Está en la página 1de 5

Habilidades sociales del docente de Matemática

La actividad de enseñar matemáticas tiene un componente social, es una relación entre

personas. La relación entre el profesor y el alumno se basa en el propósito de la

apropiación de saber Matemática. Uno de los elementos relevantes en el trabajo del

profesor es la transposición de ese saber (CHEVALLARD,1986).

Además de éste existe otro elemento clave y que se refiere a las situaciones, ejercicios,

tareas o problemas que él puede planificar y proponer para el aprendizaje del alumno.

Las habilidades sociales son fundamentales para un docente de Matemáticas ya que le

permiten establecer una conexión efectiva con sus estudiantes y fomentar un ambiente

de aprendizaje positivo.

Comunicación efectiva

El docente debe ser capaz de transmitir de manera clara y comprensible

los conceptos matemáticos a sus estudiantes. Debe utilizar un lenguaje apropiado

y adaptarse al nivel de comprensión de cada estudiante. Esto implica evitar el

uso de un lenguaje excesivamente técnico o complicado y utilizar ejemplos

relevantes y comprensibles para los estudiantes.

También fomentar la participación activa de los estudiantes y fomentar el

diálogo en el aula. Los docentes deben alentar a los estudiantes a hacer

preguntas, plantear dudas y compartir sus propias ideas y estrategias

matemáticas. Esto crea un ambiente de aprendizaje interactivo y colaborativo, en

el que los estudiantes se sienten motivados y comprometidos.


Trabajo en equipo

Una habilidad esencial para un docente de Matemáticas implica

colaborar y comunicarse de manera efectiva con otros docentes, padres de

familia.

Es importante que los docentes trabajen juntos en la planificación de las

clases. Pueden discutir los objetivos de aprendizaje, diseñar actividades y

evaluar estrategias de enseñanza. Al colaborar en la planificación, los docentes

pueden asegurarse de que los contenidos se aborden de manera coherente,

secuencial, y también pueden adaptar la enseñanza para satisfacer las

necesidades individuales de los estudiantes.

Las bases teóricas del estudio pueden sintetizarse en la necesidad de la

formación docente como conocimiento práctico, esto es, un aprendizaje

experiencial y observacional en un contexto de trabajo colaborativo de docentes

en ejercicio y en las ricas directrices sobre la metodología para elaborar

Unidades Didácticas de Matemática (Callejo 1992).

Según Callejo el estudio se enfoca en la necesidad de que los docentes

adquieran conocimiento práctico mediante la experiencia y la observación en un

entorno colaborativo. Además, destaca la importancia de utilizar directrices

metodológicas al elaborar Unidades Didácticas de Matemáticas.

Fomento de la participación y el diálogo

El fomento de la participación y el diálogo en el aula de Matemáticas

crea un ambiente de aprendizaje interactivo y colaborativo. Al establecer un

ambiente seguro y respetuoso, hacer preguntas abiertas, promover el trabajo en


grupos pequeños y utilizar recursos interactivos, se fomenta la participación

activa de los estudiantes y se promueve el intercambio de ideas matemáticas. Al

valorar el error como parte del proceso de aprendizaje, escuchar activamente y

brindar retroalimentación, se fortalece el diálogo constructivo y se impulsa el

crecimiento matemático.

El fomento de la participación y el diálogo en el aula no solo mejora la

comprensión y el dominio de los conceptos matemáticos, sino que también

promueve habilidades de comunicación y colaboración, fundamentales para el

desarrollo integral.

Es importante crear un ambiente en el que los errores sean vistos como

oportunidades de aprendizaje. El docente puede alentar a los estudiantes a

compartir, discutir sus errores matemáticos, ayudarles a reflexionar sobre ellos y

corregirlos. Promoviendo el diálogo constructivo y una mentalidad de

crecimiento en los estudiantes.

El uso de tecnología y recursos interactivos, como aplicaciones, juegos o

pizarras interactivas, puede fomentar la participación y el diálogo en el aula de

matemáticas. Estas herramientas pueden involucrar a los estudiantes de manera

activa, permitiéndoles explorar y experimentar con conceptos matemáticos, y

facilitando la discusión y el intercambio de ideas.

Empatía

Implica comprender y responder a las emociones de los estudiantes. Al

reconocerlas, adaptar la enseñanza, escuchar y validar las preocupaciones,

brindar apoyo y construir relaciones de confianza, los docentes pueden crear un

ambiente de aprendizaje compasivo y favorable para el crecimiento.


Un docente empático es capaz de reconocer la frustración, la ansiedad o

la falta de confianza que pueden surgir al enfrentarse a problemas matemáticos.

Al ser consciente de estas emociones, el docente puede brindar el apoyo

adecuado y adaptar su enfoque para ayudar a los estudiantes a superar sus

desafíos emocionales y contribuye a construir relaciones sólidas y de confianza.

Un docente empático establece una conexión genuina con los estudiantes

muestra compasión, comprensión, crea un ambiente en el que los estudiantes se

sienten seguros al tomar riesgos y cometer errores. Esta confianza facilita la

participación y el aprendizaje efectivo de las Matemáticas.

En conjunto, estas habilidades sociales ayudan a los docentes de matemáticas a

establecer una conexión significativa, brindar apoyo individualizado, crear un ambiente

inclusivo y estimulante, y promover el amor y la comprensión de las Matemáticas.


Referencias
- Callejo, M. L. (1992). Orientaciones para la Elaboración de Unidades
Didácticas. Área de Matemáticas, Monografías nº 13. Documentos I.E.P.S.
- Charles, R. (2018). Comunicación efectiva en las aulas de matemáticas.
Springer.
- CHEVALLARD, Y. La Transposition didactique: du savoir savant au savoir
enseigné. Revue Francaise de Pédagogie, Paris, v. 76, n. 1, p. 89-91,1986.

También podría gustarte