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Qué es el racismo

Lo primero que hay que aclarar es qué es el racismo y cuáles son las causas que llevan a esto.
Según la Real Academia Española, el racismo es la : "Creencia que sostiene la superioridad de
un grupo étnico sobre los demás, lo que conduce a la discriminación o persecución social".

Cuando hablamos de racismo estamos hablando de un tipo de discriminación, aquella que se


produce cuando una persona o grupo de personas siente odio hacia otras por tener
características o cualidades distintas, como el color de piel, idioma o lugar de nacimiento.

Una de las causas más comunes de las actitudes racistas puede encontrarse en el miedo a lo
diferente o a las personas que vienen de otros países, por desconocimiento o falta de
información al respecto.

Tipos de racismo

Existen varios tipos de racismo por los que las personas se pueden sentir discriminadas o ser
víctimas de desigualdades:

 Racismo aversivo. Es un tipo de racismo sutil porque generalmente es empleado por


personas que están abiertamente en contra del racismo y de los comportamientos
racistas. En el racismo aversivo se pretende la igualdad de derechos y la libertad para
que cada grupo viva su propia cultura abiertamente. En cambio, las actitudes racistas
se producen mediante la distancia con la otra persona, falta de empatía o
mostrando frialdad.

 Racismo etnocentrista. Este tipo de racismo está basado en la superioridad cultural


del propio grupo, por lo que este asume que otros grupos diferentes suponen una
amenaza cultural. En este tipo de racismo no hay derecho a la igualdad y se cree que
las personas que son de una raza diferente a la propia deben someterse al grupo
predominante. El rechazo de costumbres, creencias, comportamientos, religiones o
lenguas de otros grupos étnicos son actitudes recurrentes en este tipo de racismo.

 Racismo simbólico. El racismo simbólico aboga por el derecho a ser iguales, pero con
matices: el derecho a ser iguales existe, pero para ámbitos puntuales o ciertas
situaciones. Un ejemplo que explica el racismo simbólico es la libertad que tiene cada
grupo para vivir como quiera, pero en áreas limitadas para dicho grupo. Estas actitudes
provocan una segregación cultural entre los distintos grupos, lo que a su vez produce
distanciamiento entre sus miembros.

 Racismo biológico. Es el tipo de racismo menos tolerante. Entiende que una raza es
biológicamente superior a las demás, que amenazan con degenerar la raza que es
considerada principal. El racismo biológico no cree que los miembros de otras razas
deban tener ningún derecho, piensa que deben ser excluidos totalmente e incluso
apuesta por la segregación física. Un ejemplo de este tipo de racismo fue el llevado a
cabo por el régimen nazi en los años 30 y 40: consideraban la raza aria como una raza
pura y superior.
¿Cómo identificar el racismo del día a día?

Reconocer prácticas racistas del cotidiano no siempre es una


tarea fácil sin la comprensión del racismo de una forma general.
Pero hay maneras de identificarlas para poder cambiarlas.

Las frases “trabajo en negro”, “plata en negro”, “me están


negreando”, “tuve un día negro”, vinculan la negritud con
cuestiones negativas, malas e informales. Esto trae
consecuencias en la construcción de las identidades de estas
poblaciones, ya que nadie, simplemente por su color de piel,
quiere ser relacionado con estas prácticas. Abolir este tipo de
frase es pensar más allá de la intención.

Por otro lado, solemos usar la palabra Quilombo como


sinónimo de lío, problema, falta de armonía. Pero en realidad
esta es una palabra que para las poblaciones afrodescendientes
es lucha y resistencia. El quilombo fue el espacio donde las
personas esclavizadas huían para hacer frente al sistema de
esclavitud, se encontraban para hablar sus idiomas, expresar sus
religiones y demás. En Argentina, históricamente eran los
prostíbulos de mujeres negras esclavizadas. Cambiar su
significado invisibiliza su historia y significado tan poderoso y
potente para estas poblaciones.

De esta manera, resulta urgente que entendamos que las


sociedades son racistas estructuralmente y que reproduciremos
prácticas racistas en algún momento. Asumir la tarea de
entender el racismo y revisar todas estas prácticas tiene que ser
un imperativo ético para todas las personas. El asesinato de
personas negras y afro es la expresión más violenta del racismo
que impacta directamente al derecho a la vida, pero en todo
momento, sea a través del lenguaje, de acciones y del privilegio,
podemos reflexionar sobre el racismo y sus impactos.
¿Qué es la xenofobia?
Se llama xenofobia al miedo, desprecio u odio a
las personas que provienen de una nación o
una cultura diferente a la propia, o sea, a los extranjeros,
incluidas sus manifestaciones culturales, su lenguaje o todo
aquello que pueda asociarse a lo foráneo.
La xenofobia oscila en sus manifestaciones entre variantes
intensas y violentas, capaces de conducir a delitos (asesinatos,
palizas, etc.) hasta formas más mansas de rechazo. Una de las
variantes más usuales de la xenofobia es la que se sustenta en
las distinciones raciales, es decir, el racismo.
El origen de la xenofobia podría suponerse en los inicios de
la civilización humana, cuando los grupos y comunidades eran
débiles y primitivos y cualquier extraño representaba para ellos
una amenaza a la que debía responderse con fuerza.
Así, los sentimientos de la civilización humana primitiva
podrían ser un remanente cultural de nuestra evolución como
especie, o bien pueden ser fruto de traumas sociales, o
intentos por hallar un culpable conveniente para
los problemas que una comunidad enfrenta. No es casual que en
los momentos de crisis, sean los extranjeros los primeros en ser
acusados como responsables.
Las actitudes, gestos y acciones xenófobas no solamente son
éticamente reprobables para la mayoría de
las naciones modernas, sino también ilegales: muchos códigos
penales los contemplan como delito punible por ley, en un
intento por impedir los discursos del odio y las venganzas
sociales, que al menos en Occidente suelen provenir de posturas
reaccionarias, usualmente de extrema derecha

Ejemplos de xenofobia
Los ejemplos para ilustrar la xenofobia abundan en la historia
del ser humano, por desgracia:
 La persecución de los judíos en la Europa del
nazismo. El gobierno nacionalsocialista encabezado por
Adolfo Hitler, desencadenante de la Segunda Guerra
Mundial y de la tragedia conocida como el Holocausto
Judío, promulgó a mediados del siglo XX
una legislación que arrebataba a los ciudadanos de
origen judío y a otros pueblos extranjeros considerados
“inferiores” (gitanos, eslavos, etc.) todo tipo de derechos
civiles y los reducía a la noción de esclavos.
 La segregación en la isla La Española. Esta isla del
Caribe alberga dos países distintos: Haití, una de las
naciones más pobres del hemisferio, y República
Dominicana. La primera es una antigua colonia francesa,
la segunda española. Y entre ambas hay una frontera que
se sostiene no sólo por la geografía política, sino por el
rechazo de los dominicanos hacia sus vecinos más pobres,
impidiéndoles el paso y a menudo tratándolos como
agentes amenazadores.
 El conflicto árabe-palestino. Con profundas raíces en el
siglo XX, este conflicto enfrenta a la nación de Israel,
fundada en 1948, contra sus vecinos de origen árabe,
especialmente los palestinos, quienes ocupaban el
territorio en que se estableció la joven nación judía. Este
complejo conflicto ha derivado en hostilidades y guerras
entre ambos bandos, y a no pocos actos
de violencia xenófoba de parte de Israel, estado más
poderoso y aliado a los EEUU, como masacres,
expulsiones y apropiaciones ilegales de tierra.
 Frontera México-EEUU. La intensa migración mexicana
y centroamericana hacia los EEUU ha motivado enormes
tensiones en el área fronteriza de ambos países,
ocasionando que los rancheros estadounidenses rechacen
violentamente la presencia de los migrantes (a quienes
llaman wetbacks, “espaldas mojadas”), y fomentando una
política xenófoba de deportaciones y persecuciones, que
considera a los mexicanos como responsables de los males
estadounidenses.
Racismo y xenofobia
Si bien no son lo mismo, la xenofobia y el racismo suelen ir de
la mano. Las consideraciones de tipo racista, que distinguen
entre un individuo y otro simplemente por el color de su piel o
por su proveniencia étnica, toman a estos individuos como
extraños, o sea, como ajenos a la comunidad, aplicando una
noción un tanto infantil de “pureza” o “naturaleza” que nada
tiene que ver con la historia de la constitución de las naciones,
en la que los migrantes y los intercambios culturales y raciales
han sido grandes motores del crecimiento y de la riqueza
cultural.
Sin embargo, el racismo puede darse entre los individuos de
una misma nación, como ocurre a menudo en naciones
multiétnicas o producto de orígenes coloniales.
La mayoría de los estados modernos de Occidente ha
promulgado leyes en contra del racismo y fomenta la diversidad
étnica como un valor, pero una verdadera cultura de la equidad
racial está aún por construirse.

La discriminación es el rechazo a un cierto grupo humano


debido a prejuicios.
Tanto el racismo como la xenofobia son formas de
discriminación, es decir, de conceder o retirar oportunidades,
ayudas o beneficios a diversos individuos o grupos sociales en
base a su nacionalidad, su origen étnico u otras características,
como orientación sexual (como lo denuncian las colectividades
LGBT), sexo biológico (como lo denuncia el feminismo)
o religión.
De manera que la discriminación puede definirse como el
rechazo de un cierto grupo humano debido a prejuicios,
odios tribales o nociones puristas de la cultura, resultando así en
una exclusión y en un desequilibrio de oportunidades.
El machismo, por citar un ejemplo, representa una forma de
exclusión hacia las mujeres y hacia formas diversas de la
masculinidad.

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