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Asignatura: Literatura latinoamericana I.

Año 2023
Responsable: Manuel Hernández
Primera lectura: Naufragios (Alvar Núñez Cabeza de Vaca)
Nombre: Emily Denise Saravia Vásquez (SV19009)

Preguntas de la guía: De la S a la Z (3, 2, 6)

2. Alvar Núñez Cabeza de Vaca: Autor y protagonista: Alvar Núñez Cabeza de Vaca
describe en los Naufragios sus propias experiencias y observaciones. Si tenemos en
cuenta que la obra se basa en las experiencias subjetivas de una persona que las describe
años después de haberlas vivido con el objetivo claro de conseguir ciertos privilegios,
podemos poner en duda la veracidad completa de las experiencias descritas. Parece que
el objetivo principal del relato fue el de parecer un héroe que había superado todos los
obstáculos, que había sobrevivido gracias a la fuerza moral y la fe cristiana en las
condiciones más crueles. Para señalar su excepcionalidad, Cabeza de Vaca usa distintos
medios. Uno de ellos es la descripción despreciativa de otros personajes supervivientes.
El autor presta una atención especial a su propio comportamiento y a las descripciones
de méritos y apenas tiene en cuenta las historias de sus compañeros. Identifique en el
texto ejemplos de este discurso, argumentando la posición del autor y protagonista.
Alvar Núñez de Vaca, en la obra, lo observamos como un personaje egoísta, siempre
destacándose a él mismo, reiterando una y otra vez sus virtudes y su valentía al haber
sobrevivido o al realizar las curaciones milagrosas. Por ejemplo: “No tenía, cuando estos
trabajos me veía, otro remedio ni consuelo sino pensar en la pasión de nuestro redentor
Jesucristo y en la sangre que por mí derramó, y considerar cuánto más sería el tormento de
las espinas él padeció que no aquél que yo sufría.” (Cabeza de Vaca, 1989, pág. 162), nos
percatamos en cómo él se autocompadece con su sufrimiento y todo lo que tuvo que pasar
relacionándolo con su alto grado de fe (por lo cual, deducimos que, tiene un gran orgullo).
Otro ejemplo, lo podemos observar en la siguiente cita: “En todo este tiempo nos venían de
muchas partes a buscar, y decían que era verdaderamente nosotros éramos hijos del Sol.
Dorantes y el negro hasta allí no habían curado; más por la mucha importunidad que
teníamos, viniéndonos de muchas partes a buscar, venimos todos a ser médicos, aunque en
atrevimiento y osar acometer cualquier cura era yo más señalado entre ellos, y ninguno
jamás curamos que no nos dijese que quedaba sano.” (Cabeza de Vaca, 1989, págs. 158-
159), podemos destacar dos frases en la cuál él se enaltece y desmerita a sus compañeros, en
“Dorantes y el negro hasta allí no habían curado”, dando a entender que no realizaban las
curaciones al mismo nivel que él, criticando o haciéndolos ver de menos. En la otra frase lo
afirma aún más: “osar acometer cualquier cura era yo más señalado entre ellos”, se enaltece
él mismo, mencionando que los indígenas preferían que él los curaba que, a los otros, que él
era el más importante entre los curadores.
Podemos resaltar como Alvar de Núñez se antepone él mismo durante toda la obra, deja de
lado los padecimientos o historias de sus compañeros para resaltarse él, además dando a
entender que él es más fuerte que los demás: “Aquella noche yo rogué a uno de mis
compañeros que fuese tras los cristianos, que iban por donde nosotros dejábamos la tierra
asegurada, y había tres días de camino. A ellos se les hizo de mal esto, excusándose por el
cansancio y trabajo; y aunque cada uno de ellos lo pudiera hacer mejor que yo.” (Cabeza
de Vaca, 1989, pág. 202), y no solamente lo hace con sus compañeros, sino aún más con los
indígenas: “Yo, viendo esta crueldad y enojado de ello, les pregunté por qué lo hacían, y
respondiéronme que para castigarla porque había llorado delante de mí” (Cabeza de Vaca,
1989, pág. 188), en esta frase pone de manifiesto la maldad de los indígenas y se da
importancia él mismo, a pesar de que en la obra menciona que tenía un gran “poder” sobre
los indígenas, no hacía nada en contra de las crueldades que él menciona que cometían.
Otro fragmento en la cual se glorifica él y desmerita a sus compañeros es la siguiente:
“Estando en esta contienda el viento refrescó, y ellos se volvieron y nos dejaron; y así
navegamos aquel día, hasta hora de vísperas, que mi barca que iba adelante descubrió una
punta en la tierra y del otro cabo se veía un río muy grande… el gobernador no quiso llegar.”
(Cabeza de Vaca, 1989, pág. 113), con las frases “se volvieron y nos dejaron”, “mi barca
que iba adelante descubrió” y el “gobernador no quiso llegar”, reitera su gran valor y
astucia, en ponerse siempre como el mejor y a los demás personajes como individuos
incapaces, que no se comparan con él y sus hazañas.
3. ¿Cómo evoluciona en la obra la elaboración progresiva que va de la primera persona
(yo testimonial) a un yo protagonista? ¿significará esto que el sujeto de la enunciación
se transforma en sujeto del enunciado? ¿es este cambio de dimensión una enunciación
claramente narrativa o novelesca? ¿coincide la figura del autor y la del protagonista?
¿Qué resulta como consecuencia de lo anterior?
En la obra observamos una evolución progresiva de la primera persona, ya que, Cabeza de
Vaca pasa de ser un yo testimonial a un yo protagonista, significa que sí, se transforma en
sujeto del enunciado. Esta dimensión pasa a ser narrativa, porque el protagonista pasa de ser
un cronista cualquiera a ser el protagonista de la narración. Lo podemos observar en la
siguiente frase: “Yo le quité una estera que tenía encima, con que estaba cubierto, y lo mejor
que apliqué a nuestro Señor fuese servido de dar saluda a aquél y a todos los otros que de
ella tenían necesidad.” (Cabeza de Vaca, 1989, pág. 157)
Esto afirma que la presentación del “yo”, el autor la utiliza constantemente (ya cuando la
evolución de la primera persona se ha presentado) para beneficiarse y resaltar su
protagonismo. En otra frase lo podemos observar también: “yo vi el enfermo que íbamos a
curar que estaba muerto” (Cabeza de Vaca, 1989, pág. 157), utilizando el “yo” para
enaltecerse él mismo con mayor profundidad.
Podemos notar la diferencia en el inicio de la obra cuando él utiliza el yo testimonial, por
ejemplo: “Llegamos a la tierra martes 12 días del mes de abril, y fuimos costeando la vía de
la Florida; y Jueves Santo surgimos en la misma costa, en la boca de la bahía, al cabo del
cual vimos ciertas casas y habitaciones de indios” (Cabeza de Vaca, 1989, pág. 83), nos
percatamos del contraste y la evolución que presenta el autor en la primera persona.
Como resultado, podemos resaltar que, Cabeza de Vaca toma el yo protagonista en el
transcurso de la obra para matizar su personaje como un héroe cristiano, alguien que está por
encima de sus compañeros y los indígenas, por eso, va relatando sus aventuras, sus logros,
sus curaciones y su importancia al haber sobrevivido, evangelizado y cumplir notoriamente
su deber como español.
6. Cabeza de Vaca describe las curaciones prodigiosas. Después de que los cristianos
santiguaran a los enfermos, ellos se arrojaron a sus piernas dando gracias a sus
sanadores. Todo el proceso de sanar era como el bautismo, un modo de llevar a los
indígenas al camino justo de la creencia y fe. Cabeza de Vaca creía que los indígenas se
habían sentido enfermos antes de ser bautizados. Por esta razón, tanto él como el resto
de los conquistadores creyeron haber sanado con la fe a muchos indígenas, incluso a un
muerto: “Aquella misma noche que llegamos vinieron unos indios a Castillo, y dijéronle
que estaban muy malos de la cabeza, rogándole que los curase; y después que los hubo
santiguado y encomendado a Dios, en aquel punto los indios dijeron que todo el mal se
les había quitado.” (Naufragios: 153) ¿Cómo todas estas historias relatadas de milagros
aportan al texto de la crónica un carácter religioso y hasta sobrenatural? Argumente
su punto de vista.
Las curaciones milagrosas de los cristianos tuvieron un impacto religioso y sobrenatural para
los indígenas. Podemos afirmar esto, ya que, Cabeza de Vaca menciona que gracias a las
curaciones que les realizaban a los indígenas, estos eran misericordiosos con ellos, a tal punto
que, los trataban como invitados y les proporcionaban su alimento: “Cuando los indios que
estaban en compañía de los nuestros, que eran los cutalchiches, se hubieron de ir a su tierra,
antes que se partiesen nos ofrecieron todas las tunas que para su camino tenían, sin que
ninguna les quedase.” (Cabeza de Vaca, 1989, pág. 158)
Estas historias aportan a la crónica un carácter religioso y hasta sobrenatural, porque a las
constantes curaciones que los cristianos les realizaban, los indígenas los tomaban como
individuos con poderes mágicos de curación. Más porque, ellos tomaban como representante
de su milagro a Dios, lo observamos de manera persistente en las descripciones de Cabeza
de Vaca: “Como por toda la tierra no se hablase sino de los misterios que Dios nuestro
Señor con nosotros obraba, venían de muchas partes a buscarnos para que los curásemos”
(Cabeza de Vaca, 1989, pág. 157). Por ende, los indígenas ante la incredulidad, ignorancia y
observando a los cristianos como “los hijos del sol”, poco a poco, creerían y se unirían a la
cristiandad.
A pesar de esto, podemos dudar de la veracidad del autor, ¿son ciertos todos los milagros que
realizaron? ¿Mintieron? ¿Lo hicieron para sobrevivir?, en la obra podemos observar cómo,
Cabeza de Vaca, constantemente quiere enaltecerse, dando a entender al lector que, estuvo
por encima de todo. Pudo llevar la religión a los indígenas, sobrevivió tantos días y fue un
personaje idolatrado por sus curaciones divinas: “venimos todos a ser médicos, aunque en
atrevimiento y osar acometer cualquier cura era yo más señalado entre ellos, y ninguno
jamás curamos que no nos dijese que quedaba sano.” (Cabeza de Vaca, 1989, pág. 159)
Podemos concluir que, la crónica tiene un gran alto de carácter religioso y sobrenatural, el
protagonista menciona muchas veces su poder en nombre de Dios al haber curado a todos los
indígenas (mencionando también la palabra de Dios en toda la obra), y como estos, al no
tener ningún conocimiento de Dios y observar como sus hermanos, hijos, familia se curaban
gracias a los cristianos, les creían totalmente, creyéndolos seres divinos y milagrosos.
Podemos evidenciar cómo Cabeza de Vaca resalta su importancia al haber evangelizado a
los indígenas: “Hicimos traer los hijos de los primeros señores y bautizarlos.” (Cabeza de
Vaca, 1989, pág. 212)
BIBLIOGRAFÍA

Cabeza de Vaca, A. N. (1989). Naufragios. Madrid: Ediciones Cátedra.

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