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La 

batalla de Arica, también conocida como el asalto y toma del Morro de Arica,5
ocurrió el 7 de junio de 1880 y fue el último mayor enfrentamiento bélico de la Campaña de
Tacna y Arica, durante la Guerra del Pacífico (1879-1884).
Tras las batallas de Los Ángeles y de Tacna, la batalla por el puerto de Arica enfrentó a las
fuerzas peruanas bajo el mando del coronel Francisco Bolognesi que quedaban en la
ciudad, aisladas por tierra y sin hinterland, con dos columnas chilenas bajo el mando del
coronel Pedro Lagos. Los atacantes lograron vencer los campos de minas, fuertes,
fusilería y artillería peruana y ocupar la ciudad. El monitor peruano Manco Cápac fue
hundido por su tripulación tras la derrota de sus fuerzas terrestres.
La caída de Arica significó para Perú la destrucción de su ejército profesional, la pérdida
de su base naval y base de operaciones terrestres más austral. Para Bolivia significó el
cierre de su salida natural al Pacífico.
Posteriormente a este suceso, se desarrollaron la expedición Lynch, que tuvo como
objetivo demostrar al gobierno peruano la futilidad de su resistencia, y la Conferencia de
Arica, que, bajo los auspicios del gobierno de Estados Unidos, buscó un acuerdo que
pusiera fin a la guerra; sin embargo, su fracaso dio paso a la continuación del conflicto.

Antecedentes[editar]
Luego de la Batalla del Alto de la Alianza el ejército expedicionario chileno necesitaba un
puerto adecuado para su abastecimiento además de eliminar cualquier foco de
resistencia.6 Para ello preparó la captura del puerto de Arica, de rada profunda y protegido
de los vientos del sur por el Morro de Arica y la isla del Alacrán más una conexión por línea
férrea a Tacna y abastecimiento de productos agrícolas de los valles de Azapa y Lluta. Lo
más importante era su función como punto de abastecimiento para las fuerzas que
controlaban el nudo de comunicaciones peruano-bolivianas que era la región Tacna-Arica.7
Las fuerzas peruanas acantonadas en Arequipa no habían sido movilizadas debido a la
desorganización, falta de una jerarquía previamente establecida, carencia de un servicio
de transportes y la falta de pertrechos.89 Finalmente Manuel Segundo Leiva
Velasco asumió el mando de cerca de 3000 hombres y se dirigió al sur. El día de la batalla
de Tacna, Leiva se encontraba en Torata y continuó hasta llegar a Locumba el 30 de
mayo. Ese día recibió noticia desde Arica, que aún tenía comunicación por el cable
submarino con el centro de Perú, de la decisión de Francisco Bolognesi de resistir y de
que solicitaba su apoyo desde el norte.8
Leiva no concurrió sino que desde Locumba regresó a Arequipa a donde llegó el 13 de
junio.8
Según Jorge Basadre, Bolognesi confiaba en recibir apoyo desde Arequipa, pero
tanto Lizardo Montero como Pedro Alejandrino del Solar aseguraron haber intentado
transmitirle la orden de destruir los fuertes y retirarse al norte, pero esta no llegó hasta el
puerto.10 De esa manera, las fuerzas peruanas en Arica quedaron aisladas por tierra y
bloqueadas por mar.
El asalto al Morro de Arica fue planeado por el general Manuel Baquedano, fue dirigido por
el coronel Pedro Lagos Marchant y la defensa fue comandada por el coronel Francisco
Bolognesi. La fase final se realizó en tan solo 55 minutos.
En el caso chileno, Baquedano resolvió apoderarse de Arica empleando la Reserva de
Tacna, compuesta por los Regimientos Buin 1° de Línea, 3° y 4° de Línea, agregándole el
Regimiento Lautaro, el Batallón Bulnes, 2 Escuadrones de Carabineros de Yungay, 2
Escuadrones de cazadores a Caballo y 4 baterías de artillería.

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