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CREDO APOSTOLICO

Creo en Jesucristo, su único hijo, Nuestro Señor.

CREDO DE NICEA, CONSTANTINOPLA


Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre, antes
de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza del padre, por
quien todo fue hecho, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación,
bajo del cielo.

¿Por qué, el Credo Apostólico, definido en dos formas? No es que existan dos
Credos diferentes, es que es el mismo Credo de Fe expresado en dos
diferentes formas. La pregunta es por qué.
En el libro de Apocalipsis, en el capítulo 2, Jesús resucitado ordena a San Juan
que escriba una carta a cada una de las 7 iglesias del Asia Menor, el numero 7
significa plenitud o totalidad de iglesias, o sea a la iglesia Universal.
Cada iglesia estaba fundada en medio de gente supersticiosa, idolatra,
adoraban muchos Dioses, vida enteramente pagana, muchas de estas
personas hacían imágenes de los dioses que tenían y gente de todo el mundo
venían a estos lugares para comprar estas imágenes para tener buena suerte
para tener buena salud, para ser exitosos y sobre todo para tener suerte en
el amor. Mucha de esta gente era hereje o sea personas que defienden una
herejía o sea una doctrina que dentro del cristianismo es muy contraria a la
Fe católica.
Ante esto la iglesia del Señor, debió defender y aclarar, la verdad de nuestra
Fe, de que Jesús se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser
verdaderamente Dios. En estos tiempos difíciles de la iglesia del Señor, había
muchas herejías, con respecto al acontecimiento de la encarnación del Hijo
de Dios. Los herejes negaban la divinidad de Jesús y lo consideraban
puramente humano. Otros decían que Jesús era el resultado de una mezcla
confusa entre lo humano y lo divino.
Desde el siglo III, la iglesia tuvo que afirmar frente a Pablo de Samos ata, en
un concilio reunido en Antioquia, que Jesucristo es hijo de Dios por
naturaleza y no por adopción. El primer concilio Ecuménico de Nicea, en el
año 325, confeso en su credo que el hijo de Dios es Engendrado y no Creado,
de la misma naturaleza que el Padre y la iglesia condeno al hereje ARRIO,
quien afirmaba fuertemente que el hijo de Dios salió de la nada y por lo tanto
no era de la misma naturaleza del Padre.
Es por eso que el Credo de Nicea-Constantinopla es más explícito y siguieron
posteriormente con más reuniones o concilios para defender y aclarar lo
básico de nuestra fe en el hijo de Dios, Nuestro Señor Jesucristo, tal y como Él
lo ordenara a través de los apóstoles.

Hermano Fito

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