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Responsabilidad Civil Extracontractual: Responsabilidad de

directores y gerentes de sociedades.


Karina Seguel Hernández – Valeria Vilches Carvajal – Catalina Zúñiga Torres

1. Aspectos generales.
Para iniciar el presente informe es necesario tener en cuenta que se entiende como
responsabilidad a la obligación que tiene una persona que ha causado daños o
perjuicios en otra persona o en su patrimonio, de resarcir el daño causado.
Este trabajo se centrará en la responsabilidad civil extracontractual que pesa sobre los
directores y gerentes de sociedades, es menester mencionar que en este tipo de
responsabilidad no debe existir un vínculo jurídico previo necesariamente. Es por esto
que la responsabilidad extracontractual de gerentes y directores, ha sido un caso
complejo para la doctrina, dado que no se ha logrado consenso respecto al estatuto de
la responsabilidad que debe ser utilizado por los Tribunales de Justicia.
La responsabilidad de directores y gerentes no tiene una regulación exacta o especial,
al igual que sucede con los otros estatutos especiales de responsabilidad. No obstante,
a eso, se puede encontrar escasamente regulada en la “Ley sobre Sociedades
Anónimas” y supletoriamente se rige por el Código Civil en el libro cuarto, título
XXXV, respecto a la responsabilidad por delitos y cuasidelitos.
2. Aspectos normativos
Las responsabilidades que recaerán sobre los directores y gerentes de sociedades
estarán reguladas por la ley n° 18.046, tal como señala ECIJA “Independiente de la
sociedad que se trate, el Directorio y la responsabilidad de sus directores y gerentes
se encuentra regulado en la Ley 18.046, la Ley sobre Sociedades Anónimas.”1
La Ley sobre Sociedades Anónimas N° 18.046, en su artículo 1332, del título XIV “de
las responsabilidades y sanciones”, señala la responsabilidad de los directores y
gerentes:
“La persona que infrinja esta ley, su reglamento o en su caso, los estatutos sociales o
las normas que imparta la Comisión ocasionando daño a otro, está obligada a la
indemnización de perjuicios. Lo anterior es sin perjuicio de las demás sanciones
civiles, penales y administrativas que correspondan.”

1 (ECIJA, 2020)
2 (LEY, N°18.046, 1981)
Así también el su inciso segundo, del articulo mencionado, hace referencia de que
como serán sancionadas las personas jurídicas:
“Por las personas jurídicas responderán además civil, administrativa y penalmente,
sus administradores o representantes legales, a menos que constare su falta de
participación o su oposición al hecho constitutivo de infracción.”
No es hasta el inciso final del articulo 133 de la Ley n° 18.046, que se hace mención
sobre como recaerá la responsabilidad en los gerentes y directores:
“Los directores, gerentes y liquidadores que resulten responsables en conformidad a
los incisos anteriores, lo serán solidariamente entre sí y con la sociedad que
administren, de todas las indemnizaciones y demás sanciones civiles o pecuniarias
derivadas de la aplicación de las normas a que se refiere esta disposición”.
No obstante, que en la ley sobre Sociedad Anónimas se puedan encontrar vagas
menciones de la responsabilidad de los directores y gerentes, esto no es suficiente; pues
existe una “fragmentariedad, multiplicidad y ambigüedad de normas que obliga a
hacer un esfuerzo interpretativo (…) por lo mismo difícilmente quedará libre de
críticas.”3 Es por esto que hay que tener en consideración que esta ley es un conjunto
de normas que aborda ciertos puntos, pero los restantes los guarda en silencio; así
también se puede observar que no hace distinción de quien ha sufrido el daño
ocasionado por los directores o gerentes, pues en estas disposiciones no hace la
distinción de si el daño será contractual o extracontractual. Al no ser suficiente esta
normativa especial, se tendrá que recurrir a las disposiciones generales, que sí realizan
la distinción de contractual y extracontractual, se tendrá que diferencial el régimen de
la acción social (reparación de daños causados a la sociedad) y la acción individual
(reparación de daños causados a terceros o a accionistas).

3. Responsabilidad general por culpa o dolo.


Para entender esta responsabilidad hay que comprobar que el estatuto especial
mantiene el principio de la responsabilidad subjetiva o por culpa. Es por esto que nos
tenemos que dirigir al artículo 41 de la ley 18.0464, título IV de la administración de
la sociedad, que señala el deber de diligencia y cuidado que deben tener los directores
y además establece de qué manera responden:
“Los directores deberán emplear en el ejercicio de sus funciones el cuidado y
diligencia que los hombres emplean ordinariamente en sus propios negocios y

3 (Corral Talciani, 2004)


4 (LEY, N°18.046, 1981)
responderán solidariamente de los perjuicios causados a la sociedad y a los
accionistas por sus actuaciones dolosas o culpables.”
ECIJA, en la misma línea señala que de provocado algún daño, los directores y gerentes
estarán obligados a indemnizar:
“Como regla general, la responsabilidad de los directores y gerente es similar. La
persona que infrinja la LSA, su reglamento o, en su caso, los estatutos sociales o
normas que imparta la CMF [Comisión para el mercado financiero] ocasionando daño
a otro, está obligada a la indemnización de perjuicios. Lo anterior sin perjuicio de las
demás sanciones civiles, penales (como el caso de la Ley 20.393) y administrativas
que correspondan, de acuerdo con el art 133 inciso 1º de la LSA”.5
Es decir, que según lo mencionado por el articulo 44 del Código Civil, la
responsabilidad que se le puede imputar es por culpa leve; así también los directores
serán responsables si se acredita culpa o dolo, ya sea que su actuar haya sido individual
o colectivo. Se hace la distinción en que, si actúan de forma colectiva del mismo hecho
ilícito, serán responsables solidariamente, en donde la culpa debe ser probada por el
demandante; no obstante, cuando se trate de un acto celebrado por acuerdo del
directorio la culpa será atribuible a todos los que concurrieron en su realización, a
acepción de aquellos que dejan estipulado en el acta su oposición, según lo mencionado
en el artículo 48 de la Ley 18.046.
Hay que destacar que la responsabilidad por culpa o dolo de los directores no se puede
renunciar anticipadamente, según lo mencionado en el articulo 41 de la Ley 18.046.
4. Responsabilidad por supuestos particulares de culpa presunta u objetiva.
En este caso nos tenemos que dirigir según lo mencionado en el artículo 45 6 de la Ley
18.046 se presume la culpabilidad de la responsabilidad de los directores toda vez que
se dan causales taxativas:
“Se presume la culpabilidad de los directores respondiendo en consecuencia,
solidariamente de los perjuicios causados a la sociedad, accionistas o terceros, en los
siguientes casos:
i.Si la sociedad no llevare sus libros o registros.
ii.Si se repartieren dividendos provisorios habiendo pérdidas acumuladas, respecto de
los directores que concurrieron al acuerdo respectivo.
iii.Si la sociedad ocultare sus bienes, reconociere deudas supuestas o simulare
enajenaciones. Se presume igualmente la culpabilidad del o de los directores que se

5 (ECIJA, 2020)
6 (LEY, N°18.046, 1981)
beneficien en forma indebida, directamente o a través de otra persona natural o
jurídica de un negocio social que, a su vez, irrogue perjuicio a la sociedad.
iv.Si se aprobaren operaciones en contravención a lo dispuesto en el artículo 44 o en el
Título XVI de la presente ley, en su caso.”
A pesar de que sean taxativas hay que considerar la descrita en el artículo 1067:
“Si la sociedad es disuelta por sentencia judicial ejecutoriada o revocada por
resolución fundada de la Superintendencia”
También se pueden encontrar otras causales, las cuales no se encuentran formuladas a
manera de presunción, se deben asimilar a los siguientes casos:
a. Si el directorio incumple su obligación de proporcionar a los accionistas o al
publico las informaciones que la ley o la Superintendencia determinen. Artículo 468.
b. Si uno o más directores tienen interés por si o como representantes de otro en
actos o contratos celebrados por la sociedad, sin que se cumplan con los requisitos
del artículo 44.

5. Responsabilidad por infracción normativa o estatuaria.


Esta responsabilidad corresponde aquellos que sean considerados culpables de una
infracción a algunas de las siguientes fuentes:
i. La Ley n° 18.046, su reglamento, el estatuto social o normas impartidas por la
Superintendencia, serán responsables de los daños ocasionados a otro por dicha
infracción. Sin perjuicio de la sanción civil, penal o administrativa que corresponda.
Los directores, gerentes y liquidadores que han incurrido en este tipo de infracción
serán obligados solidariamente al pago respectivo de la indemnización, es decir, se
puede observar una solidaridad por coautoría del hecho ilícito. No obstante, a esto, si
fue la sociedad quien cometió la infracción causando daño a otro, según lo mencionado
en el artículo 133 inciso 2°9 serán también los administradores o representante legales
responsables de este ilícito.
Es este caso la responsabilidad asignada a los directores y gerentes, será
exclusivamente objetiva, pues no es necesario probar la culpa o dolo respectivo, sino,
que solo basta con probar la culpa de la sociedad en la infracción y la relación causal
con entre esta y el daño.

7 (LEY, N°18.046, 1981)


8
(LEY, N°18.046, 1981)
9 (LEY, N°18.046, 1981)
Quienes quedan excluidos de esta responsabilidad serán aquellos directores que
acrediten su inasistencia, no participación u oposición a la infracción.
En resumen, a todo lo mencionado, según Hernán Corral Talciani podemos decir que:
“El primero es el que establece la responsabilidad por culpa o dolo en el desempeño
general de las funciones del director, aunque no exista una tipificación específica de
una infracción o incumplimiento (art. 41); el segundo es el que imputa responsabilidad
a los directores por medio de presunciones de culpa derivadas de ciertos hechos (arts.
44, 45, 106 Ley N.º 18.046). Finalmente, el tercero es el que atribuye responsabilidad
cuando el daño proviene de una específica infracción a una norma legal,
reglamentaria o estatutaria (art. 133 Ley N.º 18.046).” 10
Finalmente, de forma supletoria el artículo 44 del Código Civil establece los grados de
diligencia o cuidado debido, que es también aplicable a la responsabilidad de los
directores y gerentes de sociedades.
6. Acciones contempladas y legitimación
La responsabilidad y las sanciones de directores y gerentes está establecida para los
casos señalados en la ley de sociedades anónimas se encuentran legitimados para
actuar los accionistas y podrán iniciar una demanda por indemnización de perjuicios,
según el artículo 133 bis de la ley N.º 18.04611:
“Toda pérdida irrogada al patrimonio de la sociedad como consecuencia de una
infracción a esta ley, su reglamento, los estatutos sociales, las normas dictadas por el
directorio en conformidad a la ley o las normas que imparta la Comisión, dará
derecho a un accionista o grupo de accionistas que representen, a lo menos, un 5% de
las acciones emitidas por la sociedad o a cualquiera de los directores de la sociedad,
a demandar la indemnización de perjuicios a quien correspondiere, en nombre y
beneficio de la sociedad (...).”
En esta misma línea, Hernán Castro12 señala las distintas acciones:
a) “Nuestra legislación admite, en los mismos términos que la doctrina, las
acciones individuales para hacer efectiva la responsabilidad civil del causante del
daño o perjuicio inferido al accionista o tercero.
b) También acepta que el particular pueda deducir, al mismo tiempo, las acciones
judiciales que fueren procedentes, para hacer efectiva la responsabilidad penal del
culpable del daño o perjuicio.

10 (Corral Talciani, 2004)


11
(LEY, N°18.046, 1981)
12 (Hernán, 1985)
c)
Las referidas acciones son consecuencia de las obligaciones de indemnizar que
impone la legislación a los culpables del hecho o acto causante de los perjuicios.”
Finalmente, también está permitida, según la doctrina la acción social:
En cuanto a lo que la doctrina conoce como acción social, esto es, aquella que entabla
la sociedad en contra de los administradores u otros miembros de órganos sociales
que le han ocasionado perjuicios en su patrimonio, nuestra legislación no la ha
contemplado de modo expreso, pero sí ha señalado un camino indirecto para hacerla
valer.”
7. Jurisprudencia
1° Sentencia:
- Rol: 7888-2019
- Caratulado: A.F.P. CAPITAL S.A. CON EMPRESAS LA POLAR S.A.
La Corte Suprema, en el considerando décimo séptimo de esta causa establece respecto
al deber de informarse de los directores, que:
“Al respecto, cabe recordar que, como lo dispone el artículo 39 de la Ley N° 18.046,
cada “director tiene derecho a ser informado plena y documentalmente y en cualquier
tiempo, por el gerente o el que haga sus veces, de todo lo relacionado con la marcha
de la empresa”. Asimismo, resulta útil mencionar que esta Corte ha sostenido
previamente al respecto que “sobre la existencia del denominado ‘deber de informarse’
que asiste a los directores” se ha señalado por la doctrina que la “regulación que da
cuenta de la consagración de este deber en nuestra ley parte por enunciar la facultad
que asiste a todo director para recabar aquella información que fuese necesaria para
desempeñar su cargo [...] De esta manera, nuestro ordenamiento jurídico no consagra
una obligación para el presidente del directorio de una compañía, ni aun en el carácter
de ‘presidente ejecutivo’ de mantener informado al directorio de los asuntos sociales.”
2° Sentencia:
- Causa nº 16535/2015 (Casación).
- Corte Suprema, Sala Primera (Civil).
- Caratulado: BANCO DEL ESTADO DE Chile CON B.F.F
En los hecho se menciona que “el demandado no era un acreedor común de la sociedad
sino que su socio mayoritario y su conducta ha sido abusiva y colisiona con la buena
fe, infringiendo el artículo 1546 del Código Civil, disposición cuya aplicación no se
limita al puro ámbito contractual, por lo que si el titular hace uso excesivo de los
derechos que le corresponden y concurren los demás requisitos de
la responsabilidad extracontractual, debe indemnizar los perjuicios ocasionados.”
Así también el abogado demandante menciona que “acción del demandado de ejecutar
sus obligaciones propias a sabiendas de que produciría la quiebra de la compañía, es
reprochable y claramente abusiva para una persona que no sólo era socia y dueña de
la misma, sino que además era su administrador estatutario, obligado por mínimas
consideraciones de buena fe a cautelar, proteger y fomentar no sólo los intereses de la
sociedad, sino que también a evitar cualquier perjuicio que una acción suya pudiera
ocasionar a la misma y a los terceros contratantes con ella.” Y respecto a este hecho
cometido argumenta que “, señala que los socios y administradores de las sociedades
están sometidos a las reglas generales de responsabilidad contractual
y extracontractual.”
Es en relación al abuso del derecho que invoca el actor, expresa el fallo que éste no
escapa a las normas que regulan la responsabilidad extracontractual, siendo solo una
especie de acto ilícito, y en consecuencia se verificará cuando su titular lo ejerza
dolosamente, esto es, que el derecho se ejercite con la intención positiva de inferir daño
a otro. Sin embargo, en el caso sub lite no existe antecedente alguno que pruebe que el
demandado actuó con intención de inferir daño.
Es importante destacar el fallo de esta sentencia, pues se rechaza el recurso de casación
presentado por la parte demandante, dando como argumento la Corte que “Por todo ello
no puede atribuirse a la conducta del demandado la necesaria correlación con el
resultado que finalmente tuvo la sociedad exportadora, de la cual tampoco aparecía
como único responsable, sobre todo, además, cuando actuó legítimamente cobrando
una acreencia, sin que dicho acto pueda ser calificado de ilícito o manifiestamente
infundado o constitutivo de un abuso de un derecho.” Así también en el apartado
undécimo menciona que:
“sin perjuicio de lo anterior, cabe también señalar que, si bien los administradores
pueden ser personalmente responsables frente a terceros ajenos a la sociedad en razón
de los ilícitos en que incurran en su perjuicio, la insolvencia de ésta sólo genera
responsabilidad para ellos en la medida que sea consecuencia de actos u omisiones de
dicha naturaleza. En este sentido el profesor E.B.B. señala que: “…parece prudente
limitar la responsabilidad de los directores y gerentes a los actos fraudulentos o de
culpa grave, dejando un espacio suficientemente amplio de discreción a la apreciación
de los negocios. Al respecto, conviene tener presente que son los acreedores quienes
corren con el riesgo de que los administradores del deudor adopten erróneas decisiones
de negocios, de modo que la responsabilidad de estos últimos sólo puede tener lugar en
casos de imprudencias temerarias o de actos que afecten severamente la par conditio
creditorum o posponen los intereses de los acreedores frente a los de los accionistas de
una sociedad amenazada por insolvencia”. (Autor citado, en su obra “Tratado De
Responsabilidad Extracontractual”. Editorial Jurídica de Chile. Año 2006. Página
823).”
3° Sentencia:
- Causa Rol: 230-2007
- Corte de Apelaciones de Punta Arenas.
- Caratulado: CATRILEF HERNANDEZ SALOMON CON PESCA CISNE S.A.

En esta sentencia se entiende que Pesca Cisne S.A y Empresa Pesquera Piñeiro S.A,
entre otras, son una misma persona, en sus considerando noveno y undécimo parte final:
“(…) Luego, se puede establecer que estas empresas responden a una misma voluntad y
se trata de una única organización, que opera principalmente entre España, Chile y
Uruguay, alternativamente en la República del Panamá (sic) dedicados a negocios
pesqueros”
La responsabilidad extracontractual, en esta sentencia se combina con el levantamiento
del velo societario, teniendo por objeto la configuración del factor de imputación
subjetivo, dolo o culpa. El considerando duodécimo señala: “… Ello porque en
convicción de esta Corte existen al tenor del artículo 1712 del Código Civil,
presunciones graves, concordantes y precisas que Pesca Cisne S.A., y las empresas
asociadas han mal utilizado las instituciones que otorga el ordenamiento jurídico,
utilizando la estructura formal de la personalidad jurídica para atentar contra la buena
fe, la seguridad y transparencia del tráfico jurídico, abusando del derecho y evadiendo
de esta forma las responsabilidades y obligaciones que le corresponden de acuerdo a la
ley…”. Los considerandos decimoquinto y decimosexto dan por configurada la
responsabilidad extracontractual de la empresa a partir de la aplicación de la teoría de
levantamiento del velo societario.
Respecto a esta fórmula de la responsabilidad civil extracontractual, se considera que la
del administrador de hecho presenta una serie de ventajas comparativas, que hacen más
conveniente su aplicación. El administrador de hecho, corresponde a aquel sujeto que,
con sus órdenes e instrucciones, dadas a sociedades dominadas, dentro de un grupo
empresarial, ocasiona daños, y al no encontrarse investido de una calidad formal en
alguna de las sociedades que forman parte de la empresa pluricorporativa que significa
el grupo empresarial, se encuentran, en principio, a salvo de pretensiones
indemnizatorias en su contra.
Bibliografía
A.F.P. CAPITAL S.A. CON EMPRESAS LA POLAR S.A. , 7888-2019 (2019).

Banco del Estado de Chile con B.F.F, 16535-2015 (Corte Suprema 11 de octubre de
2016).
Catrilef Hernandez Salomon con Pesca Cisne S.A, 230-2007 (Corte de Apelaciones
de Punta Arenas 2007).
Corral Talciani, H. (2004). Lecciones de Responsabilidad Civil Extracontarctual.
Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
ECIJA. (16 de Noviembre de 2020). ECIJA. Obtenido de https://ecija.com/sala-de-
prensa/chile-responsabilidad-de-los-miembros-del-directorio-o-consejo-de-
administracion/
Garcia Zamorano, P. d. (2015). ANÁLISIS DE LA RESPONSABILIDAD DE LOS
DIRECTORES Y GERENTES DE SOCIEDADES ANONIMAS. Sanatiago:
Universidad Finis Terrae.
Hernán, C. O. (1985). Estatuto del Accionista. Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
LEY, N°18.046. (1981). Ley Sobre Sociedades Anonimas. BCN. Obtenido de
https://bcn.cl/2f77s

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