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Alice, era una gentil y dulce mujer de la tercera edad, ella era la
bibliotecaria y siempre estaba deambulando entre los pasillos, trayendo
libros, recolectando otros, en fin, organizando el lugar.
Entre su diario proceder, Alice, bajó por las escaleras que llevan a la
bóveda donde resguardan los libros, llevando algunos de los ejemplares
usados por el público, colocando otros en su lugar.
Ella era muy eficiente en su labor. Sin embargo, esa tarde en particular, al
recorrer los pasillos de la bóveda de la biblioteca, algunos de éstos
ejemplares volaban y flotaban tras su paso, cambiando de lugar, también
pudo oír voces susurrando, eso le erizó la piel, luego la manifestación se
hizo evidente, algo andaba mal, muy mal.
EN LA UNIVERSIDAD DE COLUMBIA
G: Mientras tanto, En La Universidad de Columbia, Dentro del edificio
Weaver Hall había una sección conocida como el Laboratorio de Estudios
Paranormales. El Dr. Peter Venkman se encontraba realizando un
experimento de PES (Percepción Extra Sensorial) con dos estudiantes
voluntarios, el ejercicio era simple: concentrarse y utilizar la mente para
adivinar las tarjetas.
Venkman: Voy a dar vuelta a la próxima tarjeta. Quiero que te concentres.
Quiero que me digas qué es ésto.
Mike: Es un cuadrado.
Venkman: Huy! Buena suposición... Pero equivocada. Es una estrella.
Venkman: Despeja tu mente. (Jennifer asiente). Muy bien. Dime qué crees
que es?
Jennifer: Es una estrella.
Venkman: Es,... una estrella. Muy bien, Fantástico!
(Se toma su tiempo, cambia de tono de voz, tono suave)
Y tú, concéntrate... Qué es?
Mike: U-un circulo.
Venkman: Uff!! Cerca... pero definitivamente equivocado.
(Descarga eléctrica, Mike se queja)
Venkman: Muy bien. Lista? (Jennifer asiente) Qué es?
Stantz: Miren! Wow! Vaya pila de libros simétrica, ésto no pudo hacerlo
alguien común y corriente.
Spengler: Ésto está latente, Ray.
Stantz: Igual que la turbulencia masiva de Filadelfia de 1947.
Venkman: (Escéptico) Uy, si! Tienes razón, ningún ser humano apilaría
libros de ésta manera.
Stantz: Escuchen!... Huelen eso?
Venkman: Atrápenla!! sí cómo no! ji ji ji!. Ese era todo tu plan?? Atraparla?
Stantz: Fué un impulso, n-no sé, creo que me emocioné demasiado. Pero,
no fué increíble? Realmente tocamos el plano etéreo. Sabes qué
podría significar ésto?
Venkman: Sí, claro... (en burla) estoy muuuuy entusiasmado.
Spengler: La experiencia no se desperdició del todo. De acuerdo con las
lecturas y mis cálculos, tenemos una excelente posibilidad de
atrapar a un fantasma y guardarlo.
Stantz: Si la tasa de ionización es constante para todos los entes
ectoplásmicos, podríamos reventar unas cabezas, hablando en el
sentido espiritual.
Venkman: Spengler, hablas en serio sobre atrapar a un fantasma??
Spengler: Siempre hablo en serio.
Venkman: Me retracto de algunas cosas que dije sobre tí. Te has ganado mi
respeto.
G: Sin más, los tres científicos salen del lugar, tristes y decepcionados.
Unas horas después, Ray y Peter bebían whiskey de una pequeña anforita
envuelta en papel sentados en un parque público, aliviando las penas.
Sra. BR: ...Tiene espacio para oficina, cuartos para dormir, duchas y una
cocina completa.
Venkman: Me parece un poquito caro para una oportunidad única que
necesita arreglos. Tú qué opinas, Egon?
Spengler: Creo que éste edificio debería ser demolido. La estructura
metálica está frágil. Las instalaciones son de una calidad inferior.
Además, el poste bomberos? Para qué? Es completamente
inadecuado para nuestras necesidades de energía y el barrio...
parece una zona desmilitarizada.
En ese momento, una gruñido la hizo voltear a ver al refri, Danna estaba
asustada, con mucha cautela se fue acercando al mueble del cual el
gruñido se hacía cada vez más audible, al abrir la puerta, una luz con brillo
intenso salió del interior, la jóven alcanzó a ver una imagen que la
horrorizó: ahí había un demonio que la miró, le gruñó y rugió. Danna
alcanzó a escuchar claramente un palabra: ZUUL!
Venkman: No le parece que está muy sutil? La gente pasará sin ver el cartel.
(Sirena del auto negro)
Venkman: Oiga, no puede estacionarse aquí!
Stantz: Hey! Ya tenemos auto. Solo que necesita trabajo de suspención...
amortiguadores... frenos, almohadillas de freno... hmm!
Aislantes, transmisión de la caja de velocidades...
Venkman: Cuanto?
Stantz: Fué una ganga! Ah! También necesitará aros nuevos, silenciador,
cableado, algo de electricidad... Oye, a dónde vas?
Venkman: Ay, Dios mío!... Mire cuanta comida chatarra hay aquí!
Danna: Oh, no! Ésto no estaba...
Venkman: Usted come estas cosas? Embutidos, quesos, sodas??
Danna: Ésto no estaba aquí! Había un espacio y un edificio envuelto en
llamas!, criaturas retorciéndose, gruñendo y refunfuñando!
Había llamas y oí una voz que decía “ZUUL”! Estaba aquí mismo!
Venkman: Pero no tengo ninguna lectura.
Danna: Esta seguro de que está usando esa cosa correctamente??
Venkman: Creo que sí. Pero estoy seguro de que no hay ningún animal
dentro de su refri.
Danna: Fantástico. O tengo un monstruo en mi cocina, o estoy
completamente loca.
Venkman: No, no creo que esté loca.
Danna: Eso me hace sentir mejor.
Venkman: Le contaré algo sobre mí. Regreso a casa del trabajo y es lo único
que tengo, nada más. La conozco y me digo: “Dios mío, hay
alguien con el mismo problema que yo!”
Danna: Sí, ambos tenemos el mismo problema: usted!
Al entrar por el lobby del Grand Hotel, el señor discreción hace su entrada
triunfal...
G: Los tres científicos salen del elevador con mucha cautela, excepto por
Venkman quién todavía podía estar saboreado la cena que dejó en el
cuartel.
Todo era silencio, hasta que sorpresivamente, el tarareo de una mucama,
los hizo volver nerviosos disparando a diestra y siniestra sus rayos ante la
repentina aparición de la mujer con su carrito de labores, al cual le
hicieron salir volando las toallas y los rollos de papel higiénico por los
aires..
Reportero 1: ...Y entre otras noticias, todo el lado este de la ciudad ésta
hablando sobre los incidentes de actividad paranormal.
Apariciones de fantasmas y hechos sobrenaturales se han
denunciado a través de la región de los tres estados...
Reportero 2: Todos han oído historias de fantasmas. Mi abuela contaba
cuentos de una locomotora fantasmal que cruzaba como cohete
por la granja donde se crió. Pero ahora todo parece ser real ...
G: El equipo pasaba por un gran momento, sin darse cuenta sus jornadas
ya eran 24x7, para ellos ningún trabajo era demasiado grande, ningún
honorario es demasiado alto!... pensaban.
Para Janine, se estaba haciendo habitual preguntar: “Lo que vió era una
bruma o tiene brazos y piernas?”. Los teléfonos no cesaban de sonar.
G: Esa noche, una tormenta électrica amenaza con llover sobre la ciudad.
Sin embargo, en la azotea del edificio donde vive Danna, comienzan a
manifestarse disturbios en su estructura, Las gárgolas de los sabuesos
infernales se estremecieron, agrietándose, partiéndose, dejando ver a una
criatura de piel áspera, cornuda, dientes afilados y unos ojos rojos tan
encendidos por el fuego del infierno.
Danna lucía preocupada, no estaba segura si era por la tormenta o su cita
con Peter Venkman, Al abrirse el elevador, escuchó la música proveniente
del departamento de Louis, La fiesta! Lo había olvidado por completo...
G: Mientras hablaba por teléfono, Danna no se percató que por las rendijas
de la puerta de la cocina, se marcaban unas estelas de luz intensa. La
jóven intentó gritar pero éste se ahogó por una mano que apareció del
sillón donde estaba sentada y luego otro y otro más, inmovilizándola por
completo. La puerta de la cocina se abrió abruptamente iluminando la
habitación y de ese resplandor surge uno de los sabuesos del infierno,
rugiendo, aclamando el nombre de ZUUL. Danna estaba horrorizada, pues
el sillón fué jalado hacia el interior de la cocina, cerrándose detrás de ella
y después... El silencio.
Mientras en el departamento de Louis, la fiesta se tornaba cada vez más
animada, los invitados estaban contentos y cómodos, sin percatarse del
peligro que los acechaba.
Venkman: (Voz sexy) Hola! Wow! Ese es un estilo diferente para tí.
Danna: (voz sexy) Eres el Carcelero?
Venkman: No, que yo sepa.
G: Los demás miembros del equipo tratan de evitar que Egon se lie a
golpes con Peck, mientras la policía hizo lo propio, aquello se volvió un
circo.
Los fantasmas comenzaron a escapar de la jaula de contención, huían
hacia todas las direcciones. Al sentirse libre muchos de ellos empezaron a
sembrar el caos por toda la ciudad y a plena luz del día.
Winston: Oiga, oficial! Quiero hacer una llamada telefónica. Sólo trabajo
con esta gente! No estaba ahí!
Spengler: Éste cubretecho es exactamente como el rastreador telemétrico
que usa la NASA para identificar las pulsaciones en el espacio
profundo.
Stantz: Las vigas con remaches fríos... Con núcleos de selenio puro.
Venkman: OK, Déjenme adivinar, Ya no los hacen como antes.
Stantz: No!....Nadie los hizo nunca así! El arquitecto era un genio o un
loco de remate!
Venkman: Ray, por un momento... haz de cuenta que yo no sé nada sobre
metalúrgia, ingeniería o física y simplemente dime, qué
demonios está ocurriendo...
Stantz: Tú nunca estudiabas. Todo el edificio es una enorme antena de
superconducción diseñada y construida expresamente para
atraer y concentrar turbulencia espiritual. Tu novia... vive en el
departamento de la azotea de la Central fantasma.
Venkman: Ajem, Ella no es mi novia. La encuentro interesante porque
duerme sobre sus mantas, a un metro sobre sus mantas! Ladra,
babea, araña!
Spengler: Es el edificio, no ella. Algo terrible está por entrar a nuestro
mundo y éste edificio es la puerta. El arquitecto se llamaba Ivo
Shandor. Lo hallé en la Guía Tobin de Espíritus. También era
médico. Realizó muchas cirugías, muchas de ellas innecesarias.
Y luego, en 1920, comenzó una secta secreta...
Venkman: Déjame adivinar. Los Adoradores de Gozer. Sin estudiar, eh!?
Spengler: Después de la Primera Guerra Mundial, Shandor decidió que la
sociedad estaba demasiado enferma para sobrevivir...
Y no estaba solo. Tenía casi mil seguidores. Realizaron rituales
extraños en el techo con el propósito de causar el fin del mundo.
Y ahora parece que realmente puede ocurrir.
( Silencio incómodo)
Stantz: Tenemos que salir de aquí. Tenemos que encontrar a un juez o
alguien...
winston: Oigan esperen un momento! Oye, oye! Cállense! Nos
presentamos ante un juez federal para decirle que un dios
babilónico está por llegar y comenzará a destrozar la ciudad?
Spengler: Sumerio, no babilónico.
Winston: Qué diferencia hay? Sin ánimo de ofender... Pero necesito mi
propio abogado.
Policía: Ok, Cazafantasmas! El alcalde quiere verlos. Toda la ciudad ha
enloquecido. Andando!
Spengler: Tengo una radical idea! La puerta se abre para abrir y cerrar.
Podríamos revertir el flujo de energía través de puerta.
Venkman: Cómo?
Spengler: Entrecruzando los rayos.
Venkman: Disculpa, Egon. Dijiste que cruzar los rayos era malo.
Stantz: Cruzar lo rayos, cierto.
Venkman: Pero eso nos pondrá en peligro a nosotros y a nuestra clienta, que
nos pagó por adelantado antes de convertirse en perra.
Spengler: No necesariamente. Hay una mínima posibilidad de que
sobrevivamos.
(Todos lo pensaron por un momento.)
Venkman: (Con voz quebrada por el miedo a morir) Me encanta éste
plan! Estoy emocionado de ser parte de él! Hagámoslo!
Spengler: Apúrense!
Venkman: Nos vemos del otro lado, Ray.
Stantz: Es un placer trabajar contigo... Enciéndelos, Spengler!!!
(Comienzan a cruzar los rayos)
(K-Boom!!)
G: Al completar la descarga de los rayos cruzados, se produjo una
descomunal explosión, haciendo que el templo reviente desde su interior
con la misma intensidad de un sol. El gigante de malvavisco estaba
ardiendo por completo, derritiéndose, revertiendo su polaridad para
también reventar como un globo, haciendo caer enormes cantidades de
dulce derretido en un radio de más un kilómetro a la redonda. La gente
corría en todas direcciones buscando refugio ante la inusual lluvia.
En la azotea del edificio donde estaba el templo, sólo había silencio entre
los escombros y las plastas de dulce de malvavisco. Nuestros héroes se
iban incorporándo poco a poco, dándo señales de vida.
Stantz: Winston, estás bien?
Winston: Si.
Stantz: Venkman?... Spengler?... Venkman?... Spengler?
Ah, Spengler, estas bien?
Spengler: Me siento como el piso de un taxi.
Venkman: Ay, Gracias a Dios! Todos bien?
Spengler: Sí, y tú?
Venkman: Yo estoy bien.
Stantz: Eww, huele a perro asado... Aw, venkman... Lo siento.
Simplemente... lo olvidé.
Stantz: Miren!
G: Alguien más estaba dando señales de vida, era Louis! Quien también
sobrevivió a la explosión.
Winston no podía estar más agradecido, ya que sin ser un científico había
vivido la aventura paranormal más grande de su vida.
Los reporteros los querían entrevistar, la policía les hizo valla para
escoltarlos, los representantes de diferentes religiones, los bendecían y
agradecían, la gente estaba eufórica. Janine fué al encuentro con Egon,
Ray recibió un sin fin de ovaciones, Peter y Danna, simplemente se dieron
un beso en público, Winston agradeció las ovaciones de la gente y Louis,
bueno, fué el que mejor atención recibió de los paramédicos.
Y así termina el día en Nueva York, la ciudad que nunca duerme, la ciudad
que ha sobrevivido a terremotos, inundaciones, monstruos gigantes,
enormes gorilas y demás calamidades.
EL FIN!