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El proyecto de la presa Libertad en Monterrey, Nuevo León, representa un logro destacado

desde una perspectiva científica e hidráulica. Esta obra, iniciada en septiembre de 2020, está
diseñada para abordar desafíos hidro climáticos y de abastecimiento de agua en la región,
aportando soluciones basadas en principios fundamentales de la hidráulica y la ingeniería.
El cierre hidráulico realizado recientemente marca un paso crucial en la ejecución del
proyecto. Un cierre hidráulico implica la manipulación controlada de compuertas y válvulas
para regular el flujo de agua en una estructura hidráulica, como una presa. En este caso, el
cierre hidráulico llevado a cabo por el gobernador Samuel García Sepúlveda y Luis Carlos
Alatorre, director del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Comisión Nacional del Agua
(Conagua), permite iniciar la captación de agua en la presa Libertad. Esto se logra bajando
la compuerta, lo que permite acumular agua en el embalse y controlar su flujo en respuesta a
la demanda.
Desde una perspectiva científica, los avances en hidrología y modelado hidráulico son
esenciales en la planificación y diseño de una presa como la Libertad. La estimación precisa
de la capacidad de almacenamiento, la determinación de los niveles de agua en función de
las lluvias y la modelación de los posibles escenarios hidrológicos son aspectos clave en la
toma de decisiones informadas para la operación eficiente de la presa.
La obra ha alcanzado un avance del 72%, con trabajos pendientes en componentes cruciales
como el vertedor y la conexión al acueducto Cerro Prieto. El vertedor es una estructura
diseñada para liberar el exceso de agua en la presa y evitar el desbordamiento en caso de
lluvias intensas. Su diseño y construcción se basan en cálculos hidráulicos precisos para
garantizar su funcionamiento seguro y eficaz.
La relevancia hidráulica de la presa Libertad se refleja en su capacidad para almacenar y
suministrar agua de manera controlada. Una de las dimensiones más destacadas es su cortina,
con 52 metros de altura y mil 915 metros de longitud, convirtiéndola en la cortina más extensa
de América Latina. La elección de estas dimensiones se basa en análisis hidráulicos
detallados para maximizar la capacidad de almacenamiento y la eficiencia hidráulica de la
estructura.
En resumen, la presa Libertad en Monterrey encarna una aplicación ejemplar de los
principios científicos e hidráulicos en la ingeniería de recursos hídricos. Desde el cierre
hidráulico hasta la planificación hidrológica y el diseño estructural, cada aspecto del proyecto
se basa en un sólido fundamento científico y técnico. Esta obra no solo aborda desafíos
hidráulicos, sino que también demuestra cómo la ciencia y la ingeniería pueden trabajar en
conjunto para garantizar un suministro de agua seguro y sostenible para la región
metropolitana de Monterrey.

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