La suspensión del acto reclamado en el amparo

indirecto o vi instancial

Introducción
La suspensión del acto reclamado en el amparo indirecto o vía incidental es una figura jurídica de
suma importancia en el sistema de justicia mexicano. Su finalidad principal es proteger los
derechos e intereses de los quejosos durante el proceso de amparo, evitando que se cause un
perjuicio irreparable mientras se resuelve el fondo del asunto. En este ensayo, analizaremos los
elementos y las implicaciones de la suspensión del acto reclamado en el amparo indirecto.

La suspensión del acto reclamado en el amparo indirecto se encuentra regulada en los artículos
107 y 124 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en la Ley de
Amparo. Esta figura permite al quejoso solicitar al juez de amparo que se paralice la aplicación o
ejecución del acto reclamado, es decir, que se suspendan sus efectos mientras se resuelve el juicio
de amparo.

Para que se conceda la suspensión, es necesario cumplir con una serie de requisitos establecidos
por la ley. En primer lugar, se debe acreditar la existencia de un acto reclamado que cause un
perjuicio al quejoso y que sea de naturaleza irreparable. Esto implica que la suspensión busca
evitar daños que no puedan ser reparados de forma adecuada una vez que se resuelva el juicio de
amparo.

Además, se debe demostrar la probabilidad de que el quejoso obtenga una sentencia favorable en
el juicio de amparo. Es decir, se debe mostrar que existen argumentos sólidos y fundamentados
que respalden la pretensión del quejoso y que existen elementos que permitan suponer que se
vulneraron o se vulnerarán sus derechos fundamentales.

Por otro lado, es necesario que el otorgamiento de la suspensión no cause un perjuicio mayor a los
intereses de la sociedad o de terceros. En este sentido, el juez debe ponderar cuidadosamente los
efectos de la suspensión y sopesar los intereses en juego, buscando siempre el equilibrio entre la
protección de los derechos del quejoso y los intereses generales.

Es importante mencionar que la suspensión puede ser provisional o definitiva. La suspensión

provisional se otorga de manera cautelar mientras se resuelve sobre la procedencia de la
suspensión definitiva. Esta última, a su vez, se otorga una vez que se ha analizado a fondo el caso y
se ha determinado que se cumplen todos los requisitos para su concesión.
La suspensión del acto reclamado en el amparo indirecto tiene importantes implicaciones tanto
para el quejoso como para las autoridades involucradas. Para el quejoso, representa una
protección efectiva de sus derechos, permitiéndole evitar los efectos perjudiciales del acto
reclamado mientras se resuelve el juicio de amparo. Para las autoridades, implica un freno a su
capacidad de actuación, en tanto que se suspende la ejecución de sus actos hasta que se resuelva
la cuestión de fondo.

En conclusión, la suspensión del acto reclamado en el amparo indirecto es una figura esencial en el
sistema de justicia mexicano. Su finalidad es salvaguardar los derechos e intereses de los quejosos
durante el proceso de amparo, evitando que se cause un perjuicio irreparable. Su concesión está
sujeta al cumplimiento de ciertos requisitos y se otorga de manera provisional o definitiva,
dependiendo del análisis del caso. La suspensión del acto reclamado tiene implicaciones
significativas tanto para el quejoso como para las autoridades, equilibrando la protección de los
derechos individuales con los intereses generales.