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GERENCIA DE RIESGOS
MEDIOAMBIENTALES
PARA LA INDUSTRIA DE
LA REGIÓN DE MURCIA
MANUAL DE GERENCIA DE RIESGOS MEDIOAMBIENTALES PARA LA INDUSTRIA DE LA REGIÓN DE MURCIA 1
Título: MANUAL DE GERENCIA DE RIESGOS MEDIOAMBIENTALES PARA LA INDUSTRIA DE LA REGIÓN DE MURCIA.
Autor: CROEM Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia
© ITSEMAP Servicios Tecnológicos MAPFRE, S.A.
© CROEM Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia
Imprime: Imagen Gráfica, S.L.
Impreso en España - Printed in Spain.
Depósito Legal: AV-68-2008
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni registrada ni transmitida en ninguna
forma ni por ningún medio sin el permiso del editor.
El sector industrial en España ha experimentado un importante desarrollo, tanto en el número de industrias
existentes, como en la diversidad de procesos productivos y productos. Por otra parte, se han producido impor-
tantes cambios sociales, económicos, políticos y ambientales que, unidos al incremento de la competencia,
han aumentado la incertidumbre en cuanto a los riesgos a los que la actividad empresarial está sometida.
Entre estos riesgos destacan los riesgos medioambientales, que en los últimos años han cobrado protago-
nismo debido al creciente interés de los aspectos relacionados con el Medio Ambiente en todos los ámbitos
de la sociedad. Éstos se definen como aquellos riesgos asociados a posibles situaciones accidentales ligadas
a la actividad empresarial, que pueden causar daños directos al entorno.
Así, de la reducción o eliminación de los riesgos ambientales depende, en gran medida, el poder garantizar una
adecuada calidad del entorno, directamente relacionada con la calidad de vida de las personas.
Estas ideas han quedado refrendadas con la reciente aprobación de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de
Responsabilidad Medioambiental, que establece para las empresas la obligación de reparar los daños
medioambientales, que se produzcan como consecuencia de la materialización de los riesgos ambientales
asociados a una instalación, así como la obligación de incorporar medidas de protección en el caso de que
exista una amenaza inminente para el Medio Ambiente.
Estos dos aspectos hacen necesario contar con una disciplina que permita identificar, evaluar y minimizar
estos riesgos, para reducir la posibilidad de que se materialicen. Ésta es la Gerencia de Riesgos
Ambientales, que permite la adecuada gestión de los riesgos medioambientales de una instalación.
Además de la identificación de los riesgos ambientales genéricos asociados a la actividad industrial, el pre-
sente manual incluye el esquema básico de actuación para la gestión de los mismos, así como una serie de
medidas específicas para la prevención del daño ambiental en los sectores mencionados anteriormente.
Junto con este Manual se suministra un CD con el programa HARA (Herramienta para Autodiagnóstico de
Riesgos Ambientales) con la que se pretende facilitar una primera aproximación de la empresa a la identifi-
cación de sus necesidades de mejora para el cumplimiento de la legislación medioambiental, así como obte-
ner una visión general del riesgo ambiental asociado. HARA suministra una serie de recomendaciones gené-
ricas para la reducción de los principales factores de riesgo medioambiental.
Referencias Bibliográficas 93
La siguiente figura resume, de forma simplificada, los riesgos a los que está expuesta una empresa.
Entre éstos se encuentran los riesgos ambientales, que a su vez pueden clasificarse en internos y exter-
nos, como veremos más adelante.
Naturales
Estrategia
Políticos
Organización
Empresa Medioambientales
Operación / Físicos
Macroeconómicos
Capital humano
Mercados
El objetivo general de la Gerencia de Riesgos Medioambientales, es conocer los riesgos de una empre-
sa y evaluarlos, con la finalidad de conseguir su minimización y control, mediante la toma de decisiones
adecuadas.
Identificación
Evaluación
Tratamiento
Retención Transferencia
Evaluación y Mejora
1.1
Identificación de Peligros
Esta fase consiste en conocer las posibles fuentes de riesgo, así como los activos que pueden verse afecta-
dos por la materialización de la situación de riesgo. El objetivo es conocer los sucesos que, en una instala-
ción o actividad, pueden dar lugar a un daño ambiental.
Ejemplos de peligros ambientales son la fuga de gas de un depósito, o el vertido sobre el suelo de una sus-
tancia durante el trasiego de la misma.
La identificación de peligros se basa en la revisión y análisis de información sobre la actividad (proceso pro-
ductivo, materias primas, y sensibilidad ambiental del entorno). De forma complementaria es posible el uso
de herramientas de apoyo para la identificación de peligros (análisis histórico de accidentes, lista de chequeo,
árbol de fallos, etc.) sobre las que existe una amplia bibliografía.
La identificación de peligros para poder conocer los riesgos de la instalación deberá de contemplar los
siguientes aspectos:
Emplazamiento
- Ubicación de la instalación y distribución (planos).
- Uso actual.
- Usos en el pasado y posibles usos futuros.
- Existencia de pavimento y sus características.
- Existencia de redes de drenaje y saneamiento.
- Pendiente del terreno.
- Actividades colindantes.
Proceso Industrial
- Materias primas y productos auxiliares (características, almacenamientos, cantidades).
- Flujorama del proceso productivo.
- Emisiones, residuos y vertidos generados (características, almacenamientos, cantidades).
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Instalaciones Auxiliares
- Pozos.
- Transformadores.
- Calderas.
- Compresores.
- Lavadero de vehículos.
- Taller mecánico.
- Cabina de pintura.
- Hornos.
- Otros.
Almacenamientos
- Sustancia almacenada.
- Tipos de recipientes, depósitos, etc.
- Cantidades almacenadas.
- Medidas de contención de vertidos.
Entorno
- Características físicas (geología, hidrología…) y meteorológicas.
- Vulnerabilidad a la contaminación.
- Figuras de protección (Parques Regionales, Paisaje Protegido, Red Natura 2000, etc.).
El objetivo final de esta fase es disponer de un listado completo de los peligros ambientales de la actividad o
instalación, que servirá como base para la definición de los riesgos ambientales.
1.2
Evaluación del Riesgo Medioambiental
Esta etapa representa el análisis de los peligros identificados, empleando un criterio que permita evaluar-
los, jerarquizarlos en función de su magnitud, y decidir qué riesgos son aceptables y cuáles no, lo que supo-
ne realizar un juicio de valor en cuanto a la aceptabilidad del riesgo para la Organización.
Para la evaluación de los riesgos medioambientales existen diversos métodos, algunos de carácter general
y gran sencillez, y otros más específicos y complejos. Como filosofía común a todos ellos, se trata de deter-
minar dos parámetros fundamentales, expresados en la siguiente fórmula:
Identificación de peligros
Formulación de riesgos
Probabilidad Consecuencias
Estimación de
la probabilidad
Postulación de
escenarios
Estimación de
consecuencias
Para la identificación de peligros ambientales, la norma UNE 150008 propone la realización de una visita a
las instalaciones. Una vez identificados todos los peligros potenciales, se formulan una serie de escenarios
de riesgo, para cada uno de los cuales se estimará posteriormente la probabilidad de que se materialice y la
gravedad de las consecuencias.
A.3 … … … …
Según la norma UNE 150008, la organización debe asignar a cada uno de los escenarios una probabilidad de
ocurrencia en función de los siguientes criterios:
Valor Probabilidad
4 Altamente probable > una vez al año y < una vez al mes
3 Probable > una vez cada 10 años y < una vez al año
2 Posible > una vez cada 50 años y < una vez cada 10 años
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La estimación de la gravedad de las consecuencias se realiza de forma diferenciada para el entorno natural,
humano y socioeconómico.
Para el cálculo del valor de las consecuencias en cada uno de los entornos, se utilizan las siguientes fórmulas:
- Patrimonio y capital productivo: se refiere a la valoración del patrimonio económico y social (patrimonio
histórico, infraestructura, actividad agraria, instalaciones industriales, espacios naturales protegidos,
zonas residenciales y de servicios).
Finalmente, para cada uno de los escenarios identificados, se asigna una puntuación de 1 a 5 a la gravedad
de las consecuencias en cada entorno, según el siguiente baremo:
Crítico 20-18 5
Grave 17-15 4
Moderado 14-11 3
Leve 10-8 2
No relevante 7-5 1
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Para cada uno de los tres entornos considerados, se estima este riesgo mediante el producto de la gravedad
de las consecuencias, por la probabilidad de ocurrencia, según muestra la siguiente figura:
Para la evaluación final del riesgo ambiental se elaboran tres tablas de doble entrada, una para cada entor-
no, en las que gráficamente debe aparecer cada escenario identificado en su casilla correspondiente tenien-
do en cuenta su probabilidad y consecuencias, resultado de la estimación del riesgo realizada.
La ubicación de los escenarios en la tabla permitirá, a cada organización, emitir un juicio sobre la evaluación
del riesgo ambiental y plantear una mejora de la gestión para la reducción del riesgo.
E1 E1
Probabilidad
Probabilidad
E1
Riesgo medio: 11 a 15
En los gráficos anteriores puede verse la ubicación del escenario (E1) para los tres entornos (social, humano
y socioeconómico). En cada una de ellos la posición del escenario vendrá determinada por los valores aso-
ciados a su frecuencia y gravedad.
En función de la estimación que se haya hecho de la magnitud del riesgo, se pueden dar tres posibles situaciones:
Existen muchos ejemplos de esta situación, como son: la retirada de amianto por el problema de la
asbestosis, la existencia de un almacenamiento sin sistemas de contención, etc.
De acuerdo con la fórmula planteada anteriormente, la reducción del riesgo puede enfocarse de dos for-
mas distintas:
+ Reducción de la intensidad del daño una vez se ha producido (ejemplo de medidas: medios de conten-
ción de vertidos, medios de protección contra incendios).
Un ejemplo de este tipo es el riesgo de vertido accidental en una zona adecuadamente pavimentada y pro-
vista de cubeto de contención.
1.4
Retención y Transferencia
Una vez que se ha actuado sobre los riesgos significativos, con el fin de reducir su impacto, quedará pen-
diente un riesgo residual que debe ser atendido por la empresa, para lo que existen dos alternativas:
- La retención, consiste en la asunción del riesgo por parte de la empresa con sus medios financieros.
Dentro de este grupo estarían el autoseguro y las franquicias.
1.5
Evaluación y Mejora
Para finalizar, la Gerencia de Riesgos Medioambientales se completará con la mejora continua, que obliga
a la revisión permanente de cada una de las etapas anteriores.
La revisión periódica permite conocer el grado de efectividad de las medidas de reducción del riesgo incor-
poradas y la redefinición de las alternativas de retención y transferencia del riesgo residual.
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En este apartado se presentan los principales riesgos medioambientales que se pueden dar en cualquier tipo
de instalación industrial o actividad. Para tratar estos riesgos medioambientales a los que está expuesta una
instalación, se distinguen dos grupos:
- Riesgos externos.
Debemos tener en cuenta que el entorno puede incidir en los riesgos medioambientales de una instalación,
sin embargo los riesgos más frecuentes son los riesgos internos, asociados al proceso industrial, las zonas
de almacenamiento, las instalaciones auxiliares y el transporte de distintas sustancias dentro de la instala-
ción. Por el contrario, los riesgos externos están asociados a las características físicas y biológicas del entor-
no de la actividad (geología, hidrología, meteorología, flora y fauna, etc.), a las actividades que se realizan en
las proximidades de la instalación (actividades agrícolas, actividades industriales, zonas urbanas, etc.) y a la
posibilidad del acceso a la instalación de personal no autorizado, etc.
Los riesgos internos vienen determinados por las prácticas de trabajo, por el fallo de los equipos y materia-
les, por defecto mecánico o por falta de mantenimiento. Se pueden dividir en los siguientes grupos, depen-
diendo de la zona de la instalación o de la actividad a la que están asociados:
Por otra parte, como hemos comentado, el entorno que rodea a la instalación es determinante para identifi-
car y evaluar los posibles riesgos medioambientales asociados a la misma, que denominaremos en este caso
riesgos externos. Su importancia en la Gerencia de los Riesgos Medioambientales de una instalación resi-
de en dos aspectos fundamentales:
- El grado de sensibilidad del entorno establece la vulnerabilidad del mismo a los riesgos que se puedan
derivar de la actividad desarrollada.
- Las características del medio pueden suponer una fuente de riesgos adicional para la instalación, entre
ellas podemos destacar las siguientes: condiciones meteorológicas de la zona, temperaturas extremas,
lluvias torrenciales, terremotos, vientos fuertes, huracanes, tornados, etc. Estos factores pueden supo-
ner la degradación de diques y estructuras de contención, producir reacciones violentas que pueden libe-
rar contaminantes, generar cambios en las condiciones de proceso, etc.
Además del entorno, otros aspectos externos que pueden suponer un riesgo ambiental para la instalación
son: actividades colindantes, intrusiones, robos, etc.
Previamente a la descripción de todos estos grupos de riesgos, se definen a continuación algunos conceptos
básicos:
- Fuga: liberación incontrolada de una sustancia en forma gaseosa. También se emplea este término
para denominar a la liberación de una pequeña cantidad de líquido de forma prolongada en el tiempo.
- Residuo peligroso: todos aquellos residuos peligrosos que figuran en la Lista Europea de Residuos
(LER), que se puede consultar en la Orden MAM/304/2002, de 8 de febrero, por la que se publican las
operaciones de valorización y eliminación de residuos y la lista europea de residuos.
2.1
Riesgos Medioambientales Internos
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El empleo de materias primas y/o aditivos, de carácter peligroso, así como la obtención de productos inter-
medios, productos finales y/o subproductos peligrosos, supone una importante fuente de riesgo, ya que
durante el proceso productivo se pueden producir fugas, vertidos y derrames de estas sustancias, que podrí-
an llegar a dañar el entorno donde se ubica la instalación, además de verse involucrada en incendios y explo-
siones, en el caso de sustancias inflamables.
A continuación se recogen en 5 fichas los principales riesgos asociados al proceso industrial, así como las
medidas básicas para su minimización:
Estos accidentes pueden generar vertidos de sustancias peligrosas que pueden alcanzar las arquetas
de drenaje o zonas de la instalación vulnerables a la contaminación (zonas sin pavimentar, etc.). Si las
sustancias que se están manejando son gases o líquidos volátiles, por ejemplo disolventes, se pueden
generar emisiones a la atmósfera de gases de diversa naturaleza (tóxicos, explosivos, etc.). Si las sus-
tancias son pulverulentas, se pueden emitir partículas a la atmósfera.
Medidas de minimización
Para reducir al máximo estos riesgos, es conveniente que la carga de los sistemas, reactores, y tan-
ques de proceso se haga mediante tuberías, mecanismos de elevación mecánica (brazos neumáticos,
etc.), sistemas de dosificación automática, que eviten las emisiones de partículas y los derrames.
También es posible reducir este riesgo, incluyendo sistemas de contención en estas zonas.
Algunos de los procesos realizados en una instalación pueden suponer la generación y liberación de
partículas en suspensión de muy diversa naturaleza, así como de gases tóxicos como el dióxido de azu-
fre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOX), cuando se produce el fallo de los sistemas de retención y depura-
ción con los que cuentan los aparatos y sistemas de proceso, y éstos dejan de funcionar o no lo hacen
de forma apropiada.
Entre las posibles fuentes de partículas en suspensión está el empleo de sustancias pulverulentas
como materias primas, o el desarrollo de procesos como la trituración, el mecanizado, la compacta-
ción etc.
Las partículas en suspensión liberadas pueden ser de diversa naturaleza, pudiendo provocar afeccio-
nes a las personas y al Medio Ambiente. Cuando las partículas contienen metales pesados, una vez que
éstos se incorporan a la cadena alimentaria, se acumulan en los seres vivos. Además, las partículas
sólidas en suspensión y los aerosoles pueden contribuir al cambio climático.
Los gases tóxicos producen afecciones al sistema respiratorio, y algunos de ellos, como el SO2 y los NOX
intervienen en el proceso de formación de lluvia ácida.
Un posible riesgo derivado de los procesos de producción, son los accidentes relacionados con rotura
de los equipos, o con los fallos en los sistemas de seguridad y control de los parámetros que regulan
las operaciones de proceso (temperatura, presión, etc.).
Como consecuencia de estos accidentes se pueden ocasionar vertidos o derrames de sustancias líqui-
das o sólidas, y fugas de gases y partículas. Los vertidos generados pueden alcanzar arquetas de dre-
naje o afectar a zonas de suelo natural, pudiendo infiltrarse hacia aguas subterráneas por percolación,
o contaminando por drenaje las aguas superficiales.
Medidas de minimización
Una medida imprescindible para evitar o reducir al máximo este tipo de accidentes consiste en reali-
zar las revisiones periódicas y el mantenimiento recomendado para cada uno de los aparatos y siste-
mas, esto no sólo permite reducir los posibles accidentes, sino que prolonga la vida útil de los mismos.
Otra posible medida consiste en instalar mecanismos de retención y contención de la contaminación,
barreras, cubetos, etc., en zonas con un riesgo elevado.
Los fallos o el deterioro de las condiciones de seguridad de la zona de proceso pueden determinar la
ocurrencia de accidentes. A modo de ejemplo, podríamos indicar como posibles fuentes de riesgo los
accidentes de carretillas mecánicas por falta de señalización, las fisuras en cubetos de contención, los
depósitos sin protección frente a impactos, etc.
En los transportes hacia la zona de proceso se pueden producir accidentes, choques y vuelcos de los
envases y recipientes, ocasionando derrames y vertidos, o fugas y emisiones de gases y partículas en
suspensión a la atmósfera. Los vertidos generados pueden alcanzar arquetas de drenaje o afectar a
zonas de suelo natural, a las aguas subterráneas y superficiales de la zona.
Medidas de minimización
Este riesgo se puede reducir mediante revisiones periódicas de las instalaciones, asegurando una
correcta señalización y un adecuado estado del pavimento, y manteniendo en perfecto estado las medi-
das de contención y los dispositivos de seguridad como alarmas o válvulas.
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5 Incendios y explosiones en la zona de proceso
En ocasiones, los fallos en los sistemas de seguridad de los procesos pueden ocasionar incendios y
explosiones, que además del peligro para los trabajadores y los costes económicos derivados, suponen
un foco de liberación de sustancias potencialmente contaminantes del entorno.
Los incendios y explosiones de la zona de producción, pueden provocar la liberación al entorno de sus-
tancias tóxicas y contaminantes, fundamentalmente a la atmósfera. Además, pueden provocar la
degradación de los medios de contención, pudiendo generarse derrames y vertidos. Por otra parte, las
aguas de extinción contienen restos de inquemados y agentes extintores que, en caso de que la insta-
lación no cuente con sistemas de contención de estas aguas, podrían salir al exterior provocando efec-
tos dañinos en el suelo y aguas de los alrededores o redes de saneamiento.
Medidas de minimización
Se deben realizar revisiones periódicas de las medidas de seguridad y garantizar la existencia en la
zona de proceso de medios de extinción de incendios (BIEs, extintores, hidrantes y depósitos de agua
contra incendios), así como contar con sistemas de detección adecuados, que garanticen una detección
temprana de las posibles situaciones de incendio. Si fuera técnica y económicamente viable, se debe
disponer de un sistema de contención de las aguas de extinción de incendios.
A continuación se recogen en 1 ficha los principales riesgos asociados al transporte dentro de la instalación,
así como las medidas básicas para su minimización:
Los procesos de transporte de las materias consumidas (primas y auxiliares) al punto de aplicación
suponen una fuente de riesgo medioambiental importante, asociada a procesos de transporte manua-
les o que no se realizan bajo las condiciones de seguridad adecuadas.
En los procesos de transporte hacia la zona de proceso se pueden producir accidentes, choques y vuel-
cos de los envases y recipientes, ocasionando derrames y vertidos o fugas y emisiones de gases y par-
tículas en suspensión a la atmósfera. Los vertidos generados pueden alcanzar arquetas de drenaje,
afectar a zonas de suelo natural no pavimentadas, o a las aguas subterráneas y superficiales del entor-
no, dependiendo de la zona donde se produzcan.
Medidas de minimización
Para minimizar el riesgo es conveniente maximizar las medidas de seguridad durante el transporte,
empleando mecanismos de transporte y elevación mecánicos como grúas y, en caso de no disponer de
las mismas, emplear portabidones, evitando, siempre que sea posible el transporte manual.
Destacan, por su mayor nivel de riesgo, aquellos almacenamientos de sustancias que se encuentran en esta-
do líquido, por la facilidad de los líquidos para dispersarse en el suelo y el agua.
A continuación se recogen en 8 fichas los principales riesgos asociados a las zonas de almacenamiento, así
como las medidas básicas para su minimización:
Las deficiencias en los envases y depósitos de los almacenamientos de materias consumidas, produc-
tos y residuos peligrosos, pueden generar vertidos y fugas que logren alcanzar la red de drenaje, pro-
duciendo afecciones al suelo natural o a las aguas superficiales y subterráneas del entorno de la ins-
talación. En el caso concreto de los depósitos subterráneos, se produciría una degradación directa del
suelo más próximo al depósito enterrado, y posiblemente al suelo y las aguas subterráneas del entor-
no, pudiendo afectar a pozos próximos empleados para riego o abastecimiento. Adicionalmente, se
pueden generar fugas o emisiones difusas a la atmósfera.
Medidas de minimización
Para evitar, o al menos disminuir, los riesgos derivados del almacenamiento de sustancias en la ins-
talación, es necesario tomar una serie de medidas como: ubicar los envases y depósitos a una distan-
cia suficiente unos de otros, de manera que se permita una rápida detección de posibles fugas; dotar
a las zonas de almacenamiento de cubetos o sistemas de contención de derrames; situar los recipien-
tes con sustancias incompatibles en áreas separadas, y con cubetos independientes; emplear reci-
pientes concebidos y realizados de forma que se evite cualquier pérdida; realizar periódicamente prue-
bas de estanqueidad de los depósitos subterráneos; colocar sistemas de detección de fugas en los
depósitos subterráneos; refibrar los depósitos subterráneos antiguos monocapa o sustituirlos por
otros de doble capa.
Por otra parte, son fundamentales el orden y la limpieza para garantizar el buen estado de conserva-
ción de los depósitos y envases, y evitar la caducidad de las sustancias químicas almacenadas.
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2 Accidentes asociados a los procesos de trasvase, y al desplazamiento de envases en
el interior de los almacenamientos
Las operaciones de trasvase de sustancias de unos recipientes a otros entrañan riesgos de vertido y
salpicadura, si no se realizan bajo las condiciones de seguridad requeridas.
Durante el trasvase de sustancias de un recipiente a otro, se pueden producir vertidos que alcancen la
redes de saneamiento o de pluviales, así como zonas no pavimentadas, en caso de que la zona de alma-
cenamiento no cuente con sistemas de contención de derrames.
Posibles accidentes durante el trasiego de envases, pueden ocasionar fugas, vertidos y derrames que
pueden afectar a zonas no pavimentadas o alcanzar la red de drenaje, además de facilitar la ocurrencia
de otros accidentes.
Medidas de minimización
Entre las posibles medidas a adoptar para minimizar estos riesgos, en primer lugar es necesario maxi-
mizar las medidas de seguridad durante el manejo y traslado de los envases, además es conveniente
el trasvase de sustancias en zonas que dispongan de medidas de contención de la contaminación o
sobre bandejas de contención. En general, es preferible evitar el traslado manual de los recipientes,
utilizando portabidones u otros mecanismos.
Medidas de minimización
Es necesario dotar a los almacenamientos de cubierta, para evitar el arrastre de sustancias que pue-
dan producir la contaminación del agua de lluvia y, como consecuencia, la contaminación del suelo y
las aguas del entorno de la instalación.
Las sustancias procedentes de vertidos y fugas de los envases y depósitos ubicados en almacena-
mientos sin pavimento o con pavimento deficiente, pueden infiltrarse en el suelo. El pavimento supo-
ne una barrera de protección física para evitar esta situación de riesgo.
Medidas de minimización
Todos los almacenamientos de una instalación deben estar correctamente pavimentados, preferiblemente
con hormigón u otro material impermeabilizante, y se debe garantizar el estado de conservación del mismo.
Adicionalmente, en función del tipo de sustancias que se almacenen en la instalación, el pavimento puede
someterse a tratamientos especiales: recubrimientos antiácidos, impermeabilización con resina, etc.
En caso de derrames o vertidos en una zona de almacenamiento que no dispone de medidas de con-
tención apropiadas, las sustancias contaminantes pueden alcanzar arquetas de drenaje, arquetas de
pluviales, o zonas de suelo no pavimentadas, degradando la calidad del suelo y las aguas de los alre-
dedores de la instalación. Esto también se puede producir en caso de fallo de las medidas de conten-
ción, o sobrellenado y desbordamiento de las mismas.
Medidas de minimización
Dotar las zonas de almacenamiento de medidas de contención de la contaminación, dimensionadas de
tal modo que sean suficientes para poder retener la totalidad de los posibles vertidos accidentales. Así
mismo, se deben realizar revisiones periódicas de los sistemas de contención, para garantizar la
estanqueidad y el funcionamiento adecuado de los mismos.
Estas sustancias pueden afectar directamente al suelo, al no existir ninguna barrera física que lo proteja, y
a las aguas subterráneas por infiltración de estas sustancias en el terreno. Así mismo, debido a la carencia
de cubierta, se puede producir el arrastre de los contaminantes por el agua de lluvia y la consecuente afec-
ción al suelo, a las masas de agua subterráneas y a las aguas superficiales del entorno de la instalación.
22
Medidas de minimización
Todos los almacenamientos deben realizarse sobre zonas pavimentadas y que dispongan de cubierta.
Además, es necesario que cuenten con las medidas de contención de la contaminación adecuadas, y
que éstas se encuentren en buen estado de conservación.
Es bastante habitual que durante la carga y descarga de tanques y depósitos, tanto aéreos como sub-
terráneos, se produzcan vertidos, de mayor o menor entidad, por fallos en los equipos (bombas, válvu-
las, mangueras, etc), malas prácticas y fallos humanos.
Las sustancias vertidas durante los procesos de carga y descarga de tanques y depósitos pueden afec-
tar directamente al suelo, si este no se encuentra pavimentado, y en caso de que el vertido no se reti-
re de inmediato, éste puede afectar por percolación a capas más profundas del suelo y a las aguas sub-
terráneas, provocando su contaminación.
Medidas de minimización
Las zonas de carga/descarga deben estar pavimentadas con materiales resistentes a la degradación
por parte de las sustancias que se manejan. Adicionalmente, deben estar cubiertas, si es técnica y eco-
nómicamente viable. Así mismo, estas zonas deben contar con sistemas de contención de vertidos
(arquetas, cubetos) y con materiales absorbentes adecuados a las características del posible vertido.
Las zonas de carga/descarga deben estar adecuadamente señalizadas y deben contar con carteles
informativos sobre los procedimientos a seguir durante estas operaciones, y las actuaciones en caso
de producirse un vertido.
En algunos casos, la instalación cuenta con una única zona de almacenamiento, en la que se guardan
todo tipo de sustancias, a veces incompatibles entre si, ya que su mezcla puede dar lugar a reacciones
con liberación de energía, provocando incendios y/o explosiones. En otros casos, la reacción puede dar
lugar a la formación de gases tóxicos.
Por otra parte, las aguas de extinción, que llevan disueltas sustancias que no se han quemado com-
pletamente y agentes extintores, pueden salir de la instalación si esta no cuenta con un sistema de
contención, provocando la contaminación del suelo y las aguas de los alrededores.
El almacenamiento de sustancias químicas está regulado por el Real Decreto 379/2001 y sus
Instrucciones Técnicas Complementarias.
A continuación se recogen en 12 fichas los principales riesgos asociados a las instalacionas auxiliares, así
como las medidas básicas para su minimización:
Muchas instalaciones cuentan con calderas industriales que calientan agua u otros fluidos térmicos
que permiten mantener las temperaturas de proceso. En otros casos, existen calderas de menos
potencia para climatización de las instalaciones. Especialmente en el primer caso, por ser calderas de
mayores dimensiones, existen riesgos asociados a la emisión de partículas en suspensión y gases tóxi-
cos (CO2, NOx, SOx ), por mala combustión, fallo de los equipos de depuración, o debido al mal funcio-
namiento de la caldera. Así mismo, es posible el vertido del agua de las purgas, sin realizar un trata-
miento previo de las mismas.
Las emisiones de partículas en suspensión y gases tóxicos pueden producir afecciones respiratorias y
contaminación atmosférica. Adicionalmente, algunos de los gases emitidos contribuyen al efecto
invernadero, y otros a la generación de lluvia ácida, que produce afecciones al suelo, las aguas, la vege-
tación y la fauna.
En caso de incendio o explosión de la caldera, se podrían ver afectadas otras instalaciones, liberándo-
se sustancias contaminantes al suelo, las aguas y la atmósfera. Así mismo, las aguas de extinción con-
tienen restos de sustancias inquemadas y agentes extintores, por lo que si salieran de la instalación,
podrían afectar al suelo y las aguas del entorno de la instalación.
El vertido de las aguas de purga suele realizarse al suelo, sin eliminación previa de hidrocarburos, pro-
duciendo afecciones al mismo.
Medidas de minimización
Las calderas deben pasar las revisiones periódicas de acuerdo con la normativa vigente. Así mismo,
según la normativa vigente, deben realizarse medidas de las emisiones a la atmósfera y llevar un libro
de registro de las mismas. En algunos casos puede ser necesario instalar sistemas de depuración de
los gases de emisión, y éstos deben mantenerse en condiciones adecuadas de funcionamiento.
Las purgas, deben ser tratadas previamente a su vertido para eliminar los hidrocarburos.
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2 Riesgos asociados a transformadores y subestaciones que contienen aceites con
PCBs
Muchas instalaciones cuentan con un transformador o una subestación, que transforma la energía
eléctrica a la tensión adecuada. Estos equipos pueden contener fluidos térmicos, refrigerantes y ais-
lantes, que en muchos casos es un aceite dieléctrico. En los equipos más antiguos se empleaban acei-
tes con PCBs (policlorobifenilos), por su estabilidad físico-química, su alta capacidad como aislante
eléctrico y su resistencia a la combustión.
El uso de esta sustancia ha sido prohibido debido a su elevada toxicidad. No obstante, ésta puede
estar presente en algunos equipos, lo que agrava las consecuencias de una posible liberación de
estos fluidos.
Relacionados con estos equipos, existen riesgos asociados al vertido del aceite que contienen, por
ausencia o fallo de los sistemas de contención, o por malas prácticas; y riesgos asociados al incendio
de los mismos.
El vertido de aceites con PCBs al suelo o las aguas, además de producir la contaminación directa de
estos sistemas, puede ingresar en la cadena trófica y bioacumularse en los organismos, e incluso lle-
gar al ser humano.
En caso de incendio, pueden producirse gases altamente tóxicos, como las dioxinas y los furanos, pro-
vocando contaminación atmosférica y afecciones sobre la población. Así mismo, las aguas de extinción
contendrían restos de aceite sin quemar y agentes extintores, y en caso de que la instalación no cuen-
te con un sistema de contención para ellas, podrían alcanzar el suelo y las aguas de los alrededores,
contaminándolos.
Medidas de minimización
Los transformadores deben ubicarse en un cuarto independiente del resto de la instalación, que cuen-
te con un sistema de contención de derrames y con los medios de extinción adecuados para incendios
de origen eléctrico. En el caso de equipos que contengan PCBs, es necesario maximizar las medidas
de seguridad en su manipulación.
La mayoría de las instalaciones cuentan con un pequeño taller de mantenimiento general de la maqui-
naria, que en ocasiones incluye el mantenimiento de los vehículos de la empresa. En ellos se generan
residuos peligrosos como aceite usado, baterías, filtros, trapos y absorbentes contaminados, líquidos
de frenos, líquidos anticongelantes, envases plásticos y metálicos contaminados, restos de pinturas, y
disolventes. Adicionalmente, en estos talleres se suelen realizar labores de soldadura y oxicorte, para
lo que se emplean gases inflamables como butano y acetileno, y comburentes como el oxígeno.
Los riesgos asociados a estas instalaciones son el vertido de residuos, por ausencia o fallo de los
medios de contención de la contaminación; y el riesgo de incendio y explosión por fuga de los gases
inflamables empleados.
Los vertidos de residuos pueden alcanzar las arquetas de la red de saneamiento o de pluviales, así
como zonas de suelo no pavimentadas, pudiendo provocar afecciones al suelo de la instalación y a las
aguas del entorno de la misma.
Medidas de minimización
Los envases de residuos y de aceites ubicados en los talleres de mantenimiento deben contar con
cubetos de contención ante posibles vertidos, o es su defecto, el taller debe contar con un sistema de
contención de los mismos, como arquetas estancas o un separador de grasas. Además, debe estar dis-
ponible algún tipo de absorbente para recoger pequeños vertidos.
Las botellas de gases inflamables y comburentes deben almacenarse en zonas separadas y protegidas
de posibles golpes. Así mismo, el taller debe contar con los medios de extinción apropiados.
Estos sistemas de depuración suelen estar formados por varios tanques, en los que se almacenan las
aguas a tratar, las sustancias empleadas en el tratamiento, que suelen incluir ácidos y bases, y las
aguas en tratamiento.
El principal riesgo asociado a estas instalaciones es el vertido del contenido de alguno de estos tan-
ques, por fallo del equipo, sobrellenado o fallo humano; y la infiltración de sustancias contaminantes
en el terreno, por falta de estanqueidad, en el caso de que los tanques estén enterrados.
Si no existe ningún sistema de contención, que permita retener los posibles vertidos accidentales,
éstos pueden alcanzar la red de pluviales no contaminadas y causar afecciones a las aguas y el suelo
de los alrededores de la instalación, o contaminar directamente el suelo de la instalación si la zona
donde se ubica la depuradora no se encuentra pavimentada o los tanques están enterrados, afectando
también a las aguas subterráneas.
Las aguas residuales pueden llevar en disolución diversas sustancias, entre ellas metales pesados que
se pueden acumular en los organismos e ingresar en la cadena alimentaria. Adicionalmente, los áci-
dos y bases que se emplean en el tratamiento de estas aguas, pueden modificar localmente el pH del
medio en el que se vierten, afectando a la flora y la fauna.
Medidas de minimización
Los sistemas de depuración deben ubicarse sobre suelo pavimentado, en una zona cubierta, y con
acceso restringido. Así mismo, deben contar con un sistema de contención de posibles vertidos, que
los recircule de nuevo al tanque de tratamiento y que sea capaz de contener la totalidad del vertido en
el peor de los casos.
Si el sistema de depuración es subterráneo, éste debe contar con un sistema de detección de fugas y se
deben realizar inspecciones periódicas de los tanques y las tuberías, para comprobar su estanqueidad.
Se deben controlar periódicamente, según la normativa vigente, los parámetros de vertido, compro-
bando que se encuentran dentro de los límites legales.
26
5 Riesgos asociados a balsas de productos residuales
En algunas instalaciones los productos residuales del proceso productivo se almacenan en balsas, pre-
viamente a su tratamiento o retirada por gestor autorizado.
Los principales riesgos asociados a este tipo de instalación son: infiltración en el terreno de las aguas
residuales, por defectos en la impermeabilización o fisuras; vertidos al suelo y a cauces próximos, por
desbordamiento de la balsa o por derrumbamiento de los diques de contención.
La infiltración en el terreno de los residuos contenidos en las balsas producirían la contaminación del
suelo de la zona, pudiendo afectar por percolación a las aguas subterráneas y por tanto a pozos próxi-
mos empleados para riego y abastecimiento. En el caso de producirse un vertido, la contaminación
afectaría principalmente a las capas más superficiales del suelo y a las masa de agua próximas, no
obstante, los efectos sobre el suelo y las aguas subterráneas podrían ser los mismos que en el caso
anterior, si el vertido no se retira con la rapidez suficiente.
Medidas de minimización
Las aguas residuales pueden llevar en disolución diversas sustancias, entre ellas metales pesados que
se pueden acumular en los animales y plantas y pasar al hombre a través de la alimentación.
Las balsas deben estar adecuadamente impermeabilizadas, y deben contar con algún sistema de
detección de fugas, así como con un sistema de medida de nivel.
Algunas instalaciones cuenta con laboratorios propios, en los que se realizan ensayos físicos y quími-
cos. En estas instalaciones se pueden generar residuos peligrosos de diversa naturaleza: muestras de
producto contaminadas con disolventes u otras sustancias tóxicas, restos de disolventes, envases
metálicos y plásticos contaminados, etc.
Los principales riesgos medioambientales asociados a los laboratorios son: vertidos de sustancias
peligrosas a la red de saneamiento, por malas prácticas; vertidos en la zona de almacenamiento de
sustancias químicas, por rotura de envases; incendio y explosión, por reacciones violentas entre sus-
tancias incompatibles.
En caso de incendio o explosión, podrían producirse el vertido de las sustancias peligrosas manejadas
en el laboratorio, además, se podrían ver afectadas otras áreas de la instalación, liberándose sustan-
cias contaminantes al suelo, las aguas y la atmósfera. Así mismo, las aguas de extinción contienen res-
tos de sustancias inquemadas y agentes extintores, por lo que si salieran de la instalación, podrían
afectar al suelo y las aguas del entorno de la instalación.
El almacenamiento de sustancias químicas debe cumplir la normativa vigente y contar con un sistema
de contención de posibles vertidos, así como con materiales absorbentes apropiados.
Los hornos y túneles de secado forman parte de los equipos de producción de muchas instalaciones,
en las que se emplean, por ejemplo, para cocer piezas cerámicas y fundir metales, en el caso de los
hornos, y eliminar la humedad de las piezas cerámicas o acelerar el secado de imprimaciones sobre
distintos materiales, en el caso de los túneles de secado.
Los principales riesgos asociados a este tipo de instalaciones son los siguientes: emisión de partícu-
las en suspensión, gases tóxicos (NOx, SOx, CO, COVs) y de efecto invernadero ( CO2), debido a fallo en
los sistemas de depuración; incendios y explosiones por el fallo de equipos.
En general, los gases y partículas liberados producen contaminación atmosférica. Algunos de ellos,
contribuyen además al efecto invernadero (CO2) y otros a la formación de la lluvia ácida (NOx, SOx) que
degrada los suelos y el agua, afectando también a la vegetación y la fauna.
Medidas de minimización
Los hornos y túneles de secado deben contar con sistemas de retención de partículas y depuración de
gases, que deben mantenerse en buen estado de funcionamiento, mediante un mantenimiento pre-
ventivo. Así mismo, los quemadores de estos equipos deben ser objeto de un plan de mantenimiento
que evite fallos y garantice una buena combustión, limitando las emisiones de CO2 y gases tóxicos.
Se deben realizar las mediciones de emisiones a la atmósfera que correspondan según la normativa
vigente, y mantener al día un libro de registro de las mismas.
28
8 Riesgos asociados a cabinas de pintado
Aunque cada vez es más común el uso de pinturas al agua, aún se siguen empleando pinturas con
disolvente en muchas instalaciones. La aplicación puede ser manual o automática, normalmente
ambas se realizan en cabinas de pintado.
Los principales riesgos asociados a estos equipos son los siguientes: emisiones atmosféricas de com-
puestos orgánicos volátiles (COVs), por fallo de los sistemas de depuración de gases; vertido de aguas
residuales y lodos con restos de pintura y disolvente, por malas prácticas o fallo de los sistemas de
contención; incendio o explosión, por presencia de atmósfera explosiva.
En general, los gases y partículas liberados producen contaminación atmosférica y afecciones respi-
ratorias. La mayoría de los COVs son precursores del ozono en superficie, que provoca afecciones res-
piratorias, y algunos de ellos son conocidos agentes carcinógenos.
En caso de incendio o explosión, además de la liberación de gases contaminantes, se podrían ver afec-
tadas otras áreas de la instalación, liberándose otras sustancias contaminantes al suelo, las aguas y
la atmósfera. Así mismo, las aguas de extinción contienen restos de sustancias inquemadas y agentes
extintores, por lo que si salieran de la instalación, podrían afectar al suelo y las aguas del entorno de
la instalación.
Medidas de minimización
Las cabinas de pintura deben contar con sistemas de retención de partículas y depuración de gases,
que deben mantenerse en buen estado de funcionamiento, mediante un mantenimiento preventivo. Así
mismo, se deben realizar las mediciones de emisiones a la atmósfera que correspondan según la nor-
mativa vigente, y mantener al día un libro de registro de las mismas.
Las aguas residuales deben tratarse previamente a su vertido y los residuos peligrosos (restos de pin-
turas y disolventes) deben ser entregados a gestor autorizado. Nunca deben eliminarse estas sustan-
cias a través de la red de saneamiento o de pluviales.
Estas instalaciones deben estar clasificadas como Atmósferas Explosivas (ATEX), según la normativa
de atmósferas explosivas, y contar con sistemas de protección apropiados.
En la mayoría de las instalaciones existe una zona para el lavado de los vehículos y maquinaria emple-
ados. Las aguas residuales generadas contienen jabones y ceras, y restos de hidrocarburos de los
vehículos.
El riesgo asociado a estas zonas, es el vertido de las aguas de lavado sin tratamiento previo, por mala
práctica o por fallo de los sistemas de contención o depuración.
El vertido de estas aguas sobre el terreno provoca la contaminación del suelo, pudiendo llegar a capas
profundas, dependiendo de la permeabilidad de éste, e incluso a las aguas subterráneas. El vertido de
estas aguas a la red de pluviales, puede alcanzar las masa de agua cercanas, provocando por un lado
un efecto tóxico sobre la flora y la fauna, ya que muchas ceras empleadas son tóxicas, y por otro, un
aumento de la demanda química y biológica de oxígeno, empobreciendo el agua en este elemento y
provocando daños al medio acuático en general.
Medidas de minimización
Las zonas de lavado deben estar pavimentadas y cubiertas, y deben contar con un sistema de reten-
ción y/o depuración de las aguas residuales generadas.
Los principales riesgos asociados a ellas son la posible infiltración de contaminantes al terreno como
consecuencia de fugas en la red de saneamiento de la red de aguas residuales de proceso. También es
relevante señalar la ocurrencia de vertidos accidentales a la red de pluviales, por malas prácticas o
fallo en los sistemas de contención.
La infiltración de estas aguas en el terreno provoca la contaminación directa del suelo, pudiendo lle-
gar a capas profundas, dependiendo de la permeabilidad de éste, y a las aguas subterráneas, afectan-
do incluso a pozos próximos.
Los vertidos a la red de saneamiento pueden alterar el funcionamiento del sistema de depuración
municipal, permitiendo la llegada de contaminantes a los cursos fluviales de la zona donde se realice
el vertido final. En el caso de los vertidos a pluviales, pueden alcanzar de forma directa el suelo o las
aguas del entorno de la instalación. Si las aguas contienen metales pesados, estos se pueden bioacu-
mular y entrar en la cadena trófica.
Medidas de minimización
Las redes de aguas residuales deben ser estancas y se deben mantener en buen estado de conser-
vación.
Se deben extremar las precauciones para evitar vertidos accidentales a las redes de saneamiento y de
pluviales. Así mismo, las zonas de almacenamiento de estas sustancias deben contar con sistemas de
contención de la contaminación, para evitar que un vertido accidental pueda alcanzar estas redes.
30
11Riesgos asociados a incendios
En general, todas la instalaciones cuentan con medios de detección de incendios o al menos con
medios de extinción: detectores, alarmas, central de alarmas, bocas de incendio equipadas (BIEs),
columna seca, hidrantes, aljibes, etc.
Los riesgos asociados a estos sistemas son: fallo de los sistemas de detección y extinción por mal fun-
cionamiento de los mismos, debido a fallos materiales o deficiencias en el mantenimiento; vertido de
las aguas de extinción sobre suelo no pavimentado o a cauces próximos.
Un mantenimiento deficiente de los sistemas de detección y medios de extinción puede hacer que un
incendio de poca entidad se convierta en un incendio que afecte a varias áreas e incluso a toda la ins-
talación y al entorno de la misma.
Medidas de minimización
La instalación debe cumplir la normativa vigente en materia de protección contra incendios y explo-
siones, y contar con un Plan de Emergencia así como con los medios de extinción suficientes y ade-
cuados a las características de la actividad que se desarrolla. Estos medios de extinción, deben man-
tenerse en buenas condiciones de funcionamiento.
12 Riesgos de intrusión
En general, las instalaciones cuentan con algún sistema contra intrusión: vallas, alarmas, vigilancia
24 h, cámaras, etc.
El principal riesgo asociado a los sistemas contra intrusión, es un mal funcionamiento por fallos mate-
riales o deficiencias en el mantenimiento.
Un mantenimiento deficiente de los sistemas contra intrusión puede provocar un mal funcionamiento
de los mismos, facilitando robos y sabotajes, que pueden ocasionar fallos en las medidas de control de
los procesos, vertidos, escapes, etc., con las respectivas afecciones al entorno de la instalación.
Medidas de minimización
La instalación debe contar con sistemas contra intrusión y mantenerlos en un correcto estado de fun-
cionamiento.
Al igual que una instalación puede actuar de forma negativa sobre el entorno que la rodea, puede ocu-
rrir también la situación contraria. Fenómenos naturales como inundaciones por fuertes lluvias o des-
bordamiento de un cauce, terremotos, tormentas eléctricas, etc, son una fuente de riesgo para la ins-
talación.
En general, estos fenómenos naturales pueden ser causa de la liberación al medio de sustancias de
carácter peligroso almacenadas en la instalación, así como de incendios que liberen contaminantes a
la atmósfera. Por ello, las instalaciones ubicadas en zonas donde estos fenómenos son más frecuen-
tes, tienen asociado un mayor riesgo ambiental.
Medidas de minimización
Las instalaciones deben contar con un Plan de Emergencia que contemple los protocolos de actuación
en el caso de producirse este tipo de situaciones.
Al considerar los riesgos medioambientales a los que se encuentra expuesta una instalación, se deben
tener en cuenta también las actividades desarrolladas en la parcelas vecinas, ya que un vertido al suelo
o a las aguas, o una liberación de gases y partículas a la atmósfera, desde una instalación vecina, pue-
den afectar al suelo, las aguas y la atmósfera que rodean a la instalación objeto de estudio. Esto depen-
derá principalmente de las características del entorno de la instalación como: permeabilidad del suelo,
pendiente, presencia de aguas superficiales o subterráneas, direcciones predominantes del viento, etc.
Medidas de minimización
Ante un vertido o fuga accidental en una industria vecina, la instalación debe contar con un Plan de
Emergencia que contemple estas situaciones provocadas por agentes externos a la propia instalación.
32
3 Riesgos asociados al acceso a las instalaciones de personal no autorizado
Teniendo en cuenta estas circunstancias, el riesgo ambiental asociado a instalaciones que no cuentan
con medios de protección frente a la intrusión (valla perimetral, alarmas, control de acceso, personal
de vigilancia, etc.), es mayor que el asociado a aquellas instalaciones que cuentan con estos medios.
Medidas de minimización
La instalación debe contar con sistemas contra intrusión y mantenerlos en un correcto estado de fun-
cionamiento.
Medidas de minimización
En este caso sólo es posible aplicar medidas correctoras, para tratar de devolver el suelo y las aguas
subterráneas a su situación original.
Para cada uno de estos sectores, se identifican los principales riesgos ligados a cada uno de los procesos
desarrollados en una instalación tipo, se ofrecen una serie de pautas para la minimización de los mismos, y
se representan gráficamente los riesgos identificados, señalando aquellos que serían los más significativos
en cada caso. Se trata en definitiva de identificar y evaluar los principales riesgos medioambientales con el
fin de facilitar su minimización o eliminación.
En general se trata de plantas con una gran superficie, donde se reciben los distintos residuos, se clasifican
en función de su tipología, se almacenan hasta tener una cantidad suficiente y se derivan a un gestor final.
Además de estas actividades, algunas plantas de transferencia poseen líneas de tratamiento para determi-
nados tipos de residuos.
3.1.1
Principales procesos y riesgos ambientales asociados
Se han determinado cuatro procesos generales que resumen de forma global el conjunto de actividades que
se llevan a cabo en una instalación de esta naturaleza:
- Recepción: los residuos llegan a la planta trasportados, generalmente, mediante camiones que descar-
gan su contenido en tolvas de recepción o en una playa de descarga.
- Almacenamiento temporal: una vez realizado el acondicionamiento y la clasificación final de los residuos
éstos se almacenan en depósitos diferenciados a la espera de ser expedidos.
- Expedición: una vez finalizadas todas las operaciones anteriores y tras almacenar un stock suficiente, los
residuos se envían utilizando medios de transporte de mayor capacidad (camiones de mayor tamaño, tre-
nes y barcos) a los centros de tratamiento o almacenamiento definitivo.
En un centro de transferencia de residuos, las instalaciones auxiliares más habituales son las siguientes:
38
En la siguiente figura se resumen los riesgos medioambientales asociados a cada uno de los procesos, acti-
vidades e instalaciones desarrollados en una planta de transferencia de residuos.
Identificación de los principales riesgos medioambientales asociados a los centros de transferencia de residuos
3.1.2
Medidas de minimización de los riesgos medioambientales
identificados
En este apartado se analizan los riesgos medioambientales identificados, exponiendo las posibles causas y
consecuencias de cada uno de ellos, así como las medidas propuestas para la minimización de los mismos.
Causas: accidentes y vuelcos de los envases que contienen los residuos, en los procesos de manipula-
ción y transporte de los residuos que se reciben en la instalación.
Consecuencias: los vertidos generados pueden alcanzar las arquetas de drenaje de la instalación,
afectar a zonas de suelo natural no pavimentadas, o a las aguas subterráneas y superficiales del entor-
no, dependiendo de la zona donde se produzcan.
Medidas:
- La descarga de los camiones en la playa de descarga o en las tolvas de recepción debe realizarse
en condiciones de máxima seguridad, para evitar accidentes o vertidos, utilizando los mecanismos
y herramientas disponibles más apropiadas para cada caso concreto.
- La zona de recepción debe presentar las dimensiones adecuadas para la totalidad de residuos reci-
bidos, ya que los distintos residuos deben depositarse en zonas diferenciadas para evitar reaccio-
nes y mezclas entre los mismos. Este área debe estar dotada de pavimento impermeable, y siste-
mas de recogida de derrames, además debe disponer de una red de recogida de aguas pluviales,
conectada a arquetas o fosas subterráneas.
- La zona de acondicionamiento debe contar con sistemas de elevación y transporte mecánico de los
contenedores, envases, etc., y con medidas de prevención de la contaminación ante posibles derra-
mes durante la manipulación de los mismos. Además deberá estar resguardada de la lluvia
mediante una cubierta, y presentar un pavimento impermeabilizado con pendiente hacia los pun-
tos de recogida de vertidos conectados a un sistema de tratamiento.
2 Emisión de partículas
La cantidad y la tipología de las partículas en suspensión emitidas a la atmósfera, puede ser muy varia-
ble en función de la naturaleza de los residuos gestionados o transferidos. Uno de los principales focos
de emisión de partículas en suspensión es la trituradora de residuos. También se pueden emitir partí-
culas desde las calderas de la instalación, superándose los límites permitidos.
Causas:
- Fallo de los sistemas de retención de partículas.
40
Medidas:
- Mantener en buen estado de funcionamiento los sistemas de retención de partículas, con revisio-
nes periódicas.
- Las calderas deben pasar las revisiones periódicas de acuerdo con la normativa vigente. Así mismo,
según la normativa, deben realizarse medidas de las emisiones a la atmósfera y llevar un libro de
registro de las mismas. En algunos casos puede ser necesario instalar sistemas de depuración de
los gases de emisión, y éstos deben mantenerse en condiciones adecuadas de funcionamiento.
En los centros de transferencia de residuos se producen aguas residuales al lavar el agua de lluvia las
superficies no cubiertas de la instalación, en las que se manejan, transportan y almacenan residuos de
diversa clase.
Causas:
- Vertidos de sustancias contaminantes en zonas no cubiertas, por caída de envases y accidentes,
que alcanzan la red de pluviales.
Consecuencias: las aguas pluviales contaminadas pueden alcanzar la red drenaje de pluviales salien-
do fuera de la instalación, y causando afecciones a las aguas y al suelo de los alrededores de la misma.
Medidas: El suelo de la instalación debe estar correctamente pavimentado y presentar pendiente hacia
los puntos de recogida de vertidos y/o fugas. Las zonas destinadas a procesos y almacenamientos de
residuos deberán además estar cubiertas.
La instalación debe contar con un sistema de recogida y tratamiento de aguas residuales, incluidas las
aguas pluviales procedentes de las zonas no cubiertas.
Estas sustancias están reguladas por una normativa específica (Real Decreto 117/2003), ya que pue-
den suponer un grave riesgo para la salud de las personas expuestas a los vapores que desprenden.
- Explosión.
Causas:
- Deterioro de los envases que contienen las sustancias que pueden emitir COVs.
Consecuencias:
- Contaminación atmosférica.
- La mayoría de los COVs son precursores del ozono en superficie, que provoca afecciones respira-
torias, y algunos de ellos son conocidos agentes carcinógenos.
Medidas:
- Los contenedores deben de ser apropiados para las sustancias que van a contener y estar en per-
fecto estado de conservación, sin roturas y correctamente cerrados. Se debe tener especial cuida-
do durante su manipulación, para evitar derrames.
- Los envases de estas sustancias deben mantenerse alejados de fuentes de calor para evitar mayores
evaporaciones.
- Es recomendable que las zonas de almacenamiento y manipulación de COVs cuenten con detecto-
res, para poder controlar posibles fugas y actuar lo antes posible. Así mismo, es recomendable con-
tar con sistemas de extracción y depuración y mantenerlos en perfecto estado de funcionamiento.
En estas instalaciones, la fase de almacenamiento de los residuos es la más crítica, puesto que la con-
centración de sustancias contaminantes en el almacenamiento es mayor que en otras zonas de la ins-
talación, y aquí permanecen durante más tiempo. Estas razones hacen imprescindible que las condi-
ciones de impermeabilización y separación de materiales incompatibles estén siempre presentes, para
evitar accidentes e infiltración de los contaminantes hacia el suelo y aguas subterráneas.
Los residuos generados en un centro de transferencia son, en muchos casos, residuos catalogados
como peligrosos, derivados del funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones, aceites, baterí-
as, pilas, disolventes, envases que hayan contenido sustancias peligrosas, material absorbente, trapos
etc. En muchos casos estos residuos se gestionan en la propia instalación.
Además, en estas instalaciones suele haber zonas de almacenamiento de productos químicos emple-
ados para el tratamiento de los residuos y las aguas residuales, zonas de almacenamiento de los com-
bustibles empleados en la instalación, y una zona para el almacenamiento de los residuos peligrosos
que no se gestionan en la planta, si no que se entregan a gestor autorizado.
42
Riesgos:
- Fugas y vertidos.
Causas:
- Envases y depósitos no estancos, debido a la degradación de los mismos o a cierres deficientes.
Consecuencias: vertidos y fugas pueden alcanzar la red de drenaje o de pluviales, así como zonas
no pavimentadas, produciendo afecciones al suelo o a las aguas superficiales y subterráneas del
entorno de la instalación. En el caso concreto de los depósitos subterráneos, se produciría una
degradación directa del suelo más próximo al depósito enterrado, y posiblemente al suelo y las
aguas subterráneas del entorno, pudiendo afectar a pozos próximos empleados para riego o abas-
tecimiento.
Medidas:
- La zona de almacenamiento será de acceso restringido. Únicamente se permitirá el acceso a las
personas encargadas del transporte y manipulación de los residuos.
- Dotar a los almacenamientos de cubierta, para evitar el arrastre de sustancias que puedan produ-
cir la contaminación del agua de lluvia y, como consecuencia, la contaminación del suelo y las
aguas del entorno de la instalación.
- Todos los almacenamientos de una instalación deben estar correctamente pavimentados, preferi-
blemente con hormigón u otro material impermeabilizante, y se debe garantizar el estado de con-
servación del mismo.
- El tiempo de almacenamiento previo a la expedición debe ser el mínimo posible y el local debe lim-
piarse después de cada retirada de residuos.
- Resguardar los residuos de las temperaturas elevadas. Si la instalación alberga residuos con un
punto de inflamación bajo establecer una zona específica con las condiciones adecuadas para
almacenarlos a la temperatura necesaria.
- Maximizar las medidas de seguridad durante el manejo y traslado de los envases, realizando estas
operaciones en zonas que dispongan de medidas de contención de la contaminación o sobre ban-
dejas de contención. Evitar el traslado manual de los recipientes, utilizando portabidones u otros
mecanismos.
- Las zonas de carga/descarga deben: estar pavimentadas con materiales resistentes a la degrada-
ción por parte de las sustancias que se manejan; estar cubiertas, si es técnica y económicamente
viable; contar con sistemas de contención de vertidos (arquetas, cubetos) y con materiales absor-
bentes adecuados a las características del posible vertido; estar adecuadamente señalizadas y
deben contar con carteles informativos sobre los procedimientos a seguir durante estas operacio-
nes, y las actuaciones en caso de producirse un vertido.
En los centros de transferencia de residuos se producen aguas residuales en las labores de limpieza y
mantenimiento de sistemas e instalaciones, al lavar el agua de lluvia las superficies no cubiertas de la
instalación, en los aseos del personal de la instalación, y en los equipos que se emplean para refrige-
ración en algunos casos. Todas ellas deben tratarse previamente a su vertido, en un sistema de trata-
miento de aguas residuales de la instalación.
Riesgo: vertido del contenido de alguno de los tanques que almacenan las aguas a tratar o los pro-
ductos químicos para el tratamiento de las mismas.
Causas:
- Fallo del sistema de depuración.
- Inexistencia de un sistema de contención que permita retener los posibles vertidos accidentales.
Consecuencias: los posibles vertidos accidentales pueden alcanzar la red drenaje de aguas pluviales
saliendo fuera de la instalación, y causando afecciones a las aguas y al suelo de los alrededores de la
misma. También se puede contaminar directamente el suelo de la instalación, si la zona donde se ubica
la depuradora no se encuentra pavimentada o los tanques están enterrados, afectando también a las
aguas subterráneas.
44
Medidas: los sistemas de depuración:
- Deben ubicarse en suelo pavimentado, en una zona con sistemas de contención y con acceso res-
tringido.
- Deben contar con un sistema de contención de posibles vertidos, que los recircule de nuevo al tan-
que de tratamiento y que sea capaz de contener la totalidad del vertido en el peor de los casos.
- Deben contar con un sistema de detección de fugas, y se deben realizar inspecciones periódi-
cas de los tanques y las tuberías, para comprobar su estanqueidad (en el caso de sistemas de
tratamiento con tanques subterráneos).
Los riesgos evaluados quedan representados en el siguiente esquema, donde pueden ubicarse cada uno de
ellos según la frecuencia con la que acontecen y la gravedad de sus consecuencias. Ambos parámetros han
sido valorados de cero a cinco.
El producto de ambas magnitudes genera una esfera que nos permite la valoración cualitativa del riesgo,
siendo las esferas de mayor tamaño las que corresponden a los mayores riesgos. Por encima de la línea roja
se sitúan los riesgos que se consideran significativos, es decir, sobre aquellos que deberán centrarse nues-
tras actuaciones para minimizar el riesgo global de la instalación con respecto al Medio Ambiente.
Los riesgos medioambientales más significativos se asocian a los vertidos y lixiviados en las zonas de alma-
cenamiento, la emisión de COVs y partículas en suspensión, la contaminación de aguas pluviales por arras-
tre de contaminantes, y las emisiones desde las calderas.
Riesgos significativos
5 Lixiviados generados
4
Gravedad
3
Contaminación de aguas por Emisión desde calderas
arrastre de contaminantes
2
0
0 1 2 3 4
Frecuencia
46
PORTADA
En estas instalaciones, el principal generador de contaminación del suelo y del medio hídrico es la inade-
cuada gestión de los lixiviados que se producen en el vaso de vertido. Éstos pueden filtrarse al suelo y a las
aguas subterráneas, como consecuencia de deficiencias en el funcionamiento del sistema de recogida, y cau-
sar su contaminación.
Los vertederos de residuos no peligrosos tienen restringido su uso a determinados tipos de residuos que
pueden contener materiales peligrosos, que exigen un mayor nivel en las medidas de seguridad ambiental.
Por ello, los residuos se someten a una inspección visual durante el proceso de recepción, que garantice su
pertenencia a alguna de las siguientes categorías:
Bajo ninguna circunstancia serán aceptados en estas instalaciones los residuos que posean una o varias de
las siguientes características:
- Residuos infecciosos.
Para reducir el riesgo general de este tipo de instalaciones es necesario seguir el procedimiento establecido
para la admisión de residuos, que se detalla a continuación:
- Caracterización básica: tiene como objetivo la obtención de información acerca del origen, composición
y características de los residuos. Deberán obtenerse los datos relativos a las características y comporta-
miento del potencial lixiviado generado.
- Verificación in situ: supone la verificación de los resultados obtenidos en la fase anterior y de la docu-
mentación aportada. Consistirá en procesos rápidos, como inspecciones visuales de los residuos antes y
después de su descarga en el vertedero.
Otro aspecto importante dirigido a reducir el riesgo de este tipo de instalaciones es el grado de compactación
previo al vertido. La disminución de volumen favorece el transporte a la celda de vertido y minimiza el riesgo
de contaminación.
Los vertederos de residuos sólidos urbanos suelen compartir su ubicación con otras actividades ligadas a la
eliminación y recuperación de residuos como plantas de compostaje, plantas de selección y clasificación,
plantas de recuperación energética y de reciclaje. Este apartado se centra específicamente en los riesgos
asociados a las instalaciones propias de un vertedero de residuos no peligrosos.
48
3.2.1
Principales procesos y riesgos medioambientales asociados
Las principales zonas y procesos de una instalación de eliminación de residuos urbanos mediante depósito
en vertedero son las siguientes:
En la siguiente figura se resumen los riesgos medioambientales asociados a cada uno de los procesos y acti-
vidades desarrollados en un vertedero de residuos sólidos urbanos.
Identificación de los principales riesgos medioambientales en los vertederos de residuos sólidos urbanos
En este apartado se analizan los riesgos medioambientales identificados, exponiendo las posibles causas de
cada uno de ellos y las consecuencias de que se materialicen, así como las medidas propuestas para la mini-
mización de cada uno de dichos riesgos.
En los vertederos de residuos sólidos urbanos se generan aguas residuales en la limpieza de las ins-
talaciones (báscula, prensa) y de la maquinaria y vehículos. El área de recepción es un punto impor-
tante de generación de efluentes residuales líquidos, debido a las actividades asociadas a su funcio-
namiento:
Riesgo: vertido de aguas residuales sin tratar al suelo de la instalación, o a las aguas superficiales pró-
ximas a la misma.
Medidas: la zona de recepción debe contar con un sistema de drenaje hacia la balsa de lixiviados u otro
sistema de tratamiento. Esta red debe tener un mantenimiento adecuado para evitar posibles fugas.
50
2 Emisiones de gases contaminantes
Las emisiones en los vertederos de residuos sólidos urbanos se generan como consecuencia de la
degradación progresiva que sufre la materia orgánica contenida en los residuos. Este proceso de
degradación biológica conlleva la formación de un conjunto de gases, entre los que destacan CO2, N2,
O2, durante una primera fase aerobia, y CO2 y CH4, asociados a las condiciones anaeróbicas de la segun-
da fase. Adicionalmente, se originan pequeñas cantidades de compuestos aromáticos, SH2, RSH (mer-
captanos) e hidrocarburos halogenados.
Esta mezcla de gases, originada en el vaso o celda de vertido, recibe el nombre de biogás de vertede-
ro, y dada su carga contaminante debe ser recogida en su totalidad por un sistema de captación de
gases para su posterior tratamiento.
Riesgos: emisiones de metano (CH4), dióxido de carbono (CO2), nitrógeno (N2), oxígeno (O2), y en meno-
res cantidades y sulfuro de hidrógeno (SH2) y mercaptanos (RSH).
Causas:
- Fugas en los sistemas de captación de gases o mal funcionamiento de éstos.
Consecuencias
- Contaminación atmosférica.
- Migración subterránea de metano, que podría causar intoxicaciones y asfixia en sótanos y casas
próximos. También se producirían daños a la vegetación circundante.
Medidas:
- Los sistemas de captación de gases se deben mantener en buen estado de funcionamiento,
mediante revisiones periódicas.
Estas fugas pueden originarse en el del vaso de vertido, en las conducciones de drenaje, y en la balsa
de lixiviados o sistema alternativo de tratamiento.
Los lixiviados son residuos líquidos originados principalmente a partir de la degradación de la mate-
ria orgánica contenida en los desechos, aunque su presencia también se debe a los fluidos contenidos
en los envases que se depositan en el vaso de vertido, o a las aguas pluviales recogidas en la celda de
vertido.
Causas:
- Deterioro de las conducciones de la red de drenaje.
- Insuficiente pendiente en las conducciones de transporte de lixiviados, que puede originar una acu-
mulación de los mismos en la celda de vertido.
+ Como consecuencia de la presión ejercida sobre ésta por el agua subterránea, ante fluctuacio-
nes del nivel freático.
+ Por deslizamiento de los taludes, originados por la entrada de agua en el vaso de vertido.
Consecuencias
- Contaminación del suelo y de las aguas subterráneas
Medidas:
La reducción del riesgo ambiental asociado a las fugas de lixiviados va a depender fundamentalmente
del sistema de recogida, transporte y almacenamiento de los lixiviados, que debe garantizar, con su
diseño y buen funcionamiento, la no existencia de fugas al medio. Este sistema para el control y tra-
tamiento de lixiviados se compone de:
52
- Red de drenaje: tiene como misión la recogida y transporte de los lixiviados generados en la celda,
hasta la balsa de lixiviados. En ocasiones se construye otra red de drenaje de seguridad, cuyo obje-
tivo es la detección de posibles fugas en las conducciones del drenaje principal.
- Balsa de lixiviados: almacena los lixiviados recogidos por la red de drenaje para su posterior tra-
tamiento. Al igual que el resto de elementos del sistema debe ser estanca, y tener una capacidad
de almacenamiento suficiente para evitar desbordamientos.
Causas: fallo en los sistemas de combustión o en los equipos de depuración de las calderas.
Consecuencias: las emisiones de partículas y gases pueden producir afecciones respiratorias y conta-
minación atmosférica.
Medidas: las calderas deben pasar las revisiones periódicas de acuerdo con la normativa vigente. Así
mismo, según la normativa, deben realizarse medidas de las emisiones a la atmósfera y llevar un libro
de registro de las mismas. En algunos casos puede ser necesario instalar sistemas de depuración de
los gases de emisión, y éstos deben mantenerse en condiciones adecuadas de funcionamiento.
Estas instalaciones cuentan con maquinaria para depositar y distribuir los residuos en el vaso de ver-
tido. Esta maquinaria requiere mantenimiento y consume combustible que se almacena en la propia
instalación.
Riesgos:
- Fugas y vertidos.
Causas:
- Envases y depósitos no estancos, debido a la degradación de los mismos o a cierres deficientes.
Consecuencias: vertidos y fugas pueden alcanzar la red de drenaje o de pluviales, así como zonas no
pavimentadas, produciendo afecciones al suelo o a las aguas superficiales y subterráneas del entorno
de la instalación. En el caso concreto de los depósitos subterráneos, se produciría una degradación
directa del suelo más próximo al depósito enterrado, y posiblemente al suelo y las aguas subterráne-
as del entorno, pudiendo afectar a pozos próximos empleados para riego o abastecimiento.
Medidas:
- Dotar a los almacenamientos de cubierta, para evitar el arrastre de sustancias que puedan producir
la contaminación del agua de lluvia y, como consecuencia, la contaminación del suelo y las aguas del
entorno de la instalación.
- Todos los almacenamientos de una instalación deben estar correctamente pavimentados, preferi-
blemente con hormigón u otro material impermeabilizante, y se debe garantizar el estado de con-
servación del mismo.
- Ubicar los envases y depósitos a una distancia suficiente unos de otros, de manera que se permi-
ta una rápida detección de posibles fugas; dotar a las zonas de almacenamiento de cubetos o sis-
temas de contención de derrames; situar los recipientes con sustancias incompatibles en áreas
separadas, y con cubetos independientes; emplear recipientes concebidos y realizados de forma
que se evite cualquier pérdida; realizar periódicamente pruebas de estanqueidad de los depósitos
subterráneos; colocar sistemas de detección de fugas en los depósitos subterráneos; refibrar los
depósitos subterráneos antiguos monocapa o sustituirlos por otros de doble capa; orden y limpie-
za para garantizar el buen estado de conservación de los depósitos y envases.
- Las zonas de carga/descarga deben: estar pavimentadas con materiales resistentes a la degrada-
ción por parte de las sustancias que se manejan; estar cubiertas, si es técnica y económicamente
viable; contar con sistemas de contención de vertidos (arquetas, cubetos) y con materiales absor-
bentes adecuados a las características del posible vertido; estar adecuadamente señalizadas y
deben contar con carteles informativos sobre los procedimientos a seguir durante estas operacio-
nes, y las actuaciones en caso de producirse un vertido.
54
3.2.3
Síntesis de los riesgos identificados
Los riesgos identificados quedan representados en el siguiente esquema, donde pueden ubicarse cada uno
de ellos según la frecuencia con la que acontecen y la gravedad de sus consecuencias. Ambos parámetros
han sido valorados de cero a cinco.
El producto de ambas magnitudes genera una esfera que nos permite la valoración cualitativa del riesgo,
siendo las esferas de mayor tamaño las que corresponden a los mayores riesgos. Por encima de la línea roja
se sitúan los riesgos que se consideran significativos, es decir, sobre aquellos que deberán centrarse nues-
Riesgos significativos
6
Fugas de lixiviados
5
Vertido de aguas
4 residuales sin tratar
Gravedad
3
Emisiones de gases contaminantes
(vaso de vertido)
2
0
0 1 2 3 4
Frecuencia
tras actuaciones para minimizar el riesgo global de la instalación con respecto al Medio Ambiente.
Los riesgos medioambientales más significativos son los asociados al vertido de aguas residuales sin tra-
tar, a las fugas de lixiviados desde el vaso de vertido, las conducciones de drenaje, o la balsa de lixiviados, y
a las emisiones de gases contaminantes desde el vaso de vertido.
No obstante, también existen otras fuentes de riesgo ligadas al alimento y a la utilización de productos quí-
micos, así como a la presencia de instalaciones auxiliares.
3.3.1
Principales procesos y riesgos ambientales asociados
A continuación relacionan los procesos, actividades e instalaciones generales que resumen de forma global
las características de una instalación de esta naturaleza:
- Alojamientos: en las instalaciones de cría intensiva de ganado porcino los animales se alojan en naves
cubiertas en las que se mantienen las condiciones de temperatura, humedad e higiene adecuadas para
la cría, lo que conlleva consumo de agua y energía.
- Almacenamiento y gestión de purines: los purines y estiércoles generados en los alojamientos se alma-
cenan en balsas que deben tener las características adecuadas para impedir la contaminación potencial
del suelo y de las aguas subterráneas y superficiales.
En una explotación ganadera de porcino, las instalaciones auxiliares más habituales son las siguientes:
En la siguiente figura se resumen los riesgos medioambientales asociados a cada uno de los procesos y acti-
vidades desarrollados en una explotación ganadera de ganado porcino.
58
Identificación de los principales riesgos medioambientales en instalaciones de ganado porcino
3.3.2
Medidas de minimización de los riesgos medioambientales
identificados
En este apartado se analizan los riesgos medioambientales identificados, exponiendo las posibles causas de
cada uno de ellos y las consecuencias de que se materialicen, así como las medidas propuestas para la mini-
mización de cada uno de dichos riesgos.
Riesgos: emisiones.
Causas:
- Fallos en el sistema de recogida de partículas.
- Derrames de pienso por fallo en las operaciones de descarga en los silos de almacenamiento.
Medidas:
- Instalar y mantener en buen estado de funcionamiento, sistemas de retención de partículas, tanto
en los alojamientos como en las zonas de almacenamiento y gestión de estiércoles.
- Poner especial atención al realizar las operaciones de descarga en los silos de almacenamiento de
pienso, para evitar incidentes.
Riesgos: vertidos al suelo y a las aguas del entorno asociados a las balsas de almacenamiento, a las
conducciones y al transporte fuera de la instalación.
Causas:
- Fallos de contención de los diques de la balsa.
- Sobrellenado de la balsa.
- Deterioro de las conducciones por las que los purines se conducen desde los alojamientos hasta
las balsas.
- Fallos en válvulas, mangueras y sistemas de bombeo, de los equipos de vaciado de las balsas hacia
las cisternas de transporte.
Medidas:
- La construcción de las balsas requiere un conocimiento previo sobre la estabilidad del terreno.
- Las balsas deben estar dimensionadas de forma que sean capaces de contener la producción total
anual de purines en la instalación. Esta cantidad varía de unas instalaciones a otra, si bien, pode-
mos estimar una producción media de 2,5 m3 por cerda y año, y calcular para una granja de 1.000
madres la capacidad de almacenamiento mínima recomendable, que rondaría los 625 m3.
- Los diques de contención de las balsas y las conducciones deben revisarse periódicamente para
detectar posibles fugas y actuar de inmediato para repararlos.
- Se debe tener especial cuidado durante las operaciones de limpieza para evitar la rotura de la
impermeabilización de la balsa.
- La zona de carga de las cisternas debe estar pavimentada y contar con un sistema de contención
de posibles vertidos, que los conduzca de nuevo a la balsa.
60
3 Vertidos asociados a las zonas de almacenamiento de otros residuos, productos
químicos y combustibles
En estas instalaciones suele haber zonas de almacenamiento de productos químicos como desinfec-
tante y biocidas, almacenamiento de combustibles para las calderas de la instalación, y una zona para
el almacenamiento de los residuos generados (restos de medicamentos, cadáveres, aceites usados, fil-
tros de aceite, envases, y otros residuos resultantes del mantenimiento de las instalaciones).
Causas:
- Vertidos de combustible por fallos de contención, por roturas, por fallos en operaciones de carga o
descarga.
Consecuencias: contaminación del suelo y las aguas, y sobre todo en el caso de los biocidas, daños a
los organismos acuáticos.
Vertidos y fugas pueden alcanzar la red de drenaje o de pluviales, así como zonas no pavimentadas,
produciendo afecciones al suelo o a las aguas superficiales y subterráneas del entorno de la instala-
ción. En el caso concreto de los depósitos subterráneos, se produciría una degradación directa del
suelo más próximo al depósito enterrado, y posiblemente al suelo y las aguas subterráneas del entor-
no, pudiendo afectar a pozos próximos empleados para riego o abastecimiento.
Medidas:
- Ubicar los envases y depósitos a una distancia suficiente unos de otros, de manera que se permi-
ta una rápida detección de posibles fugas; dotar a las zonas de almacenamiento de cubetos o sis-
temas de contención de derrames; situar los recipientes con sustancias incompatibles en áreas
separadas, y con cubetos independientes; emplear recipientes concebidos y realizados de forma
que se evite cualquier pérdida; realizar periódicamente pruebas de estanqueidad de los depósitos
subterráneos; colocar sistemas de detección de fugas en los depósitos subterráneos; refibrar los
depósitos subterráneos antiguos monocapa o sustituirlos por otros de doble capa; orden y limpie-
za para garantizar el buen estado de conservación de los depósitos y envases.
- Maximizar las medidas de seguridad durante el manejo y traslado de los envases, realizando estas
operaciones en zonas que dispongan de medidas de contención de la contaminación o sobre ban-
dejas de contención. Evitar el traslado manual de los recipientes, utilizando portabidones u otros
mecanismos.
- Todos los almacenamientos de una instalación deben estar correctamente pavimentados, preferi-
blemente con hormigón u otro material impermeabilizante, y se debe garantizar el estado de con-
servación del mismo.
- Las zonas de carga/descarga deben: estar pavimentadas con materiales resistentes a la degrada-
ción por parte de las sustancias que se manejan; estar cubiertas, si es técnica y económicamente
viable; contar con sistemas de contención de vertidos (arquetas, cubetos) y con materiales absor-
bentes adecuados a las características del posible vertido; estar adecuadamente señalizadas y
deben contar con carteles informativos sobre los procedimientos a seguir durante estas operacio-
nes, y las actuaciones en caso de producirse un vertido.
Riesgos históricos
En esta actividad cabe destacar los riesgos históricos asociados a la misma, por la gestión inadecuada que
se ha podido desarrollar asociadas a la gestión de los purines y de los residuos peligrosos.
Riesgo: la instalación puede tener su suelo contaminado, y haber producido la contaminación del suelo
y de las aguas subterráneas del entorno.
- Vertido directo de los purines en pozos, lo que ha podido suponer la entrada de contaminantes
directamente a los acuíferos de la zona.
- Depósito directo de los purines sobre el terreno, favoreciendo la infiltración de los lixiviados generados.
- Balsas no estancas, construidas con materiales permeables o directamente sobre el suelo desnudo.
- Incidentes durante las operaciones de transporte sobre zonas no pavimentadas, que se han ido
repitiendo a lo largo del tiempo.
Consecuencias: infiltración de purines en el terreno, con la consecuente contaminación del suelo y las
aguas subterráneas.
62
Medidas: en este caso sólo es posible poner en marcha un plan de remediación de la contaminación.
Se debe realizar un estudio de caracterización del suelo para determinar el alcance de la contamina-
ción y poder decidir cuáles son las técnicas de remediación más apropiadas.
En estas instalaciones se generan los siguientes residuos: cadáveres, restos de medicamentos, acei-
tes usados, filtros de aceite, y otros residuos resultantes del mantenimiento de las instalaciones.
Causas:
- La práctica más habitual para la eliminación de cadáveres ha sido su enterramiento en fosas.
- Almacenamiento de los residuos durante largo tiempo, favoreciendo la infiltración por deterioro de
los envases que contienen las sustancias peligrosas.
- Eliminación de residuos en pozos o fosas sépticas, junto a otros efluentes residuales generados en
la instalación.
Medidas: en este caso sólo es posible poner en marcha un plan de remediación de la contaminación.
Se debe realizar un estudio de suelo para determinar el alcance de la contaminación y poder decidir
cuáles son las técnicas de remediación más apropiadas.
Los riesgos evaluados quedan representados en el siguiente esquema, donde pueden ubicarse cada uno de
ellos según la frecuencia con la que acontecen y la gravedad de sus consecuencias. Ambos parámetros han
sido valorados de cero a cinco.
El producto de ambas magnitudes genera una esfera que nos permite la valoración cualitativa del riesgo,
siendo las esferas de mayor tamaño las que corresponden a los mayores riesgos. Por encima de la línea roja
se sitúan los riesgos que se consideran significativos, es decir, sobre aquellos que deberán centrarse nues-
tras actuaciones para minimizar el riesgo global de la instalación con respecto al Medio Ambiente.
Riesgos significativos
Riesgos históricos
4
gestión de purines
Gravedad
0
0 1 2 3 4
Frecuencia
Los riesgos medioambientales más significativos son los asociados a la inadecuada gestión de purines y
residuos peligrosos en el pasado, y al vertido accidental de purines.
64
MANUAL DE GERENCIA DE RIESGOS MEDIOAMBIENTALES PARA LA INDUSTRIA DE LA REGIÓN DE MURCIA 65
En este apartado se recogen los principales riesgos medioambientales asociados a la actividad desarrollada en las
industrias dedicadas a la fabricación de productos de limpieza e higiene (detergentes, jabones, cosméticos, etc.).
Dado que esta industria cuenta con una amplia gama de productos, aquí se analizaran los riesgos de esta actividad
tomando como ejemplo una planta tipo dedicada a la fabricación de jabones, detergentes y cremas cosméticas.
Algo que tienen en común todas estas industrias es un elevado consumo de agua y generación de aguas resi-
duales en el proceso productivo, así como el manejo de una amplia gama de sustancias químicas, algunas de
ellas de carácter peligroso. De estas dos circunstancias derivan los principales riesgos medioambientales aso-
ciados a esta actividad.
3.4.1
Principales procesos y riesgos ambientales asociados
A continuación se describen brevemente los procesos que resumen de forma global, el conjunto de activida-
des que se llevan a cabo en una instalación de esta naturaleza. Tomando como ejemplo una planta tipo con
tres líneas de producción: Fabricación de jabón en pastilla, Fabricación de detergentes líquidos, Fabricación
de cremas cosméticas.
+ Recepción de materias primas: las materias primas (grasas animales, grasas vegetales y sosa cáusti-
ca) se reciben a granel y se almacenan en depósitos.
+ Acondicionamiento y filtrado: con el fin de eliminar todas las impurezas que pudieran contener, las
materias primas se mezclan con tierras colorantes y se hacen pasar por un filtro prensa donde quedan
retenidas todas las impurezas.
+ Proceso de saponificación: las grasas sin impurezas se mezclan con sosa cáustica en las calderas y se
produce la saponificación.
+ Mezcla, homogeneización y terminación: al jabón base se le añaden los distintos aditivos que confor-
man el producto final (perfumes, colorantes, conservantes), se homogeneiza la mezcla, se hace pasar
por extrusionadoras, y finalmente se corta, se troquela y se envasa en sus distintas presentaciones.
+ Recepción de materias primas: algunas de las materias primas empleadas en este proceso se reciben
a granel y se almacenan en depósitos, otras se reciben en sacos y se almacenan sobre palés en la zona
destinada a almacén de materias primas.
+ Mezcla, homogeneización y almacenamiento: los distintos componentes que forman cada uno de los
productos se incorporan a un reactor. Tras un período de homogeneización el producto obtenido se
almacena en los depósitos de producto terminado.
+ Envasado: los depósitos de producto terminado alimentan la línea de envasado, donde se llenan, tapo-
nan, y etiquetan los productos en sus distintas presentaciones.
+ Recepción de materias primas: las materias primas empleadas en este proceso se reciben envasadas
y se almacenan en el almacén de materias primas sobre palets.
66
+ Mezcla, homogeneización y almacenamiento: los componentes del producto se mezclan en un reactor,
mientras que en otro se adiciona agua que se calienta hasta alcanzar una temperatura óptima, y se
mezclan los contenidos de ambos reactores obteniéndose el producto final. El producto resultante se
almacena en los depósitos de producto terminado.
+ Envasado: los depósitos de producto terminado alimentan la línea de envasado, donde se llenan, tapo-
nan y etiquetan los productos en sus distintas presentaciones.
Algunas de las instalaciones auxiliares con las que pueden contar estas plantas son las siguientes:
- Laboratorio.
- Subestación eléctrica.
- Calderas.
- Sosa cáustica.
- Colorantes orgánicos.
- Conservantes.
- Perfumes.
- Alcoholes.
- Ácidos.
- Amidas y aminas.
- Ésteres.
68
3.4.2
Medidas de minimización de los riesgos medioambientales
identificados
En este apartado se analizan los riesgos medioambientales identificados, exponiendo las posibles causas de
cada uno de ellos y las consecuencias de que se materialicen, así como las medidas propuestas para la mini-
mización de cada uno de dichos riesgos.
Los procesos de transporte de las materias consumidas (primas y auxiliares) al punto de aplicación ,
así como de producto final, suponen una fuente de riesgo medioambiental importante. En estas insta-
laciones existen riesgos de derrame de materias primas y productos, asociados al carácter disconti-
nuo de los distintos procesos operativos.
Causas: procesos de transporte manuales o que no se realizan bajo las condiciones de seguridad
adecuadas.
Medidas: maximizar las medidas de seguridad durante el transporte, empleando mecanismos mecá-
nicos y, en caso de no disponer de las mismas, emplear portabidones, evitando, siempre que sea posi-
ble el transporte manual.
En este tipo de instalaciones se generan en los diferentes procesos los siguientes residuos peligrosos,
éstos deben almacenarse en una zona delimitada hasta su retirada por gestor autorizado:
Riesgos:
- Fugas y vertidos.
Causas:
- Envases y depósitos no estancos, debido a la degradación de los mismos o a cierres deficientes.
Consecuencias: vertidos y fugas pueden alcanzar la red de drenaje o de pluviales, así como zonas no
pavimentadas, produciendo afecciones al suelo o a las aguas superficiales y subterráneas del entorno
de la instalación. En el caso concreto de los depósitos subterráneos, se produciría una degradación
directa del suelo más próximo al depósito enterrado, y posiblemente al suelo y las aguas subterráne-
as del entorno, pudiendo afectar a pozos próximos empleados para riego o abastecimiento.
Medidas:
- Dotar a los almacenamientos de cubierta, para evitar el arrastre de sustancias que puedan produ-
cir la contaminación del agua de lluvia y, como consecuencia, la contaminación del suelo y las
aguas del entorno de la instalación.
- Todos los almacenamientos de una instalación deben estar correctamente pavimentados, preferi-
blemente con hormigón u otro material impermeabilizante, y se debe garantizar el estado de con-
servación del mismo.
70
- Ubicar los envases y depósitos a una distancia suficiente unos de otros, de manera que se permi-
ta una rápida detección de posibles fugas; situar los recipientes con sustancias incompatibles en
áreas separadas, y con cubetos independientes; emplear recipientes concebidos y realizados de
forma que se evite cualquier pérdida; realizar periódicamente pruebas de estanqueidad de los
depósitos subterráneos; colocar sistemas de detección de fugas en los depósitos subterráneos;
refibrar los depósitos subterráneos antiguos monocapa o sustituirlos por otros de doble capa;
orden y limpieza para garantizar el buen estado de conservación de los depósitos y envases.
- Maximizar las medidas de seguridad durante el manejo y traslado de los envases, realizando estas
operaciones en zonas que dispongan de medidas de contención de la contaminación o sobre ban-
dejas de contención. Evitar el traslado manual de los recipientes, utilizando portabidones u otros
mecanismos.
- Las zonas de carga/descarga deben: estar pavimentadas con materiales resistentes a la degrada-
ción por parte de las sustancias que se manejan; estar cubiertas, si es técnica y económicamente
viable; contar con sistemas de contención de vertidos (arquetas, cubetos) y con materiales absor-
bentes adecuados a las características del posible vertido; estar adecuadamente señalizadas y
deben contar con carteles informativos sobre los procedimientos a seguir durante estas operacio-
nes, y las actuaciones en caso de producirse un vertido.
Se pueden emitir partículas desde las calderas de la instalación, superándose los límites permitidos.
Causas: fallo en los sistemas de combustión o en los equipos de depuración de las calderas.
Medidas: las calderas deben pasar las revisiones periódicas de acuerdo con la legislación vigente. Así
mismo, según la normativa, deben realizarse medidas de las emisiones a la atmósfera y llevar un libro
de registro de las mismas. En algunos casos puede ser necesario instalar sistemas de depuración de
los gases de emisión, y éstos deben mantenerse en condiciones adecuadas de funcionamiento.
Los riesgos evaluados quedan representados en el siguiente esquema, donde pueden ubicarse cada uno de
ellos según la frecuencia con la que acontecen y la gravedad de sus consecuencias. Ambos parámetros han
sido valorados de cero a cinco.
El producto de ambas magnitudes genera una esfera que nos permite la valoración cualitativa del riesgo,
siendo las esferas de mayor tamaño las que corresponden a los mayores riesgos. Por encima de la línea roja
se sitúan los riesgos que se consideran significativos, es decir, sobre aquellos que deberán centrarse nues-
tras actuaciones para minimizar el riesgo global de la instalación con respecto al Medio Ambiente.
Riesgos significativos
4 Vertidos asociados al
transporte y manipulación
de materias primas
Gravedad
3
Vertidos asociados a las zo-
nas de almacenamiento de
2 residuos, productos quími-
cos y combustibles
0
0 1 2 3 4 5
Frecuencia
Los riesgos medioambientales más significativos son los asociados al transporte y manipulación de mate-
rias primas y residuos dentro en la instalación.
72
MANUAL DE GERENCIA DE RIESGOS MEDIOAMBIENTALES PARA LA INDUSTRIA DE LA REGIÓN DE MURCIA 73
En este apartado se recopilan los principales riesgos medioambientales asociados a la actividad desarrolla-
da en la industria de la madera, que incluye: aserraderos y fabricación del mueble.
3.5.1
Principales procesos y riesgos ambientales asociados
Los procesos generales que resumen de forma global el conjunto de actividades que se llevan a cabo en una
instalación de esta naturaleza son:
Aserraderos:
- Mecanizado de la madera:
+ Apilado y clasificación de los troncos por tamaños: los troncos apilados pueden recibir algún tipo de tra-
tamiento temporal con productos químicos para proteger la madera.
+ Canteado: se cortan los cantos de las tablas para que queden en ángulo recto.
- Secado: reducción del contenido de humedad de la madera por debajo del 20% en cámaras o al aire
libre.
- Tratamiento químico: tratamiento contra hongos que se aplica por aspersión o por inmersión de las
tablas y tablones en una cuba que contiene el líquido protector con características fungicidas.
- Almacenamiento del producto final: una vez que la madera ha alcanzado su grado óptimo de humedad.
- Preparación y mecanizado:
+ Tableros de madera: corte de la madera en sentido longitudinal, cepillado para la obtención de dos
caras escuadreadas planas, regruesado para la obtención de las dos restantes caras escuadreadas pla-
nas, moldurado/fresado para obtener la forma final de la pieza, taladrado de los orificios para el mon-
taje, lijado.
+ Tableros: seccionado con sierras, perfilado para obtener el corte a la medida exacta, chapado de can-
tos, taladro y lijado.
+ Hay empresas que dentro de la preparación y mecanizado realizan el encolado de chapas: corte de las
chapas de madera, unión de chapas para formar un dibujo simétrico, encolado, prensado.
74
- Premontaje: mediante encolado del mueble y ajuste, antes de ser enviado a la etapa de acabado y puli-
mentado.
- Acabado y pulimentado: tintado, secado, aplicación de barniz y/o pintura, secado, lijado.
- Embalaje y expedición.
Las instalaciones auxiliares más habituales en aserraderos y en la fabricación del mueble, son las
siguientes:
A continuación se presenta una tabla resumen de los procesos y actividades desarrolladas en este tipo de ins-
talación y los riesgos medioambientales que se encuentran asociados a las mismas.
76
3.5.2
Medidas de minimización de los riesgos medioambientales
identificados
En este apartado se analizan los riesgos identificados, exponiendo las posibles causas de cada uno de ellos
y las consecuencias de que se materialicen, así como las medidas propuestas para la minimización de cada
uno de dichos riesgos.
Generales:
Medidas: el polvo debe recogerse mediante sistemas de aspiración localizada conectados a filtros de
mangas o ciclones. Estos sistemas deben mantenerse en condiciones adecuadas de funcionamiento.
Los sistemas de protección contra incendio deben ser suficientes y adecuados al riesgo.
Causas: fallo en los sistemas de combustión o en los equipos de depuración de las calderas.
Consecuencias: las emisiones de partículas y gases pueden producir afecciones respiratorias y conta-
minación atmosférica.
Medidas: las calderas deben pasar las revisiones periódicas de acuerdo con la legislación vigente. Así
mismo, según la normativa, deben realizarse medidas de las emisiones a la atmósfera y llevar un libro
de registro de las mismas. En algunos casos puede ser necesario instalar sistemas de depuración de
los gases de emisión, y éstos deben mantenerse en condiciones adecuadas de funcionamiento.
Causas:
- Fallo de los sistemas de retención de partículas.
Consecuencias:
- Contaminación atmosférica.
- Afecciones respiratorias.
Medidas:
- Mantener en buen estado de funcionamiento los sistemas de extracción, con revisiones periódicas.
Las aguas pluviales procedentes del parque de secado, y del resto de la instalación en los aserraderos,
las aguas procedentes de las cabinas de pintado en la industria de la madera y fabricación de muebles,
así como las aguas de limpieza de las instalaciones y las aguas sanitarias, deben tratarse previamen-
te a su vertido en un sistema de tratamiento de aguas residuales dentro de la instalación.
Riesgo: vertido del contenido de alguno de los tanques que almacenan las aguas a tratar o los pro-
ductos químicos para el tratamiento de las mismas.
Causas: fallo del equipo, sobrellenado o fallo humano, e inexistencia de un sistema de contención que
permita retener los posibles vertidos accidentales. En el caso de que los tanques del sistema de depu-
ración estén enterrados la causa puede ser la falta de estanqueidad debida a materiales constructivos
inadecuados o fisuras.
Consecuencias: los posibles vertidos accidentales pueden alcanzar la red de aguas pluviales, saliendo
fuera de la instalación, y causando afecciones a las aguas y al suelo de los alrededores de la misma, o
contaminar directamente el suelo de la instalación si la zona donde se ubica la depuradora no se
encuentra pavimentada o los tanques están enterrados, afectando también a las aguas subterráneas.
Las aguas residuales de estas instalaciones pueden contener productos químicos del tratamiento de
la madera, que son altamente tóxicos para la flora y la fauna.
- Deben contar con un sistema de contención de posibles vertidos, que los recircule de nuevo al tan-
que de tratamiento y que sea capaz de contener la totalidad del vertido en el peor de los casos.
78
5 Vertidos asociados a las zonas de almacenamiento de residuos peligrosos,
productos químicos y combustibles
Estas instalaciones cuentan con zonas de almacenamiento de productos químicos (productos para el
tratamiento de la madera y de las aguas residuales), de residuos peligrosos (aceites lubricantes, fil-
tros, lodos de las cubas formados por serrín impregnado de productos protectores, envases, restos de
conservantes y protectores, disolventes, restos de tintas, colorantes, pinturas, barnices, restos de lija-
dos, restos de pegamentos, sellantes, absorbentes, materiales de filtración, trapos de limpieza y ropas
protectoras contaminados, polvo del suelo y de las cabinas de barnizado, sobrenadante y poso de las
cabinas, filtros secos, lijas usadas, etc. ), y de combustibles.
Riesgos:
- Fugas y vertidos.
Causas:
- Envases y depósitos no estancos, debido a la degradación de los mismos o a cierres deficientes.
Consecuencias: vertidos y fugas pueden alcanzar la red de drenaje o pluviales, así como zonas no pavi-
mentadas, produciendo afecciones al suelo natural o a las aguas superficiales y subterráneas del
entorno de la instalación. En el caso concreto de los depósitos subterráneos, se produciría una degra-
dación directa del suelo más próximo al depósito enterrado y posiblemente al suelo y las aguas subte-
rráneas del entorno, pudiendo afectar a pozos próximos empleados para riego o abastecimiento.
Medidas:
- Ubicar los envases y depósitos a una distancia suficiente unos de otros, de manera que se permi-
ta una rápida detección de posibles fugas; dotar a las zonas de almacenamiento de cubetos o sis-
temas de contención de derrames; situar los recipientes con sustancias incompatibles en áreas
separadas, y con cubetos independientes; emplear recipientes concebidos y realizados de forma
que se evite cualquier pérdida; realizar periódicamente pruebas de estanqueidad de los depósitos
subterráneos; colocar sistemas de detección de fugas en los depósitos subterráneos; refibrar los
depósitos subterráneos antiguos monocapa o sustituirlos por otros de doble capa; orden y limpie-
za para garantizar el buen estado de conservación de los depósitos y envases.
- Maximizar las medidas de seguridad durante el manejo y traslado de los envases, realizando estas
operaciones en zonas que dispongan de medidas de contención de la contaminación o sobre ban-
dejas de contención. Evitar el traslado manual de los recipientes, utilizando portabidones u otros
mecanismos.
- Todos los almacenamientos de una instalación deben estar correctamente pavimentados, preferi-
blemente con hormigón u otro material impermeabilizante, y se debe garantizar el estado de con-
servación del mismo.
- Las zonas de carga/descarga deben: estar pavimentadas con materiales resistentes a la degrada-
ción por parte de las sustancias que se manejan; estar cubiertas, si es técnica y económicamente
viable; contar con sistemas de contención de vertidos (arquetas, cubetos) y con materiales absor-
bentes adecuados a las características del posible vertido; estar adecuadamente señalizadas y
deben contar con carteles informativos sobre los procedimientos a seguir durante estas operacio-
nes, y las actuaciones en caso de producirse un vertido.
80
Aserraderos:
Causas:
- Fallo humano (reacciones bruscas y frenazos) durante el transporte del producto protector hasta
la cuba y durante la operación de rellenado de la misma.
- Choque de la pala transportadora con la cuba de tratamiento por la incorrecta utilización de la pala.
- Lavado del producto de tratamiento al caer la lluvia sobre la madera en el parque de secado.
Consecuencias: contaminación del suelo de la instalación, contaminación de las aguas pluviales, con-
taminación de las aguas superficiales y subterráneas, que a veces se emplean para riego o consumo.
Medidas:
- Extremar las precauciones durante las operaciones de tratamiento químico de la madera, ponien-
do especial atención a la operación de carga de la pila de madera, inmersión en cuba, escurrido y
descargas tras el tratamiento, así como en el rellenado de la cuba. Cualquier anomalía que pudie-
ra detectarse (goteos, pequeños charcos, fisuras, elevada velocidad y brusquedad de la inmersión)
debe ser examinada para tomar las medidas oportunas lo antes posible.
- Revisión periódica de las cubas con el objeto de detectar posibles fisuras, tanto en las que sean de
hormigón como en las metálicas.
- Las cubas deben disponer de un depósito de seguridad (doble cuba) para recoger los posibles ver-
tidos en la cámara entre las dos cubas, ya que algunos productos protectores pueden ser corrosi-
vos y a lo largo del tiempo pueden degradar las paredes. La capacidad del depósito de seguridad
debe permitir retener la máxima cantidad de producto posible en caso de una fuga importante.
- El material de construcción de las cubas debe ser resistente al producto protector empleado.
- Las cubas deben disponer de un sistema de canalización de posibles derrames o fugas instalado
alrededor de las mismas, conectado a un depósito de seguridad próximo a la cuba y cubierto de la
lluvia.
- Instalar una torre de tratamiento que permita escurrir la madera sobre la cuba con cierto grado
de inclinación, de modo que escurra el producto protector no absorbido disminuyendo el goteo
durante el traslado de la madera al parque de secado y en el mismo parque de secado. Así como,
aumentar el tiempo de escurrido de las pilas de madera sobre la cuba, como mínimo hasta que no
goteen de forma visible.
- El parque de secado debe contar con cubierta, para evitar el lavado de la madera por el agua de
lluvia, que quedaría contaminada con producto protector.
Riesgo:
- Emisión de COVs.
- Explosión.
Causas:
- Deterioro de los envases que contienen las sustancias que pueden emitir COVs.
Consecuencias:
- Contaminación atmosférica.
- La mayoría de los COVs son precursores del ozono en superficie, que provoca afecciones respira-
torias, y algunos de ellos son conocidos agentes carcinógenos.
Medidas:
- Los contenedores deben de ser apropiados para las sustancias que van a contener y estar en per-
fecto estado de conservación, sin roturas y correctamente cerrados. Se debe tener especial cuida-
do durante su manipulación, para evitar derrames.
- Los envases de estas sustancias deben mantenerse alejados de fuentes de calor para evitar mayo-
res evaporaciones.
- Es recomendable que las zonas de almacenamiento y manipulación de COVs cuenten con detecto-
res, para poder controlar posibles fugas y actuar lo antes posible.
- En las cabinas de pintura se deben instalar equipos de extracción y tratamiento de los gases pro-
cedentes de los disolventes y pinturas. Tanto estos sistemas como los filtros de carbón activo que
deben instalarse en cada una de las salidas al exterior de las cabinas de barnizado y de las zonas
de secado de piezas deben controlarse para garantizar su eficiencia.
82
2 Vertidos de aguas residuales asociados a las cabinas de pintado
Causas:
- Malas prácticas.
En caso de incendio, las aguas de extinción contienen restos de sustancias inquemadas y agentes
extintores, por lo que si salieran de la instalación, podrían afectar al suelo y a las aguas del entorno de
la instalación.
Medidas:
- Las aguas residuales deben tratarse previamente a su vertido. Nunca deben eliminarse a través de
la red de saneamiento o de pluviales.
- Las cabinas de pintura deben contar con sistemas de contención de posibles vertidos.
Los riesgos evaluados quedan representados en el siguiente esquema, donde pueden ubicarse cada uno de
ellos según la frecuencia con la que acontecen y la gravedad de sus consecuencias. Ambos parámetros han
sido valorados de cero a cinco.
El producto de ambas magnitudes genera una esfera que nos permite la valoración cualitativa del riesgo,
siendo las esferas de mayor tamaño las que corresponden a los mayores riesgos. Por encima de la línea roja
se sitúan los riesgos que se consideran significativos, es decir, sobre aquellos que deberán centrarse nues-
tras actuaciones para minimizar el riesgo global de la instalación con respecto al Medio Ambiente.
Riesgos significativos
6 Vertidos asociados al
sistema de depuración
5
Emisión de COVs
4 Emisión de partículas
Gravedad
3 Vertidos y fugas
de producto para
tratamiento químico
2
0
0 1 2 3 4 5
Frecuencia
Los riesgos medioambientales más significativos son la emisión de partículas y de COVs, el vertido de aguas
residuales asociado a los sistemas de depuración y los vertidos y fugas de producto para tratamiento químico.
84
PORTADA
Algo que tienen en común todas estas industria es un elevado consumo de agua, que se emplea para el
lavado de la materia prima, el transporte, los procesos de escalde y pelado, la esterilización y enfriado de
botes, la limpieza de las instalaciones, etc. Por ello, en este tipo de instalaciones se genera una gran can-
tidad de aguas residuales, que deben ser tratadas previamente a su vertido, ya que contienen una eleva-
da cantidad de materia orgánica, tanto en suspensión como en disolución. Además, el valor de pH del
agua se puede ver modificado por la adición de ácido clorhídrico o sosa en determinadas etapas del pro-
ceso productivo.
3.6.1
Principales procesos y riesgos ambientales asociados
Los procesos generales que resumen de forma global el conjunto de actividades que se llevan a cabo en una
instalación de este tipo son los siguientes:
- Recepción de materia prima: la materia prima llega en camiones, se realiza la toma de muestras, el
pesaje correspondiente y la descarga. Las operaciones de descarga se realizan empleando agua a pre-
sión para el transporte.
- Lavado, selección y desfangado: proceso en el que se retiran las pieles y pipas, pasando el producto res-
tante a los evaporadores.
- Envasado aséptico: la materia prima se esteriliza, se enfría y se envasa en atmósfera estéril en latas o
en bolsas herméticas que también se han sometido a esterilización y enfriado.
Las industrias dedicadas a esta actividad suelen disponer de las siguientes instalaciones auxiliares:
- Laboratorio.
- Transformadores.
86
- Torres de refrigeración.
A continuación se presenta una tabla resumen de las actividades desarrolladas en este tipo de instalación y
los riesgos medioambientales que se encuentran asociados a las mismas.
Recepción de materias primas - Vertidos asociados a los sistemas de tratamiento de aguas residuales.
En este apartado se analizan los riesgos identificados, exponiendo las posibles causas de cada uno de ellos
y las consecuencias de que se materialicen, así como las medidas propuestas para la minimización de cada
uno de dichos riesgos.
En este tipo de instalaciones se genera una gran cantidad de aguas residuales, tanto de proceso (ope-
raciones de lavado, transporte y filtrado), como de limpieza de las instalaciones. La presencia de una
elevada carga orgánica en el efluente residual exige que éstos se traten en un sistema de depuración
interno previamente a su vertido.
Riesgo: vertido del contenido de alguno de los tanques que almacenan las aguas a tratar o los pro-
ductos químicos para el tratamiento de las mismas.
Causas: fallo del equipo, sobrellenado o fallo humano, e inexistencia de un sistema de contención que
permita retener los posibles vertidos accidentales. En el caso de que los tanques del sistema de depu-
ración estén enterrados la causa puede ser la falta de estanqueidad debida a materiales constructivos
inadecuados o fisuras.
Consecuencias: los posibles vertidos accidentales pueden alcanzar la red de aguas pluviales, saliendo
fuera de la instalación y causando afecciones a las aguas y al suelo de los alrededores de la misma, o
contaminar directamente el suelo de la instalación, si en la zona donde se ubica la depuradora no se
encuentra pavimentada o los tanques están enterrados, afectando también a las aguas subterráneas.
Las aguas residuales tienen una elevada DQO y disminuyen la concentración de oxígeno en las aguas
superficiales. Los ácidos y bases que se emplean en el tratamiento de estas aguas, pueden modificar
localmente el pH del medio en el que se vierten. En ambos casos se ven afectados la flora y la fauna.
- Deben contar con un sistema de contención de posibles vertidos, que los recircule de nuevo al tan-
que de tratamiento y que sea capaz de contener la totalidad del vertido en el peor de los casos.
- Deben contar con un sistema de detección de fugas y se deben realizar inspecciones periódicas de
los tanques y las tuberías, para comprobar su estanqueidad. (Subterráneos).
88
2 Emisiones accidentales, desde las calderas, de gases contaminantes en concentraciones
superiores a los límites legales
Causas: fallo en los sistemas de combustión o en los equipos de depuración de las calderas.
Consecuencias: las emisiones de partículas y gases pueden producir afecciones respiratorias y conta-
minación atmosférica.
Medidas: las calderas deben pasar las revisiones periódicas de acuerdo con la legislación vigente. Así
mismo, según la normativa, deben realizarse medidas de las emisiones a la atmósfera y llevar un libro
de registro de las mismas. En algunos casos puede ser necesario instalar sistemas de depuración de
los gases de emisión, y éstos deben mantenerse en condiciones adecuadas de funcionamiento.
Riesgos:
- Fugas y vertidos.
Causas:
- Envases y depósitos no estancos, debido a la degradación de los mismos o a cierres deficientes.
Consecuencias: vertidos y fugas pueden alcanzar la red de drenaje o pluviales, así como zonas no pavi-
mentadas, produciendo afecciones al suelo natural o a las aguas superficiales y subterráneas del
entorno de la instalación. En el caso concreto de los depósitos subterráneos, se produciría una degra-
dación directa del suelo más próximo al depósito enterrado, posiblemente al suelo y a las aguas sub-
terráneas del entorno, pudiendo afectar a pozos próximos empleados para riego o abastecimiento.
- Maximizar las medidas de seguridad durante el manejo y traslado de los envases, realizando estas
operaciones en zonas que dispongan de medidas de contención de la contaminación o sobre ban-
dejas de contención. Evitar el traslado manual de los recipientes, utilizando portabidones u otros
mecanismos.
- Dotar a los almacenamientos de cubierta, para evitar el arrastre de sustancias que puedan pro-
ducir la contaminación del agua de lluvia y, como consecuencia, la contaminación del suelo y las
aguas del entorno de la instalación.
- Todos los almacenamientos de una instalación deben estar correctamente pavimentados, preferi-
blemente con hormigón u otro material impermeabilizante, y se debe garantizar el estado de con-
servación del mismo.
- Las zonas de carga/descarga deben: estar pavimentadas con materiales resistentes a la degrada-
ción por parte de las sustancias que se manejan; estar cubiertas, si es técnica y económicamente
viable; contar con sistemas de contención de vertidos (arquetas, cubetos) y con materiales absor-
bentes adecuados a las características del posible vertido; estar adecuadamente señalizadas y
deben contar con carteles informativos sobre los procedimientos a seguir durante estas operacio-
nes, y las actuaciones en caso de producirse un vertido.
90
3.6.3
Evaluación de los riesgos identificados
Los riesgos evaluados quedan representados en el siguiente esquema, donde pueden ubicarse cada uno de
ellos según la frecuencia con la que acontecen y la gravedad de sus consecuencias. Ambos parámetros han
sido valorados de cero a cinco.
El producto de ambas magnitudes genera una esfera que nos permite la valoración cualitativa del riesgo,
siendo las esferas de mayor tamaño las que corresponden a los mayores riesgos. Por encima de la línea roja
se sitúan los riesgos que se consideran significativos, es decir, sobre aquellos que deberán centrarse nues-
tras actuaciones para minimizar el riesgo global de la instalación con respecto al Medio Ambiente.
Riesgos significativos
4 Vertidos asociados
a los sistemas de
tratamiento de aguas
Fugas o vertidos de residuales
Gravedad
3
residuos peligrosos,
sustancias químicas
o combustibles
2
0
0 1 2 3 4 5
Frecuencia
Los riesgos medioambientales más significativos son las fugas o vertidos de residuos peligrosos, sustan-
cias químicas o combustibles y los vertidos asociados a los sistemas de tratamiento de aguas residuales.
- AYMERICH LOBO, J.I. y otros: La Gerencia de Riesgos y Seguros en la Empresa. Editorial MAPFRE.
Madrid. 1998.
- CALLE AGUDO, M.A. DE LA: Algunas Reflexiones sobre el Concepto de Medio Ambiente. MAPFRE
Seguridad, nº 76. 1999.
- DECKER, A: Los Riesgos Asociados con el Medio Ambiente: Identificación, Medida y Análisis de su
Asegurabilidad. Inédito. 1977.
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CLR 7: Assessment of risks to human health from land contamination: an overview of the development
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- Dirección General de Protección Civil: Guías Técnicas para el Análisis y la Comunicación de Riesgos
http://www.proteccioncivil.org/centrodoc.
- Dirección General de Protección Civil (Ministerio del Interior): Guía para la realización del análisis del
riesgo medioambiental [en el ámbito del RD 1254/1999 (Seveso II)].
- IHOBE, SA: Sociedad Pública de gestión Ambiental. Guía Metodológica para el análisis de riesgos para
la salud humana y para los ecosistemas. Gobierno Vasco, Departamento de Ordenación del Territorio,
Viviendas y Medio Ambiente. 1998.
- ITSEMAP AMBIENTAL: Riesgos Industriales. Prevención y Mitigación de Daños. Guías Básicas de Medio
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- LEONCIO J. GARCIA ARA: Actuaciones para la minimización del impacto del vertido de sustancias peli-
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94
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Affairs