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Plagio

Copiar el trabajo de otra persona, robarse un proyecto y hacerlo pasar como propio.

1.- México acusa a Zara de plagiar diseños indígenas, la

Secretaría de Cultura envía una carta a la empresa española instándole a retribuir a “las

comunidades creadoras” por el uso de patrones y bordados oaxaqueños en uno de sus

vestidos.

El Gobierno mexicano continúa con su cruzada en defensa de

los derechos de propiedad intelectual de las comunidades indígenas. Louis Vuitton, Carolina

Herrera o la diseñadora francesa Isabel Marant ya han estado en el centro de la diana con

acusaciones de plagio y expolio cultural a las comunidades. Ahora el dedo señala a Zara, a

quien la Secretaría (Ministerio) de Cultura mexicano envió la semana pasada una carta con

motivo de un vestido de su última colección al estilo de los huipiles bordados a mano por las

artesanos indígenas mexicanos. La carta reclama a la multinacional española que explique

públicamente “con qué fundamentos se privatiza una propiedad colectiva”, cuyo origen “está

identificado en diversas comunidades oaxaqueñas”, así como “los beneficios que serán

retribuidos a las comunidades creadoras”.

La reclamación de México, que además de Inditex también ha

enviado esta semana cartas similares a las estadounidenses Anthropologie y Patowl, identifica

incluso el origen concreto del supuesto plagio: los patrones de la cultura mixteca del

municipio de San Juan Colorado, en el Estado occidental de Oaxaca, uno de los territorios

con mayor población indígena y una fuerte tradición artesana que, en muchas casos, se

convierte en la única salida económica que existe en las comunidades.


Los huipiles, en concreto, son tejidos a mano en un telar de

cintura y su elaboración puede tardar más de un mes. En el caso del vestido de Zara

denunciado, México reclama que se usan espuriamente símbolos relacionados con el centro

del universo, agua o veredas, “símbolos que se han transmitido e generación en generación y

se conservan la memoria de los pueblos mixtecos”.

No es la primera ocasión que México vive una polémica por la

utilización de diseños de pueblos indígenas en colecciones de moda. Hace dos años, Cultura

también envió una carta parecida a Carolina Herrera. El motivo de la discordia fue en este

caso los diseños de una sarapes que, según México, plagiaban un bordado proveniente de la

comunidad de Tenango de Doria (Hidalgo). En 2015, una túnica y una blusa de la francesa

Isabel Marant generaron muchas críticas en las redes sociales. Los diseños de las prendas

bebían de los utilizados por mujeres mixes del poblado de Santa María Tlahuitoltepec, en la

zona serrana de Oaxaca.

DAVID MARCIAL PÉREZ

Mexico - 31 MAY 2021 - 14:12 CDT

2.- La artista valenciana Rosa Torres ha escenificado este

miércoles en el Centre del Carme de Valencia la destrucción simbólica de casi 300 obras de

arte que le fueron plagiadas, una iniciativa con la que ha querido manifestar públicamente

que el plagio de obras de arte no debe quedar impune.

La creadora ha marcado las obras plagiadas con la palabra 'fake'

en rojo, en un acto con el que pone punto final a un proceso judicial que se ha extendido

durante más de diez años y tras el cual ha podido sacar de la circulación 300 obras, que le han

supuesto un agravio de cerca de un millón de euros.


Torres descubrió en 2008 el plagio de dos obras suyas que

colgaban de una clínica estética en Valencia e interpuso una denuncia por un delito contra la

propiedad intelectual, tras lo que se abrió una investigación que le ha llevado a localizar cerca

de 300 cuadros repartidos por las diferentes franquicias de esta clínica en toda España.

Después de una década, la sentencia ha reconocido el plagio y

ha permitido reunir las piezas para su destrucción, aunque no se ha podido determinar un

culpable ni obtener indemnización, al estar el autor de los cuadros en paradero desconocido y

ante la duda razonable de que el dueño de las clínicas conociese la obra de Rosa Torres.

EFEValencia11 nov. 2020

3.-  un cantante jamaicano denunció a Miley Cyrus por

copiarle una frase en la canción «We can't stop» y, aunque la estadounidense nunca ha

reconocido el plagio, ha preferido llegar a un acuerdo para evitar una multa

millonaria. Y es que en la actualidad, las lagunas legales en torno a este tema pueden

dejar vendido hasta al compositor más honesto.

Miley Cyrus - ABC

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