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Utopía y ciudad ideal

La ciudad ideal del Renacimiento


es una creación intelectual que
viene a ser consecuencia del
pensamiento utópico
renacentista.
Ciudad ideal de
Generalmente de forma circular, Sforzinda, de Filarete
frente a la rectangular o
EL RENACIMIENTO

cuadrada de las bastidas del


medioevo.
Su planta es un círculo o un
octógono amurallado y posee un
centro.
Las calles en su interior pueden
disponerse en damero y otras
siguen la lógica geométrica y su
disposición es radial (radio-
concéntrica)

La ciudad ideal de
bastidas españolas
Vitruvio, según Barbaro
EL RENACIMIENTO Utopía y ciudad ideal

Este movimiento teórico apenas tiene consecuencias


prácticas. Las ciudades de Europa habían quedado
fijadas en la Edad Media y son pocos los centros
urbanos que se fundan ex novo.
El verdadero eco de la ciudad ideal va a hallarse en
América.

Piero della Francesca, Ciudad Ideal (c. 1470) Galleria


Nazionale, Urbino
Ciudad ideal y ciudad real

La utopía se infiltra en la realidad mediante algunos


edificios singulares, mediante la apertura de nuevas
calles, y sobre todo, mediante la creación de nuevas
plazas regulares para la representación y festejos
públicos.
Entonces, más que una propuesta de
reestructuración global, la ciudad perspectiva de
EL RENACIMIENTO

Bruneleschi y de Alberti es a la vez la ciudad real de


Florencia o de Roma y la ciudad ideal en la que los
nuevos objetos perspectivos introducen nuevos
comportamientos racionales.
Ciudad ideal y ciudad real

La ciudad urbana de los siglos XV y XVI serán en


gran parte reformas interiores de las viejas ciudades,
que alteran un poco su estructura general. Las reglas
urbanísticas de los tratadistas se transfieren a
operaciones concretas en Florencia, Ferrara, Urbino,
Pienza, Roma, etc.
De entre ellas se pueden destacar tres plazas
EL RENACIMIENTO

paradigmáticas:
La Annunciata en Florencia,
La Piccolomini en Pienza, y
La del Capitolio en Roma.
Ciudad ideal y ciudad real

Plaza de la Annunciata en Florencia:


Espacio peristilo cuyas edificaciones perimetrales –
el pórtico del templo, el hospital de los inocentes y la
loggia gemela a la de enfrente - levan al máximo la
regularidad y la armonía arquitectónica pese a haber
EL RENACIMIENTO

sido ejecutadas por autores diversos a lo largo de


casi cien años.
Ciudad ideal y ciudad real
Plaza de la Piccolomini en Pienza :
Realizada unitariamente hacia 1460, la plaza
trapezoidal está presidida por un templo catedralicio,
junto al que se alzan la lonja municipal y dos palacios
laterales que, apoyándose en la curvatura del viario
preexistente, divergen respecto del templo, en una
solución quizá casual pero que servirá de inspiración
al Capitolio romano.
EL RENACIMIENTO
Ciudad ideal y ciudad real

Plaza del Capitolio en Roma :


Preparada por Miguel Ángel en 1536 para la entrada
del emperador.
De notable unidad y orgánica correspondencia entre
las partes. En ella culmina una serie de experiencias
renacentistas y se anticipa el Barroco.
EL RENACIMIENTO
Ciudad ideal y ciudad real

Plaza del Capitolio en Roma :

Miguel Ángel utiliza un orden


convencional de grandes
pilastras corintias que
recorren las dos plantas del
edificio, mientras que l jónico
EL RENACIMIENTO

expresa y soporta la planta


intermedia.
Combinar los órdenes a
diferentes escalas es una
idea valiosa y un fecundo
legado, cuyo artificio se
usará frecuentemente en los
edificios barrocos.

Museo
Capitolino
Ciudad ideal y ciudad real

Plaza del Capitolio en Roma :


No existe ya la justificación intrínseca en la propia
arquitectura, sino que la justificación es exterior a ella,
derivada de la posición de los palacios como
configuradores de la plaza del Capitolio, y de la
diferente visión de los mismos sea desde la plaza, o
desde debajo de la colina.
EL RENACIMIENTO

La justificación del juego de las dos escalas (la humana


y la monumental) se hace aquí por motivos urbanos,
dinámicos y esencialmente ESCENOGRÁFICOS,
análogos a los usados en el teatro para involucrar y
confundir al espectador.
Plaza del Capitolio
como
ESCENOGRAFÍA
PROTOBARROCA
Desde abajo las
tres fachadas
quedan unificadas
por el orden
gigante común, y
la línea de cornisa
es continua,
Desde la plaza, los
tres palacios
capitolinos cobran
su individualidad,
haciendo real la
escenografía de
Miguel Ángel.
Ciudad ideal y ciudad real

Plaza del Capitolio en Roma


EL RENACIMIENTO

Palacio Senatorial

Plaza central

Perspectiva desde la rampa

Vista desde el Palacio Senatorial


Ciudad ideal y ciudad real

Plaza del Capitolio en Roma


EL RENACIMIENTO

La escalera rampante
Ciudad y ciudadela

El Vaticano:
Relacionada en cierto modo a estas ideas
desarrolladas en las placas anteriores, se destaca la
representada por la CIUDAD y la CIUDADELA. La
arquitectura de las nuevas ciudades es un
instrumento de dominio en el que se utiliza la
arquitectura como medio para ese dominio. Un
ejemplo es la ciudad durante los siglos XV y XVI será
EL RENACIMIENTO

el Vaticano entendido como sede de gobierno y como


CIUDADELA PAPAL en permanente relación
dialéctica con la ciudad de Roma.
Ciudad y ciudadela

El Vaticano
EL RENACIMIENTO

Obra de:
Miguel Ángel, Carlo Maderno y Bernini
Ciudad y ciudadela

El Vaticano
EL RENACIMIENTO
Imago mundi y forma urbis

Esta relación dialéctica tiene su mejor expresión en


el contraste que para la imagen de la ciudad y del
mundo va a tener el descubrimiento de América.
En 1507 se publica el primer mapa que muestra a
América separada de Asia. Entonces la primera
visión NUEVA del mundo, la IMAGO MUNDI
renacentista deriva del descubrimiento de América,
EL RENACIMIENTO

que lo concebirá como dos discos: el nuevo y el viejo


mundo que tiene su reflejo en la concepción de la
forma urbana, la FORMA URBIS, de los siglos XVI y
XVII.
Imago mundi y forma urbis

La analogía que existe entre la IMAGO MUNDI, con


el viejo y el nuevo mundo concebidos en
contraposición dialéctica y la FORMA URBIS, como
representación de la ciudad rotonda o radial; hace
que se pueda pasar de la visión de un solo disco del
quattrocento tanto del mundo como de la ciudad - Ej.:
las representaciones rotondas de la Florencia de
Bruneleschi, o la de Roma de Alberti – a la visión de
EL RENACIMIENTO

los discos complementarios propia de la nueva


dialéctica en la contraposición entre la Roma
aureliana y la Roma vaticana, reflejando la dialéctica
entre CIUDAD y CIUDADELA.
La ciudad hispanoamericana

En el tránsito de la IMAGO MUNDI y de la FORMA


URBIS a la construcción de la ciudad, lo más
trascendente será representada por la ciudad
americana y las leyes de Indias, la más importante
contribución española a la historia de urbanismo.
En América la utopía es una posibilidad real. No
escapan de esto muchas de las ideas urbanísticas
EL RENACIMIENTO

del renacimiento que no pasaban de ser utopía en


Europa.
El esquema urbano ideado por los Reyes Católicos y
por Carlos V en las primeras décadas del siglo XVI
es el único modelo de ciudad renacentista planteado,
ejecutado y controlado en todas sus consecuencias
prácticas durante varios siglos.

Portada de las
Leyes Nuevas
de Indias.
Barcelona, 1542
La ciudad hispanoamericana

En el 1573, Felipe II promulga las Leyes de Indias,


primera legislación urbanística del mundo, donde a
las ideas teóricas del Renacimiento se une el peso
de la experiencia práctica. Y la planta de la ciudad
americana consagrada por estas leyes es la del
plano regular ajedrezado (retícula hipodámica).
La distribución en damero facilita el replanteo, la
EL RENACIMIENTO

distribución y la defensa sin que el arquetipo de


belleza renacentista sea muy tenido en cuenta.

Planta de fundación de la ciudad


de Santiago de León, hoy Caracas
EL RENACIMIENTO La ciudad hispanoamericana

Plaza Mayor de Tlaxcala en 1585. Trazado ortogonal


actual del entorno de la Plaza Mayor. Plano de
Tlaxcala, fundada en 1526-28
EL RENACIMIENTO La ciudad hispanoamericana

Trazado de Méjico en 1522 del


alarife Alonso García Bravo

Plano de la Ciudad de Méjico en


1554 (detalle del sector central)

Plano de la Ciudad de Méjico en


1554
La ciudad hispanoamericana
Frente al individualismo de las PLAZAS italianas del
siglo XV o de las plazas Barrocas del XVII, la PLAZA
de la CIUDAD HISPANOAMERICANA es un marco
neutral para el diálogo, e incluso plazas espléndidas
como:
El Zócalo en la ciudad de México.
EL RENACIMIENTO
La ciudad hispanoamericana

Zócalo en la ciudad de México.


EL RENACIMIENTO
La ciudad hispanoamericana

Plaza mayor de Lima


EL RENACIMIENTO

Plano de Lima
La ciudad hispanoamericana

Plaza de Guadalajara
EL RENACIMIENTO

Plaza Mayor de Cuzco


La ciudad hispanoamericana

Durante los siglos XVII y XVIII, la ciudad


hispanoamericana no evoluciona siguiendo las
novedades europeas del Barroco. El impacto de la
colonización refluye luego al Viejo Continente y sirve
de base para ciudadelas y ciudades defensivas del
Barroco.
Un buen ejemplo es la ciudad de Filadelfia, trazada
EL RENACIMIENTO

por Wiliam Penn en el siglo XVII, así como


propuestas urbanísticas del siglo XIX. La ciudad
americana llega a ser una utopía dinámica: una
utopía en acción.

William Penn, plano de Filadelfia (Pensilvania)

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