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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA
ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
UNEFANB NÚCLEO MIRANDA SEDE LOS TEQUES
CONTADURIA PUBLICA N 7MO SEMESTRE
ASIGNATURA: ETICA PROFESIONAL.

LOS TEQUES, ENERO 2020.

ETICA PROFESIONAL DEL CONTADOR PÚBLICO.

PROBLEMAS MORALES A NIVEL PROFESIONAL.

Las normas morales siempre han perturbado a la persona humana, desde pequeños
somos orientados por su existencia, siendo afectados con el fin de tratar de orientar e
incluso determinar la conducta humana; puesto que dichas normas existen en la
conciencia de cada uno, provocando la existencia de diferentes puntos de vista, lo que
conlleva a considerar las diferentes respuestas existenciales que ejercen las personas
frente a ellas.

Algunos autores, como Moncho (2003) y Beller (2006), consideran que la ética
profesional tiene un sentido más amplio que el de la deontología, puesto que no puede
sólo limitarse a los deberes y obligaciones que se articulan en un conjunto de normas
o códigos de cada profesión, para dirigirse a las virtudes y roles profesionales.

En ese sentido, Fuentes (2006) define la ética profesional como la parte de la ética
general, de forma particular, los deberes y los derechos de las profesiones, donde los
códigos de ética sirven de guía para la acción moral, incorporándose a los distintos
ámbitos de trabajo, con intención de respetar su profesión, de trabajar con lealtad y de
cumplir con la sociedad. Por ello, puede considerarse que la enseñanza de la ética
tiene como objetivo proporcionar instrumentos claves relevantes para tener criterios
éticos y capacidad de elección, proporcionados por cada ciudadano que participan en
los asuntos públicos.

En este sentido hay un marcado interés por la educación para la ciudadanía, cuyo
objetivo es contribuir a formar pobladores más competentes cívicamente, y que
puedan comprometerse con las responsabilidades colectivas desde su profesión.
En el ejercicio profesional el Contador Público asume varias responsabilidades
derivadas de su actuación, de allí la necesidad de desempeñarnos con el
conocimiento técnico, y dentro del marco legal correspondiente. Estos dos aspectos
evidencian dos grandes categorías en las cuales podemos clasificar las
responsabilidades del Contador Público:

 la responsabilidad profesional
 la responsabilidad legal.

Sin embargo, estas dos categorías de responsabilidades deben tener como plataforma
el comportamiento del profesional con apego a la ética y bajo la premisa de la
responsabilidad social inherente a su profesión. En este artículo no se desarrolla el
marco normativo y/o legal de actuación profesional, ya que dicho desarrollo se lleva a
cabo en cada Norma, Ley o Reglamento, sólo nos permitiremos elaborar un índice de
las materias que tratan en cada una de las normas relacionadas, con la finalidad de
conocer los temas y su localización.
Se entiende por ética profesional la parte  de la filosofía que trata de la moral y de las
obligaciones del hombre, por lo tanto La Contaduría Pública como actividad que brinda
servicio a las sociedad, debe estar guiada por una conducta ética. El comportamiento
ético en la profesión se describe en el Código de Ética Profesional.

Hay quienes han diferenciado la ética de la libertad, diciendo que la libertad es la


opción que tiene el individuo de realizar acciones de forma correcta o NO correctas,
mientras que la ética no genera alternativas, es decir la única opción es llevar a  cabo 
las  acciones siempre de manera correcta.
Basados en esas premisas, el código de ética profesional del contador público
presenta una lista de las amenazas probables a las cuales pudiera estar sometido el
profesional para la actuación de manera NO correcta y sus correspondientes
salvaguardas, o la lista de las acciones a realizar para asegurar la actuación correcta.

Es de suma importancia que el Contador Público conozca estas dos listas, pues sin
duda alguna esto le asegura su  desempeño  adecuado y con apego a la ética
profesional.

DEBERES Y DERECHOS DEL PROFESIONAL ÉTICO.

La elección de la profesión debe ser completamente libre. La vocación debe


entenderse como la disposición que hace al sujeto especialmente apto para una
determinada actividad profesional. La elección de una carrera profesional, sin tomar en
cuenta las cualidades y preferencias, sino, por ejemplo, exclusivamente los gustos de
los padres, o los intereses de la familia, fácilmente puede traducirse en un fracaso que,
en el mejor de los casos, consistiría en un cambio de carrera en el primero o segundo
año, con la consiguiente pérdida de tiempo y esfuerzo.
Por otro lado, la finalidad del trabajo profesional es el bien común. La capacitación que
se requiere para ejercer este trabajo, está siempre orientada a un mejor rendimiento
dentro de las actividades especializadas para el beneficio de la sociedad, de lo
contrario, una profesión se convierte en un medio de lucro o de honor, o simplemente,
en el instrumento de la degradación moral del propio sujeto. Lo ideal es tomar en
cuenta el agrado y utilidad de la profesión; sin embargo, todo el mundo se inclina por
naturaleza a la consideración de su provecho personal; la profesión gracias a esos
mismos trabajos, deja una de las satisfacciones más hondas en el profesional.

Por otra parte, para Cortina y Sánchez (2001), citados por Fuentes (2006), un
profesional debe ofrecer una preparación especial en triple sentido: capacidad
intelectual, capacidad moral y capacidad física.

 La capacidad intelectual consiste en el conjunto de conocimientos que, dentro


de su profesión, lo hacen apto para desarrollar trabajos especializados. Estos
conocimientos se adquieren básicamente durante los estudios universitarios,
pero se deben actualizar mediante los cursos, revistas, conferencias y las
consultas a bibliotecas.

 La capacidad moral es el valor del profesional como persona, lo cual da una


dignidad, seriedad y nobleza a su trabajo, merecedora del aprecio de todo el
que encuentra. Abarca, no sólo la honestidad en el trato y en los negocios, en
el sentido de responsabilidad y en el cumplimiento de lo pactado, sino además
la capacidad para traspasar su propia esfera profesional en un horizonte
mucho más amplio.

 La capacidad física se refiere principalmente a la salud y a las cualidades


corpóreas, que siempre es necesario cultivar físicamente, como buenos
instrumentos de la actividad humana.

Es conveniente considerar ciertos deberes típicos en todo profesional. El secreto


profesional es uno de estos; el profesional no tiene derecho de divulgar información
que le fue confiada para poder realizar su labor, esto se hace con el fin de no
perjudicar al cliente o para evitar graves daños a terceros. El profesional también debe
propiciar la asociación de los miembros de su especialidad. La solidaridad es uno de
los medios más eficaces para incrementar la calidad del nivel intelectual y moral de los
asociados.

Por ello, al profesional se le exige especialmente actuar de acuerdo con la moral


establecida, debiendo evitar defender causas injustas, usar sus conocimientos como
instrumento de crimen y del vicio, producir artículos o dar servicios de mala calidad,
hacer presupuestos para su exclusivo beneficio, proporcionar falsos informes, entre
otros.

Cuando un profesional tiene una conducta honesta, dentro y fuera del ejercicio de su
profesión, le atraerá confianza además de prestigio, lo cual no deja de ser un estímulo
que lo impulsará con más certeza en el recto ejercicio de su carrera. Por lo tanto, el
profesional renuncia a sus intereses personales, cualesquiera que estos sean, y los
pone al servicio de los intereses de su profesión, cuyo fundamento ético impide tomar
al hombre como un medio, sino como un fin en sí mismo.
La fundamentación del sentido ético, tiene su conexión en la dignidad de la persona
con su propio ser o como un ente que trabaja, donde la exigencia ética de eficiencia es
generada por ese sentido ético que toma al hombre como un fin en sí mismo, y a la
labor como algo digno de respeto.
Es por esto que la ética profesional se considera una fuerza moral en la que se apoya
la profesión que un individuo ejerce, es decir, el fundamento ético del quehacer
públicamente declarado y reconocido, ya que no depende sólo de ciertas normas o
códigos de conductas de gremios profesionales relacionados con reglas morales; por
lo que en esencia, al igual que el comportamiento moral, es libre, consciente y
responsable de las consecuencias de los actos realizados, sino también de las
decisiones que el individuo toma, ya que tiene relación íntima y directa con la calidad
moral del trabajo realizado.

En un sentido profesional, la ética implica un modo de realizar el quehacer con


vocación, responsabilidad, honestidad intelectual y práctica, que se denota en el
compromiso moral con el trabajo profesional de cada ser humano, donde el saber no
influye, sino hacer bien o mal ese trabajo, es decir, es un compromiso ineludible con el
propio ser, un principio inviolable que no puede ser abandonado ni defraudado, puesto
que no puede hacerse mal lo que se hace.
Al actuar bien en el trabajo se integra bien al quehacer con la propia vida del individuo,
y por consiguiente, con la de los demás; en un natural sentido comunitario, donde la
ética profesional forma un imperativo ético de la existencia del hombre, que nace como
una lealtad con su propia vocación, basado en el fundamento ético del ser y del
quehacer en una determinada forma de vida.

Por lo tanto, al no existir ética profesional en lo que se realiza, el trabajo queda


convertido en un modo de obtener dinero, pero no se ejecuta el trabajo, fallando en lo
que se es, ya que como en todo acto moral, la ética profesional hace al individuo
honorable.

Es por ello que la ética en la profesión garantiza la serenidad y la tranquilidad de haber


realizado lo que se cree sinceramente se tiene que hacer, incrementa el alma, se
relaciona directamente con la calidad del quehacer, y permite vivir la experiencia del
desinterés.

Exige actuar sin esperar nada a cambio más que la satisfacción de haber cumplido, ya
que es un medio del que se sirve el individuo para estar bien consigo mismo,
convirtiéndose en una permanente fuerza interior para vivir, tolerando las dificultades
de la vida con la sensibilidad, la paz y la tranquilidad para disfrutar lo que se es, con lo
que se hace.
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE UN CONTADOR.

La responsabilidad social se considera hoy en día como un aspecto normativo no


obligatorio, es decir, sin la fuerza de la ley. Es más bien el compromiso que un
individuo o entidad tiene con la sociedad en su conjunto, mediante una decisión que
genera un impacto positivo o negativo. La aceptación de una responsabilidad exige la
obligación de responder por él. La responsabilidad social busca la excelencia en el
seno de las empresas y va más allá del cumplimiento de las leyes y normas, dando
por supuesto el respeto y su estricta observancia. Las leyes fiscales y laborales son el
punto de partida del compromiso de un contador público (C.P.) ante la sociedad, a la
que nos debemos y con la que compartimos nuestras acciones, bajo el más alto
sentido de la ética y de la moral. La responsabilidad social de un C.P. radica en
impulsar el bienestar en las empresas, respetando y promoviendo los valores éticos.
Un principio elemental de la ética es la responsabilidad que debe tener ante la
empresa y la sociedad, dando garantía de transparencia, generando confianza en los
procesos que lo involucran. La profesión se conforma de normas y principios contables
cuyo objetivo principal es la confiabilidad y la verificabilidad. Un C.P. ejerce una
actividad pública y útil a la sociedad pues con su dictamen da confianza a usuarios
sobre la información financiera. Su responsabilidad se da al aplicar proyectos que
beneficien y a la vez mejoren la calidad de vida de las comunidades. El CP tiene una
importante responsabilidad social; su profesión busca en todo momento la contribución
activa y voluntaria al mejoramiento social y económico de empresas y personas para
ser más competitiva y dar un valor agregado. La contaduría pública organizada incluye
la materia de ética profesional en los programas de estudio de las universidades y
promueve el desarrollo de una cultura y un ambiente formal de la ética en la institución
y la adopción de un núcleo de valores que identifican a las escuelas y las personas
que integran la comunidad de la misma.

Un C.P. será socialmente responsable cuando:

 Contribuya al desarrollo sostenible de la empresa.


 Tome en consideración las expectativas de las partes interesadas.
 Cumpla con la legislación aplicable y sea coherente con la normatividad.

La responsabilidad social de un contador.

 Desempeñe su trabajo a través del contexto social.


 Sea una persona íntegra y transparente.
 Sea un profesional en constante actualización.

PRINCIPIOS ETICOS FUNDAMENTALES.

Los principios que se detallan a continuación son de carácter general y determinan un


conjunto de que los Contadores Públicos deben observarlos rigurosamente.
 INTEGRIDAD.

El Contador Público deberá mantener incólume su integridad moral en el ejercicio


profesional. De él se espera: rectitud, probidad, honestidad, dignidad y sinceridad en
toda circunstancia.

 OBJETIVIDAD.

Para el Contador Público, objetividad representa: imparcialidad, desinterés y actuación


si prejuicios en todos los asuntos que corresponden al campo de su actuación
profesional.

 INDEPENDENCIA.

El Contador Público en el ejercicio profesional deberá tener y demostrar absoluta


independencia mental y de criterio con respecto a todo enteres que pudiera
considerarse incompatible con los principios de integridad y objetividad, junto a los
cuales la independencia de criterio es esencial y concomitante.

 COMPETENCIA Y CUIDADO PROFESIONAL.


El Contador Público deberá contratar solamente trabajos para los cuales él o sus
asociados o colaboradores cuenten con la capacidad e idoneidad necesarias para que
los servicios comprometidos se realicen en forme eficaz y satisfactoriamente obligado
a actualizar los conocimientos necesarios para su actuación profesional y
especialmente aquellos requeridos para el bien común y los imperativos de progreso
social y económico.
El Contador Público actuara con la intención, cuidado, diligencia de un profesional
responsable consigo mismo y con la sociedad, asumiendo siempre una
responsabilidad personal indelegable por los trabajos por él ejecutados o realizados
bajo su dirección.

 CONFIDENCIALIDAD O SECRETO PROFESIONAL.


El Contador Público tiene la obligación de guardar el secreto profesional, no revelando
por ningún motivo los hechos o circunstancias de que tenga conocimiento durante el
curso de la presentación de sus servicios profesionales, a menos que exista la
obligación o el derecho legal o profesional para hacerlo.

 OBSERVANCIA DE LAS DISPOSICIONES NORMATIVAS.


El Contador Público debe realizar su trabajo cumpliendo las normas técnicas y
profesionales promulgadas por el Colegio de Contadores de Bolivia. En ausencia de
estas para algún caso específico deberá actuar de conformidad con las normas
técnicas y profesionales promulgadas por la Federación Internacional de Contadores
(IFAC). Además, deberá observar las instrucciones recibida de su cliente o de los
funcionarios competentes del ente que requiere sus servicios, siempre que estas sean
compatibles con los principios de integridad, objetividad e independencia, así como los
demás principios y normas de ética y reglas formales de conducta y actuación
aplicables a las circunstancias.

 DIFUSIÓN Y COLABORACIÓN.
El Contador Público tiene la obligación de contribuir, de acuerdo con sus posibilidades
personales, al desarrollo, superación y dignificación de la profesión.

 COMPORTAMIENTO PROFESIONAL.

a) El Contador Público deberá abstenerse de realizar actos que afecten


negativamente la reputación de la profesión. Para ello el Contador Público debe
tener siempre presente que la sinceridad, buena fe y lealtad para con sus colegas,
son las condiciones básicas para el ejercicio libre y honesto de la profesión y para
la convivencia pacífica, amistosa y cordial de sus miembros; así como también
para con sus clientes, con terceros y público en general.

b) Es deber de todo Contador Público el servicio a su patria en justa retribución al


esfuerzo que hizo por su educación. Esta retribución será un servicio social que le
obligara a tener presente siempre los intereses de pueblo al cual se debe. En tal
virtud le sea obligatorio luchar, en su medio, por la superación de su pueblo y
deberá participar en las actividades prácticas y sociales organizadas que permitan
la obtención de estos fines.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

 Arens, A. Loebbecke. J. (1996). Auditoria: un enfoque integral. México. Editorial


Prentice-Hall.
 Beller Taboada, Walter (2006) El estudio de la ética y las morales particulares.
Ética actual y Profesional. Lecturas para la convivencia global en el Siglo XXI.
México. Thomson.
 Berumen, Gomar, Gómez. (2005) Ética del ejercicio profesional. México:
CECSA. Bolívar, A. (2005) El lugar de la ética profesional en la formación
universitaria. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 10(24), 93-123.
Documento en línea. Disponible en: http://www.cesu.unam.mx/rmie/num24/24-
ensayo.pdf.4. Consultado en: septiembre del 2006.

OTROS DOCUMENTOS.

 Código de Ética Venezolano (1996).


 Código de ética emitido por la Federación Internacional de Contadores
Públicos (IFAC) (2004).
 Declaración de las normas de auditoría Nº0 de La Federación de Colegios de
Contadores Públicos (1992).
 Ley del Ejercicio de la Contaduría Pública (1975).

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