ = 90º
tribuciones periódicas, que
reciben el nombre de redes
de Bravais y que están defi-
nidas por las siguientes com-
binaciones de constantes re-
ticulares:

Red romboidal
a ≠ b; γ ≠ 90º

23
tema 3

biología y geología

1 α ≠ β ≠ γ ≠ 90º
2 α ≠ β ≠ 90º = γ
a≠b≠c
3 α = γ = 90º ≠ β
4 α = β = γ = 90º
5 α ≠ β ≠ γ ≠ 90º
6 α = β ≠ 90º ≠ γ
7 α = β ≠ 90º = γ
a=b≠c
8 α = β = 90º ≠ γ
9 α = β = 90º ≠ γ = 120º ó 60º
10 α = β = γ = 90º
11 α = β = γ ≠ 90º ≠ 109º 28' ≠ 60º
12 α = β = γ = 109º 28'
a=b=c
13 α = β = γ = 60º
14 α = β = γ = 90º

Estas redes se caracterizan, además, por poseer una determinada simetría que se corresponde siem-
pre con la holoedria de algún sistema cristalino. Es decir, que también se van a poder clasificar en
los 7 sistemas cristalinos, que agruparán, cada uno de ellos, a las redes que poseen elementos de
simetría comunes.
La distribución de las redes en los sistemas es la siguiente:
„„ Sistema cúbico. Incluye a aquellas redes en las que se reconocen los elementos de la holoedria
del cúbico. Están incluidas las redes 12, 13 y 14.
„„ Sistema trigonal o romboédrico. Incluye redes que poseen los elementos de la holoedria trigo-
nal. Está incluida la red 11.
„„ Sistema hexagonal. Incluye redes que poseen los elementos de la holoedria hexagonal. Está
incluida la red 9.
„„ Sistema tetragonal. Incluye redes que poseen los elementos de la holoedria tetragonal. Están
incluidas las redes 7 y 10.
„„ Sistema rómbico. Incluye redes que poseen los elementos de la holoedria rómbica. Están inclui-
das las redes 2, 4, 6 y 8.
„„ Sistema monoclínico. Incluye redes que poseen dos familias de elementos de simetría binaria.
Están incluidas las redes 3 y 5.
„„ Sistema triclínico. Incluye redes que solamente poseen infinitos centros. Está incluida la red 1.
Sin embargo, resulta evidente que «no todas» estas combinaciones de constantes reticulares, que
se han realizado a partir de las traslaciones fundamentales de cada red, son precisamente las más
sencillas y racionales. Por otra parte, los paralelepípedos unidad que se determinan a partir de ellas
tampoco son los más representativos del sistema en el que están incluidos (combinaciones 2, 5, 6, 7,
8, 12 y 13 y los paralelepípedos que delimitan).
Para solucionar este problema (similar al que plantea la red rómbica plana) se sustituyen dichos
«paralelepípedos unidad» por otras celdas que, incluso siendo múltiples, contienen los elementos
de simetría característicos de su red, están limitadas por unas constantes reticulares sencillas y racio-

24
tema 3

biología y geología

Celda Paralelepípedo
Sistema Constantes reticulares Tipo de red
representativa equivalente

a≠b≠c P ⇒ Primitiva
Triclínico (1)
α ≠ β ≠ γ ≠ 90º

P ⇒ Primitiva (3)
a≠b≠c C ⇒ Centrada en dos (5)
Monoclínico
α = γ = 90º ≠ β caras opuestas

P ⇒ Primitiva (4)
C ⇒ Centrada en dos (8)
caras opuestas
a≠b≠c
Rómbico I ⇒ Centrada en el (2)
α = β = γ = 90º
inferior
F ⇒ Centrada en (6)
todas las caras
P ⇒ Primitiva (10)
a=b≠c I ⇒ Centrada en el (7)
Tetragonal
α = β = γ = 90º inferior

P ⇒ Primitiva (9)
a=b≠c
Hexagonal
α = β = 90º ≠ γ = 120º ó 60º

P ⇒ Primitiva (11)
Trigonal o a=b=c
Romboédrio α = β = γ ≠ 90º

P ⇒ Primitiva (14)
I ⇒ Centrada en el (12)
a=b=c
Cúbico inferior
α = β = γ = 90º
F ⇒ Centrada en (13)
todas las caras
Cuadro 1.

nales y, además, tienen la ventaja de ser comunes para todas las redes que pertenecen a un mismo
sistema. De esta forma, cada sistema queda definitivamente caracterizado por una determinada
simetría y por unas constantes reticulares específicas.
En el Cuadro 1 se indican para cada uno de los 7 sistemas cristalinos sus constantes reticulares carac-
terísticas, las redes que se agrupan en cada uno de ellos con su celda representativa y, finalmente, el
número que corresponde a su paralelepípedo equivalente.

¿Por qué las redes tridimensionales se pueden correlacionar con alguno de los siste-
mas cristalinos?

25
tema 3

biología y geología

2.5. Parámetros o índices de Weiss y notación


o índices de Miller

Estos índices se emplean para indicar la posición de cualquier cara del cristal con respecto a la cruz
axial o ejes cristalográficos; éstos son tres ejes imaginarios (a, b, c), con sus correspondientes relacio-
nes angulares (α, β, γ), que se cortan en un punto, que coincide con el centro geométrico del cristal,
y que sirve de referencia para situar sus caras, aristas, vértices y demás elementos (Figura 17).
Previamente se debe entender el concepto de cara parametral como una cara del cristal (real o
imaginaria) que corta a los ejes cristalográficos según los valores unidad a, b, c, y que son las aristas
de la celda elemental (fig 18).
Cualquier cara del cristal se va a definir con respecto a esta cara parametral, y para ello se emplean
unos índices.
Los llamados parámetros de Weiss son los siguientes: H K L; reflejan la relación entre la cara pa-
rametral a, b, c y la cara H K L, es decir, el número de veces que H, K, L contienen a a, b, c, respecti-
vamente. Estos parámetros plantean el problema de que si queremos indexar una cara paralela a
alguno de los ejes, vamos a tener valores infinitos, pues el eje no sería cortado en ningún punto.
Para evitar este problema se utiliza la notación de Miller, que es la inversa de la de Weiss:
1 1 1
= h; = k ; = 1
H K L

Los valores h, k, l son los índices de Miller de una cara, una serie de números enteros que han sido
deducidos de los parámetros por inversión y, si es necesario, por la subsiguiente reducción de las
fracciones. El conjunto de índices que caracteriza a un plano reticular o a una cara se denomina
símbolo y es constante para todos los planos y caras que pertenecen a la misma familia. Este
símbolo entre paréntesis, (h k l), nombra el plano o cara dado, mientras que este símbolo entre cor-
chetes, {h k l}, indica todos los planos o caras homólogos que resultan de aplicar los elementos de
simetría del cristal al plano o cara (h k l).

Figura 17.
Figura 18.

(1) (2)

(1) La cara parametral es una cara real del poliedro.


(2) La cara parametral no forma parte del poliedro. En este segun-
do caso «imaginamos» su posición.

26
tema 3

biología y geología

3 Propiedades de la materia mineral


La composición química de un mineral determina en gran medida sus propiedades, pero estas pro-
piedades no sólo dependen de la composición química, sino también de la disposición geométrica
de los átomos o iones constituyentes y de la naturaleza de las fuerzas eléctricas que los unen. Así
pues, para la comprensión de los minerales debe considerarse tanto su estructura como su química.
Para estudiar las dos características juntas nació otra rama de la Geología, la Cristaloquímica; ésta se
ocupa de dar explicación de las relaciones entre la composición química, estructura interna y pro-
piedades físicas de la materia cristalina.
Previamente al estudio de las propiedades de la materia mineral, deberemos tener claros los con-
ceptos de isomorfismo y polimorfismo, fundamentales para la mejor comprensión de dichas pro-
piedades:

XX Isomorfismo
Una estructura se caracteriza por condiciones precisas en cuanto a la geometría, dimensiones y
características químicas de sus constituyentes. Como las dimensiones de las partículas que forman
la estructura tienen efecto decisivo en ésta, es fácil concebir que se puedan formar estructuras idén-
ticas en dimensiones y geometría, pero cuya composición química sea distinta. Estas sustancias se
denominan isomorfas, y el fenómeno, isomorfismo. Por tanto, dichas sustancias presentarán idén-
ticas propiedades físicas, pero diferentes propiedades químicas.
Algunos autores propusieron el nombre de diadocos para los átomos que se van sustituyendo en las
estructuras y diadocía para el fenómeno. No obstante, como estos átomos siempre toman la función
de otro en la estructura primitiva, parece más adecuado el nombre de vicariante que son aquellos
átomos que tienen cubiertas electrónicas semejantes.
Se establece que el isomorfismo debe considerarse posible cuando la variación de los radios ató-
micos de los iones que se intercambian en una sustancia no exceda del 15% del valor medio. Sin
embargo, hay factores que limitan o amplían estos límites de estabilidad; el más importante es el de
tipo estructural, pues no todas las estructuras poseen los mismos límites de estabilidad en cuanto
a sus relaciones de radios. En los cristales iónicos puros (metales alcalinos y alcalinotérreos, los más
electropositivos) los átomos son sustituibles isomórficamente si sus tamaños son similares. En los
cristales covalentes se requiere, además, que el número y dirección de sus enlaces sean similares.
Por último, la existencia de un mineral con la forma cristalina externa de otra especie mineral se
denomina pseudomorfismo. Asimismo se pueden dar casos en los que el cristal de un mineral
dado se altera de tal forma que la estructura interna cambia pero la forma externa se mantiene, for-
mándose lo que se denomina una pseudomorfosis; la estructura y composición química es de una
especie mineral, aunque la forma del cristal corresponde a otra (ejemplo: pseudomorfosis de pirita
en limonita).

XX Polimorfismo
La posibilidad de que una sustancia química específica pueda cristalizar en más de un tipo de es-
tructura se denomina polimorfismo. Las diversas estructuras y formas cristalinas de tal elemento
químico o compuesto se llaman formas polimórficas o polimorfos y dependen de las condiciones
de presión y temperatura. Por tanto, las propiedades químicas serán las mismas, pero los miembros
polimorfos presentarán distintas propiedades físicas.
La temperatura hace que el volumen medio del átomo varíe con la magnitud de la amplitud de
vibración del mismo y, por tanto, cabe esperar que un tipo estructural dado sea estable sólo en un

27
tema 3

biología y geología

rango de temperaturas y no en otro. En este caso, la geometría de la estructura debe cambiar para
acomodarse a la nueva situación.
Una variedad especial del polimorfismo, llamada politipismo, tiene lugar cuando dos polimorfos
difieren sólo en el apilamiento de láminas o capas idénticas de dos dimensiones. Como resultado,
las dimensiones de la celda unitaria, paralelas a las láminas, serán idénticas en los dos politipos. Sin
embargo, las dimensiones perpendiculares a las láminas o capas de apilamiento son distintas y están
relacionadas entre sí por números múltiplos o submúltiplos.

¿Qué características determinan las propiedades de la materia mineral?

3.1. Propiedades físicas

3.1.1. Concepto de isotropía y anisotropía

La isotropía es el fenómeno por el que ciertos cuerpos presentan una o más propiedades físicas que
no dependen de la dirección en que éstas se midan, por lo que tienen el mismo valor en todas las
direcciones. Un sistema constituido por varias sustancias, o por una sola, es homogéneo cuando sus
propiedades son idénticas en todas sus partes. Es heterogéneo cuando no cumple esta condición.
Por su parte, la anisotropía es la propiedad que presentan ciertos cuerpos consistente en la de-
pendencia de sus propiedades con respecto a la dirección que en ellos se considere; no presenta
el mismo valor en todas las direcciones. El fenómeno de la anisotropía es debido a la ordenación
espacial de los átomos en la red cristalina y afecta a las propiedades físicas, eléctricas y ópticas de
los materiales.
Por tanto, nos podemos encontrar con propiedades escalares, las cuales no varían según la dirección
(punto de fusión y densidad, por ejemplo) y vectoriales, que dependen del vector dirección que se
tome (exfoliación, dureza y la polarización de la luz, entre otras).

3.1.2. Dureza, densidad, exfoliación y fractura

„„ Dureza es la resistencia que ofrece la superficie lisa y fresca (reciente) de un mineral a ser rayada.
Por tanto, su valoración depende del agente rayador.
La dureza relativa de los minerales se determina gracias a la escala de dureza de Mohs. En esta
escala, diez minerales comunes están clasificados en orden de dureza creciente, cada uno de los
cuales recibe un índice:

Talco 1 Ortosa (feldespato) 6


Yeso 2 Cuarzo 7
Calcita 3 Topacio 8
Fluorita 4 Corindón 9
Apatito 5 Diamante 10

28
tema 3

biología y geología

La dureza de una muestra se obtiene determinando qué mineral de la escala de Mohs lo raya. Así,
la galena, que tiene una dureza de 2,5, puede rayar el yeso y es rayado por la calcita. La dureza de
un mineral determina en gran medida su durabilidad. Sin embargo, esta escala no permite valo-
raciones cuantitativas, que pueden llevarse a cabo mediante un «esclerómetro».
„„ Densidad es un número, con unas unidades concretas, que expresa la relación entre su peso y
el peso de un volumen igual de agua a 4 ºC. La densidad de un mineral de composición fija es
constante, y su determinación es, con frecuencia, un valor importante en la identificación de un
mineral.
La densidad de una sustancia cristalina depende de dos factores: la clase de átomos presentes
en su composición y la manera como estén empaquetados dichos átomos. La densidad y el peso
específico se usan, a veces, indistintamente. Sin embargo, la densidad requiere que se citen las
unidades.
„„ Exfolación es el resultado de aplicar la fuerza necesaria para que un material se rompa de manera
que deje dos superficies planas. Las superficies de exfoliación o planos de exfoliación son siempre
paralelas a caras reales o posibles del cristal y, normalmente, tienen índices sencillos. Puede ser
perfecta, como en el caso de la mica, o más o menos definida, como en el caso del berilo y el apa-
tito. En algunos minerales está completamente ausente. La exfoliación depende de la estructura
cristalina.
„„ Fractura de un mineral es la manera como se rompe cuando no exfolia o parte. Entre las diferen-
tes clases de fracturas, podemos mencionar la concoidal (superficies suaves, lisas y algo cóncavas),
fibrosa o astillosa (rotura en astillas o fibras), ganchuda (el mineral se rompe según una superficie
irregular, dentada, con filos puntiagudos) y desigual o irregular (superficies bastas e irregulares).

3.2. Propiedades eléctricas

La conducción de electricidad en los cristales está relacionada con el tipo de enlace entre sus áto-
mos. Los minerales con enlace puramente metálico, tales como los metales nativos, son conduc-
tores eléctricos excelentes, mientras que aquellos en los que el enlace es parcialmente metálico,
como en algunos minerales «sulfuros», son semiconductores. Los minerales iónicos o de enlace
covalente son usualmente no conductores.

XX Piezoelectricidad
La piezoelectricidad consiste en que si se ejerce presión en los extremos de un eje polar cristalo-
gráfico, un flujo de electrones se dirige hacia uno de los extremos de dicho eje, produciendo una
carga eléctrica negativa, mientras que una carga eléctrica positiva se induce en el extremo opuesto.
Cualquier mineral que cristaliza en una de las 20 de las 32 clases con ejes polares, las cuales carecen
de centro (i) de simetría, debe exhibirla, en mayor o menor grado (cuarzo y turmalina, por ejemplo).

XX Piroelectricidad
Los cambios de temperatura en un cristal pueden producir el desarrollo simultáneo de cargas po-
sitivas y negativas en los extremos opuestos de un eje polar cristalográfico. Esta es la propiedad de
piroelectricidad, que se observa sólo en cristales con ejes polares, como la propiedad anteriormen-
te reseñada. Se considera que los cristales que pertenecen a las diez clases cristalinas que tienen un
eje polar único, exhiben piroelectricidad primaria.

29
tema 3

biología y geología

3.3. Propiedades térmicas

XX Conductividad
La conductividad está referida a la cantidad de calor que puede fluir a través de una superficie cris-
talina en la unidad de tiempo. Esta propiedad está íntimamente relacionada con los defectos en la
estructura atómica de los cristales. Al aumentar la temperatura, los defectos puntuales se originan
también térmicamente, provocando que el número de defectos así originados sea muy superior al
de defectos intrínsecos del cristal. La diferencia de contenido entre las distintas concentraciones de
impurezas deja de ser significativa, por lo que la conductividad es uniforme en todo el cristal. Esta
conductividad se denomina intrínseca. A altas temperaturas casi todos los cristales, independente-
mente de sus condiciones iniciales, se comportan de la misma manera.

XX Dilatación
La dilatación térmica consiste en la variación de las magnitudes lineales al aplicar calor a un cristal.

3.4. Propiedades ópticas

Aunque las propiedades ópticas son las que menos fácilmente se determinan de entre las diversas
propiedades de los minerales, son importantes para la identificación de minerales. Para comprender
estas propiedades es necesario tener claras dos teorías: la teoría corpuscular y, sobre todo, la teoría
ondulatoria de la luz.

XX Polarización de la luz
Cuando el movimiento ondulatorio de transmisión de la luz se reduce a vibraciones en un solo pla-
no, se dice que la luz está polarizada en un plano. Esta polarización se puede conseguir cuando la
luz atraviesa ciertas sustancias, llamadas polarizadoras, que provocan que únicamente se mantenga
un plano de vibración (figura 19).
Para saber si un haz luminoso está polarizado es necesario hacerle atravesar otro polaroide o ana-
lizador, pues la luz polarizada sólo atravesará el analizador si sus planos de polarización son coinci-
dentes.

Figura 19.

30
tema 3

biología y geología

XX Reflexión y refracción de la luz


Debemos tener claros, previamente, una serie de concep-
tos, referentes a las características ópticas de los medios
cristalinos:
Materiales isótropos son aquellos a través de los cuales la
luz monocromática pasa a la misma velocidad, sin tener en
cuenta su dirección de vibración. Además del vidrio y de Luz reflejada y refractada
los cristales del sistema cúbico, se comportan como isótro-
Figura 20.
pos frente a luz y al vacío todos los gases y la mayoría de
los líquidos; en ellos, la dirección de vibración de un rayo
de luz es siempre perpendicular a la dirección de la luz, vibra en todas direcciones. Otros materiales
(principalmente los cristales que no pertenecen al sistema cúbico) son anisótropos respecto a la
luz; a través de ellos, un rayo de luz puede pasar con velocidades considerablemente distintas para
las diferentes direcciones de vibración dentro del cristal; en medios anisótropos, el ángulo que for-
man las direcciones de vibración y la dirección del rayo puede ser diferente a 90º.
Un rayo de luz que incide sobre una superficie de separación de dos medios da lugar, general-
mente, a un rayo reflejado (que nunca cruza la superficie de separación) y a un rayo refractado
(que lo hace).
El rayo reflejado obedece a las leyes de reflexión, que establecen que:
−− El ángulo de incidencia i es igual al ángulo de reflexión r’, medidos ambos desde la normal a
la superficie.
−− Los rayos incidente y reflejado están en el mismo plano (Figura 20).
El rayo refractado, que entra en el vidrio, no sigue el mismo camino del rayo incidente, sino que se
dobla o refracta. La cantidad de desviación r (ver Figura 20) depende de la inclinación del rayo inci-
dente y de las densidades relativas de los dos medios; cuanto mayor es el ángulo de incidencia y la
diferencia de densidades, mayor es la refracción. La relación precisa entre el ángulo de incidencia i y
el ángulo de refracción r viene dada por la ley de Snell, que establece que para dos medios con den-
sidades diferentes, siendo uno de ellos el aire, la relación «sen i/sen r» es constante. Esto se expresa,
usualmente, de la siguiente forma:
sen i /sen r = n

donde la constante n es el índice de refracción del cristal; en este caso concreto, el índice de refrac-
ción se puede expresar, también, como el inverso de la velocidad que adquiere la luz en el medio
cristalino por el que pasa (n = 1/v).
Hemos visto que la luz, a través de una sustancia isótropa, se mueve con igual velocidad y vibra en
todas direcciones, formando ángulo recto con la dirección de propagación, independientemente
de cual sea ésta. Los cristales anisótropos de los sistemas trigonal, hexagonal y tetragonal presentan
solamente una dirección en la cual la luz se propaga como en las sustancia isótropas. Ésta es paralela
al eje c, con vibraciones en todas direcciones en el plano basal. Por esta razón, el eje c se denomina
eje óptico y a estos cristales se les llama ópticamente uniaxiales. Esto los diferencia de los cristales
anisótropos de los sistemas rómbico, monoclínico y triclínico, que poseen dos ejes ópticos, con-
tenidos en un mismo plano, y son, por tanto, biaxiales. Cuando la luz se propaga en los cristales
anisótropos en cualquier dirección distinta a la del eje o ejes ópticos, se desdobla en dos rayos que
viajan con diferentes velocidades. Uno es el rayo ordinario (O), que vibra en el plano basal; el otro
es el rayo extraordinario (E), que vibra en ángulo recto con aquél, y que en los cristales uniaxiales
es un plano en el que está incluido el eje c (Figura 21).

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tema 3

biología y geología

Figura 21.

Figura 22.

Ejemplo de los tres tipos (A) Variación del índice de refracción en un cristal biáxico
de secciones centrales representada por elipses (cuyos radios son proporcionales en
que cortan a la indicatriz longitud al índice de refracción de un cristal donde la luz vibra
uniáxica. paralelamente a ellos). Los planos 1, 2 y 3 son ejemplos de las
numerosas elipses que podrían dibujarse girando en torno de ZZ.
Todas estas elipses tienen un radio de longitud igual a B; estos
radios están contenidos en los mismos planos (rayados). Estos
planos, secciones circulares, intersectan según el eje principal Y.
(B) Indicatriz biáxica: o sea, sencillamente un elipsoide
tridimensional imaginario cuyos radios son proporcionales a los
índices de refracción del cristal para la luz que vibra paralela a
ellos. Las normales a las secciones circulares, AA’ y BB’, son los dos
ejes ópticos.

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tema 3

biología y geología

Puesto que los rayos en estos medios anisótropos poseen diferentes velocidades, los cristales uniaxia-
les presentan dos índices principales de refracción, y tres los biaxiales (Figura 22).
Cada índice se asocia con una dirección de vibración y la diferencia numérica entre los índices de
refracción principales, máximo y mínimo, de un cristal anisótropo se denomina birrefringencia. Es
decir, en los cristales uniaxiales sólo hay una dirección sin birrefringencia y en los cristales biaxiales
existen dos direcciones en las cuales la luz se propaga sin birrefringencia.

XX Color, brillo y raya


Cuando la luz blanca incide en la superficie de un mineral, parte de ella se refleja y parte se refracta.
Si la luz no sufre absorción, el mineral es incoloro. Los minerales son coloreados porque absorben
ciertas longitudes de onda de la luz; el color, por tanto, es el resultado de la combinación de las
longitudes de onda que llegan al ojo. Algunos minerales exhiben diferentes colores cuando la luz
es transmitida en direcciones cristalográficas diferentes. Esta absorción selectiva es conocida como
pleocroísmo. Si solamente hay dos direcciones, la propiedad se llama diocroísmo, como en el caso
de la Turmalina.
En algunos minerales, el color es una propiedad fundamental, constante y característica. En estos
minerales, llamados idiocromáticos, el color sirve como medio de identificación importante (mala-
quita, azurita, etc.). Los minerales que muestran variedades coloreadas diferentes a su color definito-
rio, debido a la introducción de un determinado elemento químico en su composición original, se
denominan alocromáticos.
El aspecto general de la superficie de un mineral cuando refleja la luz se conoce con el nombre de
brillo. Puede ser de dos tipos, metálico y no metálico. No hay una línea clara de separación entre
estos dos grupos, y ciertos minerales que están presentes entre ambos tipos se les conoce algunas
veces con el nombre de submetálicos.
Un mineral que tenga el aspecto brillante de un metal tiene brillo «metálico». Además, dichos mine-
rales son completamente opacos (galena, pirita, etc.). Todos los minerales con brillo «no metálico»
son, en general, de colores claros y transmiten la luz si no a través de secciones gruesas, sí al menos a
través de láminas delgadas. Los términos más comunes empleados para describir el brillo de los mi-
nerales «no metálicos» son: vítreo (cuarzo y turmalina), resinoso (blenda y azufre), nacarado (apofilita
en el plano basal y la superficie de exfoliación del talco), graso (nefelina y algunas especies de blenda
y de cuarzo masivo), sedoso (yeso fibroso y malaquita) y adamantino (los minerales transparente de
plomo, tales como la cerusita y la anglesita).
El color del polvo fino de un mineral se conoce con el nombre de raya o huella. La raya se emplea
en la identificación de un mineral porque, aunque el color de un mineral puede variar entre límites
amplios, el de la raya es normalmente constante. Esta propiedad puede ser determinada convenien-
temente en el laboratorio frotando el mineral sobre un trozo de porcelana porosa o placa de raya.

Un cristal anisótropo perteneciente al sistema cristalino cúbico ¿cuántos ejes ópticos


posee y cómo se denominan?

33
tema 3

biología y geología

4 Métodos de estudio
Algunas de las propiedades anteriormente descritas constituyen, en sí mismas, métodos de estudio
de la materia mineral, con los cuales se describen las características más representativas de cada
mineral. No obstante, la mayoría de ellas son difíciles de estudiar y de describir sin la ayuda de instru-
mentos cristalográficos y mineralógicos específicos.
El instrumento más empleado es, sin duda, el microscopio de luz polarizada, pues permite estu-
diar las propiedades ópticas de los minerales. Además de las lentes, condensador y diafragma, va
provisto de un polarizador fijo, debajo de la platina. También va provisto de un analizador, montado
en el tubo encima de la platina y que se puede desplazar a voluntad; es una placa o prisma similar
al polarizador, que transmite la luz que vibra sólo en la dirección E-O. El polarizador y el analizador
se llaman, conjuntamente, nícoles o polares. Cuando los dos nícoles están en posición se dice que
están cruzados; si no hay algún cristal anisótropo entre ellos, no se ve luz. Al trabajar con cristales
es necesario, a menudo, cambiar su orientación. Esto se lleva a cabo mediante una platina rotatoria,
cuyo eje de rotación es el mismo que el eje del microscopio.
Un método de estudio, igualmente importante que el anterior, es el de los ensayos químicos cuan-
titativos de los minerales, donde se utilizan, rutinariamente, aparatos analíticos (microsonda y mi-
croscopio electrónico).
Existen, sin embargo, ensayos químicos cualitativos que, además de requerir escasa cantidad de
mineral, son exactos, poco costosos y proporcionan información útil de la composición de la sus-
tancia analizada, con lo que se puede lograr identificar un mineral incluso hasta el nivel de variedad.
Entre los más utilizados se encuentra el ensayo a la llama; consiste en calentar el mineral mediante
una llama de gas, aproximadamente a 1.000 ºC, a veces reforzada con oxígeno o aire insuflado a
presión por medio de una espita. La llama se compone de una zona interna, reductora, entre color
azulado y azul oscuro, y por una zona externa, oxidante, casi incolora y mucho más caliente. Este en-
sayo se basa en que ciertos elementos pueden volatilizarse cuando los minerales que los contienen
son calentados intensamente, dando colores característicos a la llama, los cuales se hayan descritos
en tablas estándar de coloraciones de llama. Un ensayo a la llama clásico se efectúa calentando un
pequeño fragmento de mineral, que es sostenido por medio de unas pinzas; pero la prueba es más
concluyente cuando se introduce polvo fino del mineral en un alambre de platino, y se calienta,
posteriormente, en la llama de un mechero Bunsen.
Los ensayos en solución constituyen los verdaderos ensayos de la química analítica cualitativa,
obtenidos por solución de los minerales en distintos tipos de ácidos. El primer ensayo se basa en
comprobar si el mineral es soluble en agua, como es el caso de los haluros, nitratos y ciertos sulfatos;
a continuación se prueba con ácido clorhídrico diluido en frío (calcita) y en caliente (magnesita),
ácido clorhídrico concentrado en frío (dolomía) y en caliente (siderita), y finalmente en ácido nítrico
y ácido sulfúrico.
En los ensayos químicos cualitativos también se utilizan métodos instrumentales, que conforman
los típicos métodos físicos y químicos utilizados, en general, sólo en los laboratorios de investiga-
ción. Sin entrar en detalles, conviene citar el «espectroscopio», instrumento que permite el diagnós-
tico cualitativo de los elementos que forman un mineral, basándose en la presencia de las líneas de
absorción de la luz que ha atravesado el mineral y que, a continuación, ha sido dispersada mediante
un prisma; el «espectrografo de infrarrojos» (IR), que mide las bandas de excitación de determinados
grupos aniónicos (en especial del agua o de los oxidrilos) presentes en un mineral, y el «análisis tér-
mico diferencial», que mide la pérdida del agua, de otros gases y los cambios de estado asociados
con las variaciones de temperatura.
Junto con los ensayos químicos cuantitativos, la difracción mediante rayos X constituye el método
más seguro para la identificación de un mineral, ya que con él es posible llegar a determinar las di-

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biología y geología

mensiones de los parámetros de la celda elemental, e incluso la posición de los distintos átomos en
su interior, todo ello sin destrozar la muestra, pues sólo se necesita una cantidad ínfima de mineral.
Al igual que las observaciones al microscopio, este método de estudio examina las consecuencias
de la interferencia de una radiación ondulatoria con el retículo cristalino; dicha radiación es de una
longitud de onda corta y del mismo orden de magnitud que las distancias reticulares, además de
muy penetrante. Con este método se llega a la determinación de las distancias que separan los
planos atómicos del retículo y el tipo de distribución de los átomos en tales planos, que son dos
propiedades características y únicas para cada especie mineral. En la actualidad, son utilizados va-
rios métodos de difracción de rayos X para los estudios y determinaciones minerales; los resultados
que se obtienen de todos ellos son prácticamente idénticos. Una vez obtenidos los datos por este
método, es fácil localizar la naturaleza del mineral analizado, al recurrir a unas tablas estándar que
contienen más de 35.000 sustancias de referencia2.

2 Todo este tema y en concreto el punto 1.2 (Génesis mineral) guarda extrecha relación con los temas 4 (Magmatismo), 5 (Metamorfis-
mo), 6 (Rocas sedimentarias), 7 (Minerales petrogenéticos), 11 (La atmósfera) y 12 (La hidrosfera).

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tema 3

biología y geología

BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFIA COMENTADA

AMOROS, J. L. (2001): El cristal. Morfología, estructura y propiedades físicas (40ª edición). Madrid: Atlas.
Ultima revisión de este manual clásico sobre cristalografía. Con rigor académico el autor nos introduce en los
diferentes aspectos de los minerales, abordando cada uno de ellos de forma exhaustiva, por lo que, en ocasio-
nes, es de difícil comprensión para el no iniciado en la esta materia.
BLOSS, F. D. (1994): Introducción a los métodos de cristalografía óptica. Barcelona. Omega.
Libro de referencia para conocer las características y propiedades ópticas de los minerales. De forma clara, y
con multitud de gráficos y dibujos explicativos, se van introduciendo y desarrollando todas y cada una de las
peculiaridades que los minerales presentan a la hora de estudiarlos desde el punto de vista de sus propiedades
ópticas.
ESTEVE, V. y OCHANDO, L. E. (2005): Perspectivas de la cristalografía ante el nuevo milenio. Valencia: univer-
sidad Jaume I. Servicio de Comunicación y Publicación.
Al mismo tiempo que se introducen las diferentes propiedades y características de la materia mineral, se des-
granan los pasos y las nuevas técnicas que, hasta este momento, se han producido para el avance del co-
nocimiento cristalográfico. Sin perder rigor científico, el libro ofrece claridad y comprensión suficientes para
entender la problemática del estudio de los minerales.
KLEIN, C. y HURLBUT, C. S. (2001): Manual de Mineralogía (4ª edición, 2 vol.). Barcelona: Reverté.
En sus dos volúmenes se explican todos y cada uno de los aspectos que se pueden encontrar a la hora de es-
tudiar la cristalografía y la mineralogía. La primera parte desarrolla el conjunto de propiedades y características
que se pueden encontrar durante el estudio de los minerales. La segunda parte expone sistemáticamente las
propiedades y características expuestas en la primera, pero llevadas a todos y cada uno de los minerales cono-
cidos hasta ese momento, por lo que se convierte en un claro manual de consulta mineralógica.
PHILLIPS, F. C. (1999): Introducción a la Cristalografía (2ª edición). Madrid: Paraninfo.
Libro claro y sencillo para comprender toda la problemática que la cristalografía presenta para el lector no
iniciado en esta materia. En sus diferentes capítulos se explican tanto las características de los minerales, sus
propiedades y estructuras, como los métodos analíticos que llevan a una clasificación sistemática mineral. Bue-
nos ejemplos y profusión de gráficos que hacen más didáctico, si cabe, este libro.

Bibliografía Referida

MOTTANA, A., CRESPI, P. Y LIBORIO, G. (1980): Guía de Minerales y Rocas. Barcelona: Grijalbo.
STRAHLER, A.N. (1992): Geología Física. Barcelona: Omega.
TARBUCK, E. J. y LUTGENS, F. K. (1999): Ciencias de la Tierra. Una Introducción a la Geología Física. Madrid:
Prentice Hall.

Webgrafía
http://www.isftic.mepsyd.es/paula/biosfera/
http://www.igme.es/internet/default.asp
http://mineralesespana.iespana.es/
http://milksci.unizar.es/otros/miner/mineral.html
www.uned.es/cristamine.
ww.losminerales.com

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biología y geología

RESUMEN

La materia mineral y la materia cristalina.


Propiedades y métodos de estudio.

1. La materia mineral 1.4. Procesos geológicos de formación de


minerales
1.1. Definición de mineral y concepto de
Mineralogía 1.4.1. Procesos magmáticos
Un sólido homogéneo de origen natural, con una composi- Son los mecanismos implicados en la evolución magmática.
ción química definida pero, generalmente, no fija y una dis- El magma es un fundido de composición silicatada en el que
posición atómica ordenada y que es estable ante ciertas con- existen cristales, rocas en suspensión, gases y vapores en di-
diciones de presión y temperatura. Normalmente formado solución.
mediante un proceso inorgánico. Las rocas ígneas presentan una relativa variación de dióxido
La Mineralogía es la ciencia que se encarga del estudio de las de silicio con un contenido inferior al 45% (rocas ultrabásicas),
sustancias cristalinas que se encuentran en la naturaleza, es del orden del 45-52% (rocas básicas), hasta el 52-66% (rocas
decir, de los minerales. intermedias) o incluso mayores al 66% (rocas ácidas).
Dentro de los mecanismos podemos distinguir:
1.2. Génesis mineral „„ Diferenciación magmática.

Los minerales pueden originarse mediante procesos internos „„ Transferencia gaseosa.


o endógenos, procesos externos o exógenos y procesos me- „„ Asimilación-mezcla de magmas.
tamórficos.
1.4.2. Procesos sedimentarios
XX La regla de las fases
Son el conjunto de procesos geológicos que, en interacción
En todo sistema en equilibrio, el número de fases, F, más el compleja, dan lugar a la formación de sedimentos.
grado de libertad, L, es igual al número de componentes, C,
Comprenden las siguientes etapas:
más dos.
La regla mineralógica de las fases nos indica que en un siste- „„ Meteorización de la roca madre.
ma de n componentes, a presión y temperaturas arbitrarias, „„ Transporte del material.
el número máximo de minerales mutuamente estables no
„„ Sedimentación.
excede de n.
„„ Diagénesis (transformación) del sedimento en roca sedi-
mentaria.
1.3. Ambientes geológicos de formación Estos procesos se pueden ordenar en un sistema cerrado que
de minerales recibe el nombre de «ciclo de procesos sedimentarios».

Se denomina ambiente a las condiciones de formación o de


1.4.3. Procesos metamórficos
transformación de un mineral dentro de un proceso geológi-
co. Conjunto de procesos que tienen lugar en las rocas sedimen-
Los ambientes geológicos que podemos encontrar en la for- tarias, ígneas e incluso en las ya metamorfizadas, por debajo
mación de minerales son: de la temperatura en la que comienza la fusión.
Si en la región metamórfica existen minerales suficientemen-
„„ Endógeno o magmático.
te diagnósticos, más conocidos como minerales índices, po-
„„ Exógeno o sedimentario. drán delimitarse en la misma una serie de áreas, cada una de
„„ Metamórfico. las cuales representarán unas determinadas condiciones ter-
modinámicas. El intervalo de condiciones termodinámicas en
las que esta asociación es estable recibe el nombre de facies
metamórfica.

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tema 3

biología y geología

1.5. Estabilidad mineral 2.3. Conceptos de simetría y sistemas


La estabilidad mineral está regida por unas condiciones pre- cristalinos
cisas de presión, temperatura y medio químico, determinadas La simetría de un cristal está definida por medio de los ele-
intrínsecamente por el balance electrostático de su estructura mentos y operadores de simetría, que determinan las caracte-
cristalina, así como por las relaciones espaciales de sus cons- rísticas y la disposición espacial de las caras del mismo.
tituyentes.
En medio tridimensional, podemos encontrar clases de sime-
La estabilidad de los minerales está regida por unas reglas. tría que se clasifican en 7 sistemas cristalinos, cada uno de los
cuales agrupa a todas las clases que poseen un elemento de
simetría determinado.
1.6. Sistemática mineral
„„ Sistema triclínico.
En la actualidad se tiende a que la sistemática mineral atienda
a tres criterios esenciales: genéticos, geoquímicos y cristalo- „„ Sistema monoclínico.
químicos. „„ Sistema rómbico.
La unidad básica es la especie mineral. „„ Sistema tetragonal.
Las divisiones para clasificarlos son las clases. „„ Sistema hexagonal.
Las clasificaciones que actualmente se siguen se circunscri- „„ Sistema romboédrico o trigonal.
ben, fundamentalmente, a las realizadas por tres autores: „„ Sistema cúbico.
Gunter Strunz, James Dwight Dana y Hari Kostov.
La clasificación de Kostov incluye doce clases mineralógicas. 2.4. Tipos de redes planas y
tridimensionales:
las redes de Bravais
2. La materia cristalina
XX Tipos de redes planas
Sólo existen cinco posibilidades para combinar valores dis-
2.1. Definición de cristal y concepto de
tintos de dos traslaciones y un ángulo, para formar una red
Cristalografía. La materia amorfa plana, oblicua, rectangular, rombica y cúbica.
Un cristal puede definirse como un «sólido con una estructura
interna formada por átomos, iones o moléculas, ordenados XX Tipos
de redes tridimensionales: las redes de
periódicamente, que suelen presentar caras planas y formas Bravais
geométricas regulares». Se llama familia reticular a la secuencia de planos idénticos,
La Cristalografía es la ciencia que se ocupa del estudio y de la paralelos y equidistantes entre sí.
descripción de los cuerpos que cristalizan en forma de cristal. En el espacio tridimensional se van a reconocer hasta 14 dis-
Existe una materia cristalina sólida, constituida por partículas tribuciones periódicas, que reciben el nombre de redes de
no ordenadas, conocida como materia amorfa. Existen muy Bravais.
pocos minerales con cristales amorfos (limonita y ópalo, por Se caracterizan, además, por poseer una determinada sime-
ejemplo), alos que se considera, actualmente, mineraloides y tría que se corresponde siempre con la holoedria de algún
un sistema cristalino aparte (amorfo). sistema cristalino.
La distribución de las redes en los sistemas es la siguiente:
2.2. Redes mono-, bi- y tridimensionales. „„ Sistema cúbico.
Notación en redes espaciales „„ Sistema trigonal o romboédrico.
Los intervalos con que se repiten las unidades que componen „„ Sistema hexagonal.
un medio periódico en una dirección determinada se llaman „„ Sistema tetragonal.
traslaciones o periodo de identidad.
„„ Sistema rómbico.
El conjunto de puntos, que sólo indican la distribución que „„ Sistema monoclínico.
tendrían las unidades que se repiten en este medio periódico,
„„ Sistema triclínico.
se llama red o malla, y a cada uno de los puntos, nudo. El siste-
ma rectilíneo formado por nudos equidistantes se denomina
fila reticular, y el intervalo fundamental que separa dos nudos 2.5. Parámetros o índices de Weiss y
vecinos se denomina parámetro de la fila o traslación. Dos
notación o índices de Miller
filas definen un plano reticular. Si apilamos sobre el plano re-
ticular una serie de planos reticulares idéntico obtendremos Se emplean para indicar la posición de cualquier cara del cris-
una red espacial o edificio tridimensional. tal con respecto a la cruz axial o ejes cristalográficos; éstos
Una fila reticular aislada constituye una red monodimensional; son tres ejes imaginarios (a, b, c), con sus correspondientes
un plano reticular aislado constituye una red bidimensional; y relaciones angulares (α, β, γ), que se cortan en un punto, que
una red espacial es, evidentemente, una red tridimensional. coincide con el centro geométrico del cristal, y que sirve de
referencia para situar sus caras, aristas, vértices y demás ele-
La porción del espacio cristalino limitado por los tres vectores
mentos.
más sencillos se denomina celda elemental del cristal, y es ca-
racterística del mismo.

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biología y geología

Los parámetros de Weiss son los siguientes: H K L; reflejan el 3.2. Propiedades eléctricas
número de veces que H, K, L contienen a a, b, c. Estos pará-
metros plantean el problema de que si queremos indexar La conducción de electricidad en los cristales está relacionada
una cara paralela a alguno de los ejes, vamos a tener valores con el tipo de enlace entre sus átomos.
infinitos.
XX Piezoelectricidad
Para evitar este problema se utiliza la notación de Miller, que
es la inversa de la de Weiss: h, k, l. La piezoelectricidad consiste en que si se ejerce presión en los
extremos de un eje polar cristalográfico, un flujo de electro-
nes se dirige hacia uno de los extremos de dicho eje, produ-
ciendo una carga eléctrica negativa, mientras en el extremo
3. Propiedades de la materia opuesto se induce una carga eléctrica positiva.

mineral XX Piroelectricidad
Dependen de la composición química, de la disposición Los cambios de temperatura en un cristal pueden producir el
geométrica y de las fuerzas eléctricas que los unen. desarrollo simultáneo de cargas positivas y negativas en los
Previamente al estudio de las propiedades de la materia mi- extremos opuestos de un eje polar cristalográfico.
neral, deberemos tener claros los conceptos de isomorfismo
y polimorfismo.
3.3. Propiedades térmicas
XX Isomorfismo
XX Conductividad
Estructuras idénticas en dimensiones y geometría, pero cuya
composición química sea distinta. Estas sustancias se deno- Cantidad de calor que puede fluir a través de una superficie
minan isomorfas, y el fenómeno, isomorfismo. cristalina en la unidad de tiempo.
La existencia de un mineral con la forma cristalina externa de
otra especie mineral se denomina pseudomorfismo. XX Dilatación
Variación de las magnitudes lineales al aplicar calor a un cris-
XX Polimorfismo tal.
Posibilidad de que una sustancia química específica pueda
cristalizar en más de un tipo de estructura.
3.4. Propiedades ópticas
Son importantes para la identificación de minerales.
3.1. Propiedades físicas
XX Polarización de la luz
3.1.1. Concepto de isotropía y anisotropía Cuando el movimiento ondulatorio de transmisión de la luz
La isotropía es el fenómeno por el que ciertos cuerpos pre- se reduce a vibraciones en un solo plano, se dice que la luz
sentan una o más propiedades físicas que no dependen de la está polarizada en un plano.
dirección en que éstas se midan.
XX Reflexión y refracción de la luz
La anisotropía es la propiedad que presentan ciertos cuerpos
consistente en la dependencia de sus propiedades con res- Materiales isótropos aquellos a través de los cuales la luz mo-
pecto a la dirección que en ellos se considere. nocromática pasa a la misma velocidad, sin tener en cuenta
su dirección de vibración.
3.1.2. Dureza, densidad, exfoliación y fractura En los materiales anisótropos, un rayo de luz puede pasar con
velocidades considerablemente distintas para las diferentes
„„ Dureza es la resistencia que ofrece la superficie lisa y fresca direcciones de vibración.
de un mineral a ser rayada. Un rayo de luz que incide sobre una superficie de separación
„„ Densidad expresa la relación entre su peso y el peso de un de dos medios da lugar, generalmente, a un rayo reflejado
volumen igual de agua a 4 ºC. (que nunca cruza la superficie de separación) y a un rayo re-
„„ Exfolación es el resultado de aplicar la fuerza necesaria fractado (que lo hace).
para que un material se rompa de manera que deje dos
superficies planas. XX Color, brillo y raya
„„ Fractura de un mineral es la manera como se rompe cuan- El color es el resultado de la combinación de las longitudes de
do no exfolia o parte. onda que llegan al ojo. Algunos minerales exhiben diferentes
colores cuando la luz es transmitida en direcciones cristalo-
gráficas diferentes. Esta absorción selectiva es conocida como
pleocroísmo. Si solamente hay dos direcciones, diocroísmo.
En algunos minerales, el color es una propiedad fundamental,
constante y característica.
El aspecto general de la superficie de un mineral cuando refleja
la luz se conoce con el nombre de brillo.
El color del polvo fino de un mineral se conoce con el nombre
de raya o huella.

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biología y geología

4. Métodos de estudio
Algunas de las propiedades anteriormente descritas constitu-
yen, en sí mismas, métodos de estudio de la materia mineral,
con las cuales se describen las características más representa-
tivas de cada mineral.
El instrumento más empleado es, sin duda, el microscopio de
luz polarizada.
Un método de estudio es el de los ensayos químicos cuanti-
tativos, donde se utilizan, rutinariamente, aparatos analíticos
(microsonda y microscopio electrónico).
Los ensayos químicos cualitativos, además de requerir escasa
cantidad de mineral, son exactos, poco costosos y proporcio-
nan información útil de la composición de la sustancia ana-
lizada.

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biología y geología

AUTOEVALUACIÓN

1. Según la formación de los minerales, los yacimientos pueden ser:


a. Singenéticos y congruentes.
b. Epigenéticos e incongruentes.
c. Magmático, metamórfico y sedimentario.
d. Singenéticos y epigenéticos.

2. La regla mineralógica de las fases nos indica que:


a. La presión es fija y la temperatura variable.
c. La presión y la temperatura son arbitrarias.
b. La presión y la temperatura son fijas.
d. La presión es variable, y la temperatura, fija.

3. ¿Qué proceso geológico de formación de minerales es isoquímico en la mayoría de los casos?


a. El proceso magmático.
b. El proceso ígneo.
c. El proceso metamórfico.
d. El proceso sedimentario.

4. La unidad básica para la sistemática mineral es:


a. El cristal.
b. La celda elemental.
c. La especie mineral.
d. El mineral.

5. ¿Cómo se denomina la porción del espacio cristalino definido por tres vectores unitarios cuyos vérti-
ces son nudos homólogos inmediatos?
a. Celda elemental.
b. Celda unidad.
c. Celda primitiva.
d. Celda cristalina.

6. ¿A qué sistema cristalino pertenecen las clases que poseen como mínimo tres elementos de simetría
binaria y como máximo seis?
a. Al sistema hexagonal.
b. Al sistema triclínico.
c. Al sistema rómbico.
d. Al sistema trigonal.

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biología y geología

7. ¿Qué diferencia presentan los sistemas triclínico y cúbico en cuanto a sus constantes reticulares?
a. Son totalmente distintas.
b. Los tres ángulos que forman los vectores primitivos en ambos sistemas es igual a 90º.
c. Los tres módulos de los vectores primitivos son iguales en ambos sistemas.
d. Sólo se diferencia en el ángulo γ; en el sistema cúbico es diferente a 90º, y el Triclínico es igual a
90º.

8. Cuando una especie mineral tiene una composición y una estructura química propia pero su forma
externa es la de otra especie, ¿qué propiedad presenta dicho mineral?
a. Polimorfismo.
b. Pseudocroísmo.
c. Isomorfismo.
d. Pseudomorfismo.

9. Cuando las propiedades de un mineral dependen de la dirección que en él se tomen, se está hablan-
do de:
a. La isotropía de las propiedades.
b. El pseudomorfismo de las propiedades.
c. La politropía de las propiedades.
d. La anisotropía de las propiedades.

10. Dependiendo del numero de ejes ópticos, ¿cómo se denominan los cristales anisótropos de los siste-
mas cristalinos trigonal y triclínico?
a. Si tienen uno se denominan uniaxiales; si presentan dos, biaxiales.
b. Uniaxiales.
c. Uniaxiales a los cristales del sistema trigonal y biaxiales a los del triclínico.
d. Biaxiales.

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