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César vallejo “El poeta universal”

- Nace un 16 de marzo de 1893 en la Libertad, Santiago de chuco.

- Poeta y narrador peruano, es considerado uno de los más grandes innovadores de la poesía
del siglo XX.

- En sus primeros años, a petición de sus padres, fue formado para la vida sacerdotal, quizás
por la referencia de su abuelo José Rufo Vallejo quien fue sacerdote Mercedario.

- En 1910, se matricula en la Facultad de letras de la Universidad Nacional de Trujillo, sin


embargo, la abandona a los pocos meses por problemas económicos, retornando a su pueblo
con el fin de ahorrar para continuar sus estudios. Aquel año se desempeñaría, por el trascurso
de siete meses, como preceptor de los hijos del minero y político peruano Domingo Sotil.

- En 1913, regresa a Trujillo, con el fin de retomar sus estudios, pudiendo costear los mismos
con su labor de maestro en el Centro escolar de varones N° 241, y luego en el Colegio
Nacional de San Juan, teniendo como alumno a Ciro Alegría, futuro gran novelista peruano.

- El 22 de septiembre de 1915, culmina sus estudios universitarios, graduándose de bachiller


en Letras, presentando la tesis: “El Romanticismo en la poesía castellana” dando luces de lo
que sería su inclinación poética años más tarde. Aquel año, empieza a publicar sus primeros
poemas en diarios locales, siendo éstos recogidos por algunos diarios de lima que empiezan a
publicarlas. También conoce a una de sus primeras musas inspiradoras, María Rosa Sandoval,
joven atractiva e inteligente; poeta, viajando secretamente a la ciudad de Otuzco, con su vida
en pocos meses. Esta desaparición inspiraría posteriormente al poeta a escribir su primer libro
llamado: “Los Heraldos negros”, haciendo referencia a su pérdida en el poema “Los dados
eternos”, cuando señala: “Tú no tienes Marías que se van” aludiendo también a la muerte de su
madre, María de los santos, fallecida en 1918.

- En 1918, y ya en Lima, Vallejo se integraría rápidamente a lo más selecto de la intelectualidad


limeña, entrevistándose con el poeta y escritor José María Eguren y luego con el maestro
Manuel Gonzales Prada, a quien muchos jóvenes seguían como guía. Ese año, empieza a
laborar en el colegio Barrós en Lima, llegando a ocupar el cargo de director; sin embargo, la
relación que mantendría con una muchacha de 15 años llamada Otilia, le haría perder el trabajo
rápidamente. Con una variada colección de poemas, abarcando diversos temas como los de
evocación hacia lo nativo o indígena, el destino del hombre, la muerte, el dolor, la conciencia de
orfandad, el absurdo, la religión o la culpa, todos ellos tratados por el poeta con un acento muy
personal, bajo una mirada cercana al existencialismo. Ese mismo año es admitido nuevamente
como docente del colegio nacional Guadalupe, siendo declarado cesante poco tiempo después.
Ya asentado en París, realizaría labores de periodismo para revistas y diarios del Perú y
España, así como trabajos de traductor, labores muy poco remuneradas que hicieron que
Vallejo, incluso, durmiera a la intemperie.

- En 1931, es testigo de la caída de la monarquía borbónica y la proclamación de la segunda


república española, relacionándose con grandes literatos españoles como Miguel de Unamuno,
Federico García Lorca entre otros Envuelto en las ideas marxistas y rememorando los
recuerdos que tenia de los abusos a los mineros de Quiruvilca, publicaría su novela proletaria
"El Tungsteno", junto a su libro de crónicas y ensayos “Rusia en 1931”, convirtiéndose éste
último en un récord de ventas, editándose tres veces en solo cuatro meses.

- Finalmente, entre setiembre y noviembre de aquel año, escribe sus últimas composiciones
líricas: "Poemas Humanos" y "España, aparta de mí este cáliz"; así como el drama teatral de
tema incaico: "La piedra cansada". En 1938 trabaja como profesor de Lengua y literatura en
París, sin embargo, en marzo de aquel año sufriría una descompensación por agotamiento
físico y debilidad, contrayendo una enfermedad desconocida en Europa, la misma que no sería
otra cosa que el rebrote de paludismo que sufrió de niño, entrando en crisis entre el 7 y 8 de
abril. Premonitoriamente, en su poema “Piedra negra sobre una piedra blanca” perteneciente al
libro “Poemas Humanos”, Vallejo anticiparía su muerte, fallando en su predicción solo por un
día: un día del cual tengo ya el recuerdo.

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