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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA

FACULTAD DE AGRONOMÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE AGRONOMÍA

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

CRIANZA DE CHRYSOPERLA EXTERNA “CRISOPA VERDE”

CURSO : ENTOMOLOGÍA TROPICAL

PROFESOR : Blgo M. Sc. GIL BACILIO JOSE LUIS

ALUMNO : AGUIRRE VENTURA NICANOR

CICLO : 2020-I

Tingo María - Perú

Setiembre, 2020
I. INTRODUCCIÓN

La familia (Chrysopidae), en especial la especie Chrysoperla

externa, ha atraído mucho la atención durante los últimos años por su papel

como predador y su resistencia a muchos insecticidas utilizados contra plagas

de los cultivos, que a su vez ha generado interés considerable para ser usados

en programas de control integrado y es por eso que los laboratorios de

producción masiva de estos agentes de control biológico están en aumento

para prestar servicios directos a productores que hacen uso del manejo

integrado de plagas.

Considerando que el 15% del comercio global de plaguicidas,

corresponde a productos ilegales que afectan a los agricultores y genera

múltiples riesgos para la salud humana, los cultivos, el medio ambiente y la

economía. Trabajos de control biológico como el de Chrysoperla externa tienen

una gran potencialidad y resulta una alternativa de solución en las empresas

exportadoras de cultivos de importancia económica, así como de los

agricultores.

Con el presente trabajo de investigación se pretende conocer más

sobre la crianza de Chrysoperla externa, su ciclo de vida, así como el

conocimiento de las presas que son capaces de consumir. Esto generará

información útil para predecir su efectividad contra ciertas plagas de

importancia económica en varios cultivos, contribuyendo a mejorar su uso en


los programas de cría y liberación. Considerando lo antes mencionado se

planteará los siguientes objetivos.

Objetivos:

1. Buscar información sobre Chrysoperla externa para conocer el ciclo

biológico, morfología, preferencia de predación y crianza de Chrysoperla

externa “crisopa verde”.

2. Conocer el comportamiento de Chrysoperla externa durante su crianza para

su producción masiva.
II. REVISIÓN DE LITERATURA

2.1. Antecedente

2.1.1. Experiencias de control de plagas y evaluación de la respuesta

funcional en Chrysoperla externa

Entre las primeras experiencias de control de plagas que se

reportan en el Perú utilizando Chrysoperla externa, al cual tipifican a éste

neuróptero como una especie con gran voracidad tanto en larva como en

estado adulto que predata una gran diversidad de insectos de cuerpo blando

como Spodoptera frugiperda, S. eridania y áfidos en cultivo de maíz, también

fueron hallados en “olivos” alimentándose Orthezia olivícola y Palpita persimilis

entre otros. Chrysoperla externa, es cosmopolita y es utilizado en el Perú,

desde 1984 como un agente regulador de plagas de importancia económica

como, Heliothis sp., Cydia pomonella, Pecthynophora gossypiella entre otros.

Actualmente junto con Ceraeochrysa cincta y C. asolaris, además de estar

incluidas en programas de manejo integrado de plagas (MIP), agrícolas

importantes, se producen masivamente en los diferentes laboratorios del Perú

para su distribución y sostenimiento de los programas de MIP (JERÍ, 2016).

2.2. Generalidades de la morfología de la familia Chrysopidae


La familia Chrysopidae comprende alrededor de 2,000 especies descritas

a escala mundial y de amplia distribución geográfica, representada en la región

neotropical con 453 especies y de ellas 21 descritas de Perú (Raven, 1983;

citado por SALAZAR, 2016).

Son predominantemente de color verde, con ojos dorados, variables en

tamaño, con una longitud de alas anteriores entre 8 y 30 mm; así mismo la

cabeza y tórax frecuentemente presentan franjas rojas o negras, las alas y sus

venas pueden estar marcadas con puntos o líneas negras (Narrea, 2013; citado

por SALAZAR, 2016).

El abdomen es delgado, presenta tubérculos setiferos poco desarrollados,

presenta cabeza aplanada con las piezas bucales largas y fuertemente

curvadas que actúan como pinzas para agarrar y atravesar sus presas y

succionar sus fluidos corporales (Pérez, 2013; citado por SALAZAR, 2016).

El abdomen está compuesto por nueve segmentos y la genitalia interna

es muy compleja, donde hay casi siempre un gonarcus que es básicamente

una estructura arqueada y expandida lateralmente, la cual puede tener un par

de protuberancias sobre la parte dorsal del arco (Valencia, 2006; citado por

SALAZAR, 2016).

El gonarcus en machos puede presentar una estructura media, el

mediuncus, si éste está adherido membranosamente al gonarcus, o fusionado

al par de lóbulos laterales se le llama arcessus, y si está completamente libre

se le llama seudopene (Adams, 1987; citado por SALAZAR, 2016).


El terguito IX normalmente está fusionado con el ectoprocto en las

hembras, en el esternito VII el margen posterior está modificado y presenta

formas variadas, la subgenitalia está situada posterior al esternito VII en la

parte final de un tubo membranoso y termina en un par de lóbulos. Las

gonapófisis grandes laterales están situadas apicalmente bajo el ectoprocto,

con la cámara genital que abre ventralmente bajo de ellas (Barnard, 1984;

citado por SALAZAR, 2016).

Las larvas presentan un adelgazamiento hacia el extremo posterior,

mandíbulas largas y puntiagudas, tienen ranuras a lo largo de la superficie

ventral, en contra de las cuales se ajustan las maxilas para construir dos tubos,

a través de los cuales los fluidos internos de la presa son succionados hacia el

interior del intestino (Metacalf y Flint, 1992; citado por SALAZAR, 2016).

Los adultos conocidos como crisopa tienen alas de encaje, son de

coloración verdosa, miden cerca de 15 mm de longitud, tienen alas

membranosas con numerosas venas transversales y longitudinales, antenas

filiformes y aparato bucal masticador. Los huevos son verdes después de la

oviposición se tornan oscuros con el desarrollo del embrión. Son colocados en

la extremidad de un pedicelo que mide de 2 a 26 mm de largo y después de la

eclosión se observa el corion blanco (Geep, 1984; citado por DEZA, 2017).

Las larvas son campodeiformes y algunas especies tienen el hábito de

cargar basura sobre su cuerpo. Al final del desarrollo, la larva construye un

capullo de seda, de donde emerge el adulto (Ribeiro, 1988; citado por DEZA,

2017).
2.3. Taxonomía de Chrysoperla externa (Hagen)

Reino : Animalia

Filo : Arthropoda

Clase : Insecta

Orden : Neuróptera

Familia : Chrysopidae

Género : Chrysoperla

Especie : Chrysoperla externa (Hagen)

2.4. Distribución de Chrysoperla externa (Hagen)

En 1984-1985, C. externa y Ceraeochrysa cincta fueron identificados en

Perú; y adicionados a la lista peruana de Chrysopidae en el Perú (NUÑEZ,

1988).

C. externa, está ampliamente distribuido, se encuentra comúnmente en

hábitats de pastizales abiertos desde el sureste de Estados Unidos y las

Antillas hasta el sur de Sudamérica. Su amplia distribución y preferencia de

hábitat lo hacen adecuado para un mayor uso en el control biológico en


muchos países y en una variedad de sistemas de cultivo, huertos de cítricos,

etc (Tauber y Tauber, 1995; citado por Deza, 2017).

A continuación, se muestra la ubicación de las especies predadores de la

familia Chrysopidae presentes en los departamentos del Perú (NUÑEZ, 1988).

Figura 1.

Mapa distribucional a nivel nacional de las diez especies de

Chrysopidae más conocidas del territorio peruano. 1: Chrysoperla


arequipae Navas. 2: Nodita cruentala Scheneider. 3: Chrysoperla

externa Hagen. 4: Chrysoperla assoralis Banks. 5: Plesiochrysa

paessleri Navas. 6: Ceraeochrysa cincta Schneider. 7:

Chrysopedes sp. 8: Ceraeochrysa sp. 9: Neosuarius sp. 10:

Suarius figuralis Banks (NUÑEZ, 1988).

2.5. Descripción de la especie Chrysoperla externa

La especie Chrysoperla externa (Neuroptera: Chrysopidae), más conocida

como “mosca de ojos dorados” constituye uno de los predatores

potencialmente más importantes para el control de plagas tales como

Spodoptera sp. (en maíz), S. eridania (alfalfa-papa), Palpita quadrastigmalis

(olivo), Heliothis zea (maíz), H. virescens (algodón) y Laspeyresia pomonella

(manzano) (NÚÑEZ, 1988). Así mismo es importante destacar que son

tolerantes a pesticidas comúnmente empleados (piretroides y

organofosforados) en los campos agrícolas.

Destaca además por su amplia distribución, presencia de adultos a lo

largo de todo el año y su sencilla crianza bajo condiciones de laboratorio. Son

los controladores biológicos más promisorios en el manejo integrado de plagas

(MIP), sobre todo de lepidópteros, existiendo por ello en gran cantidad en la

zona del Valle de Tambo de Arequipa.

2.6. Ciclo biológico de Chrysoperla externa


El ciclo bilógico está influenciado directamente por las condiciones

climáticas, pudiéndose desarrollar el ciclo completo en un mes en época de

verano; lo individuos de Chrysoperla externa, pueden entrar en diapausa

cuando éstas encuentran en el periodo pre-pupal; cita además que los adultos

de la familia Chrysopidae vuelan con un aleteo característico y a veces se

levantan de las plantas cuando se les molesta (De Bach, 1977; citado por

SALAZAR, 2016).

El estado larval posee tres estadios y dura cerca de tres semanas. Al final

del tercer estadio larval, la larva teje una cápsula redonda y se transforma en

pupa en la planta en donde se encuentra. La emergencia del adulto ocurre

aproximadamente después de una semana; por lo tanto, el ciclo de vida del

insecto alcanza de tres a cuatro semanas en verano. Cuando las temperaturas

son más bajas, el ciclo se puede alargar de cuatro a seis semanas. En

condiciones naturales puede completar hasta tres generaciones anuales (JERÍ,

2016).

Las hembras generalmente depositan sus huevecillos en forma individual

y preferentemente en lugares donde se encuentran insectos como los

pulgones, que producen mielecilla que significa una fuente alimenticia para el

adulto y que además facilita a las larvas recién emergidas encontrar

rápidamente a sus presas. La longevidad del adulto puede ser de varios

meses. Los huevos al ser ovipositados son de color verde y antes de la

eclosión adquieren un color gris o plomo, están provistos de un pedicelo cuya

función es protegerlo de canibalismo, depredación o parasitismo (JERÍ, 2016).


La larva se caracteriza por una alta capacidad de búsqueda, intensa

actividad, movimientos rápidos y por ser muy agresiva. Prefiere insectos de

cuerpo blando tales como pulgones, moscas blancas, trips, piojos harinosos,

huevecillos y larvas de lepidópteros y ácaros (JERÍ, 2016).

Comúnmente todas las especies de Chrysoperla son consideradas

depredadores generalistas, sin embargo, muestran sus preferencias por

determinadas presas. Recién emergidas del huevecillo, las larvas pueden

diseminarse hasta 25 m en busca de alimento. Algunas larvas pueden recorrer

4 a 5 km, aunque algunos autores indican 11 a 13 Km., antes de convertirse en

pupa (JERÍ, 2016).


Solamente las Crisopas en estado de larvas son las que realizan el

control de plagas y las larvas de tercer instar son las que hacen la mayor parte

de la actividad de control biológico (JERÍ, 2016).

Figura 2. Ciclo biológico de Chrysoperla externa.


2.7. Importancia como controladores biológicos

La mayoría de las especies del orden Neuróptera son depredadoras; en

casi todos los Neurópteros las larvas poseen mandíbulas largas y curvadas que

actúan como pinzas para agarrar y atravesar sus presas y succionar sus fluidos

corporales (JERÍ, 2016).

La familia Chrysopidae es la más importante de todos los depredadores

de este orden. Actualmente se consideran los agentes biológicos decisivos

para el control de plagas insectiles, habiéndose difundido su utilización en

cultivos comerciales, invernaderos y jardines (JERÍ, 2016).

Chrysopidae es una de las familias de insectos más grande de los

neurópteros con cerca de 2000 especies descritas que demuestra condiciones

de adaptabilidad a diferentes ambientes, lo que les ha permitido una amplia

distribución geográfica (JERÍ, 2016).

Figura 3. Adulto de Chrysoperla externa.


Chrysoperla externa ha sido considerado de alto potencial para el control

biológico por su elevada capacidad de adaptación y amplia distribución en

distintos ecosistemas (JERÍ, 2016).

Figura 4. Larva de Chrysoperla

externa consumiendo pulgones.

2.8. Crianza de Chrysoperla externa

2.8.1. Crianza de larvas

La crianza de larvas es la etapa crítica en la producción masiva. El

manejo se ve dificultado por el acentuado canibalismo que presentan

especialmente las larvas jóvenes, las cuales se alimentan de huevos no

eclosionados, de otras larvas e incluso de adultos. El único modo seguro para

prevenir el canibalismo es criarlos en celdas separada. Las unidades de

crianza con abundantes celdas dificultan la manipulación durante el cambio de

alimento que generalmente se dan cada tres o cuatro días (NUÑEZ, 1988).

2.8.2. Crianza de adultos.

Los cocones, que protegen inicialmente la prepupa y seguidamente

la pupa, se encuentran adheridos a las paredes de las celdas en las unidades


de crianza de larvas; estas son acondicionadas dentro de jaulas con mangas,

hasta la emergencia de adultos (NUÑEZ, 1988).

Para favorecer el completo despojo de la última exuvia,

incrementar la humedad en la cámara, utilizando trozos de espuma plástica

embebidos en agua. Luego sexar a los machos y hembras para colocarlos en

las unidades de crianza o reposteros de medio galón de capacidad, cuya pared

interna debe estar cubierto con papel para la ovoposición, el papel se cambia

día (NUÑEZ, 1988).

Como alimento de los adultos se suministró una dieta semi-

artificial, compuesta por dos partes de miel de abeja, una de agua y una de

polen, utilizando finos hilos sobre tiras de papel encerado. De este modo se

obtuvieron de 500 a 600 huevos por hembra. La capacidad de ovoposición de

C. externa se incrementó en un 17.5% cuando se adicionó a la dieta una parte

de proteína hidrolizada (Vermical: pls. 5-6) (NUÑEZ, 1988).

Para un normal apareamiento y oviposición de estas especies se

necesitan condiciones de oscuridad. Para ello se coloca una cubierta de tela

negra sobre las unidades de crianza, ya que las crisopas realizan las

actividades biológicas en mención entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana

del día siguiente (Jones et al., 1977; citado por NUÑEZ, 1988).

La colección de los huevos se realiza diariamente, retirando las

cartulinas sobre las cuales se efectúa la postura, y donde los huevos estarán

fijos por el pedicelo. Mantener un pequeño porcentaje de los huevos para el


reciclaje de la crianza; el resto es destinado para su liberación en campo

(NUÑEZ, 1988).

Para iniciar el ciclo de crianza, los huevecillos se retiran de la

cartulina cortando los pedicelos con una tijera fina, depositándolos luego en

placas petri, listos para ser individualizados en las celdas (NUÑEZ, 1988).

Algunos otros métodos han sido usados para colectar los huevos

del substrato. Finney (19489 usó hipoclorito de sodio para romper los

pedicelos; Ridway et al., (1970), citado por NUÑEZ (1988), usaron tejidos de

nylon y Morrison (1977), citado por NUÑEZ (1988), uso el calor eléctrico en

alambres para el mismo propósito.


Figura 5. Crianza masiva de “crisopa” A: Unidad de crianza de adultos; 1 =

adultos alimentándose; 2 = unidad con cartulina para la oviposición.

B: Recuperación de huevos; 3 = cartulina con postura para venta; 4

= huevos para reciclaje de crianza. C: Unidad de crianza de larvas; 5

= microceldas y huevos de C. externa pegados en cartulina; 6 =

unidad completa. D: Recuperación de adultos; 7 = microceldas con

cocones depositados dentro de las jaulas; 8 = jaula de manga para

recuperación de adultos con vidrio y cubierta negra para facilitar la

reproducción.

2.8.3. Almacenamiento

Con propósitos de biocontrol es conveniente mantener cierta

cantidad de predatores en stock para producir grandes cantidades en los

momentos menos esperados y ahorrar costos. Manteniendo las posturas bajo

condiciones de 10 °C de refrigeración, los huevos se pueden mantener viables

hasta 15 días sin alterar el ratio de mortalidad. Temperaturas menos causan

muerte de un alto porcentaje de embriones (NUÑEZ, 1988).

2.8.4. Problemas de crianza

A pesar de que las unidades de crianza evitan la intensiva labor de

crianzas en placas individuales, aún dista mucho de un buen proceso

mecanizado de fácil realización (NUÑEZ, 1988).

Una forma de reducir el costo y manipulación, sería la de desarrollar una dieta

artificial barata. Estudios al respecto han demostrado que los diez aminoácidos

siguientes son esenciales para el desarrollo de larvas de Chrysopidae: arginina,


histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina trionina, triptófano y

valina. Aunque una mezcla de estos aminoácidos solos no puede aún

satisfacer los requerimientos dietéticos, las deficiencias alimentarias afectan la

crianza, ya sea alargando la duración del periodo larval, retardando el

desarrollo o disminuyendo los porcentajes de formación pupal. Así, hasta el

momento, no es factible el uso de una dieta artificial larval para una crianza a

gran escala. Aparte de los problemas inherentes a la producción la crianza de

los Chrysopidae se ve afectada en determinadas ocasiones cuando la presa

está infectada (NUÑEZ, 1988).

2.8.5. Control de calidad

Aun cuando las condiciones artificiales de crianza masiva

proporcionados a cualquier especie insectil sean óptimas, siempre serán

diferentes del habitad natural donde viven. Las condiciones forzadas a las que

son sometidas para una mayor producción (por ejemplo, acortar el ciclo

biológico) ocasionan un cambio en las particularidades y hábitos,

principalmente en especies con ciclo de vida corta. La longevidad, fecundidad,

capacidad de búsqueda de presas decrece con el número de generaciones en

crianza masiva (Jones et al., 1972; citado por NUÑEZ, 1988).

A pesar de que las especies de crisopas alimentadas con huevos

de Sitotroga cerealella, levadura hidrolizada y azúcar, retienen sus propiedades

por más de 10 generaciones, es necesario un continuo control de calidad y

renovación de las especies en crianza con especímenes saludables colectados

en campo para mantener las cualidades del strain (NUÑEZ, 1988).


Especial cuidado merece el material de campo, el cual debe pasar

por un periodo cuarentenario y durante el cual se debe controlar le presencia

de organismos indeseables (NUÑEZ, 1988).

A nivel de huevos, es común encontrar el parasitoide Telenomus

chrysopae Ashmead (Himenóptero: Scelionidae) que pueden causar una gran

reducción en la producción del predator. Los huevecillos parasitados pueden

ser reconocidos fácilmente por la coloración negruzca que presentan y por no

eclosionar en el tiempo correspondiente (NUÑEZ, 1988).

Las larvas y pupas pueden estar parasitadas por algunos

Encyrtidae y Pteromalidae, pero la incidencia es muy baja. El parasitoide más

importante es Chrysopophthorus chryspimaginis Goidanich (Braconidae,

Euphorinae), endoparasitoide solitario, localizado en la última parte del tracto

digestivo. La larva de la de la avispa se desarrolla asta ocupar la mayor parte

de la cavidad abdominal, por lo cual una crisopa parasitada puede ser

detectada debido al abdomen hinchado y cicatrices que presenta en el ano. En

el Perú este parasitoide ha sido localizado en la crianza masiva en Tacna, en

1986 (NUÑEZ, 1988).

Ácaros predatores de crisopas y enfermedades causadas por

hongos y bacterias, se registran con muy baja incidencia en Europa, se

registran con muy baja incidencia en Europa y Estados Unidos. En el Perú no

conocemos de algún caso, hasta el momento (NUÑEZ, 1988).

2.9. Descripción de los estados de desarrollo

2.9.1 Postura
Huevecillos individuales sostenidos cada uno por un pedicelo

gelatinoso hialino de 4-6 mm. Los huevos son ovales de superficie lisa con

estructura micropilar en la parte distal denominada opérculo. En el primer día,

los huevos son de color verde homogéneo, en el segundo día adquiere color

verde pálido y el embrión está situado en la base cerca del pedicelo del huevo.

Al tercer día es de color verde azulado el embrión está situado lateralmente

encorvado en los polos del huevo. Al cuarto día la coloración del embrión es

blanco cremoso, presenta el cuerpo definido y la cabeza ocupa gran parte de la

cámara. Al quinto día se observa la presencia de cabeza y patas definidas. Al

sexto día la larva emerge a través de una incisión que realiza mediante sus

mandíbulas.

2.9.2. Larva

De tipo campodeiforme, cuerpo fusiforme de color crema sucio con

marcas simétricas de color marrón o negro, cabeza prognata aplanada, el

aparato bucal tiene la forma de una pinza de lados curvos, cada una de las dos

proyecciones es el resultado de la fusión de la mandíbula con la maxila

formando un canal interior membranoso, por donde inyectan las enzimas

digestivas a sus presas, succionando posteriormente el fluido de ellos. No

poseen ocelos, las antenas son cortas filiformes multisegmentadas y nacen

encima de las mandíbulas. Dorsalmente la cabeza presenta el diseño de una

“y” central de color claro entre manchas oscuras. El protórax, mesotórax y

metatórax, poseen cada uno un par de tubérculos laterales con pelos, lo mismo

que cada segmento abdominal a excepción de los últimos. Cada pata termina
en un filamento con una lámina circular, llamada empodium. Las larvas pasan

por 2 mudas y 3 estadios sin diferencias notorias (NUÑEZ, 1988).

2.9.3. Pre-pupa

Se inicia cuando la larva suspende la alimentación después de su

máximo desarrollo, inicia el tejido del cocón en un lugar protegido. El cocón es

elaborado con hilos finos de una sustancia mucoproteica secretada por los

tubos de Malphighio y que salen por la abertura anal. Al mismo tiempo la larva

acumula grasa, engruesa el abdomen, el cuerpo se aclara y el meconium es

eliminado como una sustancia negruzca que puede ser visualizada a través del

cocón (NUÑEZ, 1988).

2.9.4. Pupa

De tipo exarata de color verde, que puede ser apreciado a través

del cocón blanco, casi esférico de textura apergaminada (NUÑEZ, 1988).

2.9.5. Adulto

Verde claro con una franja amarilla longitudinal central en el dorso

del cuerpo desde la base de la cabeza hasta el ápice del abdomen. Manchas

de color rojo violáceo están presentes en el rostro (banolas laterales), ángulo

superior lateral del protórax (franja angosta). Antenas más cortas que la

expansión alar (NUÑEZ, 1988).


Figura 6. Ciclo de vida de Chrysoperla externa. A: adulto; B: postura solitaria;

C: larva desnuda; D: cocón y pupa.

Cuadro 1. Medidas en mm de los estados biológicos de C. externa.

Estados de desarrollo Chrysoperla externa

Postura
Huevo 1 ± 0.2

Pedicelo 5 ± 1.5

Larvas
I 2 ± 1.0

II 3 ± 1.5

III 7 ± 1.1

Cocón
Diámetro 5 ± 0.7

Adulto
Hembra 9 ± 1.6

Macho 7 ± 1.0
Cuadro 2. Duración expresada en días de los diversos estados biológicos y

etapas de reproducción de C. externa bajo condiciones promedio

de temperatura y humedad relativa.

Chrysoperla externa

Estados de Verano Invierno


desarrollo 25.3 °C y 78% H.R.

INMADUROS
Huevo 4 ± 0.5 7 ± 1.2
Larva I 4 ± 0.3 5 ± 1.0
Larva II 4 ± 0.4 5 ± 0.5
Larva III 4 ± 0.5 7 ± 0.8
Pre-pupa 4 ± 1.0 2 ± 1.1
Pupa 8± 18 ± 1.5
Total
Huevo a adulto 27 42

ADULTO
Madurez sexual 3 ± 1.5 4 ± 2.5
Pre oviposición 6 ± 2.5 10 ± 1.9
Oviposición 36 ± 3.7 42 ± 3.9
Longevidad macho 31 ± 4.2 33 ± 2.9
Longevidad hembra 49 ± 3.8 56 ± 4.1
Ratio sexual
macho/hembra 40/60 50/50
Capacidad de
oviposición (huevos
por hebra) 523 ± 99.9
2.10. Capacidad de ovoposición

HUARACHI (2003), encontró que el número promedio de huevos por día

producidos por hembra fue de 15, acentuándose al séptimo día de oviposición,

lo cual si se plotearía para el trascurso de unos 37 días entonces concordaría

con lo reportado por NÚÑEZ (1988).

Figura

7. Capacidad de oviposición de Chrysoperla externa Hagen a lo

largo de 12 días después de haber alcanzado la madurez sexual.

2.11. Capacidad de predación

HUARACHI (2003), determinó que el número de pulgones de

Acyrthosiphon pisum consumidos por el estadío larval de C. externa fue

relativamente menor (10.67 ± 6.62 pulgones) con respecto a los consumidos

por el adulto (12.08 ± 0.99), lo cual probablemente se deba a que entre los
adultos se encuentran las hembras que necesitan de nutrientes para poder

llevar a cabo la oviposición.

Figura 8. Capacidad de predación de Chrysoperla externa Hagen en estadío

larval y adulto a lo largo de 12 días.

SALAZAR (2016), determinó que la capacidad de predacion de las

larvas de Chrysoperla externa sobre larvas de S. frugiperda se incrementa

progresivamente y de manera importante conforme se avanza en el desarrollo.

Así independientemente de las condiciones del laboratorio, el tercer estadio

predo entre 10 y 39 larvas, mientras que el primer estadío sólo consumió entre

5 y 10 larvas, en tanto el segundo estadío consumió de 9 a 31 larvas,

notándose que el tercer estadio consumió aproximadamente tres veces más

que el primer estadio.


Figura 9. Predación de larva de S. frugiperda. de S. frugiperda

JERÍ (2016), determinó que el promedio de pulgones de Aphis gossypii

consumidos por larvas I de Chrysoperla externa, oscila entre 2,2 a 3,3, para el

caso de las larvas II de Chrysoperla externa, el promedio de pulgones

consumidos es de 4,5 a 8,7 y las larvas III de Chrysoperla externa,

consumieron un promedio de pulgones que va de 3,5 a 8,0.

SALAMANCA et al. (2010), concluyeron que la capacidad de depredación

de Chrysoperla externa (Hagen) sobre Neohydatothrips signifer (plaga del

cultivo de maracuyá) que el consumo diario promedio de cada estadio larval de

C. externa mostró diferencias significativas entre el estadio I (27,22 ± 0,009) y

el estadio II (26,11± 0,007) con respecto al estadio III (34,44 ± 0,022).

El consumo de ninfas de Macrosiphum euphorbiae en la proporción

depredador: presa 1:10, por las larvas de C. externa en el cultivo de rosa en

condiciones semicontroladas fue superior en las plantas con mayor densidad

de la plaga y fue disminuyendo progresivamente en función de la disponibilidad


de la presa. En la densidad de 40 pulgones por planta el consumo en promedio

fue de 21 áfidos, mientras que en la densidad de 160 pulgones por planta el

depredador consumió un promedio de 100 ninfas en 24 horas (GAMBOA et al.,

2016).

Una larva de Chrysoperla externa requiere aproximadamente de 8,000

huevos de Sitotroga cerealella para alimentarse y alcanzar el estadio pupal;

esto es en condiciones de cautiverio y sin necesidad de búsqueda de presa. En

campo, se observó la preferencia por huevos y larvas de primer estadio de

Spodoptera frugiperda, Heliothis zea (maíz), Laspeyresia pomonella (manzano)

y Palpita quadrastigmalis, sobre otras presas; aunque en caso de ausencia de

ellas, los áfidos son sus siguientes víctimas. Los adultos de C. externa también

son predatoras de áfidos (Hagen y Tassan, 1972; citado por NUÑEZ, 1988).

Según CARRILLO (1997), el efecto de la aplicación de 24000 larvas de

Chrysoperla externa para el control de las larvas de segundo y tercer estadio

de P. xylostella no fue significativo debido a que estas larvas tienden a saltar

cuando son atacados, por lo que pudo dificultar su depredación.

2.12. Métodos de liberación

La eficacia del método y cantidad de individuos predatores a liberar está

estrechamente relacionado con el tipo y la densidad de la población plaga, tipo

y desarrollo fenológico del cultivo y la relación presa preferida/predator. El uso

de ratios predator/presa fue usado por Shuvakhina (1977-78) para predecir la

eficacia de algunos Chrysopidae en cultivos de papa y algunas hortalizas

(NUÑEZ, 1988).
Así el ratio 1/5 usado para el control de “áfido verde del durazno” en Rusia

redujo a la población plaga en un 72%. En cambio, un ratio de 1.5/1 fue

requerido para obtener un alto nivel de efectividad contra el “áfido verde de la

arveja” (NUÑEZ, 1988).

Liberaciones de larvas de Chrysopa carnea en campos de algodón en

Estados Unidos a razón de 25, 000/ha redujo significativamente las

poblaciones del “gusano de la bellota” y se obtuvieron altos niveles de

reducción al liberar 250, 000/ha (Kinset, 1986; citado por NUÑEZ, 1988).

Al efectuar liberaciones de huevos y larvas del primer estadio de C.

externa (200/árbol) complementado con un mínimo uso de Basillus

thuringiensis en campos de olivo en el sur del Perú (Tacna), se logró reducir

altas poblaciones del “gusano del brote” Palpita quadrastigmalis y “queresas

diaspinas”. El beneficio económico por campaña, en ahorro de empleo de

pesticidas fue de US$$ 20/ha (NUÑEZ, 1988).

Considerando las características biológicas de estos predatores, a pesar

de los pocos ensayos de liberación realizados en nuestro país, se consideran

aplicables los dos tipos de liberaciones, cada uno en diferentes situaciones

(NUÑEZ, 1988).

Las liberaciones inoculativas de los adultos de Chrysopidae, ratio/presas

inferiores a 0.01, cuando se trata de prevenir la infestación de la plaga. En este

caso se tiene que considerar la madurez sexual y periodo de incubación que

desarrolla la especie predatora (NUÑEZ, 1988).


Las liberaciones inundativas de huevos prontos a eclosionar y larvas del

predator, ratio predator/presa, mayores a 2.0. Este tipo de liberación es el más

usado probablemente por su acción controladora inmediata. La acción está

supeditada a la disponibilidad del predator proveniente de crianzas masivas en

cantidad suficiente. Para definir la cantidad a liberar se necesitan siempre de

evaluaciones del estatus de la plaga (NUÑEZ, 1988).

El costo de producción de hembras adultas para su liberación preventiva

a razón de 50 individuos por hectárea, equivale a $ 7. 00, una cantidad módica

comparada con el gasto por uso de pesticidas por hectárea (NUÑEZ, 1988).

2.13. Ciclo biológico de Chrysoperla externa (hagen) alimentada con

diferentes presas

El ensayo fue conducido en el laboratorio de Zoología Agrícola de

Agronomía de la Universidad Centroccidental a 27 ± 2 ºC y 60 ± 5 % HR. Cada

una de las presas utilizadas como alimento para el depredador constituyó un

tratamiento: T1: S. cerealella; T2: A. craccivora; T3: A. nerii; T4: T. tabaci; T5:

T. cinnabarinus. Los huevos de C. externa y de S. cerealella fueron obtenidos

del Laboratorio de ServBio, en el estado Lara, Venezuela (GIFFONI et al.,

2007).

El ciclo biológico de C. externa desde huevo hasta la emergencia del

adulto mostró amplias variaciones dependiendo del tipo de presa. C. externa

sólo alcanzó su completo desarrollo cuando fue alimentado con S. cerealella y

A. craccivora, con una duración de 19,4 y 20,7 días, respectivamente. Por el

contrario, sólo algunos individuos lograron desarrollarse hasta pupa cuando se


usó A. nerii o T. tabaci como presa, mientras que al utilizar a T. cinnabarinus

como alimento ningún individuo alcanzó el estado de pupa (Cuadro 2)

(GIFFONI et al., 2007).

Cuadro 3. Duración de los estadios larva y pupa de C. externa sobre diferentes

presas bajo condiciones de laboratorio.

Presa Tiempos de desarrollo (días)

Huevos Larva Pupa

S. cerealella 3.75 7.70 7.95


A. craccivora 3.00 10.15 7.95
A. nerii 3.00 20.30 -
T. tabaci 3.00 19.10 -
T. cinnabarinus 3.90 16.40 -

El desarrollo embrionario de los huevos de C. externa no fue afectado por

la presa y osciló entre 3,0 y 3,9 días. Contrariamente, la duración del estadío

larval mostró ser afectada por el tipo de presa y fue significativamente inferior

sobre las presas S. cerealella y A. craccivora al ser comparado con el tiempo

observado utilizando A. nerii, T. tabaci y T. cinnabarinus como alimento

(GIFFONI et al., 2007).

Adicionalmente, se observaron diferencias en color y tamaño de las

larvas, siendo de color naranja claro y de mayor tamaño cuando se alimentaron

con huevos de S. cerealella, mientras que, sobre el resto de las presas, la

coloración varió desde marrón claro hasta negro. Costa et al. (2002), citado por

GIFFONI et al. (2007), encontraron que el tiempo de duración de la fase larval


de C. externa fue de 9,18 y 10,62 días cuando fue criado con huevos de S.

cerealella y adultos de Aphis gossypii Glover, respectivamente, a 25 ºC y 70%

de H.R. Adicionalmente, Figueira et al. (2000), citado por GIFFONI et al.

(2007), reportaron una duración de la fase larval de 8,6 días a 27 °C cuando se

usaron huevos de A. argillacea como fuente de alimento.

Las diferencias observadas en la duración de la larva de C. externa

alimentadas con las dos especies de áfidos usadas en el presente estudio,

podrían ser explicadas como un efecto de la concentración de compuestos

tóxicos en la planta hospedera. Estudios previos han demostrado que N.

oleander posee altos contenidos de alcaloides y terpenoides que pueden

resultar tóxicos para los herbívoros (Ramos et al., 1998; citado por GIFFONI et

al., 2007). Pessoa et al. (2003), citado por GIFFONI et al. (2007), determinaron

la duración de esta fase sobre Aphis gossypii Glover, criado sobre cuatro

cultivares de algodón, obteniendo como resultados valores promedios de

11,12; 12,48; 12,63; 12,95 días.

Con relación al estado de pupa, la misma estuvo recubierta por un capullo

blanco de forma esférica. Esta fase sólo fue alcanzada cuando se utilizaron S.

cerealella y A. craccivora. Cuando se utilizó A. nerii y T. tabaci, sólo se observó

el desarrollo de un individuo hasta el estadío de pupa mientras que cuando se

utilizó T. cinnabarinus ninguna larva logró alcanzar esta fase. Para el caso de

alimentación del depredador con huevos de S. cerealella los resultados fueron

similares a los obtenidos por Figueira et al. (2000), citado por GIFFONI et al.

(2007), quienes alimentando al depredador con huevos de A. argillacea

obtuvieron una duración de la fase de pupa de 6,7 a 27 °C.


2.14. Efecto de dietas artificiales en la biología de adultos de

chrysoperla externa

Se evaluó bajo condiciones de laboratorio el efecto de ocho dietas sobre

la biología de adultos de Chrysoperla externa con el fin de determinar una dieta

artificial barata y efectiva. Una dieta estándar con levadura y siete constituidas

por maca (Lepidium meyenii Walpers), soya (Glycine max (Linnaeus) Merril) y

kiwicha (Amaranthus caudatus Linnaeus); en las siguientes combinaciones:

levadura y maca; levadura y kiwicha; levadura y soya; levadura, maca y

kiwicha; levadura, maca y soya; levadura, soya y kiwicha; y levadura, maca,

soya y kiwicha fueron evaluadas con respecto a la biología de adultos de C.

externa.

Todas las dietas contenían miel de abejas, polen y agua. Se evaluó la

influencia de las dietas de los adultos en la viabilidad de los huevos, capacidad

de oviposición, ritmo de oviposición, periodo de pre-oviposición, periodo de

oviposición, periodo de post-oviposición de las hembras y longevidad de

hembras y machos, durante dos generaciones de C. externa (SOTO y

IANNACONE, 2008).

Las ocho dietas evaluadas obtuvieron una elevada viabilidad de huevos

en condiciones de laboratorio. Sin embargo, las dietas estandarizadas a base

de levadura, levadura + kiwicha, y soya + kiwicha obtuvieron una más alta

viabilidad de huevos. Las dietas a base de levadura, levadura + maca, levadura

+ kiwicha, y a base de maca y kiwicha fueron con las que se obtuvo la mayor

capacidad de oviposición. En general, no existieron diferencias significativas


entre los periodos de preoviposición, oviposición y post-oviposición bajo las

ocho dietas artificiales para C. externa, con tendencia a ser más altos en la

segunda generación. Las dietas de levadura con maca, levadura, maca, soya y

kiwicha permitieron un aumento en la longevidad de las hembras y machos

para la segunda generación (SOTO y IANNACONE, 2008).

2.15. Trabajos realizados en Chrysoperla externa.

NUÑEZ (1988) realizó el estudio de la biología de C. externa en

condiciones de laboratorio a 25°C y 78% HR; las larvas fueron alimentadas con

huevos de Sitotroga cerealella y los adultos con miel, polen y agua (proporción

2:1:1) los resultados indican que el período de incubación fue de 4,0 ± 0,5 días

y el período larval de 4,0; 4,0 y 4,0 para cada estadio larval; período pupal de

12,0 ± 0,9 días, período de preoviposición 6,0 ± 2,5 días, período de

oviposición de 36,0 ± 3,7 días; longevidad fue de 31 y 49 días para machos y

hembras respectivamente. Y mediante observaciones refiere que existe

preferencia de larvas de C. externa por huevos y lavas de primer estadio de S.

frugiperda, Heliothis zea (maíz), Cydia pomonella (manzano) y Palpita

quadrastigmalis, sobre otras presas; aunque en caso de ausencia de ellas, los

áfidos son sus siguientes presas.

El estudio de la biología de C. externa bajo condiciones de laboratorio

controladas (25±2 °C y 70±10 % de humedad relativa y 12 horas de fotofase),

alimentadas con huevos de Sitotroga cerealella, determinó que pasaron por

tres estadios. La duración del primer estadio fue de 3,08 días, presentando una

viabilidad de 92% en cuanto al segundo y tercer estadio tuvieron una duración


y viabilidad de 2,51 días y 100%; 3,60 días y 95% respectivamente. El periodo

larval presento una duración media de 9,17 días y una viabilidad de 87% con

alto índice de sobrevivencia. Entre los estadios larvales el mayor periodo de

duración fue el tercer estadio. La fase de pupa duró 9,86 días y una viabilidad

de 69%. El promedio de duración desde la incubación de los huevos hasta la

emergencia de los adultos 23,08 días y viabilidad de 46%. La proporción sexual

fue de 0,52. El periodo de pre-oviposición fue de 5,78 días. Los periodos de

oviposición, y post-oviposición fueron 65 y 5 días, respectivamente (Janduí,

2003; citado por DEZA, 2017).

De Bortoli et al. (2006), citado por DEZA (2017), determinaron la

capacidad de depredación de larvas de C. externa en huevos de Diatraea

saccharalis y Anagasta kuehniella (Lepidoptera: Pyralidae), Sitrotoga cerealella

(Lepdidoptera: Gelechiidae) a 25 ± 2 °C y 75 ± 10% HR y 14 horas de fotofase;

El número total de huevos consumidos de D. saccharalis, A. kuehniella S.

cerealella por C. externa fue de 567,4; 1.553 y 930,6 respectivamente. La

duración del periodo larval y una viabilidad de larva-adulto en cantidades de

huevos consumidos de 9,51 días, 73% y 0.041 gr.; 9,02 días, 83% y 0,043 gr. y

9,37 días, 83,3% y 0,018 gr. para larvas alimentadas con D. saccharalis, A.

kuehniella y S. cerealella.

Giffoni et al. (2007), citado por DEZA (2017), estudiaron la biología de C.

externa alimentadas con Sitotroga cereallela, Aphis craccivora, Aphis nerii,

Thrips tabaci y Thrips cinnabarinus bajo condiciones de laboratorio controladas

(27 ± 2 °C y 60 ± 5% de humedad relativa) el resultado del estudio determinó el

estado larval fue 7,7 y 10,15 días para S. cerealella y A. craccivora


respectivamente; para el resto de presas el estado larval fue superior a 16 días

y no llegaron al estado de adulto. Solo para el caso de S. cerealella y A.

craccivora llegaron a adulto con un periodo pupal de 7,95 y 7,55 días

respectivamente. Indicando que las presas que permiten su desarrollo

completo hasta adulto son S. cerealella y A. craccivora; y no así para A. nerii,

T. tabaci y T. cinnabarinus la posible razón es que la planta hospedera tiene

sustancias tóxicas como es el caso de Nerium oleander que contiene alcaloides

y terpenoides causando problemas a los fitófagos.

Tavares et al. (2011), citado por DEZA (2017), evaluaron el desarrollo de

C. externa (Neuroptera: Chrysopidae) alimentados con 6 tipos de presas:

huevos recién ovipuestos, huevos de 1 día de edad, larvas recién

eclosionadas, larvas de 1 día de edad, larvas de 2 días de edad de Spodoptera

frugiperda (Lepidoptera: Noctuidae) y de huevos de 1 día de edad de Anagasta

kuehniella (Lepidoptera: Pyralidae) en condiciones de laboratorio. El número de

presa ofrecida varía con la etapa de desarrollo de C. externa y las presas

fueron renovadas cada 24 horas. C. externa alcanzó el estado adulto cuando

fueron alimentados con huevos recién ovipuestos, huevos de un día y larvas

recién eclosionadas de S. frugiperda y con huevos de un día de Anagasta

kuehniella la etapa larval duró los mismos días 9,9; 9,3; 9,7 y 9,3 días

respectivamente. No así las larvas alimentadas con larvas de 1 y 2 días de

edad de S. frugiperda donde solo llegan a sobrevivir al 1° estadio larval. El

menor tiempo transcurrido del estado de larva y de pupa fue cuando se les

alimento con larvas recién eclosionadas de S. frugiperda con 18,7 días.


Cuadro 4. Relación de capacidad de depredación de Chrysoperla externa

alimentada con diferentes presas.


III. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Materiales

 PDFs de investigaciones científicas.

 Artículos científicos

 Revistas científicas

 Tesis

 Trabajos de investigación

 Otras fuentes de internet.

3.2. Métodos

 Los datos y toda la información fueron reunidos investigando fuentes

disponibles de PDFs, artículos científicos, tesis y otras fuentes de

internet referentes a la crianza de Chrysoperla externa “crisopa verde”,

conocer su ciclo de vida, morfología, comportamiento y su distribución.

 Una vez recolectado toda la información mediante PDFs se procedió a

hacer una síntesis de todo lo relacionado a Chrysoperla externa

(Hagen), encontrando información de su ciclo biológico, morfología,

distribución, capacidad de predación e investigaciones sobre el

adecuado manejo a nivel de laboratorio para su producción masiva.


IV. CONCLUSIONES

1. La especie Chrysoperla externa constituye uno de los predatores

potencialmente más importantes para el control de plagas tales como

Spodoptera sp. (en maíz), S. eridania (alfalfa-papa), Palpita

quadrastigmalis (olivo), Heliothis zea (maíz), H. virescens (algodón) y

Laspeyresia pomonella (manzano). Así mismo es importante destacar que

son tolerantes a pesticidas comúnmente empleados (piretroides y

organofosforados) en los campos agrícolas. Además, destaca por su

amplia distribución, presencia de adultos a lo largo de todo el año y su

sencilla crianza bajo condiciones de laboratorio.

2. El ciclo biológico de C. externa en condiciones de laboratorio a 25°C y 78%

HR; las larvas fueron alimentadas con huevos de Sitotroga cerealella y los

adultos con miel, polen y agua (proporción 2:1:1) los resultados indican que

el período de incubación fue de 4,0 ± 0,5 días y el período larval de 4,03;

4,05 y 4,05 para cada estadio larval; período pupal de 12,0 ± 0,9 días,

período de preoviposición 6,0 ± 2,5 días, período de oviposición de 36,0 ±

3,7 días; longevidad fue de 31 y 49 días para machos y hembras

respectivamente.

3. Las hembras generalmente depositan sus huevecillos en forma individual

sostenidos por pedicelos hialinos adheridos a las hojas en un promedio de

15 huevos diarios y la capacidad de oviposición promedio es de 500

huevos por hembra.


4. La crianza de larvas es la etapa crítica en la producción masiva. El manejo

se ve dificultado por el acentuado canibalismo que presentan

especialmente las larvas jóvenes, las cuales se alimentan de huevos no

eclosionados, de otras larvas e incluso de adultos.

5. La crianza de adultos en laboratorios para su producción masiva es a base

de dietas semi-artificial y artificial. Para un normal apareamiento y

oviposición de estas especies se necesitan condiciones de oscuridad, ya

que la especie C. externa realiza las actividades biológicas en mención

entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana del día siguiente.

6. Con propósitos de biocontrol se debe mantener cierta cantidad de

predatores en stock para producir grandes cantidades en los momentos

menos esperados y ahorrar costos. Manteniendo las posturas bajo

condiciones de 10 °C de refrigeración, los huevos se pueden mantener

viables hasta 15 días sin alterar el ratio de mortalidad.

7. El costo de producción de hembras adultas para su liberación preventiva a

razón de 50 individuos por hectárea, equivale a $ 7. 00, una cantidad

módica comparada con el gasto por uso de pesticidas por hectárea.

8. Finalmente se concluye que existe preferencia de larvas de C. externa por

huevos y lavas de primer estadio de S. frugiperda, Heliothis zea (maíz),

Cydia pomonella (manzano), Palpita quadrastigmalis (olivo) y Sitotroga

cereallela sobre otras presas; aunque en caso de ausencia de ellas, los

áfidos son sus siguientes presas.


V. RECOMENDACIONES

1. Realizar crianzas masivas de Chrysoperla externa (Neuroptera:

Chrysopidae) y otros biocontroladores.

2. Desarrollar investigaciones que permitan demostrar la preferencia y

selección de presas por parte de las larvas de Chrysoperla externa a fin de

establecer el tipo de insecto que mejor es controlado por el predador para

recomendar su utilización en programas de control biológico de insectos

plaga de importancia agrícola.

3. En vista que los predadores como las larvas de Chrysoperla externa son

sensibles a ser afectados por la aplicación de insecticidas, se recomienda

desarrollar investigaciones que permitan establecer la influencia de la

aplicación de plaguicidas en la capacidad de predación de las larvas de

Chrysoperla externa en el control de insectos plagas de importancia

agrícola.

4. Difundir los estudios realizados sobre biocontroladores para el control de

plagas para minimizar el uso de plaguicidas.


VI. BIBLIOGRAFÍA

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Acta Zoológica Mexicana (n.s.). Xalapa, México. 24(2): 1-22.


VII. ANEXO

Figura 10: Invernadero

instalado en la Ciudad Universitaria - UNSCH, con plántulas de

Lactuca sativa para pruebas experimentales de respuesta funcional

y predación en Ayacucho.

Figura 11. Huevos y postura de C. externa puestos en forma individual

sostenidos por pedicelos hialinos adheridos a las hojas.


Figura 12. Cocón de Chrysoperla

externa.

Figura 13. Larva de Chrysoperla externa.

Figura 14. Adultos de Chrysoperla

externa posados en las hojas.

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