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LUNA

«...Imagina una noche de Luna Llena. Visualiza esa Luna que se eleva en el Cielo. Observá su
forma. Registrá la naturaleza de su luz. Andá sintiendo cómo esa luz te atrae, cómo esa luz te
eleva y te va llevando hacia la Luna. Déjate llevar. Entra en el campo de la luz de la Luna hasta
sentir que estás ahí, que estás caminando sobre la Luna. Visualizá las inmensas montañ as y
cráteres. Tocá la superficie lunar. Tratá de registrar qué te dice ese cuerpo tan antiguo. Ahora
vas a ir hacia una cadena de montañ as, y en la base de una de ellas vas a visualizar la entrada
de una gruta. Prepárate para entrar alli ́. Anda entrando. Vas a tocar las paredes de piedra con
las manos. Vas a sentir la rugosidad Sintiendo el ténue brillo plateado de la Luna, vas a ver
extraños si ́mbolos escritos sobre sus paredes, de una sabiduri ́a muy antigua, quizás la más
antigua. Vas a ir entrando en la gruta y viendo que es una escalera en caracol hacia abajo.
Anda descendiendo, tocando las paredes, registrando los antiqui ́simos si ́mbolos de una
sabiduri ́a desconocida y la luz plateada más abajo.
Finalmente vas a llegar a una inmensa gruta interior donde el brillo plateado es más intenso. Y
vas a ver que desde esa gruta cuelgan infinitos velos: velos blancos plateados o del color que
te aparezca. Anda acercándote a esos velos. Empezá a descorrerlos y a avanzar entre ellos. Vas
ver que hay cientos, miles de velos, muy suaves, que vos vas descorriendo. Sentí que has
avanzado mucho y que los velos están detrás y adelante tuyo. Cuanto más avanzas, más
empezas a vislumbrar una silueta del otro lado de los velos: es la silueta de una mujer.
Prepárate para descorrer el último velo y que aparezca ante ustedes la figura de la Madre, la
Madre de todos los seres. Hácelo. Deja que aparezca. Estás frente a la Madre de todos los
seres, la Madre de todo lo que existe. Trata de registrar los sentimientos, las reacciones.
Acércate a ella. Vas a ver que tiene un inmenso manto, y que ese manto es un manto viviente.
Ese manto está hecho de sustancia viviente y de él van surjiendo todos los seres que existen.
Toda la vida que puedas imaginar va surjiendo de ese manto de infinita fecundidad. Acércate
más aún a la Madre. Obsérvala; sentila. Trata en lo posible de abrazarla, de estar en sus brazos,
de registrar el abrazo y la protección de la Madre de todos los seres. Vas a sentir ahora que sos
la Madre de todos los seres y que tenes en brazos a una criatura más. Vas sentir el manto
viviente que te recubre. Vas a sentir cómo surje toda la vida de tu propia sustancia. Todo nace
de vos. Todo estuvo en vos y emerje. Todo nace de vos y se aleja para crecer. Sentite la Madre
de todos los seres y acúna a esa criatura que tenes en los brazos. Registra qué desea, qué
siente la Gran Madre. Vas a ver que ese ser que tenes en tus brazos, se aleja de vos para
crecer. Vas a dejar de ser la Gran Madre ahora para volver a ser quién sos, alejándote de ella
luego de haber estado con ella, de haber sido ella. Vas a volver a cruzar los velos hacia atrás.
Vas a regresar a la gruta de luz plateada. Vas a volver a subir por la escalera. Vas a llegar hasta
la superficie de la Luna, saliendo de la gruta. Vas a ver en el Cielo al planeta Tierra, muy azul,
enorme, flotando delante de tuyo. Vas a ver también al Sol brillando. Trata de sentir cómo la
luz del Sol te bañ a. Trata de quedarte muy erguida sobre la Luna, sintiendo la Tierra, sintiendo
la luz del Sol, inundada de Sol. Con esa energi ́a vas a ir regresando a la Tierra, a tu cuerpo, a tu
percepción habitual... Esa es la imagen para la energi ́a de la Luna ... ».
Mercurio

«...Mira como se aproxima a vos a alguien muy juvenil, sonriente, que se mueve dando
saltitos. No podes percibir exactamente de qué sexo es. Vas a ver que tiene alas en los piés.
Ese es Mercurio que te ha venido a buscar y te dice que tiene como misión llevarte a conocer
todas las cosas que vos desees. Anda con Mercurio, sentí que puede contestar a todas tus
preguntas, que sabe el nombre de todos los animales, de todos los objetos, de todas las
plantas, de todas las nubes. De todo lo que vos puedas imaginar, Mercurio conoce el nombre.
Anda con él. Podes preguntarle lo que quieras y vas a recibir todas las respuestas, todas las
informaciones necesarias. Todos los nombres que existen los tiene Mercurio. Hasta que en un
momento, te va a llevar hacia una construcción muy grande que desde lejos parece un templo.
Vas a entrar por una gran puerta a un inmenso salón y en el momento que entres vas a
escuchar cientos, miles de voces hablando en todos los idiomas posibles, gritando, riendo.
Trata de reproducir esa multitud de idiomas, esa multitud de voces. Vas a ver muchi ́simas
personas en ese inmenso salón. Cada persona va a estar detrás de un escaparate con objetos o
seres particulares, cada uno va a tener libros, instrumentos, joyas, alimentos, animales, y todo
lo que vos te imagines, y vas a estar intercambiando todo lo que tenes con lo que tienen otros.
Vas a ver cómo los objetos circulan entre todos los mercaderes que hay en ese gigantesco
salón. Vas a ver cómo todos discuten por el intercambio. Trata de registrar la multiplicidad de
cosas circulando y las infinitas voces e idiomas. Cuando esto sea muy abrumador, Mercurio te
va a volver a llamar y te va a llevar hacia una gran puerta que no habi ́as visto al principio. Esa
puerta dá a otro gran salón, pero en él sólo hay silencio. Vas a ver que en este gran salón de
silencio hay seres luminosos que irradian extrañas formas geométricas, como cristales de nieve
multicolores, y que parecen intercambiar y comunicarse estas formas vibrantes en silencio.
Trata de recrear este ambiente de silencio atravesado por los cristales de luz que se
intercambian. Nuevamente Mercurio te va a llamar y esta vez te va a llevar a afuera de los
grandes salones y te va a llevar volando hacia el Cielo. Te va a indicar una gigantesca escalera
en espiral que se eleva desde la Tierra hacia las estrellas. Trata de imaginarla. Es una escalera
en espiral, en caracol, que desde la Tierra se pierde entre las estrellas. Mercurio te va a llevar
al punto intermedio. Si miras hacia abajo vas a ver la Tierra desde la cuál nace la escalera. Si
miras hacia arriba vas a ver las infinitas estrellas en las cuáles se pierde. Ahora vas a ver que
desde abajo vienen subiendo los mercaderes, cada uno con sus objetos, con lo que teni ́an en
sus escaparates. Si miras hacia arriba vas a ver los seres luminosos, cada cual con sus formas
geométricas de luz, descendiendo por la escalera. Y alli ́ donde vos estás se produce la
inversión: los seres de luz con sus formas luminosas se transforman en mercaderes con objetos
concretos, y éstos se disuelven en seres de luz con formas luminosas. Trata de reproducir esta
transformación entre lo que asciende y lo que desciende. Trata de sentir que esta
transformación se produce en tu corazon, como si vos estuvieras sentada sobre la Tierra con la
cabeza entre las estrellas y la escalera en caracol fuera tu columna vertebral. Trata de percibir
el movimiento de ascenso y de descenso, y de transformación entre los niveles. Trata de
percibir cómo se produce la identidad, cómo se manifiesta la identidad entre lo que está arriba
y lo que está abajo, cómo circula lo que se divide entre arriba y abajo ... Esa es la imagen para
Mercurio ...»

Venus
«...Estás frente al mar, en una hermosa playa. Trata de sentir la vegetación a tus espaldas, de
sentirte moviéndote sobre la arena, escuchando el fragor de olas pequeñ as que rompen,
percibiendo el olor de la sal. Es el alba, el Sol apenas está despuntando. Trata de distinguir esa
luminosidad. Vas a ver que de las aguas, entre las olas, emerje alguien. Alguien camina en el
agua acercándose a la playa. Es una mujer, la mujer más hermosa que puedas imaginar.
Otórgale los atributos de belleza que vos desees, haciendo hincapié en la gracia de sus gestos,
en la armoni ́a, en la suavidad obsérvala mientras sale del agua y trata de registrar la armoni ́a
de sus gestos, la gracia. Y trata ahora de percibir el mundo como lo percibe Venus sentí y segui
escuchando cómo rompen las olas detrás de tuyo, el canto de las gaviotas y de los otros
pájaros, sentí la arena en tus piés descalzos, la brisa en el cuerpo desnudo. Trata de sentir, de
percibir, los perfumes de las flores. Mira el mundo, míralo como un mundo de belleza. Mira
cómo el cielo descansa sobre los árboles, cómo los pájaros parecen flotar. Mira cómo todo es
armoni ́a, cómo cada cosa está en su lugar. Vos te moves, tenes ganas de bailar suavemente
con el sonido de las olas, el canto de los pájaros. Entrégate a ese movimiento y sentí que todo
es perfecto, que todo es belleza, que no hay nada que temer. Mientras te vas alejando de la
playa vas a encontrar flores y un hermoso rosal. Vas acercándote al rosal y vas a tomar entre
tus manos el pimpollo de una rosa. Vas a ver, como en cámara lenta, cómo se va desplegando,
cómo se va abriendo ese capullo: primero se entre abre, muestra su interior y se despliega.
Sentí cómo va exhalando su perfume. Mira el movimiento del pimpollo convirtiéndose en rosa.
Sentí ahora que vos misma sos un pimpollo de con todos sus pétalos plegados y sentí el
impulso de manifestarte, de desplegarte. Hacelo. Abrite. Abrí todos tus pétalos. Abrite
completamente, hasta que toda la flor quede desplegada. Sentí ahora que exhalas perfume,
que vos misma sos perfume. Vos sos perfume que se desprende de la flor e impregna la
atmósfera, disolviéndote en el/a. Vos sos ese perfume que va alli ́ donde se lo necesita, donde
puede ser apreciado, juntándose con otros perfumes, flotando en el aire, formando parte del
paisaje imperceptiblemente, como un aspecto más del mundo ... Esa es la imagen para la
energi ́a de Venus ... ».

SOL

«...Visualiza un teatro con las butacas vaci ́as. Observa el escenario. Vas a ver que alli ́ hay
mucha gente. Están conversando, se escuchan sonidos de instrumentos separados. Alli ́ sobre
el escenario hay una orquesta, están los músicos de una orquesta. Trata de escuchar cómo
intentan afinar los instrumentos, los sonidos discordantes, las conversaciones, los
movimientos, la desorganización de esa escena. Hasta que, de pronto, todos callan, todo se
aquieta. Alguien ha subido al escenario: es la directora de orquesta. Trata de imaginar el porte
de esa persona. Tiene una energi ́a como para que todos los músicos se centren en ella. Trata
de conectarte con esa energi ́a cuando avanza, batuta en mano, hasta sentir que vos sos la
directora de la orquesta. Trata de registrar que vos sabes exactamente el sonido que tiene que
emanar de ese conjunto de personas e instrumentos. Vos tenes la energi ́a cómo para
convocarlos, provocarlos y conducirlos para que den lo mejor de si ́. Sabes que el teatro se ha
llenado, todos están pendientes de la ejecución. Vos sos la que va a conducir la ejecución.
Ubi ́cate, observa a los distintos músicos, y da la señ al para que comience la ejecución de la
música que hayas elegido. Trata de darte cuenta que ellos dependen de tu entusiasmo, de tu
energi ́a, de tu precisión. Registra cómo vos tenes que marcar el compás, el ritmo, acentuar los
tonos, hacer que algunos músicos callen y otros ejecuten. Hácelo. Senti cómo se escuchan
dentro de tu cuerpo, antes que surja la melodi ́a, lo que tiene que salir. Vos conducis con todo
el cuerpo, con tus movimientos. Trata de darte cuenta que sos capaz de escuchar a cada
instrumento por separado: al violi ́n, al oboe, el violoncelo, los timbales ... y, al mismo tiempo
que registras por separado, escuchas el conjunto. Sos capaz de ambas cosas, tenes que ser
capaz. Ahora anda preparando el final de la ejecución. Anda llegando al climax de la ejecución,
y luego al final. Date cuenta que todos están pendientes de tus movimientos, de tu energi ́a.
Ahora llegas a la conclusión, das la orden final. Podes escuchar el estruendo de los aplausos a
tus espaldas…
Ahora vas a ir cambiando de imagen, saliendo del teatro y descubriéndote en una plaza, a
pleno di ́a, con un sol muy radiante. Vas a registrar su brillo, su calor. Vas a darte cuenta cómo
el sol entra en la tierra a través de los árboles, de las plantas, cómo su energi ́a es fundamental
para la vida del planeta. Anda conectándote con esa fuente de vida imprescindible. No es
posible que el Sol no exista para que haya vida en la Tierra. Mientras te conectas con eso, vas a
dejar que un rayo de Sol te lleve hacia él. Vas a sentir que te trasladas en un rayo de Sol,
alejándote de la Tierra. Ves cómo ésta se empequeñece, cómo vas más allá de la Luna, más allá
de Venus. Vas sintiendo cómo se agiganta el cuerpo del Sol en el Cielo hasta ir apareciendo
como una inmensa bola de fuego, de energi ́a incandescente. Anda viendo cómo se agigantan
las enormes llamaradas que surjen del Sol. Podes percibir cada vez más de cerca la potencia de
esa energi ́a, el calor, la fuerza. No tengas miedo, vos sos de la misma naturaleza que el Sol. Vas
a ir entrando en la potencia creadora del fuego del Sol. Vos misma vas a sentir que sos el Sol,
que sos esa inmensa esfera de fuego incandescente que explota constantemente e irradia.
Senti la fuerza de su combustión, cómo irradias energi ́a, cómo lanzas las llamas de la radiación.
La luz, el calor, la vitalidad, brota de vos. Sos la fuente de luz, de calor, de vitalidad No sos nada
más que eso: un pulsar constante de energi ́a. Senti cómo su energi ́a llega a los distintos
planetas que giran alrededor tuyo. Vos sos la fuente de energi ́a de todo el sistema. En cada
planeta tu energi ́a provocará un efecto distinto, generará una vida diferente. Seguis
irradiando, sintiendo cómo giran los planetas a tu alrededor, cómo vos constituís la fuente y la
unidad del sistema. al mismo tiempo, percibí cómo más allá de vos hay centenares de miles de
millones de otros soles quemándose, generando, irradiando. Por toda la galaxia infinitas
fuentes ... Esa es la imagen para la energi ́a del Sol...».

Marte

«...Estas en la jungla. Es de di ́a. Senti el calor agobiante, la luz del sol a través de las grandes
hojas que van rozando mientras caminas. Escucha la algarabi ́a de los pájaros, los monos, el
ruido de los animales. Senti el suelo blando bajo los piés, senti cómo se hunde, escucha el
chasquido de las ramas. Vas a ver en un claro de la selva un movimiento en la vegetación, algo
se mueve alli ́. Vas a ver, abriéndote paso entre las grandes hojas, que surje ante vos un
enorme tigre que está buscando su presa. No tengas miedo, el tigre no puede percibirte.
Obsérvalo. Observa la majestuosidad y la fuerza de ese cuerpo, cómo son sus movimientos,
cómo se mueven sus músculos que podes distinguir debajo de la piel con sus colores
caracteri ́sticos. Observa cómo mira, observa los ojos del tigre que busca, con las Jauces
abiertas, con sus grandes colmillos. Acércate mucho más al tigre, hasta que puedas sentir su
olor salvaje, su olor a felino. Podes encontrarte con esa mirada penetrante. Senti la fiereza, el
peligro que encierra la fuerza de ese animal salvaje, indomable. Tócalo, vos podes hacerlo, vos
podes sentir los músculos del tigre, sentir su fuerza. Atrévete a hacerlo, hasta que vos misma
te vas a convertir en un tigre. Vos sos un tigre que tiene hambre. Senti el hambre del tigre. Ese
hambre debe ser satisfecho. Estás buscando una presa. Registra el alerta de tus sentidos, cómo
olfateas, cómo escuchas, cómo observas los más mi ́nimos movimientos, buscando el alimento.
Trata de sentir la fuerza de tu cuerpo, la agilidad, la potencia de tus garras, la fuerza que tenes
en las fauces, la musculatura. Date cuenta que te moves cómo un tigre buscando una presa.
Hasta que, de pronto, vas a detectar el olor de un animal y vas a buscar en la dirección en la
que viene ese olor. Vas mirar a través de la vegetación, y vas a ver la silueta de una gacela. Ese
es tu alimento. Vos tenes hambre y tenes que comer para vivir. Observa los movimientos de la
gacela con los ojos de tigre. Acércate más, hasta sentirte segura que la vas a atrapar, porque es
tu alimento. Y cuando estés segura abalánzate sobre la gacela, ruji con la potencia del tigre,
perseguila corriendo hasta saltar sobre ella, hasta derribarla de un zarpazo, hasta hincar sus
dientes en ella, y comer. Es tu alimento, es la vida que necesitas. Vos sos un tigre
alimentándose. Ahora vas a cambiar de imagen, Vas a observar en el desierto, entre las dunas,
con un sol quemante, a un guerrero montado sobre un caballo negro. Obsérvalo. Está mirando
hacia el horizonte, muy atento, esperando. Acércate al guerrero, registra su fuerza, su
decisión. Mira su espada, su escudo, mira su collar de dientes de tigre. Está vestido de rojo y
de negro, tiene un caballo negro, muy brioso, en constante movimiento, un movimiento que él
domina. Convertite en ese guerrero, sentite una guerrera montando y dominando un corcel
negro, muy brioso. Senti la fuerza de sus músculos y de su espada, senti cómo vos observas
sola en el horizonte esperando el momento de la lucha. Todos tus sentidos están concentrados
en esa espera. Hasta que vas a ver una polvareda en el horizonte, y vas a ver cómo se acerca
un grupo de jinetes. Entre esos jinetes hay una mujer que es prisionera. Vos debes salvarla,
debes rescatarla. Aunque ese grupo de jinetes te supera ampliamente en número, esta es tu
misión. Vos vas a dejar que se acerquen hasta el momento oportuno, y cuando estén muy
cerca vas a tomar la decisión de lanzarte al ataque. Vas a soltar la fuerza de tu caballo y vas a
gritar para intimidar al enemigo. Vas a desenvainar la espada. Sentis que vas a ir al choque, a
una lucha de vida o muerte. Lanza el caballo a todo galope y senti ahora cómo tu caballo
choca, topa contra los otros. Golpeas con la espada, sentis cómo golpeas, cómo heris, cómo
recibis golpes sobre el escudo. Es matar o morir. Vos luchas con todo el cuerpo, con toda la
fuerza, hasta que los enemigos van cayendo muertos y heridos, hasta que los últimos huyen.
Vos haz vencido. Tenes la sensación de la victoria cuando vas a liberar a la prisionera. Vos sos
la guerrera que ha vencido, que nadie puede vencer. Vos sos la guerrera que ha vencido otro
encuentro con la muerte ... Esa es la imagen para el planeta Marte ... ».

JÚPITER

«...Es de noche. Estás rodeada por la niebla en un descampado. No podes encontrar tu camino,
te extraviaste. Trata de registrar la sensación de que te extraviaste, te perdiste. Por más que
buscas a través de la niebla, sólo caminas en ci ́rculos y volves a encontrarte siempre en el
mismo lugar; ya no sabes por dónde seguir. De pronto, vas a ver una luz a través de la neblina:
alguien se acerca. Vas a ver que es un hombre de ojos muy azules que te va a tomar de la
mano y te va a guiar, te va a llevar a través de la niebla, hasta que aparezca otra vez el camino;
cuando esto haya sucedido, el hombre de ojos azules va a desaparecer, y vos vas a seguir sola.
Imagina ahora que estás escalando una montañ a de rocas muy agudas, en un camino
escarpado. Registra cómo trastabillas, cómo caes, cómo rodas montañ a abajo y vas cayendo,
hasta que una mano te aferra y te detiene en la cai ́da. Ves que otra vez el hombre de ojos muy
azules te ha rescatado, te va a levantar, y cuando estés otra vez repuesta va a desaparecer
nuevamente, dejándote sola. Imagina que esto a sucedido muchas veces, que te extraviaste,y
que has cai ́do muchas veces, y siempre apareció esa figura para guiarte en el momento
oportuno. Imagina que nuevamente estás en el campo, en una zona muy abierta, de noche, y
podes ver una gran casa, una mansión, a lo lejos, llena de luces. Si te acercas más vas a
escuchar música que proviene de la mansión, vas a escuchar risas, alegri ́a. Alli ́ hay mucha
gente. Vas a acercarte aún más y vas a observar a través de las ventanas de la mansión, los
salones muy amplios llenos de gente que ri ́e, que baila, que se divierte, gente contenta. Vas a
ver que hay mucha abundancia de comida y de bebida. Vas a sentir las ganas de entrar a esa
fiesta. Hácelo, entra a la mansión, sentate en medio de los participantes de la fiesta.
Obsérvalos en su alegri ́a, en su felicidad Hasta que, de pronto, vas a reconocer al hombre de
ojos muy azules en el centro del salón. Él también te va a reconocer y va a ir hacia vos; y
cuando se acerque con los brazos abiertos te va a decir: "¡Te estábamos esperando! ¡Esta
fiesta es para vós .. !", y te va a abrazar. Abrázalo, abraza a aquél que te ha rescatado en cada
momento, y luego se ha ido. Trata de sentir tu corazón latiendo con el corazón de Júpiter, en
un sólo latido, en ese abrazo. Ahora, vas a convertirte en Júpiter, vas a ser aquélla que
habiéndose extraviado, habiendo cai ́do, va a observar a alguien muy joven e inexperto que se
extravi ́a, que cae. Trata de registrar qué sentis al ver a alguien que no sabe encontrar su
camino, que camina en ci ́rculos, que se ha perdido. Trata de registrar que a vos también te
sucedió y que la vida te guió. Vos a guiar a esa persona fuera del peligro, para que después siga
su propio camino por su cuenta. Sentíteahora en tu casa, en la mansión de Júpiter. Sentí que tu
casa es amplia, es un lugar donde puede caber mucha gente, donde hay abundancia, donde
hay música y alegri ́a, donde todos pueden entrar y compartir. Sentí que ese es tu mundo, tu
amplio mundo, y mira cómo ti ́midamente entra esa persona joven e inexperta que vos
rescataste tantas veces. Senti la certeza de que lo estaban esperando y que esta fiesta era para
esa persona inexperta y joven. Abrázalo. Sentí otra vez al corazón de Júpiter latiendo junto a
otro corazón ... Esa es la imagen para la energi ́a de Júpiter ... »

Saturno

«...Imagina que vos estás recorriendo los grandes espacios de tu propiedad. Grandes jardines,
campos. Disfruta de tu espacio. Gózalo, recórrelo, sentite bien instalada en él, disfruta de su
belleza, de sus posibilidades. Hasta que vas a ver aparecer a una figura vestida de negro, con
una capucha negra, sin que puedas visualizar su rostro. Esa persona va a trazar una linea en el
suelo delante tuyo y, con una voz muy grave, te va a decir: "¡De aqui ́ no pasarás..!".
Trata de registrar la reacción que tenes ante esa figura y esa voz, ante el trazado de esa li ́nea y
el escuchar "¡De aqui ́ no pasarás .. ! Ahora, te vas a disponer a ir más allá de esa li ́nea, a
trasgredir la orden de la figura oscura. Cuando lo hagas, desde el suelo, desde la tierra, va a
comenzar a elevarse una pared, una pared hecha con la sustancia de Saturno. Imagi ́nala como
desees. Ves cómo esa pared se yergue cada vez más alta, inamovible. Intentas empujarla, pero
no se va a mover; intentas rodearla, y la pared va a comenzar a rodearte a vos. La sustancia de
Saturno va a crecer por detrás tuyo, por debajo tuyo y por arriba, haciendo un techo y un piso,
envolviéndote. Toca la sustancia de Saturno, sentí su presión, cómo va cerrando el espacio,
cómo vos intentas resistir esa presión, pero esa presión no admite resistencia y se hace cada
vez mayor. Sentí cómo se cierran cada vez más las paredes, el techo y el piso. Cuanto más
resistís, más parece endurecerse y potenciarse la sustancia de Saturno. Cuando ya no puedas
resistir, vas a abandonar la resistencia y vas a dejar que la sustancia de Saturno entre en tu
cuerpo, te invada, te penetre, hasta que forme parte de tu cuerpo. Trata de sentir cómo
desaparecen las paredes, el techo y el piso, cómo esa sustancia se ha incorporado. Trata de
registrar la actitud del cuerpo, la sensación de haber incorporado esa sustancia; cómo caminas,
cómo te sostenes. Vas a ver también que el paisaje ha cambiado: es de noche y hay un cielo
muy li ́mpido y lleno de estrellas, el piso está escarchado, lleno de nieve, y hace fri ́o. Vas a ver
hacia adelante cómo aparece un gigantesco castillo hecho de cristal y de hielo. Dale la forma a
ese castillo, la forma que desees, pero con cristal y hielo, todo transparente, con formas
geométricas muy marcadas, y muy fri ́o. Vas acercándote a ese castillo, vas a subir las
escalinatas, y vas a entrar a sus salones. Los salones son inmensos, de varios metros de alto,
transparentes, de hielo y cristal. Vas a ver que no hay adorno alguno: no hay cuadros ni
mobiliarios. Sólo hielo y cristal en perfectas formas geométricas. Recorre el castillo, escucha
cómo retumban tus pasos en la inmensidad de los salones. No hay nadie, vos sentis que no hay
nadie, caminas sola. Hasta que, tras mucho recorrer, vas a ver en una sala nuevamente al
hombre vestido de negro y con capucha, que te va a llamar hacia si ́. Cuando te acerques vas a
ver que está rodeado de relojes, balanzas, compases, escuadras, reglas. Vas a sentir
especialmente , la presencia de los relojes, vas a verlos y escucharlos: el tic-tac de cientos de
relojes, de miles de relojes. Trata de escucharlos y ver a Saturno alli ́. Él te va a pedir que te
acerques, y va a tomar tus medidas. Con un reloj muy especial va a medir el tiempo que te
corresponde y, luego, va a abrir un enorme libro y va a buscar en él el lugar que te
corresponde. Trata de percibir que sensación tenes mientras Saturno busca el lugar que vos
debes ocupar en el diseño del universo. Ahora, Saturno te va a llevar hacia ese lugar, escaleras
arriba, siempre de cristal y de hielo. Vas a ver a muchas personas ocupando lugares diferentes,
cada uno en su lugar, hasta que Saturno te va a llevar hacia un pasillo y una puerta y te va a
decir: "¡Este es tu lugar..” Al abrir la puerta vas a ver que es una habitación bastante sombri ́a
y sucia. Saturno te va a dar un trozo de carbón, un puñado de semillas y va a dejar con vos un
lobo, y te va decir: "Hasta que termines tu trabajo tendrás que quedarte en este lugar ..” . La
puerta se va a cerrar. Imagina ahora que vos sos Saturno, que vos sos esa persona vestida de
negro, encapuchada. Vos vivis en ese inmenso palacio de cristal y hielo. Escuchas
constantemente el tic-tac de los relojes. Podes abrir y leer el libro en el que está el diseñ o del
universo y el lugar para cada ser. Ves llegar cada tanto a una nueva persona. Trata de registrar
cómo los ves, cómo es visto Saturno, y qué sentis ante la reacción de los demás frente a
Saturno. Abrí el libro y busca en las páginas el lugar que le corresponde a esa persona, y llévala
a donde tiene que estar para que haga su trabajo, para que ocupe su lugar. Eso es lo que vos
haces… Esta es la imagen para Saturno ... ».

URANO

«...Imagina que estás en tu casa. Sentite en ella. Sentite rodeada por todos los elementos
conocidos de tu vida, por el afecto que depositaste en tu casa. Percibí la sensación de
seguridad y de identidad que te dá. Mira la foto de los seres queridos, de la propia historia.
Recoje los objetos. Sentíte cómoda. Ahí sos. Hasta que vas a pasar delante de un espejo y, con
mucha sorpresa, vas a descubrirte vestida de una manera muy peculiar. Esto es algo de lo que
no te habías dado cuenta antes. Estás vestida con ropas de colores y formas muy
extravagantes. En el momento que te ves en esa imágen, completamente diferente y extraña,
vas a darte cuenta que es la hora de irte, que es el momento de dejar tu casa. Te das cuenta
que solo podes llevar algunas muy pocas cosas, las más esenciales, haciendo un paquetito, un
pequelio envoltorio. Además, vas a llevar con vos una rosa, un diamante y un perro. Con las
cosas que hayas elegido, más estos tres últimos elementos, vas a salir de tu casa, vas a cerrar
la puerta con llave, y te vas a ir alejando. Cuando ya estés en la calle, más lejos, vas a mirar
hacia atrás y vas a mirar la llave, y te vas a dar cuenta que no vas a volver nunca más. Vas a
arrojar la llave muy lejos tuyo, donde ya no puedas encontrarla, y vas a seguir camino. No
sabes adonde vas. Vas a ir alejándote cada vez más de los lugares conocidos, como si a veces
apareciera un misterioso cartel con una flecha, que dice: "Hacia ninguna parte. .. ". Vos vas
hacia ninguna parte.
Imagínate que ya estás lejos de la ciudad, en el campo, en lugares que desconoces. No sabes
hacia dónde vas. De tanto en tanto, te vas a cruzar con otras personas, vestidas también de
manera muy extravagante, con una rosa, un diamante y un perro. Vas a compartir un trecho
del camino con esas personas. Vas a sentirte muy afin a ellas. En algún momento el camino se
va a separar, y vos seguirás hacia tu propio . “ninguna parte ...”. Vas a continuar siguiendo
esos carteles imaginarios, esas flechas, que te van a llevar hacia una montañ a. Vas a subir la
montañ a, que no es demasiado alta, y cuando estés en la cima vas a poder respirar el aire fri ́o
y estimulante de la montaña, vas a sentir el calor del Sol, y vas a observar desde muy lejos los
valles, las ciudades. Vas a hacer esto desde una gran distancia, y vas a darte cuenta que este es
el momento de volar. Atrévete a volar. Sentite volando, flotando en el aire, sobrevolando las
ciudades. y los campos, sintiéndote totalmente libre. Mira los pájaros pasar y a vos entre ellos.
Sentí las ganas de alejarte cada vez más: alejarte de la ciudad., alejarte de los campos, alejarte
también del planeta Tierra. Mira cómo se achica la Tierra, mira como se achica la Luna, y mira
cómo se achica todo los demás planetas. Mira cómo te estás alejando también del sistema
solar. El propio Sol se empequeñ ece. Vos seguís volando y ante vos van apareciendo mares de
estrellas en un espacio cada vez más amplio, más infinito. Sentí que no te quedas en ninguna
parte. Cada vez aparecen mundos nuevos, diferentes, atractivos. El espacio es cada vez mayor,
y vos te abrís en el espacio cada vez más infinito. Te estás alejando de la galaxia, de la Vi ́a
Láctea. Te estás alejando del Universo mismo para que aparezca otro Universo, y el espacio es
cada vez más amplio, más infinito. Y vos seguís, con la libertad de ir hacia ninguna parte. Sin
final. Hacia ninguna parte ... Esa es la imagen para la energía de Urano... »

Neptuno
«...Estás frente al mar, frente al océano. Escuchá el fragor de las olas, sentí como te salpica el
polvillo del agua que trae el viento salado. Trata de ver el gigantesco tamañ o de esas olas, vas
a verlas crecer cada vez más ante tus ojos. El color del mar va a ser predominantemente verde,
verde turquesa, y las olas se agigantan: mira su plasticidad, mira cómo se alzan, forman
cavernas y luego caen y rompen con estruendo. Vas a entrar en ese mar de olas gigantescas.
No tengas miedo, nada te va a suceder. Déjate llevar por esas enormes olas y sentí cómo, al
mismo tiempo, desaparece el fragor. Ya no hay sonido. Las olas se alzan enormes y luego caen,
llenas de espuma pero en silencio. Déjate llevar por ese oleaje, ascende en la ola y luego cae,
mientras sentis que el mar, el océano, te va arrastrando cada vez más lejos de la costa, hasta
que va a ir desapareciendo toda costa, todo barco, toda señ al. Sólo va a quedar el océano
infinito y vos ahí en el medio, en el silencio. Las aguas están ahora más calmas. Entrégate al
agua, percibí la enorme profundidad que tenes por debajo, cientos de metros, quizás miles, de
agua. Húndite en esa agua como si el cuerpo le perteneciera, y registra un remolino que
haciendo ci ́rculos te comienza a arrastrar hacia abajo, hacia el fondo del mar. Trata de no
resistir y entregarte, reconociendo que sos de la misma naturaleza que el mar y que podes
respirar perfectamente en él, como si el agua entrara y saliera de tu cuerpo. Anda hacia abajo
y comenzas a ver los maravillosos colores del fondo del mar, déjate rozar por los cardúmenes,
mira las algas, los corales, antiguas rocas y tesoros abandonados en el fondo. Escuchá los
extraños sonidos del fondo del mar. Seguís descendiendo hasta que, muy a lo lejos, vas a
divisar un brillo, un resplandor. Cuando te acerques vas a ver que en ese resplandor hay una
ciudad, una maravillosa ciudad que es la ciudad de los sueñ os, de tus sueñ os. Esa ciudad va a
tomar las formas que vos desees soñ ar, la forma de tu deseo. Anda entrando a la ciudad de los
sueñ os y anda permitiendo que todo tome la forma soñ ada por vos. En esta ciudad tus sueños
se manifiestan, se materializan. Genera las personas, los lugares, las situaciones de tus sueños.
Pero, mira cómo cuando queres tocarlos, cuando queres aferrarlos, esos sueñ os se
deshilachan, esas personas, esos lugares, se descomponen, y sólo te queda una extrañ a
sustancia pegajosa que es la sustancia de tus sueñ os. Sentí cómo esa sustancia te envolvío
completamente y esos sueñ os están pegados a vos, enredándote, hasta sentir que estás
completamente envuelta en la sustancia de los sueños, que es pegajosa, que se reproduce a si ́
misma y te envuelve, te enrieda. Cuanto más intentas sacártela de encima, más te va a
envolver. Hasta que, vos misma dejas de generarla. Y cuando esa sustancia desaparece,
también va a desaparecer la ciudad, va a desaparecer el mar, y vos te vas a sentir flotando en
el vaci ́o del Universo y del espacio. Vas a sentirte flotando en medio de las estrellas, con
grandes soles muy cercanos, y vas a sentir que vos sos ese espacio infinito y quieto en el que
nacen las estrellas. Sentí como si vos tuvieras un cuerpo infinito, como si te hubieras extendido
por todo el espacio, y todas las estrellas surjen dentro de tuyo. El Universo es dentro del
espacio que vos sos. Sentí la relación que tenes con todo lo que existe y que está dentro tuyo.
Vos sos ese espacio infinito, ese silencio que está más allá de todo. Todo sucede ahi ́ dentro ...
Esa es la imagen para la energía de Neptuno ...»

Plutón

«...Imagina que vos estás en una aldea construi ́da en la ladera de una montañ a. Esa es tu
aldea, ahí está tu casa, ahí está tu mundo, en la ladera de una montañ a. Trata de ver la casas,
los seres queridos, las personas que conocen de la comunidad. Movete en las tareas cotidianas
de la aldea, en un di ́a como cualquier otro, de trabajo, de alegri ́a. De pronto vas a sentir un
temblor, vas a sentir que la tierra tiembla bajo tus piés, que los objetos se mueven, las puertas
y ventanas se golpean. Vas a sentir un temblor aún más fuerte y vas a ver cómo se agrietan las
paredes y se desmoronan los techos. Vas a ver el terror en los rostros de tus compañ eros. Vas
a sentir también un gran estruendo, una explosión, y vas a ver cenizas que caen del cielo. Si
vos miras hacia arriba vas a ver que la montañ a en la que has construi ́do la aldea es un volcán,
y ese volcán ha entrado en erupción. Imagina las llamaradas intensas en la cima de la montañ a
y una densa nube de humo negro que se extiende mientras la tierra se agrieta y caen los
árboles, las casas, y todos huyen tratando de alejarse de la erupción. Vos no vas a huir. Vos vas
a hacer un camino inverso al de los demás: vos vas a caminar ascendiendo hacia el cráter del
volcán, vas a caminar entre las rocas que caen y las grietas que se abren en el suelo, vas a
caminar entre las chispas y las cenizas. Trata de sentir el gusto del humo, trata de sentir cada
vez más calor cuando más ascendes, ver cada vez más gigantescas llamaradas que salen de la
boca del volcán. Vos te acercas cada vez más al cráter, a ese mundo de fuego y explosión. Estás
llegando al cráter, estás al borde del mismo, y podes sentir ahí los temblores, las explosiones,
la potencia, el fuego, el humo. No tengas miedo, porque vos vas a ser de la misma naturaleza
del volcán y te vas a acercar cada vez más al cráter. Vas a mirar hacia adentro, hacia ese horno
gigantesco a través de las llamaradas, vas a ver en el fondo cómo la lava – ese fuego li ́quido-
pugna por subir, ese fuego que proviene del centro de la tierra. Vas a ir entrando al volcán, vas
a ir descendiendo por el cráter entre las explosiones y las llamas. Trata de ver las paredes
internas del volcán al rojo, sentir como se eleva la lava que trae los materiales fundidos desde
hace millones de años. Te vas a convertir en el volcán, sos un volcán en erupción. Sentí la
ancha base en la que estás apoyada, y sentí como asciende desde las profundidades lo más
antiguo. Todo está fundido ahí , y eso asciende y pugna por salir. Sentí como tiemblan las
paredes de ese volcán que sos, como lanzas el fuego y liberas toda tu potencia en la erupción.
Sentí y mira como se derrama el fuego li ́quido, la lava, por la ladera y destruye los árboles y los
restos de las construcciones. Todo queda devorado por la lava, por la explosión que se generó
en vos. Ahora vas a imaginar que no sólo ese volcán entró en erupción, sino que están
entrando en erupción todos los volcanes de la tierra, que la Tierra misma está liberando toda
la energi ́a que teni ́a guardada dentro de si ́. La Tierra misma explota, pierde suforma, se
convierte en miles de fragmentos, para que la energi ́a que teni ́a dentro de si ́ se suelte, se
libere. Al mismo tiempo, vas a ver que las estrellas en el cielo también están explotando,
también liberan su energi ́a. Todo el Universo está en explosión: ha terminado un ciclo y es el
momento que la energi ́a regrese a su origen a su libertad inicial. Trata de imaginar esta
gigantesca explosión y trata de imaginar como los fragmentos de materia lanzados al espacio
son atrai ́dos por un punto del Universo, como si todas las explosiones convergieran hacia un
mismo lugar, como si se fuera apagando la luz del Universo en llamas, como si la luz se fuera
absorbiendo, como si las explosiones se fueran absorbiendo junto con los fragmentos, todo en
una dirección. Sentí como todo va hacia un punto, como todo se reabsorbe, y el Universo se
vacía. Trata de sentir la succión de ese punto hacia el cual todo regresa, todo va. Sentí como va
desapareciendo la luz, como desaparece el sonido, la forma. Nada queda sino ese punto que
ha absorbido todo el Universo al fin del ciclo, y sentí que sos ese punto que todo lo absorbe,
que todo lo atrae hacia vos misma. Sentí cómo, en ese punto que sos, toda la sustancia que
estaba desplegada se reúne, se fusiona, se recombina. Nada queda igual.
Sos ese punto que todo lo concentra y está suspendido en el vacío. Ya no existe nada sino ese
punto en el vacío, mientras todo se funde en él. Hasta que vas a sentir que la intensidad de esa
absorción comienza a palpitar y vas a sentir que es la hora de liberar la energi ́a del punto
nuevamente. Vas a soltar nuevamente la energi ́a y el punto va a explotar, y otra vez la luz va a
invadir el cielo, junto a la materia y el sonido. Todo va a salir de vos, de ese punto, y se forman
galaxias, nuevas estrellas. A medida que la explosión se aleja del origen, partes de la explosión
se van enfriando y se forman planetas y soles. Y en cada nuevo planeta aparece la vida, otra
vida. Otro Universo ha nacido, otro ciclo ha comenzado, otra experiencia de la Creación está
en acto hasta el próximo final.. Esa es la imagen para la energía de Plutón ... »

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