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Título: “Política exterior de Raúl Alfonsín:

análisis de los tratados internacionales


para la consolidación de la democracia”

Instituto de Ciencias Sociales, Políticas y Cultura

Carrera: Licenciatura en Relaciones Internacionales

Nombre del alumno: Silvia Carolina Marañón

Email: carolina.maranon.014@hotmail.com

Nombre del Director: Mg. Javier Ghio

Lugar y fecha de entrega: 21 de agosto del 2019 – Sede Centro


“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Autoridades

Dra. Catalina Lonac


Presidente de la Fundación para el Desarrollo

Dr. Horacio Deza


Rector

Dr. Ramiro Albarracín


Vicerrector

Dra. Inés Yamus


Directora del Instituto de Estudios Sociales, Política y Cultura

Lic. Macarena Sabio


Directora de la carrera de la Licenciatura en Relaciones Internacionales

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Agradecimientos

En primera instancia, agradezco a la Universidad de San Pablo T, por brindarme


la mejor calidad educativa y servicios; agradezco a mis formadores, al gran equipo
de profesionales que me brindaron su sabiduría en cada clase durante mis años
de cursado.

Gracias a mi director de Tesis, Mg. Javier Ghio, que con mucha inteligencia,
paciencia y dedicación, me trasmitió sus conocimientos y me ayudó a culminar
con éxito el proceso de mi investigación.

Gracias a mi familia, amigos y a mi novio, por haberme acompañado durante toda


la carrera, apoyándome en todo momento a seguir adelante y a no bajar los
brazos.

Sin dudas que el camino académico recorrido hasta aquí no fue fácil, pero hoy
concluye felizmente, la etapa más importante de toda mi vida.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Tabla de contenido

Autoridades ........................................................................................................ 1

Agradecimientos ................................................................................................ 2

Resumen ............................................................................................................ 5

Introducción ....................................................................................................... 7

Estado del Arte................................................................................................. 9

Objetivos ........................................................................................................ 11

Problema de Investigación ............................................................................. 12

Marco metodológico ........................................................................................ 13

Marco teórico ................................................................................................... 15

Política Exterior .............................................................................................. 15

Estado ............................................................................................................ 17

Tratados Internacionales ................................................................................ 18

Democracia y transición hacia la democracia ................................................. 18

Cooperación e Integración ............................................................................. 19

Capítulo 1: Argentina en los años 80 y la antesala del gobierno radical


democrático ..................................................................................................... 21

Contexto nacional e internacional................................................................... 21

Guerra de Malvinas ........................................................................................ 21

“Nueva Guerra Fría” ....................................................................................... 23

La transición del gobierno dictatorial a la democracia en Argentina ............... 25

El radicalismo de Raúl Alfonsín .................................................................. 28


Capítulo 2: Política exterior argentina y los vínculos con el escenario
internacional .................................................................................................... 33

Política Exterior .............................................................................................. 33

Tratados internacionales y política exterior .................................................... 34

Tratados, convenios y acuerdos internacionales ........................................ 35


Capítulo 3: La democracia en Latinoamérica. Hechos y avances ................ 53

Democracias latinoamericanas ...................................................................... 53

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

El mandato de Raúl Alfonsín desde lo político................................................ 56

Avances desde 1989 hasta el Acuerdo de Olivos ........................................... 58

Conclusiones ................................................................................................... 62

Anexos ............................................................................................................. 66

Anexo 1: Entrevista semiestructurada para investigación cualitativa al Dr.


Alejandro Simonoff ......................................................................................... 66

Anexo 2: Tratados, Convenios y Acuerdos Internacionales ............................ 72

Bibliografía ....................................................................................................... 77

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Resumen

Desde hace siglos, la política exterior ocupa un lugar de suma importancia en las
decisiones de los representantes de los Estados, ya que, a través de ella, orientan
el camino de los vínculos con el escenario internacional. En el contexto de los
años ‘80, la situación de distintas naciones latinoamericanas coincidía con los
esfuerzos de restauración de la democracia. Por lo tanto, se manifestaron
diferentes acciones en la estructura interna de cada país que, a su vez, se
replicaron hacia el exterior. Podemos destacar que del resultado de estos
acontecimientos surgieron nuevos vínculos entre los Estados, que representaron
una serie de tratados, convenios y acuerdos internacionales referidos al
fortalecimiento de la democracia, lazos de amistad, integración y cooperación en
distintas áreas. Argentina, tras la Guerra de Malvinas, el derrocamiento de la
última dictadura y la asunción del presidente Raúl Alfonsín en el año 1983,
encaminó su política exterior a romper con los lineamientos impuestos durante el
periodo militar. Logró expandir los horizontes del país en el escenario internacional
para reivindicar sus vínculos, otorgar bienestar a la población, obtener beneficios,
consolidar la democracia y el reconocimiento del nuevo gobierno democrático
pero, por sobre todo, uno de los objetivos fundamentales de Alfonsín fue
reivindicar los derechos humanos avasallados durante el régimen de facto.

Palabras claves

Política exterior – Estado – Tratados Internacionales – Democracia – Transición

Abstract

For centuries, foreign policy occupies a very important place in the decisions of the
representatives of the States, since, through it, they guide the path of links with the
international scene. In the context of the 1980s, the situation of different Latin
American nations coincided with the efforts to restore democracy. Therefore,
different actions were manifested in the internal structure of each country that, in
turn, were replicated abroad. We can highlight that from the result of these events,
new links emerged between the States, which represented a series of international
treaties, conventions and agreements regarding the strengthening of democracy,
ties of friendship, integration and cooperation in different areas. Argentina, after
the Malvinas War, the overthrow of the last dictatorship and the assumption of

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

President Raúl Alfonsín in 1983, led its foreign policy to break with the guidelines
imposed during the military period. He managed to expand the horizons of the
country on the international stage to vindicate his ties, grant welfare to the
population, obtain benefits, and consolidate democracy and the recognition of the
new democratic government but, above all, one of Alfonsín's fundamental
objectives was to claim the human rights guaranteed during the military period.

Keywords

Foreign Policy – States – International Treaties – Democracy – Transition

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Introducción

En Argentina, durante los años '80, ocurrieron hechos transcendentales en la vida


interna y externa del país. Uno de los momentos más destacados de aquel
periodo, fue la transición de un gobierno dictatorial a un gobierno democrático, que
produjo modificaciones en el orden institucional, en la estructura del Estado y en
los vínculos con el escenario internacional. Por ello, el trabajo de tesis “Política
exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los tratados internacionales para la
consolidación de la democracia”, surge de la inquietud de estudiar cómo fueron
establecidos los lineamientos de la política exterior Argentina, durante el mandato
del presidente radical Raúl Ricardo Alfonsín, para direccionar los tratados
internacionales hacia el afianzamiento y consolidación de la democracia.

De esta manera, entre la política exterior, los tratados internacionales y la


democracia, se puede establecer una relación, ya que la política exterior influye
en las decisiones internas de un Estado. Y, a su vez, en el Derecho Internacional
propio del que emanan los tratados internacionales. Estos últimos son la fuente
principal de este trabajo de tesis, desde el marco jurídico-conceptual que brinda
el Derecho Internacional Público.

El último gobierno dictatorial de Argentina se caracterizó en parte por tener un


diseño de política exterior unilateral, sin multiplicidad de vínculos y una grave crisis
económica y social. Ésta generó la necesidad de buscar nuevos vínculos en el
escenario internacional para otorgar bienestar a la población, retomando las
relaciones internacionales en busca de integración económica y cooperación,
apoyo social, cultural, entre otros fines. Por lo tanto, sí los tratados internacionales
impulsados y adoptados por Argentina sentaron la base de múltiples beneficios
para la sociedad en aquel momento, ¿también sirvieron para nutrir y afianzar la
democracia desde su transición hasta su consolidación? Para intentar responder
esta pregunta el trabajo de tesis presenta el desarrollo de los temas organizado
en tres capítulos.

En el primer capítulo, se presenta una descripción del contexto nacional e


internacional de 1983 a 1989, haciendo hincapié en dos hechos que tuvieron
mayor impacto en la región, como fueron la Guerra de Malvinas y la Segunda
Guerra Fría. Además, se realiza una descripción de la transición hacia el gobierno
democrático y el partido de la Unión Cívica Radical, que Raúl Alfonsín representó
en el gobierno nacional.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

En las últimas tres décadas, la política exterior como área de investigación ha sido
tema de debate entre distintos investigadores, ya que existen múltiples
definiciones sobre la misma. Algunos poniendo mayor énfasis en sus orígenes,
lineamientos y propósitos, mientras otros en sus intereses y objetivos. Todos los
Estados cuentan con una política exterior que, en mayor o menor medida, guía
sus lineamientos a favor de sus necesidades e intereses nacionales. Como
resultado de ello se crean vínculos entre distintas naciones que dan origen a
documentos que contienen principios, propósitos e intereses recíprocos para cada
uno. Estos documentos son los tratados, convenios y acuerdos internacionales
que históricamente son fuente del Derecho Internacional y que, en el caso de este
trabajo de tesis, aportan información como fuente primaria. Por ende, con el fin de
brindar aproximaciones a la definición de la política exterior, en el segundo
capítulo, se exponen los principales autores que estudiaron sobre la materia.
Además, se realizó una descripción de los tratados internacionales desde el año
1983 a 1989, suscriptos por el gobierno democrático.

Finalmente, el tercer capítulo describe brevemente sobre el funcionamiento de las


democracias latinoamericanas en el contexto de los años ‘80, con el objetivo de
intentar indagar los últimos años del mandato de Alfonsín y cómo su gestión se
fue encaminando hacia la reforma constitucional del año 1994, y posterior, firma
del Acuerdo de Olivos.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Estado del Arte

Las investigaciones realizadas sobre los temas que abarca el trabajo de tesis,
como la política exterior, democracia, transición, tratados internacionales, Estado
y gobierno, fueron múltiples y de diversas fuentes. Específicamente, sobre
“Política exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los tratados internacionales para la
consolidación de la democracia” no existen estudios publicados del tema, pero si
se pueden encontrar documentos que hablan sobre los temas relacionados por
separado, que fueron publicados años anteriores.

De acuerdo con la política exterior argentina durante el periodo de Raúl Alfonsín,


la implementación de nuevos lineamientos referidos a la apertura del país, al
multilateralismo, a la integración y cooperación, fueron extendiéndose desde la
región a todo el mundo. Alejandro Simonoff en su artículo “Democracia, política
exterior, y autonomía”, expone que: “existe un elemento de continuidad en la
política exterior argentina desde 1983, este fue la estructura triangular que puso
al tope de nuestra agenda a Washington y Brasilia -utilizándolos como
contrapesos-, en un marco predominantemente cooperativo, dejando a un lado las
oscilaciones del pasado” (Simonoff C. A., 2013, págs. 333-336).

Pero más allá de las relaciones con Washington y Brasilia, existe una multiplicidad
de vínculos políticos, sociales, económicos y culturales, con diferentes Estados,
que se mantuvieron en el tiempo. Y permitieron dejar atrás la visión dictatorial de
una Argentina limitada para inaugurar, junto con el restablecimiento de la
democracia, un país integrativo, cooperativo y con intereses de crecimiento en el
mundo. Así lo explica María Zurita Delicia, en el artículo “La política exterior de
Alfonsín: Cambios y continuidades durante los últimos años del mundo bipolar”.
En éste, se refiere a los vínculos que tuvo Argentina durante la presidencia de
Raúl Alfonsín, con Estados Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña, Alemania,
Francia, Italia, España, Yugoslavia, Nicaragua, Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay,
Cuba y Japón. “Puede considerarse que hubo más cambios que continuidades en
materia de política exterior desde 1983. La gestión radical tuvo como prioridad la
“inserción de Argentina en el mundo” sin seguir bajo las coordenadas Este-Oeste,
propias del mundo bipolar, sino bajo los parámetros Norte-Sur” (Delicia, 2010, pág.
18).

Coincidiendo con esta autora, la tesis analiza los tratados, convenios y acuerdos
internacionales que acompañaron la reinserción de Argentina en el mundo,

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

mencionando hechos puntuales que apoyaron al país a un mayor acercamiento


en materia de cooperación cultural, económica, de lazos de amistad, de
democracia y que promovieron el proceso de consolidación de la democracia.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Objetivos

Objetivo general

- Analizar la influencia de los tratados internacionales en el proceso de


consolidación de la democracia durante el mandato del presidente Raúl
Alfonsín entre 1983 y 1989.

Este objetivo general pretende comprender el proceso de consolidación de los


vínculos que el gobierno argentino estableció con el retorno a la democracia. Cada
visita a un país extranjero generaba nuevas expectativas para los funcionarios
argentinos que, a través de tratados, convenios y acuerdos internacionales,
buscaban coincidir, coordinar y revalorizar sus intereses nacionales en el ámbito
de la cooperación e integración mundial.

Objetivos Particulares

El proceso de democratización contiene múltiples factores que hicieron a la


democracia, una forma de gobierno estable hasta el presente. Desde la política
exterior, se pueden analizar distintos aspectos que confluyeron en un lineamiento
distinto a lo impuesto siglos anteriores. Por ello, los siguientes objetivos
específicos fragmentan al objetivo general en cuatro puntos:

- Exponer los tratados, convenios y acuerdos internacionales referidos al


afianzamiento de la democracia.
- Reseñar qué hechos históricos acompañaron al proceso de
democratización en materia de política exterior.
- Describir qué factores derivan de la política exterior y como influyeron en
la consolidación de la democracia Argentina.
- Analizar de qué manera los tratados internacionales guiaron el proceso de
la firma del Pacto de Olivos.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Problema de Investigación

La siguiente investigación pretende establecer los vínculos existentes entre la


política exterior, los tratados internacionales y la consolidación de la democracia.
Al considerar que existió un importante vínculo entre ellas, surge la inquietud de
intentar determinar cuál fue la relación entre estas variables. Por un lado, desde
la política exterior emanan decisiones de un Estado en la que intervienen sus
intereses nacionales y los del sistema internacional. De esas decisiones, surgen
tratados, acuerdos y convenios internacionales que pueden solidificar las
relaciones entre los Estados y, a su vez, manifiesta los deseos de cada uno de
lograr un determinado hecho. Por otro lado, como las decisiones tomadas desde
la política exterior influyen en la política interna de los países, el resultado de los
lineamientos implementados fue positivo para afianzar la transición hasta la
consolidación de la democracia. A diferencia del último gobierno dictatorial que
tenía un diseño de política exterior unilateral y una grave crisis económica y social,
el nuevo gobierno democrático tomó la decisión de abrir caminos para brindar
bienestar a la población, reivindicando las relaciones internacionales con el
exterior en busca de integración económica y cooperación, entre otras.

A pesar del todo el abordaje académico que existe sobre la política exterior,
tratados internacionales y la democracia, son muy pocos los autores que
investigaron sobre estos temas relacionados en su totalidad. Es decir, algunos
enfatizan más sobre la democracia desde el punto de vista de las instituciones o
vinculada al rol de los actores sociales. Otros ven a la política exterior desde un
sentido funcional o desde sus lineamientos, y sobre los tratados internacionales,
la mayoría suelen ser estrictamente formales, desde su aplicación.

Desde la perspectiva de la Política Exterior, se buscaron los puntos en común de


estas variables; los hechos y/o momentos que compartieron en el proceso de
consolidación de la democracia. Para adelantar el desarrollo de estas
apreciaciones, se parte de la siguiente pregunta de investigación: ¿De qué manera
el presidente Raúl Alfonsín utilizó, desde la política exterior, los tratados
internacionales para apoyar el proceso de consolidación de la democracia en
Argentina?

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Marco metodológico

La investigación es “un conjunto de procesos sistemáticos, críticos y empíricos


que se aplican al estudio de un fenómeno o problema” (Hernández Sampieri,
2014, pág. 4), que puede presentarse a través de tres enfoques: cuantitativo,
cualitativo y mixto. El primero, es un enfoque secuencial y probatorio, utiliza la
recolección de datos para probar una hipótesis de acuerdo con una medición o
análisis estadístico. El segundo, puede desarrollar preguntas e hipótesis antes,
durante o después de la recolección y análisis de datos, para afinar las preguntas
de investigación o revelar nuevos interrogantes en la interpretación. Por último, el
tercer enfoque implica un proceso de recolección, análisis y vinculación de datos
cuantitativos y cualitativos en un mismo estudio o una serie de investigaciones
para responder a un planteamiento del problema, que se fundamenta en la teoría
filosófica del pragmatismo que se entiende como la búsqueda de soluciones
prácticas y trabajables para efectuar una investigación, utilizando los criterios y
diseños que son más apropiados para un planteamiento, situación y contexto en
particular. (Hernández Sampieri, 2010).

Teniendo en cuenta esta breve descripción, el proyecto de tesis se inclina por la


investigación mixta, que permite tener una perspectiva más amplia sobre un tema
y a su vez mejora la exploración de los datos, contiene datos variados y produce
indagaciones más dinámicas. Este enfoque cuenta con ocho diseños de
investigación, de los cuales se eligió el diseño de triangulación concurrente, que
“pretende confirmar o corroborar resultados y efectuar validación cruzada entre
datos cuantitativos y cualitativos, así como aprovechar las ventajas de cada
método y minimizar sus debilidades. Puede ocurrir que no se presente la
confirmación o corroboración. De manera simultánea (concurrente) se recolectan
y analizan datos cuantitativos y cualitativos sobre el problema de investigación
aproximadamente en el mismo tiempo”. (Hernández Sampieri, 2010, págs. 557-
558).

En cuanto a la recolección de datos, se utilizaron los datos cuantitativos


secundarios, que implica la revisión de documentos, registros públicos y archivos
físicos o electrónicos. En este caso, se utilizó la Biblioteca Digital de Tratados de
la República Argentina (https://tratados.cancilleria.gob.ar/index.php), que cuenta
con documentos celebrados por nuestro país y las instituciones propias durante
más de doscientos años de existencia. Analizando a través de ella tratados,

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

acuerdos y convenios internacionales que apoyaron, o no, al proceso de


consolidación de la democracia en Argentina durante el mandato de Raúl Alfonsín.
Además, permitió cuantificar los casos de conexión del país con el escenario
internacional, que fueron resumidos en dos gráficos.

En lo que respecta a lo cualitativo, se utilizó la entrevista que se define como “una


reunión para conversar e intercambiar información entre una persona (el
entrevistador) y otra (el entrevistado) u otras (entrevistados)” (Hernández
Sampieri, 2010, pág. 403). En este caso fue una entrevista de tipo estructurada
realizada al Doctor en Relaciones Internacionales, Alejandro Simonoff, grabada
en el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La
Plata, el 19 de octubre del 2018, en La Plata - Buenos Aires.

Por otra parte, se realizó un análisis desde el enfoque institucionalista. Este


permite analizar el mandato de Alfonsín desde las instituciones políticas
consolidadas; que son uno de los pilares de la política como disciplina. Dentro del
institucionalismo, el trabajo de tesis se sirve del método formal-legal que hace
hincapié en el estudio del derecho público y de las organizaciones formales de la
administración pública; de la estructura constitucional. (Marsh & Stoker, 1997)

En resumen, la metodología a seguir es de tipo descriptiva, porque en los tres


primeros capítulos, se busca describir el proceso que llevó a la Argentina a volver
a ser un país democrático. En el primer capítulo, se describen los principales
acontecimientos nacionales e internacionales que se dieron en el contexto de
Alfonsín y se detalla el proceso de la transición de la dictadura a la democracia
que pretende explicar la relación entre la política exterior, los tratados
internacionales y la democracia. En el segundo, se investiga a través de un estudio
hermenéutico -entendiendo que es la interpretación de los documentos-, los
principales tratados internacionales afines a la democracia que dan cuenta del
accionar del Gobierno, estudiando los sucesos relevantes. En este punto se
confeccionó un cuadro que resume y expone dichos documentos. Por último, en
el tercer capítulo, se realiza una descripción general sobre las democracias
latinoamericanas. Así como un análisis del Alfonsinismo desde lo político y el
impacto de los tratados internacionales en la legislación argentina que influyeron
en las reuniones previas a la firma del Pacto de Olivos, y que luego se incorporaron
en la reforma de la Constitución Nacional.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Marco teórico

Política Exterior

El análisis se focaliza en las investigaciones realizadas durante los siglos XIX y


XX sobre el Estado, política exterior, la funcionalidad de los tratados
internacionales y la democracia.

Rafael Calduch Cervera, en su libro “Dinámica de la sociedad internacional”,


describe en el capítulo de la política exterior de los Estados, el significado,
conceptos, etapas, vínculos entre ésta y la política interior, y los fines y objetivos
de esta. Define que es: “aquella parte de la política general formada por el conjunto
de decisiones y actuaciones mediante las cuales se definen los objetivos y se
utilizan los medios de un Estado para generar, modificar o suspender sus
relaciones con otros actores de la sociedad internacional”. (Calduch, 1993, pág.
4) La definición aporta al estudio de las acciones y decisiones de un gobierno
nacional porque delinea la postura y perspectiva que la autoridad máxima del
Estado ha de seguir, y, por otra parte, porque su interacción con el escenario
internacional puede, o no, perpetuarse en el tiempo.

Según Villalba Hidalgo, todas aquellas actitudes, decisiones y acciones de un


Estado frente a otros, para el logro de sus propósitos y la defensa de sus intereses
nacionales, es la Política Exterior. Por lo tanto, se refiere a una práctica de los
entes internacionales llamados Estados, como a un área de misión, donde crea la
política y hace uso de las políticas. La primera, la política, hace referencia a la
forma en que se organiza para llevar a cabo su cometido, y las políticas, son las
herramientas con las que lo hace. En este sentido la importancia del concepto
tiene por objeto delimitar la acción del Estado, aunque sea compleja, ya que
despliega un gran número de políticas para crear infraestructura, brindar
seguridad, capacitar recursos humanos, innovar en tecnologías, contar con
provisiones, mantener en condiciones a la población, etc.

Todo ello hace que difiera de las demás políticas internas, porque se ejecuta en
el escenario internacional, donde puede encontrar cooperación, integración o
competencia, rivalidad y amenazas. Pero la política exterior también encuentra
diferencias en los Estados, porque cada país es diferente, cuenta con una
estructura interna distinta, las políticas que desarrollan tienden a ser poco común
y los procesos de creación de éstas, sus finalidades y formas de llevarlas a cabo
son particulares, porque son hechas de acuerdo a la necesidad de cada nación.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Siguiendo lo dicho anteriormente, existen muchas investigaciones e intentos de


teorizar una estructura de política exterior que sea general. Pero no es posible
lograrlo, ya que al ser tan distintas unas de las otras, las probabilidades de que no
concuerden con los sucesos internacionales son demasiadas. Por ello, como bien
explica Hidalgo, “los estudiosos de la política exterior optaron por realizar sus
trabajos desde el punto de vista de la historia, es decir, se han limitado a presentar
la relación de acontecimientos que constituyen la política exterior de un
determinado país en un determinado lapso, dejando de lado -la inmensa mayoría
de ocasiones- la cuestión de su génesis, construcción, aplicación, evaluación y
trascendencia” (Villalba Hidalgo, 2011, pág. 11)

Más allá de las diferencias existentes entre las políticas exteriores, Villalba
Hidalgo, enumera ciertos rasgos comunes. En primer lugar, todos los Estados
tienen una política exterior, no hay ningún país que se encuentre aislado. Un
segundo punto de comparación entre las distintas naciones es que ninguna lleva
a cabo una acción política sin motivaciones previas.

Toda política exterior se realiza para cumplir con un fin predeterminado y este, a
su vez, es originado por alguna necesidad interna o alguna situación externa que
afecta de alguna u otra manera a dicha nación. Nos detenemos en este punto para
mencionar que en Argentina, luego del periodo dictatorial, la promoción de los
derechos humanos, la necesidad de soluciones económicas, aspectos referidos a
la educación, cultura, sociedad en sí misma, motivaron los vínculos con distintos
países. La necesidad interna de separarse del régimen militar llevó al país a
solidificar sus intereses nacionales en materia de política exterior.

Como tercer rasgo en común, todas las naciones, independientemente de su


proceso histórico particular, han construido un Estado. Es decir, un aparato político
administrativo que se encarga de llevar a cabo las tareas necesarias para el
mantenimiento, mejoramiento y engrandecimiento de las condiciones en que se
encuentra la Nación. De tal manera, la conducción de la política exterior recae
dentro de las atribuciones de todo Estado, que es el encargado de llevarla a la
práctica de acuerdo a la situación por la que la Nación atraviesa.

Centrándonos en el caso argentino durante el mandato presidencial de Raúl


Alfonsín, los autores del libro “Política Exterior Argentina: poder y conflictos (1880-
2001)”, Mario Rapoport y Claudio Spiguel, explican que “desde 1983, la
consolidación del régimen constitucional argentino y el logro de una democracia
estable, se fue asociando, poco a poco, a la búsqueda de una reinserción

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

económica y diplomática de Argentina en el sistema internacional que abandonara


las políticas mercado internistas y autonomistas, cuyas bases internas de
sustentación se habían debilitado agudamente merced al proceso dictatorial”
(Rapoport & Spiguel, 2005, pág. 18).

El fin del gobierno militar dejó importantes consecuencias en el país, no tan solo
económicas por la gran deuda externa, sino también políticas, sociales y
culturales. Pero Argentina no fue el único país que tuvo resultados desfavorables,
sino que coincide con gran parte de los países latinoamericanos que tuvieron
gobiernos dictatoriales y que iniciaron el proceso de restauración de la
democracia. En este sentido, Juan Carlos Portantiero menciona que “los años 80’
colocaron a buena parte de los países latinoamericanos ante un desafío particular:
la combinación entre la voluntad de construcción de regímenes democráticos y
una gran crisis económica, que obliga a redefinir las relaciones entre Estado y
sociedad; entre gobierno y mercado; entre política y economía”. (Portantiero,
1989, págs. 88-94)

Las precisiones conceptuales expuestas sobre política exterior expresan que el


principal elemento que contiene una política exterior es su carácter estatal. A pesar
de la diversidad de actores internacionales existentes, el Estado es el único que
reúne los requisitos para llevarla a cabo la capacidad jurídica reconocida
internacionalmente y la capacidad política plena, autónoma y eficaz.

Estado

En primer lugar, Daniel R. García Delgado, en su libro “Estado & Sociedad”


dedicado al estudio de la relación entre el Estado y la sociedad, muestra la
relevancia de los cambios ocurridos a través de una cronología de hechos que
inicia en los años ’40 hasta los ’80. Percibe al Estado como una relación social,
“procuramos sistematizar sus mediaciones con la sociedad, tanto en lo
económico, en lo político, como en lo sociocultural. Pensamos el poder del Estado
como más relacional y menos omnipresente, buscando alejarnos de perspectivas
ahistóricas, que impiden comprender el fenómeno en su evolución y complejidad,
como de aquellas que lo enfocan desde el nivel puramente institucional,
considerando al Estado como una estructura autónoma y homogénea. Se trata de
un distanciamiento tanto de las concepciones juridicistas como de las sistémicas,
que consideran al Estado como autónomo de la sociedad civil y de su cultura y no
influido o modelado recíprocamente por ésta”. (García Delgado, 1994, pág. 29)

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Tratados Internacionales

De las múltiples y variadas relaciones entre los países surgen los tratados
internacionales. Estos tratados se crearon con el fin de dar expansión y sustento
a las relaciones entre los sujetos de derecho, y son independientes de las
ideologías, condiciones y formas de vida. Son el resultado de los lineamientos de
los Estados, en los que tuvieron el objetivo de consensuar criterios para el
bienestar de la población. Ya sea desde el ámbito social-cultural propio, hasta los
acuerdos para incrementar el comercio regional permitiendo la apertura al
escenario internacional que representa un cambio político en el plano interno y
una percepción distinta del mundo.

A pesar de que la tesis toma como referente de análisis a los tratados


internacionales, también existen convenios y acuerdos de carácter internacional
que son relevantes para el estudio. Pero resulta necesario delimitar
conceptualmente a cada uno para evitar confusiones teóricas. En este marco,
Guillermo Moncayo, en el libro “Derecho Internacional Público” del año 1990,
diferencia a los tratados, convenios y acuerdos internacionales: los primeros son
la fuente creadora de normas jurídicas internacionales más importantes; los
segundos son tratados codificados adoptados con los auspicios de la
Organización de Naciones Unidas; y los acuerdos son tratados que no se celebran
por escrito. “Pero, cualquiera sea su denominación particular, en todos los
supuestos se define a un mismo negocio jurídico generalmente identificado como
“tratado internacional”. (Moncayo, 1990, pág. 95)

Democracia y transición hacia la democracia

Yolanda Casado en el libro “Fundamentos de ciencia política” realiza un estudio


sobre las democracias, definiéndolas como la forma de gobierno en la que las
reglas del juego permiten resolver los conflictos que inevitablemente surgen en la
sociedad sin necesidad de recurrir a la violencia. En el contexto de la restauración
de la democracia en Argentina, este concepto define una democracia pasiva
donde los esfuerzos estuvieron puestos en separarse del régimen militar. Pero la
democracia no es solo una forma de gobierno, sino que implica todos los medios
para que una sociedad pueda salir adelante, como, por ejemplo, la defensa de los
derechos, la cooperación e integración regional para el desarrollo económico,
social, educativo y cultural.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Siguiendo en esta línea, es preciso definir también el proceso de transición que


atravesó el país de la dictadura al gobierno democrático. Este paso se entiende
como “el intervalo que se extiende entre un régimen político y otro” según
Guillermo O’Donnell y Philippe C. Schmitter en el libro “Transiciones desde un
gobierno autoritario: conclusiones tentativas sobre las democracias inciertas”.
Para ellos, las transiciones están delimitadas, de un lado, por el comienzo del
proceso de disolución del régimen autoritario y, del otro, por el establecimiento de
alguna forma de democracia, el retorno de algún tipo de régimen autoritario o el
surgimiento de alguna alternativa revolucionaria.

Asimismo, en el caso argentino, las elecciones del año 1983 fueron victoriosas
para el partido político radical, que impuso la forma de gobierno democrática que
perduró hasta la actualidad. “La señal de que se ha iniciado una transición es que
estos gobernantes autoritarios, por cualquier motivo, comienzan a modificar sus
propias reglas con vistas a ofrecer mayores garantías para los derechos de los
individuos y grupos” (O'Donnell & Schmitter, 2010, pág. 87). García Delgado
aporta al respecto que “uno de los logros significativos del proceso de transición
consistió en institucionalizar el Estado de Derecho, lograr el funcionamiento
autónomo de los poderes públicos y garantizar el respeto de las libertades luego
de su arrasamiento realizado por la dictadura. Esta no fue una conquista menor
en un país acostumbrado a la inestabilidad política y ejemplo típico del ciclo
autoritarismo-democracia latinoamericano. Se trató del cambio de régimen en un
proceso que en los '80 transformó no sólo la escena política argentina, sino
también a la mayor parte de los países de la región” (García Delgado, 1994, pág.
108)

Cooperación e Integración

El trabajo de tesis utilizó en el estudio de los tratados internacionales la


cooperación internacional, para describir los vínculos que se generaron a partir de
cada Estado con el que el gobierno argentino firmó un nuevo documento referido
a la solidaridad y colaboración recíproca. Fuera económico, cultural o social. El
concepto de cooperación internacional en sí es generar una acción para que junto
a las de otros, se logre obtener un resultado favorable, “es un proceso de apoyo
entre países y/o diferentes agentes en ámbitos relacionados con la seguridad y el
desarrollo”. (Manual de Cooperación Descentralizada, 2012, pág. 14)

19
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

De esta manera, estará presente en las acciones de dos o más naciones u


organizaciones de la sociedad civil, interesadas en intercambiar conocimientos,
tecnologías, experiencias, oportunidades económicas y con el ánimo de colaborar
en la búsqueda de soluciones mutuamente favorables. Es un instrumento propio
de la política de relaciones internacionales de las regiones, que busca contribuir
al desarrollo.

En el caso argentino, según Alconada Sempé, significó “para facilitar el proceso


de inversión, crecimiento e incorporación de tecnología y capacidades de las
partes más desarrolladas, Argentina formalizó con Italia y España tratados de
cooperación. También inició negociaciones con Francia, Alemania y Japón. En el
tema científico, desarrolló con fines pacíficos de los estudios y aplicación en los
campos atómicos, satelital y otros. Firmó convenios de cooperación científico-
tecnológica. (Alconada Sempé, 1989)

20
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Capítulo 1: Argentina en los años 80 y la antesala del gobierno radical


democrático

“Iniciamos una etapa que sin duda será difícil, porque


tenemos todos, la enorme responsabilidad de asegurar
hoy, y para los tiempos, la democracia y el respeto por
la dignidad del hombre en la tierra argentina”, Raúl
Alfonsín. Plaza de Mayo, 10 de diciembre de 1983.

Contexto nacional e internacional

Los años 80’ llegaron al país con grandes cambios. La antesala del gobierno
democrático tuvo, por un lado, el conflicto armado más relevante de los últimos
años con la “Guerra de Malvinas” en el año 1982, ocasionando complicaciones de
diversas índoles. Por otro lado, también se transitaban los últimos momentos de
la llamada “Guerra Fría” entre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(URSS) y Estados Unidos, que en 1981 se encontraba en la etapa llamada “Nueva
Guerra Fría”, llegando a su fin unos años después.

Pero por otra parte, en la vida interna del Estado, también sucedió un hecho
relevante: la transición de un gobierno autoritario a un gobierno democrático luego
de las elecciones del año 1983. Más allá de haber significado el retorno de la
democracia, estas elecciones revelaron un hecho histórico, luego de muchas
décadas el partido político que representaba el presidente Raúl Ricardo Alfonsín,
la Unión Cívica Radical, volvió a dirigir el país, ganándole el lugar al partido político
Peronista.

Guerra de Malvinas

En el año 1982 se produjo un conflicto armado que, hasta la actualidad, persiste


en la memoria de todos los argentinos. Hablamos de la Guerra de Malvinas,
disputa entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía y pertenencia de las
Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, que tuvo lugar entre el 2 de
abril, día en el que el Ejército Argentino desembarcó en las islas y el 14 de junio
de 1982, cuando decretaron el cese de las hostilidades y Reino Unido se
estableció nuevamente en las islas. Desde aquel momento, ha persistido en la
agenda externa entrelazada con un fuerte sentimiento de rechazo al colonialismo

21
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

y a la protección de la soberanía nacional. Argentina se encontraba bajo el mando


del presidente Teniente General Leopoldo Galtieri, que a su vez presidia al Ejército
Argentino. En ese contexto y, en materia de política exterior, “tuvo un gran
acercamiento con Washington proponiendo la intervención de oficiales, asesores
y armas para la organización, en colaboración con la CIA, de fuerzas
contrarrevolucionarias en Nicaragua y América Central” (Rapoport & Spiguel,
2005, pág. 67). Esta política del nuevo presidente estadounidense Ronald
Reagan, tenía como objetivo recomponer la hegemonía norteamericana en el
mundo, dejó de lado la política de Derechos Humanos para utilizar criterios
geopolíticos y estratégicos en las relaciones con los gobiernos latinoamericanos
por su nueva política de ofensiva, en el marco de la controversia bipolar de aquel
entonces, la Guerra Fría.

El panorama a comienzos de los años ochenta era demasiado desalentador en


Latinoamérica, pero principalmente preocupaba la grave crisis financiera que
atravesaba el país, a consecuencia de la nueva política económica
estadounidense que buscaba ajustar y atraer capitales del exterior produciendo
una suba en los intereses de las deudas de los países periféricos. No obstante a
ello:

“una zigzagueante reactivación del movimiento sindical opositor y de


los conflictos obreros, a partir del primer paro general en abril de 1979,
pese a la represión y al colaboracionismo directo de una parte de las
jerarquías sindicales; la evolución de la lucha democrática
encabezada por las Madres de Plaza de Mayo y otros organismos
defensores de los derechos humanos; la oleada de protestas de
pequeños y medianos productores agropecuarios en los inicios de la
década del ’80, son todos afluentes que impulsaban un salto en el
desarrollo del movimiento antidictorial” (Rapoport & Spiguel, 2005,
págs. 65-66).

Ya finalizando el conflicto armado con la derrota del país, en el año 1982, Galtieri
fue reemplazado por el General Reynaldo Bignone, que asumió bajo las
condiciones de un fuerte repudio de la sociedad, y que a su vez, intensificaba los
factores que propiciaron el fin de la dictadura en 1983 con la victoria del partido
radical.

22
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Como bien explica Rapoport, por un lado, el retorno al régimen constitucional fue
impuesto por la crisis del régimen y el ascenso del movimiento antidictorial que
estuvo en el trasfondo de todos aquellos sucesos; por el otro, la salida electoral
negociada con la oposición civil mantuvo intacto el aparato estatal en manos de
un poder económico sumamente concentrado, emergente de la
desindustrialización, el empequeñecimiento del mercado interno y la
profundización de la dependencia (Rapoport & Spiguel, 2005, pág. 70). Ello
significó un gran desafío para el nuevo gobierno ya que debía reivindicar la imagen
del país frente al escenario internacional en un contexto de presión continua por
parte de los militares.

Pero el presidente, Raúl Alfonsín, a pesar de los obstáculos que presentaba la


estructura interna, decidió optar por mantener una visión optimista e idealista
sobre la resolución del conflicto por las Islas Malvinas, continuando negociaciones
bilaterales con Gran Bretaña.

“Nueva Guerra Fría”

A mediados del siglo XX, en el campo de las Relaciones Internacionales,


sucedieron hechos que, aún hasta el día de hoy, continúan siendo temas de
discusión en los foros y/o debates internacionales. Luego de la Segunda Guerra
Mundial, en el año 1947, se inició la etapa de la Guerra Fría, que culminó en el
año 1991 con la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Según el concepto de Guerra Fría que explica Esther Barbé, como un sistema
bipolar ya definido, que contuvo dos esferas de autoridad y una distribución
jerárquica del poder, cerradas sobre sí mismas, aludiendo a la hegemonía dictada
por Estados Unidos y la Unión Soviética. La guerra se traslada a la periferia del
sistema bipolar donde los innumerables cambios (guerras de liberación,
descolonización) dejan margen de maniobra a las dos superpotencias para
aumentar su esfera de influencia. (Barbé, 2007, pág. 236).

En este sentido, la Guerra Fría produjo grandes transformaciones en el orden


internacional y fueron muchos factores, culturales, ideológicos, económicos,
militares, sociales y políticos, que se combinaron a lo largo del periodo y que
iniciaron nuevos debates en diversas áreas, a fin de adaptarse a la transición hacia
un nuevo orden internacional.

23
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Retomando al periodo de estudio de los años `80, nos encontramos en la etapa


de la “Nueva Guerra Fría”. Momento en el que Ronald Reagan, en enero de 1981,
asumió la presidencia de los Estados Unidos significando profundos cambios en
la política interna y externa. “Los principales problemas con los que se enfrentaba
la administración de Ronald Reagan, estaban enmarcados en el relativo
debilitamiento del poder de los Estados Unidos, ya sea en el ámbito económico
(bajo crecimiento de la productividad, alta tasa de inflación, alto grado de
desempleo, disminución de las inversiones) como la perdida de la hegemonía ante
el avance de la URSS y la difusión del poder” (Bologna, 1988, pág. 20).

Ante tales inconvenientes, el presidente norteamericano propuso poner en marcha


concepciones neoconservadoras que ofrecían una visión optimista y una
estrategia de recomposición militar y económica conjunta que conduciría a la
recomposición hegemónica. Sostenía dos ideas fundamentales, el retorno a la
guerra fría y relación estrecha que existe entre la política económica internacional
norteamericana y su política de seguridad (Bologna, 1988). Pero
consecuentemente, en la segunda mitad de los ochenta, la política de Ronald
Reagan no pudo sostener los cambios y limitaciones que surgían en su estructura
por la nueva política exterior de la Unión Soviética que afianzaba los lineamientos
de la reestructuración económica (Perestroika) y la liberación del sistema político
(Glasnost).

Sin embargo, durante la década de los ‘80 la Unión Soviética cambiaría su política
internacional. En ese sentido ensayaría un acercamiento a Europa Occidental,
relanzaría las relaciones comerciales con China y avanzaría, a partir de 1985 en
una reestructuración (Perestroika) que le diera nuevos visos de permanencia a la
delicada situación económica que vivía. De hecho, desde la asunción de
Gorbachov, había abandonado todo tipo de política confrontativa, buscando la
cooperación entre las economías de los países socialistas y los occidentales.
Puntualmente, en el caso de América Latina había iniciado lo que se conoció como
“ofensiva pacífica”, en la que buscaba fortalecer los vínculos comerciales e
industriales con los países del Tercer Mundo. Al mismo tiempo que puede
observarse un repliegue geopolítico de la Unión Soviética del mundo, al retirarse
de Afganistán (1989), el mismo año Vietnam se retira de Camboya (1989), los
sandinistas son derrotados en las elecciones abiertas (1990) y Mengistu cae en
Etiopía (1991). (Míguez, 2013)

24
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

El objetivo en el plano estratégico-militar estadounidense era la contención del


expansionismo soviético en el Tercer Mundo. Pero, a fines de los años ochenta,
colapsó el sistema de la Unión Soviética dando lugar al primer hecho que
transcendería en el tiempo, la Caída del Muro de Berlín. Asimismo, fue una
continuación de sucesos. Pues desapareció el sistema socialista en la Europa
central y oriental, Alemania se reunificó y, finalmente, se desintegró la Unión
Soviética, dando lugar al nacimiento de nuevos Estados y a una nueva era
internacional.

La transición del gobierno dictatorial a la democracia en Argentina

La “transición” corresponde a un proceso que se caracteriza por ser un intervalo


entre un régimen político y otro. Así lo definió Guillermo O’Donnell, uno de los
principales politólogos que escribió sobre las transiciones de regímenes
autoritarios.

En los discursos de Raúl Alfonsín, además de demostrar una constante


preocupación por el futuro del país, y de cómo revertir la situación de crisis que
atravesaba la sociedad, se refería a la transición manifestando que “no es posible
apreciar con justeza el momento que vive el país sin pensarlo como una etapa de
transición. El gobierno que todos constituimos no es un gobierno normal que
administra una situación normal. No estamos viviendo situaciones de rutina, días
corrientes de la historia”. Y agrega: “Pueblos admirables han entendido muy bien,
en el pasado reciente, qué es una transición y cuáles son sus verdaderas reglas
de juego para que no fuera un nuevo intervalo entre dos dictaduras. No
pretendemos transferir a la oposición esa responsabilidad que, por el contrario,
asumimos plenamente a través de la búsqueda de la reconciliación y el diálogo”.
(Cicogna & La Ruffa, 2010, págs. 2-26)

Define lo que transición implica en esa coyuntura:

“Si la crisis es compleja, la transición también lo es. Las circunstancias


nos obligan a acometer un doble tránsito: hacia la democracia desde
el autoritarismo y hacia un nuevo proyecto de nación, desde la
decadencia irremediable de un modelo de sociedad que ya sabemos
no tiene futuro. Nuestra transición combina, pues, las metas de un
nuevo régimen y las de un nuevo sistema. Ese doble carácter,
institucional y estructural de la transición, es el que define el aspecto
fundacional de este tiempo. Por lo tanto, la acción del gobierno debe

25
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

distinguirse en esos dos niveles. Del primero, tal como lo prescribe la


Constitución y las prácticas democráticas, es el responsable en tanto
representante del pueblo. Del segundo, es el agente de la sociedad, la
que asume a través de todas sus instancias y organizaciones la
responsabilidad del proyecto. Estar en transición a la democracia
significa que tenemos que superar hábitos autoritarios de más de 50
años, quitarnos la costumbre de tomar atajos, de no respetar las
reglas”. (Cicogna & La Ruffa, 2010, págs. 2-26)

Luego de la derrota de Malvinas, Argentina presentaba debilidades para poder


ejercer su soberanía nacional a pesar de haber recuperado la soberanía popular.
Como bien explica Hugo Quiroga, “al mismo tiempo que la renaciente democracia
luchaba por institucionalizarse, debió adecuarse a las exigencias de
reestructuración de una economía mundial, lo que provocó considerables fisuras
sociales”. (Quiroga, 2005, págs. 91-92) Existían condiciones internas que
dificultaban la transición, y que pueden ser divididas en las siguientes categorías:
las que eran originadas en las debilidades estructurales del partido de un gobierno
democrático para avanzar en la consolidación del sistema, o las originadas de la
acción voluntaria de los grupos antidemocráticos que resistían a esta transición.
(Alconada Sempé, 1989)

Las complicaciones se debían al sector económico, ya que el gobierno dictatorial


había contraído una gran deuda externa para financiar los gastos de la Guerra.
Los grupos antidemocráticos se manifestaban agobiando a la sociedad, que cada
vez se oponían más y más a su institución. Estos grupos, que surgieron luego del
derrocamiento del gobierno militar, tenían una imagen negativa, ya que la
opresión, la corrupción y la violación de los derechos humanos, eran su herencia
y no garantizaba el bienestar de los ciudadanos.

Raúl Alconada Sempé argumentaba que dentro de las debilidades estructurales


del nuevo gobierno democrático, la sociedad argentina tenía una crisis de
ajuridicidad en la que se había constituido una cultura autoritaria y se había
lesionado el sentimiento de solidaridad en la búsqueda del bien común,
perdiéndose la noción de participación y responsabilidad. Por otra parte, existía
una obligación ética de restablecer ciertos principios básicos de toda sociedad
civilizada. En este sentido, se debía restablecer la justicia y convicción de que no
existía la impunidad. Se advertía el agotamiento de los modelos clásicos de
desarrollo y crecimiento de las naciones en desarrollo debido a los cambios

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

producidos en el mundo. Las políticas impuestas por el régimen militar habían


postergado la modernización de la estructura económica del país. Asimismo, se
debía construir un partido democrático suficientemente fuerte y consolidado para
poder avanzar en las reformas necesarias. (Alconada Sempé, 1989)

Entonces, la democracia se construyó con lo que estaba disponible, con los


recursos que dejó la dictadura. “A partir de 1983, pareciera que los ciudadanos y
dirigentes argentinos se pusieron de acuerdo sobre el sistema político con el cual
desean vivir. La unión de estas convicciones es el más sólido escudo que pueden
encontrar las acciones de los actores antidemocráticos y es la mejor defensa de
un proyecto de vida público y colectivo”. (Quiroga, 2005, pág. 92)

Este vaivén entre la confianza y la desconfianza de la sociedad era el punto al que


el gobierno radical quería acercarse. El presidente Raúl Alfonsín trataba de
inspirar esperanza en sus discursos para apaciguar las manifestaciones. En la
Asamblea Legislativa del 10 de diciembre de 1983, dio un mensaje inspirado en
restablecer el orden en el país:

“Vamos a reestablecer definitivamente en la Argentina la democracia que


todos los argentinos queremos, dinámica, plena de participación y
movilización popular para los grandes objetivos nacionales, en el marco bien
definido pero históricamente flexible de nuestra Constitución, que garantiza
todos los derechos, todas las libertades, todos los avances sociales y
culturales del mundo moderno, a la vez que asegura la responsabilidad de
los gobernantes ante el pueblo a través de los mecanismos jurídicos y
políticos de control que la misma Constitución ha previsto, y de la periódica
renovación de los poderes mediante el ejercicio del sufragio”. (Alfonsín R. R.,
Discursos Presidenciales, 1984)

Si bien la democracia tiene muchas definiciones, y se la puede interpretar de


distintos puntos de vista, en los comienzos de este nuevo gobierno y en su
desarrollo, le costó esfuerzo reafirmar las bases de la democracia y, por, sobre
todo, el convencimiento de la sociedad. Es decir, “el nuevo régimen podría
describirse como una democracia “frágil” o “difícil”, los elementos de continuidad
en la nueva etapa hacían especular a la población si se trataba, o no, de un nuevo
régimen completo en todas sus funciones”. (O'Donnell, Schmitter, & Whitehead ,
Transiciones desde un gobierno autoritario, 1994, pág. 30)

En resumen, de acuerdo a Pasquino (2011), la democracia es un fenómeno


político complejo que presenta una gran variedad de estructuras y modalidades

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

de funcionamiento. (Pasquino, 2011) Y el proceso de instalación o profundización


de la democracia en las sociedades es entendido como democratización política.
Pero si puede haber certeza de que las instituciones que funcionaban durante la
dictadura, no son las mismas que las del régimen democrático. Se modificaron
desde los objetivos de cada una de ellas, hasta sus actividades en la sociedad.
Según O’Donnell, para demostrar la transformación de un régimen político a otro,
solo basta con diferenciar, por lo menos analíticamente, los procesos de transición
y consolidación involucrados en todos los cambios de régimen político. (O'Donnell,
Schmitter, & Whitehead , Transiciones desde un gobierno autoritario, 1994)

El radicalismo de Raúl Alfonsín

“Somos la Unión Cívica Radical que el pueblo eligió en 1983 para encabezar
la marcha de la consolidación de la democracia. Somos la que envió a la
Justicia a los militares que habían violado derechos humanos. Somos la que
edificó de nuevo el poder judicial, la que reconstruyó el sistema educacional
argentino, la que restableció la Reforma Universitaria. Somos la Unión Cívica
Radical que recuperó el prestigio internacional de la Nación porque cuando
iba el presidente a cualquier foro internacional no era aplaudido porque se
llamara Raúl Alfonsín, sino porque era el representante de la democracia
recuperada de los argentinos”. (Alfonsín R. R., 1995)

Con este discurso, el 10 de mayo de 1995 en la Plaza de Mayo, el ex presidente


Raúl Ricardo Alfonsín se dirigía al pueblo argentino en la presentación de la
campaña presidencial de Horacio Massaccesi, pidiendo unidad y recordándole los
principios de la Unión Cívica Radical (UCR) que él representaba.

La Unión Cívica Radical surge a fines del siglo XIX durante una profunda crisis
económica y donde la política estaba fragmentaba. Fue el principal partido de la
oposición en la Argentina pues en su accionar como fuerza opositora la UCR
desafió el orden ideológico y político acuñado desde 1880 y contribuyó a sentar
las bases de un nuevo sistema de partidos marcado por el antagonismo entre el
gobierno y la oposición. Se ha caracterizado por su ideología de inspiración
igualitarista, habiendo desempeñado un papel decisivo para la conquista del
sufragio universal y secreto masculino. Fue también el primer partido político
argentino en presentar un proyecto de ley de voto femenino en 1919, que
finalmente no prosperó dada la mayoría conservadora en el Congreso.
Caracterizada por defender los derechos sociales y buscar el desarrollo y la
dignidad humana en todas las etapas de la historia argentina, la UCR fue la

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

creadora del descanso dominical y la jornada laboral de ocho horas, e ideóloga


del Artículo 14 bis de la Constitución Nacional, redactado por el entonces
presidente del Comité Nacional, Crisólogo Larralde, el cual incluye el derecho a
huelga que no estaba incluido en la constitución peronista de 1949. Se caracterizó
también por haber impulsado la instalación de la democracia liberal en el país y
por ser un partido ampliamente representativo de las clases medias argentinas
durante la mayor parte del siglo XX. Su origen se remonta a la representación de
las clases bajas inmigrantes y descendientes de inmigrantes, a quienes Leandro
Alem denominaba "compañeros desposeídos", para reunir hoy en sus filas a todos
los ciudadanos que continúan con la lucha diaria por lograr la consolidación
definitiva en nuestro país y para el beneficio de todos sus habitantes, de los
valores republicanos, la libertad y la igualdad. (Unión Cívica Radical, s.f.)

Raúl Alfonsín fue el líder de la UCR que asumió la presidencia en 1983, con toda
la convicción de potenciar la legitimidad de su gobierno surgido en las urnas. Era
un presidente que se encontraba acorde a los valores socialistas, por los cuales,
sostener el pluralismo, la democracia y los derechos humanos vigentes era una
tarea impostergable. En su gestión, se puede ordenar cronológicamente las
primeras acciones que llevó a cabo para restablecer la democracia. En primer
lugar, el 15 de diciembre de 1983 –a cinco días de haber asumido como
presidente-, sancionó dos decretos que pusieron límites a los militares. Los
decretos 157/83 y 158/83, por los cuales ordenaba enjuiciar a los integrantes de
la Junta Militar que usurpó el gobierno de la Nación el 24 de marzo de 1976 y a
los integrantes de las dos juntas militares subsiguientes, además a los dirigentes
de las organizaciones guerrilleras ERP y Montoneros. (Télam, 2015)

Ese mismo día creó una Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas,
llamado CONADEP, integrada por distintos profesionales, del ámbito científico,
jurídico, educativo y social, con el fin de revelar, documentar y registrar casos y
pruebas de violaciones de derechos humanos. Fue así, que un año después,
Alfonsín recibió un informe de esta institución llamado “Nunca Más” y que continúa
teniendo una gran importancia simbólica hasta la actualidad.

Como hecho particular, se dio el juicio a las Juntas entre el 22 de abril y el 14 de


agosto de 1985, donde finalmente, el 9 de diciembre, se dictó la sentencia
condenando a Jorge Rafael Videla y a Eduardo Massera a reclusión perpetua; a
Roberto Viola a 17 años de prisión; a Armando Lambruschini a 8 años de prisión
y a Orlando Ramón Agosti a 4 años de prisión. Por las características que tuvo

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

esta situación, siendo una condena a juntas militares realizada por un gobierno
democrático, es un hecho único en el mundo que contrastó fuertemente con las
transiciones negociadas que se dieron en Uruguay, Chile, Brasil, España, Portugal
y Sudáfrica.

Hacia fines de 1986, las presiones que recibía el presidente Alfonsín de distintos
sectores eran crecientes, pero puntualmente de las diversas manifestaciones que
surgían en las Fuerzas Armadas. Ello impulsó la decisión del presidente a enviar
al parlamento un proyecto de ley llamado “Punto Final” que imponía un plazo de
60 días para procesar a acusados de delitos de lesa humanidad.

“Es así que estamos enviando al Congreso de la Nación, para su tratamiento


en sesiones extraordinarias, un proyecto de ley que contempla un plazo de
extinción de la acción penal que permita en el menor tiempo razonable liberar
de sospechas a quienes, a más de tres años de iniciadas las investigaciones,
no hayan sido considerados formalmente sospechosos por los jueces, al par
que se procura acelerar los procesos. La limitación a la persecución penal
que comporta ese proyecto de ley se refiere a los hechos en los que se
alteraron los límites y esencia de los actos de servicio. Esto último excluye,
por cierto, actividades por entero ajenas a la alegada acción contra el
terrorismo, como por ejemplo la supresión del estado civil de menores”.
(Alfonsín R. R., 1986)

Hacia 1987 el país atravesaba problemas sociales pero también se encontraba en


un momento importante para la economía argentina con la implementación del
Plan Austral que intentaba extender la democracia al campo económico. Este plan
buscaba reactivar la economía a través del cambio de moneda para evitar la suba
desmedida de la inflación.

Por otra parte, la Semana Santa de este año, significó un nuevo desafío para el
gobierno. Una manifestación encabezada por los “Carapintadas”1, jefes y jóvenes
militares, demostraron a la sociedad que su presencia seguía vigente y que no
aceptarían las decisiones del gobierno de turno. “Este no es un exabrupto
temperamental de un hombre, sino una meditada maniobra de un grupo de
hombres, cuyo objetivo es crear un hecho consumado que obligue al gobierno a

1
Los “Levantamientos Carapintadas”, nombrados así por mostrarse públicamente con los rostros pintados
con pomada para camuflaje, fueron manifestaciones realizadas por un grupo de militares del Ejército
Argentino, que se negaban a la investigación y enjuiciamiento de los culpables de los delitos de lesa
humanidad cometidos durante el último régimen militar.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

convertir en materia de negociación su política” (Alfonsín R. R., Discurso asunción


, 1983). En un discurso, Alfonsín se refirió al hecho diciendo que:

“se pretende por esta vía imponer al poder constitucional una legislación que
consagre la impunidad de quienes se hallan condenados o procesados en
conexión con violaciones de derechos humanos cometidas durante la pasada
dictadura. No podemos, en modo alguno, aceptar un intento extorsivo de esta
naturaleza. Nos lo impide la ética, nos lo impide nuestra conciencia
democrática, las normas constitucionales así como las que rigen a las
Fuerzas Armadas basadas en la disciplina. Los jefes y oficiales de las Fuerzas
Armadas solo tienen delante de sí una obligación: obedecer las órdenes de
sus superiores y del comandante supremo. Para ello han asumido el honroso
compromiso de recibir las armas que son de la Nación y para defensa de la
Nación”. (Alfonsín R. R., 1986)

No pasó mucho tiempo de aquella manifestación, cuando el presidente Raúl


Alfonsín sancionara la Ley de Obediencia Debida, que establecía que los delitos
cometidos por los miembros de las Fuerzas Armadas cuyo grado estuviera por
debajo del coronel, durante el terrorismo de Estado y la dictadura militar, no eran
punibles, por haber actuado en virtud de la obediencia debida. Pero este proyecto
no fue bien recibido por algunos sectores de la población, ya que para algunos se
contraponía con el discurso inicial del Presidente de aplicar justicia. Los
intelectuales del oficialismo objetaron al proyecto desde lo social y lo político en
tanto que no tenía por fin consolidar la democracia. El proyecto no aparece como
una herramienta eficaz de contar con el sustento que debería darle una sociedad
convencida de la justeza y oportunidad de tal ley, ni con el acuerdo previo de los
principios e instituciones sociales representativas. (Mercer, 2005)

En resumen, durante los años 80’ podemos observar el contexto divido en dos
ámbitos distintos pero conectados. Por un lado, en el ámbito internacional la
Guerra Fría se encaminaba a su fin y desprendía consecuencias en todo el mundo,
mientras las crisis económicas y sociales que atravesaban algunos países
latinoamericanos traspasaban las fronteras. Pero por otra parte, en el ámbito
interno, el país intentaba recuperarse de una crisis económica heredada de la
dictadura, intentaba estabilizar la situación económica, defender los derechos
humanos e integrarse a la agenda internacional.

De ello se desprende que la restauración de la democracia representó aciertos y


desventajas para algunas de las instituciones del gobierno radical. A pesar de que

31
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

el mayor interés fue recuperar el país luego del periodo dictatorial a través de
distintas acciones positivas para la sociedad y por medio de la inserción el
escenario internacional, algunos sectores no aceptaron y se manifestaron en
contra del gobierno. Por ejemplo, las manifestaciones de los militares que se
negaban a obedecer las decisiones de Raúl Alfonsín.

Foto obtenida de la página web del Ministerio de Cultura de la Nación

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Capítulo 2: Política exterior argentina y los vínculos con el escenario


internacional

“El pluralismo es la base sobre la que se erige la


democracia y significa reconocimiento del otro,
capacidad para aceptar las diversidades y discrepancias
como condición para la existencia de una sociedad libre”,
Raúl Alfonsín, Plaza de Mayo, 10 de diciembre de 1983.

Política Exterior

La política exterior ha sido abordada por distintos estudiosos a fin de definir su


concepto y su funcionalidad. En este trabajo, nos referimos a aquellos conceptos
que hacen referencia a la dinámica del Estado en el mundo internacional; como
ya se mencionó anteriormente, Villalba Hidalgo precisó que la política exterior se
refiere a “todas aquellas actitudes, decisiones y acciones de un Estado, frente a
otros Estados, para el logro de sus propósitos y la defensa de sus intereses
nacionales” (Villalba Hidalgo, 2011, pág. 14). En el caso argentino, a este
concepto lo podemos adaptar para las decisiones y acciones tomadas por el
presidente Raúl Alfonsín con el propósito de encaminar su política exterior hacia
una postura positiva, de apertura de las relaciones internacionales, en la que prime
la democracia y las buenas relaciones con el escenario internacional. Pero, no son
solamente los Estados lo que mantienen relaciones con distintos países, sino que
existe una multiplicidad de actores que aparecieron con la evolución de la
dinámica internacional. “La política exterior es aquella área de actividad
gubernamental que es concebida como las relaciones entre el Estado y otros
actores, particularmente otros Estados (pero no exclusivamente), en el sistema
internacional” (Lasagna, 1995, pág. 309) En este caso, multiplicidad de actores
nacionales argentinos iniciaron una etapa de expansión hacia el exterior, en busca
de lograr concretar sus intereses que radicaban en hacer valer sus derechos,
llevar bienestar a la sociedad, educación y tecnología, entre otros.

Entonces, podemos resumir que la política exterior se desarrolla en tres ámbitos


de aplicación. Por un lado, de acuerdo a las decisiones políticas, en el ámbito
individual; por otra parte, en el ámbito interno, debido a las relaciones entre el
sistema político y la política exterior y, por último, en el ámbito externo que es toda
la estructura internacional.

33
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

En esta dinámica, la conexión entre la vida nacional y la realidad internacional,


generan múltiples hechos a diario, debido a que la política exterior varía con el
tiempo, ninguna es igual a otra, ni contienen los mismos actores.

El contexto general del país en el periodo de Raúl Alfonsín coincide con la teoría
de la autonomía2 de Juan Carlos Puig. Propone distintos grados de dependencia
o “autonomía” en los países de la periferia, distinguiendo entre la dependencia
paracolonial, dependencia nacional, autonomía secesionista y autonomía
heterodoxa. Esta última corresponde al periodo de análisis y se refiere a que: “en
este estadio, los supremos repartidores nacionales del Estado que forman parte
de un bloque siguen aceptando la conducción estratégica de la potencia
dominante, pero discrepan abiertamente con ella por lo menos en tres cuestiones
importantes, en el modelo de desarrollo interno que puede no coincidir con las
expectativas de la metrópoli, en las vinculaciones internacionales que no sean
globalmente estratégicas y en el deslinde entre el interés nacional de la potencia
dominante y el interés estratégico del bloque” (Bologna, 1988, pág. 21). No acepta
que se imponga dogmáticamente apreciaciones y estrategias políticas que solo
sean de interés de la potencia hegemónica.

Según Alejandro Simonoff, la autonomía heterodoxa “hace referencia a un estado


ideal de construcción autonómica, entendiéndolo como los márgenes de maniobra
que tiene un Estado dentro del contexto que el sistema internacional le permite”
(Simonoff A. , 2018), es decir, esta autonomía no es percibida como una ruptura
con los países principales del bloque, sino como una forma de relación en donde
el Estado periférico busca acumular márgenes de maniobra para poder realizar
sus intereses. A pesar de que el contexto argentino hizo poner en duda los
principios de la autonomía, el gobierno de Alfonsín buscó obtener mayores
vínculos con los países tercermundistas para cambiar algunas de las limitaciones
que tenía desde su asunción. Por ejemplo, la deuda externa contraída por el
gobierno militar, la mala imagen que había heredado de la dictadura por las
violaciones a los derechos humanos y el mayor conflicto de la Guerra de Malvinas.

Tratados internacionales y política exterior

Analizando detalladamente los tratados internacionales, destacamos que “un


tratado internacional puede ser cualquier acuerdo entre dos o más Estados (u

2
La “autonomía” se entiende como “la máxima capacidad de decisión propia que se puede lograr, teniendo
en cuenta los condicionamientos objetivos del mundo real” (Bologna, 1988, pág. 21).

34
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

otros sujetos del Derecho Internacional) sometido al Derecho Internacional, y que


crea una obligación jurídica para los mismos. Puede recibir los más diversos
nombres: Acuerdo, Convenio, Convención, Protocolo, Canje de Notas. En la
medida en que contienen un acuerdo de voluntades entre Estados (u otros sujetos
de Derecho Internacional), todos ellos son Tratados Internacionales en sentido
amplio. La utilización de uno u otro término en cada caso no responde a reglas
fijas aunque existe cierta tendencia a reservar “tratado” para los más solemnes e
importantes, prefiriendo “Acuerdo” y “Convenio” de modo general en los demás
casos” (Martinez Lage & Martinez Morcillo, 1987, pág. 47)

En este sentido, durante el transcurso de los años del Alfonsinismo, se buscó


reafirmar la identidad política abriendo lugar a nuevos vínculos, o reforzándolos,
entre los países vecinos. Por ello, avanzó en el proceso de integración con el
objetivo de establecer nuevas relaciones. Como resultado de ello se llevaron a
cabo las firmas de tratados, convenios y acuerdos bilaterales y multilaterales con
diferentes países del mundo. Lo más destacado de estos hechos fue que se puso
todo el esfuerzo en cumplir con los lineamientos de la nueva política exterior de
hacer una Argentina abierta al mundo.

Entre la multiplicidad de temas que abordan los documentos, se seleccionaron las


más relevantes en materia de democracia, cooperación, integración y los referidos
al afianzamiento de los lazos de amistad. Estos tratados demuestran la
predisposición positiva del Estado argentino en cuanto a sus relaciones exteriores
y la nueva visión del mundo, deja de lado la postura de la dictadura no tener
mayores vínculos para iniciar una etapa de múltiples acuerdos, desarrollo nacional
y redirección de intereses nacionales. La combinación entre estos factores hizo
que la imagen argentina ante el mundo comience a cambiar.

Para dar cuenta de la nueva visión argentina se exponen algunos de los tratados
que firmaron el presidente Raúl Alfonsín y el Ministro de Relaciones Exteriores y
Culto, Dante Caputo.

Tratados, convenios y acuerdos internacionales

A raíz del conflicto histórico por el Canal de Beagle con Chile, el año 1984
comenzó con una importante Declaración Conjunta de Paz y Amistad 3 con el país
vecino, el 23 de enero. Se trata de un documento que tuvo cita en la Ciudad del

3
Ver Anexo 2. A: Declaración Conjunta Argentino-Chileno – Ciudad del Vaticano (23/1/1984)

35
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Vaticano por iniciativa del Papa Juan Pablo II y en el que ambos ministros, de
Argentina y Chile, declararon su voluntad de llegar cuanto antes a una solución
por medios pacíficos, de la controversia. Este documento fue una antesala a lo
que luego de unos meses se denominará Tratado de Paz y Amistad.

El presidente argentino Raúl Ricardo Alfonsín visitó Colombia el 4 y 5 de febrero


de 1984 con la intención de reforzar los lazos de amistad con este país y firmaron
una Declaración Conjunta de Colombia4 en Bogotá. En la que acordaron afianzar
los estrechos vínculos de cooperación y motivar a la Comisión Mixta Colombo-
Argentina a seguir generando acciones concretas que permitan mejoras en sus
comercios.

Con el objetivo de estrechar relaciones de cooperación como medio para


fortalecer los lazos de amistad, el 16 de febrero de 1984, el gobierno de la
República de Nicaragua y el de la República Argentina firmaron un Convenio de
Cooperación5, para contar con un marco para el desarrollo de programas,
proyectos y otras formas de desarrollo entre ambas partes. Resultado de ello, se
creó una Comisión Mixta Argentino-Nicaragüense de Cooperación para analizar,
promover y coordinar acciones entre las partes.

En marzo de 1984 en La Habana, se concretó la firma de un Convenio de


Cooperación Económica entre la República Argentina y el Gobierno de la
República de Cuba6, con el fin de fortalecer las relaciones amistosas entre los
Estados y fomentar la cooperación económica, otorgándose una línea de créditos
para mejorar el bienestar de ambos países.

El 4 de abril de 1984 la República Argentina y el Gobierno de los Estados Unidos


Mexicanos firmaron un Convenio General de Cooperación Económica 7 para
promover y coordinar actividades de cooperación económica y científico-técnica.
Las negociaciones de carácter económico y técnico, buscaban fortalecer los lazos
de amistad sobre la base del interés mutuo en acrecentar la cooperación bilateral.
Los presidentes, Lic. Miguel de la Madrid de México, y Raúl Alfonsín de Argentina,
expresaron su beneplácito por el retorno a la democracia de varios países de la

4
Ver Anexo 2. B: Declaración Conjunta de los Sres. Presidentes de la República Argentina y de la
República de Colombia – Bogotá (5/2/1984)
5
Ver Anexo 2. C: Convenio de Cooperación entre el Gobierno de República Argentina y el Gobierno de la
República de Nicaragua – Buenos Aires (16/2/1984)
6
Ver Anexo 2. D: Convenio de Cooperación Económica entre el Gobierno de la República Argentina y el
Gobierno de la República de Cuba – La Habana (16/3/1984)
7
Ver Anexo 2. E: Convenio General de Cooperación Económica entre el Gobierno de la República
Argentina y el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos – Buenos Aires (4/4/1984)

36
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

región, ya que ello expresaba las legítimas aspiraciones de libertad y justicia social
de los pueblos latinoamericanos. Además coincidieron en que las relaciones entre
los países latinoamericanos deben basarse en la solidaridad, la cooperación, el
pluralismo y el respeto a los principios de no intervención y a la soberanía e
integridad territorial de los Estados.

El 13 de junio del mismo año, el presidente Raúl Alfonsín visitó Madrid, con la
intención de estrechar vínculos con el país hispano y cimentar la decisión
soberana de sus pueblos de convivir en democracia firmando una Declaración
Hispano-argentina8. Argentina y España, cuya historia reciente demuestra que la
democracia representativa es la única forma de organización política capaz de
responder a las aspiraciones éticas y sociales de los pueblos, expresaron su
solidaridad con aquellos pueblos que aún no alcanzaron el ejercicio pleno de su
soberanía, llamando a los Gobiernos de facto para que los procesos de transición
en curso culminen aceleradamente.

En materia de cultura, Argentino firmó un Comunicado Conjunto y un Convenio


Cultural9 con el gobierno de la República de Gabón el 27 de julio de 1984 donde,
deseosos de estrechar las relaciones culturales entre los dos países; y con el fin
de consolidar los lazos de amistad y entendimiento entre los dos pueblos,
convinieron desarrollar la cooperación cultural entre ambos países, sobre la base
del respeto a la Soberanía Nacional y la legislación local.

En la misma sintonía, el 9 de agosto, Argentina firmó un Convenio Cultural 10 con


el gobierno de la República Popular China, donde establecieron la predisposición
de estrechar las relaciones culturales y científicas y alentar la cooperación entre
ambos, en el marco del respeto hacia la soberanía estatal y la consolidación de
los lazos de amistad y entendimiento.

Un hecho relevante ocurrió el 14 de agosto de 1984 cuando se realizó la


Convención Americana sobre Derechos Humanos11. Los Estados Americanos
pactaron el compromiso y la obligación de respetar los derechos y libertades de
las personas. En la legislación interna, Raúl Alfonsín ratificó el “Pacto de San José
de Costa Rica” a través de la Ley Nº 23.054, reconociendo la competencia de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Interamericana de

8
Ver Anexo 2. F: Declaración Hispano-Argentina – Madrid (13/6/1984)
9
Ver Anexo 2. G: Convenio Cultural Argentina-Gabón – Buenos Aires (27/7/1984)
10
Ver Anexo 2. H: Convenio Cultural entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la
República Popular China – Buenos Aires (9/8/1984)
11
Ver Anexo 2. I: Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) – San José de
Costa Rica (5/9/1984)

37
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Derechos Humanos. Lo más relevante de este documento es que a partir del


mismo, se sentó la base de las múltiples manifestaciones de la sociedad que
exigía sus derechos y la reivindicación de los Derechos Humanos avasallados
durante el periodo dictatorial.

El 20 de agosto de 1984 el gobierno argentino firmó un Comunicado Conjunto12


con el gobierno de Nueva Zelanda, donde pactaron restablecer las relaciones
diplomáticas con el afán de llevar buenos lazos de amistad. El acuerdo fue
negociado a través de las Misiones Permanentes ante la Organización de
Naciones Unidas.

Del 11 al 14 de septiembre de 1984 se firmó el Consenso de Cartagena 13, (un


mecanismo de consulta y seguimiento) que fue una reunión ministerial y dieron un
Comunicado en Mar del Plata. En tal comunicado manifestaron la preocupación
por la crisis del endeudamiento externo, mientras se agudizaba el
empobrecimiento de los países en desarrollo. Por ello, reiteraron su solidaridad
para el crecimiento recíproco.

El 26 de septiembre de 1984 el gobierno argentino visitó la República de Panamá,


donde mantuvo reuniones con el presidente Jorge Illueca y firmaron,
posteriormente, una Declaración Conjunta14. Alfonsín expresó su agradecimiento
por la solidaridad ofrecida durante la crisis del Atlántico Sur y por los enérgicos
esfuerzos llevados a cabo en diversos foros internacionales encaminados al
reconocimiento universal de la legítima soberanía y de los derechos inalienables
de la Nación Argentina sobre las Malvinas.

El 29 de noviembre de 1984 se concretó la firma del Tratado de Paz y Amistad


Argentino-Chileno15 en la Ciudad del Vaticano, que dio fin al conflicto limítrofe por
el Canal de Beagle con el Estado chileno. Anteriormente, en el año 1979, los
Estados en disputa habían solicitado a la Santa Sede que actuara como mediador
en el conflicto, al no llegar a un acuerdo. Los Estados, convencidos de dar paz a
sus pueblos, reiteraron la obligación de solucionar siempre las controversias por
medios pacíficos y de no recurrir al uso de la fuerza. Animados por el propósito
de intensificar la cooperación económica y la integración física en sus países,

12
Ver Anexo 2. J: Comunicado Conjunto “Restablecimiento de Relaciones Diplomáticas entre la República
Argentina y Nueva Zelandia” – Nueva York (20/8/1984)
13
Ver Anexo 2. K: Consenso de Cartagena – Cartagena de Indias / Comunicado de Mar del Plata – Mar
del Plata (14/09/1984)
14
Ver Anexo 2. L: Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y de la República
de Panamá – Panamá (26/9/1984)
15
Ver Anexo 2. M: Tratado de Paz y Amistad Argentino-Chileno – Ciudad del Vaticano (29/11/1984)

38
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

acordaron reiterar su compromiso de preservar, reforzar y desarrollar sus vínculos


de paz inalterable y amistad perpetua. En síntesis, el Tratado resuelve la frontera
delimitada por el laudo arbitral del Canal de Beagle, en el que se otorgó la mitad
del norte a Argentina y la mitad del sur a Chile, entre otros beneficios para ambos
Estados.

En el ámbito de la cultura, el 3 de diciembre de 1984 se firmó un Convenio de


Cooperación Cultural16 entre Argentina y el gobierno de la República Argelina
Democrática y Popular. Este documento surgió de la intención de ambos Estados
de estrechar aún más los vínculos de amistad y de afianzar la cooperación en el
ámbito de la cultura, arte, ciencia, educación, deporte y turismo.

El 7 de diciembre de 1984, el gobierno de Raúl Alfonsín y el gobierno de Antigua


y Barbuda, firmaron el Establecimiento de Relaciones Diplomáticas17 entre ambos
Estados, con el objeto de promover un espíritu de compresión mutua y reforzar
los lazos de amistad y cooperación.

El 26 de febrero de 1985 se firmó un Comunicado Conjunto Argentino-


Salvadoreño18, en el que los ministros de Relaciones Exteriores señalaron que el
sistema democrático es el único que permite el disfrute de las libertades
indispensables para la plena realización de la sociedad y reafirmaron la
importancia de mantener vínculos de cooperación y solidaridad mutua que
permitan fortalecer la vigencia plena de la democracia en sus países.

El 3 de marzo de 1985, por invitación del presidente Raúl Alfonsín, el presidente


Belisario Betancur de la República de Colombia visitó Buenos Aires. Analizaron la
situación mundial y los principales problemas hemisféricos, así como la evolución
de las relaciones bilaterales. Dieron, además, su apoyo a la vigencia del sistema
democrático de gobierno en el continente; afirmaron su convicción a la protección
y la defensa de los derechos individuales, como también a la eliminación de las
injustas desigualdades sociales, políticas o económicas. Confirmaron en ese
sentido, su fe en los valores éticos y políticos de la sociedad plural y democrática,
reiterando su convencimiento de que el hombre solo puede realizarse plenamente

16
Ver Anexo 2. N: Convenio de Cooperación Cultural entre el Gobierno de la República de Argentina y el
Gobierno de la República Argelina Democrática y Popular – Argel (3/12/1984)
17
Ver Anexo 2. Ñ: Comunicado Conjunto sobre Establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre el
Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de Antigua y Barbuda – Washington (7/12/1984)
18
Ver Anexo 2. O: Comunicado Conjunto Argentino-Salvadoreño – Buenos Aires (26/2/1985)

39
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

dentro de un orden de justicia y libertad que le asegure un afectivo acceso a la


distribución de la riqueza y al bienestar19.

En este sentido, el 8 de marzo el ministro de Relaciones Exteriores de la República


de Honduras, Dr. Edgardo Paz Bernica, visitó el país para entrevistarse con el
presidente Raúl Alfonsín y el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Dante
Caputo. La intención de dicho encuentro fue evidenciar la voluntad de fortalecer
las relaciones bilaterales e incrementar la cooperación en las múltiples áreas de
interés común20.

El 11 de marzo de 1985 el gobierno argentino firmó un Memorándum21 con Italia,


en el que tenían presente la tradición de amistad que unía a sus pueblos.
Recordaron que el diálogo y la cooperación son elementos fundamentales de su
política exterior; que la solidaridad entre ambos países requiere el
perfeccionamiento y la intensificación de los instrumentos de consulta, para el
establecimiento de consultas sobre temas de interés en común, relaciones
bilaterales y la situación regional y mundial que consideren convenientes.
Además, acordaron directivas para la cooperación y desarrollo entre ambos
Estados.

En la ciudad de Colonia (Uruguay) el 19 de mayo de 1985 el señor presidente de


la República Argentina, D. Raúl Alfonsín y el señor presidente de la República
Oriental del Uruguay, D. Julio María Sanguinetti, firmaron la Declaración de
Colonia sobre Integración Económica22 con la intención de concretar la integración
económica y social de ambos países y cooperar políticamente para tales fines a
través del trabajo en conjunto. Convencidos de que la integración económica y
social entre todos los países de América Latina constituye en el mundo actual un
camino ineludible para alcanzar el desarrollo y el bienestar de los pueblos de la
región, a cuyos objetivos contribuyeron decididamente estos esfuerzos de
cooperación bilateral, resolviendo crear el Consejo Ministerial Argentino-Uruguayo
de Coordinación y Consulta para promover la integración, en el marco del
Convenio Argentino-Uruguayo de Cooperación Económica (CAUCE).

19
Ver Anexo 2. P: Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y de la República
de Colombia – Colombia (3/3/1985)
20
Ver Anexo 2. Q: Declaración Conjunta de Cancilleres de la República Argentina y de la República de
Honduras – Buenos Aires (8/3/1985)
21
Ver Anexo 2. R: Memorándum sobre Consultas sobre Temas de Interés Común entre el Gobierno de la
República Argentina y el Gobierno de Italia – Buenos Aires (11/3/1985)
22
Ver Anexo 2. S: Declaración de Colonia sobre Integración Económica y Social entre la República
Argentina y la República Integral del Uruguay – Colonia (19/5/1985)

40
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

El 13 de julio de 1985, el gobierno argentino firmó un Comunicado Conjunto23 para


el establecimiento de relaciones diplomáticas con el gobierno de Dominica, con el
fin de promover los lazos de amistad y de cooperación entre los países.

El 24 de julio del mismo año el presidente de la República Dominicana, Dr.


Salvador Jorge Blanco, visitó el país y se reunió con Raúl Alfonsín para dialogar
sobre las principales problemáticas regionales, la evolución de las relaciones
bilaterales y la necesidad de fortalecer los vínculos de cooperación y solidaridad
regionales, para asegurar la superación de la crisis y el desarrollo de los pueblos
latinoamericanos. “Confirmaron su fe en los valores éticos y políticos de la
sociedad plural y participativa, expresando asimismo su beneplácito por el retorno
a la democracia de varios países de la región, y su confianza en que ese proceso
se extienda y profundice pues ello representa las legítimas aspiraciones de
libertad y justicia social de los pueblos de América Latina”24. Se destaca que el
presidente dominicano manifestó su apoyo irrestricto a los derechos soberanos de
la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del
Sur, reconociendo los esfuerzos argentinos para lograr una solución pacífica a la
disputa de soberanía con el Reino Unido.

En materia económica, el gobierno argentino y el de la República Popular China,


firmaron en 1985, un Protocolo Adicional al Convenio de Cooperación
Económica25, con el fin de fortalecer la amistad entre los dos pueblos y desarrollar
la cooperación económica que se expandió a distintas áreas como ser: agricultura,
ganadería, industria pesquera, industria forestal y minería.

El 5 de diciembre de 1985, algunos países latinoamericanos firmaron el Protocolo


de Reformas a la Carta de la Organización de los Estados Americanos26, es decir
el “Protocolo de Cartagena de Indias”. En este documento, los Estados parte
consagraron al organismo regional para lograr un orden de paz y de justicia,
fomentar su solidaridad, colaboración y defender su soberanía, integridad
territorial e independencia. Además, establecieron principios esenciales como
promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio

23
Ver Anexo 2. T: Comunicado Conjunto sobre el Establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre la
República Argentina y Dominica – Nueva York (13/6/1985)
24
Ver Anexo 2. U: Declaración Conjunta de los Presidentes de Argentina y de la República Dominicana–
Buenos Aires (24/7/1985)
25
Ver Anexo 2. V: Protocolo Adicional al Convenio de Cooperación Económica entre el Gobierno de la
República Argentina y el Gobierno de la República Popular China – Buenos Aires (7/11/1985)
26
Ver Anexo 2. W: Protocolo de Cartagena de Indias (Protocolo de Reformas a la Carta de la OEA) –
Cartagena de Indias (5/12/1985)

41
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

de no intervención; alentar, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo


económico, social y cultural, entre otros.

En una nueva visita a Perú, el 15 de marzo de 1986, firmó el presidente Raúl


Alfonsín una Declaración Conjunta27 entre ambos gobiernos a fin de dejar
establecido el dialogo para contribuir a consolidar firmemente la paz, la
democracia, la seguridad y el desarrollo. Esta visita también significó la renovación
del apoyo al Grupo Contadora que permitió garantizar la paz, la seguridad y la
democracia en Centroamérica. Pero además, reconocieron la creciente y decidida
participación de los países latinoamericanos para asegurar la paz y consolidar la
democracia en la región.

Una nueva visita del presidente argentino a Venezuela se gestó el 11 de abril de


1986, se firmó un Memorándum de Entendimiento28 junto con el presidente Jaime
Lusinchi, confirmando su compromiso con el ideal común de la democracia y
deseosos de profundizar los vínculos de amistad y cooperación existentes entre
ambos pueblos y gobiernos. Establecieron una Comisión Política de Consulta
Argentino-Venezolana, con el objetivo de analizar asuntos de interés para ambos
países tanto en el ámbito bilateral como regional y mundial.

Seguidamente, el 16 de mayo del año 1986, visitó El Salvador29, donde fue


recibido por José Napoleón Duarte con la intención de dialogar sobre los temas
de ocupaban la atención de la vida nacional e internacional de ambos países.
Realizaron una declaración conjunta donde coincidieron en la necesidad de
incrementar los esfuerzos por consolidar la paz, la democracia pluralista y la
libertad en América Latina.

Deseosos de promover y de reforzar, en un espíritu de compresión mutua, los


lazos de amistad y de cooperación, el gobierno argentino y el gobierno de la
República Centroafricana, el 15 de julio 1986, firmaron un Comunicado Conjunto 30
para el Establecimiento de Relaciones Diplomáticas.

En cuando al vínculo con el Estado brasileño, el 29 de julio de 1986 se firmó el


Acta para la Integración Argentino-Brasileña31 en la que, conscientes de la

27 Ver Anexo 2. X: Declaración Conjunta de los Presidentes de Argentina y Perú – Buenos Aires
(15/3/1986)
28 Ver Anexo 2. Y: Memorándum de Entendimiento entre el Gobierno de la República Argentina y el
Gobierno de la República de Venezuela – Buenos Aires (11/4/1986)
29
Ver Anexo 2. Z: Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y de la República
de El Salvador – Buenos Aires (16/5/1986)
30
Ver Anexo 2. AA: Comunicado Conjunto estableciendo Relaciones Diplomáticas entre el Gobierno de la
República Argentina y el Gobierno de la República Centroafricana – Nueva York (15/7/1986)
31
Ver Anexo 2. CC: Acta para la Integración Argentino-Brasileña, Buenos Aires, (29/7/1986)

42
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

importancia del momento histórico de la relación entre las dos naciones


empeñadas en la consolidación de la democracia como sistema de vida y de
gobierno, decidieron establecer un Programa de Integración y Cooperación
Económica.

En la misma sintonía, el 2 de octubre de 1986, el gobierno argentino firmó el


establecimiento de relaciones diplomáticas32 con el gobierno de la República de
Seychelles, a través de un comunicado conjunto.

El 10 de diciembre de 1986, Alfonsín firmó un Acta de Amistad Argentino-


Brasileña, Democracia, Paz y Desarrollo33 junto con el presidente José Sarney,
inspirados en los altos ideales de paz, democracia, libertad, justicia social y
desarrollo, que están solemnemente comprometidos a promover en sus países; y
animados por el objetivo de mantener y profundizar más aun la estrecha
vinculación que existe entre Brasil y la Argentina, y de establecer condiciones para
elevarlo a la altura de su verdadero potencial de entendimiento, convergencia e
integración.

En este sentido, el 25 de febrero del año 1987 mantuvo una reunión con el
presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo Arévalo, en la que firmaron una
Declaración Conjunta34 expresando la necesidad de aunar esfuerzos para lograr
en todo el hemisferio una paz duradera, basada en la vigencia plena de la
democracia pluralista en todos los países de la región y en el respeto estricto del
principio de no intervención.

En Montevideo, el 26 de mayo de 1987, el gobierno Argentino encabezado por el


presidente Raúl Alfonsín, firmó junto con el presidente de la República Oriental del
Uruguay, Julio Sanguinetti, una Declaración Conjunta35 sobre los principales
temas que abordaron en el trabajo en conjunto de ambos países, la progresiva
consolidación institucional en la región, caracterizada por el ejercicio de un activo
pluralismo político y la capacidad demostrada para ir superando los difíciles
problemas heredados del pasado. Los gobiernos reconocieron que una de las
mayores amenazas para la afirmación democrática y el desarrollo de los pueblos
provinieron de la distorsionada economía mundial, además, que desde la firma del

32
Ver Anexo 2. DD: Comunicado Conjunto sobre el Establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre el
Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República de Seychelles – Nueva York (2/10/1986)
33
Ver Anexo 2. EE: Acta de Amistad Argentino-Brasileña Democracia, Paz y Desarrollo – Brasilia
(10/12/1986)
34
Ver Anexo 2. FF: Declaración Conjunta Argentino-Guatemalteca – Buenos Aires (25/2/1987)
35
Ver Anexo 2. GG: Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y a República del
Uruguay – Montevideo (26/5/1987)

43
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Acta de Colonia de 1985, fue extremadamente positivo para el progreso de sus


economías, comercio y la aparición de esfuerzos de cooperación en múltiples
áreas de común interés.

En materia económica, el 25 de noviembre de 1987 sumó un nuevo Comunicado


Conjunto sobre la Cooperación Económica36 con la República Popular de Hungría.
En esta ocasión intercambiaron opiniones sobre el desarrollo de las relaciones
económicos-comerciales y sobre la importancia de promover acciones tendientes
a alcanzar un intercambio comercial bilateral de mayor nivel, creciente,
diversificado, dinámicamente equilibrado y ventajoso.

En el mismo año, el 10 de diciembre, el presidente firmó un Tratado con la


República de Italia para la Creación de una Relación Asociativa Particular 37,
inspirado en los valores comunes de libertad, democracia y progreso social. En
resumen, convinieron a mantener relaciones políticas, sociales, económicas,
industriales, financieras, culturales, de cooperación para el desarrollo,
tecnológicas y científicas fundamentadas en un principio asociativo con el objetivo
de llegar a formar relaciones particulares de colaboración, intercambio de
información, simplificación de procedimientos y complementariedad, a través de
instrumentos bilaterales apropiados.

Por otra parte, el 30 de marzo de 1988, se llevó a cabo la firma de un Acuerdo


General de Cooperación entre la República Argentina y la República de
Mozambique38, en el que se establecieron todas las pautas para promover,
desarrollar y reforzar la cooperación en distintas áreas (económica, científica,
técnica y cultural) entre los pueblos.

Se concretó la firma de una serie de acuerdos que le dieron el marco a las


decisiones tomadas sobre la frontera tripartita, entre los gobiernos de la República
Argentina, la República Federativa del Brasil y la República Oriental del Uruguay.
En el primer acuerdo, creado en la ciudad de Brasilia, el 6 de abril de 1988, los
presidentes de Argentina, Brasil y Uruguay, examinaron las modalidades de
asociación del Uruguay en el proceso de integración y cooperación económica.
Asimismo, Uruguay compartió los enunciados generales y principios del proceso
de integración argentino-brasileño. Decidieron regirse por los principios de

36
Ver Anexo 2. HH: Comunicado Conjunto Argentino-Húngaro, Buenos Aires (25/11/1987)
37
Ver Anexo 2. JJ: Tratado entre la República Argentina y la República Italiana para la Creación de una
Relación Asociativa Particular – Roma (10/12/1987)
38
Ver Anexo 2. KK: Acuerdo General de Cooperación entre la República Argentina y la República Popular
de Mozambique – Buenos Aires (30/3/1988)

44
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

gradualismo, flexibilidad y equilibrio; elegir el sector de trasporte terrestre como el


más educado para iniciar el proceso de integración; crear un grupo de negociación
para el análisis de los aspectos involucrados en la integración; establecer
contactos periódicos para mayor comunicación entre los países.

Un nuevo acercamiento tuvo el gobierno argentino con el de la República de


Gabón, el 21 de abril de 1988, cuando el ministro de Relaciones Exteriores y Culto,
Dante Caputo, visitó el país e intercambiaron ideas de política, economía y sobre
todo de cooperación bilateral; y firmaron un Comunicado Conjunto donde
“reafirmaron su adhesión a los objetivos definidos por la Carta de la Organización
de las Naciones Unidas, así como los ideales y los principios del Movimiento de
No Alineados”39.

El 28 de abril del año 1988 se concretó la firma del Acta para la Integración
Argentino-Colombiana40, en donde por la misma vocación democrática y en el
anhelo de construir un proyecto común de desarrollo, decidieron brindar mayor
dinámica en las relaciones económicas para dar estabilidad y perspectivas a largo
plazo.

Seguidamente, el 3 de junio firmó un Tratado General de Cooperación y Amistad


entre la República Argentina y el Reino de España 41, con el fin de traducir en un
instrumento de cooperación los lazos de amistad y fortalecer las relaciones
mutuas que han alcanzado tras el retorno de ambos Estados al sistema
democrático.

En sintonía con los propósitos de mantener relaciones, el 9 de noviembre de 1988


la República Argentina y el Gobierno de la República de Bolivia, para reafirmar su
voluntad de cooperar estrechamente en interés común, y de promover y ejecutar
proyectos de beneficio mutuo, firmaron un Estatuto del Fondo Especial de
Desarrollo42 con el objetivo de que los recursos obtenidos fueran utilizados para
financiar proyectos y actividades de interés recíproco dentro del territorio boliviano
o argentino.

Un hecho relevante fue la suscripción al Protocolo Adicional a la Convención


Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos,

39
Ver Anexo 2. LL: Comunicado Conjunto Argentina-Gabón – Libreville (21/4/1988)
40
Ver Anexo 2. MM: Acta para la Integración Argentino-Colombiana – Bogotá (28/4/1988)
41
Ver Anexo 2. NN: Tratado General de Cooperación y Amistad entre la República Argentina y el Reino
de España – Madrid (3/6/1988)
42
Ver Anexo 2. OO: Estatuto del Fondo Especial de Desarrollo entre el Gobierno de la República Argentina
y el Gobierno de la República de Bolivia – La Paz (8/11/1988)

45
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador” 43, realizado en San Salvador


el 17 de noviembre de 1988. Los Estados parte se comprometieron a adoptar las
medidas necesarias tanto de orden interno como mediante la cooperación entre
los Estados, especialmente económica y técnica, hasta el máximo de los recursos
disponibles y tomando en cuenta su grado de desarrollo, a fin de lograr
progresivamente, y de conformidad con la legislación interna, la plena efectividad
de los derechos que se reconocen en el protocolo.

El 29 de noviembre de 1988, se firmó un tratado de integración, cooperación y


desarrollo entre la República Argentina y la República Federativa del Brasil que
tuvo por objetivos: consolidar el proceso de integración y cooperación económica;
crear un espacio económico común, la armonización de políticas aduaneras, de
comercio (interno y externo), industriales, de transporte y comunicaciones; así
como científicas y tecnológicas. En el tratado fue importante el Acta de amistad
entre los países, de democracia, paz y desarrollo, y la necesidad de consolidar
definitivamente el proceso de integración económica entre las dos Naciones, en
un marco de renovado impulso a la integración de América Latina.

En el segundo acuerdo, del 30 de noviembre de 1988, examinaron los resultados


de la primera Decisión Tripartita, que fueron positivos, como así también los
nuevos avances para establecer la asociación con Uruguay. Finalmente, en el
acuerdo número tres, manifestaron la voluntad común de continuar el proceso de
integración en curso entre los tres países, así como también la asociación del
Uruguay al Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo suscripto entre
Argentina y Brasil44.

Asimismo firmó el 26 de abril de 1989 un Acuerdo para la Integración 45 con el


presidente de Paraguay, Andrés Rodríguez, con el fin de reactivar el diálogo
político entre los dos países para impulsar las relaciones bilaterales, verificar los
procesos de democratización en América Latina. Los mismos dieron un impulso
político al rápido establecimiento de nuevas y eficaces formas de asociación y
cooperación regional, generando condiciones para el entendimiento y acción
conjunta entre los pueblos que comparten la vocación de libertad y justicia.

43
Ver Anexo 2. ÑÑ: Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador” – San Salvador (17/11/1988)
44
Ver Anexo 2. PP: Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo entre la República Argentina y la
República Federativa del Brasil – Buenos Aires (29/1/1988) – (*) Decisión Tripartita Nº2 entre los
Presidentes de la República Argentina, de la República Federativa de Brasil y de la República Oriental de
Uruguay – Buenos Aires (30/11/1988)
45
Ver Anexo 2. RR: Acuerdo para la creación de la Comisión de Coordinación Política e Integración entre
el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República del Paraguay – Ituzaingó (26/4/1989)

46
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Además, en ese mismo año, firmaron un acuerdo para la creación de la Comisión


de Coordinación Política e Integración entre ambos gobiernos con el fin de facilitar
soluciones a los aspectos económicos, técnicos, financieros y culturales.

Tabla Nº I: Tratados, Convenios y Acuerdos Internacionales


firmados entre 1984 y 1989, durante la presidencia de Alfonsín
País Fecha Temática
Chile 23 de enero de Declaración Conjunta – Acuerdo de Paz y
1984 Amistad
Colombia 5 de febrero de Declaración Conjunta de Amistad
1984
Nicaragua 16 de febrero de Convenio de Cooperación
1984
Cuba 16 de marzo de Convenio de Cooperación Económica
1984
México 4 de abril de 1984 Convenio de Cooperación
España 13 de junio de Acta de Derechos Humanos, seguridad, paz y
1984 democracia.
Gabón 27 de julio de 1984 Convenio de Paz, amistad, cultura,
cooperación
China 9 de agosto de Convenio de Paz, amistad, cultura,
1984 cooperación
Estados 14 de agosto de Convención Americana sobre Derechos
Americanos 1984 Humanos
Nueva Zelanda 20 de agosto de Comunicado Conjunto de establecimiento de
1984 Relaciones Diplomáticas
Estados 11 a 14 de Consenso de Cartagena – Comunicado de
Americanos septiembre de Mar del Plata
1984
Panamá 26 de septiembre Declaración Conjunta de Cooperación
de 1984
Chile 29 de noviembre Tratado de Paz y Amistad Argentino-Chileno
de 1984

Argelia 3 de diciembre de Convenio de Cooperación Cultural


1984
Antigua y 7 de diciembre de Establecimiento de Relaciones Diplomáticas,
Barbuda 1984 amistad
San Salvador 26 de febrero de Comunicado Conjunto Argentino-Salvadoreño
1985 de Democracia y Amistad
Colombia 5 de marzo de Declaración Conjunta de Paz, amistad,
1985 democracia
Honduras 8 de marzo de Declaración Conjunta de Paz, amistad,
1985 democracia

Italia 11 de marzo de Memorándum sobre instrumentos de consulta


1985 para intensificar el diálogo entre ambos países
Uruguay 19 de mayo de Declaración de Colonia Integración económica
1985 y social
Dominica 13 de junio de Comunicado Conjunto para establecimiento de
1985 Relaciones Diplomáticas

47
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Continuación de Tabla Nº 1

República 24 de julio de Declaración Conjunta de Paz, amistad,


Dominicana 1985 democracia
China 7 de Protocolo Adicional al Convenio de
noviembre de Cooperación Económica
1985
Organización de 5 de Protocolo de Reformas para lograr un orden
Estados Americanos diciembre de de paz, justicia, solidaridad, colaboración,
1985 integridad territorial, soberanía e
independencia.
Perú 15 de marzo Declaración Conjunta para fomentar la paz,
de 1986 democracia, seguridad y desarrollo.
Venezuela 11 de abril de Memorándum de Entendimiento de
1986 Democracia, amistad
El Salvador 16 de mayo Declaración Conjunta de Paz, amistad,
de 1986 democracia
República 15 de julio de Comunicado Conjunto para promover lazos de
Centroafricana 1986 amistad y cooperación.
España 3 de junio de Tratado General de Cooperación y Amistad
1986
Brasil 29 de julio de Acta para la Integración Argentino-Brasileña
1986
Seychelles 2 de octubre Comunicado Conjunto para establecer
de 1986 relaciones diplomáticas.
Brasil 10 de Tratado de Democracia, paz y desarrollo
diciembre de
1986
Guatemala 25 de febrero Declaración Conjunta de Paz, amistad,
de 1987 democracia
Uruguay 26 de mayo Declaración Conjunta de Cooperación
de 1987
Bolivia 9 de Estatuto de Fondo Especial para el Desarrollo
noviembre de
1987
Hungría 25 de Comunicado Conjunto sobre Cooperación
noviembre de Económica
1987
Italia 10 de Tratado de Relación Asociativa Particular
diciembre de
1987
Mozambique 30 de marzo Acuerdo General de Cooperación para el
de 1988 desarrollo.
Brasil-Uruguay 6 de abril de Acuerdos para la Integración tripartita
1988
Gabón 21 de abril de Comunicado Conjunto de Amistad,
1988 cooperación
Colombia 28 de abril de Acta para la integración argentino-colombiana
1988
España 3 de junio de Tratado de Cooperación y Amistad
1988
Bolivia 9 de Estatuto del Fondo Especial de Desarrollo
noviembre de
1988
Organización de 17 de Protocolo San Salvador (Derechos Humanos)
Estados Americanos noviembre de
1988

48
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Continuación de Tabla Nº 1

Brasil 29 de noviembre Tratado de Integración, cooperación y desarrollo


de 1988
Brasil- 30 de noviembre Acuerdos para la Integración Territorial –
Uruguay de 1988 Decisiones Tripartitas
Paraguay 26 de abril de Acuerdo de paz, amistad y democracia –
1989 Coordinación de política e integración
Fuente: elaboración propia en base a la Biblioteca Digital de Tratados de Argentina

El cuadro es un resumen de los tratados internacionales descriptos anteriormente.


En este se puede observar la continua actividad en el exterior, solo tomando como
indicadores la democracia, cooperación, integración y los afianzamientos de los
lazos de amistad con los Estados extranjeros. Todos los documentos expuestos
tienen aseveran en común que el sistema democrático es el único camino viable
para llevar adelante la estabilidad de un Estado. Por otra parte, Alfonsín creyó en
el sistema democrático, como una garantía para lograr satisfacer las aspiraciones
y llevar bienestar al pueblo argentino.

Entonces, siguiendo los indicadores presentados en el Gráfico Nº 1, se


concretaron 47 tratados internacionales, de los cuales se destacan 32 firmados
con países latinoamericanos, seis firmados con el continente africano, seis con el
continente europeo, tres con el continente asiático y uno con el continente
oceánico. Todos ellos refrendados por el presidente Raúl Alfonsín y/o el Ministro
de Relaciones Exteriores y Culto, Dante Caputo.

Esta distribución se puede observar en porcentajes en la Gráfico Nº 2, en la que


indica que entre el periodo de 1983 a 1989, el 68% de los tratados internacionales
firmados fueron con los países latinoamericanos. Este notable acercamiento se
debe, en parte, a la decisión de restablecer los lazos de amistad que se
encontraban “pausados” durante el periodo dictatorial. Por otro lado, algunos
países latinoamericanos coincidían con el gobierno argentino en el periodo de
transición hacia la democracia o ya se encontraban transitando la nueva forma de
gobierno, o bien, ya se encontraba consolidada. El 13% de los tratados, fueron
firmados con Europa, al igual que con África, el 4% con Asia y el 2% con Oceanía.
Esto revela que, a pesar de haber direccionado su interés al Cono Sur, también
Alfonsín se interesó en generar vínculos con otros continentes.

Entonces, el común interés de recuperar la democracia, y la necesidad de


erradicar del sistema y de las instituciones los lineamientos de la dictadura,
impulsaban la convicción de devolver al pueblo sus derechos avasallados. Con la

49
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

intención de unificar los esfuerzos de los Estados para solidificar los lazos de
amistad alcanzados entre ellos, decidieron llevar adelante consultas, encuentros,
foros; entre otros instrumentos, desplegaron una serie de tratados internacionales
que se mantuvieron hasta la fecha a través de leyes nacionales, con el objetivo de
fortalecer y mejorar las instituciones y su persistencia, por ejemplo: Ley Nº 23.428
(Nicaragua,1984), Ley Nº 23.357 (México, 1984), Ley Nº 23.193 (Gabón, 1984),
Ley Nº 23.360 (China, 23.360), Ley Nº 23.172 (Chile, 1984), Ley Nº 23.670
(España, 1988), Ley Nº 23.591 (Italia, 1987), Ley Nº23.733 (Mozambique, 1988),
Ley Nº 23.695 (Brasil, 1988), Ley Nº 23.617 (Protocolo de la Organización de
Estados Americanos), Ley Nº 23.054 (Convención Americana de Derechos
Humanos, 1984).

De todos los tratados internacionales anteriormente nombrados, podemos resaltar


la importancia de tres relacionados a Latinoamérica: el Tratado de Paz y Amistad
Argentino-Chileno, el Acta para la Integración Argentino-Brasileña y la Declaración
Conjunta entre Argentina y Perú.

En primer lugar, los tratados firmados con Chile dieron una resolución del conflicto
del Canal de Beagle de 1984 y la paz definitiva. A través de la aceptación de la
mediación del Vaticano realizada por el Papa Juan Pablo II y luego mediante la
consulta popular no vinculante, donde obtuvo el apoyo del pueblo argentino. Para
el presidente Alfonsín garantizar la paz con Chile había sido una cuestión
prioritaria desde el momento de su asunción. Otro hecho importante fue que se
fijó el límite entre los dos países desde el canal Beagle hasta el pasaje de Drake
al sur del Cabo de Hornos.

Con Brasil tuvo políticas de cooperación con una visión a largo plazo. Junto al
presidente José Sarney firmaron los primeros acuerdos de cooperación e
integración en el año 1986, que representaron la base para la inclusión
latinoamericana del presente con el acercamiento económico de Brasil, Uruguay,
Paraguay y Argentina (que daría origen al Mercosur el 26 de marzo de 1991 a
través de la firma del Tratado de Asunción). El ministro de Relaciones Exteriores,
Dante Caputo, buscaba promover el proceso de democratización regional,
resolver los conflictos con los países limítrofes y generar mayor capacidad de
negociación en la región para que esta se fortaleciera frente a las grandes
potencias.

En tercer lugar, la adhesión del gobierno argentino al Grupo de Apoyo a Contadora


en el año 1985 y la visita a Perú el 15 de marzo de 1986 donde firmaron una

50
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Declaración Conjunta, significaron un gran avance en materia de integración,


cooperación y democracia en Latinoamérica. El Grupo luego se convirtió en el
Grupo de los Ocho (Colombia, México, Panamá, Venezuela, Perú, Argentina,
Brasil y Uruguay) hasta llegar al Grupo Río a partir de 1990. Todos los que
formaron parte del acuerdo estuvieron convencidos de que su común apego a los
valores de la democracia representativa y el respeto a los derechos humanos
constituyen el elemento esencial de su acción mancomunada como Mecanismo
de Consulta y Concertación Política. Además, tuvieron presente la Carta de la
Organización de los Estados Americanos que establece que el sistema
democrático es una condición indispensable para la estabilidad, la paz y el
desarrollo de la región. Asimismo, señalaron su profunda convicción de que las
instituciones democráticas son las que deben proveer los mecanismos para
superar, las eventuales dificultades de orden político, económico o social que
surjan en los países como consecuencia de factores internos o externos.
(Comunidad del Grupo Rio, 1992)

Gráfico Nº 1: Distribución por cantidad de los Tratados Internacionales

Continentes

35

30 32

25

20

15

10

5 6 6

2 1
0
América Europa África Asia Oceanía

51
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Gráfico Nº 2: Distribución en porcentaje de los Tratados Internacionales

2%

4%

13%
América
Europa

13% África
Asia
Oceanía
68%

52
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Capítulo 3: La democracia en Latinoamérica. Hechos y avances

“Solo se puede alcanzar la paz en la región con


el esfuerzo común”, Raúl Alfonsín

Democracias latinoamericanas

La democracia es una forma de gobierno que retornó en los años ’80 a América
Latina, para quedarse. Algunos países coincidían con el gobierno argentino en el
periodo de transición hacia la democracia o ya se encontraban transitando la
nueva forma de gobierno, o bien, ya se encontraba consolidada. No obstante, a
pesar de que la lógica de la transición haya sido igual o similar, en cada país se
dio de una manera distinta. A diferencia de las tradicionales dictaduras
autocráticas, las de Latinoamérica fueron el resultado de la decisión de las
Fuerzas Armadas, como institución, de tomar por asalto el Estado (del que son
parte), desplazar el poder civil y gobernar apelando a mecanismos de selección
de los gobernantes decididos y ejercidos por las jerarquías militares. (Ansaldi,
2013) Pero para Alfonsín, en América Latina, el inicio de muchos procesos
democráticos ha tenido lugar a través de acuerdos entre los detentadores del
poder autoritario y sectores democráticos.

La primera de ellas fue instaurada en Bolivia, 1982; Argentina, 1983; Uruguay,


1984; Brasil, 1985; Guatemala, 1985; Haití, 1986; Paraguay, 1989; Chile, 1989;
Panamá, 1989. Los cambios que se produjeron en esta etapa formaron parte de
lo que se denominó “tercera ola democrática”, que manifestaba que en la historia
moderna de la humanidad se han producido tres olas democráticas, es decir, tres
series de transformaciones de gobiernos autoritarios en gobiernos democráticos,
las cuales se registran en un periodo definido y comparten características
similares. La primera de ellas dio inicio en 1828 y concluyó en 1926; la segunda
comenzó en 1943 y finalizó en 1962, y la tercera principió en 1974 y seguía vigente
en 1990, año en que finalizó su investigación, admitiendo que no tenía suficientes
evidencias para decir si ya había concluido o si todavía habría más transiciones.
En realidad si nos atenemos a los escenarios geográficos y a una correcta
ordenación cronológica, lo ocurrido en Latinoamérica constituye la segunda ola
democratizadora (García Jurado, 2003)

53
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Un punto relevante de conexión entre estas democracias fue el espíritu de


cooperación que surgió entre los Estados a raíz del accionar de la dictadura y la
crisis de la deuda externa. Durante la primera mitad de la década del ochenta el
comercio intra-regional experimentó un marcado deterioro ya que casi todos los
países realizaron fuertes ajustes en sus relaciones comerciales a fin de acumular
excedentes que les permitieran cumplir con los compromisos derivados de sus
abultadas deudas externas. Esos ajustes se tradujeron en la intención de importar
lo menos posible de la región y exportar lo más posible a otras zonas, por fuera
del convenio de pagos y créditos recíprocos, para obtener divisas fuertes con que
hacer frente a esos compromisos. Esto hizo decrecer el comercio dentro de la
región, al tiempo que crecía la importancia relativa de las exportaciones de los
países miembros hacia el resto del mundo. Pero luego, la conexión entre estos
Estados comenzó a retomar. A raíz de la rapidez con la que los medios de
comunicación atravesaban las fronteras informando sobre la situación,
manifestación y crisis social, propagaban y afianzaban más los lazos. Pero,
también de ello surgían intereses y debates que no tardaron en sentar
jurisprudencia. Se gestaron distintas negociaciones bilaterales y multilaterales
sobre temáticas referidas a la cooperación, integración, democracia, seguridad,
economía, sociedad y cultura. “Así como en el plano financiero para los países
latinoamericanos la década del ochenta estuvo marcada por el problema de la
deuda, en lo que respecta a su comercio exterior el cambio más radical estuvo
dado por un nuevo intento por impulsar la integración económica regional. Uno de
los objetivos más importantes de esta iniciativa estaba relacionado con dinamizar
los intercambios comerciales y mejorar la competitividad y la inserción
internacional de las economías intervinientes”. (Escudé & Cisneros, Iberoamérica
y el mundo, 2000)

Argentina se propuso establecer vínculos solidos con las democracias y


acompañó el proceso de democratización de los demás países. Como se puede
observar en la Gráfico Nº 2, del capítulo 2, el 67% de los tratados, acuerdos y
convenios internacionales que el país firmó durante la presidencia de Raúl
Alfonsín fueron con países latinoamericanos. Específicamente, Argentina y Brasil
lideraron ese proceso a medida que simultáneamente avanzaban en la
recuperación de la democracia. Los objetivos políticos y económicos –la defensa
y consolidación de las instituciones democráticas y la integración económica- se
reforzaron mutuamente y fueron forjando una trama de intereses compartidos que

54
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

comprometió cada vez a ambos países en un proyecto común. (Escudé &


Cisneros, Iberoamérica y el mundo, 2000)

El radicalismo de Alfonsín entendía la necesidad de integrarse a América Latina


para formar una política regional y afianzar la independencia de cada Estado, por
ello en los primeros discursos, aparecía jerarquizada como principal socio posible
respecto del resto de los países. Pero con respecto a las transiciones en
Latinoamérica, “los resultados son transiciones conversadoras, pactadas, excepto
en la Argentina, donde la derrota a las Fuerzas Armadas en la aventura de las
Islas Malvinas, priva a los militares de cualquier posibilidad de imponer
condiciones” (Ansaldi, 2013, pág. 27)

Durante la primera etapa del gobierno de Alfonsín, la diplomacia argentina intentó


activar una serie de mecanismos de concertación política multilateral para hallar
una solución al problema de la deuda externa. Los más destacados en este
sentido tuvieron lugar durante el año 1984, que registró la participación argentina
en la Conferencia de Quito (enero), la declaración conjunta efectuada con Brasil,
México y Colombia (mayo), la Reunión de Cartagena (junio), y la Segunda
Reunión del Grupo de Cartagena en Mar del Plata (septiembre).
A iniciativa del presidente del Ecuador, Osvaldo Hurtado, principios de enero de
1984 tuvo lugar la Conferencia Económica Latinoamericana (CELA) en la ciudad
de Quito, que contó con la presencia de presidentes, cancilleres y delegados de
países de la región. En dicho foro, la diplomacia radical expuso su enfoque político
respecto de la cuestión de la deuda, denunció todas las formas de
intervencionismo y enarboló su tradicional posición latinoamericanista en favor de
la integración. La heterogeneidad de los países latinoamericanos, y principalmente
la decisión final de México y Brasil de negociar bilateralmente, limitó
considerablemente las posibilidades que abría una acción conjunta. (Escudé &
Cisneros, Iberoamérica y el mundo, 2000)

Con un espíritu similar al que inspiraba el Consenso de Cartagena, el gobierno de


Alfonsín impulsó una acción multilateral conjunta de las democracias
latinoamericanas para garantizar la paz y la democracia en la región. En enero de
1983, los cancilleres de Colombia, México, Panamá y Venezuela se reunieron en
la isla de Contadora, con el propósito de plantear una iniciativa de paz conjunta
para el conflicto centroamericano, creando al efecto el Grupo de Contadora. El 22
de julio de 1985, el Grupo se dirigió a la comunidad latinoamericana, invitándola a
participar, en forma más decidida, en las tareas que promueve el grupo, mediante

55
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

el establecimiento de un mecanismo de apoyo político, que facilite el éxito de la


gestión del grupo. En las reuniones del presidente Alfonsín con el presidente Alan
García, de Perú, analizaron el problema del endeudamiento externo y la situación
de Nicaragua, coincidiendo ambos en la necesidad de un orden internacional más
justo y la conveniencia de promover acciones coordinadas de los países de la
región para obtener mejor respuesta a sus reclamos. En Lima, el 29 de julio de
1985, los gobiernos de la Argentina, Brasil, Perú y Uruguay anunciaron en forma
conjunta su voluntad de ponerse a disposición del Grupo de Contadora para las
consultas sobre aquellas cuestiones en las que puedan prestar colaboración,
originando de este modo el Grupo de Apoyo a Contadora o Grupo de Lima.
(Escudé & Cisneros, Iberoamérica y el mundo, 2000)

Durante la primera reunión del Grupo Contadora y el Grupo de Apoyo (llamado


Grupo de los Ocho), en Colombia, expresaron la decisión de fortalecer, con
acciones concretas y con una firme unidad regional el esfuerzo de negociaciones
diplomáticas; porque de no encontrar una solución pacífica y negociada, afectaría
la estabilidad política y social del conjunto de la América Latina. Más adelante,
ampliaron sus preocupaciones a otros problemas de interés regional, abordando
la situación de las islas Malvinas (exhortando a la negociación entre Argentina y
Gran Bretaña), la deuda externa y el proteccionismo de los países desarrollados.
A partir de 1990 el Grupo Contadora adoptó el nombre de Grupo de Río.

Con respecto a no alineación, el Gobierno argentino expresó su voluntad de


participar activamente en la política del Movimiento de Países No Alineados y se
convirtió en uno de los países más representativos de América Latina.

El mandato de Raúl Alfonsín desde lo político

Con la asunción de Raúl Alfonsín, por la vía democrática, se concretaron dos


hechos relevantes en la historia política argentina. Por un lado, se terminaba el
régimen autoritario instaurado en 1976, y por otro, se quebrantaba la hegemonía
electoral del peronismo con la victoria del radicalismo, que eran las dos fuerzas
políticas mayormente conocidas y tradicionales.

El 30 de octubre de 1983 se llevaron a cabo las elecciones en Argentina. El triunfo


electoral del radicalismo con la formula Raúl Alfonsín-Víctor Martínez, que obtuvo
casi el 52% de los votos, inició una nueva etapa en la vida política de los
argentinos desde un renovado liderazgo social. “El resultado de los comicios

56
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

confirmó la continuidad del sistema bipartidista radical – justicialista que había


regido la vida política desde la segunda mitad del siglo XX, con la presencia de
dos fuerzas menores: el Partido Intransigente y la Unión del Centro Democrático
(UCeDe). Los dos partidos mayoritarios lograron reunir el 92% de los sufragios”.
(Quiroga, 2005, pág. 95)

Entre las primeras medidas, en 1985 creó el organismo consultivo del Consejo
para la Consolidación de la Democracia, que permitió asociar al equipo de
Gobierno a personalidades de otros partidos, principalmente peronistas y
socialistas, con el fin de elaborar un plan político que conjugue las diferencias de
los diversos sectores del país. Los principales temas que abordó el Consejo, hasta
su disolución en 1989, fueron la reforma constitucional, el traslado de la capital de
la Nación y el Mercosur. Además, publicaron en Eudeba46 artículos referidos a la
Reforma Constitucional.

“El presidente del Gobierno argentino, el radical Raúl Alfonsín, anunció el


miércoles por la noche, en un mensaje a la Nación transmitido por radio y
televisión, que convocará una "consulta popular" para que todos los ciudadanos
que gocen de los derechos electorales se manifiesten voluntariamente a favor o
en contra del tratado de límites con Chile, en la zona del canal de Beagle, de
acuerdo con la última propuesta que la mediación papal hizo a ambos países”.
(Ares, 1984, pág. 1) Este fue otro hecho destacado del mandato de Alfonsín, que
daba cuenta de su interés en ampliar los límites de la democracia y la participación
ciudadana, el llamado a un plebiscito en el año 1984 dio participación al pueblo
argentino en la decisión del conflicto por el Canal de Beagle con el Estado chileno.

Pero, a pesar de haber mantenido la predisposición de que en el país primen los


derechos humanos, la democracia y la justicia, el sector económico demostraba
falencias que parecían irreversibles. Desde el inicio de su gestión, Alfonsín debió
enfrentarse a la deuda contraída durante la dictadura, que no significada algo
menor, sino que durante años continúo acrecentándose, siendo el mayor de los
problemas del país a fines de los años 80. Precisamente en el año 1988 la deuda
externa tuvo su mayor alcance, y Alfonsín lanzó el plan llamado “Primavera”, que
consistía en la intervención del Estado en el mercado cambiario y, por otra parte,

46
Eudeba es la Editorial Universitaria de Buenos Aires, por sus características, es la más completa
y extensa del país.

57
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

la firma de un acuerdo con comercios e industrias, para tratar de mantener los


precios y la inflación.

No habiendo dado resultado las estrategias económicas implementadas durante


aquellos años y acercándose el final del mandato de Alfonsín, la situación a nivel
país parecía no dar tregua. Por un lado, la llamada “hiperinflación” impedía el
crecimiento económico de los hogares y los sueldos de los trabajadores no podían
ajustarse al ritmo en el que subían los precios. Argentina no contaba con el apoyo
del Banco Mundial a nivel internacional, ya que la grave situación del país no
brindaba confianza en el exterior para la obtención de créditos.

Como estos, fueron varios los motivos por los cuales el presidente Raúl Alfonsín
decidió no terminar su mandato seis meses antes y anunció sorpresivamente su
renuncia en medio de una crisis inflacionaria preocupante. El 8 de julio de 1989,
Alfonsín le entregó el mando de presidente a Carlos Saúl Menem, “fue la primera
sucesión presidencial entre dos presidentes constitucionales desde 1928, y la
primera desde 1916 entre presidentes de diferentes partidos políticos”. (Cecchini,
2013, pág. 1)

Avances desde 1989 hasta el Acuerdo de Olivos

En las elecciones presidenciales de mayo de 1989 el candidato del Frente


Justicialista Popular, Carlos Saúl Menem, llegó al poder acompañado en la
vicepresidencia por Eduardo Duhalde. Con el 49% del sufragio a favor del partido
Alianza Frente Justicialista de Unidad Popular (representaban 7.954.191 votos)
dejaron en segundo lugar al candidato de la Unión Cívica Radical Eduardo
Angeloz, con el 37% que significaron 6.202.163 votos, y en tercer lugar a la
fórmula Alsogaray – Natale con 1.093.398 votos. (Dirección Nacional Electoral,
1989)

Pero esta victoria se venía gestando desde el año 1987, cuando en el resultado
de las elecciones parlamentarias los peronistas obtuvieron más bancas,
mostrando que el radicalismo comenzaba a perder su poder. “Tal estilo
decisionista de gobierno, contó desde el inicio de la gestión de Menem con un
crédito político poco común: el que le otorgaba la tradicional influencia del
justicialismo, el partido oficial, sobre los trabajadores y los sectores más
postergados socialmente, más que nunca urgidos a relegar sus demandas a
cambio de un rápido freno a la hiperinflación. Con esa base social en su activo, el
gobierno no tardó en tejer una inédita alianza con el establishment económico

58
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

local, rápidamente aplaudida por las finanzas internacionales”. (Castiglioni, 1996,


págs. 6-14)

Como primera instancia, Menem se abocó de inmediato a enfrentar la emergencia


económica desplegando un amplio abanico de reformas impulsadas por su
lineamiento neoliberal. “Se inaugura entonces la aplicación plena de políticas
neoliberales: la reforma del Estado, apertura indiscriminada en el sector externo,
privatizaciones de los servicios públicos y empresas estatales y desregulación de
la economía”. (Rapoport & Spiguel, 2005, pág. 76)

En un nuevo contexto internacional, con la Caída del Muro de Berlín, en noviembre


de 1989, el mundo se encontraba derribando la barrera que separaba el Estado
alemán bajo el control soviético, llamado República Democrática Alemana (RDA),
del otro Estado alemán, bajo control de la OTAN y dentro de la esfera de influencia
directa de los Estados Unidos, conocido como la República Federal Alemana
(RFA). Además, en 1990 ocurre finalmente la integración alemana y en 1991 se
desintegran las estructuras políticas de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS), culminando en la independencia de quince Repúblicas de la
Unión Soviética. En resumen, tras el fin de la URSS quedó en el escenario
internacional Estados Unidos como la “gran potencia”, que ejercía y ejerce una
hegemonía militar acompañada de un poder económico avasallante.

Las relaciones entre Argentina y Estados Unidos no tardaron en emparejarse,


abandonando su participación en el Movimiento de Países No Alineados el cual
Alfonsín había acuñado. Además se restablecieron las relaciones diplomáticas
con el Reino Unido, que se encontraban pausadas desde la derrota de Malvinas.
En 1991, Menem promovió en la región la creación del Mercado Común del Sur
(Mercosur) que permitiría la integración regional entre Argentina, Brasil, Paraguay
y Uruguay y la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos.

Otro hecho destacado del nuevo gobierno el “Pacto de Olivos”. Este acuerdo
institucional entre el justicialismo y el radicalismo sentó las bases de la Reforma
de la Constitución Nacional Argentina en 1994. Raúl Alfonsín y Carlos Menem se
reunieron en la residencia de Olivos el 14 de noviembre de 1993, entre reuniones,
el mayor interés de Menem fue conseguir la mayoría o dos tercios en las cámaras
del Congreso para lograr la reforma. “En esa conversación se sentaron las bases
del acuerdo que luego se plasmaría en la reforma constitucional jurada en 1994
en el Palacio San José de Entre Ríos. Alfonsín ofreció la reelección presidencial
"por un solo período", que el menemismo aceptó rápidamente -en rigor era lo único

59
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

que buscaba-, pero a cambio obtuvo diversas mejoras. Entre ellas se acordó la
reducción del mandato presidencial de seis a cuatro años; la designación de un
tercer senador por provincia -la minoría era radical en la mayoría de los distritos-,
la creación del Consejo de la Magistratura con presencia opositora y la
presentación de un proyecto de reforma común entre ambos partidos”. (Lago,
2013, pág. 1)

Anteriormente, la Reforma constitucional Argentina de 1949, realizada durante el


primer mandato del presidente Juan Domingo Perón, tuvo como punto de partida
incorporar derechos laborales y sociales, a igualdad jurídica del hombre y la mujer,
los derechos de la niñez y la ancianidad, la elección directa del presidente y el
vicepresidente y la posibilidad de su reelección, entre otros. Ingresando a una
etapa de democracia social, la libertad, la justicia y la solidaridad, hacían eco en
la necesidad de recuperar los derechos humanos básicos, como ser el trabajo, la
salud, la vivienda y la educación. Así fue en el artículo 35, se incorporó que “los
derechos y garantías reconocidos por esta constitución no podrán ser alterados
por las leyes que reglamenten su ejercicio, pero tampoco amparan a ningún
habitante de la Nación en perjuicio, detrimento o menoscabo de otro. Los abusos
de esos derechos que perjudiquen a la comunidad o que lleven a cualquier forma
de explotación del hombre por el hombre, configuran delitos que serán castigados
por las leyes” (Art 35).

En materia de Relaciones Internacionales la Reforma de la Constitución Argentina


de 1994 dio lugar a un importante hecho, la jerarquía superior a las leyes de los
tratados internacionales. De conformidad con lo que dicta el artículo 30 de la
Constitución Nacional que permite, la reforma de dicha norma fundamental, el 29
de diciembre de 1993 se dictó la Ley 24.309 que declaró la necesidad de la
reforma parcial de la carta magna de 1853 (que ya ha había sido retocada en los
años 1860, 1866, 1898, 1957 y 1972). Allí se dispuso sobre la base de un núcleo
de coincidencias básicas “rejuvenecer” varios preceptos. Por ello el artículo 3° de
la Ley habilitó el campo de “los institutos de integración y la jerarquía de los
Tratados Internacionales”. En la Segunda Parte del Título Primero, Sección I°, el
Capítulo 4° (Atribuciones del Congreso), el artículo 67 inciso 19 de la vieja
Constitución, se transformó en el nuevo artículo 75 inciso 22; que enclavó entre
las potestades de ambas Cámaras Legislativas la responsabilidad de aprobar o

60
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

desechar tratados47. Además, este artículo enumeró una serie de instrumentos


que algunos de ellos no son tratados en sentido estricto, por ejemplo, la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración
Universal de Derechos Humanos, que -como su nombre lo dice- son verdaderas
“Declaraciones” que originalmente sólo enumeraban derechos y potestades del
individuo, aunque con el tiempo se les fue otorgando cierta obligatoriedad y
jerarquía. (Hitters, 2014)

Fotografía obtenida del Diario Télam, año 2013.

47
Señala la primera parte del artículo 75 inciso 22: “Aprobar o desechar tratados concluidos con
las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede.
Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes”.

61
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Conclusiones

El objetivo del trabajo de tesis fue describir de qué manera influyeron los tratados
internacionales durante el proceso de consolidación de la democracia durante el
mandato del presidente Raúl Alfonsín entre 1983 y 1989. En este sentido, se
mencionaron tratados, acuerdos y convenios internacionales que representaron
en materia de democracia, cooperación e integración, el afianzamiento de los
lazos de amistad con los Estados extranjeros.

La consolidación de la democracia en Argentina se logró por fortalezas


institucionales, por el desarrollo y el fortalecimiento de los partidos políticos, por la
acción de los sindicados, por la regularidad de las elecciones, por la acción de la
participación ciudadana, entre otros elementos del Estado y la Sociedad. Esta
tesis aporta a todos estos elementos de consolidación de la democracia, el rol que
los tratados internacionales y la política exterior jugaron en este proceso. Además,
durante el desarrollo de los capítulos, se expuso el contexto histórico de la
presidencia de Alfonsín y un repaso de la política, desde la transición hasta el
Pacto de Olivos de 1994.

Como resultado del análisis en su conjunto se desprenden las siguientes


conclusiones:

En primer lugar, los tratados internacionales no pudieron ni pueden por si mismos


fortalecer la democracia, ellos son parte de un proceso conjunto del desarrollo del
Estado y el Sistema Político. Como la democracia es un concepto integral de
gobierno, estos documentos internacionales ayudaron al proceso de
consolidación, desde el lugar de conexión con el escenario internacional,
cumpliendo el rol de entrelazar los intereses para fortalecer la democracia en la
región.

En segundo lugar, con los acuerdos internacionales vimos que Argentina cambió
el paradigma de relaciones unilaterales (mantenidas durante la dictadura), a un
paradigma multilateral, en el que el país se abrió al mundo, obteniendo como
resultado mayor credibilidad para llevar adelante el problema de la deuda externa.
Los acuerdos firmados con los Estados establecieron cuales iban a ser los puntos
para el fortalecimiento democrático, por ejemplo, el establecimiento de relaciones
diplomáticas, la creación de comisiones y organizaciones de seguimiento, de

62
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

cooperación, de consulta, el apoyo cultural, la ayuda económica, entre otros, que


significaron mejoras en la calidad institucional.

En tercer lugar, la presión de los tratados internacionales firmados por Argentina


hizo que en la reforma constitucional de 1994 se los incorpore, otorgándoles mayor
status constitucional. Ese anhelo quedó reflejado en el artículo 75 inciso 22, que
modificó la jerarquía de las normas al establecer que los tratados y concordatos
tienen jerarquía superior a las leyes, ya que, hasta aquel momento, estaban
consideradas en la misma jerarquía, predominando las leyes en caso de conflicto
entre ambos. Además, se agregaron los siguientes tratados: La Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de
Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la
Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la Convención sobre los Derechos
del Niño.

En cuarto lugar, como se ilustra en el Gráfico Nº 1: “Distribución en porcentaje de


los Tratados Internacionales”, varios fueron los ámbitos de actuación del sistema
diplomático argentino. El 68% de los acuerdos impulsados y adoptados por
Argentina fueron con países latinoamericanos, el 13% con Europa y de igual
manera con África, el 4% con Asia y el 2% con Oceanía. Esto muestra que
Alfonsín, junto a su canciller, Dante Caputo, eran hiperactivos; dedicaron gran
parte del mandato presidencial a la política exterior. Los impulsaba eliminar la
imagen negativa del país y ampliar los márgenes de actuación en el escenario
internacional ya que había sido “achicada” por la dictadura. Alfonsín se convirtió
en el presidente más viajero desde Frondizi, logrando traer mejoras en materia de
democracia, integración y cooperación al país.

En quinto lugar, durante el mandato de Alfonsín, la Argentina tenía un gran respeto


de los propósitos y principios del Derecho Internacional, a la no intervención de
asuntos internos y externos de los Estados, el pluralismo político, la defensa de la
soberanía nacional e integridad territorial, la eliminación del colonialismo, la
igualdad de razas, la vigencia auténtica de los derechos humanos y la solución

63
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

pacífica de las controversias. Es así que esta última quedó reflejada en las
decisiones para la resolución del conflicto por el canal Beagle con Chile, del año
1984. Esto permitió que ambos países mantengan buenas relaciones hasta la
actualidad, donde además de no volver a tener una situación de tensión, realizan
diferentes tipos de acuerdos beneficiosos; Chile es el primer país de la Alianza del
Pacífico con el que la Argentina negocia acuerdos de última generación. Ambos
países propusieron nuevos compromisos que buscan profundizar los instrumentos
jurídicos que actualmente rigen nuestra relación comercial, pero también ampliarla
en diversas áreas como Inversiones, Servicios, Compras Públicas,
Telecomunicaciones y Comercio Electrónico, Medio Ambiente y Relaciones
Laborales.

En sexto lugar, con Brasil firmaron los primeros acuerdos de cooperación con
Argentina en 1986, que le daría la base luego al “Mercosur. Argentina buscaba
promover el proceso de democratización regional, resolver los conflictos con los
países limítrofes y generar mayor capacidad de negociación en la región para que
esta se fortaleciera frente a las grandes potencias. En la actualidad, el Mercosur
ha obtenido importantes logros, uno de ellos fue el Acuerdo Mercosur-EFTA
(Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein), se trata de un nuevo hito en el proceso
de integración internacional de la Argentina que profundiza el vínculo histórico de
nuestro país con el continente europeo. Agrega institucionalidad a la relación entre
ambos bloques, afianza una relación estratégica que permitirá a las empresas del
Mercosur incorporarse a más cadenas globales de valor y fortalece la
competitividad de sus economías.

En séptimo lugar, la adhesión del gobierno argentino al Grupo de Apoyo a


Contadora, en el año 1985, significó un gran avance en materia de integración,
cooperación y democracia en Latinoamérica. En aquellos encuentros, el Grupo
fue evolucionando y proponiendo nuevos lineamientos en cuanto a la democracia
y derechos humanos, que desde su inicio se mantuvieron hasta la actualidad. Pero
cabe destacar que la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC) fue acordada en la Cumbre de la Unidad, convocada por el
Grupo de Río y la Conferencia de América Latina y Caribe (CALC) como un
espacio de concertación regional. Fue una combinación de ambas entidades para
formar, definitivamente, un solo organismo que incluya los principales temas de
interés de Latinoamérica. Dicha cumbre se llevó a cabo en la ciudad de Cancún,
México, en febrero de 2010, con el propósito de profundizar la integración política,

64
“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

económica, social y cultural de América Latina y del Caribe y con dos imperativos
fundamentales: el de la democracia y el del desarrollo.

En resumen, las prioridades del ex presidente Raúl Alfonsín en materia de política


exterior, fueron abocadas a mantener, fortalecer y reestablecer las relaciones con
los demás países que se encontraban pausadas o canceladas, fortalecer el
sistema democrático en Argentina, evitar que la Guerra Fría regenerara la
concepción de la seguridad nacional, impulsar el proceso de democratización
regional, resolver las cuestiones limítrofes, generar mayor capacidad negociadora
regional frente a las grandes potencias y promover la integración subregional. Esta
orientación tenía como función no solo apuntar a una nueva inserción
internacional, sino también operar como elemento defensivo en el plano interno
para resguardar la transición al régimen democrático. Pero no solamente los
tratados internacionales permitieron el proceso de consolidación, sino que, con
sus aportes, fueron un agente más que ayudo a la democratización. Su gobierno
se caracterizó por ser el que mejor supo leer la demanda social de recuperación
institucional. En la amplitud de los temas que abordaron los diferentes acuerdos,
referidos a la cooperación, integración, fortalecimiento de la democracia y lazos
de amistad, aportaron nuevas posibilidades al país de fortalecer sus instituciones
y su desplazamiento dentro del escenario internacional. Así, un mayor activismo
de la política exterior argentina en el escenario internacional pudo llevar a
multiplicar las relaciones internacionales y dar por resultado mejoras en todos los
ámbitos de la nación. “La experiencia histórica nos ha enseñado que la
democracia no solo edifica, sino que se debe saber que se edifica; el hecho
significativo en este proceso es reconocer el sentido de esa construcción para
mejorar sus formas, para hacerla más habitable”. (Quiroga, 2005, pág. 92)

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Anexos

Anexo 1: Entrevista semiestructurada para investigación cualitativa


al Dr. Alejandro Simonoff

Ficha técnica

Nombre del entrevistado: Simonoff, César Alejandro

Áreas de trabajo/estudio: Historia Contemporánea - Historia de las Relaciones


Internacionales - Política Exterior Argentina - Relaciones Internacionales - Historia
Reciente

Curriculum: Profesor y Licenciado en Historia (UNLP). Especialista, Magíster y


Doctor en Relaciones Internacionales (UNLP). Profesor Adjunto en las Cátedras
de Historia General VI e Historia Social Contemporánea en la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP). Profesor Titular de “Política
Exterior Argentina” en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UCALP.
Profesor de “Política Exterior Argentina” en la Maestría de Relaciones
Internacionales de la UNLP y en la Especialización en Relaciones Internacionales
de la Universidad Católica de Santa Fe y de “Política Internacional
Contemporánea” e “Historia y Política Exterior Argentina” en la Maestría de
Relaciones Internacionales de la Universidad de Buenos Aires. Miembro del
Consejo de Redacción de la Revista Relaciones Internacionales publicada por el
Instituto de Relaciones Internacionales de la UNLP y de Polítikos de la Universidad
Católica de Santa Fe. Coordinador del Centro de Reflexión de Política
Internacional del Instituto de Relaciones Internacionales de la UNLP. Ha publicado
numerosos libros y artículos referidos a historia contemporánea, relaciones
internacionales y política exterior argentina.

Lugar de la entrevista: Instituto de Relaciones Internacionales (IRI) de la


Universidad Nacional de La Plata

Fecha: viernes 18 de octubre del 2018, a las 16 horas.

Preguntas y respuestas

Teóricas:

1. ¿Por qué en los años ‘80 se habla de reinserción de Argentina en el escenario


internacional?

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Se da, principalmente, por la circunstancia de la situación de guerra, ya que es


como una especie de punto terminal del modelo de inserción que tuvo la dictadura,
que contaba con fuertes tensiones entre lo que se programaba y la construcción
efectiva; y donde hay una vinculación sobre todo en la primera fase de la dictadura
con algunos centros económicos a nivel global que tiene que ver con el modelo
económico que se implementó por la especulación financiera fundamentalmente,
y fuerte atención sobre el ámbito político que viene de la mano de las tensiones
con Estados Unidos y Europa Occidental. Eso llevó a que la dictadura tenga
algunas particularidades como por ejemplo, el hecho de que el principal proveedor
de la dictadura sea la Unión Soviética donde primaba el régimen anticomunista.

Pero esas tensiones, esa forma de ver el mundo y la construcción, tienen un punto
de tensión máxima que es la guerra de Malvinas, donde Galtieri tiene una idea
desmedida sobre el rol de la Argentina en la estrategia de los Estados Unidos, en
el contexto de lo que se llamó Segunda Guerra Fría, donde pensaba que era un
actor muy relevante a nivel global, cuando no era así. De hecho la Guerra ponía
tensión a dos socios de Estados Unidos, Gran Bretaña y Argentina, donde
obviamente, Estados Unidos decidió por aquel socio con el cual tenía más
fiabilidad, no tan marcada por tensiones como es el caso de la relación entre
Estados Unidos y Argentina, y además, con Gran Bretaña tenía otros tipos de
intereses de naturaleza estratégica.

La dictadura termina saliendo de su discurso a favor del alineamiento con


occidente, hace un discurso más de naturaleza tercermundista, que tiene que ver
con el apoyo que consiguió con motivo de la guerra. Eso genera cierta turbulencia
con las relaciones con Estados Unidos y algunos gobiernos de Europa Occidental.

Durante el gobierno de Alfonsín, la idea de la reinserción aparece como un


principio rector importante pero limitado, y que en eso se diferencia con el gobierno
de Menem, se trata de “entender la inserción no como un abandono de ciertos
principios que tienen que ver con el margen de maniobras del Estado argentino
en el mundo, y combinar ese dialogo, esa reinserción global, que tiene que ver
con un diagnostico que la administración de Alfonsín va a hacer, sobre todo ahí
hay un link con el auge de la socialdemocracia de la sociedad europea.

Sin embargo, lo que termina ocurriendo, la socialdemocracia que imaginaba


Alfonsín no era lo que allí estaba, estaba mucho más imbuida en un discurso
neoliberal, entonces eso dificultó tramos de la gestión que tenía que ver con la

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

negociación con el fondo y lo obligan a una revisión a partir del 85 de su estrategia


de reinserción.

2. ¿Qué implicancias tuvo el concepto de autonomía de Juan Carlos Puig, en el


marco de la política exterior?

La política exterior de Alfonsín se ajusta a lo que Juan Carlos Puig, en su libro del
año 1988 llamó “autonomía heterodoxa”, hace referencia a un estado ideal de
construcción autonómica, entendiéndolo como los márgenes de maniobra que
tiene un Estado, dentro del contexto que el sistema internacional le permite, es
decir, la autonomía no es percibida como una ruptura con los países principales
del bloque, sino como una forma de relación en donde el Estado periférico busca
acumular márgenes de maniobra para poder realizar sus intereses.

Parte del principio de que en la agenda del sistema internacional, hay cuestiones
que para el Estado periférico son importantes y otras no tanto, y que en función
de eso, tienen que ver como incluir sus necesidades en ese escenario.

3. ¿Qué significa para usted la política exterior y en qué instancia paradigmática


se encontraba en los años 80?

Los años 80 es un momento dentro de la construcción de la disciplina en el que


aparece el término de la autonomía, donde Juan Carlos Puig es principal pero el
único. Si aparece en los años 80 es por un lado, por la propia necesidad por esa
propia ambigüedad de la política exterior que lleva adelante Alfonsín, donde la
inserción internacional ocupa un lugar importante, eso hace que la autonomía
comience a perder el grado de centralidad que tenía en la disciplina. Por otro lado,
las propias innovaciones que el campo disciplinar venía teniendo, porque viene
fundamentalmente por la aparición de lo que muchos autores llaman la “segunda
generación” de autores de Relaciones Internacionales de Argentina (Rapoport,
Escudé, Russel, Toklatian) quienes tienen una mayor influencia de Escuelas del
mundo anglosajón, y eso hace que, para mí es un dato importante en la disciplina,
porque genera una especie de pluralidad de percepciones. Ese es el primer
momento de crisis paradigmática que se cierra con la llegada de Menen, y la
vigencia del realismo periférico hasta la crisis del 2001.

Sobre política exterior:

4. ¿Cuáles fueron los principales lineamientos de la política exterior de Raúl


Alfonsín?

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Por un lado eso está dado por la generación de algunos instrumentos, que Raúl
Alfonsín hace. Alfonsín tenía una expresión, y que también la repetía su Canciller
Dante Caputo, que decía que “la Argentina debe ser querida y respetada en el
mundo”, que era una forma de buscar cambiar la imagen de identificación general
de la Argentina con la dictadura, con la violación de derechos humanos, con la
desaparición de personas.

Ahí hay un trabajo muy importante y que eso se ve, sobre todo en una parte en la
agenda que es que trata de vincular la percepción que Alfonsín tiene de la
problemática de derechos humanos en la agenda internacional de la Argentina.

Si bien es cierto que la promoción de los derechos humanos dentro de la agenda


de política exterior fue como una constante en el gobierno de Alfonsín, de Menem,
de La Rúa, de los Kirchner, y está también en la actualidad; cada gobierno le da
una impronta específica, que tiene que ver con cómo definen esa problemática,
que ahí está centrada fundamentalmente en la cuestión de la restitución, el efecto
– que eso también tiene que ver con la propia tradición del radicalismo – del efecto
reparador de la institucionalización de la democracia. Fue un instrumento
discursivamente muy importante, se utilizó, muchos autores entienden que no tuvo
una finalidad, no tuvo un resultado inmediato. Yo entiendo que en un sentido esto
abrió algunas puertas importantes para el gobierno de Alfonsín,
fundamentalmente con su vinculación con la socialdemocracia europea, más allá
de lo dicho anteriormente, y que terminó tuvieron un valor importante, incluso solo
uno lo ve cuando la democracia estuvo en peligro, en función de los levantamiento
de “Cara Pintada” del 87-88 donde Estados Unidos salió a respaldar al gobierno
de Alfonsín y generando una tendencia hacia el aislamiento de los sectores que
pretendían cambiar el régimen político. Tal vez los resultados no se puedan medir
como se podría medir una política comercial, pero si es cierto que resultó efectivo,
porque cuando eso estuvo en peligro fue un valor que el gobierno pudo salir a
esgrimir en el escenario internacional y eso tuvo una respuesta internacional muy
favorable.

5. ¿Cómo analiza usted la transición de un gobierno autoritario a un gobierno


democrático, en el marco de la política exterior?

Fue un instrumento discursivamente muy importante, se utilizó, muchos autores


entienden que no tuvo una finalidad, no tuvo un resultado inmediato. Yo entiendo
que en un sentido esto abrió algunas puertas importantes para el gobierno de
Alfonsín, fundamentalmente con su vinculación con la socialdemocracia europea,

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

más allá de lo dicho anteriormente, y que terminó tuvieron un valor importante,


incluso solo uno lo ve cuando la democracia estuvo en peligro, en función de los
levantamiento de “Carapintada” del 87-88 donde Estados Unidos salió a respaldar
al gobierno de Alfonsín y generando una tendencia hacia el aislamiento de los
sectores que pretendían cambiar el régimen político. Tal vez los resultados no se
puedan medir como se podría medir una política comercial, pero si es cierto que
resultó efectivo, porque cuando eso estuvo en peligro fue un valor que el gobierno
pudo salir a esgrimir en el escenario

6. ¿Qué rol cumplió la restauración de democracia en la sociedad?, ¿Qué significó


para el gobierno radical?

Hay varias cuestiones, por un lado, tiene que ver ciertas transformaciones que
acontecen en el sistema internacional después de la crisis de 1973, y un
agotamiento del paradigma keynesiano y su reemplazo por una ideología de un
tipo neoliberal, con respecto al manejo de la economía. Eso impacta en la
socialdemocracia, eso se ve en el rol de que quien debe controlar, quienes son
actores que deben contra balancear la desigualdad que hay en la sociedad. Hay
un desplazamiento, la socialdemocracia sale del marco del Estado y va más hacia
la sociedad civil, en ese momento se da la transición. Y donde Alfonsín tiene un
esquema mucho más estatista. Es importante el hecho de que, a diferencia de lo
que va a ocurrir en los años 90, para Alfonsín, quien debía determinar el
crecimiento, bregar por las mejores condiciones para la sociedad y fijar el
desarrollo era el Estado y no el mercado. Más allá que después del Plan Austral,
se va liberalizando todo.

Sobre el escenario internacional:

7. ¿Qué importancia cree usted que tuvo la incorporación y/o suscripción de


tratados, convenios y acuerdos internacionales en el marco de la “ola de
democratización” de Latinoamérica?, A grandes rasgos, ¿Qué diferencias o
similitudes cree que tuvo Argentina con los gobiernos regionales?

Fue muy importante, con lo que se denomina “Giro Realista” que ocurre en el año
1985, que es precisamente cuando hubo en la política una mayor tensión con el
Fondo Monetario Internacional, con Estados Unidos, y debió ser revisada a partir
de la crisis del llamado “Club de Deudores”, lo que tenemos es que el gobierno
profundiza su agenda regional, en ese marco uno debe entender, por un lado la
elección de Brasil como socio privilegiado que ha sido una constante de la política

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

exterior no solo del radicalismo sino también democrática desde ese entonces
hasta hoy. En donde, a partir de esa alianza, se busca la mejorar las condiciones
de negociaciones en el escenario internacional. En muchos casos fue posible, si
bien no son iguales, hubo cierta correspondencia entre los gobiernos de Argentina
y Brasil.

8. ¿Cree usted que la actividad en el escenario internacional, en el marco de los


tratados, convenios y acuerdos internacionales, afianzó la democracia en el país,
hasta lograr en el año 1994 la incorporación de éstos en la reforma de la
Constitución Nacional?

Es importante porque es uno de los postulados que Raúl Alfonsín innovó, no era
algo que se estuviera discutiendo previamente. Es algo que Alfonsín impone en el
Pacto de Olivos, que tiene por objeto precisamente generar ciertas salvaguardas
de nuestra inserción internacional y sobre todo en un aspecto que es importante,
que es el de la protección de las personas, porque dentro de todos esos acuerdos,
tienen elementos que tienen que ver con las personas que son sustanciales y que
ante cualquier cambio político que puede haber en Argentina, eso termina siendo
una referencia importante para la protección de los habitantes.

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

Anexo 2: Tratados, Convenios y Acuerdos Internacionales

A. Declaración Conjunta Argentino-Chileno – Ciudad del Vaticano


(23/1/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
nZU=&tipo=kg==&id=kqSmmw==&caso=pdf

B. Declaración Conjunta de los Sres. Presidentes de la República Argentina


y de la República de Colombia – Bogotá (5/2/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
npo=&tipo=kg==&id=kp+kmw==&caso=pdf

C. Convenio de Cooperación entre el Gobierno de República Argentina y el


Gobierno de la República de Nicaragua – Buenos Aires (16/2/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCnl
ZM=&tipo=kg==&id=k6Glng==&caso=pdf

D. Convenio de Cooperación Económica entre el Gobierno de la República


Argentina y el Gobierno de la República de Cuba – La Habana
(16/3/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCnl
Zc=&tipo=kg==&id=kqCnmg==&caso=pdf

E. Convenio General de Cooperación Económica entre el Gobierno de la


República Argentina y el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos –
Buenos Aires (4/4/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCn
mpo=&tipo=kg==&id=k6Clng==&caso=pdf

F. Declaración Hispano-Argentina – Madrid (13/6/1984)


 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCnn
pY=&tipo=kg==&id=laGplw==&caso=pdf

G. Convenio Cultural Argentina-Gabón – Buenos Aires (27/7/1984)


 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCpn
JY=&tipo=kg==&id=lKarnQ==&caso=pdf

H. Convenio Cultural entre el Gobierno de la República Argentina y el


Gobierno de la República Popular China – Buenos Aires (6/8/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCpn
Jk=&tipo=kg==&id=lKGnnA==&caso=pdf

I. Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) –


San José de Costa Rica (5/9/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=lJ2nm
A==&tipo=lA==&id=laai&caso=pdf

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 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_multi_ficha.php?id=l56k

L. Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y de


la República de Panamá – Panamá (26/9/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCpn
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M. Tratado de Paz y Amistad Argentino-Chileno – Ciudad del Vaticano


(29/11/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCq
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N. Convenio de Cooperación Cultural entre el Gobierno de la República


Argentina y el Gobierno de la República Argelina Democrática y Popular
– Argel (3/12/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCq
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 Ñ. Comunicado Conjunto sobre Establecimiento de Relaciones


Diplomáticas entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno
de Antigua y Barbuda – Washington (7/12/1984)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCq
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O. Comunicado Conjunto Argentino-Salvadoreño – Buenos Aires


(26/2/1985)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
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P. Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y de


la República de Colombia – Colombia (3/3/1985)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
nZQ=&tipo=kg==&id=kp+knA==&caso=pdf

Q. Declaración Conjunta de Cancilleres de la República Argentina y de la


República de Honduras – Buenos Aires (8/3/1985)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
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R. Memorándum sobre Consultas sobre Temas de Interés Común entre el


Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de Italia – Buenos
Aires (11/3/1985)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
npc=&tipo=kg==&id=lp6nlg==&caso=pdf

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“Política Exterior de Raúl Alfonsín: análisis de los Tratados Internacionales para la consolidación
de la democracia”

S. Declaración de Colonia sobre Integración Económica y Social entre la


República Argentina y la República Integral del Uruguay – Colonia
(19/5/1985
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCq
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T. Comunicado Conjunto sobre el Establecimiento de Relaciones


Diplomáticas entre la República Argentina y Dominica – Nueva York
(13/6/1985)
https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCq
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U. Declaración Conjunta de los Presidentes de Argentina y de la República


Dominicana – Buenos Aires (24/7/1985)
https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCq
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V. Protocolo Adicional al Convenio de Cooperación Económica entre el


Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República
Popular China
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCqn
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W. Protocolo de Cartagena de Indias (Protocolo de Reformas a la Carta de la


OEA) – Cartagena de Indias (5/12/1985)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=k6alm
A==&tipo=lA==&id=kp2qnQ==&caso=pdf

X. Declaración Conjunta de los presidentes de Argentina y de Perú –


Buenos Aires (15/3/1986)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqOnn
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Y. Memorándum de Entendimiento entre el Gobierno de la República


Argentina y el Gobierno de la República de Venezuela – Buenos Aires
(11/4/1986)
Z. https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqOol
Zg=&tipo=kg==&id=lKCmmA==&caso=pdf

AA.Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y de


la República de El Salvador – Buenos Aires (16/5/1986)
BB.https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqOol
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CC. Comunicado Conjunto estableciendo Relaciones Diplomáticas


entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la
República Centroafricana – Nueva York (15/7/1986)
DD. https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id
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EE. Tratado General de Cooperación y Amistad entre la República


Argentina y el Reino de España – Madrid, (3/6/1986)
https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqGm
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FF. Acta para la Integración Argentino-Brasileña, Buenos Aires, (29/7/1986)


https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqOol
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GG. Comunicado Conjunto sobre el Establecimiento de Relaciones


Diplomáticas entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno
de la República de Seychelles – Nueva York (2/10/1986)
HH. https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id
=kqOomZs=&tipo=kg==&id=lZ6mmw==&caso=pdf

II. Acta de Amistad Argentino-Brasileña Democracia, Paz y Desarrollo –


Brasilia (10/12/1986)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqOo
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JJ. Declaración Conjunta Argentino-Guatemalteca – Buenos Aires


(25/2/1987)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
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KK.Declaración Conjunta de los Presidentes de la República Argentina y a


República del Uruguay – Montevideo (26/5/1987)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCnlp
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LL. Comunicado Conjunto Argentino-Húngaro, Buenos Aires (25/11/1987)


 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCp
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MM. Tratado entre la República Argentina y la República Italiana para


la Creación de una Relación Asociativa Particular – Roma (10/12/1987)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCql
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NN. Tratado Acuerdo General de Cooperación entre la República


Argentina y la República Popular de Mozambique – Buenos Aires
(30/3/1988)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqGk
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OO. Comunicado Conjunto Argentina-Gabón – Libreville (21/4/1988)


 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqGlnJ
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PP.Acta para la Integración Argentino-Colombiana – Bogotá (28/4/1988)

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 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqGln
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QQ. Tratado General de Cooperación y Amistad entre la República


Argentina y el Reino de España – Madrid (3/6/1988)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqGm
mZM=&tipo=kg==&id=laKilw==&caso=pdfn

RR. Estatuto del Fondo Especial de Desarrollo entre el Gobierno de la


República Argentina y el Gobierno de la República de Bolivia – La Paz
(8/11/1988)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqGon
Jw=&tipo=kg==&id=lKal&caso=pdf

SS. Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo entre la República


Argentina y la República Federativa del Brasil – Buenos Aires (29/1/1988)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqGpl
Zk=&tipo=kg==&id=mqSk&caso=pdf

TT. Acuerdo para la creación de la Comisión de Coordinación Política e


Integración entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de
la República del Paraguay – Ituzaingó (26/4/1989)
 https://tratados.cancilleria.gob.ar/tratado_archivo.php?tratados_id=kqCm
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