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Sus padres fueron Jose Simon Azcona Velez y su madre Carmen del Hoyo Perez.
Contrajo matrimonio con la dama Miriam Bocock Selva, con la cual tuvo tres hijos de nombre
Elizabeth, Jose Simon y Javier Enrique Azcona Bocock.
Azcona del Hoyo ocupó entre los años 1973 a 1982 el cargo de gerente general de la Federación
Hondureña de Cooperativas de Viviendas (FEHCOVI), seguidamente en 1975 fue nombrado
secretario de organización y propaganda del directorio central del Movimiento Liberal Rodista, fue
diputado al Congreso Nacional de Honduras hasta su elección como candidato oficial del Partido
Liberal.
ANTES:
En las elecciones para presidencia, Del Hoyo compitió contra fuertes contrincantes, entre ellos
estaban:
Antes de tomar el cargo como presidente por la vía de la sucesión, Azcona tuvo que hacer
frente a la ya acordada llegada de las fuerzas armadas de Estados Unidos, total fueron cinco
mil los soldados norteamericanos que se presentaron para las denominadas Tareas Conjuntas
General "Terencio Sierra", las mismas fueron aprobadas por la gobernación de Estados Unidos
y la secretaría de estado.
Durante su mandato, hubieron diversas manifestaciones en el país, siendo una de ellas muy
conocida, con fecha 7 de abril de 1988, cuando manifestantes quemaron el consulado de los
Estados Unidos, incluidos alrededor de 25 vehículos, todo esto ocurrió por la captura/entrega
de Juan Ramon Mata Ballesteros a las autoridades estadounidenses, con esto habría sido
violado el articulo 102 de la Constitución de Honduras de 1982 el cual reza así: “Ningún
hondureño podrá ser expatriado, ni entregado por las autoridades a un Estado extranjero”
Azcona del Hoyo también centro su atención en la carreteras de Honduras, las cuales mando a
reparar y a construir mas para mejorar la movilidad de las personas y transporte en esa época.
También centro su atención en la educación del país, para ello construyo escuelas y reacondiciono
otras, exigiendo una mejor calidad de educación.
En 1986, el gobierno de Ascona emprendió una serie de medidas que buscaban diversificar las
exportaciones agrícolas aprovechando nuevos préstamos externos, y en 1987 aprobó la
privatización de un gran número de empresas turísticas, agroindustriales, metalúrgicas y
procesadoras de alimentos en un plazo de tres años, como parte de un plan para deshacerse de 61
empresas administradas por la Corporación de Inversiones del Estado (Conadi), una entidad
estatal prácticamente paralizada.
Azcona expresó gran interés en la desaparición de las guerras civiles en Nicaragua y El Salvador,
especialmente las guerras civiles que afectaron negativamente las economías y la seguridad tanto
de Nicaragua como de El Salvador, pero al menos hasta su participación en el proceso de
Esquipulas, parece haber sospechado de los Estados Unidos.