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VIH – SIDA

Etiología: El VIH es producto de un virus. Puede trasmitirse a través del contacto


sexual, la inyección de drogas ilícitas o el uso compartido de agujas, el contacto
con sangre infectada, o bien de la madre al niño durante el embarazo, el trabajo
de parto o la lactancia.

Epidemiologia: El objetivo de la vigilancia es cuantificar la magnitud de la epidemia


y definir las características de la población afectada, en particular en relación con
las formas de contagio del virus. Los distintos factores sociodemográficos,
culturales, económicos y políticos de cada zona determinan la diferente evolución
de la epidemia en las distintas áreas geográficas del planeta. La epidemia ha ido
creciendo exponencialmente en muchos países, así como extendiéndose a todas
las áreas del planeta que inicialmente no se habían visto afectadas, y hoy puede
hablarse de pandemia del VIH. En los países más afectados ya se han producido
descensos importantes en la esperanza de vida por esta causa.

Síntomas: Unas semanas después de contraer el VIH, muchas personas tienen


síntomas parecidos a los de la gripe, que pueden durar días o semanas. Estos
síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, cansancio y aumento de tamaño
de los ganglios linfáticos en el cuello y la zona de la ingle. Otras personas pueden
ser asintomáticas.

Sin embargo, aunque las personas con VIH se sientan sanas, el virus sigue
afectando a su cuerpo. Una vez que el VIH entra en el cuerpo, infecta un gran
número de células CD4+ y se extiende con rapidez por todo el cuerpo y llega a
varios sistemas de órganos.

Durante este periodo inicial, el VIH está presente en grandes cantidades en los
fluidos genitales y en la sangre, y puede transmitirse a otras personas

Medidas de control: Las mejoras de los sistemas de vigilancia del VIH no sólo
permiten tener una mejor idea de la epidemia, sino que son un elemento
fundamental para que los gobiernos actúen adaptados a las características de la
epidemia. Las medidas fundamentales son la prevalencia y la incidencia de la
infección por el VIH.

Diagnóstico temprano del VIH son, por un lado y a nivel individual, poder tratar la
infección de acuerdo con los criterios clínicos y, por tanto, contribuir a mejorar su
pronóstico12,20 y a nivel poblacional, en el sentido de que una persona que se
conoce infectada tiene más probabilidades de cambiar su conducta y contribuir por
tanto a disminuir la incidencia de la infección13. Pero además, el hecho de
identificar a las personas VIH+en estadios tempranos de la infección aumenta
también el rendimiento de los estudios de contactos. Finalmente, disponer de
información más precisa sobre el retraso del diagnóstico del VIH en una
comunidad determinada facilitaría la interpretación de los datos de prevalencia de
la infección. Por todo ello, la promoción del diagnóstico temprano de la infección
por el VIH deber ser uno de los componentes prioritarios de los programas de
prevención y control de esta infección.

Pruebas diagnósticas: La infección por el VIH y su consecuencia, el sida, se han


podido conocer, seguir, y, en algunos casos, controlar, gracias a la disponibilidad
de pruebas diagnósticas al acceso de la población. Una prueba diagnóstica en un
individuo elaborado asintomático puede significar muchos años de vida de ganado
y con buena calidad, al mismo tiempo que permite evitar nuevas infecciones. El
diagnóstico de la infección por el VIH se establece al aislar el virus en cultivo,
detectar el P24, medir la respuesta de probados o detectar su ácido nucleico. En
este momento se dispone de diferentes tipos de pruebas en varios formatos, en
general, con muy buena sensibilidad y especificidad. Después de realizar la
asesoría previa a la prueba, el abordaje diagnóstico se inicia con una prueba
presuntiva o de tamizaje, tipo ELISA, que luego debe confirmarse con una prueba
más específica, tipo Western Blot. En algunos casos, como en el niño menor de 18
meses, es necesario recurrir a pruebas moleculares para establecer el
diagnóstico. En este artículo se presenta una revisión actualizada de los diferentes
métodos disponibles para el diagnóstico de la infección por el VIH, así como sus
ventajas, desventajas y limitaciones.
Histopatología: La viremia plasmática o carga viral del VIH se define como el
número de copias de ARN del virus que se encuentra presentes en plasma. Su
determinación, junto con la cifra de linfocitos CD4 y la situación clínica del
paciente, se emplea para establecer las decisiones terapéuticas y para la
monitorización del tratamiento antirretroviral16. Es uno de los factores a valorar
para decidir si se debe iniciar el tratamiento, si bien el principal indicador en estos
casos es el recuento de linfocitos CD417.

El objetivo del tratamiento es reducir la carga viral de modo rápido por debajo de
los límites de detección (< 50 copias/mL) y mantenerla suprimida el mayor tiempo
posible, ya que con este nivel de carga viral se ha demostrado que no se
seleccionan mutaciones de resistencia.

Tratamiento: El tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA), es el empleo


de tres o más medicamentos antirretrovirales que suprimen al máximo la carga
viral, hasta niveles indetectables, y conduce a una recuperación inmunológica en
pacientes con VIH/ SIDA (1). Su introducción ha logrado beneficios clínicos
evidentes por lo que es considerada como una de las mejores estrategias costo-
efectiva en la última década, puesto que reduce la mortalidad, las
hospitalizaciones, la incidencia de infecciones oportunistas, el uso de servicios de
salud, y mejora la calidad de vida de los pacientes que viven con VIH/SIDA.

:
Influenza

Etiología :Los virus asociados a la influenza humana son miembros de la familia


Orthomyxoviridae, tienen una morfología helicoidal y su genoma está constituido
por una cadena segmentada de ARN, los virus influenza A y B causan infecciones
respiratorias en humanos y animales, el virus A es causa de pandemias. El virus
de influenza C afecta en forma moderada a los niños y en forma ocasional a los
adultos. Estos virus se distinguen por variaciones antigénicas en dos proteínas
estructurales (la nucleoproteína y la proteína de la matriz). El ARN está asociado a
la nucleoproteína y tres proteínas de la polimerasa viral (PBI, PB2 y PA)

Epidemiología: La primera pandemia que coincide con las características de la


influenza se registró en el año 1580. Posteriormente, por lo menos cuatro
pandemias han afectado a la humanidad en el siglo XIX y tres en el siglo XX. La
pandemia de influenza española ocurrida entre los años 1918-1919 causó
aproximadamente 21 millones de muertes mundialmente, el doble que las
ocurridas en los campos de batalla por la Primera Guerra Mundial.3 Nuevas
variantes de los virus de influenza resultan por cambios antigénicos debido a
mutaciones puntuales que ocurren durante la replicación del virus. En los virus de
la influenza B estos cambios o mutaciones aparecen a una tasa menor que la
influenza A. El virus de la influenza A se caracteriza por causar enfermedad
moderada a grave; tiende a afectar a todos los grupos etarios y tiene la
característica de afectar tanto a aves como a cerdos. El virus B de la influenza
causa cuadros clínicos menos graves que el tipo A y tradicionalmente produce
infección y enfermedad durante la infancia. La capacidad del virus de la influenza
A y B de sufrir cambios antigénicos graduales en sus dos antígenos de superficie,
la hemaglutinina y la neuraminidasa, complica la vacunación contra esta
enfermedad. El tipo de variaciones antigénicas menores o deslizamientos
antigénicos (antigenic drift) resulta de la acumulación de mutaciones puntuales de
los genes que transcriben para estas proteínas.
Medidas de control : Las medidas no farmacológicas que se recomiendan para
ayudar a prevenir la propagación de enfermedades respiratorias como la influenza
son:

• Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar. Tirar


el pañuelo desechable a la basura después de usarlo.

• Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de


toser o estornudar. Puede utilizarse alcohol-gel.

• Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca.

• Evitar el contacto cercano con personas enfermas.

• Al enfermarse, debe permanecer en casa por siete días a partir del comienzo de
los síntomas o hasta que hayan pasado 24 horas desde que desaparecieron. Ésto
disminuye la posibilidad de infectar a otras personas y propagar más el virus.

• Se deben seguir las recomendaciones de la Secretaría de Salud con relación al


cierre de escuelas, evitar frecuentar sitios con multitudes y tomar medidas de
distanciamiento social.

• Procure tener en casa lo necesario en caso de enfermarse: desinfectantes a


base de alcohol, pañuelos desechables y otros artículos similares que puedan ser
útiles para evitar tener que salir a comprarlos.

• Si la enfermedad es grave o es un individuo con alto riesgo de complicaciones


por la influenza, busque atención médica.

Diagnóstico – pruebas diagnósticas: Existen seis diferentes tipos de pruebas de


diagnóstico rápido que detectan antígeno del virus, los cuales tienen una
sensibilidad que varía de 40 a 100% y una especificidad de 52 a 100%, cuando se
comparan con cultivo viral o RT-PCR. Los valores para la detección del nuevo
virus A H1N1 aún no se establecen. Idealmente, la muestra de exudado faríngeo,
nasofaríngeo, lavado nasal, aspirado bronquial o traqueal debe tomarse en los
primeros tres días del inicio de los síntomas. El cultivo viral es el estándar de oro,
además permite que el virus sea tipificado y caracterizado antigénicamente. Los
medios de cultivo utilizados son huevos embrionados de gallina o el cultivo de
riñón canino de Madin-Darby, el riñón de chimpancé y otros. También se puede
realizar el diagnóstico por determinaciones serológicas al mostrar un incremento
de cuatro veces en la titulación de anticuerpos contra influenza en una segunda
muestra. El suero en la fase de convalecencia debe obtenerse entre los días 10 a
21 del inicio del cuadro.

Síntomas: La influenza se caracteriza por el inicio agudo de síntomas y signos


respiratorios que incluyen: fiebre, tos seca, coriza, cefalea, odinofagia, ardor
faríngeo, mialgias, artralgias, y ataque importante al estado general (postración
H3N2) . Estos síntomas ocurren en 50 a 70% de las infecciones por influenza,
tanto estacional como por el virus de influenza humana H1N1 2009. Otros
síntomas menos comunes son: fotofobia, dolor abdominal, náusea, vómito y
diarrea. La duración de la enfermedad sin complicaciones habitualmente es de
una semana, aunque la tos y debilidad pueden persistir por más de 14 días. En el
examen físico se puede encontrar, fiebre, taquicardia, inyección conjuntival e
hiperemia faríngea.

Tratamiento : Tratamiento

Cuando un individuo manifiesta síntomas compatibles con influenza, se debe


recomendar que permanezca en casa, en reposo para mejorar los síntomas y
evitar contagio a otras personas. Como en la mayoría de las infecciones virales,
en los casos de influenza no complicados y de curso leve a moderado, deberán
utilizarse medidas generales como: ofrecer líquidos abundantes, aumentar el
consumo de frutas con mayor contenido de vitamina A y C. No se recomienda
suspender la lactancia materna si la madre enferma. Deben evitarse los lugares
concurridos, así como cambios bruscos de temperatura, tabaquismo y exposición
a contaminantes dentro de la casa. El control de la fiebre es mejor realizarlo por
medios físicos, evitando en los niños el uso de salicilatos (por la asociación con el
síndrome de Reye). Cuando el estado clínico del paciente lo requiera, se podrán
administrar paracetamol o antiinflamatorios no esteroides con efecto antipirético
(ibuprofeno). No se recomienda utilizar antibióticos profilácticos para prevenir
neumonías secundarias; éstos se utilizaran si existe sospecha o se tiene
confirmada una infección bacteriana agregada.

Sarampión:

Etiología : Probablemente ya afectaba a la especie humana desde hacía más de


5.000 años, el sarampión fue introducido en América en el siglo XVII por los
colonizadores europeos causando cientos de muertos entre los nativos, lo que
facilitó la conquista

El virus sarampión es un virus de simetría helicoidal, ARN de polaridad negativa


no segmentado, perteneciente a la familia Paramyxoviridae y al género
morbillivirus, con aproximadamente 15.900 nucleótidos codificando ocho proteínas
virales y que posee además una ARN polimerasa unida al ARN. La nucleocápside
helicoidal está rodeada por una envoltura lipídica y posee tres proteínas relevantes
en patogenia, la proteína M (no glicosilada), la glicoproteína HN (glicosilada) con
actividad hemaglutinina y neuroaminidasa y la glicoproteína F, que participa en
fenómenos de fusión. Se transmite por aerosoles con puerta de entrada en el
aparato respiratorio o por contacto directo con secreciones respiratorias originando
una enfermedad sistémica. El ser humano es el único reservorio de este agente
etiológico

Epidemiologia: Según cifras de la OMS, en los años 80, el sarampión causaba


cerca de 2,6 millones de muertes en el orbe, y luego de intensas campañas de
vacunación, el año 2013 hubo registro de 145.700 muertes por sarampión en todo
el mundo, lo que traduce 400 muertes por día y 16 por hora, con evidente mejoría
en cifras de letalidad, pero persistiendo como problema de salud pública aún en
numerosos países22. La distribución mundial de casos reportados a la OMS por
distintos países entre 2008 y 2014

Síntomas : La Organización Mundial de la Salud (OMS) entrega como definición


de caso sospechoso a: "cualquier persona con exantema máculo-papular
generalizado, fiebre superior a 38°C, y uno de los siguientes: tos, coriza o
conjuntivitis"; agregando además "cualquier persona en que un profesional de la
salud sospeche sarampión

Los signos y síntomas del sarampión comienzan normalmente a los 7-14 días de
la exposición, con malestar, anorexia, fiebre (elevada, de unos 40° C), faringitis,
tos, coriza (rinitis) y conjuntivitis (conocidas como las tres “C” en inglés)

Diagnostico: El diagnóstico del sarampión se basa normalmente en la historia del


paciente y en su presentación clínica, aunque pueden precisarse pruebas de
anticuerpos de inmunoglobulina M, reacción en cadena de la polimerasa o cultivos
virales para confirmarlo

Tratamiento: No se dispone de ninguna terapia antiviral específica para el


sarampión. El tratamiento es de soporte, ayuda a aliviar los síntomas y a hacer
frente a las complicaciones, e incluye antipiréticos, sueros y antibióticos para tratar
las súper-infecciones bacterianas

Pruebas diagnosticas: Una prueba de detección de anticuerpos MMR es un


análisis de único sangre que se usa para ayudar a diagnosticar el sarampión y las
paperas o para ver si es inmune. MMR significa sarampión, paperas y rubéola. La
rubéola, también conocida como sarampión alemán, es causada por otro tipo de
virus.

Fiebre amarilla

Etiología: La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos del
género Aedes. La forma grave se caracteriza por daño hepático, renal y
miocárdico así como hemorragias y tiene alta mortalidad. Está ampliamente
distribuida en América Latina, en las zonas correspondientes al Amazonas y en el
Africa sub-sahariana

Epidemiología: Desde 1980 se ha observado la re-emergencia de esta


enfermedad en América Latina y Africa con un total de 18.735 casos y 4.522
muertes reportadas entre 1987 y 1991. Los países latinoamericanos que reportan
un mayor número de casos son Bolivia, Brasil, Colombia Ecuador, Perú y
Venezuela, notificándose desde 1985 3.012 casos con 1.807 muertes. Perú
experimentó en 1995 el brote más grande de los últimos 40 años con 499 casos y
192 muertes.

La OMS ha demostrado por estudios epidemiológicos que existe una gran sub-
notificación de los casos estimándose por ajuste alrededor de 200.000 nuevos
casos por año, la mayoría de ellos en el Africa Sub-Sahariana.

El ciclo primario de transmisión (selvático) involucra primates y al vector, un


mosquito del género Haemagogus en América del Sur y Aedes africanus en Africa.
Las personas que concurren a las zonas selváticas son las que se exponen al
riesgo de adquirir la enfermedad especialmente hombres jóvenes que por su
actividad laboral, agricultura o deforestación, tienen mayor probabilidad de
enfermar.

Síntomas : Luego de que un individuo es picado por un mosquito infectado, y


después de un período de incubación de 3 a 6 días, la mayoría de las personas
desarrollan la forma leve, caracterizada por fiebre, malestar, cefalea, fotofobia,
dolor lumbosacro y de extremidades inferiores, mialgias, anorexia, náuseas,
vómitos y mareos

Diagnostico:

Diagnóstico clínico

Definición recomendada para vigilancia y de acuerdo a los criterios de la OPS: Se


considera sospechosa de fiebre amarilla a aquella enfermedad de comienzo
brusco seguido de ictericia luego de 2 semanas de iniciados los primeros síntomas
más uno de los siguientes criterios: a) sangramiento nasal, encías, tracto
gastrointestinal o piel. b) muerte en 3 semanas luego de la instalación de la
enfermedad.

Estos criterios requieren el antecedente de exposición en zona de riesgo.


Diagnóstico indirecto

Serología. El diagnóstico se hace mediante la identificación de anticuerpos


específicos para fiebre amarilla, IgM e IgG. Se han desarrollado diferentes
técnicas de ELISA de captura. La IgM aparece después de la primera semana de
iniciado los síntomas y su presencia constituye diagnóstico definitivo de
enfermedad. El diagnóstico mediante IgG requiere del aumento de cuatro veces
los títulos en dos muestras de sangre consecutiva, especialmente válido en
aquellas personas que viven en zonas endémicas.

Diagnóstico directo

Aislamiento viral. El virus de fiebre amarilla puede ser cultivado en líneas celulares
específicas o en cerebro de ratón lactante. Puede ser aislado desde la sangre
durante la primera semana de la enfermedad después de la cual disminuye
considerablemente la viremia, en coincidencia con la aparición de IgM específica.

Reacción de polimerasa en cadena. Este método de diagnóstico amplifica el


genoma viral en sangre y tejidos. Su máximo rendimiento en sangre es durante la
primera semana de síntomas, coincidente con una mayor viremia.

Tratamiento

El tratamiento es sintomático. El manejo de pacientes graves debe realizarse en


unidades de cuidados intensivos con monitoreo estricto y medidas de apoyo
general que incluyen aporte de fluidos, fármacos vasoactivos, oxígeno, prevención
de hipoglicemia, corrección de acidosis metabólica, manejo de la coagulopatía y
soporte renal.
No existe tratamiento antiviral específico disponible. La ribavirina se ha
demostrado eficaz in vitro en altas concentraciones que son incompatibles con su
utilización clínica. Otros antivirales se han estudiado pero su aplicación en
humanos ha sido limitada por toxicidad.

prueba diagnostica : El diagnóstico se hace mediante la identificación de


anticuerpos específicos para fiebre amarilla, IgM e IgG. Se han desarrollado
diferentes técnicas de ELISA de captura. La IgM aparece después de la primera
semana de iniciado los síntomas y su presencia constituye diagnóstico definitivo
de enfermedad.

Medidas de control : nmunización activa. La vacunación es el método más práctico


y seguro para prevenir la fiebre amarilla en personas con riesgo. La vacuna 17D
(Stamaril® de Aventis Pasteur) es una de las vacunas atenuadas de mayor éxito
que se hayan desarrollado, es inmunogénica y altamente protectora.

Rabia

Etiología: El virus de la rabia pertenece al género Lyssavirus, familia


Rhabdoviridae. Este género comprende siete serotipos, siendo el serotipo el virus
de la rabia clásica. La transmisión se produce con el contacto del virus
(generalmente a través de saliva) con piel no indemne y mucosas o menos
frecuentemente por el tracto respiratorio En el sitio de inoculación, el virus
presenta una baja tasa de replicación a nivel de las células musculares y
posteriormente afecta a los husos neuromusculares y el nervio que inerva el huso.
Si el inóculo es alto o hay inoculación directamente sobre el nervio, la infección
llegará a las placas terminales motoras sin una replicación previa en el músculo, lo
que puede explicar la variabilidad en el tiempo de incubación de la enfermedad).
El virus de la rabia no es viable fuera del huésped y puede ser inactivado por la luz
del sol, el calor y la desecación

Epidemiologia: La rabia es una enfermedad enzoótica, y a veces epizoótica, en


diferentes mamíferos. Todos los mamíferos son susceptibles y pueden transmitir el
virus de la rabia, pero el reservorio primario en todo el mundo son los mamíferos
carnívoros (perros, zorros, zorrillos, etcétera) y los murciélagos. A nivel mundial,
dada la epidemiología de los países en vías de desarrollo, donde existe la rabia
canina, con ciclos urbanos, los perros son el principal reservorio y vector de este
virus. En los países más desarrollados, donde los programas de vacunación
canina y el control de animales callejeros ha reducido o erradicado los casos de
rabia animal doméstica, los animales salvajes son la fuente de infección más
importante tanto para humanos como para animales domésticos(1,6). En en estos
países los murciélagos son una fuente cada vez más importante de casos
humanos de rabia. Por otro lado, el comportamiento de la rabia en murciélagos y
otros animales silvestres está cambiando en los últimos años, afectando especies
que antes raramente lo eran

Síntomas : Los primeros síntomas pueden ser muy similares a los de la influenza o
gripe (debilidad o malestar general, fiebre o dolor de cabeza) y pueden durar
varios días.

Cuando el virus invade el SNC (período prodrómico que suele durar de 2 a 10


días), aparecen manifestaciones inespecíicas7 . El paciente puede experimentar
dolor o parestesias en la zona de la lesión (mordedura o arañazo). Rabia en
humanos: Tratamiento y prevención Michelle Snow, MSHR, MSHP, BSN, RN
Nursing. 2011, Noviembre 51 protección temporal inmediata a corto plazo contra la
rabia, puede realizar una iniltración de HRH en el tejido de la zona afectada.

Diagnostico – pruebas diagnosticas : Diagnóstico El diagnóstico clínico de la rabia


se basa en dos pilares: La presencia de los síntomas y signos cardinales:
conciencia fluctuante con deterioro gradual hasta el coma, espasmos fóbicos o
inspiratorios y signos de disfunción autonómica. Información epizootiológica sobre
la exposición. Para el diagnóstico definitivo existen varias herramientas, pero
ninguna de ellas permite detectar la enfermedad antes del inicio de la fase clínica:
Búsqueda de antígeno viral mediante técnicas de anticuerpos fluorescentes en
biopsias de piel tomadas de la nuca con folículos pilosos que contienen nervios
periféricos. Tiene una sensibilidad de 67% y no requiere de la presencia de
anticuerpos para rabia al momento del diagnóstico (30). Aislamiento viral,
utilizando células de neuroblastoma o la inoculación intracraneal de ratones con
saliva del paciente. En pacientes que presentan anticuerpos positivos la
sensibilidad es muy baja, en seronegativos oscila entre 50%-60%(30). Anticuerpos
neutralizantes en suero y líquido cefalorraquídeo (LCR). En pacientes no
inmunizados es diagnóstica con una sensibilidad mayor a 90%, la principal
dificultad es que los anticuerpos aparecen recién hacia el día 14 luego del
comienzo de los síntomas neurológicos (entre 7 a 14 días)(30,31). Biología
molecular por técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), se trata de
una técnica rápida y con adecuada sensibilidad y especificidad en biopsia de
folículos pilosos de nuca y saliva (sensibilidad 60%-100%). Muy baja sensibilidad
en LCR(32). Por otro lado, la resonancia magnética puede ser de ayuda,
mostrando una extensa participación de la sustancia gris, incluyendo tálamo,
ganglios basales, mesencéfalo y médula espinal. El LCR es patológico en el 87%
de los pacientes

Tratamiento local de la herida : La herida debe lavarse inmediatamente con agua y


una solución jabonosa al 20% para evitar contraer la rabia. En la actualidad no se
aconseja el uso de ácido nítrico o los derivados de amonio cuaternario, porque su
efectividad es inferior a la solución de jabón al 20%.

La sutura primaria de la herida sin infiltración previa de inmunoglobulina puede


provocar la entrada del virus en las terminaciones nerviosas. Por ello debe
evitarse la sutura primaria, y se hará siempre después de la limpieza e infiltración
con inmunoglobulina. La sutura secundaria podría hacerse 2 semanas después,
cuando el paciente dispone de anticuerpos neutralizantes.

Poliomielitis

Etiología: La poliomielitis es una infección causada por un poliovirus de


transmisión oro fecal. No causa síntomas en el 90-95% de los casos y en un 5-
10% es como una gripe, que remite en una o dos semanas, con fiebre, dolor de
cabeza, diarrea, vómitos y dolores articulares y musculares. En el porcentaje
restante, el virus afecta al sistema nervioso a nivel de la médula espinal y destruye
las neuronas, irrumpiendo de esta forma la comunicación entre los centros
motores y los músculos y ocasionando atrofia y parálisis.

Epidemiologia: Los casos provocados por poliovirus salvajes han disminuido en


más de un 99%, de los 350 000 estimados en 1988 a los seis notificados en 2021.
Mientras haya un solo niño infectado, los niños de todos los países corren el
riesgo de contraer esta enfermedad.

Síntomas: Aproximadamente 1 de cada 4 personas (o 25 de cada 100) con


infección por el virus de la poliomielitis tiene síntomas parecidos a los de la
influenza (gripe) que pueden incluir:

Dolor de garganta

Fiebre

Cansancio

Náuseas

Dolor de cabeza

Dolor de estómago

Estos síntomas por lo general duran de 2 a 5 días y luego desaparecen por sí


solos.

Diagnostico – pruebas diagnosticas : Para confirmar el diagnóstico, puede


identificarse el virus de la poliomielitis con un análisis de laboratorio de una
muestra de heces. El virus puede identificarse en una muestra tomada de la
garganta únicamente durante la primera semana de la enfermedad punción lumbar
Cultivo viral (heces, fauces y líquido cefalorraquídeo)Reacción en cadena de la
polimerasa con transcriptasa inversa en sangre o líquido cefalorraquídeo Pruebas
serológicas en busca de serotipos de poliovirus, otros enterovirus y virus del Nilo
occidental
En ausencia de manifestaciones del sistema nervioso central, la poliomielitis
sintomática (poliomielitis abortiva) se asemeja a otras infecciones virales
sistémicas y no se tiene en cuenta ni se diagnostica, salvo en epidemias.

La poliomielitis no paralítica se asemeja a otras meningitis virales. En estos


pacientes, suele usarse punción lumbar y los hallazgos característicos en el
líquido cefalorraquídeo consisten en glucorraquia normal, aumento leve de la
proteinorraquia y recuento celular de entre 10 y 500/mcL (a predominio de
linfocitos). La detección del virus en un hisopado de fauces, las heces o el líquido
cefalorraquídeo o la demostración de un aumento en el título de anticuerpos
específicos confirma la infección por poliovirus, pero no suele ser necesario en
pacientes con meningitis aséptica no complicada.

La poliomielitis paralítica se puede sospechar en niños no inmunizados o adultos


jóvenes que tienen parálisis flácida asimétrica de los miembros o parálisis bulbar
sin pérdida senitiva durante una enfermedad febril aguda. No obstante, algunos
coxsackievirus de los grupos A y B (en especial A7), varios ecovirus y el
enterovirus 71 pueden provocar signos y síntomas similares. Además, se
identificaron casos de debilidad focal en los miembros o parálisis después de la
infección por enterovirus D68. La infección por el virus del Nilo occidental también
puede producir parálisis flácida, que no puede distinguirse de la poliomielitis
paralítica por poliovirus mediante la evaluación clínica

Tratamiento : Tratamiento de sostén

La terapia convencional de la poliomielitis se basa en medidas de apoyo, como


reposo, analgésicos y antipiréticos a demanda. No se cuenta con una terapia
antiviral específica.

Durante la mielitis activa puede ser necesaria la implementación de precauciones


para evitar las complicaciones del reposo en cama (p. ej., trombosis venosa
profunda, atelectasias, infecciones urinarias) y la inmovilidad prolongada
(contracturas). La insuficiencia respiratoria puede requerir asistencia respiratoria
mecánica. La asistencia respiratoria mecánica o la parálisis bulbar exigen medidas
intensivas de limpieza pulmonar.

Medidas de contención : diciembre del 2014, la OMS publicó el plan de acción


mundial conocido como GAPIII,a con el propósito de difundir la estrategia mundial
encaminada a minimizer el riesgo de restablecimiento de la circulación del
poliovirus a partir de material infeccioso y potencialmente infeccioso que se
almacenan en las instalaciones en diferentes sectores, incluidos desde luego los
laboratorios. Las medidas que contiene el GAPIII se fundamentan en varias
decisiones mundiales que comenzaron con la Iniciativa de Erradicación Mundial de
la Poliomielitis (GPEI) en mayo de 1988 (resolución WHA41.28) y se actualizaron
en el documento más reciente Plan estratégico para la erradicación de la
poliomielitis y la fase final 2013-2018. La estrategia para minimizar el riesgo de
restablecimiento de la circulación de poliovirus

Coronavirus 2019 (COVID-19)

Etiología: Algunos estudios sugieren que el SARS-CoV-2 puede ser un virus


recombinante entre un coronavirus de murciélago y un coronavirus de origen
desconocido, sugiriéndose como posibles huéspedes intermedios los pangolines y
los visones. Sin embargo, en la actualidad no hay evidencias que demuestren la
posible vía de transmisión de un reservorio de murciélagos al hombre a través de
una o varias especies animales intermediarias

Epidemiología

Durante los primeros 2 años de la pandemia se reportaron más de 200 millones de


casos de COVID-19 en el mundo, y se estima que más de 6 millones de personas
han muerto como causa de la infección, lo que posiciona al COVID-19 como la
cuarta causa de muerte a nivel mundial (4.4%) en 2020 85. Los números de
infectados y fallecidos supera en varios órdenes de magnitud a los ocurridos a raíz
de los brotes epidémicos de SARS-CoV-1 (2002-2003) que causó la muerte de
813 de las 8809 personas diagnosticadas 86) y del MERS-CoV (2012- 2013) que
causó 858 muertes 87. El número de fallecidos por estos brotes epidémicos
sorprende por su bajo número, más considerando que el SARS-CoV-2 posee una
tasa de letalidad relativamente baja en comparación: ~10% para SARS-CoV-1,
>30% por MERS-CoV y 1-2% para SARS-CoV-2 88. Hay razones biológicas,
epidemiológicas y sociales que explican -al menos en parte- porque la epidemia
de COVID-19 cobró tal magnitud y sigue desarrollándose.

Síntomas: El periodo de incubación de la COVID-19 puede ser de hasta 14 días


(media de 5-7 días) desde la exposición hasta la aparición de los síntomas. Se
estima que el 95 % de las personas con COVID-19 que tienen síntomas lo harán
dentro de los 11,5 días de la infección por SARS-CoV-2 (15,16). La infección por
SARS-CoV-2 puede dar una amplia gama de manifestaciones clínicas que varía
de persona a persona; por ello, se deberá descartar, en primer lugar, la
enfermedad por COVID-19 y establecer diagnósticos diferenciales con otras
enfermedades infecciosas. De ahí que se hayan creado algoritmos diagnósticos y
terapéuticos, con la información hasta ahora conocida, para el manejo de los
pacientes enfermos por COVID-19.

1. Frecuencia respiratoria (FR) >30 rpm.

2. Saturación de oxígeno (SpO₂) <90 %.

3. Hipotensión.

4. Hiporreactividad en niños.

5. Hipotermia en adultos mayores.

6. Otros datos francos de dificultad respiratoria.

Diagnostico- Pruebas diagnósticas: Existe una gran variedad de pruebas para el


diagnóstico de la COVID-19. El diagnóstico de certeza requiere la detección del
ARN del SARSCoV-2 mediante RT-PCR. Su detección es mejor en las muestras
de nasofaringe en comparación con las muestras de garganta (16). El porcentaje
de detección del SARS-CoV-2 mediante RTPCR es mayor si se toman 2 días
antes de los síntomas o hasta 7 días después del inicio de la sintomatología. Las
pruebas de antígeno del SARS-CoV-2 se pueden utilizar en una gran variedad de
estrategias; sin embargo, un resultado negativo no excluye la enfermedad

Tratamiento: Tratamiento médico No existe tratamiento específico para la COVID-


19. Este se llevará a cabo de acuerdo con la sintomatología y con el estado de
gravedad de la enfermedad: puede ser domiciliario o intrahospitalario. Al ser una
infección viral, no están recomendados el uso de antibióticos como preventivo o
tratamiento. En pacientes asintomáticos, se recomienda aislamiento domiciliario
por 10 días después de obtener resultado positivo en la prueba del SARS-CoV-2
con vigilancia de sintomatología y datos de alarma . En los casos de pacientes con
sintomatología, se dará aislamiento domiciliario por 10 días de la aparición de los
síntomas, más por lo menos 3 días sin síntomas y con uso de medicamentos
sintomáticos, vigilancia de molestias y datos de alarma Para los pacientes no
hospitalizados con COVID-19, los anticoagulantes y la terapia antiplaquetaria no
deben utilizarse para la prevención de tromboembolismo venoso o trombosis
arterial, a menos que el paciente tenga otras indicaciones para la terapia Se
deberá clasificar la gravedad del paciente en etapa moderada o severa según los
resultados imagenológicos (figuras 6 y 7) y los marcadores inflamatorios para
proceder con el tratamiento subsecuente: Enfermedad moderada: en caso de
presentar en los estudios de tomografía computada o rayos X de tórax incremento
de infiltrados, proteína C reactiva de 100 mg/L y cuenta de linfocitos 1000 mg/mL,
CPK por encima de 2 veces valores de referencia; proteína C reactiva > 100 mg/L;
DHL > 245 UI y cuenta de linfocitos < 0,8): se realizará tromboprofilaxis o
anticoagulación, si hay incremento progresivo del dímero D > 2000 o datos
sugestivos de tromboembolia pulmonar o trombosis venosa profunda con heparina
de bajo peso molecular 1 mg/kg cada 12 h SC o 1000 UI/h de heparina no
fraccionada en infusión intravenosa para 24 h (con control de TTPa cada 8 h),
junto con el uso de dexametasona 6 mg/día (en ningún caso debe extenderse por
más de 10 días y deberá vigilar efectos secundarios).

Medidas de prevención : En la actualidad, no existe tratamiento preventivo para la


COVID-19. Las actuales recomendaciones, establecidas por la OMS (30) para
evitar el contagio por el virus SARS-CoV-2 son: Usar cubrebocas o mascarilla
facial. Mantener una distancia con otras personas de al menos 1,5 a 2 metros.
Lavarse frecuente las manos con agua y jabón o usar alcohol gel al 70 %. Evitar
tocarse ojos, nariz y boca. Evitar la realización de actividades no esenciales.
Alejarse de lugares cerrados y preferir espacios abiertos. Evitar lugares
conglomerados, así como reuniones sociales. Al estornudar o toser, taparse la
cara con el codo flexionado o con algún pañuelo. Limpieza y desinfección
frecuente de superficies, en especial de aquellas de contacto frecuente. La
vacunación, como medida preventiva, aún se encuentra en desarrollo alrededor
del mundo

Mononucleosis infecciosa

Etiología: es un síndrome clínico causado por el virus Epstein-Barr. La transmisión


del mismo se produce principalmente por contacto con secreciones orales. En los
menores de 4 años puede cursar en forma asintomática. El período de incubación
en los adolescentes es de 30-50 días, pudiendo ser más corto en los niños. El
síntoma más frecuente es el síndrome de impregnación que consiste en malestar
general, cansancio, y apatía, pudiendo presentar además cefalea, mialgias y
odinofagia

Epidemiologia El virus de Epstein-Barr está ampliamente distribuido por todo el


mundo; de hecho, se estima que aproximadamente el 95% de los adultos con
edades comprendidas entre los 35 y los 40 años han sido infectados.

Si bien la mononucleosis infecciosa puede afectar a cualquier individuo con


independencia de su edad, la mayoría de los casos se observan en adolescentes
y adultos jóvenes. Los niños se hacen susceptibles de padecer esta infección tan
pronto como desaparecen los anticuerpos maternos. En general, se admite que la
mononucleosis infecciosa es una enfermedad propia de personas jóvenes, si bien
en los países en vías de desarrollo un alto porcentaje de la población se infecta
antes de la adolescencia; por el contrario, en ciudades con altos grados de
higiene, así como en los países desarrollados, la infección se retrasa y las
mayores prevalencias se registran en el grupo poblacional correspondiente a
adultos jóvenes.

Síntomas : Clínicamente hay que destacar la existencia de un período de


incubación que oscila entre tres y siete semanas, período que puede prolongarse
hasta los 50 días. La duración de la fase sintomática oscila entre dos y cuatro
semanas.

En niños de menos de cinco años la infección suele ser asintomática, aunque


cuando la enfermedad afecta a niños de más edad y a adolescentes, es posible la
aparición de síntomas.

La sintomatología más frecuente es la tríada clásica:

- Fiebre, que puede ser persistente, con una duración de 10 a 14 días.

- Faringitis (faringe eritematosa con exudado puntáceo, gris) muy dolorosa.

- Adenopatías cervicales posteriores, occipitales, retroauriculares, etc. de carácter


inflamatorio.

Otros síntomas y signos que también pueden aparecer son los siguientes:
malestar general, cefalea, dolor abdominal, nauseas y vómitos, esplenomegalia,
hepatomegalia, exantema e ictericia.

Diagnostico :  el diagnóstico de la mononucleosis infecciosa debe ser clínico. Cabe


sospechar su presencia si el paciente tiene faringitis con hipertrofia amigdalar y
secreción puntácea, adenopatías craneocervicales o generalizadas y fiebre
persistente Desde la perspectiva analítica, es característica la elevación de los
leucocitos, que alcanzan valores tan elevados como 10.000-20.000 células/μl al
cabo de un período comprendido entre dos y cuatro semanas después de iniciarse
la infección. Es habitual también que aparezca más de un 10% de linfocitos
atípicos, que se caracterizan por su mayor tamaño, abundante citoplasma,
vacuolas e indentaciones de la membrana. La neutropenia y la trombocitopenia
moderadas también son habituales durante el primer mes de la enfermedad. Los
indicadores de función hepática son anormales en el 90% de los pacientes,
observándose valores elevados de transaminasas y fosfatasa alcalina, aunque sin
alcanzar los niveles propios de las hepatitis virales

Pruebas diagnosticas : La prueba de Paul-Bunnel basada en la detección de


anticuerpos heterófilos es el test serológico más específico y sensible para
diagnosticar la infección por el virus de Epstein-Barr. Estos anticuerpos aparecen
en el 65% de los pacientes en la primera semana de la enfermedad clínica y en el
85% de los pacientes en la tercera o cuarta semana.

Otras pruebas serológicas se basan en la detección de anticuerpos específicos


frente a antígenos que produce el virus de Epstein-Barr, entre los que destacan los
antígenos de la cápside viral (sugieren infección aguda), antígenos precoces
(aparecen únicamente durante el período de enfermedad) y antígenos nucleares
(persisten de por vida).

Tratamiento : Actualmente no se dispone de un tratamiento farmacológico


específico y eficaz frente a la enfermedad viral, por lo que el tratamiento de la
mononucleosis infecciosa tiene un carácter sintomático, basándose en el empleo
de fármacos que alivian las molestias propias de la enfermedad: Analgésicos y
antipiréticos (paracetamol y antiinflamatorios no esteroideos [AINE]), que son los
fármacos de elección para tratar los síntomas más generales de la enfermedad:
fiebre, dolor e inflamación. No se aconseja el empleo de ácido acetilsalicílico por el
riesgo de síndrome de Reye, ya que se trata de una enfermedad de origen vírico.

Fórmulas de uso tópico a base de antisépticos, anestésicos y antiinflamatorios,


cuya indicación principal es aliviar las molestias de la zona orofaríngea.

Los corticoides, si bien acortan la duración de la fiebre, la linfadenopatía y los


síntomas orofaríngeos de la enfermedad, no están indicados en el tratamiento de
la mononucleosis infecciosa no complicada.

Métodos preventivos : No hay una vacuna que proteja contra la mononucleosis


infecciosa. Usted puede ayudar a protegerse al no besarse con otras personas o
al no compartir bebidas, alimentos o artículos de uso personal, como los cepillos
de dientes, con personas que tengan mononucleosis infecciosa.

Herpes (simple )

Etiología: El herpes es una infección causada por un virus herpes simple (VHS). El
herpes bucal provoca llagas alrededor de la boca o en el rostro. El herpes genital
es una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Puede afectar los genitales, las
nalgas o el área del ano. Otras infecciones por herpes pueden afectar los ojos, la
piel u otras partes del cuerpo. El virus puede ser peligroso en recién nacidos o en
personas con sistemas inmunes debilitados.

Existen dos tipos de herpes simple:

El herpes simple tipo 1 frecuentemente causa llagas labiales. También puede


causar herpes genital.

El herpes simple tipo 2 frecuentemente es el que causa el herpes genital, pero


también puede afectar la boca

Epidemiologia : Se estima que 3700 millones de menores de 50 años (67%) en


todo el mundo tienen infección por el virus del herpes simple de tipo 1 (VHS-1), la
principal causa de herpes labial.
Se estima que 491 millones de personas de 15 a 49 años (13%) en todo el mundo
tienen infección por el virus del herpes simple de tipo 2 (VHS-2), la principal causa
de herpes genital.

La mayoría de las infecciones por VHS son asintomáticas o pasan desapercibidas,


pero entre los síntomas del herpes se incluyen vesículas o úlceras dolorosas que
pueden reaparecer periódicamente al cabo de un tiempo.

La infección por VHS-2 aumenta el riesgo de adquirir y transmitir infecciones por


VIH

Síntomas

La mayoría de las personas con herpes no tienen síntomas o los síntomas son
leves. Muchas personas no saben que tienen la infección y pueden transmitir el
virus a otras personas sin darse cuenta.

Entre los síntomas pueden incluirse vesículas o úlceras dolorosas y recurrentes.


Los primeros episodios de infección pueden causar fiebre, dolores corporales e
inflamación de los ganglios linfáticos.

Los síntomas del primer episodio (o 'brote') de infección pueden ser diferentes a
los de episodios recurrentes. De haber síntomas, a menudo comienzan con
hormigueo, picor o quemazón cerca de donde aparecerán las llagas.

Entre los síntomas habituales del herpes labial se incluyen vesículas (calenturas) o
llagas (úlceras) en la boca o labios y zonas contiguas.

Entre los síntomas habituales del herpes genital se incluyen bultos, vesículas o
llagas (úlceras) alrededor de los genitales o el ano.

Tratamiento: Con frecuencia se utilizan medicamentos para tratar los primeros


episodios o episodios recurrentes de herpes. Pueden disminuir la duración de los
síntomas y su gravedad, pero no curar la infección.

El tratamiento para los episodios recurrentes es más eficaz cuando se inicia antes
de que hayan transcurrido 48 horas desde el comienzo de los síntomas.
Los medicamentos antivíricos habitualmente administrados son aciclovir,
famciclovir y valaciclovir.

Tomar una dosis diaria más baja de uno de esos medicamentos también puede
disminuir la frecuencia de reaparición de los síntomas ('brotes').

A menudo se recomienda tratar a las personas que tienen episodios recurrentes


muy dolorosos o frecuentes o que desean reducir el riesgo de transmitir el herpes
a otra persona.

Para aliviar el dolor de las llagas puede tomarse paracetamol, naproxeno o


ibuprofeno. Para adormecer la zona afectada puede aplicarse benzocaína y
lidocaína.

Diagnostico- pruebas diagnósticas : El diagnóstico del herpes simple se realiza


principalmente por la clínica. En casos dudosos se puede confirmar mediante la
realización de un cultivo virológico de las vesículas en la fase inicial de la
enfermedad.

Como muchos virus resisten mucho las condiciones ambientales, transmitiéndose


con facilidad sobre todo por contacto. De hecho están presentes en secreciones
de personas infectadas provenientes especialmente de la piel y de la zona genital
sobre todo cuando la infección está activa.

La causa del acantonamiento del virus en el nervio es desconocida, al igual que la


predisposición de cada individuo a padecer la enfermedad.

Prevención : evitar el contacto con una persona infectada , realizar checos


regulares y excautivos . el herpes también se pude contagiara por forma del sexo
así que se pueden usar métodos para evitar este contacto

Hepatitis B

Etiología: La hepatitis B es causada por el virus de la hepatitis B. El virus se


transmite a través del contacto con sangre, semen u otros fluidos corporales de
una persona que tiene el virus.
Epidemiología: La OMS estima que 296 millones de personas padecían infección
crónica por el virus de la hepatitis B en 2019, y cada año se producen 1,5 millones
de nuevas infecciones. En 2019, la hepatitis B causó unas 820 000 muertes,
principalmente por cirrosis o carcinoma hepatocelular (cáncer primario del hígado).

Síntomas: A menudo, las personas con hepatitis B no presentan síntomas. Los


adultos y los niños mayores de 5 años tienen más probabilidades de presentar
síntomas que los niños más pequeños.

Algunas personas con hepatitis B aguda presentan síntomas de 2 a 5 meses


después de la infección. Estos síntomas pueden incluir:

Orina de color amarillo oscuro

Diarrea

Fatiga

Fiebre

Heces de color gris o arcilla

Dolor en las articulaciones

Pérdida del apetito

Náuseas y vómitos

Dolor abdominal

Ojos y piel amarillentos, conocido como ictericia

Si tiene hepatitis B crónica, es posible que no tenga síntomas hasta que se


desarrollen complicaciones. Esto podría suceder décadas después de la infección.
Por ello, la detección de la hepatitis B es importante, incluso si no tiene síntomas.
Para ello, se realiza una prueba de detección de una enfermedad, aunque no
tenga síntomas. Si tiene un alto riesgo, su profesional de la salud puede sugerirle
que se haga un examen.

diagnóstico: Los análisis de sangre pueden detectar signos del virus de la


hepatitis B en el organismo y le indicarán al proveedor de atención médica si la
infección es aguda o crónica. Un análisis de sangre sencillo también puede
determinar si presentas inmunidad ante la afección..

pruebas diagnósticas Los análisis de sangre pueden detectar signos del virus de la
hepatitis B en el organismo y le indicarán al proveedor de atención médica si la
infección es aguda o crónica. Un análisis de sangre sencillo también puede
determinar si presentas inmunidad ante la afección. Ecografía de hígado.

, tratamiento La hepatitis crónica B se trata con fármacos antivirales, como el


interferón alfa, lamivudina, adefovir-dipivoxil, entecavir o combinaciones de los
mismos.

, medidas de prevención: La mejor manera de prevenir la hepatitis B es vacunarse


contra la hepatitis B.

También puede reducir su probabilidad de infección por hepatitis B al:

No compartir agujas u otros dispositivos para las drogas

Usar guantes si tiene que tocar la sangre de otra persona o abrir llagas

Asegurarse de que su tatuador o perforador use herramientas esterilizadas

No compartir artículos personales, como cepillos de dientes, máquinas de afeitar o


cortaúñas

Usar un condón de látex durante las relaciones sexuales. Si su pareja es alérgica


al látex, puede ayudar usar un condón de poliuretano
Si cree que ha estado en contacto con el virus de la hepatitis B, consulte a su
profesional de la salud de inmediato. Su proveedor puede administrarle una dosis
de la vacuna contra la hepatitis B para prevenir una infección. En algunos casos,
su proveedor también puede darle un medicamento llamado inmunoglobulina
contra la hepatitis B (IGHB). Debe recibir la vacuna y la HBIG (si es necesario) lo
antes posible después de estar en contacto con el virus. Es mejor si puede
obtenerlos dentro de las 24 horas siguientes.

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