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LA BATALLA DE ARICA (7 de junio de 1880)

por Gonzalo Maguiña

En el marco de la Guerra del Pacifico, de 1879 entre Chile  contra el Perú y Bolivia, tenemos que
hacer una obligada mención a los sucesos ocurridos en Arica, desde el 8 de octubre de 1879
hasta el 7 de Junio de 1880. 

Arica, antiguo puerto fundado en tiempos de la


Colonia Española, siempre estuvo fortificado ya
que era ahí donde, desde fines del siglo XVI, se
embarcaba la plata proveniente de las ricas minas
de Potosí (en la actual Bolivia). Si bien para el año
1879  las fortificaciones coloniales ya eran
obsoletas y casi inexistentes, el puerto (entonces
peruano) había conocido un nuevo período de
auge por su cercanía a las zonas salitreras de
Bolivia y el Perú. Apenas comenzó la guerra,
Arica se fortificó con artillería traída de Lima y se
convirtió en el centro de las operaciones militares
peruanas y bolivianas. 

Las condiciones geológicas del puerto lo  hacían


muy fácil de defender de un  ataque de mar,
principalmente por la presencia de un gran
promontorio rocoso, el Morro de Arica donde se
emplezaban las principales fortificaciones. Pero
no era tan fácil de defender por tierra a menos
que se contara con un gran número de efectivos
y  piezas de artillería de campaña. Esta
deficiencia solo se haría notoria una vez perdida la campaña naval por parte del Perú (primera
fase de la guerra), gracias a lo cual Chile se adueña del mar. Pudo así incomunicar a los Ejércitos
aliados del Perú y Bolivia  que  estaban agrupados en Tacna, Iquique, Arica y Pisagua.  El ejercito
chileno pudo desarticular las tropas aliadas acantonadas en Pisagua e Iquique (al sur de Arica) y
luego las que se encontraban en Tacna (al norte). Fue entonces cuando Chile decidió tomar Arica.

Lado este del Morro de Arica (pocos años después de la batalla). Como se
aprecia es un lado totalmente expuesto y fácilmente accesible.

  Sabiendo que Arica no contaba con gran número de efectivos y que las fuerzas Chilenas
disponibles para el ataque superaban en 6 a 1, el alto mando chileno invitó al Jefe de la Plaza
Coronel Peruano Francisco Bolognesi a rendirse para evitar el derramamiento de sangre ya
que, estando completamente rodeado por los chilenos, estaba imposibilitado de recibir ayuda por
mar o por tierra. Su respuesta fue categórica, “...tengo deberes sagrados que cumplir y los
cumpliré hasta quemar el último cartucho...”  . Días después, en el asalto final, Bolognesi
moriría cumpliendo su palabra.

El bloqueo del Puerto

Sin embargo la toma de Arica no demoró algunos minutos como cuenta la historia oficial de Chile,
si no más de 6 meses desde que se iniciara el bloqueo del puerto por la flota chilena.

Esta situación obliga a los defensores de la plaza a sobrevivir ese tiempo casi sin provisiones ni
pertrechos de guerra y sin refuerzos. 

La Armada chilena intentó destruir las baterías del puerto sin ningún éxito. Desde ese momento
evitó mantenerse cerca del alcance de los tiros de las defensas peruanas. 

El 27 de febrero mantenían el bloqueo del puerto el monitor Huáscar (recién capturado al Perú por
la Armada Chilena) y la cañonera Magallanes. Los peruanos rompieron sus fuegos para provocar
a las Naves bloqueadoras, pero esto no causó efecto en las naves chilenas que no se iban a
exponer innecesariamente a un encuentro con las baterías del puerto. Apareció un penacho de
humo de un tren que venia de Tacna, supuestamente con refuerzos.

Este monitor contaba con artillería de 500 Lb de bala esférica.

El comandante del Huáscar se puso a tiro para batir al tren y evitar su llegada al puerto. En esta
acción entró en combate con el Monitor peruano Manco Cápac que contaba con artillería de 500
lb. pero un andar de 3 nudos.    El comandante Thomson  al mando del Huáscar decidió usar el
espolón para tratar de hundir al Manco Cápac, acción casi suicida ya sea por que el blindaje del
monitor peruano era muchísimo mayor que el del “Huascar” o porque la proa  con espolón le
impedía abordar la otra nave y quedar encima de la borda del Manco Cápac; era una técnica
usada por comandantes de buques con proas lanzadas para hundir blindados de poco calado...
pero este no era el caso. Para mala suerte de los chilenos el Huáscar quedo momentáneamente
sin fuerza en sus maquinas lo cual lo convirtió en presa fácil del pesado monitor peruano que
descargo su artillería destruyendo el palo de mesana y matando al comandante Thomson. Una
vez recuperada la fuerza de sus maquinas, huyo a toda velocidad para evita el encuentro con el
Manco Cápac. 

Doble ruptura del bloqueo

El 17 de Marzo de 1880, en una acción audaz, el Capitán de Navío Villavisencio  al mando de la


corbeta peruana Unión rompe el bloqueo, atraca en puerto,  recarga carbón, baja pertrechos a
tierra y dispara sus cañones contra el blindado chileno Blanco Encalada y el Monitor Huáscar
ayudada por la invalorable colaboración de los fuertes de tierra y del monitor Manco Cápac.

Apenas terminó de cargar carbón, La Unión  zarpó y salió entre el fuego enemigo rompiendo el
bloqueo por segunda vez en el mismo día, contestando el fuego que se le hacia. Llegó tres días
después al Callao, por lo que su misión puede considerarse un éxito. La rotura del bloqueo sirvió
no solo para llevar pertrechos  si no para llevar hasta ese puerto a la torpedera Alianza. Desde la
aparición de esta pequeña lancha entre las defensas peruanas los buques chilenos nunca
pasaron la noche cerca de su fondeadero original, si no mar adentro evitando sus incursiones. 

La batalla

Pero volvamos al día de la batalla decisiva. Según algunas fuentes Arica era defendida por
aproximadamente 1500 infantes y 300 artilleros.
Bombardeo del 6 de junio de 1880

Las acciones del asalto comenzaron el 6 de junio de 1880 con un ablandamiento por la artillería
de campaña por tierra y la escuadra por mar. Las defensas peruanas impidieron que este
ablandamiento se llevara a buen termino, anulando por completo la acción de las naves chilenas.
Y como la artillería de campaña chilena estaba  dentro del alcance de la peruana tampoco ésta
produjo grandes daños. La acción de fuego del día 6 no tuvo la efectividad que se esperaba. 

El día 7 de Junio de 1880, el coronel chileno Lagos dispuso el ataque con 4 regimientos 
atacándo las defensas peruanas por el lado más desguarnecido de sus defensas hacia tierra.  

El Regimiento Lautaro atacaría los fuertes del norte en la parte baja y los regimientos 1º, 3º y 4º
de línea atacarían por el Morro por detrás.

Ilustración peruana sobre el asalto al Morro de Arica

La infantería chilena subió valientemente a carga de bayoneta sobrepazando a los defensores en


número. La mayoría de los peruanos muere en sus puestos de combate.

Ilustración chilena de la toma del Morro de Arica.

El asalto al Morro se vio ensombrecido por la actitud del coronel Lagos, quien arenga a su tropa
para no dar cuartel a nadie, legándonos el triste recuerdo de una atroz matanza donde la mayoría
de los heridos fueron rematados a cuchilladas o a culatazos, incluso aquellos que después de la
batalla refugiados en la iglesia, que servia de ambulancia, fueron asesinados y sus cuerpos
atravesados en los barrotes que rodeaban el recinto sagrado. 

Horrible escena donde se muestra la indiferencia con los


heridos, en muchas ocasiones se dice que esta foto fue
preparada y que los "supuestos" heridos serian soldados
chilenos. Es obvio que es una excusa a tan infame evidencia.

Según fuentes chilenas de los 1969 defensores de la plaza, cayeron 700 muertos (más del 30%) y
el doble de heridos, de manera que podemos considerar a todos los defensores peruanos como
bajas.

De los 4379 chilenos que participaron en la toma de Arica, cayeron muertos 473 y más de 200
heridos. 
El Monitor Manco Cápac fue echado a pique por su propia tripulación y la torpedera Alianza forzó
el bloqueo siendo perseguida por el Blanco Encalada y el crucero Loa y llegó hasta Ite al norte de
Arica donde su tripulación fue finalmente capturada por la caballería chilena después de alargar
su escape por las quebradas de la zona. 

Asalto del 7 de junio de 1880

Desde ese momento Arica es territorio chileno,  y si bien en el acuerdo de paz entre Chile y el
Perú se estipuló la posible entrega de Arica después de un referéndum entre sus habitantes
quienes decidirían si preferían pertenecer a Chile o al Perú. Los sucesivos gobiernos chilenos
atrasarían este referéndum por más de 25 años, tiempo en el cual movilizaron un gran número de
colonos chilenos y hostigaron a los peruanos residentes, mientras que el Perú no pudo ejercer
fuerza alguna en las negociaciones con Chile por hallarse desvastado por la guerra. Miles de
cartas, testimonios y documentos familiares que pueblan diferentes publicaciones evidencian la
triste historia de aquellos peruanos que decidieron no dejar su tierra natal y seguir viviendo en
Tacna, Arica y Tarapacá. Tacna, finalmente, sería devuelta al Perú en 1929 y Arica, tras el
postergado referéndum, quedó definitivamente al otro lado de la frontera.

Referencias técnicas: 

NRO FUERTE CAÑONES


MARCA PULG LBS CANT
1 BATERIA SAN JOSE PARROT 8  150 2
2 BATERIA SANTA ROSA VAVASSEUR 9 250 1
3 BATERIA 2 DE MAYO VAVASSEUR 9 250 1
4 MONITOR MANCO CAPAC DALHGREN 15 500 2
5 FUERTE CIUDADELA VORUZ 6.75  70 1
PARROT  6.40 100 2
6 FUERTE DEL ESTE VORUZ 6.75  70 3
7 BATERIA ALTA DEL MORRO VAVASSEUR 9 250 1
PARROT  6.4 100 2
VORUZ 6.75  70 2
8 BATERIA BAJA DEL MORRO VORUZ 6.75  70 4
TOTAL 21

Toda esta artillería era de avancarga y ya era obsoleta para la fecha del encuentro, su mayoría eran
excedentes de la Guerra de secesión Estadounidense de 1862.

Si bien se puede decir que los gruesos calibres daban la superioridad artillera a los peruanos, su
lentitud de recarga y la perdida de la posición de disparo después del tiro los hacían totalmente
ineficiente ante los cañones modernos de retrocarga chilenos, que podían disparan hasta 8 tiros por
minuto contra 1 tiro cada 5 minutos de los peruanos. Otro problema, era ya que estas piezas eran de
uso naval en su mayoría tenían una zona muerta de mas de 400 metros, es decir una vez entrado
en la zona muerta de la artillería peruana, las baterías solo quedaban a la defensa de sus sirvientes
que fueron superados en número fácilmente por las tropas chilenas en relación de 6 a1.
Arica estaba preparada para repeler ataques navales, pero no contaba con suficiente granadas de
fragmentacion especiales para repeler ataque de infantería.

Estamos obligados a mencionar los campos minados que rodeaban Arica, única solución que
encontraron los peruanos para proteger su flanco más expuesto. La infantería Chilena sorteó con
mucha valentía dichos campos, y si bien los comandantes chilenos sabían de la ubicación de los
campos minados, esto no fue comunicado a los regimientos, provocando en este tipo de arma la
mayor cantidad de bajas en el ejercito chileno.

Arica despues de la Batalla,


fotos tomadas por las fuerzas chilanas.

Fuerte San José, cañones Parrott de 150 lb.

Batería Alta del Morro, Vavasseur de250 lb. y Parrott 100lb

Batería Alta del Morro, cañónes Parrot de 100lb y Voruz 70 Lb.


Batería Alta del Morro, Vavasseur de250 lb.

Artillería de Campaña Chilena, Krupp de 75 mm

Referencias:

- Agustín Toro Dávila: Síntesis histórico militar de Chile.


- Armada de Chile: Huáscar.
- Boletín de la Guerra del Pacífico 1979 - 1881. (recopilación de documentos de la época)
- Francisco Yábar. Las fuerzas sutiles (en prensa; investigación sobre la defensa de costa y las
lanchas torpederas peruanas).
- Colección fotográfica Maguiña, Pizarro y Greve.

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