Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EDICION NRO 1.
FILTRO
Salta-Argentina
NOTICIAS
¿NOSOTRES? El lenguaje inclusivo DESTACADAS:
moda pasajera o una transformación de
la gramática
El gran ensayista
Raúl Dorra nos
brinda sus
conocimientos y
nos expone su
postura acerca del
lenguaje inclusivo.
En todo está la lengua, dado que, una vez que la adquirimos, nunca más
dejamos de usarla para pensar el mundo que nos rodea, entonces digamos que la
lengua es un fenómeno social. Ocurre siempre con relación a un "otro", a una
comunidad con la que establecemos convenciones respecto a qué significan las
palabras y cómo significan esas palabras. En este sentido, vale decir que nos
pertenece a todas las personas que la hablamos.
¿Esto significa que podamos hacer lo que se nos antoja con la lengua? No. Hay
cambios que el sistema simplemente no tolera. Uno puede comprarse todas las
témperas del mundo y mezclarlas a su placer, pero no puede imaginar un nuevo
color. Algunas partes de la lengua funcionan de la misma manera: por ejemplo, no
es posible pensar el castellano sin categoría de sujeto (ese que en la escuela
había que marcar separado del predicado y cuando no estaba se le ponía "tácito"
al costado de la oración).
Las Glosas Emilianenses son uno de los registros más antiguos que tenemos del
castellano. Se trata de anotaciones al margen en un códice escrito en latín,
hechas por monjes del Siglo X u XI, para clarificar algún pasaje. Como se ve al
costado, gracias a la glosa ahora el pasaje quedó clarito clarito.
Anécdotas como esta nos recuerdan que la lengua es maleable. Esto, entonces,
demuestra que la lengua está en permanente cambio, pero ocurre tan lentamente
que nos genera la sensación de permanecer detenida.
Para cuando podemos responder "qué queremos ser cuando seamos grandes",
nuestras preferencias, auto proyecciones y deseos ya tienen una enorme carga de
los esquemas simbólicos que nos rodean.
Los hombres que han escrito escribían dirigiéndose a otros hombres y sobre el
mundo desde su perspectiva como hombres, no como personas o seres humanos.
La noción de "derechos humanos", entender que las personas somos iguales en
derechos al margen del sexo, del papel en la sociedad, de la orientación sexual, la
cultura o el color de piel, es algo tan reciente como de 1945. La "-o" es indicativa
de masculino: en español hay dos géneros en gramática, el masculino y el
femenino. Pero esto no es lo más importante, porque si hubiera habido un neutro,
no lo habrían usado: cuando escribían antes las mujeres no contaban,
sencillamente. De la misma manera que no escribían para todos los hombres. Sí,
no se escribía para todos los hombres: sólo si eras blanco, burgués y
heterosexual.
Hasta ahora, la propuesta que parece tener mejor proyección a futuro para ser
incorporada sin pelearse demasiado con el sistema lingüístico es el uso de la "e"
como vocal para señalar género neutro. Como el objetivo es dejar de referirnos a
todes con palabras que sólo nombran a algunes, no necesitamos usarla para
referirnos a absolutamente todo, es decir: no vamos a empezar a sentarnos en
sillas ni a tomarnos le colectivo cada mañana. Pero si estamos hablando de
personas nos habilita una posibilidad para hablar de manera verdaderamente
inclusiva. De todos modos, esta tampoco es una solución libre de problemas:
implica entre otras cosas la creación de un pronombre neutro ("elle") y de un
determinante ("une"). Pero excepciones más raras se han hecho y aquí estamos
todavía, comiendo almóndigas entre los murciégalos.
Las palabras son signos dinámicos que como la cultura, se van transformando a
través del tiempo, respondiendo a las necesidades humanas.
Apoyar o rechazar un uso disruptivo, que tiene por objeto reclamar derechos
larga e injustamente negados, es una decisión política, no lingüística. Que si se
busca un mundo más igualitario, la lengua no es una clave mágica para
conseguirlo, pero tampoco se lo puede negar como espacio de disputa. Y que
mientras las estadísticas de femicidios, transfemicidios y violencia hacia las
diversidades sexuales y de género crecen y el sueldo promedio de las
trabajadoras permanece por debajo del de ellos, conviene no indignarse si alguien
modifica un poquitito las blancas paredes del lenguaje.
Amor: la superficialidad no tendrá cabida y será Amor: logrará captar la atencion de todos
preso de una permanente reflexión para mejor grcias a su carisma y oportunas intervenciones
hacer. Trabajo y finanzas: se presenta un humoristicas. Trabajo y finanzas: ¡Pum para
ambiente con tendencia a la crítica hacía los arriba! Sigue un camino recto hacias sus metas
demás. Salud: cuide sus cuerdas vocales de sin que nada ni nadie lo/a detenga. Salud:
probables disfonías, por el clima. evite, por el momento, usar calzados que le
den dolor de pies.
Raúl Dorra.
Importante escritor y ensayista.
Recibido de la Universidad
Buscando la equidad entre los
géneros
Desde hace un tiempo el lenguaje inclusivo, de la mano del feminismo, ha sido
tema de debate y largas discusiones, con personas en contra y otras a favor. Este
texto titulado “Roles sociales y géneros gramaticales” (el feminismo ante el
lenguaje) y publicado en agosto del 2018, está escrito por Raúl Dorra. Dicho autor
nació el 5 de septiembre de 1937 en San Pedro de Jujuy, pero radica en México
desde 1976, es un ensayista y narrador, recibido de la carrera de Literaturas
Modernas en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Posteriormente
obtuvo la maestría y el doctorado en la UNAM. En este texto el ensayista buscara
concientizarnos sobre la importancia de la igualdad universal de los roles sociales
e identidades sexuales, dado que al existir dos géneros se dice necesario que uno
incluya al otro, con esto nos damos cuenta el predominio que tiene el género
masculino sobre el femenino y a su vez como lo condiciona.
Como Dorra nos dice, la lengua nos condiciona para que utilicemos el género
masculino como incluyente y abarcador de lo femenino. Si me dirijo a un grupo en
donde hay nueve niñas y un varón, instantáneamente me sale decir “chicos” y si
llegase a utilizar la palabra “chicas” ese único varón se va a sentir excluido, no
obstante el que yo use la palabra “chicos” no quita que las nueve niñas les agrade
sentirse condicionadas por ese único varón, pero al estar esto tan naturalizado lo
dejan pasar. En este contexto, el autor afirma que se han planteado diversas
iniciativas para sugerir la igualdad de los géneros; una de ellas consiste en hacerlo
mediante caracteres como la arroba (L@s compañer@s) o una “x” (Lxs
compañerxs), con respecto a esto surgió un problema: al no producir sonido a
estos caracteres no se los puede utilizar en una conversación dialogal sino
únicamente en una comunicación escrita,
Para superar las anteriores posibilidades surgieron dos propuestas: una de ellas
es la de instituir dos géneros paralelos y excluyentes (las niñas y los niños) o (las
y los niños), dicha idea sonaba bien hasta que entró en práctica, tomando en
cuenta que no permite ir muy lejos en un discurso o conversación. La segunda
propuesta consiste en la habilitación de la vocal “e”. Esta propuesta es la única por
la que Dorra se inclina. Es más él dice que es una solución simple y práctica al
problema de equidad entre ambos géneros; es decir no usar ni uno ni otro sino
una vocal neutral. Si bien esto puede llegar a sonar extraño al oído y en la
escritura, el autor cree que al utilizar habitualmente dicha propuesta la extrañes
desaparecerá con el tiempo. De esta manera él nos deja en claro su tesis.
En conclusión tal y como nos dice Dorra, la propuesta que habilita la vocal “e”
para un concurrencia de género tiene todas las posibilidades de imponerse, aún
que debe esperar que la sociedad misma la vaya habilitando. Según palabras de
él autor esto no solo tiene que ser producto del feminismo, sino algo que incluya a
todos. Ya que no concuerda con el extremismo feminista que pretenden cambiar
todo lo que termine en “o”, esto impide ver la importancia y seriedad de la
transformación en el lenguaje equitativo.
Considero que este texto es algo verdaderamente increíble, lleno de información
enriquecedora. El tema central es muy importante en la sociedad actual y es
necesario que las personas tomen conciencia de lo que es el condicionamiento del
género femenino por el masculino. Tal y como nos hace ver el autor esto no tiene
que ser asunto de interés únicamente del movimiento feminista, sino algo que nos
incumba a todos y todas. Como podemos notarlo a lo largo de todo el texto,
podemos decir que está tan bien escrito, contiene argumentos tan sólidos y nos
demuestra la firmeza con la que defiende su tesis.
La caída de los viejos paradigmas
En ocasiones uno puede llegar a nuevas rupturas del paradigma, en mi
querer las viejas costumbres, porque opinión todavía fundada en bases
son así, son como unos abuelitos arcaicas, como lo es la RAE.
tiernos y bueno, habrá que cuidarlos. Apuntaría a generar un nuevo
No tengo nada en contra de ellos ni lenguaje, algo distinto, algo
en contra de las viejas costumbres. totalmente ajeno a lo que conocemos.
Lo que pasa es que los grandes Las partes que se quejan de estas
ideales de la modernidad cayeron, y nuevas formas de expresarse es
justamente eso son: platos rotos. porque, temerosas, no pueden
Podemos seguir intentando sostener la mentira que les da bases
emparcharlos, pegarlos y cuidarlos, para vivir.
pero ya se rompieron. Un amigo
siempre me dice "ya se van a morir Hoy deconstruimos, y estamos
esos viejos" y si... algunos ya se empezando a construir, hay que
murieron, otros se están muriendo. adaptarse, si, hay que pelear por
Hoy hablamos de postmodernidad, sacar el polvo. Y claro que es
usando un post, porque algo murió y rudimentario el lenguaje inclusivo,
algunas cosas se están está recién naciendo. Pero lo
deconstruyendo, pero todavía no importante es que se basa en ideales
hemos empezado a construir nuevas que pertenecen a una lucha
verdades. Hay miedo, porque claro, revolucionaria que está arrasando
estamos caminando sobre el aire, con todo lo preestablecido.
estamos formando los nuevos
cimientos que van a dar lugar a Estamos ante un mundo que está
hermosas construcciones, las cuales permanentemente en constante
confío en que van a caer algún día. cambio y no tenemos que cerrarnos a
Ese es el limbo en el que vivimos, el. Tenemos que tener la mente
entre lo viejo muerto y lo que todavía abierta al cambio, y si no nos gusta
no sucede. no hay que ir criticando a las
personas que sí aceptan dichos
El lenguaje inclusivo es tal vez una cambios.
de las nuevas formas, una de las
Lenguaje inclusivo – Entrevista a
Alejandro Raiter
Alejandro Raiter – Creo que lo que se verbaliza es una crisis ideológica seria. Hay
veces que existe la ilusión, sobre todo en la enseñanza de la lengua, sobre todo
en la escuela primaria y secundaria, que la lengua se trata simplemente de un
instrumento de comunicación, como si fuera que uno pensara por un lado, hablara
por el otro y no es así. El uso del lenguaje es ideológico y creo que lo que está
mostrando esto es eso. Por otra parte, yo estoy muy contento porque las lenguas
cambian a lo largo del tiempo, las lenguas varían según grupos, según países,
según muchas cosas y acá hay un grupo que obviamente está en crisis con la
ideología dominante, que toma, entre otras formas de expresar su ideología, en
sus manos, un intento de modificación del uso lingüístico. Esta manifestación,
como quedó dicho, viene desde hace tiempo y tuvo varias manifestaciones: la X,
la @ y el nosotros y nosotras. Ahora tienen otra y lo interesante es que lo asumen
como propio, que esa es una forma de lucha y veremos qué pasa, si lo logran
imponer o no.
Entrevistador – Vos lo expresas en términos de lucha ¿cómo reacciona la otra
parte?
AR – Mal. Ningún sector y menos si son dominante y es desafiado por otro, va a
reaccionar bien. Una represión es la clásica, la que aparece tirando gases
lacrimógenos o haciendo palos. Hoy la facultad está en huelga, una compañera
estaba dando clase y vino la policía y le labró un acta por interrupción del tránsito.
Esa es una forma de represión. Otra forma de represión es usar a la Real
Academia Española, decir que es incorrecto, que la E es ajena al sistema
morfológico del español, lo cual es un disparate, porque tenemos estudiantes,
docentes, presidentes. Pero bueno, reacciona mal. Cualquier grupo hegemónico
atacado reacciona mal y van a usar todo lo que puedan para que esto falle.
Entrevistador – Además de esta lucha ideológica permanente en el lenguaje que
vos estás describiendo ¿está sexuada la gramática?
AR – La gramática como al no, pero lo que está sexuado es el uso de la
gramática. O sea, todas las lenguas tienen géneros, pero no todas tienen
masculino y femenino. Por ejemplo, las lenguas originarias de América tienen
género, Wichi, por ejemplo, tiene género pero no tiene que ver con masculino y
femenino sino con otro sistema de posición del cuerpo. Por algún motivo, en algún
momento de la historia de las gramáticas, se lo llamó a esto masculino y
femenino. Supongo que por un término de frecuencia de que las terminaciones
con O eran mayoritariamente pertenecientes a varones. Pero esto no tiene mucho
sentido porque mesa termina en A, por lo tanto lleva el artículo la y entonces lo
consideramos femenino y escritorio es masculino, porque lleva el artículo él. Pero
esto no tiene nada que ver con sexos ¿verdad?
Pero lo que pasa es que el uso, utilizar al masculino como genérico, eso es
ideológico. Hacer la historia y decir que el hombre salió a cazar y la mujer se
quedaba en la casa tejiendo, cuando la invención del tejido fue muy tardía,
digamos, eso es homocéntrico, sin dudas. Y entonces se terminó convirtiendo lo
que era un género gramatical en el representante del conjunto. Si fuera eso y no
hubiera un problema de invisibilización o de imposición podría ser un fenómeno
gramatical solamente, pero no lo es. O sea, el uso del lenguaje nunca es neutro.
No hay que confundir lo que es la gramática o la capacidad que tenemos de
producir y comprender lenguaje con la normativa, que es lo que nos enseñan. En
eso hay una parte de explicación pero también hay una parte de imposición. Y la
imposición de que el masculino sea un genérico es una imposición, porque no hay
nada en la gramática que diga eso.
Entrevistador – ¿Se termina convirtiendo en un instrumento más de dominación?
AR – Ah, sin duda. Porque lo importante en una gramática normativa es
establecer lo que es correcto y lo que es incorrecto. Nadie para hablar o hablarle a
sus hijos, consulta con la gramática, pero uno sí sabe y le enseñan en la escuela,
lo que está bien y lo que está mal. O sea, es un instrumento de poder. Junto con
otros y en ese sentido, tener la posibilidad de “decir bien”, como dice Bourdieu, por
ejemplo, se cotiza diferente en el mercado. Muchos periódicos, con esto de que
hablan de corrido con la E, muchos medios durante los debates, lo ridiculizaban.
Entrevistdor – ¿Qué pasa con los que adhieren porque es políticamente correcto
en esta coyuntura? ¿Vale igual?
AR – Claro, es aceptar que es una lucha válida. Por lo que comentaste antes, a
nosotros (por lo generacional) nos va a costar mucho más cambiar. Pero el solo
hecho de que exista la variación, o sea, de que a veces se diga así y a veces asá,
ya eso es importante. Ya el solo hecho de que exista, vos fijate la polémica que
desata. Visibiliza un conflicto y en ese sentido, yo creo que es positivo, porque los
conflictos que hay en la sociedad cuanto más visibilizados, bueno, quizá más
cerca de resolverse estén.
Santiago Kalinowski: "El
lenguaje inclusivo es un
fenómeno un poco elitista
que algunos adolescentes
tomaron como bandera
identitaria"
El director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas
y de la Academia Argentina de Letras, reflexiona sobre el ¿cambio
cultural? ¿Moda? ¿Adaptación a un momento histórico? que desde la
forma de hablar impulsan muchos jóvenes
-En ciertos casos la 'e' ocupa ese lugar de vocal desinencial y por eso es
que es más amigable su incorporación en ese lugar. Es algo que no pasa
ni con la 'u' ni con la 'i', y en muchos casos sería preferible usar la 'u' o la
'i' porque vos decías: nene es masculino, lectores es masculino.
-Lo que digo es que la 'e' tiene algunos problemas, pero no los tiene
realmente porque depende de que le pongamos un determinante. Salió
una nota, en una revista que se llama El Gato y La Caja, donde ellos
hacían cosas como "lecteres" porque lectores es masculino. Entonces, la
ingeniería de la 'e' se vuelve muy complicada. Si uno le pone el
determinante les, ya está quitándoles a "lectores" el valor masculino.
Pero desde el punto de vista del sistema de formantes que todos
tenemos en la cabeza y las reglas que permiten combinarlos, es menos
chocante.
-Me imagino que no debe ser: a partir de ahora todos hablamos así.
-Es una intervención retórica del discurso público que busca un objetivo,
no es un cambio lingüístico. Si existe algo que se incorpore a la lengua
como sistema seguramente lo que va a ser es léxico, unas palabras
suficientes para darle al que escucha la pauta de cuál es nuestra
posición respecto de la desigualdad del hombre y la mujer, y la
discriminación contra las minorías sexuales. Si sumamos solo las
lenguas romance, estamos hablando de muchos, cientos de millones de
hablantes. Y en eso tenemos que pensar cuando decimos cambio
lingüístico.
-¿Cómo sería?
-Esto es una intervención del discurso público. Cuando uno evalúa los
recursos retóricos la gente piensa que se está diciendo que no tienen
ninguna relevancia ni posibilidad de persistir en el tiempo, lo cual es
falso. Tiene la relevancia de ser uno de los temas más importantes del
presente y una de las luchas políticas más salientes de la historia. Uno
encuentra más o menos igual en español, en francés, en latín, en griego.
Cambió la sintaxis, cambió la fonética, cambió el léxico, la metáfora
quedó. Entonces el hecho de que uno diga: es un fenómeno retórico, no
le quita relevancia ni potencia.
-Es insuficiente
-¿Entonces?
-La distancia que separa desde el punto de vista del esfuerzo que implica
la transformación, la simplificación del sistema de participios que llevó
1500 años lograrla que se produzca, nadie lo buscó. Esa distancia es
menor que la que implica la reestructuración del género, que plantea si
este tema del lenguaje inclusivo nosotros fuéramos a internalizarlo
sistemática y comprensivamente. La distancia es enorme porque
estamos hablando de una regla que está muy arriba en la jerarquía de
reglas de la sintaxis del español que todos tenemos en la cabeza.
-Más complejo que una lengua romance no hay porque hay que generar
un sistema de formantes inventado, con un sistema de pronombres,
porque marcamos todo: nosotras, nosotros, ellos, ellas. Eso es una
característica que le dio a las organizaciones militantes una oportunidad
discursiva. Se suele decir que la lengua es aséptica. Es mentira, es
absurdo, no entiendo cómo alguien puede decir eso. En la historia de la
especie humana estuvimos millones de años con el hombre acaparando
todos los espacios de visibilidad y poder.