Está en la página 1de 2

CRITICAL PATH: HOW TO REVIEW VIDEOGAMES FOR A LIVING

Autor: Dan Amrich

Páginas 149 - 152

EL TIPO QUE SE QUEDÓ


SIN TRABAJO POR HABLADOR

Una historia de emoción, drama y blogging.

Antes de seguir avanzando, quiero mencionar una anécdota de como no debes presentarte a tus
potenciales empleadores. No es estrictamente una historia sobre freelancing, pero como vas a
estar trabajando gracias a tus habilidades de redacción, de nitivamente es relevante ahora que
nos estamos poniendo serios sobre cómo te acercarás a las publicaciones profesionales.
Además, es mejor que lo leas aquí y ahora, que en un email anónimo en unos meses.

Me uní al equipo americano de GamesRadar.com muy al inicio —era el empleado editorial #2,
contratado luego de que el director editorial de la web venga a los Estados Unidos desde el
Reino Unido para encabezar un proyecto casi un año antes de que la web salga. Como tenía
tiempo y experiencia, ayudé a revisar CVs y textos de muestra de la gente que había aplicado a
los puestos editoriales. De hecho, hubo un intervalo de tiempo embarazosamente grande entre
que los trabajos fueron publicados, y la gente fue respondida —como cinco meses —porque
buena parte de la web estaba siendo conceptualizada en ese momento. El llamado a los editores
simplemente salió con demasiada anticipación. Para cuando contactamos a la gente, estaban
sorprendidos de que siguiéramos interesados. No los culpo.

Me encargaron una parte del proceso de selección de candidatos. Me dijeron que revise los CVs,
lea sus textos de muestra, los busque en la Internet, y vea qué más habían escrito. Es un proceso
estándar; buscar a alguien en Google te puede mostrar mucho del trabajo de un freelancer en
poco tiempo, incluyendo todo lo que no pusieron en su CV. Puede que no sea tan pulcro, pero
igualmente es importante si es que estás interesado en contratarlos.

En mi pequeña lista estaba un tipo cuyo nombre era… bueno, llamémoslo Crash [“Choque” en
inglés, y también una referencia a Crash Bandicoot] porque eso es lo que le terminaría pasando.

Crash tenía buenos textos de muestra pero poca experiencia profesional. Ya contando con su
nombre real, pude encontrar su blog personal, en donde hablaba sobre como no le gustaba su
trabajo a tiempo parcial, ya que tenía mayores ambiciones. Un post viejo incluso decía que
estaba aplicando a un trabajo en una nueva web sobre videojuegos, pero que de ahí estaba triste
porque no le habían respondido. Como usaba el mismo nombre de usuario en varios foros de
gaming, encontré algunos de sus posts en foros, donde hablaba sobre su objetivo de fundar su
propia web editorial. Crash era joven e impaciente y tenía un poco de actitud —algo que le
gustaba a nuestro director editorial, que quería establecer la voz de GamesRadar como
sarcástica y desa ante. Así que Crash fue una de las doce personas, aproximadamente, que
fueron contactadas para una entrevista. Luego de leer su blog, me pareció que era la cosa más
cool que le pudo haber pasado. Lo notaron; estaba a punto de tener la oportunidad de escribir
sobre juegos a tiempo completo.

fi
fi
Aquí es donde todo comienza a ir mal. Revisé el blog de Crash al día siguiente, y estaba lleno de
todo tipo de declaraciones delirantes. Presumía que le habíamos respondido, y que claramente
estábamos reconociendo su genialidad. Seguro nos dimos cuenta, como él ya sabía, que la
mayoría de nuestras publicaciones eran basura, y que necesitábamos su ayuda si es que
realmente queríamos hacer algo bueno. Obviamente nos habíamos dado cuenta que éramos
unos idiotas al haberlo rechazado tantos meses atrás, y que la única razón por la que lo
estábamos llamando tan tarde, es porque estábamos desesperados por lo que sólo él nos podía
dar —y que tenía la intención de utilizar esa ventaja para obtener un sueldo enorme y mucho
control editorial. Nos iba a hacer pagar por cómo lo maltratamos, aceptando el puesto y
enseñándonos cómo se debía trabajar. O sea, tenía toda una fantasía de venganza ya planeada;
en su cabeza, ya tenía el trabajo y se había apoderado de la web. Supongo que se había olvidado
que estaba aplicando a la posición de editor asociado, y que estaría solo más arriba del
practicante en la jerarquía editorial. Además, no nos había impresionado en persona, todavía, y
no lo conocíamos.

Así que le mencioné esta publicación de su blog al director editorial, quien estaría conduciendo la
entrevista, solo como parte de una conversación — “Hey, deberías prepararte para cuando llegue
este tipo”. Y cuando el director editorial decidió leer el post él mismo, explotó con una serie de
vulgaridades, que solamente los británicos, creo yo, podrían darse el lujo de arrojar. No había
forma de que este niño arrogante pusiera un pie en la o cina, me dijeron. El director editorial fue
inmediatamente al departamento de Recursos Humanos, el cual le mandó un email bastante
amable a Crash, diciendo que su entrevista había sido cancelada y que cuando estuviésemos
listos para reprogramar, le avisaríamos. El email no revelaba la razón de la cancelación de la
entrevista.

Así es la vida en la era de la Internet —la realidad de vivir en Facebook, de publicar tus
pensamientos en un blog, de tratar de obtener atención (y eventualmente un sueldo) con tus
opiniones. Esto es bueno, y los animo a usar webs y servicios como Twitter, Facebook, LinkedIn,
Google+, y WordPress para crear algo de visibilidad propia— todas son maneras fantásticas de
conectarse con potenciales empleadores. Pero eres un escritor, y por ende, todo lo que escribas
puede y será utilizado para de nirte. No importa dónde los publiques o si es que consideras que
cruzan una línea o no. Tus textos, de cualquier manera, siempre son un re ejo tuyo. Un editor, ya
sea freelance o a tiempo completo, posiblemente esté leyendo todo lo que decidas decir, así que
tu último post en un blog podría ser tu primera impresión.
fi
fi
fl

También podría gustarte