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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA AGROPECUARIA DE MANABÍ MANUEL FÉLIX LÓPEZ

CARRERA DE MEDICINA VETERINARIA – LEGISLACIÓN VETERINARIA Y ÉTICA- X NIVEL

EVALUACIÓN ESCRITA–LOGRO “D”– ESUDIO DE CASO- TRABAJO AUTÓNOMO (30%)

ESTUDIANTE: DANIELA YAMILEC INTRIAGO MENDOZA FECHA: 16 –08- 2023

CASO:
Llaman al veterinario desde una instalación mixta para castrar y descornar a
10 terneros, castrar y vacunar a 50 cerdos y castrar a un potro de 2 años.
Después de haber completado estas cirugías, el granjero le pide si puede
castrar a un gato callejero que ha estado rondando por la granja durante el
último mes. El ultimo gato que el granjero castro él mismo, murió.   La
asociación veterinaria provincial exige que los gatos sean castrados en una
instalación quirúrgica aprobada. El coste de la castración del gato en la
clínica es igual a los honorarios de castrar 50 cerdos y el granjero le parece
excesivo. Además del coste, tendrá que hacer dos viajes a la ciudad. El
granjero no entiende la diferencia entre los terneros, los cerdos, el otro y este
gato callejero. «Si no quiere hacerlo aquí, doctor, me imagino que tendré que
hacerlo yo» -contesta.

¿ES ÉTICO DEJARLE QUE REALICE ESTA OPERACIÓN?

En este caso, la ética veterinaria entra en juego al enfrentar la solicitud del


granjero de castrar a un gato callejero después de realizar una serie de cirugías
en su instalación mixta. La ética veterinaria implica considerar el bienestar
animal, la seguridad, la práctica profesional y las regulaciones. A pesar de la
buena intención de controlar la población de gatos callejeros, existen factores
éticos y profesionales que deben abordarse. La asociación veterinaria
provincial exige que los gatos sean castrados en una instalación quirúrgica
aprobada para garantizar prácticas seguras y humanitarias.

La falta de entendimiento del granjero sobre las diferencias entre las especies y
las condiciones apropiadas para realizar la cirugía plantea desafíos éticos. En
esta situación, es importante que el veterinario mantenga la integridad de su
práctica y siga las regulaciones y directrices profesionales para garantizar la
seguridad y el bienestar tanto del animal como del personal involucrado.
DECISIÓN BIOÉTICA

Ante esta situación, una solución ética podría ser explicar al granjero las
razones por las cuales la castración del gato callejero debe realizarse en una
instalación quirúrgica aprobada por la asociación veterinaria provincial. Se
podría resaltar que esta medida busca garantizar la seguridad del animal y la
correcta atención médica durante la cirugía, minimizando los riesgos de
complicaciones. Además, podría ofrecerse alternativas, como remitir al gato a
una clínica veterinaria adecuada o proporcionar información sobre programas
de control de población de gatos callejeros. Es importante enfocarse en la
educación del granjero sobre las normativas y consideraciones éticas detrás de
las intervenciones médicas.

ARGUMENTACIÓN NORMATIVA

En este caso, la Ley de Práctica Veterinaria podría intervenir en relación con el


médico veterinario. Esta ley podría establecer estándares y regulaciones para
las intervenciones médicas en animales, incluyendo la necesidad de realizar
cirugías en instalaciones quirúrgicas aprobadas. Asimismo, la Ley de Bienestar
Animal y el artículo 71 de la Constitución del Ecuador podrían ser relevantes
para ambos, ya que reconocen los derechos de los animales y la importancia
de su trato adecuado y bienestar. La castración del gato callejero debe
considerar tanto la normativa legal como el bienestar del animal, optando por
opciones que cumplan con los requisitos legales y éticos establecidos.

Otro artículo relevante en este caso podría ser el artículo 88 de la Constitución


del Ecuador, que establece el derecho a un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado. Este artículo puede relacionarse con la importancia de considerar
el impacto ambiental y el bienestar de los animales en todas las acciones que
se realicen en la granja. La castración de animales callejeros también podría
tener implicaciones en términos de control de la población y prevención de
problemas de salud pública, lo que respalda la necesidad de abordar esta
cuestión de manera ética y legalmente adecuada.

CONCLUSIÓN
En el contexto de este caso, surge un dilema ético y legal en relación con la
solicitud de realizar una cirugía en un gato callejero en condiciones no
apropiadas. La Ley de Bienestar Animal de Ecuador, particularmente los
artículos 3, 8 y 11, establece el deber de evitar el sufrimiento innecesario,
proporcionar un entorno adecuado y realizar procedimientos en instalaciones
autorizadas. Estos principios legales buscan garantizar el bienestar y la
integridad de los animales. Ante esta situación, es imperativo que el médico
veterinario priorice la ética y el cumplimiento de las leyes al negarse a llevar a
cabo la cirugía en un entorno no adecuado. Al hacerlo, se asegura de proteger
tanto la integridad del animal como su propia responsabilidad profesional y
legal en el resguardo del bienestar animal.

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