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Este libro cuenta la historia de Heather Green, una joven que termina en Inovik Lake, un
pequeño pueblecito en Alaska. Heather está escapando de sus problemas, y es por esa
razón y gracias a un póster con un oso mirando a la cámara, termina mudándose a Alaska
a kilometros lejos de su casa. Esta chica tiene una bienvenida muy particular en el
pueblo, ya que de inmediato conoce a Caos, un perro que la amo desde el primer
momento. En Inovik Lake parece que casi todo el mundo la odia y quieren que se largue
inmediatamente de allí, o al menos es lo que siente ella, pero a medida que se van
pasando los días, Heather va haciendo algunas amistades, como con John y Seth.
Nilak es el otro personaje principal de esta historia, y la verdad es el chico más frío y
distante que Heather ha conocido. Alrededor de su persona ronda un misterio que todo el
mundo parece saber pero que nadie le cuenta a Heather.
La forma de escribir de Alice Kellen me ha encantado. En esta historia pasé por muchas
sensaciones. Es un libro donde tenemos una linda historia de amor y superación personal.
Puede que tenga algún que otro cliché como dice la sinopsis, lo del chico rudo y la chica
que escapa. Me ha encantado leerlos y ver cómo de a poco estos personajes van
evolucionando. Aunque a uno le cuesta más que al otro.
Para concluir, El día que dejó de nevar en Alaska es una novela preciosa y diferente que
nos habla de las segundas oportunidades que se nos presentan en la vida. Es una hermosa
historia de amor y superación personal, la lectura es fresca y ágil. La disfruté muchísimo.