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Universidad Autónoma de Baja California

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Docencia de la Matemática

Ética de la profesión

Dra. Abigail Bencomo

Reyes Gomez Ana Jasmin 1288673

Grupo 750
10 de septiembre de 2023
Para hablar sobre ética, primero debemos entender y conocer ambos conceptos
individualmente, por un lado tenemos a la ética, aquella dimensión moral que rige la vida de
una persona. Si enfocamos en nuestro concepto a desarrollar, podemos decir que la ética
profesional se refiere a aquellos valores y tratos que se ven reflejados en el trabajo que un
profesionista realiza, siendo aquella persona física que brinda un servicio a la comunidad.

La profesionalidad comprende también una integridad personal y una conducta


profesional ética, como normalmente demandan (y confían) los ciudadanos o clientes
(Antonio 2005). “En ese sentido, la ética profesional puede entenderse como la disciplina
científica que se ocupa de formular, determinar y regular el conjunto de responsabilidades
morales o reglas de acción necesarias para el ejercicio de una profesión según Ramos
Serpa y López Falcón (2019)”.

Algunos de los elementos que conforman la ética profesional según Lopez M. (2013)
incluyen el primer que es el Principio de beneficencia, el cual consiste en cumplir
adecuadamente la actividad de servicio que se está brindando, y hacerlo de manera
competente y eficaz; ejercerciendo siempre por el beneficio de los usuarios y de la
sociedad, con acciones eficaces y no sólo buenas intenciones o de buen corazón,
manteniéndose actualizado conforme avanza la sociedad para dar el servicio correcto; este
principio se subdivide y complementa con el Principio de No maleficencia, el cual busca a
toda costa no dañar a personas, grupos sociales o la comunidad a la que se le da un
servicio, considerando siempre el efecto de sus decisiones que posiblemente van a tener
afectados, siempre tratando de evitar o minimizar todo daño.
Enseguida, está el segundo principio, Principio de Autonomía, donde se sabe que el
profesional es el sujeto activo del bien en la sociedad, y ellos los receptores pasivos del
beneficio, sin embargo se debe tomar en cuenta su participación activa y responsablemente
en las decisiones, considerando que son sujetos de derechos, poseedores de dignidad y
sobre todo capaces. Finalizando con el principio de Justicia, el cual implica tener una
responsabilidad y cumplimiento mutua del deber que corresponde a cada uno, preguntando
por la contribución de sus prácticas al bienestar general de la sociedad a partir de una
adecuada organización institucional normativa.

Estos cuatro principios si incluimos al complementario, se pueden generalizar en


valores como la responsabilidad, pues son los profesionistas los que deben actuar de
manera ética cumpliendo con sus obligaciones laborales al prestar sus servicios, esto
implica también reconocer las consecuencias de las acciones que tomen, la integridad, pues
ellos deben ser honestos con sus clientes, siendo transparentes con sus acciones y
decisiones, evitando caer en engaños y corrupción, el respeto; debe existir un respeto hacia
el mismo y los demás, prestará servicio a todos por igual, sin discriminar por apariencia,
género, etnia, situación económica y orientación sexual, deberá tener confidencialidad; esta
debe ser crucial, brindando confianza y respeto por la privacidad de sus contratistas,
clientes y personas a las que se les brinda es servicio. Por último deben contar con eficacia
y eficiencia.

Conocemos cuales son las características que debe tener un profesionista para
ejercer su servicio de la manera adecuada donde gener bien y no daños a los demás y la
sociedad, pero cómo se logra que todos aquellos que prestaran sus servicios ya sea público
o privado, lo hagan de la mejor manera y brinden confianza a quienes serán sus futuros
clientes. Algunos de los elementos que necesita un profesionista rotan sobre un mismo
punto, hacen el bien para todos los que conforman la sociedad que nos rodea y toda aquella
persona que pertenezca a esta. Para conseguir llegar a ser éticos profesionalmente,
debemos pasar por dos grandes centros de formación, uno de ellos es la familia, el hogar,
donde aquellas personas con las que se crece, aprende y convive desde recién nacidos
hasta algún punto de la adultez (regularmente), te forman como individuo en creencias,
costumbres y actitudes.

Por otro lado, el segundo lugar le corresponde a la institución donde se desarrollan


los conocimientos formativos necesarios para una preparación profesional de aquellos que
formarán parte de la sociedad, las universidades y escuelas. Sin embargo, es muy
importante reconocer que es ahí donde no sólo se lleva el proceso de formación conceptual
y el desarrollo de las capacidades intelectuales, sino que también en su mayoría se le
inculcan las diversas ideologías de pensamiento, actitudes y perspectivas de la realidad que
adoptan y continúan empleando en su día aun después de egresar.

Considerando que ambos centros de formación son igual de importantes, solo hay
uno de estos anteriores en los que nosotros como futuros docentes podremos hacer algo al
respecto, pues en cada familia educara y forjará pensamientos como lo haya sido
considerado sus generaciones predecesoras, sin embargo es en la escuela donde si hay
oportunidad de cambio o mejora en ellos. Por una parte seguir en un camino ético con
valores y moralidad, es necesario reconocer cuáles son las políticas e ideologías de la
institución a la que se ingresa, pues no solo se reciben conocimientos declarativos, como lo
mencionaba anteriormente.
Como parte de la ética no solo existe la institución o su organización interna, sino
también existe una influencia que se ve reflejada y adquirida de parte de la ética de quienes
laboran y forman parte de la misma, como lo son los docentes, pues pasan la mayor parte
del tiempo con los futuros profesionales del área, siendo la persona a la que más escuchan
y observan, sobre todo en actitudes, pues docente muchas veces es su ejemplo a seguir.
Existe una gran responsabilidad sobre los hombros de la persona que está frente al grupo,
pues hay un grupo de mentes en construcción que adoptarán las formas y actitudes de
quienes representan lo que quieren llegar a ser fuera. Es tarea del docente universitario
transmitir esos conocimientos de forma adecuada y ética, pues tienen la posibilidad de ser
agentes de cambio, teniendo en sus manos la decisión de que futuros profesionistas van a
formar para salir a la sociedad.

La unión que existe entre la ética profesional y la ética en la educación está en varios
puntos, esto se debe a que ambos buscan la formación de individuos éticos y responsables.
Uno de los puntos donde se entrelazan es la formación ética de los docentes, ya que como
sostiene Bolívar (2005) ellos tiene un papel crucial en la formación ética de los estudiantes,
pues a través de su comportamiento sirven como modelos a seguir, transmitiendo los
valores a sus estudiantes.
Otro punto importante es que ambos buscan propiciar el respeto a la diversidad de las
personas, involucrándose en entornos inclusivos y respetuosos que inculcan la diversidad
entre las personas, dándoles las mismas oportunidades a todos por igual. Un tercer punto a
agregar es la responsabilidad y competencia en la enseñanza, pues los profesionistas de la
educación tienen que proporcionar una educación de calidad que promueva el desarrollo
integral de los estudiantes, y esto requiere compromiso ético, para poder cubrir todas las
necesidades de los alumnos en la institución y cuando salgan de ella.

La ética profesional y la ética en la educación son dos componentes que no son


independientes el uno del otro, debido a que ambos tienen un papel importante en la
formación de ciudadanos responsables, éticos y con buena moral. Ambas dimensiones
coinciden en valores como la responsabilidad, compromiso, respeto, integridad y
beneficencia, siendo pilares fundamentales en ambos ámbitos, laborales y educativos. La
ética en ambos contextos es crucial para desarrollar una sociedad con valores de empatía e
integridad. Entrelazados podemos llegar a tener un mejor futuro para las siguientes
generaciones y encontrar una mejora en la comunidad o aun mejor en el país.
Referencias

Bolívar, A., (2005). El lugar de la ética profesional en la formación universitaria.


Revista Mexicana de Investigación Educativa, 10(24), 93-123.
Jataco L. La ética profesional docente desde un enfoque complejo.
https://yura.website/index.php/la-etica-profesional-docente-desde-un-enfoque-complejo/#:~:t
ext=La%20%C3%A9tica%20profesional%20pretende%20coadyuvar,y%2Fo%20formar%20
mejores%20ciudadanos.
Lindor, Moïse. (2019). Ética pública, profesionalización y corrupción en México.
Análisis del efecto Chum. Tla-melaua, 13(47), 70-109. Epub 07 de octubre de 2020.
Recuperado en 10 de septiembre de 2023, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-69162019000200070&lng
=es&tlng=es.
Ramos Serpa, Gerardo, & López Falcón, Adriana. (2019). Formación ética del
profesional y ética profesional del docente. Estudios pedagógicos (Valdivia), 45(3), 185-199.
https://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052019000300185

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