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EL ABORTO

(DIFERENTES POSICIONES)

En pocas palabras el aborto es la interrupción del embarazo, ya sea en forma

voluntaria o involuntaria. Pero detrás de esta fría y breve definición hay mucho

más que se debe analizar, desde el contexto en el que sucede, hasta su

razones, si hay peligro para la madre o el feto, o si es una decisión personal y

consciente de la mujer que se somete al procedimiento. El aborto siempre ha

sido un tema polémico y  motivo de debate entre quienes están en contra de su

legalización y quienes buscan se despenalice en los países en los que el

ordenamiento jurídico está en contra. Otra de las razones por las que la

discusión se acalora es el componente religioso que los devotos traen a la

mesa, invalidando las convicciones personales de quienes no creen en su

misma doctrina y quienes buscan el respeto a sus ideas y posiciones. Lo que el

aborto pone en evidencia es la imposibilidad de mantener un diálogo abierto y

respetuoso, porque para ambas partes la posición del otro es la inadecuada, y

encontrarse en un punto medio imposible.

A pesar de las dificultades, una especie de punto medio se ha conseguido en

algunos países donde el aborto es legal bajo algunas circunstancias

específicas, y solo en esos casos. Para quienes están a favor del aborto este

paso es insuficiente, porque borra de plano la posibilidad de la mujer de

escoger si quiere o no llevar a término un embarazo que no puede ser

interrumpido porque no cumple con los requisitos del estado (enfermedad para
el feto o la madre, violación). Para quienes están en contra sigue siendo una

concesión inconcebible, dado que sin importar las condiciones de la gestación,

de la madre o del feto, se busca llevar a termino un embarazo sin importar las

consecuencias.  

El argumento más utilizado para defender la práctica del aborto es el que

afirma que la mujer tiene el absoluto derecho de disponer sobre su cuerpo. La

libertad de cada persona es inviolable y por lo tanto, si la mujer no desea tener

un hijo aunque ya esté embarazada, el estado debería garantizarle ese

derecho y proveerle la atención necesaria para llevar a cabo el aborto. Hay que

pensar solamente en el caso de una madre de tres hijos que es cabeza de

familia, y que no tiene como sostener financieramente a un cuarto; o la mujer

que queda embarazada dentro de una relación abusiva y violenta y que no

quiere traer el mundo a un hijo que crezca en las mismas circunstancias; o

quien es muy joven aún para afrontar los retos de la maternidad y no cuenta

con la infraestructura económica ni el apoyo emocional para convertirse en

madre. Todos los casos anteriores son válidos. Pero no lo son para la ley de

muchos países. 

Por otro lado hay que ver las condiciones sociales de determinado país de

manera global y no en el caso específico de cada mujer. Países en vía de

desarrollo en donde hay miles de millones de personas atrapadas en ciclos de

pobreza e ignorancia, son también los ambientes más propicios para

embarazos indeseados. En esos mismos países hay clases más privilegiadas

en donde las mujeres cuentan con servicios de salud e infraestructura

económica para llevar a término un embarazo; pero estos son casos aislados.
Hay que buscar el bienestar global, y pensar en resolver las necesidades de los

más pobres, no satisfacer a los más ricos e influyentes. Abortos realizados en

clínicas ilegales y hospitales clandestinos son los que causan más muertes

entre mujeres en edad fértil; permitir el aborto sería, respetar la libertad de cada

mujer de disponer de su cuerpo, y proveer a la sociedad de una sistema de

salud respetuoso que ponga el bienestar de las mujeres como una prioridad. 

Otro argumento de quienes están a favor del aborto habla de que el embrión

fecundado, en la primera etapa del embarazo, aún no constituye un ser

humano, sino un conjunto de células y por tanto, al decidir interrumpir el

embarazo, en realidad no se está acabando con la vida de una persona. Aquí

la conversación adquiere niveles ontológicos porque se entra a debatir cuándo

comienza la vida y cuándo un ser humano se convierte en tal. Algunos países

permiten el aborto antes de las 12 semanas de gestación y otros países lo

permiten hasta más avanzado. 

En la otra cara de la moneda, quienes están en contra del aborto, en inglés

llamados pro-life, señalan que el principio a la vida es más importante que el

derecho de la mujer a disponer de su cuerpo, ya que se trata de proteger la

vida de un ser indefenso. Regresamos a la discusión de cuándo el feto es un

ser humano, pero sobretodo a poner sobre la mesa que los derechos de la

mujer están en las manos del estado. 

Por otro lado hay que preguntarse por qué los derechos de las mujeres,

sobretodo este tan íntimo y relevante, está en manos del estado. ¿Acaso los

hombres tienen que pedir permiso para hacer libre uso de su cuerpo? ¿Cuándo

se ha visto a un hombre demandando al estado para someterse a una


vasectomía? ¿No es, en alguna medida, un procedimiento que pone en peligro

la vida?. Los estándares con los que se tratan las necesidades de los hombres

y mujeres son diferentes, y moralmente escurridizos.

Para tomar un posición al respecto del aborto hay que, primero, informarse. El

aborto seguirá siendo un tema que siempre generará enfrentamientos entre la

sociedad, ya que va a crear una división entre sus detractores y sus

defensores. Pero hay que también pensar si no estamos muy entrados en la

historia como para tener que poner bajo el lente de aumento la vida privada de

las mujeres, sus opciones, sus preferencias y sus sueños. Los legisladores no

tienen derecho a decidir sobre lo que las mujeres quieran hacer respecto a un

embarazo, porque cada potencial niño que viene al mundo trae a sus espaldas

las consecuencias de las elecciones de sus padres. Si una madre considera

que no quiere traer el mundo a un niño por las razones que sean, hay que

escucharla y darle la oportunidad de que este proceso, doloroso y emotivo, se

haga en un ambiente respetuoso donde ella sienta que su voz cuenta. Así

mismo también hay que escuchar a la madre que, a pesar de los diagnósticos

médicos, quiere llevar a término un embarazo que se considera riesgoso. 

El punto clave de la discusión es darle, por fin, una la voz a las mujeres.

TOMADO DE: https://www.aboutespanol.com/ensayo-corto-sobre-el-aborto-

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