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La gestación subrogada (GS) es un tema muy controvertido que ha generado un acalorado

debate en todo el mundo. Para algunos, se trata de una práctica que viola los derechos de
la mujer y comercializa el cuerpo humano, mientras que para otros es una opción válida
para aquellas personas que desean tener hijos y no pueden hacerlo de manera natural.

Desde el punto de vista liberal, la GS es una cuestión fundamentalmente de libertad


individual que no daña a terceros, por lo que debe ser considerada como una opción
legítima para aquellos que deseen utilizarla. Con condiciones y límites, claro está, como
también sucede en los temas relacionados de la adopción y la fecundación in vitro.
¿También vamos a prohibir la adopción y la fecundación in vitro porque hay “tráfico” de
niños y se “mercantilizan” óvulos y espermatozoides? Especialmente incoherentes son
aquellos que defienden que las mujeres pueden hacer con su cuerpo lo que quieran y, por
tanto, abortar… ¡pero no gestar!

En el caso de España sólo se plantea que sea altruista y, contra lo que suelen proclamar
sus críticos, ya hay varias mujeres que han manifestado su voluntad de ayudar a otras
personas con un anhelo legítimo de tener hijos. Es cierto que la GS es una práctica que
puede plantear problemas éticos y legales. Sin embargo, estos problemas pueden ser
abordados y regulados adecuadamente sin tener que prohibir por completo esta práctica.
En lugar de limitar la libertad de aquellos que desean tener hijos mediante la GS, debemos
trabajar para crear un marco legal que proteja los derechos de todas las partes
involucradas.

El método del velo de ignorancia del filósofo liberal John Rawls es un buen instrumento para
resolver cuestiones éticas peliagudas, como la gestación subrogada, que desafían las
intuiciones morales innatas. Suponga que usted no puede tener hijos; suponga que alguien
puede donarle un óvulo y esperma; suponga también que puede haber alguien que se
ofrece a gestar en su lugar. Tendremos de esta manera una nueva familia ¿Cuál es el
problema? ¡Al fin y al cabo, Dios dijo “sed fecundos y multiplicaos”! Deberían avergonzarse
aquellos que con falacias e insultos hacen que los nacidos por GS se mantengan en el
anonimato como si hubiesen cometido un crimen.

La gestación subrogada no es una solución para todo el mundo, pero es una opción que
debería estar disponible para aquellos que la desean. Desde la ley del divorcio (1981) a la
ley de eutanasia (2021), pasando por ley del aborto (1985) y la ley de matrimonio
homosexual (2005), a las leyes liberales de ampliación de derechos civiles se van sumando
progresivamente conservadores y socialistas. Bienvenidos.

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