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PRESENTACIÓN SEGUNDA ENTREGA DEL PAT COLECTIVO

IDENTIFICAR LOS CAMBIOS NORMATIVOS DE LA LEY 2197 DE 2022, DE


SEGURIDAD CIUDADANA RESPECTO A LA CARTA DE DERECHOS
CONSTITUCIONALES.

Rafael Rojas Sánchez


Luis González Cantillo
Gabriel Machacón Figueroa

DOCENTE COORDINADOR
DRA. MARTHA ESPINOSA BUELVAS

Corporación universitaria Rafael Núñez


Facultad de ciencias sociales y humanas
Programa de Derecho.
Cartagena, Colombia.
2022
INTRODUCCIÓN

La presente investigación se refiere a La ley 2197 de 2022, de seguridad


ciudadana, la cual tiene como objeto el fortalecimiento de la Seguridad
Ciudadana, por medio de la inclusión de reformas al Código Penal al Código de
Procedimiento Penal, al Código Nacional de Seguridad y Convivencia
Ciudadana, al Código de Extinción de Dominio, al igual que se Regula las armas,
elementos y dispositivos menos letales, y la sostenibilidad del Registro Nacional
de Identificación Balística1, Esta norma ha suscitado opiniones divididas para los
colombianos, por otra parte es la clave para combatir la criminalidad y para otros
la ley contendría apartes que pondrían en riesgo el ejercicio de diversos
derechos constitucionales de la población.

Sin embargo, es de anotar que para otros la Ley contendría apartes que
pondrían en riesgo el ejercicio de diversos derechos de la población. En primer
lugar, el artículo 3 de la Ley 2197 de 2022 modificó el artículo 32 de la Ley 599
de 2000 –actual Código Penal colombiano– añadiendo el numeral 6.1, que
inserta al ordenamiento jurídico una nueva figura denominada “legítima defensa
privilegiada”. Este nuevo concepto determina que se presume como legítima la
defensa que se ejerza contra el extraño que “usando maniobras o mediante
violencia penetre o permanezca arbitrariamente en habitación o dependencias
inmediatas, o vehículo ocupado”, además esta reconoce que la “fuerza letal”
puede ejercerse excepcionalmente para repeler las agresiones “al derecho
propio o ajeno”.2 

Esta nueva causal de justificación, que excluye de responsabilidad penal, ha


generado distintas críticas. Por un lado, un sector advierte los riesgos que
podrían generarse como resultado de la inserción de esta figura al
ordenamiento, pues la norma daría un mensaje erróneo a la población, incitando
a que se tome justicia por mano propia. Además, se cree que en la práctica los
ciudadanos podrían acudir a la vía de la violencia para responder a situaciones
que no lo ameritan, pero aun así respaldándose en lo que contempla
expresamente la norma. “perfectamente podría presumirse la legítima defensa
de quien dispara contra una persona porque simplemente pasó una cerca para
coger las frutas del vecino”

1
FUENTE EN LINEA https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%202197%20DEL
%2025%20DE%20ENERO%20DE%202022.pdf
2
FUENTE EN LINEA https://una.uniandes.edu.co/blog/300-de-amores-y-odios-la-ley-de-seguridad-
ciudadana
Ahora, por otro lado, hay que reconocer que en realidad esta no es una figura
completamente nueva en el ordenamiento, pues en el inciso segundo del
numeral 6 del artículo 32 del actual Código Penal se reconoce que se presume
legítima la defensa de quien busca rechazar al extraño que “intente penetrar o
haya penetrado a su habitación o dependencias inmediatas”, bastante similar a lo
que reconoce la legítima defensa privilegiada; por ende, pareciera que la Ley de
seguridad ciudadana se hubiera encargado en realidad de ampliar está figura al
caso en que se intente penetrar a un vehículo ocupado.
Ahora bien, el actual numeral 6.1, causa a un mayor impacto al exclamar que
excepcionalmente se puede utilizar la fuerza letal, se debe tener en cuenta que
ésta siempre ha sido una posibilidad que contempla la legítima defensa, en tanto
se cumplan los requisitos de la ley: que se esté ante una agresión injusta, que
sea actual o inminente; que se ponga en riesgo un derecho propio o ajeno; que
se ejerza un acto de defensa necesario y proporcional. Por lo anterior, no es un
desatino que la ley contemple la posibilidad de recurrir al uso de este tipo de
fuerza, ya que también habla de la proporcionalidad como un requisito de la
conducta. Adicionalmente, que se presuma la legítima defensa no significa que
no se pueda probar en contrario, por lo que se podrá entender como una
presunción de hecho y que, de acreditarse que no concurre alguno de los
requisitos para la configuración de esta figura, se desvirtuaría la presunción y se
tendría que responder penalmente.
El derecho penal no puede ser la solución para los problemas sociales, se
criminaliza la protesta social en aras de solucionar este problema jurídico, si esta
ley en realidad criminaliza la protesta social, cual es la protesta que se protege
desde el punto de vista normativo constitucional e internacional legal del derecho
colombiano, y la respuesta al objeto constitucional es la protección a la protesta
pacífica. Es decir, que aquellas manifestaciones que desbordan esos límites de
exteriorización pacifica de una determinada postura o determinados acuerdos,
pues entran en un terreno donde diversas áreas del sistema normativo enfocan
diferentes sanciones o diferentes limitaciones y este planteamiento acorde con el
cual lo que se entiende protegido a nivel constitucional e internacional, es la
protesta pacífica, pues toma como punto de apoyo el marco internacional fijado
por la corte interamericana de derechos humanos y el sistema universal de
derechos humanos, el artículo 37 de la constitución política de Colombia y que
ha sido refrendada en diversas sentencias de la corte constitucional de particular
importancia a la sentencia, 09 de 2018, pero estas limitaciones al derecho de
protesta también las encontramos en las prohibiciones penales no porque los
tipos nos hablen en particular de la protesta o porque nos señalen en específico
la forma en que se debe realizar la protesta sino porque contienen mandatos o
prohibiciones y fundamentalmente en su mayoría prohibiciones, es decir, que
son tipos penales de acción o activos que contienen una limitación orientada a
proteger derechos fundamentales o bienes jurídicos ajenos, o que se encuentran
radicados en cabeza de la colectividad, y se encuentran por lo menos 23 tipos
penales en el código en la ley 599 2000, que imponen esas limitaciones a título
meramente enunciativo. Los delitos contra la vida y la integridad personal, el
delito de hostigamiento, la tortura, amenazas contra defensores de derechos
humanos, la violación de la libertad de trabajo, el sabotaje, la injuria, la
calumnia, el hurto, el daño en bien ajeno, el terrorismo, el delito de instigación a
delinquir, en general tipologías que nos marcan un derrotero junto con unas de
particular importancia, como son las conductas que atentan contra la seguridad
pública o los delitos de peligro común, entre ellos la obstrucción a vías públicas,
el disparo de arma de fuego contra el vehículo, el delito de pánico. el delito de
daño en obras o elementos de servicios de comunicaciones, el delito de tenencia
fabricación o tráfico de sustancias. objetos peligrosos o en la tenencia tráfico y
porte de armas de fuego, entre otros y también encontramos un contrapunto de
limitación a este derecho constitucional a la protesta pacífica en al menos seis
artículos puntuales, que abordan esos y de forma directa el derecho de protesta
en el código nacional de policía y convivencia ciudadana, allí se regulan cuáles
son los comportamientos que ponen en riesgo la vida o la integridad, cuáles son
los comportamientos que afectan la seguridad y la integridad de las personas,
las conductas que afectan las relaciones entre las personas y las autoridades,
regula la actuación de la fuerza pública en las movilizaciones, regula cuáles son
los criterios conforme a los cuales se puede hacer ejercicio legítimo de la fuerza
estatal, y cuáles son los comportamientos contrarios al cuidado y la integridad
del espacio público. 3

3
FUENTE EN LINEA
https://www.youtube.com/watch?v=959EWj_cVU0
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA:

El presente trabajo investigativo tiene como finalidad identificar qué cambios o


modificaciones ha tenido las leyes o normas en la política de seguridad
ciudadana en todo el territorio colombiano. Ya que en los últimos años la
seguridad ciudadana y el orden público en Colombia no ha sido muy buena
debido al alto índice de inseguridad que se vive en todas las ciudades de
Colombia. El cual el orden público ha sido un caos total donde se ha perdido
en cierta forma el respeto por parte de los ciudadanos a la policía y el abuso
de autoridad de la policía hacia la población civil. De acuerdo con el último
informe de la corporación excelencia en la justicia los delitos que mayormente
afectan principalmente a las ciudades capitales del país fueron: hurto,
homicidio, lesiones personales, violencia intrafamiliar, delitos sexuales y
masacres a lideres sociales. Sin embargo, otro punto serán los controles y
preservación del orden público en las manifestaciones sociales. Luego del
estallido social que ocurrió en el mes de abril del año 2021. Así mismo la
violencia en los territorios volvió a dispararse en el año 2021, ya que los
reportes de INDEPAZ detallaron más de 90 masacres durante el año 2021, y
más de 150 lideres sociales y defensores fueron asesinados. Pues esta
problemática debe conducir al gobierno colombiano, buscar mejoras y
garantías que ofrecerles a los ciudadanos colombianos, ya que estos se han
visto en una frustración, que se han tenido que resignar a ver como los
delincuentes violentos, cometen delitos con arma de fuego, con arma blanca,
y al otro día están en las calles delinquiendo nuevamente.
1.2 FORMULACION DEL PROBLEMA:

¿Con la expedición de la ley 2197 del 2022 se contribuye al fortalecimiento


de la seguridad ciudadana o se vulneran derechos constitucionales
protegidos?

1) ¿Qué aspectos de la ley 2197 del 2022 fueron mejorados en el


fortalecimiento de seguridad en Colombia?
2) ¿Cuáles son los derechos protegidos constitucionalmente que
eventualmente pueden ser vulnerados con la expedición de la ley 2197 del
2022?
3) ¿Qué aspectos de la ley 2197 del 2022 afectan otras disciplinas jurídicas?
.
2. DELIMITACIONES

2.1 DELIMITACIÓN TEMPORAL:

Teniendo en cuenta la ley 2197 de 2022 desde el mes de febrero de 2022


hasta el 15 de mayo de 2022.

2.2 DELIMITACIÓN ESPACIAL:

En todo el territorio nacional de Colombia, teniendo en cuenta que la


investigación gira alrededor de la ley 2197 del 25 de enero de 2022.
3. JUSTIFICACIÓN

Ser parte de la corporación universitaria Rafael Núñez, de la Facultad de


Derecho, promueve el interés de sus estudiantes y maestros a investigar hechos
de importancia legal y social; los propósitos institucionales de una educación
participativa, hace que no rechacemos los problemas de nuestra sociedad y de
los pueblos que nos vieron nacer. La conceptualización en términos universales,
hace que tengamos una visión que va de lo general a lo particular.

El Gobierno Nacional ha tenido que formular una nueva política de seguridad,


denominada seguridad ciudadana, una política nacional para la prosperidad
democrática, la cual busca garantizar de manera integral la gestión pública de la
seguridad ciudadana en el territorio nacional.

La inseguridad pública se ha convertido en una demanda social ligada al


incremento del miedo ante la delincuencia, la problemática que irradia en el tema
de la percepción de inseguridad es que resulta en muchas ocasiones ser más
fuerte que las mismas estadísticas delictivas, dicha incertidumbre impera, en que
no existen garantías de seguridad ante el incremento de peligro en el entorno del
ciudadano, el caso es que en muchas de la ocasiones el sentimiento de
inseguridad o las percepciones subjetivas de las personas no son exactamente
reflejo de la realidad. La inseguridad ciudadana desborda a la policía e impide
transformarla en la fuerza de seguridad de un Estado democrático, subordinada
a la autoridad civil y con vocación de servicio de protección de los ciudadanos.
En cambio, la opinión pública se resiste a imponer controles sobre los cuerpos
policiales por temor a atar las manos de sus miembros en el momento en que se
los necesita para combatir al crimen.

En mayor o menor medida, la policía se siente tan inmune al control democrático


que muchos de sus miembros contribuyen con su propia corrupción, violencia y
criminalidad al incremento de la inseguridad ciudadana. Esta circunstancia hace
que las comunidades se sientan agredidas por el crimen, pero a la vez
desconfíen de los cuerpos policiales que deberían protegerlos. Y de allí el salto
es fácil a la decisión de armarse, a la justicia por propia mano, a los
linchamientos y a la ruptura del estado de derecho.

En atención a lo antes expuesto, Se recomienda innovar a través de campañas


de sensibilización que permitan aumentar la aceptación por parte de la
ciudadanía, del mecanismo de mediación policial como instrumento para
disminuir los conflictos entre ciudadanos y de esta manera disminuir la posible
ocurrencia de delitos contra la vida e integridad de las personas. Así mismo estas
campañas permitirán minimizar la imposición de comparendos asociados a
irrespeto a las autoridades policiales en el ejercicio de su labor.

Por último, esta investigación tiene el interés profesional de indagar y proponer


sugerencias que coadyuven con la autoridad encargada en el ámbito de la
seguridad, y desde luego aportar información para estudios posteriores en
materia de seguridad ciudadana.

Este trabajo investigativo sobre la ley 2197 del 2022 nos ayuda en el área del
derecho a estudiar la regulación de la conducta humana, seguridad del estado,
sociología jurídica y ciencias políticas.

En Colombia por que se deben expedir normas en regulación de seguridad


ciudadana

Universidad analizar el contexto jurídico de la normatividad para nosotros es


importante analizar los cambios normativos que se desarrollan a nivel de ley de
seguridad ciudadana donde desarrollamos nuestros estudios con el fin de tener
una visión general del derecho
4. OBJETIVOS

4.1 OBJETIVO GENERAL:

Establecer si con la expedición de la ley 2197 del 2022 se contribuye al


fortalecimiento de la seguridad ciudadana o se vulneran derechos
constitucionales protegidos.

4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1) Describir los aspectos de la ley 2197 del 2022 que contribuyen al


fortalecimiento de la seguridad la ley ciudadana.
2) Identificar los derechos protegidos constitucionalmente que eventualmente
pueden ser vulnerados con la expedición de la ley 2197 del 2022.
3) Establecer los aspectos de la ley que afectan otras disciplinas jurídicas.
5 REFERENTES TEÓRICOS

5.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS

A lo largo de la historia han sido muchas las amenazas que ha tenido que
enfrentar el ser humano, teniendo que sobrevivir, entre otras cosas, a todo tipo
de desastres naturales y enfermedades. No obstante, de todas las amenazas,
pocas han sido tan constantes y tan arraigadas en el imaginario de los seres
humanos como los enfrentamientos armados. La constante lucha entre tribus,
imperios o dinastías rivales por territorio, comida, riquezas y agua, ha llevado al
desencadenamiento de numerosos conflictos a lo largo de la humanidad;
representando por tanto un obstáculo en la consecución de una vida pacífica de
los pueblos. Al tener en cuenta lo anterior, el ser humano y en ultimas, el Estado
o en su defecto el gobierno, ha velado por el mantenimiento y protección de sus
intereses. A causa de su necesidad de proteger lo propio y de las constantes
amenazas de carácter bélico, la piedra angular y punto de partida para la
construcción del concepto de seguridad ciudadana, partió desde la misma noción
del poderío militar como sinónimo de seguridad.

La evolución del concepto de seguridad ha permitido consecuentemente


reconocer nuevas amenazas y nuevos individuos a quienes proteger. Sin
embargo, ante nacientes retos y exigencias también surgen nuevas posibilidades
de brindar soluciones, entre ellas la seguridad ciudadana. Esta surge ante
situaciones como las que se evidencian en América Latina y el Caribe en donde
a diario se viven los peligros y vejámenes producto de la violencia y la
inseguridad. No por nada la región presenta en la actualidad altos índices de
homicidios, (convirtiéndose en una de las regiones más peligrosas del planeta),
sumado a una percepción alta de inseguridad entre sus habitantes.

La región no solamente presenta problemáticas que la sitúan entre las ciudades


donde más gente es asesinada, sino donde distintos enfoques han sido
adoptados para combatir los altos índices de criminalidad y violencia presentes.
Los gobiernos latinoamericanos y caribeños han adoptado políticas que han sido
pensadas y hechas para contrarrestar, entre otras cosas, el accionar de bandas
criminales y el tráfico de narcóticos a lo largo y ancho de la región. Adicional a
ello, los gobiernos adoptaron medidas que estaban en pro de aumentar el
cumplimiento de la Ley y la creación y modificación de las penas privativas de la
libertad para que fuesen más severas con los criminales. A pesar de las acciones
tomadas en materia de lucha en contra del delito y la violencia, las prácticas
fueron ineficientes y no lograron los resultados esperados. Lo anterior no sólo fue
resultado de sistemas de justicia pobres, obsoletos y mal manejados, sino de
sistemas penales que no respondían pronta y efectivamente a las necesidades
planteadas; sumado a los constantes enfrentamientos entre bandas criminales y
la policía que solamente generaban más inseguridad. Factores como la
impunidad y la corrupción, contribuyeron a que las soluciones se convirtiesen en
problemas que resultaban en estigmatización social y amplia criminalización de
extensos sectores de la población, en especial los jóvenes. Dicho esto, las
medidas no solamente fracasaban en su tarea de acabar con la violencia y la
delincuencia, sino que además fortalecía a las bandas criminales por el pobre
aproximamiento que tenía hacia sectores vulnerables. Pese a lo anterior, los
líderes sociales entendieron que se necesitaba algo que fuese más allá de la
mera aplicación de la Ley y de la privación de la libertad, y que, por ende, era
necesario aplicar lo que, en palabras de Mockus, citado por R. Muggah (2017),
sería una: “relación entre identidad cívica, coexistencia social, cohesión y
eficacia”.

La constitución como protectora y resguardante de todos, como estado social de


Derecho, es el marco jurídico político propuesto en la Constitución de 1991,
dentro del cual los colombianos pretendemos construir unas nuevas relaciones
con la naturaleza, basados en principios y valores como la vida, prevalencia del
interés general sobre el particular, solidaridad, protección de las riquezas
culturales y naturales, dignidad humana y participación ciudadana. Los conflictos
ambientales presentan hoy un nuevo reto para los juristas, puesto que, para su
comprensión, desarrollo y propuesta de soluciones, son necesarios un marco
jurídico general y unas normas de derecho ambiental, así como también
principios y valores consagrados en la Constitución y en otros instrumentos
internacionales ratificados por Colombia. La participación de una ciudadanía
informada, formada y deliberante, en la resolución de los conflictos ambientales y
en las decisiones que se tomen sobre el medio ambiente, generará una opinión
pública dinámica que interpelará a sus gobernantes, cogestionará sus propios
proyectos y promoverá unos valores diferentes a los alimentados por las
sociedades del consumo y del individualismo propietarita de los estados de hoy. 4

En referencia en que en el transcurso del tiempo el estado ha buscado


establecer la convivencia y armonía en el país con los actores armados, uno de
los hechos que ha contribuido al inicio de acuerdo de paz y dejación de las
armas fue el 9 de marzo de 1990 en caloto, cauca, se firmo el primer acuerdo de
paz entre una guerrilla y el estado colombiano. El M19 había declarado que la

4
FUENTE EN LINEA
https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/1382
guerra no era la solución y resolvió deponer las armas en una negociación con el
gobierno del presidente Virgilio Barco.5

En noviembre de 2002, el Expresidente Álvaro Uribe invitó a paramilitares a


negociar. El Consejo Mayor de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc),
liderado por Carlos Castaño, respondió decretando una tregua permanente
desde el 1° de diciembre de 2002. Así inició un proceso de paz entre el Gobierno
y esta organización.6

La Ley 782 de 2002, el decreto 1258 de 2003 y la Ley 975 de 2005, llamada Ley
de Justicia y Paz, reglamentaron la desmovilización de los 'paras'. Quienes
confesaran todos sus delitos y contaran toda la verdad a las autoridades
obtendrían una pena máxima de ocho años en prisión, a menos de que hubieran
cometido delitos de lesa humanidad.7

Teniendo en cuenta el proceso de paz, firmado entre el Estado Colombiano y la


FARC el 24 de noviembre de 2016, Luego de más de cincuenta años de conflicto
armado con las FARC, el acuerdo de Paz pone fin a la violencia con esa
guerrilla, la más grande en Colombia. El Acuerdo busca impedir que haya más
víctimas y concentrar todos los esfuerzos en construir una paz estable y
duradera. Por la vía del Acuerdo de Paz, las FARC se comprometieron a
entregar todas sus armas a las Naciones Unidas, a no incurrir en delitos como el
secuestro, la extorsión o el reclutamiento de menores, a romper sus vínculos con
el narcotráfico y a cesarlos ataques a la Fuerza Pública y a la población civil.
Habrá verdad, justicia y reparación para las víctimas. El Acuerdo logra que, a
partir de su aprobación por la ciudadanía, las FARC hagan política sin armas. El
Acuerdo incluye un plan de desarrollo agrario integral con acceso a tierras y
servicios y una estrategia de sustitución sostenible de cultivos ilícitos. 8

5
FUENTE EN LINEA
https://centrodememoriahistorica.gov.co/tag/m19/#:~:text=El%209%20de%20marzo%20de,el
%20gobierno%20de%20Virgilio%20Barco.
6
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-8601880
7
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-8601880
8
https://www.cancilleria.gov.co/sites/default/files/cartillaabcdelacuerdofinal2.pdf
5.2 MARCO REFERENCIAL
Con el fin de ampliar nuestra investigación nos apoyamos en las diferentes
sentencias constitucionales, informes de human rights watch, sociedad nacional de
juristas, sobre seguridad ciudadana y protección individual contextualizando el
rastreo conceptual para establecer la trazabilidad de los fines del estado en
seguridad ciudadana.

Sentencia C-251/02
Ley de seguridad y defensa nacional, de la política de seguridad y defensa nacional
como principios de la Constitución que enmarcan actividad del legislador en la
legitimidad constitucional.
 
Defensa de integridad nacional y preservación del orden público y convivencia
pacífica con fines esenciales de Convivencia pacífica y sistema jurídico político
estable para protección a la vida.
 
Una de las finalidades básicas de las autoridades colombianas es la defensa de
la integridad nacional y la preservación del orden público y de la convivencia
pacífica, no sólo porque así lo establece el artículo 2º de la Carta, sino además
porque esos elementos son condiciones materiales para que las personas
puedan gozar de sus derechos y libertades. La Constitución busca el
fortalecimiento de las instituciones, para que éstas puedan cumplir efectivamente
su misión constitucional de asegurar la convivencia pacífica perturbada por
grupos armados que actúan al margen de la ley y atentan contra la vida, la
libertad y los demás derechos y libertades de las personas residentes en
Colombia. Por ello esta Corte señaló que el Estado tiene el deber de “mantener
la convivencia pacífica e instaurar un sistema jurídico - político estable, para
constituir la protección a la vida como una de las obligaciones del gobernante sin
las cuales no es posible la continuidad de la comunidad”, puesto que el derecho
“sólo puede asegurar al individuo una esfera de libertad y protección contra la
violencia a condición de reprimir, incluso con la fuerza, aquellas actividades
violentas de los demás individuos que vulneran esa órbita de libertad”. 9
La Constitución permite que el Congreso adopte un sistema de defensa y
seguridad, y que en desarrollo del mismo distintas autoridades, y en particular el
presidente de la República trace políticas y planes específicos. Un cuerpo legal
de esa naturaleza encuentra sustento no sólo en el deber constitucional de las
autoridades de proteger el orden público y asegurar la convivencia pacífica sino
también en el principio democrático, en virtud del cual, corresponde a las
mayorías representadas en el Congreso adoptar las políticas de seguridad y
defensa que juzguen más adecuadas.
 

9
FUENTE EN LINEA
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2002/C-251-02.htm#:~:text=Sentencia%20C-
251%2F02&text=Un%20sistema%20se%20define%20por,cierta%20relaci%C3%B3n%20co
No cualquier ley de seguridad y defensa es legítima, pues ella debe respetar
integralmente la Constitución y los compromisos internacionales asumidos por
Colombia en materia de derechos humanos y de derecho humanitario. No sólo la
ley está sujeta a la Constitución, que es norma de normas, sino que además la
Carta instituye un Estado social y democrático de derecho, fundado en ciertos
principios y diseños institucionales que no pueden ser desconocidos por las
autoridades.
 
Sentencia C-144/18
 
Acuerdo entre Colombia y la OTAN sobre cooperación y seguridad de
información-revisión formal y material acuerdo a la constitución política
En relación con el aspecto formal, la Corte concluyó que el Estado colombiano
estuvo válidamente representado durante el proceso de adopción del Acuerdo, y
que se observaron las reglas propias del trámite legislativo que precedieron la
aprobación de la ley objeto de análisis. Así mismo, revisado el contenido de las
disposiciones, la Corte encontró que el acuerdo establece que la cooperación se
hará con el objeto de compartir conocimientos y experiencias, promover acciones
conjuntas de entrenamiento, e intercambiar información en asuntos relativos a la
defensa de los intereses nacionales. Lo anterior se ajusta a los postulados
constitucionales relativos a la soberanía nacional, reciprocidad en las relaciones
internacionales, interés superior de los asuntos de seguridad nacional siempre
limitado por el contenido de los derechos humanos, y seguridad de información en
especial cuando es pública reservada y pública clasificada, además de que
somete su cumplimiento a la observancia plena de las reglas del derecho interno
de la parte que origina la información 10.   
 
El numeral 10 del artículo 241 del Texto Superior atribuye a la Corte
Constitucional competencia para examinar la constitucionalidad de los tratados
internacionales y de sus leyes aprobatorias. De acuerdo con lo expresado en
reiterada jurisprudencia, dicho control (I) es previo al perfeccionamiento del
tratado, pero posterior a la aprobación del Congreso y a la sanción
gubernamental; (II) es automático, pues debe ser enviado directamente por el
Presidente de la República a la Corte Constitucional dentro de los seis (6) días
siguientes a la sanción gubernamental; (III) es integral, en la medida en que este
Tribunal debe analizar tanto los aspectos formales como los materiales de la ley y
el tratado, confrontándolos con todo el texto constitucional; (IV) hace tránsito a
cosa juzgada; (V) es condición sine qua non para la ratificación del
correspondiente acuerdo, y (VI) cumple una función preventiva, pues su finalidad
es garantizar tanto la supremacía de la Constitución como el cumplimiento de los
compromisos internacionales del Estado colombiano. La Corte, en consecuencia,
realizará el control de constitucionalidad a su cargo, de acuerdo con el siguiente
esquema: (i) proceso de formación del instrumento internacional, en cuanto a la
10
FUENTE EN LINEA
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2018/C-144-18.htm#:~:text=C-144-18%20Corte
%20Constitucional%20de%20Colombia&text=En%20relaci%C3%B3n%20
validez de la representación del Estado colombiano en los procesos de
negociación y celebración del instrumento y la competencia de los funcionarios en
la negociación y firma del tratado; (II) trámite legislativo del correspondiente
proyecto de ley en el Congreso de la República; y (III) contenido material de las
disposiciones del tratado y la ley.

Política Exterior del Sector Defensa


 El Ministerio de Defensa Nacional viene desarrollando una estrategia de
cooperación internacional que se despliega en los ámbitos bilateral y multilateral.
Explicó que uno de los objetivos estratégicos de Colombia es incrementar la
cooperación con organismos multilaterales, con el fin de afianzar la efectividad
en la lucha contra la delincuencia transnacional, así como también para orientar
la visión de futuro de las Fuerzas Armadas de Colombia.
 
Como parte de la ejecución de esta estrategia, el Gobierno de Colombia ha
venido adelantando conversaciones con la Unión Europea (UE), la Organización
de Naciones Unidas (ONU) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), con el objetivo de desarrollar un amplio marco de actividades de
cooperación que contribuyan al fortalecimiento de las capacidades de las
Fuerzas Armadas11.

Sentencia T-190/14
 
 Derecho fundamental a la seguridad personal 
 
A partir de la protección que la Carta Política le confiere a la vida y de la
interpretación sistemática de ese derecho junto con otros de raigambre
fundamental, se ha procurado asignarle estatus de fundamental a la seguridad,
pues, aunque esta no aparezca prevista de manera textual con dicha categoría,
lo cierto es que tal análisis global, aunado a lo descrito en distintos tratados
internacionales ratificados por Colombia, han permitido dotarla con ese alto
calificativo superior. Con ocasión a ello, la Corte Constitucional ha concluido que
el derecho a la seguridad personal no se puede limitar o restringir a los casos en
los que se encuentre comprometida la libertad individual, sino que además
implica el cuidado de los demás bienes jurídicos a fin de garantizar la vida y la
integridad personal. Derecho a la seguridad personal precisión de la escala de
riesgos y amenazas para brindar protección especial por parte del Estado, fijada
en sentencia T-339 de 2010. Aunque inicialmente la Corte Constitucional había
acogido una teoría respecto de los tipos de riesgos a efectos de proteger el
derecho a la seguridad personal, según la cual los calificaba como mínimo,
ordinario, extraordinario, extremo y consumado, lo cierto es que con
posterioridad dicho diseño fue replanteado habida cuenta que en la sentencia T-

11
FUENTE EN LINEA
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2018/C-144-18.htm#:~:text=C-144-18%20Corte
%20Constitucional%20de%20Colombia&text=En%20relaci%C3%B3n%20
339 de 2010, se expuso la necesidad de precisar la diferencia entre riesgo y
amenaza con la intención de determinar cuándo se hace necesario que el Estado
otorgue medidas especiales de protección. La descripción del procedimiento
administrativo exigido para la adopción de medidas de protección o para obtener
su prórroga, se encuentra en el Decreto 4912 de 2011 y en las modificaciones y
adiciones contenidas en el Decreto 1225 de 2012.
 
Informe de HUMAN RIGHTS WATCH para Colombia sobre seguridad
ciudadana y derechos fundamentales.

El acuerdo de paz celebrado en 2016 entre las Fuerzas Armadas


Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno puso fin a 52 años de
conflicto armado. La violencia relacionada con el conflicto armado disminuyó
significativamente al principio, pero luego adoptó nuevas formas y persisten
graves abusos. La violencia asociada con el conflicto ha provocado el
desplazamiento forzado de más de 8,2 millones de colombianos desde 1985. En
2020, la población civil en varias regiones del país sufrió graves abusos
cometidos por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias
de las FARC y grupos sucesores del paramilitarismo. Defensores de derechos
humanos, periodistas, líderes indígenas y afrocolombianos y otros activistas
comunitarios han sufrido amenazas de muerte y actos de violencia constantes. El
gobierno ha adoptado medidas insuficientes para protegerlos. Hasta octubre, el
gobierno había confirmado más de 860.000 casos de Covid-19 y 26.000 muertes
por esta enfermedad. En marzo, el gobierno estableció el confinamiento en todo
el país, que duró hasta septiembre. En marzo, el gobierno dispuso el cierre de
las escuelas, una medida que afectó a cerca de 10 millones de estudiantes. Si
bien las autoridades adoptaron algunas medidas para asegurar la enseñanza en
línea, muchos estudiantes no han podido acceder a ella. En septiembre comenzó
la reapertura de algunas escuelas. Entre los graves problemas de derechos
humanos que persisten en Colombia se incluyen la impunidad por abusos del
pasado, obstáculos a la restitución de tierras para las personas desplazadas,
limitaciones a los derechos reproductivos y condiciones de pobreza extrema y
aislamiento que sufren las comunidades indígenas 12. 

GUERRILLAS Y DISIDENCIAS DE LAS FARC 

El junio de 2017, la misión de las Naciones Unidas en Colombia verificó que los
miembros de las FARC que aceptaron el acuerdo de paz con el gobierno habían
entregado sus armas a la misión. La organización guerrillera desmovilizada
anunció posteriormente que estaba formando un partido político. Sin embargo,
una minoría de guerrilleros rechazaron los términos del acuerdo de paz, se
negaron a entregar sus armas y siguen cometiendo abusos. Guerrilleros del ex
Bloque Oriental, que nunca se desmovilizó, continúan operando en varias partes
del país bajo el liderazgo de Miguel Botache Santillana, conocido como Gentil

12
FUENTE EN LINEA
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Duarte13. Otros guerrilleros de las FARC se desarmaron en un primer momento,
pero luego crearon o integraron nuevos grupos, en parte como reacción a las
deficiencias en los programas de reincorporación y a los ataques a
excombatientes. Hasta agosto de 2020, más de 300 excombatientes de las
FARC habían sido asesinados.  Luciano Marín Arango, conocido como Iván
Márquez, ex comandante segundo y jefe negociador de las FARC en los diálogos
de paz, anunció en agosto de 2019 que retomaba las armas. Él y otros
excomandantes de las FARC formaron la Segunda Marquetalia, un grupo que
lleva el nombre de una zona donde, en la década de 1960, se formaron las
FARC.  En el departamento de Cauca, disidencias de las FARC han cometido
graves abusos, como homicidios, reclutamiento infantil y desplazamiento forzado.
También impusieron sus propias medidas para frenar la propagación del Covid-
19, incluidos confinamientos, y amenazaron, atacaron y mataron a algunas
personas, al parecer por no cumplir con las medidas. En 2020, el ELN siguió
cometiendo crímenes de guerra y otros graves abusos contra civiles, como
asesinatos, desplazamientos forzados y reclutamiento infantil. En el
departamento de Chocó, en la costa occidental del país, continuaron los
enfrentamientos entre el ELN y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia
(AGC), una organización sucesora del paramilitarismo. El temor a las minas
terrestres, las amenazas de grupos armados y los peligros del fuego cruzado
habían limitado, hasta agosto, la posibilidad de casi 4.000 personas en Chocó de
movilizarse dentro de sus comunidades, una situación que se conoce como
“confinamiento”. En comunidades que ya estaban en la pobreza, el confinamiento
a menudo limita incluso más el acceso a los alimentos 14.  

LOS PARAMILITARES Y SUS SUCESORES 

Entre 2003 y 2006, organizaciones paramilitares de derecha que tenían


estrechos vínculos con la fuerza pública y con políticos participaron en un
proceso oficial de desmovilización que presentó graves falencias, y durante el
cual numerosos miembros permanecieron activos y simplemente se
reorganizaron conformando nuevos grupos. Estos grupos sucesores, en especial
las AGC, siguen cometiendo infracciones al derecho internacional humanitario y
abusos graves como asesinatos, desapariciones y violaciones sexuales. La
implementación de la Ley de Justicia y Paz de 2005, que ofrece una reducción
de las penas a los paramilitares desmovilizados que confiesen sus crímenes, ha
avanzado lentamente. De los más de 30.000 paramilitares que se desmovilizaron
oficialmente, 4.000 han intentado obtener penas menos severas a cambio de una
confesión. Hasta octubre de 2020, habían sido condenados 650. 
Al momento de preparación de este informe, Santiago Uribe, hermano del
expresidente Álvaro Uribe, se encontraba procesado por los delitos de homicidio
y concierto para delinquir en relación con su presunto rol en el grupo paramilitar
“Los 12 Apóstoles” en la década de 1990. En agosto, la Corte Suprema de
Justicia citó al expresidente Uribe a declarar sobre su presunto rol en masacres
13
FUENTE EN LINEA
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ocurridas cuando era gobernador del departamento de Antioquía y en el
homicidio del abogado de derechos humanos Jesús María Valle, acontecido en
1998. En marzo, Salvatore Mancuso, un importante exjefe paramilitar que fue
extraditado a EE. UU. en 2008, completó su condena por narcotráfico en ese
país. En caso de ser enviado de regreso a Colombia, Mancuso podría ayudar a
develar la verdad sobre cientos de crímenes. Pero Mancuso, que tiene
nacionalidad colombiana e italiana, pidió ser enviado a Italia. Después de que las
autoridades colombianas hicieran varios intentos poco satisfactorios para
conseguir su regreso, el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU.
finalmente ordenó su deportación a Colombia en agosto. Mancuso ha solicitado
asilo en EE. UU. Hasta octubre, su deportación continuaba pendiente 15.

ABUSOS COMETIDOS POR MIEMBROS DE LA FUERZA PÚBLICA 

Entre 2002 y 2008, miembros de brigadas del Ejército en toda Colombia


ejecutaron de forma habitual a civiles, en lo que ahora se conoce como “falsos
positivos”. Soldados y oficiales, presionados por sus superiores para que
demostraran resultados “positivos” e incrementaran el número de bajas en el
combate a las guerrillas, se llevaban por la fuerza a víctimas o las citaban en
parajes remotos con promesas falsas como ofertas de empleo, para luego
dispararles y matarlas, colocar armas junto a los cuerpos e informar que se
trataba de combatientes enemigos muertos en enfrentamientos. El número de
denuncias de ejecuciones ilegales atribuidas a miembros de la fuerza pública se
redujo drásticamente desde 2009, si bien sigue habiendo información creíble
sobre algunos casos nuevos. Hasta septiembre de 2020, la Fiscalía General de
la Nación había iniciado más de 2.000 investigaciones sobre presuntas
ejecuciones ilegales perpetradas por miembros del Ejército entre 2002 y 2008, y
había conseguido más de 900 condenas contra más de 1.600 soldados de los
escalafones bajos y medios (esta estadística incluye condenas a las mismas
personas en distintos casos). Más de 250 miembros de las fuerzas armadas
habían declarado por su rol en falsos positivos ante la Jurisdicción Especial para
la Paz, un mecanismo de justicia transicional creado por el acuerdo de paz con
las FARC. No obstante, en general las autoridades no han procesado a altos
mandos del Ejército presuntamente involucrados en los asesinatos y, en cambio,
han concedido ascensos a muchos de ellos. Hasta septiembre de 2020, se
habían producido avances muy limitados en las causas contra, al menos, 29
generales del Ejército investigados por falsos positivos. En 2019, el periódico
New York Times, la revista Semana y Human Rights Watch publicaron
documentos que mostraban que, ese año, el Ejército restableció políticas
militares que se asemejan a las que dieron lugar a los “falsos positivos”. En mayo
de 2019, el presidente Iván Duque creó una comisión para revisar políticas del
Ejército con el fin de asegurar que respetaran el derecho internacional
humanitario y de los derechos humanos 16. Se pidió a la comisión que presentara
un informe final antes de noviembre de 2019, pero hasta octubre de 2020 la
15
FUENTE EN LINEA
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comisión no había dado a conocer sus conclusiones.  En noviembre de 2019, la
Policía Nacional de Colombia cometió múltiples abusos contra manifestantes que
salieron a las calles a protestar por cuestiones que van desde propuestas de
reforma tributaria hasta el asesinato de defensores de derechos humanos. En
varios casos, la policía llevó a cabo detenciones arbitrarias y e incurrió en uso
excesivo de la fuerza, que incluyó golpizas. En diciembre de 2019, la
revista Semana publicó evidencias de que, ese año, soldados del Ejército habían
llevado a cabo operaciones de vigilancia ilegal contra periodistas, defensores de
derechos humanos y algunos funcionarios públicos. El 21 de marzo de 2020, 24
internos murieron y 76 resultaron heridos cuando policías reprimieron los
disturbios en la cárcel La Modelo, en Bogotá.  Hasta septiembre, no se había
imputado a nadie en relación con las lesiones y muertes. Al menos seis civiles
murieron entre marzo y junio durante operativos policiales para erradicar los
cultivos de coca, la materia prima con la que se elabora la cocaína en varias
partes del país, según informaron los medios de comunicación y organizaciones
locales de derechos humanos.  En septiembre, el abogado Javier Ordoñez murió
a manos de policías que le aplicaron reiteradas descargas con una pistola táser. 
La muerte movilizó a cientos de colombianos a salir a las calles y realizar
manifestaciones mayormente pacíficas. La policía respondió con un uso de la
fuerza que en muchos casos habría sido excesivo, y estos hechos dejaron 13
personas muertas y cientos de heridos. También en septiembre, la Corte
Suprema dispuso que el gobierno debía adoptar medidas para evitar los abusos
policiales durante las protestas, como por ejemplo reforzar la supervisión de los
agentes, revisar los protocolos sobre uso de la fuerza y suspender el uso de
escopetas calibre 1217.

VIOLENCIA CONTRA ACTIVISTAS COMUNITARIOS 

Activistas indígenas, afrocolombianos y de otras comunidades siguen siendo


blanco de amenazas y ataques constantes. Hasta octubre, la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH)
había documentado el asesinato de 49 defensores de derechos humanos en
2020 y se encontraba verificando otros 50 casos. El 8 de junio, fue asesinado el
líder comunitario Edison León Pérez, de Putumayo. Los responsables serían
miembros de La Mafia, un grupo armado de la zona. Días antes, León López
había enviado una carta a las autoridades de Putumayo en la cual denunció que
el grupo estaba obligando a la población a organizar retenes para interrogar a
personas que ingresaban en la zona e intentar detectar síntomas de Covid-19.
Hasta septiembre, la Fiscalía General de la Nación estaba investigando 397
casos de homicidios de defensores de derechos humanos cometidos desde 2016
y había obtenido condenas en 61 casos. Las autoridades han logrado avances
mucho más limitados en el procesamiento de los autores intelectuales (o
determinadores) de homicidios de defensores de derechos humanos 18. 

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FUENTE EN LINEA
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La mayoría de estos asesinatos ocurrieron en zonas donde son comunes las
actividades económicas ilegales, incluyendo la producción y el tráfico de drogas.
Entre estas zonas se incluyen los departamentos de Putumayo, Cauca, Valle del
Cauca y Nariño, en el sur del país; la región de Catatumbo, en la frontera con
Venezuela; y la región de Bajo Cauca. La Unidad Nacional de Protección ha
otorgado medidas de protección individuales a cientos de defensores de
derechos humanos que han denunciado amenazas. Estas medidas incluyen
teléfonos celulares, chalecos antibalas y escoltas. Pero muchos defensores
asesinados no habían denunciado amenazas ni solicitada protección.  Los
programas de protección colectivos creados en 2018 para comunidades y
organizaciones de derechos en riesgo no se habían implementado al momento
de redacción de este documento, y un plan de acción presentado en noviembre
de 2018 para proteger a líderes comunitarios no había conseguido resultados
visibles19.  

INDEPENDENCIA JUDICIAL 

En agosto, la Corte Suprema dispuso la prisión preventiva del expresidente y


senador Álvaro Uribe, mentor del actual presidente Duque y líder del partido de
gobierno, Centro Democrático. Uribe fue detenido como parte de una
investigación para determinar si ofreció beneficios a exparamilitares para que
cambiaran sus declaraciones en relación con su presunto rol en el
establecimiento de grupos paramilitares.  En reacción a la decisión de la corte, el
presidente Duque y otros líderes del Centro Democrático hicieron declaraciones
que parecían estar orientadas a desacreditar o intimidar a la corte y socavar la
legitimidad de la decisión. Propusieron reformar completamente el sistema
judicial y unificar las altas cortes en un único tribunal, una medida que podría
socavar gravemente la independencia judicial en el país. A fines de agosto,
después de que Uribe renunció a su curul en el Senado, la Corte Suprema, que
adelanta las investigaciones que involucran a legisladores, se declaró
incompetente en el caso y remitió el proceso a la fiscalía general de la
Nación. En octubre, la Corte Suprema resolvió que la renuncia de Uribe al
Senado implicaba que debía ser investigado conforme a un procedimiento
diferente. El 10 de octubre, un juez decidió que Uribe no podía estar detenido
conforme al nuevo procedimiento y dispuso su liberación. La investigación se
encontraba en curso a la fecha de redacción de este informe.

NEGOCIACIONES DE PAZ Y RENDICIÓN DE CUENTAS 

El acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC estableció la


creación de una Jurisdicción Especial para la Paz. A la fecha de preparación de
este documento, los magistrados de la Jurisdicción Especial había priorizado
siete casos: secuestros cometidos por las FARC; falsos positivos; abusos del
Ejército y de las FARC contra personas afrocolombianas e indígenas en tres

19
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municipios del departamento de Nariño; abusos perpetrados por las FARC y el
Ejército en la región de Urabá; abusos cometidos por las FARC y el Ejército en la
zona norte del departamento de Cauca; abusos gubernamentales contra
miembros del partido político Unión Patriótica, creado por las FARC en la década
de 1980; y reclutamiento y uso de niños y niñas por las FARC. En julio, la
Jurisdicción Especial concluyó que combatientes desmovilizados de las FARC
estaban enfrentando una “grave situación de vulneración a sus derechos
fundamentales” y ordenó a organismos del gobierno que adoptaran medidas para
protegerlos. En agosto, la Jurisdicción Especial comenzó a tomar declaraciones
a excomandantes de las FARC sobre el reclutamiento y el uso de niños y niñas,
una práctica generalizada que los guerrilleros a menudo han intentado
ocultar. Durante 2020, la Jurisdicción Especial dictó medidas cautelares para
proteger varios cementerios donde se estima que se encuentran los restos de
personas que desaparecieron durante las décadas del conflicto armado 20.

DESPLAZAMIENTO INTERNO Y RESTITUCIÓN DE TIERRAS 

Desde 1985, la violencia relacionada con el conflicto ha desplazado a más de 8,2


millones de colombianos, en un país con una población total de 49 millones,
según estadísticas gubernamentales. En 2019, más de 75.000 personas fueron
desplazadas. La implementación de la restitución de tierras conforme a la Ley de
Víctimas de 2011 sigue siendo lenta. La ley se promulgó para restituir millones
de hectáreas que fueron abandonadas por colombianos o robadas a estos
durante el conflicto armado. Hasta agosto, la justicia había dictado sentencias en
apenas 11.300 de las más de 125.000 solicitudes recibidas. La pandemia de
Covid-19 y las restricciones que trajo aparejadas han obstaculizado la labor de
los organismos humanitarios que ayudan a las personas desplazadas en
Colombia21.

MIGRACIÓN DESDE VENEZUELA 

Colombia ha recibido hasta el momento la mayor cantidad de exiliados


venezolanos que huyen de la crisis humanitaria y de derechos humanos en
Venezuela. Hasta junio de 2020, más de 1,7 millones de venezolanos vivían en
Colombia. En julio de 2017, el gobierno colombiano creó un permiso especial que
habilita a regularizar su condición y a recibir permisos de trabajo y acceso a
servicios públicos básicos a los venezolanos que ingresen al país legalmente,
pero que superen el período de permanencia permitido por sus visas. Hasta
agosto de 2020, habían obtenido este permiso más de 600.000 venezolanos. En
noviembre de 2019, las autoridades colombianas expulsaron a 60 venezolanos
acusados de comprometer el orden público y la seguridad nacional en el contexto
de protestas que se desarrollaron en todo el país. Algunas expulsiones parecen
haber sido arbitrarias. Entre marzo y agosto, mientras la pandemia de Covid-19
20
FUENTE EN LINEA
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se propagaba rápidamente, más de 100.000 venezolanos retornaron a su
país22.   

GÉNERO, SEXUALIDAD Y VIOLENCIA DE GÉNERO 

La violencia de género, incluso perpetrada por grupos armados, es un problema


generalizado en Colombia. La falta de capacitación y la implementación
deficiente de protocolos de tratamiento impiden el acceso oportuno a servicios
médicos y generan obstáculos para las mujeres y niñas que procuran recibir
atención o acceso a la justicia luego de hechos de violencia. Los responsables
de violentos delitos de género rara vez responden ante la justicia. En el municipio
de Tumaco, donde hay altísimos índices de violencia sexual, incluso perpetrada
por grupos armados, las mujeres enfrentan una multiplicidad de obstáculos para
obtener protección y justicia. En septiembre de 2019, un grupo de soldados
habría secuestrado y violado a una niña de 15 años del pueblo indígena Nukak
Makú en Guaviare. En julio de 2020, el mayor general Eduardo Zapateiro,
comandante del Ejército, manifestó que las autoridades estaban investigando a
118 soldados por presuntos casos de abuso sexual desde 2016. En Colombia el
aborto únicamente es legal cuando la vida o la salud de la persona embarazada
están en riesgo, el embarazo es resultado de violación o el feto presenta
complicaciones incompatibles con la vida extrauterina 23. Pero las mujeres y las
niñas que solicitan abortos legales enfrentan muchos obstáculos. A pesar de que
en Colombia existen sólidas protecciones legales a la orientación sexual y la
identidad de género, la Defensoría del Pueblo ha expresado preocupación por
los altos niveles de violencia contra las personas lesbianas, gais, bisexuales y
transgénero. En respuesta a la pandemia de Covid-19, el 8 de abril de 2020, el
gobierno de Bogotá estableció una cuarentena por géneros. A pesar de que el
decreto incluía disposiciones que tenían en cuenta a las personas transgénero,
hubo denuncias de casos de abusos policiales contra personas transgénero y no
binarias. Bogotá puso fin a la cuarentena por géneros el 11 de mayo. El gobierno
de Cartagena también implementó una cuarentena por géneros el 13 de abril y la
concluyó el 11 de mayo24.  

DERECHOS INDÍGENAS 

Las poblaciones indígenas de Colombia están afectadas por niveles


desproporcionados de pobreza que obstaculizan la posibilidad de que gocen
plenamente de sus derechos sociales y económicos. En 2019, al menos 64 niños
y niñas de menos de cinco años en su mayoría de las comunidades indígenas
wayuus murieron en el departamento de La Guajira por causas vinculadas con
desnutrición y acceso limitado al agua potable segura. Las acciones insuficientes

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del gobierno y el confinamiento por el Covid-19 han exacerbado la crisis de
desnutrición de los wayuus25.

DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

Colombia adoptó la Ley 1996 de 2019, que reconoce la plena capacidad legal de
las personas con discapacidades. La capacidad legal se ha considerado un
derecho mínimo porque es fundamental para el disfrute de los demás derechos,
como el derecho a contraer matrimonio, tener una familia, realizar transacciones
financieras y ejercer derechos políticos. En 2019, una clínica jurídica y un
ciudadano particular impugnaron la constitucionalidad de la Ley 1996. Se
encontraba pendiente una decisión de la Corte Constitucional cuando se preparó
este documento26.

ACTORES INTERNACIONALES CLAVE 

Estados Unidos sigue siendo el actor extranjero con mayor influencia en


Colombia y aprobó asistencia financiera por USD 448 millones para Colombia
para el año fiscal 2020. A pesar de que parte de la ayuda militar proveniente de
Estados Unidos está supeditada a requisitos en materia de derechos humanos,
el Departamento de Estado de Estados Unidos no ha exigido rigurosamente su
cumplimiento. En julio, la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó un
proyecto de ley que requiere que el secretario de Estado de los Estados Unidos
elabore un informe que analice la vigilancia ilegal en la cual participaron las
fuerzas de seguridad colombianas desde 2002, posiblemente con asistencia de
EE. UU. El proyecto también limitará el uso de fondos estadounidenses para la
fumigación aérea de cultivos de coca. Hasta septiembre, el proyecto aún no se
había convertido en ley. En agosto, el Relator Especial de la ONU sobre la
Independencia de los Magistrados y Abogados indicó que estaba siguiendo “de
cerca” la situación en Colombia, y observó que la independencia judicial y la
separación de poderes requerían que se respetara la decisión de la Corte
Suprema que dispuso el arresto domiciliario de Uribe. En julio, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos concluyó que la destitución por parte de
Colombia en 2013 del entonces alcalde de Bogotá Gustavo Petro violó sus
derechos políticos. La corte ordenó que Colombia modificara la legislación que
rige los procedimientos disciplinarios contra funcionarios electos 27.  La Fiscalía de
la Corte Penal Internacional continúa realizando un seguimiento de las
investigaciones en Colombia sobre crímenes que estarían comprendidos dentro
de la competencia de la corte.  En 2016, a pedido del gobierno del entonces
presidente Juan Manuel Santos, el Consejo de Seguridad de la ONU creó una
misión en Colombia para dar seguimiento al acuerdo de paz con las FARC y
verificar su implementación. En septiembre de 2020, y a pedido del gobierno
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colombiano, el Consejo de Seguridad extendió un año más el mandato de la
misión. Pero al momento de redacción de este informe el gobierno aún debía
pedir al consejo que amplíe el mandato de la misión para que incluya la
verificación de las sanciones impuestas por la Jurisdicción Especial para la Paz,
una de las tareas de la misión conforme al acuerdo de paz 28.  
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos sigue teniendo un rol clave en la defensa y la promoción de los
derechos humanos en Colombia. En agosto, las oficinas de la ONU en Colombia
expresaron preocupación por los asesinatos de excombatientes de las FARC y
defensores de derechos humanos, así como por el reciente aumento de las
masacres. El gobierno colombiano sigue colaborando con iniciativas para
abordar la crisis de derechos humanos en Venezuela y ha liderado esfuerzos del
Grupo de Lima, una coalición de gobiernos de la región que da seguimiento a la
crisis en ese país29. 

SOCIEDAD NACIONAL DE JURISTAS

Durante el 2021 Colombia vivió sistemáticos episodios de represión y uso


excesivo y desproporcionado de la fuerza durante protestas 30/31
La justicia no ha esclarecido la responsabilidad de los agentes estatales en estos
crímenes32. El Gobierno impulsó dos reformas superficiales a la Policía, que no
corrigieron los comportamientos abusivos ni favorecen la rendición de cuentas. Y
el Congreso aprobó una “ley de seguridad ciudadana” 33 que aumentará la
violencia.
Coincidimos con el Relator Especial Nils Meltzer 34 cuando dice que la mayoría de
los Estados permanecen indiferentes frente a los temas, las conclusiones y las
recomendaciones formuladas en los informes temáticos, así como frente a las
comunicaciones individuales y las solicitudes de visitas a países. Colombia no es
la excepción: no aceptó su solicitud de visita de enero de 2021. Tampoco aceptó
las recomendaciones que le hizo la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos35 sobre los abusos de la Policía cometidos durante las protestas de
abril pasado.

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FUENTE EN LINEA
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29
https://www.hrw.org/es/world-report/2021/country-chapters/377396
30
https://www.coljuristas.org/nuestro_quehacer/item.php?id=646
31
https://documentcloud.adobe.com/link/track?uri=urn:aaid:scds:US:6710a368-d494-4597-92f9-
f5a51177aa54.
32
https://www.hchr.org.co/index.php/informes-y-documentos/documentos/10246-documento-lecciones-
aprendidas-paro-nacionalcolombia-2021-juliette-de-rivero-representante-de-la-alta- /
https://caracol.com.co/emisora/2021/12/02/cali/1638457364_816351.html.
33
https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%202197%20DEL%2025%20DE%20ENERO
%20DE%202022.pdf
34
Nils Melzer, 28 de diciembre de 2021, documento A/HRC/49/50.
35
https://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/ObservacionesVisita_cidh_Colombia_spA.pdf
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos compiló
una serie de lecciones aprendidas que presentó a Colombia en el mes de
diciembre36, con las cuales busca evitar que la tortura y brutalidad policial se
repitan.
Solicitamos al Consejo de Derechos Humanos que exhorte a Colombia a
aplicarlas, y que le pida cumplir las múltiples recomendaciones en materia de uso
de fuerza y programar las numerosas visitas de procedimientos especiales
pendientes

5.3 ANTECEDENTES NORMATIVOS

Para empezar la elaboración del presente proyecto, se debe tener en cuenta la


legislación expedida antes de la ley 2197 de 2022, para de esa forma
desarrollarlo a plenitud.

La Constitución Política en su título I artículo 1 artículo Colombia es un


Estado social de derecho organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática,
participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el
trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del
interés general.

Artículo 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la


prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las
decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad
territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.

Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las


personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás
derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales
del Estado y de los particulares.37

Ley 1801 de 2016 título I capítulo I y capitulo II bases de la convivencia y


seguridad ciudadana. Artículo 1o. Objeto. Las disposiciones previstas en este
Código son de carácter preventivo y buscan establecer las condiciones para la
convivencia en el territorio nacional al propiciar el cumplimiento de los deberes y
obligaciones de las personas naturales y jurídicas, así como determinar el

36
FUENTE EN LINEA
https://www.hchr.org.co/index.php/informes-y-documentos/documentos/10246-documento-lecciones-
aprendidas-paro-nacionalcolombia-2021-juliette-de-rivero-representante-de-la-alta-comisionada.
37
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/constitucion_politica_1991.html
ejercicio del poder, la función y la actividad de Policía, de conformidad con la
Constitución Política y el ordenamiento jurídico vigente.

Artículo 2. Objetivos específicos. Con el fin de mantener las condiciones


necesarias para la convivencia en el territorio nacional, los objetivos específicos
de este Código son los siguientes:

1. Propiciar en la comunidad comportamientos que favorezcan la convivencia en


el espacio público, áreas comunes, lugares abiertos al público o que siendo
privados trasciendan a lo público.

2. Promover el respeto, el ejercicio responsable de la libertad, la dignidad, los


deberes y los derechos correlativos de la personalidad humana.

3. Promover el uso de mecanismos alternativos, o comunitarios, para la


conciliación y solución pacífica de desacuerdos entre particulares.

4. Definir comportamientos, medidas, medios y procedimientos de Policía.

5. Establecer la competencia de las autoridades de Policía en el orden nacional,


departamental, distrital y municipal, con observancia del principio de autonomía
territorial.

6. Establecer un procedimiento respetuoso del debido proceso, idóneo,


inmediato, expedito y eficaz para la atención oportuna de los comportamientos
relacionados con la convivencia en el territorio nacional.

Artículo 3. Ámbito de aplicación del derecho de policía. El derecho de Policía


se aplicará a todas las personas naturales o jurídicas, de conformidad con este
Código. Las autoridades de Policía sujetarán sus actuaciones al procedimiento
único de Policía, sin perjuicio de las competencias que les asistan en
procedimientos regulados por leyes especiales.

Artículo 5. Definición. Para los efectos de este código, se entiende por


convivencia, la interacción pacífica, respetuosa y armónica entre las personas,
con los bienes, y con el ambiente, en el marco del ordena-miento jurídico.

Artículo 6. Categorías jurídicas. Las categorías de convivencia son: seguridad,


tranquilidad, ambiente y salud pública, y su alcance es el siguiente:

1. Seguridad: Garantizar la protección de los derechos y libertades


constitucionales y legales de las personas en el territorio nacional.

2. Tranquilidad: Lograr que las personas ejerzan sus derechos y libertades, sin
abusar de los mismos, y con plena observancia de los derechos ajenos.
3. Ambiente: Favorecer la protección de los recursos naturales, el patrimonio
ecológico, el goce y la relación sostenible con el ambiente. 38

4. Salud Pública: Es la responsabilidad estatal y ciudadana de protección de la


salud como un derecho esencial, individual, colectivo y comunitario logrado en
función de las condiciones de bienestar y calidad de vida. 39

Ley 62 de 1993 (agosto 12) título i principios generales Artículo


1. Reglamentado por el Decreto Nacional 1028 de 1994 Finalidad. La Policía
Nacional, como parte integrante de las autoridades de la República y como
cuerpo armado permanente de naturaleza civil, a cargo de la Nación, está
instituida para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida
honra bienes, creencias y demás derechos y libertades y para asegurar el
cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares. Así
mismo, para el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de
los derechos y libertades públicas y para asegurar que los habitantes de
Colombia convivan en paz. La actividad de la Policía está destinada a proteger
los derechos fundamentales tal como está contenido en la Constitución Política y
en pactos, tratados y convenciones internacionales de Derechos Humanos,
suscritos y ratificados por Colombia. La actividad Policial está regida por la
Constitución Política, la ley y los derechos Humanos.

Artículo 2. Principios. El servicio público de Policía se presta con fundamento


en los principios de igualdad, imparcialidad, control ciudadano y publicidad
mediante la descentralización, la delegación y la desconcentración de funciones.
Por tanto, el interés por mantener la armonía social, la convivencia ciudadana, el
respeto recíproco entre las personas y de éstas hacia el Estado, da a la actividad
policial un carácter eminentemente comunitario, preventivo, educativo, ecológico,
solidario y de apoyo judicial.40

Ley 16 de 1972 (diciembre 30) parte I. Deberes de los estados y derechos


protegidos Capítulo I. Artículo 1. Obligación de respetar los derechos. 1. Los
estados partes en esta convención se comprometen a respetar los derechos y
libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda
persona que esté sujeta a su jurisdicción sin discriminación alguna por motivos
de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición social.

38
Fuente en línea. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1801_2016.html
39
Fuente en línea: https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?
i=80538#:~:text=es%20el%20siguiente%3A-,1.,observancia%20de%20los%20derechos%20ajenos.
40
Fuente en línea. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=6943
5.4 MARCO CONCEPTUAL

Para la adecuada comprensión del presente proyecto, es necesario hacer énfasis


en varios conceptos que permitan lograr un mejor entendimiento.

La convivencia y la seguridad ciudadana. es un compromiso central del


Gobierno nacional y la condición indispensable para que los colombianos puedan
gozar de sus derechos. La razón de ser de las instituciones es precisamente
garantizar dichos derechos, construir y mantener las condiciones necesarias para
su pleno ejercicio, aplicando la ley, ejerciendo la autoridad, al mismo tiempo que
se promueve la autorregulación ciudadana y la cohesión social. La Convivencia y
Seguridad Ciudadana tiene como elemento transversal la prevención, para
anticiparse a los problemas que afectan la convivencia y la seguridad en las
ciudades, distritos, municipios y veredas. Por esta razón, la prevención requiere
comprender los factores, condiciones y riesgos sociales relevantes que impactan
a cada comunidad, con sus singularidades. Para disminuir estos riesgos, la
prevención incentiva en el ciudadano su autocuidado, autorregulación,
corresponsabilidad y, sobre todo, la solidaridad para que cada persona se
preocupe por el otro y propenda por la seguridad colectiva. 41

Seguridad humana. La seguridad humana promueve la adopción de medidas


centradas en las personas, multisectoriales, apropiadas a cada contexto y
orientadas a la prevención. Su finalidad general es reducir la posibilidad de que
se produzcan conflictos, ayudar a superar los obstáculos que entorpecen el
desarrollo y promueven los derechos humanos de todas y todos. 42

La legítima defensa es una causa eximente de responsabilidad penal, que se


necesita para impedir o repeler toda agresión injusta de bienes propios o de un
tercero.43 está reglamentada en el ordenamiento jurídico y significa, valga la
redundancia, la defensa en proporcionalidad ante una amenaza. Sin embargo,
dijo, introducir el concepto nuevo podría abrir la puerta a que se mate a alguien
por robarse unas frutas en una finca o una leche en un mercado. 44 La legítima
defensa privilegiada no es una figura tan innovadora como se hace ver. Puede
que en la práctica jurídica no genere grandes cambios si nos atenemos a la

41
Fuente en línea. https://id.presidencia.gov.co/Documents/191220-Politica-Marco-Convivencia-
Seguridad-Ciudadana.pdf
42
Fuente en línea: https://www.mindefensa.gov.co/irj/go/km/docs/Mindefensa/Documentos/descargas/
Prensa/Documentos/InformeDDHH2022.pdf?fbclid=IwAR1NbTHX-
43
Fuente en línea. https://www.conceptosjuridicos.com/co/legitima-defensa/
44
existencia del inciso segundo del numeral 6 del artículo 32 del Código Penal. Sin
embargo, es posible que sí de un mensaje diferente a la sociedad, que podría
llegar a tener repercusiones en el comportamiento de los ciudadanos. 45

El Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana es la primera


herramienta con la que cuentan todos los habitantes del territorio y las
autoridades para resolver los conflictos que afectan la convivencia y con la cual
se puede evitar que las conductas y sus consecuencias trasciendan a un
problema de carácter judicial e inclusive de carácter penal. El conocimiento y
aplicación de esta normativa permitirá generar las condiciones de seguridad y
tranquilidad que son tan anheladas por todos los colombianos. 46

Regulación del Código Nacional de Policía y Convivencia En casi todos los


ordenamientos jurídicos del mundo, las normas de Policía y Convivencia son
instrumentos que buscan corregir aquellos comportamientos que afectan las
buenas relaciones entre las personas y el entorno que las rodea. Dichas normas
son de carácter preventivo y por lo tanto no sancionan, solo corrigen
comportamientos y buscan fomentar las buenas conductas por parte de las
personas que se encuentren en el territorio nacional. El Código de Nacional de
Policía y Convivencia que aprobó el Congreso de la República no es un
instrumento de política criminal ni de derecho penal, toda vez que lo que verse
sobre aquellos comportamientos que configuren delitos o faltas administrativas,
se deberán adelantar las acciones correspondientes en cada jurisdicción sin
perjuicio de las unas frente a las otras, con base en el principio de autonomía y
de obligatoriedad de la acción penal, civil, administrativa y demás, que el código
determinó a través de los artículos 4, 180, 181, 196 y de manera especial, por lo
establecido en los parágrafos 2 de los artículos 25 y 214 tratándose de delitos. 47

6. METODOLOGÍA PROPUESTA

6.1 TIPO Y DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN

45
Fuente en línea. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_0599_2000_pr001.html#32
46
Fuente en línea. https://www.policia.gov.co/codigo-nacional-convivencia
47
Fuente en línea.
https://www.barranquilla.gov.co/wp-content/uploads/2018/05/ABC_CODIGO_NACIONAL_DE_POLICIA.pdf
Naturaleza de la investigación: Esta investigación es de tipo jurídico y se
determina en función del objeto al cual se aplica: El objeto del derecho en la
investigación jurídica está constituido, por las fuentes formales, las que por una
parte se explicitan a través del lenguaje, elemento de naturaleza simbólica, y por
otra, constituyen postulados de deber ser. La aproximación al derecho como
objeto de conocimiento debe orientarse, por consiguiente, a la aprehensión del
contenido significativo de los términos que integran cada una de las fuentes, y a
la determinación del alcance de éstas de acuerdo con el fin para el que fueron
expedidas. El método de las ciencias jurídicas es, por tanto, la interpretación
(método hermenéutico), tomada en estas dos acepciones. 48

Método de Investigación: 

El método de la investigación que aplicaremos es deductivo el cual se orienta de


la norma general, ley 2197 del 25 de enero de 2022, como conocimiento de la
realidad tal y como se presenta en una situación espacio-temporal dada, donde
el investigador busca especificar las propiedades importantes bajo el análisis,
midiendo y evaluando diversos aspectos de la norma.

Así mismo, haremos una descripción jurídica sobre la ley de seguridad


ciudadana, enmarcados en la acción de la ley 2197 del 25 de enero de 2022
desde el mes de febrero de 2022 hasta el 15 de mayo de 2022 que representa
nuestra investigación.

6.2 Población y Muestra


Población: nosotros no analizaremos una población determinada debido que
nuestra investigación es de una norma general que se aplicara en el país, para
cada caso particular. y por lo tanto no es una población especifica.

Muestra:

Técnica de muestreo:
Por ser la investigación jurídica no se cuenta con una muestra, los datos de la
investigación son de interpretación de la fuente de la norma que nos especifica
los objetivos y fines que persigue nuestra investigación.

6.3 TÈCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÒN DE INFORMACIÒN

48
FUENTE EN LINEA: https://repositorio.unibague.edu.co/bitstream/20.500.12313/307/5/Jaime
%20Giraldo%20%c3%81ngel%20I.pdf
Se investiga acuerdo información bibliográfica y la recolección de la información
se hará a partir de fuentes secundarias como: textos, normas y estudios
referente seguridad ciudadana y en concreto de la ley 2197 del 25 de enero de
2022.

6.4 PLAN DE ANALÌSIS DE LOS DATOS

La información después del rastreo conceptual, y su posterior análisis y


verificación, se define los temas relevantes para la investigación y se determina
los criterios que permitan interpretar de manera clara y concisa la pregunta
problema, y así registrar por escrito la investigación con los aspectos
establecidos.

Procesamiento de la información:

 Análisis e interpretación de la información.

 Elaboración de conclusiones y sugerencias.

 Preparación del informe final.

6. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

FASES / 1 er. mes 2do. Mes 3er. Mes 4to.mes


TIEMPO Febrero Marzo Abril Mayo

Fase 1: x
preparación del
equipo
Fase II: x
RECOLECCIO
N de datos
Fase III: x
ANALISIS DE
interpretación
de datos
Fase IV: x
Elaboración
informe de
investigación

7. ADMINISTRACIÓN DEL PROYECTO

RUBROS TOTAL
MATERIALES 30.000
(fotocopias,papelería,etc..)
VIAJES( transporte) 50.000
MATERIAL BIBLIOGRÁFICO 20.000
OTROS 50.000
TOTAL 150.000

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

Alta Consejería Presidencial para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana,


Política Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, editorial Inter
gráficas S.A. Bogotá D.C. 2011
Ángel Sergio, Manual de ciencia política y relaciones internacionales el
análisis de políticas públicas, Editorial, universidad Sergio arboleda. Bogotá
D.C. 2020

Ardila Carlos Alberto, Castro Torrijos Vicente, Políticas públicas de seguridad


y defensa: herramientas en el marco del postconflicto en Colombia,
investigación © escuela superior de guerra centro de estudios estratégicos
sobre seguridad y defensa nacionales Bogotá D.C 2017

Biblioteca jurídica del instituto de investigaciones jurídicas de la UNAM


Seguridad ciudadana, editorial DRC México D.F 2005

Boneti Lindomar, Políticas públicas por dentro, Editorial CLACSO 1a ed,


Buenos Aires, 2017

Carrión Fernando, Seguridad Ciudadana ¿Espejismo o Realidad? 1ª. Edición:


Rispergraf Quito, 2002

Escobar Santiago Jacqueline Muniz, Rafael sanseviero Marcelo Sain José


marcelo zacchi la seguridad ciudadana como política de estado, FUNDACIÓN
FRIEDRICH EBERT Santiago 2003

Ley 2197 25 enero 2022 por medio del se dictan normas tendientes al
fortalecimiento de la seguridad ciudadana y se dictan otras disposiciones,
Republica de Colombia, Bogotá D.C. 2019

Política marco de convivencia y seguridad ciudadana, ministerio de defensa


nacional. Bogotá D.C. 2019

Torres Melo Jaime, Santander Jairo, Introducción a las Políticas Públicas:


Conceptos y herramientas desde la relación entre Estado y ciudadanía
Editorial © Instituto de Estudios del Ministerio Público IEMP, Bogotá, D.C.
2013.

Vargas lleras German, nuestra política pública de seguridad ciudadana


Fundación Carlos lleras restrepo Bogotá D.C. 2018

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