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La Gaceta de ArgAtea

Año 1, Volumen 1 Diciembre de 2007


La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007

Índice

Editorial

• Ayer y Hoy. Por Cristina Ferreyra. Página 3.

Novedades en ArgAtea

• Un año de actividades. Página 4.

Artículos generales

• Razones por las que Dios no existe. Por Diego Romero y colaboradores. Página 5.

• La moral de los ateos. Por Emiliano Lleras. Página 17.

Actualidad

• Infalibilidad Papal. Por R.D. Anazasi. Página 19.

• Jaque al DIU. Por Emiliano Lleras. Página 19.

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007

Ayer y Hoy
Editorial de Cristina Ferreyra
Coordinadora de ArgAtea
ArgAtea se formó con un grupo de ateos que nos
propusimos dar función práctica a nuestro ateísmo y
agnosticismo, y que hasta ese momento nos
encontrábamos dispersos entre grupos escépticos,
racionalistas y humanistas, participando en los
propios blogs, en Cyberateos y en la querida
Federación Internacional de Ateos.
No fuimos ajenos a las urgencias de estos
tiempos, sentimos la necesidad del encuentro cara a
cara y de tener un espacio para los ateos en Argentina. Fue entonces que nos
decidimos en agosto de 2006, a buscar sin prisa pero sin pausa los recursos
para que ese espacio real y concreto fuera posible.
El café La Paz de la calle Corrientes da cuenta de nuestros encuentros y
des encuentros, sin embargo pudimos hacer nuestra primera asamblea para
discutir nuestro estatuto y fijar los objetivos.
Es emocionante comparar el hoy y el ayer de ArgAtea, ver como hoy
damos cuenta de la problemática del ateo en Argentina, su situación dentro de
una sociedad que se dice democrática pero no laicista, y también apreciar las
dificultades que van surgiendo desde el propio ateísmo al encontrarnos con un
espacio donde exponer la tradición atea que nos es propia pero que debemos
considerarla y criticarla desde el mismo ateísmo. Esa quizás sea la función más
importante de ArgAtea, la de reflexionar sobre nuestro propio ateísmo y lograr
su desarrollo.
Esta labor concreta e inmediata nos pone a prueba frente a la posición de
ciudadanos comunes. Pone a prueba la responsabilidad que nos toca, teniendo
tan solo el simple hecho de conocer, pensar, observar y razonar sin contar con
ninguna divinidad.
No somos antidioses ni rechazamos el pasado. Sí ponemos en debate la
metáfora religiosa cristalizada y conservadora, que obstaculiza y no permite
que la historia siga su curso.
Quizás la idea sea poner en movimiento el ateísmo para evitar que
nuestra sociedad se fosilice, adaptar a la cultura la función práctica para que de
cuenta de las diferencias y de la existencia de un estrato ateo dentro de un
marco de humanismo, de libertad de pensamiento y de respeto y
responsabilidad de los valores democráticos y de tolerancia.
También esta nuestro lugar en defensa de las libertades y los derechos
civiles y luchando por la implantación de los valores laicos en la sociedad
Argentina.
En espera que nuestra gaceta cumpla con mostrar nuestras acciones y
objetivos logrados, como que también sirva de referencia entre el antes y el
después de ArgAtea.

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007

Novedades en ArgAtea

A más de un año del inicio de las actividades de la Asociación son muchas


las novedades que se han producido, aquí hay un resumen de esas actividades
a la fecha de edición de este boletín.

• El 2 de febrero del 2007 se pone en línea nuestro sitio web


www.argatea.com.ar que sirve como repositorio de escritos y, también,
como nuestra ventana al mundo.
• Más tarde, cuando nuestro sitio web acumuló cierta cantidad de material
fue agregado a Wikipedia. Sin duda, una fuente de consulta importante
para quienes buscan información sobre ateísmo.
• ArgAtea fue agregada en www.richarddawkins.net gracias a las
gestiones de nuestra coordinadora. Ser parte de la red virtual del
reconocido ateo Richard Dawkins aumenta hoy significativamente
nuestra presencia en el mundo ateo.
• A principios de abril, pactamos la primera reunión con el objeto de
discutir nuestro estatuto fundacional, así como darle forma definitiva a
nuestros objetivos institucionales. Dicha reunión se llevó a cabo en el
café La Paz de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
• A solicitud del Plan Nacional de Derechos Humanos, una iniciativa de
Naciones Unidas, se nos requiere que elevemos un informe acerca de
los derechos humanos en Argentina desde nuestra perspectiva atea y
laicista. El informe fue redactado en su formato final por Cristina
Ferreyra y se entregó en el tiempo requerido. Está pendiente su
inclusión en el documento final de las Bases para un Plan Nacional de
Derechos Humanos.
• En septiembre del 2007 nos damos a la tarea de crear folletos de
divulgación, cuya redacción queda a cargo de Carmen Chase.
• El 31 de octubre del 2007 da una entrevista telefónica Diego Romero
para FM La Redonda de La Plata, en el programa “Arde la ciudad”,
conducido por Bebe Sanzo.
• El 6 de noviembre del 2007 dan una entrevista Cristina Ferreyra,
Rodrigo de Arzabe y Ariel Bellino para la Revista 23 sobre el tema de
apostasía y laicidad. La nota fue publicada el 22 de noviembre.
• El 14 de noviembre del 2007, Cristina Ferreira, Rodrigo de Arzabe y
Susana Tampieri dan una entrevista para el diario Página 12, sobre el
tema de la apostasía en Argentina, nota que se publicó el día 18 de
noviembre.
• El día 22 de noviembre respondimos favorablemente a una carta de
Atheist Alliance Internacional, mediante la cual nos solicitan que,
conjuntamente, iniciemos las relaciones institucionales entre ambas
organizaciones.

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Artículos generales
Los artículos presentados a continuación no representan necesariamente la opinión
oficial de ArgAtea sobre los temas tratados

Razones por las que Dios no existe

Por Diego Romero y colaboradores

Introducción

Existen diversas razones por las cuales las personas declaran creer en Dios, tan diversas
como creyentes hay. Pero estas explicaciones probablemente están dadas por
denominadores comunes que las sustentan o, para decirlo más claramente, conceptos
generadores, que se pueden traducir en: el anhelo de trascender más allá de la propia
existencia; el deseo de encontrar una causalidad en todo lo que resulta azaroso; el miedo a
los fenómenos desconocidos y/o la incapacidad para explicarlos racionalmente; la necesidad
de contar con un basamento moral; el deseo de pertenencia y el entorno sociocultural.
Sin embargo, lo que sucede con algunas personas que se declaran creyentes es que, lisa
y llanamente, jamás se han detenido a pensar si Dios existe o no. En ellas simplemente ha
primado la adopción de la tradición familiar, sin mediar un deseo expreso o un análisis a
conciencia de la base de sus creencias. Pero las hay otras que sí se animan a analizar el
problema de la existencia de Dios y, muchas de ellas, se convierten en ateas, y el ateo no es
ni más ni menos que la persona que niega la existencia de Dios.
El objeto del presente artículo es, entonces, el de ofrecer al lector algunas razones para
ser ateo, o dicho de otra forma, razones por las que Dios no existe. Estas razones se basan
en enunciados a favor de la inexistencia de Dios, no en enunciados que refuten la existencia
del mismo porque, normalmente, la carga de la prueba recae en quien hace la afirmación. Por
ende, es al creyente quien le corresponde la responsabilidad de demostrar que Dios existe, tal
y como él lo propone.
A menudo se ha dicho que no se puede demostrar una inexistencia, o que no se pueden
dar pruebas de que algo no existe. Tal cosa es cierta para las afirmaciones de carácter
general, pero el tema que ocupa este artículo no cae en tal categoría. Dios es un caso
particular, un concepto suficientemente bien definido como para sacar algunas conclusiones a
partir de dicho concepto. Probar la inexistencia de Dios va a contramano de lo que
generalmente se acepta como un hecho, pero que hasta ahora nadie ha podido demostrar
como cierto, es decir, que tal ser existe.

1. El problema del mal

La primera demostración está basada en la enunciada por Epicuro hace 2300 años atrás
y que comúnmente se llama "El Dilema de Epicuro". Éste dice así:

1.1.- El Dilema de Epicuro

1. Si Dios es todopoderoso puede eliminar el mal.


2. Si Dios es benevolente quiere eliminar el mal.
3. Si Dios es absolutamente benevolente entonces el mal no existe.
4. Pero el mal existe.
5. Si Dios no puede eliminar el mal, entonces es impotente.
6. Si Dios no quiere eliminar el mal, entonces es malvado.
7. Por lo tanto Dios no es todopoderoso o bien no es benevolente.

Hasta aquí el argumento no demuestra la inexistencia de Dios porque:

1. Dios podría ser efectivamente malvado o bien...


2. Dios podría ser efectivamente limitado en cuanto a su poder o bien...
3. Dios podría ser indiferente de nuestro sufrimiento.

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1.2.- Pasa a ser Dios indiferente

Si solo consideramos las dos primeras alternativas el problema quedaría sin resolver
debido a que Dios bueno y Dios todopoderoso son mutuamente excluyentes en función de la
existencia del mal y no es posible determinar cuál de los dos es el correcto. Por lo tanto
explotemos la tercer alternativa puesto que es una solución completa. Pero al considerar esta
alternativa nos lleva a una pregunta ¿qué tan indiferente es Dios?
Analizando la realidad del día a día podemos observar que hay gente que afirma que
Dios sí interviene en asuntos humanos, por ejemplo, respondiendo plegarias, pero al mismo
tiempo podemos ver que esas supuestas respuestas pueden ser explicadas sin recurrir a la
intervención divina como explicación o bien resultan ser conclusiones basadas en
razonamientos erróneos del tipo "pasó esto, luego pasó esto otro, por lo tanto lo primero es
causa de lo segundo" o más concretamente "me dolía la cabeza, recé a Dios y se me curó"
pero no queda claro que una cosa sea consecuencia de la otra, por ejemplo, el hablante
podría estar omitiendo que se tomó una aspirina, o ignorar que el dolor es cíclico para su caso
y así innumerables explicaciones alternativas.
Lo mismo podemos decir de los llamados "milagros". Los milagros son rompimientos del
orden natural, suspensión o violación de las leyes físicas o más comúnmente se definen como
"intervención divina directa". En el fondo cuando se dice que ocurrió un milagro no se está
estableciendo que ocurrió un fenómeno que implica la intervención divina (o la violación de las
leyes físicas) sino más bien se está adelantando una explicación para un fenómeno del cual
no podemos saber qué lo provocó. La estructura es como sigue:

1. Ocurrió tal fenómeno.


2. Me parece extraordinario.
3. No le encuentro explicación natural o racional.
4. Por lo tanto fue Dios.

El fenómeno mencionado en 1 no tiene que ser un fenómeno real, basta que el hablante
lo considere como tal, eso no tiene importancia para el argumento comentado aquí porque
haya ocurrido realmente un fenómeno o haya sido imaginario, lo que importa de cara al
argumento es que se afirme que ese fenómeno fue un milagro.
Cuando hablamos de "milagro" estamos admitiendo nuestra ignorancia, en realidad no
sabemos qué sucedió porque no contamos con todos los datos, porque nuestros sentidos no
son perfectos, porque los conocimientos científicos no son completos. Recurrir a la
intervención divina como explicación es más bien una conclusión precipitada, un placebo para
dejarnos tranquilos a nosotros mismos.
¿Qué nos dice esto de cara a la alternativa 3 enunciada más arriba? Que Dios, de existir,
no interviene en ningún asunto humano ni de la naturaleza. En otras palabras Dios podría
haber creado el Universo, podría haberlo puesto a funcionar, estableciendo sus leyes y luego
dejarlo progresar por sí mismo. Esta idea no es extraña, la sostienen los deístas. Los deístas
son creyentes en la existencia de Dios solo como agente iniciador del Universo y nada más.
Ésta idea puede ser rastreada en la historia hasta Aristóteles, no es nueva y ciertamente tuvo
mucho auge durante el período histórico llamado "Ilustración" (finales del siglo XVIII) con
Thomas Paine a la cabeza.

1.3.- Se elimina por parsimonia

Ahora bien, un Dios tal como el deísta resulta en una hipótesis indemostrable, esto quiere
decir que la sola proposición de la hipótesis lleva en sí misma la imposibilidad de ser
demostrada ¿cómo podemos demostrar empíricamente un hecho que no se puede reproducir
o bien no puede ser corroborado en sus efectos debido a que por sí mismo no deja rastros y
es por definición irreproducible? No podemos traer a Dios y obligarle a crear universos de la
misma forma que supuestamente lo hizo con el nuestro. No podemos obligar a Dios a
intervenir en el Universo porque eso resulta en la violación directa de la hipótesis planteada.
Por lo tanto se descarta la hipótesis recurriendo al Principio de Parsimonia el cual se usa
para eliminar hipótesis que introducen entidades que no se pueden explicar. En otras palabras
Dios deísta o Dios absolutamente indiferente es una explicación que no explica nada.
Por lo tanto la conclusión más racional que estamos obligados a adoptar por fuerza de la
razón es que Dios efectivamente no existe. Si tomamos esta conclusión como una hipótesis a

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considerar vemos que encaja bien con lo observado hasta ahora: el mal puede existir sin
problemas ya que no hay nada que lo impida, las plegarias no son respondidas por nadie lo
que implica que aquellas que se aseguran sí lo fueron, se deben atribuir a otras causas más
terrenales, no existen "milagros", simplemente no sabemos qué ocurrió, lo que nos impulsa a
seguir investigando hasta encontrar las causas naturales de esos fenómenos.

2. La existencia del Universo

2.1.- El problema de la complejidad del Universo

El ser humano tiene capacidad de asombro. Cuando miramos una noche estrellada,
vemos cómo crece la cosecha en los campos, observamos un prístino paisaje, etc. esas
cosas nos provocan asombro. Es perfectamente natural que desde tiempos remotos el ser
humano se haya hecho la pregunta ¿cómo es posible que estas cosas asombrosas existan?
De allí que se asegure que el Universo es complejo, es una cosa intrincada, difícil de
entender, a veces parece ser llanamente ininteligible; algunos han ido un poco más allá
proponiendo la siguiente explicación para la complejidad del Universo: alguien tuvo que
haberlo hecho.

2.2.- Eliminación de hipótesis explicativas

El teísmo resuelve el problema de la existencia del universo mediante este aforismo: El


Universo es complejo, no pudo hacerse solo, no pudo salir de la nada, alguien tuvo que
haberlo creado, ese alguien es Dios. Como se puede apreciar, este intento de explicación
trata de eliminar dos hipótesis, el Universo no puede hacerse a sí mismo y no puede salir de
la nada.

2.3.- De la nada

Para negar que el Universo haya salido de la nada se utiliza el principio que dice "de la
nada, nada sale" ("ex nihilo nihil fit" en latín) el cual parece muy evidente a simple vista.
Sin embargo si analizamos detenidamente este principio encontramos varios problemas:
La frase "de la nada" supone que "la nada" puede ser algún tipo de origen causal, es
decir, que puede ser causa de algo (como cuando decimos "la luz sale de la lámpara"), o bien
que "la nada" es un posible lugar del que salgan cosas (como cuando decimos "los pasajeros
salen del aeropuerto"). ¿Pero alguna de estas cosas tiene sentido? "La nada" quiere decir
"ausencia de toda cosa", por lo tanto ni es origen causal ni es un lugar. Entonces no podemos
tomar literalmente la frase; "De la nada" es una frase que no tiene sentido. Simplemente
carece de significado.
Pero supongamos que sí lo tiene. ¿Cómo saber si efectivamente de la nada, nada sale?
Atendamos a la definición de "nada": ausencia de toda cosa, esto indica que "la nada" es un
estado, ¡un estado que nunca ha sido observado!, por lo tanto no podemos saber si ese
principio es verdadero o falso. No es que sea falso, es que no se puede evaluar ni por sí ni
por no. Nadie ha aislado alguna vez un poco de "nada" para poder experimentar con ella, no
sabemos si efectivamente de la nada, nada sale o si a veces sale algo o si todo sale de la
nada. Simplemente no sabemos.
En este punto le podemos dar la derecha a los teístas y decir que "la nada" no es
explicación para la existencia del Universo, precisamente porque "la nada" no es explicación
de... bueno... ¡nada!

2.4.- De Dios

Dios parece resolver el problema de la existencia del Universo porque se asume que algo
complejo debe ser obra de un ser inteligente. Veamos hasta donde nos lleva esta asunción.
Si algo complejo debe ser obra (creación) de un ser inteligente entonces ese ser debe
ser, por fuerza el propio argumento, tanto o más complejo que la obra creada por él. Por lo
tanto Dios debe ser igual o más complejo que el propio Universo ¿es ésta una buena
explicación?

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No la es. Al contrario, es una muy mala explicación. Porque en el fondo traslada el
problema más lejos. Resuelve un problema para volver a crearlo en otra parte, con la
salvedad de que con Dios está fuera de nuestro alcance. Al menos el Universo está aquí,
podemos extraerle información directamente, cosa que no sucede con Dios.
Hay otra forma de ver por qué Dios es una mala explicación para el Universo. Es
recurriendo al Principio de Parsimonia otra vez, el cual, recordemos dice así: dadas dos
hipótesis mutuamente excluyentes entre sí (esto quiere decir que si una es correcta, la otra no
lo es y viceversa), tales que explican la misma cantidad de hechos, se admitirá como correcta
la "menos compleja". Una hipótesis es menos compleja que otra si supone o exige menos
elementos y relaciones nuevas para explicar un fenómeno. Este principio lo usamos todos,
aunque sea intuitivamente. Por ejemplo, la policía al resolver un asesinato no se molesta en
investigar si el asesino pudo ser un extraterrestre venido de Alfa Centauro porque esa
hipótesis requiere demostrar primero que realmente existen alfacentaurinos en primer lugar,
es decir, esa hipótesis es más compleja que decir simplemente que el asesino pudo ser una
persona de la Tierra.
La razón para introducir la hipótesis teísta es la negativa a aceptar que las cosas "se
hacen a sí mismas". Aceptado esto el teísmo afirma que el Universo lo creó Dios. Ahora bien,
si nos negamos a aceptar que las cosas pueden hacerse a sí mismas, la pregunta obligada es
¿de dónde salió Dios?
Teniendo presente el Principio de Parsimonia comparamos dos hipótesis excluyentes
entre sí:
A: Dios existe y creó el Universo.
B: El Universo se hizo a sí mismo.
A explica lo mismo que B, ambos dan cuenta de la existencia del Universo. A introduce
un nuevo elemento (Dios) y una nueva relación (crear). B no introduce nada nuevo. Por lo
tanto A es más compleja que B, aplicando el Principio de Parsimonia debemos aceptar que la
hipótesis B es mejor explicación que la hipótesis A.

2.5.- De algo que no es Dios

Ahora bien, supongamos que no partimos de la asunción dicha en la sección anterior, es


decir, no asumimos que "algo complejo debe ser obra de un ser inteligente". Consideremos la
contraria para no caer en el mismo problema de antes. Digamos que la complejidad del
Universo sí puede ser producto de algo menos complejo o directamente de algo muy simple.
Irónicamente esta es una hipótesis que está considerando la ciencia ahora mismo; ésta
hipótesis nos la sugieren muchos descubrimientos que hemos hecho a lo largo de la
observación de la naturaleza, me refiero a la Selección Natural.
Por el momento no sabemos qué puede ser y de hecho no estamos seguros de si el
Universo efectivamente viene de algo, como se discutirá más adelante en este artículo. Antes
que eso, vamos a tratar otro tema referente al problema de la complejidad del Universo.

2.6.- No existe tal problema

Comenzamos esta demostración exponiendo que la existencia del Universo requiere una
explicación y esa explicación debe dar cuenta de la complejidad del Universo que nos causa
asombro. Pero ¿realmente el Universo es complejo?
Analicemos lo que observamos en el Universo, comenzando con cosas cotidianas,
digamos, una ciudad. Ciertamente una ciudad es una entidad bastante compleja con todas
sus construcciones, calles, cables, tráfico y polución :D. Bien pero si la observamos más
detenidamente veremos que las construcciones en su mayoría no son más que "pilas de
ladrillos amontonados", es decir, una casa cualquiera es un conjunto de paredes, las paredes
a su vez son ladrillos puestos unos encima de otros; así podemos continuar con cada cosa
que encontremos en una ciudad, al final llegaremos a la conclusión de que las cosas
complejas están hechas de cosas más simples.
Bien, de acuerdo, se puede objetar que el ejemplo se basa en algo claramente hecho por
la mano del hombre. Sin embargo las cosas naturales también pueden ser reducidas a cosas
más simples. El ladrillo del ejemplo está compuesto por una intrincada estructura de
moléculas y las moléculas están compuestas por átomos. Si bien se pueden fabricar infinidad
de tipos de ladrillos, solo se pueden hacer con una cantidad limitada de tipos de moléculas, y

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las moléculas solo pueden formarse usando no más de 92 tipos de átomos naturales que a su
vez están formados con solo tres tipos de partículas (protones, neutrones y electrones, para la
materia bariónica al menos...), que a su vez están relacionados entre sí por solo cuatro
fuerzas fundamentales. Todo esto nos dice que todo en el Universo está hecho de cosas
simples y cuanto más investigamos las cosas más simples las encontramos. Esto a su vez
nos sugiere que quizá el Universo mismo haya salido de algo muy simple. Es cierto que hay
que tener cuidado con esta línea de pensamiento pues corremos el riesgo de cometer un
grave error (cometer la falacia de "el todo por las partes") pero hasta ahora no nos ha sido
contraproducente, sino todo lo contrario, nos ha sido muy útil.
¿Y qué tiene que ver esto con Dios? Pues si resulta cierta la idea de que el Universo en
última instancia es muy simple y que la complejidad que vemos en él no es más que la
acumulación de cosas simples, Dios no puede existir tal y como lo propone el teísmo que por
definición es muy complejo, ya que ese Dios es inteligente, tiene voluntad, responde
plegarias, nos dicta leyes, escribe libros y hasta tiene hijos. Nada de eso es lo que nos
sugiere la aparente complejidad del Universo.

3. El problema de la creación

3.1.- Qué queremos decir cuando decimos lo que decimos

Pocas veces nos detenemos a pensar acerca de las implicaciones que traen algunos
conceptos que usamos en la vida diaria. Esto no supone ningún problema grave en muestras
actividades cotidianas donde la falta de precisión en la comunicación de ideas está
compensada por nuestra capacidad natural de completar lo que falta analizando el contexto
de la comunicación. Una capacidad que el ser humano ha desarrollado precisamente gracias
a que podemos transmitirnos ideas complejas y comprenderlas. Este proceso de
retroalimentación donde la capacidad de comprensión de ideas complejas se usa a su vez
para comunicar esas ideas y viceversa.
En otros ámbitos donde la precisión en la comunicación de ideas se hace importante,
incluso fundamental, el significado de los conceptos se vuelve a su vez muy importante. Es el
caso de las ciencias que muchas veces prescinde del lenguaje natural sustituyéndolo por el
menos ambiguo y más preciso lenguaje matemático, así mismo la filosofía pone mucho
énfasis en el significado de las palabras cuando se transmiten ideas filosóficas, precisamente
porque se estudian las implicaciones que esas ideas pueden tener.
Se hace necesario de esta manera saber lo más exactamente posible de qué estamos
hablando cuando hablamos. Para ello se han inventado los diccionarios de la lengua los
cuales son un compendio de los significados comúnmente aceptados en el uso diario.
El tema que nos ocupa aquí en este artículo es la existencia de Dios. Hasta ahora no
hemos dado una definición de Dios confiando en que el lector entiende de qué hablamos
cuando hablamos de Dios, pero ¿se ha detenido a pensar el lector en el significado de la
palabra "Dios"?, el diccionario lo define como "ser que en las religiones monoteístas es
considerado el hacedor del universo". Ciertamente en ese significado hay conceptos que ya
hemos usado y analizado en este artículo, el lector podrá detenerse a pensar sobre este
significado y determinar si está de acuerdo con él. Los diccionarios tratan de reflejar el uso
más común de las palabras, esto no quiere decir que el diccionario hace el significado sino
que solamente pone con palabras lo que el común de la gente entiende cuando oye o lee esa
palabra en particular. El significado se lo da el uso, no el diccionario.
Una persona monoteísta estará muy de acuerdo con el significado de Dios reflejado en el
diccionario, pensará que sí, que Dios es el hacedor del universo, entre otras cosas,
dependiendo de su creencia particular, pero no cabe dudas de que todos entendemos que
Dios es el creador, el que hizo el Universo.
¿Implica esto que Dios efectivamente hizo el Universo, que es su creador? No, no
exactamente. Solamente indica que si en el futuro nos topamos con un ser que resulta ser el
creador del universo ese es Dios, de la misma manera que si nos topamos con un animal muy
similar a un caballo y que tiene un cuerno de oro en la frente, a ese animal lo podemos llamar
"unicornio".

3.2.- El Dios creador

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Una cosa que podemos decir de Dios es que se trata de un agente creador, más
precisamente es el agente creador del Universo. Independientemente de qué otras
características le otorguen los teístas a Dios es necesario que Dios sea ese agente creador
del Universo para que podamos llamarle "Dios".
Es fácilmente comprensible que un creador es distinto de su creación, de tal manera que
un pintor que crear una obra pictórica, es absurdo decir que la pintura es el pintor, y hay
muchos más ejemplos de esto.
Tenemos por lo tanto dos entidades separadas, Dios y el Universo, siendo Dios el agente
creador del Universo. Así lo entienden los teístas y así está reflejado en el significado de la
palabra "Dios" en el diccionario.
Por otro lado una de las cosas que hacen al Universo ser precisamente el Universo es
que el Universo incluye al Tiempo, además del espacio y todas las cosas ya mencionadas en
la sección anterior. Esto lo sabemos, entre otras cosas, porque nos lo dice la ciencia pero
aunque prescindamos de sus descubrimientos usando solo la razón podemos concluir que sin
Tiempo no hay Universo. El Universo con todas sus cosas no tiene sentido si no se incluye al
Tiempo dentro de él. Los eventos no ocurrirían, por lo tanto no habría procesos y por lo tanto
no se formarían galaxias, estrellas, planetas y nosotros mismos en uno de ellos.

3.3.- El problema de crear el tiempo

Al darnos cuenta de este hecho, es decir, que el Universo incluye el Tiempo como parte
constitutiva y fundamental del Universo encontramos también que el acto de crear, como toda
acción, transcurre en el tiempo, esto se debe a que crear es una acción y una acción se
identifica precisamente como aquello que ocurre en el tiempo, en otras palabras, para que
ocurra una acción es condición necesaria que el tiempo exista.
De lo anterior se deriva que Dios, creador del Universo, tiene que haber creado el Tiempo
también. ¿Pero es esto posible?

3.4.- Dios no puede crear

Dios es el creador del Universo, por lo tanto ejecutó una acción, la de crear. Pero el
Universo incluye al Tiempo, como hemos visto antes, por lo tanto Dios creó también el
Tiempo, pero si lo creó, quiere decir que antes no existía el Tiempo, de hecho, no podemos
admitir que hubo un momento anterior a la creación del Tiempo porque justamente no existe
el Tiempo al cual unir ese "momento anterior". Es como tratar de ir al Polo Sur desde un lugar
más al sur que el Polo Sur, tal lugar no existe ni puede existir, de la misma manera, no se
puede encontrar un momento anterior al tiempo mismo.
Nos encontramos ante un absurdo. Dios ejecuta una acción donde no hay Tiempo, lo cual
es imposible de hacer, por las razones vistas más arriba.
Por lo tanto Dios no puede existir.
El amable lector creerá ver una aparente contradicción en lo que acaba de leer: ¿cómo
es posible entonces que Dios sea el creador del Tiempo y a la vez no poder ser el creador del
Tiempo? La contradicción es aparente, y aparenta serlo porque se tiende a pensar que una
definición es una afirmación cuando en realidad no lo es. Primero me remito a lo ya expuesto
más arriba cuando hablamos acerca de lo queremos decir cuando decimos lo que decimos.
Las definiciones no son asertos, no son cosas que se afirman, son convenciones,
descripciones que permiten identificar conceptos, a veces esos conceptos tienen un referente
real, a veces imaginario.
Para entender mejor la diferencia entre una definición y una afirmación voy a poner un
ejemplo. Un jefe le dice a su secretario que le traiga "el archivo 22 de la gaveta", ésta frase
define un objeto particular, se trata de un archivo con el número 22 que está en la gaveta, no
es el archivo número 21, no es el archivo número 23, es exactamente aquél archivo que está
identificado con el número 22 y además está en la gaveta. Ahora bien supongamos que el
secretario, que conoce la oficina, se encuentra con el siguiente problema: los archivos en la
gaveta no están numerados, de hecho están ordenados por nombres que no incluyen
números. ¿Significa esto el jefe hizo una afirmación errónea?, no, puesto que él no afirmó que
tal archivo existe, lo que ha ocurrido es que el jefe definió un objeto que no existe ni puede
existir. Dadas las circunstancias del ejemplo es imposible que exista un archivo tal que esté
en la gaveta y lleve el número 22, pero es perfectamente posible definir un objeto así.

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De forma similar es perfectamente posible definir un ser cuya característica sea la de
hacedor del Universo y luego demostrar que un ser así no existe ni puede existir. Eso es
exactamente lo que acabo de hacer. Uno (cualquiera) puede definir lo que quiera de la forma
que desee, pero eso no quiere decir que la cosa así definida exista realmente.
Por eso no hay tal contradicción en el argumento presentado.

3.5.- Dios no puede existir

Formalizando el argumento de la sección anterior quedaría:

1. Creación implica un momento donde el objeto creado aún no existe.


2. Dios es creador del tiempo.
3. La creación del tiempo implica un momento donde el tiempo aún no existe.
4. La creación del tiempo implica un momento del tiempo donde no hay tiempo.
5. La creación del tiempo constituye un absurdo.
6. No es posible crear el tiempo.
7. Dios no existe ni puede existir.

4. Atemporalidad

Por supuesto, se puede definir "Dios" de diferentes maneras, incluso de formas absurdas.
No nos vamos a detener a discutir definiciones "infantiles" o "capciosas" tal como "Diego
Armando Maradona es Dios", ya que en el fondo no se está queriendo decir literalmente lo
que esa oración dice sino más bien que "Diego Armando Maradona debe ser adorado como si
fuera un Dios" y no que "Diego Armando Maradona es el hacedor del Universo".
Por otro lado hay definiciones que resultan pertinentes en función del argumento
presentado más arriba porque tratan de resolver el problema de la creación del Tiempo, me
refiero a la característica de atemporalidad otorgada a Dios.

4.1.- Dios atemporal

Entonces se nos dice que Dios es "el ser atemporal que es el hacedor del Universo".
Suponemos aquí que con atemporal se quiere decir que Dios no necesita del tiempo para
realizar sus acciones. Como dije, me parece pertinente analizar este caso y ver qué resulta de
ello.
Atemporal quiere decir que está fuera del tiempo, que el tiempo no le afecta (pero no
quiere decir "que no tiene tiempo", ¡vaya!). Por lo tanto, suponemos, un Dios así podría crear
el Universo sin necesidad de que haya tiempo, pero ¿es esto correcto?

4.2.- Las acciones transcurren en el tiempo

El problema está en que tanto "hacer" como "crear" y como todos los verbos describen
acciones y las acciones transcurren en el tiempo sin el cual carece de sentido hablar de
acción y por lo tanto no es aplicable el uso de ningún verbo. Soy incapaz de imaginar una
acción que no indique secuencia temporal alguna (es decir, un pasado, un presente y un
futuro) y animo al lector a intentarlo. Aún en casos como "morir" indican que en algún
momento del pasado aquello que muere estaba vivo y al decir "algún momento" ya estamos
implicando la existencia de tiempo, o, como el caso que nos ocupa, necesitamos del tiempo
para describir la acción y por lo tanto para ejecutarse. Quede demostrado entonces que las
acciones transcurren en el tiempo.
Y "crear" y "hacer" son acciones, por lo tanto necesitan del tiempo para poder ser
ejecutadas.

4.3.- El problema persiste, Dios no puede crear

Como podemos inferir de lo anterior, que Dios sea atemporal no afecta en absoluto el
hecho que no pueda crear o hacer el Universo, no el nuestro, que, como habíamos discutido
previamente, incluye al tiempo sin el cual no podemos llamarlo "Universo".

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
Dios aún necesita del tiempo a pesar de que él mismo sea atemporal. Por lo tanto sigue
sin poder crear, por lo tanto podemos decir que no existe un ser tal que sea atemporal y sea
creador del Universo. Es decir, Dios no existe ni puede existir.

5. El libre albedrío

Aceptemos, por amor al argumento, que existe el Libre Albedrío así como hicimos con la
existencia de mal en el primer capítulo de este artículo. El Libre Albedrío es la potestad de
obrar por reflexión y elección. Muchos teístas aceptan sin problemas que el ser humano tiene
Libre Albedrío y de hecho muchos de ellos afirman que el Libre Albedrío del que goza el ser
humano se lo ha dado Dios.
Pero pocos se animan a empujar hasta las últimas consecuencias las implicaciones de
este hecho, vamos a analizarlo aquí.
Hay otros teístas que no aceptan esto. Por ejemplo la teología cristiana calvinista afirma
que el ser humano, cada persona, está predestinada por Dios en esta vida. Lo que a
continuación se expone, evidentemente, no les afecta a ellos.

5.1.- Imposible subordinación

La existencia del Libre Albedrío implica que es imposible predecir las acciones del ser
humano por cuanto el ser humano es libre de obrar, pensar, actual y elegir lo que quiera.
Por otro lado la supuesta existencia de un Ser Supremo todopoderoso que ha creado el
Universo y que le exige cosas al ser humano supone que el ser humano está subordinado a
Él. La relación entre ese ser y la humanidad resulta en imposible subordinación absoluta. Por
más que ese Ser exija subordinación, su omnipotencia chocará de frente contra el Libre
Albedrío del ser humano.
En otras palabras, no es posible estar subordinado a un Ser Supremo si uno cuenta con
Libre Albedrío ya que en cualquier momento uno es libre de salirse de esa subordinación.

5.2.- Libre Albedrío es incompatible con la existencia de Dios

Si Dios es todopoderoso y exige subordinación luego puede hacer que el ser humano
deje de tener Libre Albedrío.
Pero el ser humano tiene Libre Albedrío.
Aparece por tanto una incompatibilidad insalvable entre el Albedrío y Dios, puesto que la
existencia de uno supone la negación del otro. Y como hemos aceptado que el ser humano
tiene Libre Albedrío, Dios no puede existir, ya que es imposible que exista un ser tal que sea
todopoderoso y le exija subordinación al ser humano.
Por lo tanto Dios no existe.

5.3.- Más implicaciones

Un Dios que exige cosas al ser humano lo hace en función de un Plan que el Ser
Supremo ha trazado y puesto que Dios es omnipotente, no hay obstáculo en su camino que le
impida llevar a cabo su Plan.
Pero el ser humano tiene Libre Albedrío.
Y como hemos visto, un ser con Libre Albedrío puede obrar de cualquier manera que
desee, incluso actuar en contra del Plan que Dios tenga para él.
Por lo tanto Libre Albedrío del ser humano y Plan Divino son igualmente incompatibles. El
uno no puede existir si el otro existe.
Por cuanto hemos aceptado que la humanidad tiene Libre Albedrío, luego Dios no puede
existir puesto que es imposible que exista un ser que sea todopoderoso y exija que se le siga
en su Plan.
Por lo tanto Dios no existe.

5.4.- Aún más implicaciones

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
El argumento anterior tiene una respuesta por parte de ciertos teístas. Responden que el
Libre Albedrío es necesario para ser felices, o bien, que Dios nos otorgó (vaya uno a saber
cómo) el Libre Albedrío en función de hacer al ser humano "libre".
Si dios es omnipotente, entonces la idea de que el libre albedrío es necesario para ser
feliz, es falsa. Si Dios dotó a los seres humanos con Libre Albedrío para que estos sean
felices. Bien pudo haber hecho que los seres vivientes, que no lo tienen, puedan ser felices
sin Libre Albedrío también. Está claro que estos seres jamás habrían tomado una decisión
que molestara a su creador; como lo hacen los seres que sí tienen Libre Albedrío. Un Dios
omnipotente que crea seres capaces de buscar su propia felicidad, es imposible.
Aún si es necesario el Libre Albedrío para la felicidad, Dios pudo haber creado seres con
la habilidad de tomar decisiones buenas y no malas. Dejarles el poder de decisión, si, pero
con la habilidad de decidir para su beneficio y no en contra de Él (la existencia de los
pecadores demuestra este hecho).

6.- Características incompatibles

Dios pretende ser la respuesta última a todas las preguntas de la vida. ¿De dónde salió
todo lo que existe?, Dios lo hizo. ¿Cuál es el propósito de todo esto?, Dios lo hizo. ¿Qué
hacemos en este mundo?, Dios así lo quiere. ¿Por qué debo portarme bien?, Dios así lo
quiere. Para que Dios sea capaz de responder a estas preguntas debe tener ciertas
características o atributos, para responderlas definitivamente debe tener el absoluto de las
características o atributos. Y eso es precisamente lo que se le otorga a Dios. Es omnipotente,
es omnisciente, es omnipresente y además es benevolente en grado sumo, es el absoluto en
justicia, pero además es misericordioso en extremo. Dios no cambia de atributos, es decir, es
inmutable en todo sentido, es tan inmutable que su voluntad es eterna. Y es perfecto
perfectísimo, todo lo que hace, piensa y dice es perfecto en sí mismo.
Sin embargo este frenesí de características absolutas choca entre sí. Como hemos hecho
hasta ahora, usando la razón podemos ver que Dios posee (se le otorgan, más bien) atributos
incompatibles entre sí. Veamos por qué esto es así.

6.1.- Absolutamente justo, absolutamente misericordioso

Llama la atención estas dos características. Llamamos "justo" a aquél juicio que está en
la medida exacta entre severidad y permisividad, de modo tal que si una acción merece un
castigo, será justo aquél castigo que no sea ni severo, ni liviano. Eso es lo que entendemos
por justicia y de hecho es lo que intentamos reflejar en nuestras leyes humanas: el castigo
debe estar en proporción con la falta teniendo en cuenta sus atenuantes y agravantes.
Por otro lado llamamos "misericordia" al sentimiento de compadecencia frente a las
miserias ajenas, en el caso de Dios se nos dice que es la virtud para perdonar pecados y
miserias del ser humano.
Pero ¿cómo es posible que un ser sea justo y a la vez misericordioso?, si es justo debe
imponer el castigo justo, si es misericordioso debe perdonar la falta, pero si perdona una falta
no está aplicando justicia.
Por lo tanto no pueden coexistir la justicia y la misericordia en un mismo ser, es
imposible, por lo tanto Dios no existe.

6.2.- El perfecto creador inexistente

Se nos dice que Dios es perfecto, la perfección de una cosa, en este caso un ser, es la
máxima medida posible de una característica dada, y Dios, se nos dice, es perfecto en todo.
Se nos dice además que Dios es el creador del Universo. Ignorando por un momento los
argumentos en contra de esto que ya hemos visto, podemos ver en el Universo la perfección
de Dios. La pregunta sería ¿es el Universo perfecto?, porque si Dios es perfecto, solo puede
realizar obras perfectas, lo que es lo mismo decir, sus obras tienen el grado máximo de
cualquier característica aplicable. Basta encontrar una sola cosa en el Universo que, nosotros,
meros morales, podamos tan solo pensar que podría ser mejor, para demostrar que el
Universo no es perfecto. ¿Existe una cosa así?
Existen más de una, tantas que son innumerables, bastan algunos ejemplos. La
disparidad en la distribución de las lluvias, por ejemplo, donde en ciertos lugares las lluvias

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
resultan ser catastróficas para la vida mientras que en otras no ha llovido durante años siendo
esto catastrófico también, y por si fuera poco tenemos que hay lluvias en el medio de los
océanos donde no puede ser aprovechada por ningún ser viviente. Un campesino sabe
distribuir mejor el agua de lo que Dios lo ha hecho en el mundo. Si hablamos de los humanos
nuestros cuerpos están llenos de imperfecciones obvias, por ejemplo, nos retorcemos de
dolor ante una muela careada a pesar de que esto no supone un riego de muerte, pero el
dolor que nos alerta sobre un cáncer solo se manifiesta cuando el enfermo ya está condenado
a morir y no hay nada más qué hacer.
Por lo tanto el Universo no es perfecto. Por lo tanto, si el Universo fue creado, no fue
creado por un ser perfecto. Universo imperfecto es incompatible con la existencia de un ser
prefecto creador del Universo. Por lo tanto Dios no puede existir.

6.3.- Los absolutos invitan a las paradojas

Las paradojas son proposiciones que no se pueden resolver. Son ese tipo de
proposiciones cuya verdad o falsedad no se puede establecer debido a que la propia
proposición lleva dentro de sí su propia refutación. La omnipotencia de un ser encierra una
paradoja.
Omnipotencia significa, literalmente, que todo lo puede, que no hay nada que no pueda
hacer. Dios es omnipotente, por lo tanto puede hacer cualquier cosa. ¿Es esto verdad?
Ciertamente entonces si Dios puede crear, Dios puede crear una piedra, por ejemplo.
Incluso una piedra muy pesada, pero ¿puede crear una piedra tan pesada que incluso él
mismo no pueda levantarla? Si puede entonces no puede levantarla, por lo tanto no es
omnipotente. Y si no puede crearla porque no podría levantarla entonces tampoco es
omnipotente. Por lo tanto es imposible que un ser sea omnipotente. Por lo tanto Dios no
existe.
Algunos teólogos (estudiosos de las cosas de Dios) han dicho que Dios es omnipotente
en el sentido de que solo puede hacer cosas lógicamente posibles, esto quiere decir que Dios
no puede llevar a cabo el desafío planteado en el párrafo anterior. Si esto es correcto,
debemos considerar solo aquellas cosas que son lógicamente posibles. Pero como hemos
visto a lo largo de este artículo, Dios omnipotente como es, tampoco puede ser creador del
Universo, porque, como se ha argumentado ya, ni Dios ni nadie pueden crear el Universo sin
tiempo.

6.4.- El inmutable que cambia

¿Y qué decir de la inmutabilidad de Dios? Se nos dice que Dios no cambia, que sus
atributos son eternos, que su naturaleza permanece imperturbable, pero a la vez se nos dice
que Dios es una persona, que tiene voluntad e inteligencia. Y también, como ya hemos
mencionado, Dios es el creador del Universo.
¿Cómo es posible que un ser personal tenga la voluntad de crear algo y una vez hecho
siga teniendo esa voluntad de hacerlo?, puesto que si es inmutable, su deseo de crear debe
permanecer aún después de haber creado aquello que su voluntad ha deseado. Cuando una
persona ha creado algo, luego de haber creado ese algo ya no puede tener esa voluntad, por
lo tanto algo ha cambiado en él. Pero Dios no puede cambiar puesto que es inmutable. Por lo
tanto es imposible que un ser sea inmutable y tenga voluntad creadora. Por lo tanto es
imposible que Dios exista.

7.- Argumento antropológico

La contradicción ocurre cuando dos afirmaciones, proposiciones o supuestas verdades


son mutuamente excluyentes, esto es, si una afirmación dice una cosa y otra afirma algo
diferente esto supone que lo segundo es la negación de lo primero, ambas cosas no pueden
ser verdad al mismo tiempo.

7.1.- Uno o muchos

Para algunos es evidente evidentísimo que hay un solo Dios, para otros es igual de
evidente que hay muchos, más de uno al menos. Esto es una contradicción, no puede haber

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
un Dios y muchos dioses al mismo tiempo. ¿Cómo se explica que haya gente que crea que
existen muchos dioses y otras que crean que hay solo uno? Toda esta gente afirma lo suyo
con igual seguridad y usando la fe como último recurso. Todos están igual de dispuestos a
defender su verdad. Los primeros negando a los segundos y viceversa diciendo que "los
otros" están equivocados cuando no directamente les acusan de mentir.

7.2.- Uno pero muchos

Incluso entre los que creen que existe un solo Dios no coinciden entre ellos. Diversas
religiones monoteístas proponen esto, que hay un solo Dios pero difieren en tantas cosas en
su concepción de ese Dios (alegando tener "conocimientos profundos" de Él) lo que las hacen
incompatible entre sí. Unos diciendo que es uno, otros que es uno y trino, otros diciendo que
ni tiene ni puede tener hijos, otros creen fervorosamente que sí lo tiene o ha tenido. No es
posible que todos estén en lo correcto al mismo tiempo.

7.3.- Dios habla pero cosas distintas

Se ha dicho que Dios ha hablado y que hasta sigue hablando hoy en día. Unos creen que
las palabras de Dios están en la Torá. Otros en la Biblia. Y otros más en el Corán. Los tres
libros se descalifican mutuamente en multitud de asuntos. Los tres no pueden ser verdad al
mismo tiempo.
¿Cuál es el punto de tener tantas personas, agrupadas en religiones, asegurando tantas
cosas distintas acerca de la misma cosa?
Hay quienes responden a esto diciendo que todos los dioses propuestos por las
religiones teístas son el mismo Dios. Que se ha presentado a diferentes culturas en diferentes
momentos históricos. Pero la pregunta persiste ¿cómo es eso de que Dios les dice a unos
que tal personaje histórico es su hijo mientras niega tal cosa a otros o directamente no se los
dice?, ¿cómo es eso que para unos después de la muerte hay un paraíso mientras que para
otros hay reencarnación?, ¿por qué a unos les dice que Dios es uno y solo uno mientras que
a los de más allá les dice que Dios es "uno con tres personas"?
¿Debemos concluir que Dios miente?, ¿o no será esto también una prueba de que cada
cultura ha inventado su propio Dios?

7.4.- La existencia de religiones prueba que no hay Dios

Si Dios existiera y nos ha hablado algunas vez, nada impide que nos hable ahora mismo.
Si Dios ha hablado y lo que ha dicho es verdadero y lo que ha dicho es para toda la
humanidad, es imposible que haya tantas religiones.
En última instancia, si hay Dios, la existencia de las religiones demuestra que ese Dios
nunca ha hablado a la humanidad. Es decir, todas las religiones están equivocadas. Si Dios
nunca ha hablado y no se ha manifestado nunca a la humanidad esto quiere decir que no hay
pruebas de su existencia, lo que, Principio de Parsimonia mediante, podemos concluir que no
hay Dios.

7.5.- La religión es un fenómeno humano

A lo largo de la historia de la humanidad vemos que cada grupo de ellos ha manifestado


creencias similares entre individuos del mismo grupo y diferentes del grupo vecino. Esas
creencias difieren tanto como tan alejados estén un grupo de otro (la religión de los egipcios
antiguos difiere muchísimo de la religión hindú de la misma época y esta difiere muchísimo de
la Maya de siglos después y así...).
Esto nos sugiere que hay una especie de contaminación de creencias entre grupos
humanos. Un grupo cree una cosa, el vecino a éste copia (pero también es copiado) alguna
que otra creencia de ese grupo y la modifica. Todo esto es un proceso antropológico que
puede apreciarse claramente observando la evolución de los distintos grupos humanos a lo
largo de la historia.
Algunas religiones se parecen mucho, otras difieren hasta en lo fundamental (como es el
caso del budismo, una religión esencialmente "sin dioses"), cada grupo hereda parte de las
creencias del grupo del que procede, o cuando ocurre una asimilación observamos

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
sincretismo, esto es, la mezcla de dos o más religiones (como ocurrió con el judaísmo y la
religión babilónica).
Algunas religiones intentan otorgarse la autoridad alegando su antigüedad. El
cristianismo asegura ser una religión con 2000 años de antigüedad, pero el judaísmo es más
viejo, y la religión egipcia antigua duró sus buenos 3000 años. Esto no puede ser un
argumento definitivo.
Este cúmulo de información con el que contamos hoy nos indica que, como ya dije, la
religión es un fenómeno humano que opera bajo uno o varios principios básicos y que se
desarrolla para adecuarse al entorno de cada grupo humano que lo experimenta, y no es algo
instaurado por Dios o dioses.
Lo que nos lleva a concluir que la creencia en Dios es un fenómeno antropológico. De la
misma manera, al igual que cualquier otra afirmación que cualquier ser humano hace o ha
hecho a lo largo de la historia siempre ha habido otro ser humano que lo ha negado. Podemos
decir que el primer ateo existió casi a la par del primer creyente. No hay en el fenómeno de
las religiones nada que nos indique que hay un Dios, por el contrario, podemos afirmar que el
mero hecho de la existencia de religiones niega la existencia de Dios.
Para ArgAtea - 17 de Noviembre de 2007.

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
La moral de los ateos
Por Emiliano Lleras

Más de alguna vez, tuve que escuchar de boca de creyentes la ingrata idea de que los
ateos somos, por definición, inmorales. Pero esta palabra, que intenta ser ofensiva y es usada
por quienes se solazan con su propia ignorancia, no me produce ningún sentimiento en
particular, porque si la moral son las buenas costumbres, en este caso religiosas, que un grupo
social debe cumplir a rajatabla, y lo inmoral son los actos que van en contra de esas
costumbres establecidas, a pesar de no romper la legalidad, entonces, en mayor o menor
medida, toda persona es o ha sido inmoral.
Al aceptar como propia y sin peros una escala de valores sobre lo bueno,
inevitablemente partimos del supuesto de que sólo nosotros tenemos los fundamentos para
discernir qué es moral, y a la sazón, el otro, al no compartir nuestra escala o parte de ella, sí o
sí estará en contra y pasará a ser un ser moralmente corrupto; y a la vez, nosotros seremos
moralmente corruptos respecto de la escala de valores de la otra persona.
Pero grafiquémoslo mejor con un ejemplo: Supongamos que yo valido como buenas las
reglas A, B y C, y me cruzo con una persona que valida como buenas B y C, pero no A. Si soy
de los que cree que el que no sigue mis reglas es inmoral, seguramente consideraré
moralmente reprobable a la persona que me cruce, porque le está faltando A. Y cuidado aquí,
porque si la persona que me crucé también considera que todos los que no creen como él son
inmorales, entonces yo lo seré porque me sobra A. De esta manera, ya nos podemos dar una
idea de que lo inmoral se reduce exclusivamente a la escala con que se juzga y los ojos con los
que se mira. A la escala con que se juzga porque al final es uno quien acepta válida su propia
moral; a los ojos con los que se mira, porque uno define si la otra persona es un inmoral o no, a
pesar de no tener los mismos valores.
El problema de la moral con lo religioso reside en la percepción que tiene el creyente
sobre lo divino. Como el creyente entiende que las reglas morales que debe seguir, tanto él
como todos los demás, fueron creadas e impartidas por Dios, concebirá al ateo como un
inmoral, porque al negar a Dios, el ateo estará negando también sus reglas divinas. Y me
disculparán los creyentes, pero esto es un error del tamaño de un camión con acoplado.
La moral es una escala de valores relativa que puede variar entre sociedades, religiones,
grupos familiares y personas. Es decir, que lo que aquí es moral, más allá puede no serlo, y
viceversa. Y suele ser transmitida desde la niñez por el grupo social en el que vivimos,
enseñándola como una verdad absoluta que no merece la menor incertidumbre porque la
imagen de autoridad que respetamos, como nuestros padres o maestros, así lo ha establecido
y por algo será. Esta es la forma habitual en que se absorben las reglas morales, y muchas
personas pasan por la vida con este bagaje de reglas en la mente sin jamás detenerse a
razonarlas. Pero otras muchas personas, luego de este aprendizaje heterónomo de la moral,
van un paso más allá, a una etapa autónoma, en la que reflexionan sobre lo aprendido para
finalmente adoptarlo o rechazarlo, en parte o en su totalidad, pero basados en la
racionalización de esos mismo conceptos morales, y no ya en el aprendizaje por coerción.
Hoy por hoy dudo mucho que exista algo conocido como moral atea porque, existiendo,
instauraría la idea de que todos los ateos, sin importar de donde venimos, tendremos
exactamente la misma escala de valoración moral, y eso es bastante improbable, puesto que al
ser relativa la moral y al estar relacionada con la cultura, dos ateos provenientes de
sociedades diferentes es posible que tengan distintas valoraciones de ciertas reglas morales
entre si, y también, es muy probable que dos personas pertenecientes a una misma
comunidad, siendo uno creyente y el otro ateo, tengan puntos en común respeto de esos
mismos conceptos morales. En lo que sí hay diferencia entre el creyente y el ateo, es que el
creyente adopta las reglas morales de su comunidad sin razonarlas, por miedo a un castigo
divino o porque le satisface la idea de que las reglas de conducta hayan sido creadas por su
Dios. El ateo, en cambio, es factible que adopte esas mismas reglas pero racionalizándolas,
incorporándolas a su bagaje a conciencia, porque como Dios no existe no hay miedo de castigo
por no acatarlas, pero no por eso dejarán de tener poca importancia. Es decir, si un creyente y
un ateo consideran que matar es reprobable, el creyente tal vez considere infame tal acto
porque contraviene las normas morales que su Dios ha establecido, y el ateo considerará tal
acto igualmente infame porque le quita la posibilidad a otro ser humano de desarrollar todo su
potencial en la vida, de prosperar personalmente y ayudar a la prosperidad de su sociedad.
En definitiva, si un ateo es moralmente reprobable para la sociedad a la que pertenece, lo
será por sus falta de criterio o desinterés al analizar y aceptar o rechazar tales reglas, pero no
porque no crea en Dios. La moral de los ateos no necesariamente debe ser contraria a la moral
de los creyentes, pero si, como decía antes, debe nacer de un examen sistemático de cada

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
regla y no de la aceptación sin dudas, con o sin atrición. Y para terminar de raíz con la idea
arbitraria de la inmoralidad, una persona puede tener una escala de valores distinta a otra
persona, e sea, una moral distinta, pero nunca se puede afirmar que el otro es inmoral sin caer
uno en la estupidez de creerse dueño de la verdad. Y como sabemos, la verdad no tiene
dueños.

Para ArgAtea - 3 de diciembre de 2007

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007

Actualidad
Infalibilidad Papal
Por R.D. Anazasi

Lo que en un tiempo atribuí a la ignorancia de Ratzinger sobre varios temas hoy


ya no puedo mas que atribuírselo a su aparentemente infinita estupidez.
Al parecer este resabio del nazismo ha desperdiciado su tiempo entre aprender
latín, encubrir a clérigos pederastas y leer la puta biblia antes de abrir sus ojos para ver
que tiene adelante.
En su última encíclica ya no se dedica a criticar teorías científicas, o insultar a
otras religiones basándose en razones que fácilmente se le pueden venir encima, sino
que entre otras paranoias y desvaríos varios tiene el descaro de atribuir al ateismo
moderno "las formas más grandes de crueldad y de violaciones de la justicia" que se
han conocido hasta ahora en la humanidad.
No se queda allí, sino que para terminar de refutar la “infalibilidad papal” da
como ejemplos la Revolución Francesa y la revolución del proletariado alentada por
Marx.
Al parecer para el fascista alemán la abolición de la monarquía y la lucha de los
oprimidos en contra de las injusticias del capitalismo que los estaba matando poco a
poco son “las formas mas grandes de crueldad y de violaciones de justicia”.
Por lo tanto toda otra forma de crueldad y violación de justicia es menor que
estas dos, por ejemplo el nazismo, los cinco siglos de inquisición católica en los que se
asesinaron, violaron y torturaron (sin contar a los que apresaron) a todo el que no
pensara como la iglesia católica, todos los abusos infantiles encubiertos por la ICAR, la
masacre de Ruanda, las dictaduras argentina y española entre tantas otras apoyadas e
impulsadas por la iglesia católica, la sangrienta colonización y opresión de las Américas
y todo hecho de violencia fuera de la Revolución Francesa y la revolución proletaria.
Todos estos hechos según Su Ignorancia Vaticana son formas menores de crueldad e
injusticia.
¿Será que matar a 100 en nombre de “dios” es más loable que matar a uno en
nombre de la libertad y la igualdad?
Aunque talvez no sea pura estupidez lo que mueve al pupilo de la juventud
hitleriana, sino que sea otro paso en la campaña de reescritura histórica de la iglesia
católica.

Fuentes: http://x1mundoateo.blogspot.com/2007/11/infalibilidad-papal.html
Spe Salvi http://iblnews.com/story.php?id=32401
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Jaque al DIU
Por Emiliano Lleras

Otra vez la Iglesia Católica muestra sus dotes de jugador versátil, disparando a todo lo
que se mueve en el tablero de la política reproductiva chilena, sin que le importe si tiene que
usar las mentiras para fundamentarse.
Por estos días, el Tribunal Constitucional de Chile está analizando si derogar o no el
decreto que autoriza la venta de la “píldora del día después” (el Levonorgestrel) a mayores de
14 años, sin consentimiento de los padres. Y la actuación de este Tribunal partió del pedido de
36 parlamentarios de la Alianza por Chile (la coalición de derecha), para que se dejara sin
efecto tal decreto, y por tanto, objetar definitivamente el medicamento.

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La gaceta de ArgAtea Diciembre del 2007
Pero el período de alegatos, que ya se cerró, dejó a los representantes del gobierno
con la boca abierta y un saborcillo bien amargo. Es que la Alianza, de la mano de la Iglesia y
por intermedio de una abogada de la Universidad Católica y asesora de la Conferencia
Episcopal, presentó el requerimiento de que, además de dejar sin efecto el decreto de marras,
el Tribunal prohíba el uso del DIU (dispositivo intrauterino) conocido como “la T de cobre”, por
considerarlo abortivo e inconstitucional.
Este tipo de DIU, aprobado por la Organización Mundial de la Salud, y declarado por
los organismos internacionales como un anticonceptivo y no como abortivo, es distribuido en
Chile desde la década del 60, época en que la muerte materna por aborto representaba el
40%, es decir 118 mujeres por cada 100.000 nacidos vivos. Gracias a este dispositivo, se logró
bajar dramáticamente el índice de mortandad materna a 17 mujeres por cada 100.000 nacidos
vivos para el 2004.
Ahora sólo falta la declaración del Tribunal Constitucional, que si falla a favor de la
presentación de la Alianza, habrá que ver si incluye o no a dicho DIU. Y ya nos podemos dar
una idea de que, si dicta en contra de este dispositivo, estará sentando precedente para que la
Iglesia declare abortivo todo lo que se le ocurra, incluido los caramelos “media hora”.

Fuente:
http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20071201/pags/20071201212939.html

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