INSTITUTO TECNOLÓGICO DE LOS MOCHIS

ING. QUÍMICA

TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES

ANALISIS FISICOQUIMICOS EN A. SUPERFICIAL Y A. DE POZO

INTEGRANTES

AVILA CASTRO KEVIN

PROFESOR: COTA MENDOZA GREISSY CAROLINA

Resumen

La práctica de análisis fisicoquímicos en agua superficial y agua de pozo es una herramienta

esencial para evaluar la calidad del agua y determinar su idoneidad para diferentes usos. Durante
la práctica, se llevaron a cabo pruebas para medir diversas propiedades físicas y químicas del
agua, como el pH, dureza calcio, alcalinidad, la dureza, cloruros, la turbidez, la concentración de
sólidos disueltos y la presencia de contaminantes. Los resultados de estas pruebas pueden ayudar
a identificar la presencia de contaminantes en el agua y determinar si es segura para su uso en
diferentes aplicaciones. Es importante seguir las pautas y regulaciones establecidas para
garantizar que el agua esté libre de contaminantes y sea segura para su uso. La evaluación
regular de la calidad del agua es esencial para garantizar la protección de la salud humana y la
vida acuática, y para preservar el ecosistema en su conjunto.

Palabras clave: análisis fisicoquímicos, agua superficial, agua de pozo, calidad del agua,
contaminantes, propiedades físicas, propiedades químicas, pH, cloruros, dureza, turbidez,
concentración de sólidos disueltos, salud humana.

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Introducción

En esta práctica, realizaremos una serie de pruebas para determinar la calidad del agua en
términos de su composición química y física.

El agua es un recurso esencial para la vida y es importante asegurar que esté libre de
contaminantes y sea segura para su uso. El análisis fisicoquímico es una herramienta importante
para evaluar la calidad del agua y garantizar que cumpla con los estándares requeridos.

En esta práctica, trabajaremos con muestras de agua superficial y agua de pozo. El agua
superficial se encuentra en ríos, lagos y otros cuerpos de agua al aire libre, mientras que el agua
de pozo proviene de pozos subterráneos.

Realizaremos varias pruebas para medir la calidad del agua, como la medición del pH, la dureza
del agua, la turbidez, la concentración de sólidos disueltos, la dureza calcio, cloruros y la
presencia de contaminantes.

Al finalizar la práctica, habremos obtenido una serie de datos que nos permitirán evaluar la
calidad del agua y determinar si es segura para su uso en diferentes aplicaciones, como el
consumo humano o la irrigación de cultivos.

Esta práctica brinda una experiencia valiosa en el análisis fisicoquímico del agua y ayuda a
comprender la importancia de garantizar que el agua esté libre de contaminantes y sea segura
para su uso.

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Marco teórico

El análisis fisicoquímico del agua se refiere a la medición de las propiedades físicas y químicas
del agua. Estas propiedades pueden variar ampliamente dependiendo de la fuente de agua y de la
presencia de contaminantes. A continuación, se describen algunas de las pruebas que se pueden
realizar en el agua superficial y agua de pozo:

Medición del pH: El pH es una medida de la acidez o alcalinidad del agua y se mide en una
escala de 0 a 14. Un pH de 7 es neutral, mientras que valores por debajo de 7 indican acidez y
valores por encima de 7 indican alcalinidad.

Conductividad eléctrica: La conductividad eléctrica es una medida de la capacidad del agua para
conducir la electricidad y se relaciona con la presencia de sales y otros iones en el agua.

Dureza del agua: La dureza del agua se refiere a la cantidad de iones de calcio y magnesio
presentes en el agua. Esto puede afectar la capacidad del agua para espumar y puede contribuir a
la formación de depósitos minerales en tuberías y equipos.

Concentración de oxígeno disuelto: El oxígeno disuelto es esencial para la vida acuática y se

mide en miligramos por litro (mg/L). La falta de oxígeno disuelto puede tener un impacto
negativo en la vida acuática y en la calidad del agua.

Turbidez: La turbidez se refiere a la cantidad de partículas en suspensión en el agua y se mide en

unidades nefelométricas de turbidez (UNT).

Sólidos disueltos: La concentración de sólidos disueltos se refiere a la cantidad de minerales y

otros compuestos disueltos en el agua. Esto puede afectar la calidad del agua y su idoneidad para
diferentes usos.

Dureza calcio: La dureza del agua se refiere a la cantidad de minerales disueltos, principalmente
calcio y magnesio, presentes en el agua. La dureza del agua se mide en términos de la
concentración de iones de calcio y magnesio expresados en miligramos por litro (mg/L) o partes
por millón (ppm).

Cloruros: Los cloruros en el agua son una medida de la cantidad de cloruros disueltos en ella.
Los cloruros son un compuesto químico que se encuentra naturalmente en muchos cuerpos de
agua, como ríos, lagos, mares y océanos, y también pueden ser introducidos en el agua a través
de fuentes antropogénicas como la descarga de aguas residuales, la agricultura y el uso de
productos químicos de cloración.

Contaminantes: Se pueden realizar pruebas para detectar la presencia de contaminantes en el

agua, como metales pesados, nitratos, bacterias y otros compuestos orgánicos e inorgánicos.

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El objetivo del análisis fisicoquímico del agua es garantizar que el agua sea segura para su uso en
diferentes aplicaciones, incluyendo el consumo humano, la agricultura y la industria. La
evaluación de la calidad del agua puede variar según la fuente de agua y el uso previsto. Por lo
tanto, es importante seguir las pautas y regulaciones establecidas para garantizar que el agua sea
segura y esté libre de contaminantes.

Metodología

El análisis físico-químico de agua superficial y de pozo para determinar turbidez, pH, dureza,
calcio, alcalinidad, cloruros y sólidos disueltos puede llevarse a cabo mediante los siguientes
pasos:

Muestreo: Se debe recoger una muestra representativa de agua de la superficie o del pozo,
tomando en cuenta las condiciones del lugar y las recomendaciones específicas para el tipo de
análisis a realizar.

Preparación de la muestra: La muestra debe ser filtrada para separar los sólidos suspendidos y
obtener una muestra líquida homogénea para el análisis.

Turbidez: La turbidez se puede determinar mediante un turbidímetro, que mide la cantidad de luz
que se dispersa por las partículas suspendidas en el agua. Los resultados se expresan en unidades
nefelométricas de turbidez (UNT).

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pH: El pH se puede medir mediante un potenciómetro, que mide la concentración de iones de
hidrógeno en el agua. Los resultados se expresan en una escala de 0 a 14.

Dureza: La dureza se puede determinar mediante un método titulométrico con EDTA. El EDTA
forma complejos con los iones de calcio y magnesio presentes en el agua, y el punto final se
detecta mediante un indicador de cambio de color. Los resultados se expresan en miligramos de
carbonato de calcio por litro (mg CaCO3/L).

Calcio: El calcio se puede determinar mediante un método titulométrico con EDTA, similar al
utilizado para la dureza. Los resultados se expresan en miligramos de calcio por litro (mg Ca/L).

Alcalinidad: La alcalinidad se puede determinar mediante un método titulométrico con ácido

clorhídrico y fenolftaleína como indicador. Los resultados se expresan en miligramos de
carbonato de calcio por litro (mg CaCO3/L).

Cloruros: Los cloruros se pueden determinar mediante un método titulométrico con nitrato de
plata y cromato de potasio como indicador. Los resultados se expresan en miligramos de cloruro
de sodio por litro (mg NaCl/L).

Sólidos disueltos: Los sólidos disueltos se pueden determinar mediante un método gravimétrico,
evaporando una muestra de agua para dejar los sólidos disueltos en un residuo seco. Los
resultados se expresan en miligramos de sólidos disueltos por litro (mg/L).

Es importante seguir las normas y regulaciones locales y nacionales para la toma de muestras y
los métodos de análisis. Además, se recomienda realizar los análisis en un laboratorio acreditado
y calibrar los equipos de medición regularmente para garantizar la precisión de los resultados.

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Resultados y comparación

El agua superficial y de pozo son dos fuentes de agua diferentes con características físicas y
químicas distintas. A continuación, se describen algunas de las principales diferencias entre ellas:

Turbidez: El agua superficial tiende a ser más turbia que el agua de pozo debido a la presencia de
sedimentos y materiales en suspensión en ríos, lagos y arroyos.

pH: El pH del agua superficial puede variar ampliamente dependiendo de la fuente y el entorno,
mientras que el agua de pozo generalmente tiene un pH más estable y neutral.

Dureza: El agua de pozo tiende a ser más dura que el agua superficial debido a la presencia de
minerales disueltos como el calcio y el magnesio.

Calcio: El agua de pozo generalmente contiene niveles más altos de calcio que el agua
superficial debido a la disolución de rocas y suelos que contienen calcio.

Alcalinidad: El agua superficial puede tener una alcalinidad más alta que el agua de pozo debido
a la presencia de bicarbonatos y carbonatos disueltos en el agua.

Cloruros: El agua de pozo puede contener niveles más altos de cloruros que el agua superficial
debido a la disolución de rocas y suelos que contienen cloruros.

Sólidos disueltos totales: El agua de pozo generalmente contiene niveles más altos de sólidos
disueltos totales que el agua superficial debido a la disolución de minerales y otros materiales
disueltos en el agua subterránea.

En resumen, aunque el agua superficial y de pozo pueden compartir algunos parámetros como el
pH y la turbidez, existen diferencias significativas en la composición y las características físicas
y químicas de ambas fuentes de agua. Es importante tener en cuenta estas diferencias al realizar
análisis físico-químicos y tratamientos de agua adecuados para garantizar que el agua sea segura
para el consumo humano.

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Importancia

El análisis físico-químico de agua superficial y de pozo para determinar turbidez, pH, dureza,
calcio, alcalinidad, cloruros y sólidos disueltos es de gran importancia en una planta de
tratamiento de agua. Algunas de las razones son las siguientes:

Garantizar la calidad del agua: Los resultados del análisis permiten conocer la calidad del agua
que se está tratando, identificando los niveles de los diferentes parámetros que pueden afectar la
salud de los consumidores y el buen funcionamiento de los procesos de tratamiento.

Ajuste del tratamiento: Con los resultados del análisis, los alumnos de ingeniería química pueden
ajustar los procesos de tratamiento de agua para lograr los niveles óptimos de los diferentes
parámetros, como el pH, la dureza, la alcalinidad y los cloruros, lo que garantiza que el agua sea
segura para el consumo.

Evaluación de la eficacia del tratamiento: El análisis físico-químico del agua antes y después del
tratamiento permite evaluar la eficacia del proceso de tratamiento, garantizando que se están
eliminando los contaminantes y que el agua tratada cumple con los estándares de calidad
establecidos.

Cumplimiento de las regulaciones: Los análisis físico-químicos del agua son requeridos por las
normas y regulaciones locales y nacionales para garantizar que el agua tratada cumpla con los
estándares de calidad establecidos y sea segura para el consumo humano.

En resumen, el análisis físico-químico del agua superficial y de pozo es un paso esencial en una
planta de tratamiento de agua y es importante para garantizar que el agua sea segura para el
consumo humano y cumpla con los estándares de calidad establecidos.

Conclusión

En conclusión, la práctica de análisis fisicoquímicos en agua superficial y agua de pozo es una

herramienta valiosa para evaluar la calidad del agua y determinar su idoneidad para diferentes
usos. Durante la práctica, se realizaron pruebas para medir diversas propiedades físicas y
químicas del agua, como el pH, la dureza, la turbidez, dureza calcio, cloruros, la concentración
de sólidos disueltos y la presencia de contaminantes.

Los resultados de estas pruebas pueden ayudar a identificar la presencia de contaminantes en el

agua y determinar si el agua es segura para su uso en diferentes aplicaciones, como el consumo
humano, la agricultura y la industria. También pueden ayudar a identificar posibles problemas

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con la fuente de agua y guiar la selección de métodos de tratamiento para garantizar su
seguridad.

Es importante seguir las pautas y regulaciones establecidas para garantizar que el agua esté libre
de contaminantes y sea segura para su uso. La evaluación regular de la calidad del agua es
esencial para garantizar la protección de la salud humana y la vida acuática, y para preservar el
ecosistema en su conjunto. En resumen, el análisis fisicoquímico del agua es una herramienta
esencial para garantizar que el agua sea segura y de alta calidad para su uso en diversas
aplicaciones.