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El Mobbing o acoso psicológico y sus consecuencias.

Carmen Martínez Armendáriz

(Me gustaría que todos los profesionales que trabajan con víctimas de acoso psicológico conocieran este
documento).
Índice

Introducción 1

I Mobbing o acoso psicológico 1

1.1 Mobbing entre las aves 4


1.2 Mobbing entre los humanos 5

II Perfil del acosador y la víctima 7


2.1 Si tienes en tu vida un psicópata, corre. 7
2.2 La envidia 8
2.3 Perfil de la víctima 12
2.4 El efecto dominó o "bola de nieve" 15

III El mobbin como delito 16


3.1 El mobbing en México 17
3.2 El mobbing en el Estado de Chihuahua 19

IV Procedimiento del acosador 19


4.1 El uso de la tecnología en el mobbing 22
4.2 Razones del acoso 26

V Estrés postraumático 26
5.1 Síntomas del estrés postraumático 29
5.2 Consecuencias del acoso 32
5.3 Casos de acoso psicológico 32
5.3.1 Adolescente se suicida tras sufrir acoso 33

VI Escala CISNEROS (Cuestionario Individual


sobre Psicoterror, Negación, Estigmatización
Y Rechazo en Organizaciones Sociales) 34
6.1 ¿Qué hacer? 34
6.2 Cómo enfrentar el estrés postraumático 35

Conclusiones 38

Bibliografía 41
Introducción

El grano de arena en la historia. Aquel a quien


nunca se pregunta, ese que desaparece sin dejar
rastro, llevándose sus secretos a la tumba. Hablo
de aquellos que no tienen voz. Los oigo, los
escucho, los comprendo. La calle es para mí un
coro, una sinfonía. Es infinitamente triste cómo
todo se puede decir, susurrar y gritar en la nada.

Svetlana Alexijevic

Premio Nobel de Literatura

I. Mobbing o acoso psicológico

Del verbo en inglés, to mob significa maltratar, asediar, atacar; y del sustantivo mob,
de acuerdo al Cambridge Dictionaries Online, significa: “A large, angry crowd,
especially one that could easly become violent ”; y en su modo informal, Mob
significa: “An organization of criminals”. 1 Heinz Leymann (1932-1999), doctor en
Psicología pedagógica y doctor en Ciencia Médica de Psiquiatría fue quien utilizó por
primera vez este término para referirse a formas severas de acoso o violencia
psicológica.

Iñaqui Piñuel, terapeuta e investigador de mobbing, se refiere a este delito como un


problema muy antiguo, donde las sociedades inventaron “la técnica sacrificial” que
consiste en tomar a algún miembro de la sociedad o del grupo y señalarlo como un
enemigo público al que hay que sacrificar para reunificar a todos los miembros sobre
la espalda de esa víctima única, de ese ser humano que será tomado como integrador
negativo (como chivo expiatorio). Así, estas víctimas, aun siendo inocentes, pagan con
su sufrimiento la integración de grupos caóticos. Y el instigador no solo no es
castigado sino que obtiene incluso, el crédito y el apoyo social del resto por linchar a
una sola persona. Y los testigos se callan porque eso es lo que conviene, y hasta

1
Cfr. Cambridge Dictionaries Online. Traducción: A large, angry crowd, especially one that could
easly become violent. Multitud enfurecida que puede ser violenta. Modo informal: An organization of
criminals: Organización de criminales. http://dictionary.cambridge.org/es/diccionario/ingles/mob
(Recuperado el 14 de junio de 2016).
2

terminan participando en el acoso (porque al defender a una víctima se corre el riesgo


de correr la misma suerte que ella). 2

Como el más terrible y cruel acoso- linchamiento de la humanidad y el más


representativo, podríamos poner como ejemplo al mismo Jesucristo quién fue
traicionado por sus apóstoles. En ese tiempo no existían las redes sociales, pero ya
había redes de espionaje que seguían a Jesús, sin embargo, el peor de los espías fue
Judas, su propio compañero quien lleno de avaricia y envidia lo entregó a otros no
menos envidiosos y con mucho más poder; poder que pretendían conservar, pisando
sobre la espalda sagrada e inocente. Judas hizo saber a Anás y Caifás (psicópatas
jerárquicos), que Jesús estaba rodeado de discípulos cobardes y que ninguno lo
defendería; tampoco lo supo defender, posteriormente, Pilatos quien tenía el poder y
aun así, sabiéndolo inocente lo entregó a la muchedumbre enardecida, buscando
congraciarse con los fariseos. Estos movilizaron a sus grupos de instigadores (Los
sanedritas y sus esbirros: títeres inferiores y parasitarios utilizados usualmente en
acosos y linchamientos) para enfurecer a la chusma contra la figura humilde y
desvalida de Jesús. Luego Pedro, el apóstol confiable a quien El nombró su sucesor lo
negó tres veces: “Yo no conozco a ese hombre”; y lo abandonó en su calvario,
huyendo de allí (en ese momento era lo que convenía, pues corría el riesgo de ser
detenido también). Jesús sintió la angustia, la tristeza y la desesperación del acoso:
“Estoy triste hasta la muerte”, fueron sus palabras, mientras unía su espíritu a la
divinidad y brillaba de inocencia. Al ser exhibido como criminal comenzó a ser
despreciado, calumniado y ridiculizado por la muchedumbre, sufriendo el escarnio y la
humillación mientras sufría el abandono, incluso de sus propios discípulos, y la
soledad, sin embargo, no renunció jamás a su admirable expresión de dignidad (como
víctima inocente que era). Caifás se encolerizaba al no encontrar culpas en El y debió
inventarlas, retomar sus palabras (“dices que eres el hijo de Dios”) para tergiversarlas
y darles un sentido culpable: “Blasfemo, mentiroso, amigo de pecadores,
endemoniado, seductor del pueblo, perturbador de la paz pública”, además de muchas
otras calumnias. Brutal campaña de difamación y desprestigio difundida entre la
chusma vociferante que pedía su muerte; campañas muy utilizadas, también en la

2Cfr. Iñaqui Piñuel, Conferencia del Profesor Iñaki Piñuel en Valencia el 26 de Junio de 2014 (video).
https://www.youtube.com/watch?v=i_ql53SaVzo (Recuperado el 14 de junio de 2016).
3

modernidad y a través de las redes sociales, donde el psicópata se oculta detrás de sus
secuaces e inferiores a los que envía a difundir estas campañas.

Este es el ejemplo más claro de cómo se lleva a cabo el acoso psicológico o


mobbing, tan generalizado desde entonces y hasta nuestro tiempo. Esto es una
violencia constante, prolongada y selectiva, en la que la víctima es seleccionada de
forma malintencionada (de acuerdo con los investigadores, ésta es elegida por tener
características como ingenuidad, inteligencia, brillo, talento o nobleza, etc., muy por
encima de las del acosador).

Este delito psicosocial afecta a grandes cantidades de personas. La víctima no


puede hacerle frente ya que quien promueve el mobbing lo perseguirá sin descanso, sin
darle tregua, desprestigiándolo, acorralándolo, difamándolo, creándole infinidad de
enemigos y situaciones peligrosas y amenazantes. Sólo le deja dos opciones: huir o
permanecer a merced del acosador y soportando el acoso el cual terminará por causarle
graves daños psicosomáticos y enfermedades derivadas del hostigamiento continuo. El
Psicoterror es el síntoma que caracteriza a estas víctimas. Si la víctima no es protegida
de manera inmediata, el mobbing la afectará gravemente. Comenzará a sufrir el
síndrome de estrés postraumático, un cuadro muy grave de daño psicológico el cual
explicaré más adelante.

Alfonso Riquelme nos explica qué es el mobbing:

Durante la década de los 80, el psicólogo Hein z Ley man (1997) de la Un iversidad de
Estocolmo, considerado la máxima autoridad mundial sobre el tema, lo define co mo “una
situación en que una persona, o varias, ejercen una violencia psicológica extrema, de forma
sistemática y recurrente, durante un tiempo prolongado, sobre o tra u otras personas en el
lugar de trabajo con el fin de destruir sus redes de comunicación, destruir su reputación,
perturbar el ejercicio de sus labores y conseguir su desmotivación laboral. “El psicoterror o
mobbing en la vida laboral conlleva una comunicación hostil y desprovista de ética que es
administrada de forma sistemát ica por uno o unos pocos individuos (…), principalmente
contra un único individuo, quien, a consecuencia de ello, es arrojado a una situación de
soledad e indefensión prolongada, a base de acciones de hostigamiento frecuente y
persistente (…). El maltrato sufrido se traduce en un suplicio psicológico, psicoso mático y
social.3

3
Cfr. Alfonso Riquelme, Mobbing, Un Tipo de Violencia en el Lugar de Trabajo. Ciencias Sociales
Online, Revista electrónica, julio 2006, Vo l. III, No. 2 (39 - 57). Un iversidad de Viña del Mar-Chile,
http://www.uv m.cl/csonline/2006_ 2/pdf/riquelme.pdf (Recuperado el 20 de junio 2016).
4

Riquelme explica los tres tipos de mobbing: a) Ascendente: cuando una persona de
rango jerárquico es agredida por subordinados. b) Horizontal: cuando un trabajador es
acosado por compañeros de su mismo nivel. c) Descendente: cuando un empleado
sufre el acoso psicológico por algún superior. 4

María José Edreira en Fenomenología del acoso moral, explica:

Este proceso pretende pervertir mo ralmente a la víctima y destruirla lentamente para


conseguir un crimen perfecto, se elimina a la víctima por inducción al suicidio o violencia
física (…) Es una violencia “limp ia”, no hay huellas, los testigos no ven nada. El fin de esta
violencia no es destruir al otro in mediatamente, sino someterlo poco a poco manteniéndolo a
su disposición para poder utilizarlo. La destrucción del otro debe ser lenta para conse guir un
crimen perfecto: no es el agresor el que mata, es el otro quien se mata. El suicidio del otro es
el mayor t riunfo del acosador moral, es exactamente lo que quiere . 5

Aunque el hostigamiento puede iniciar con un solo acosador, este se las ingenia para ir
involucrando a otros hasta lograr que el acoso se generalice. Al final, termina uniendo
a varias personas en contra de una sola. No es posible que esta persona salga bien
librada ya que, según los expertos, el o los acosadores son de personalidad psicopática
y tienen una gran experiencia en hostigar, ya que, continuamente, están llevando este
comportamiento a la práctica y agreden a la víctima de tal manera que esta se paraliza
y, finalmente, termina sometiéndose a su agresor.

1.1 Mobbing entre las aves

Kenneth Westhues, profesor de Sociología de la Universidad de Waterloo de Ontario,


Canadá, se refiere a este fenómeno entre aves y mamíferos en Mobbing: un hecho
natural y describe este caso:

De un informe de 2004 publicado en el Wilson Bulletin por el b iólogo de campo Erik M.


Andersen, aquí hay un ejemplo de mobbing entre cuervos: “Escuché una conmoción en el
bosque (...). Una bandada de alrededor de 15 cuervos del noroeste estaba haciendo ru ido y
vocalizaciones continuas (...). Me acerqué al grupo para investigar; a una distancia de
aproximadamente 20 metros, sin embargo, vi que la bandada estaba acosando a otro cuervo
del noroeste posado en una rama a unos 3 metros del suelo. Fui testigo de que varios cuervos
se abalanzaron sobre la víctima antes de que un agresor hiciera un duro contacto físico y las
dos aves cayeran al suelo. Desde mi posición vi có mo diferentes miembros de la bandada

4
Idem.
5
Cfr. María José Ed reira, Fenomenología del acoso moral. pp. 131-133.
file:///C:/ Users/Usuario/Downloads/17032-17108-1-PB.PDF (Recuperado el 24 de ju lio de 2016).
5

tomaron turnos abalanzándose hasta donde la víct ima había caído (…). La v íctima estaba
extendida sobre su espalda con las alas desplegadas y las patas en el aire (...). Vo lví a mi
punto de observación original y el grupo atacante rápidamente reanudó el mobbing. Después
de 20 minutos la actividad comenzó a declinar sustancialmente, y después de otros 10
minutos me acerqué a la víctima otra vez. El cuervo había muerto y la cavidad corporal
estaba vacía”.6

1.2 Mobbing entre los humanos

El mobbing suele ser más grave entre los humanos quienes utilizan métodos mucho
más refinados para destruir a la víctima. Este ataque sistemático, frecuente y
prolongado es una tortura que se administra en pequeñas dosis y la va paralizando; es
lenta, constante y repetitiva, buscando devastarla psicológicamente y dejar que sea ella
misma la que cause su destrucción: inducirla a que cometa los errores que se le
imputan, se anule a sí misma y desaparezca. Pero “desaparecer”, en algunos casos,
puede tener un significado tan grave como: suicidarse, morir de infarto o provocarle
alguna tragedia inducida por el mismo acosador.

El acoso es llevado a cabo por uno o varios psicópatas. Según los estudiosos del
mobbing, no es necesario probar la intención o patología de este fenómeno por su
característica continuada, muy prolongada y encaminada a someter a la víctima a
través de una actitud agresiva, hostigándola a través de la burla, el desprecio y la
indiferencia; reduciéndola a la indefensión, a la soledad y a la alteración psicológica;
atacando su reputación y prestigio e infligiendo psicoterror. El depredador acorrala a
su presa y la ataca con ferocidad, algunas pueden morir de terror al ser atacadas. El
objetivo es destruirla y aparentar que la víctima es la responsable.

De acuerdo con Edreira, “se busca, premeditadamente, una violencia sin huella; lo
único que se ve en el proceso es el progresivo deterioro físico y psíquico de la víctima,
que es maliciosamente atribuido a su mal carácter, su incompetencia, su mala salud,
etc. En ocasiones, sobre todo si el acosador moral es un superior jerárquico, durante el
proceso de acoso se suelen ir agregando colaboradores al linchamiento moral de la
víctima, ya sea por corrupción –seducción– o por coacción directa del acosador”. Y

6
Cfr. Kenneth Westhues, Mobbing, un hecho natural. Conferencia dada en la Sociedad de Socio logía
en la Universidad de Graz (Austria), el 23 de enero de 2007, http://www.eps-
salud.com.ar/Pdfs/Mobbing.pdf (Recuperación 14 de junio de 2016).
6

agrega que “los sectores profesionales donde más incidencia tiene es el terciario, el
médico social y la enseñanza. 7 En estos casos se suele hablar de mafia de acosadores.

Es sabido que el superior jerárquico, cuando pertenece a este grupo de psicópatas se


rodea, generalmente, de secuaces con su misma patología, para perseguir a la víctima.
Siempre tiene una “pléyade” de cómplices de un rango inferior.

El daño psicológico que sufre la víctima no depende de su fortaleza física o mental


que posee sino de la intensidad, constancia y duración del acoso. Desencadena un
cuadro de estrés postraumático crónico dando como resultado un cambio de
personalidad muy difícil de tratar. No deja hematomas o sangrados, pero la repetición
del acoso por tiempo indefinido lleva a un daño psicológico más grave aún que el de
las personas que han sido golpeadas, según los psicólogos.

Para realizar este trabajo utilizaré libros especializados en el tema del mobbing,
algunas de las videograbaciones sobre las conferencias más importantes impartidas a
nivel internacional por Iñaqui Piñuel y Zabala, uno de los estudiosos con más
conocimientos y experiencia respecto al mobbing. Piñuel es psicólogo, ensayista,
investigador y profesor en la Universidad de Alcalá; experto en investigación y
divulgación del mobbing, director de los Barómetros Cisneros sobre acoso laboral,
violencia psicológica, y acoso escolar. 8 Es autor de varios libros entre los que podemos
mencionar: Por si acaso te acosan; Mobbing: Cómo sobrevivir al acoso psicológico
en el trabajo; Liderazgo Zero: el liderazgo más allá del poder, la rivalidad y la
violencia. Por este último recibió el premio “Everis de ensayo empresarial” en 2008.
También revisaré los archivos de los conferencistas más destacados sobre este tema
como el psicólogo Mario Salvador, terapeuta y director de Alecés y profesor del
Master de Psicoterapia Humanista Integrativa en el Instituto Galene, Madrid y del
Master de Psicoterapia del CEP Eric Berne, Barcelona; además revisaré otros
documentos científicos de diferentes autores dedicados a estudiar y divulgar sus
investigaciones sobre las consecuencias del Mobbing. Así mismo, incluiré entrevistas
con víctimas de acosadores psicológicos, sus testimonios, enfatizando en el grave daño
causado por esos depredadores.

7
Cfr. María José Ed reira, op., cit. p. 134.
8
Cfr. Iñaki Piñuel, Escala Cisneros como herramienta de valoración del mobbing . Psicothema 2004.
Vo l. 16, nº 4, pp. 615-624 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG www.psicothema.co m Universidad de
Oviedo y Universidad de Alcalá, pp. 615. http://www.psicothema.co m/pdf/3041.pdf (Recuperado el 12
de junio de 2016).
7

Analizaré este delito que consiste en aterrorizar emocional e intelectualmente a la


víctima para eliminarla o para satisfacer la necesidad insaciable de agredir, controlar y
destruir que suele presentar el hostigador. Todo comportamiento abusivo como gestos,
palabras, actitudes, que atentan por su repetición y sistematicidad a la dignidad o a la
integridad psíquica o física de una persona.

II. Perfil del acosador y la víctima


2.1 Si tienes un psicópata en tu vida, corre (Iñaqui Piñuel).

Iñaqui Piñuel explica la naturaleza del acosador. Dice de él que es un depredador


humano, un psicópata. Este tipo de depredadores tiene la facultad de manipular
emocionalmente a los demás. Es narcisista, no tiene autoestima pero intenta obtenerla
humillando, denigrando y despreciando a la víctima. 9 Como vampiros, le chupan la
autoestima. Esto le infla el ego y le hace sentir importante. Utiliza estrategias
perversas para reclamar atención para sí mismo.

Tiene características, según Piñuel, entre las que están: a) Personalidad paranoide
que le lleva a hacer ataques preventivos: “Te destruyo antes que tú me destruyas”; b)
Personalidad psicopática o “psicópatas integrados” (término que utiliza el terapeuta
para designar a los acosadores): tienen un alto grado de narcisismo acompañado de
prepotencia y arrogancia; no presenta emociones, carece por completo de
remordimientos y sus únicos sentimientos son la ira, la venganza, la agresividad contra
quienes depreda y está motivado por la ambición.

Contrario a lo que se piensa, algunos son directivos o coordinadores con puestos


importantes. Estos directivos psicopáticos mantienen imágenes públicas excelentes y
nadie podría adivinar su verdadera naturaleza ni creería que una persona tan
distinguida pueda estar hostigando y destruyendo a alguien. Escalan rápidamente en
las organizaciones y crean clanes o mandatos que les permiten perpetuarse en el poder,
comprando si pueden o, si no, eliminando a los que les resultan amenazantes para
mantenerse en su puesto. Se les considera por los psicólogos, asesinos psíquicos en
serie, pues no destruyen a una sola sino a varias víctimas a lo largo de su vida.

9
Cfr. Iñaqui Piñuel y Zabala, ¿Es tu pareja es un psicópata narcisista? (Video).
https://www.youtube.com/watch?v=6dAJOXEI3Fg
8

Estos directivos, señala Piñuel, usan la tecnología del mobbing como una terrible
estrategia de contención, instaurando un „reinado de terror‟ en el que nadie se atreve a
moverse si sabe lo que le conviene”. Dice el conferencista que el depredador no tiene
forma de abandonar la psicopatía y que, incluso, se aconseja a los terapeutas no darles
tratamientos psicológicos ya que no sólo no habrá manera de rehabilitarlos sino que
aprenden las técnicas del profesionista para aplicarlas durante el hostigamiento. 10

2.2 La envidia

'Envidia' procede del latín invidĭa. A su vez, deriva de la palabra invidere (in-, 'hacia
dentro' y videre, 'ver'), asociado a la idea de 'mal de ojo' y 'mirar mal'. Del latín,
invidere o envidia. La envidia es un sentimiento de deseo de algo que no se posee.
También expresa una tristeza o pesar del bien ajeno. 11

Pues bien, según los expertos, el acosador está motivado por la envidia. Detesta
saber de alguien que es mejor que él; Piñuel a esto le llama el efecto de la madrastra de
Blanca Nieves: “Espejito, espejito, dime quien es el más bonito”, y se presta a destruir
a quien quiera que lo supere en preparación, talento, inteligencia, etc. Incluso, puede
ser un chovinista (narcisista paranoico y mitómano que piensa que todo lo que le
pertenece o su país o la región donde vive es mejor que cualquier otro en el mundo),
capaz de atacar a quien no pertenece a su carrera, que critique su forma de vida, a su
país o, simplemente, a quien no lo acepta como pareja o a quien no hace contubernio
con él.

Este psicópata, dice Piñuel, ataca a víctimas ingenuas, bondadosas, nobles. Quiere
robar las características que no tiene: robarle el alma a la víctima y convertirla en un
satélite que se queda girando a su alrededor. Comienza a crearle sentimientos tóxicos:
celos, paranoia, ansiedad, malestar psicológico o a inducirla a actitudes negativas para
luego acusarla falsamente de esas mismas actitudes que él ha creado. Pero cuando el

10 Cfr. Conferencia del Profesor Iñaki Piñuel en Valencia el 26 de Junio de 2014 (video).
https://www.youtube.com/watch?v=i_ql53SaVzo (Recuperación 27 de junio de 2016).
11
Cfr. Significados. http://www.significados.com/envidia/ (Recuperado el 16 de ju lio de 2016).
9

psicópata no logra someter a la víctima, cuando ella se evade y sigue adelante sin
tomarlo en cuenta, tiene ataques de furia y es capaz de usar la fuerza física. 12

Dice Piñuel en El remobbing contra las víctimas: “No importa lo lejos que la
víctima haya sido expulsada, esta sigue siendo, allá donde se encuentre, un potencial
de amenaza para el hostigador, es necesario acabar con ella como sea”. Hace una
comparación con el cuento de Blanca Nieves donde la madrastra trastornada por la
envidia la expulsa del palacio y la manda matar y, posteriormente, al saber que sigue
viva la persigue hasta el bosque y la paraliza con la manzana envenenada, al igual que
se paraliza con el hostigamiento repetitivo a la víctima, dice:

Algo que le llevó a Hein z Ley mann, padre fundador y pionero de la investigación y
divulgación del mobbing a escala mundial a afirmar que el acoso psicológico constituye un
verdadero asesinato silencioso que no deja huella aparente y que debido a ello permite la
impunidad a quien lo perpetra. El cuento explica el proceso técnico y típico de camuflaje del
acosador que se presenta frecuentemente bajo el disfraz psicológico de alguien que no es: una
persona aparentemente bondadosa, apacible, moralmente intachable, incluso interesado en
hacer el bien a su víctima. El proceso de acoso reviste entonces la apariencia de un bien: una
apetitosa manzana (…) Una vez que la víctima muerde el an zuelo de la culpabilidad, dice el
cuento, cae paralizada (…), resulta más fácil victimizar con muy poco riesgo de retaliación
para el que acosa.13

Según Alfonso Riquelme los acosadores seleccionan siempre un mismo perfil de


personas: aquellas cuyo modo de vivir, situación familiar o laboral, capacidades
técnicas, talentos, etc., despiertan en ellos la envidia. 14 También seleccionan a
personas que no han querido cooperar con algún acto de corrupción o por no poner su
trabajo a la disposición y a la conveniencia del acosador. Luego, se presenta como
víctima de la persona que, supuestamente, lo ha traicionado.

El acosador elige como cómplices y subordinados a otros mucho más mediocres e


igual de perversos que él, pues es incompatible con los que tienen más talento y
nobleza (ellos no matarían a Blanca Nieves). Al perverso narcisista le gusta la
corrupción, corromper y los corruptos, y entre sus colaboradores preferidos están el
paranoico, el machista y el acosador sexual. Estos van a formar lo que Piñuel llama “la
masa linchadora” que somete a un individuo único y agrega: “No hay una unanimidad

12
Cfr. Iñaqui Piñuel, https://www.youtube.com/watch?v=NOKBdaiNIxs (Recup. 19 de ju lio de 2016).
13
Idem.
14
Cfr. Alfonso Riquelme, op. cit., p. 51
10

mejor que la de un grupo humano linchando unánimemente a una sola persona”. 15 Se


refiere también a “los testigos mudos”, los que se callan por miedo o por indolencia,
abandonando a la víctima a su suerte, y a algunos jueces que dicen: “No puede ser que
todo el mundo hable mal de esta persona”. Sin embargo, Piñuel afirma: “Señoría, suele
ser así”. Cuando el acoso crece, se contagia, prácticamente, a todo el entorno, que al
final, reacciona contra la víctima única. Esa unanimidad sólo prueba que ha habido
una difusión de calumnias y desprestigio a través de las redes sociales y los medios de
comunicación, usándolas por el grupo de hostigadores para sus fines de difamación.
Estos se unifican en una tarea perversa, dice el investigador, para destruir a la víctima.
Pero en estos casos, la víctima no es el problema sino que lo son los acosadores y la
empresa que permite el acoso. 16

Podría hacerse una fiel comparación con “la caza del zorro” que consiste en
perseguir a un zorro, ya sea por diversión o para obtener su valiosa piel. Se reúne un
grupo de cazadores con perros rastreadores, y la jauría completa: perros y hombres, lo
persiguen. Se valen del olfato canino para detectarlo. No importa a dónde vaya o
dónde se meta, los acosadores lo perseguirán hasta encontrarlo y darle muerte para
hacerse de la hermosa piel; entre más asustado se muestre, mayor será la excitación de
sus perseguidores, la diversión más grande y la satisfacción al matarlo será la
culminación del júbilo general; sin embargo, nadie pensará en el sufrimiento del
animal. El premio consiste en darle al quien lo atrape, la cola del zorro como trofeo, a
menos que se busque comercializarlo.

De esta manera, los psicópatas inventan una culpa o magnifican un error de la


víctima para comenzar el hostigamiento: critican todo lo que hace, la inducen a
cometer errores, inventan acusaciones falsas y envenenan el ambiente en el que se
desenvuelve la víctima; por medio de la burla se le provoca vergüenza y la destruyen
moralmente y de manera grave. Van perfeccionando su técnica de manera brutal, sin
cometer errores, se reúnen varios cómplices para hacer el trabajo y no dejan
evidencias.

15 Cfr. Iñaqui Piñuel, Mobbing: Cómo sobrevivir al Acoso psicológico en el trabajo: las lecciones de El
Cid Campeador. https://www.youtube.com/watch?v=dQXIrPSW YmY (Recuperación el 25 de jun io de
2016).
16
Idem.
11

El psicópata es incapaz de ponerse en el lugar de la víctima y de mostrar dolor, a


menos que sea en beneficio propio o de derramar una lágrima, sólo que sea para
convencer a los demás; es humilde ante las autoridades cuando teme ser descub ierto.
Es irresponsable, miente compulsivamente, es megalómano, como la madrastra de
Blanca Nieves, puede estar trastornado por la envidia y el odio y necesita destruir a los
demás para sentirse bien.

El acoso puede ser causado por alguien de muy bajo estatus: un “chivato” o delator
cualquiera o un criminal de “cuello blanco” y de alto rango: un jefe, un coordinador,
un superior o por ambos en contubernio, donde el jefe se esconde detrás del inferior al
que está utilizando.

El acosador tiene rasgos patológicos, pasa por encima de lo social y de lo moral.


Es cruel y ataca desde la clandestinidad, ocultándose bajo un nombre falso o
valiéndose de cómplices, mientras le sonríe a la víctima. El fin es destruirla sin
dejar señales. Es muy hábil ya que tiene una larga experiencia como manipulador y
acosador.

Las personalidades de los psicópatas con actividad paranoide, algunos directivos


de altos rangos jerárquicos con actitud narcisista son más inquietantes y peligrosas
que la del psicópata común, el que actúa de manera abierta y comete asesinatos, ya
que son gente fría, calculadora, con una imagen pública excelente, encantadora,
accesible, elegante, que actúa de manera encubierta e hipócrita; y son muy eficaces
a la hora de eliminar a los que estorban a sus intereses.

El acosador, según Piñuel, necesita humillar, subyugar, someter a s u víctima y


no duda en cualquier forma de manipulación para alimentar ese deseo de dominio.
Este psicópata también utiliza la manipulación mental para interferirle en su trabajo
y sus obligaciones, imponiéndole amistades y relaciones o prohibiéndoselas según
el deseo del o los hostigadores; manipulando su conducta, sus emociones, sus
decisiones; sus relaciones personales con los demás: quien le habla, con quien sale,
quien puede ser parte de sus amistades; si la víctima desobedece será sometido al
ostracismo o a otro tipo de presiones psicológicas. Cuando la víctima da muestras
de que sabe que se le está acosando, se vuelve peligrosa para el acosador. Entonces,
éste usa el terror para hacerla callar.
12

El depredador puede generar un clima emocional y amistoso con la víctima para


hacerla confiar en él. Induce las conversaciones con ella al plano que él desea,
manipulándola para que confiese culpas o errores que no cometió, paralizándola y
sometiéndola; utilizando estas mismas conversaciones persuasivas o dirigidas para
obtener respuestas afines a su propósito: exponerla, humillarla, para enviar las
respuestas a quien convenga o para convencer a un auditorio de personas de
actitudes psicopáticas igual que la de él o peores.

La mente de la víctima, dañada y confundida, alterada por el estrés


postraumático y la depresión es muy fácil de manipular, por lo que el acosador
logra obtener las respuestas que desea en voz de la misma víctima quien desarrolla,
según Piñuel, la “indefensión psicológica aprendida” que consiste en que, aunque
pudiera escapar del maltrato ya no lo hace y permanece soportándolo, exponiéndose
a que el acosador la domine y la subyugue, e incluso termine hasta con su propia
vida. 17

Ante la ley el psicópata se presenta como víctima, invirtiendo los papeles y


culpándola, y al final, ella misma termina culpándose de lo malo que haya pasado y
pierde su autoestima. Lo que busca el psicópata aparte de destruir a la víctima, es
convertirla en un clon de sí mismo, insensible, paranoica y sin sentimientos. Según
Piñuel, “Sentirse culpable es lo mismo que quedar paralizado, pues nadie se
defiende si siente que merece el maltrato”. Por lo tanto, el psicópata no pierde la
oportunidad de involucrar, incluso a la ley en su favor.

2.3 Perfil de la víctima

Alfonso Riquelme describe a las víctimas como personas justas e íntegras,


autónomas: respetan las jerarquías sin caer en la sumisión; populares: carismáticas,
empáticas, etc. Por su complejo de inferioridad, el acosador las considera como una
fuente de disonancia para él. También entran en las preferencias del acosador las
personas con sensibilidad o talento particular como tener dotes musicales, literarios;
personas creativas y que no se someten al dictamen del acosador. 18

17
Idem.
18
Alfonso Riquelme, op. cit., pp. 51-52.
13

Piñuel explica sobre las víctimas: “De todas ellas puede decirse la misma verdad
técnica (…) fueron víctimas de un proceso que pretendía convertirlos en culpables
y merecedores del castigo que recibían. Sin embargo, tal y como Leymann supo
reconocer desde el principio, tal versión es mítica. La verdad que revela Blanca
Nieves es que ella es inocente y que son culpables y responsables todos cuantos
pretenden acallar la verdad incómoda y políticamente incorrecta”. 19 Explicado por
el doctor Mario Mancillas Peñuela sobre el perfil de la víctima: esta se distingue
por tener un exceso de ingenuidad y buena fe, además, no sabe hacer frente al
acoso. En la mayoría de los casos, según el especialista, son personas que tienen
mayor probabilidad de ser envidiadas y, frecuentemente, se trata de personas con
una inteligencia superior, por encima de lo normal. La víctima es una persona
distinguida, con reconocimientos y felicitaciones por su trabajo, y es eso,
precisamente, lo que le ha valido que sea elegido para el acoso por otros mucho
más mediocres que sienten envidia o se sienten ofendidos o amenazados por la
trayectoria brillante de la víctima y por su temor a ser desplazados. Por lo tanto,
estas son verdaderas y auténticas víctimas que no han cometido más delito que ser
mejores que sus acosadores.

Dice el profesor Piñuel: “No se trata de lo que la persona ha hecho, se trata de lo


que no ha hecho: No ser sumisa, no ser servil, no dejarse manipular, no transigir
con la mentira o los enjuagues, no mirar hacia otro lado ante la corrupción y los
desmanes, no dejarse avasallar sexualmente, no ser una mediocre profesional, no
ser igual a los demás”. 20

De alguna manera, representan una amenaza para los envidiosos y los menos
valiosos, que se coluden para hostigarla, expulsarla del grupo y destruirla
psicológicamente. De acuerdo con los expertos, el depredador utiliza una máscara
que copia todas las características que engañan a los demás. Es muy difícil
desenmascararlo, pues, los demás no creen que su carisma sea fingido. Los
comportamientos de acoso se van contagiando. El psicópata logra reclutar más y
más gente, enviando calumnias, promoviendo mentiras, bombardeando con ellas a

19
Cfr. Iñaqui Piñuel, El estrés postraumático entre las víctimas: la manzana atravesada en la garganta.
http://acosopsicologico.blogspot.mx/ 2008/09/el-estrs-postraumtico-entre-las-vctimas.ht ml
(Recuperación 19 de junio de 2016).
20
Cfr. Mario Mancillas Peñuela, Mobbing, prevención desde la persona. Primer Simposium: Agresión
y violencia, 1 de marzo de 2013, https://www.youtube.com/watch?v=1A8nTQv m0xQ (Recuperado el
19 de junio de 2016).
14

familiares, jefes, subalternos, amigos actuales o antiguos, a las organizaciones a las


que pertenece y perteneció, y a cualquier tipo de persona que tenga contacto con
ella, ya que se ha dado a la tarea de investigar toda la vida laboral, académica y
personal de la víctima y a sus contactos. Manipula la envidia y los celos o el
resentimiento de sus conocidos, de sus pupilos (en el caso de los maestros, que
también sufren en gran escala este azote) o amigos. Ofrece contubernios a cambio
de algún beneficio, corrompe a los compañeros de trabajo. Detecta a los más
susceptibles de ser corrompidos. Hace promesas que después no cumple, difunde
rumores sobre ella buscando más y más cómplices. Si la víctima se muestra sumisa,
la insulta y la provoca; si contesta los insultos, la acusa de agresiva. Incita a sus
secuaces para atacar todos juntos sometiéndola al psicoterror y entre todos la
acorralan y la atacan ferozmente. Lo que busca es aislarla y dejarla sola e indefensa.
La envidia crece y si la víctima se defiende y busca escapársele el psicópata se llena
de odio y acude al ataque directo, provocándola para exponer “su mal carácter” ante
los demás, dice de la víctima, que es una persona dañada psicológicamente.

La violencia psicológica se lleva a cabo con insultos, burlas, espionaje de la


víctima, amenazas telefónicas, por internet, ataque a sus cuentas electrónicas, a la
computadora, envío de virus informáticos, espionaje y seguimiento hasta su hogar;
llaman a cualquier hora de la noche a su teléfono; la mafia la acorrala físicamente
en actitud agresiva, con murmullos en grupo mediante los cuales le hacen saber que
han estado hurgando en sus documentos y en su vida privada, hacen amenazas,
ocasionan daños en su coche o en su casa y en el peor de los caso, dañan
físicamente a sus mascotas o a alguien cercano a la víctima; la amenazan por escrito
con anónimos, insinuaciones sexuales o comentarios obscenos, etc. Finalmente,
termina en una lucha desigual; como la de los cuervos, anteriormente expuesta:
todos contra uno solo. Es esto lo que ocasiona la impotencia de la víctima,
convirtiéndosele en el problema más grave que enfrenta a lo largo de su vida. 21 Esto
da en lo que podríamos llamar: “El efecto dominó”.

El hostigador acostumbra observar detenidamente a la víctima, se toma su tiempo


para estudiarla antes de atacarla y evalúa qué tan importante sería causarle daño y si
vale la pena ocuparse de ella. El no se ocupará de alguien inferior, con menos talento o

21
Idem.
15

inteligencia que él. La estudia, la evalúa: a sus puntos débiles y si es capaz de


confrontarlo. Busca provocarla en público para saber si la víctima se paraliza y no sabe
qué hacer. Ésta por su rectitud no entiende su descaro y sus mentiras. Si la víctima lo
denuncia públicamente él reaccionará de manera violenta. Este perverso acosador
busca la imagen amable, apacible y bondadosa de la víctima. No la ataca cara a cara
sino por sorpresa o a sus espaldas para anular su capacidad de defensa, utilizando de
forma perversa mentiras, sarcasmo, burla, desprecio. Ante algún trabajo hecho por la
víctima, lo analiza buscando o inventando detalles para minimizarlo y ridiculizarlo
delante de los demás, para avergonzar a la víctima. Aunque sea un trabajo excelente se
las ingenia para convencer a los otros de que no vale nada. Existen algunos psicópatas
jerárquicos o de puestos importantes que tienen secuaces especializados para tal oficio.

Piñuel y Zabala advierte que ser una persona sobresaliente, aumenta las
probabilidades de ser seleccionado por estos depredadores, ya que para ellos
aparece como una luz en la oscuridad; porque tiene las características de las que el
acosador carece; 22 son, precisamente, este tipo de personas las que más lo atraen.

Esta actitud se puede representar con la fábula de la luciérnaga: ostenta


inocentemente su luz; en la oscuridad siente un latigazo, luego otro y otro más.
Regresa y aterrorizada se encuentra con la lengua bífida de un sapo. Con
ingenuidad le pregunta: “¿Por qué me atacas?”, a lo que el sapo responde: “Porque
no soporto verte brillar”.

2.4 “El efecto dominó” o “bola de nieve”

El psicópata urde calumnias y difamación contra la víctima, encaminadas a ofender a


terceras personas en su nombre; lo que busca es promoverle enemigos; estas personas,
al sentirse insultadas o disgustadas contra ella forman una “cadena” de ataques
coordinados con los del acosador y poco a poco se va creando el “efecto dominó”
donde se empuja una ficha y esta empuja a la siguiente, consecutivamente, hasta
terminar arrastrándolos a todos, creando un caos donde todas las fichas son
manipuladas y empujadas para “derribar” a la víctima la cual queda devastada, aislada,

22 Cfr. Iñaqui Piñuel,Taller Amor Zero (1 de 2) Buenos Aires 2016, Dr. Iñaki Piñuel (video).
https://www.youtube.com/watch?v=vK993cvkBdA (Recuperado el 16 junio de 2016).
16

enferma y sola, siendo “linchada”, ya no por un solo acosador sino por varios,
asociándose cobarde y criminalmente para quedar impunes. Anteriormente se
mencionó la unanimidad de todos los acosadores que reaccionan juntos contra la
víctima única. Esta trata de esconderse o minimizarse; actitud inútil ya que el acosador
no está dispuesto dejarla ir sana y en cuanto la vuelve a detectar, comienza otra vez el
hostigamiento (Blanca Nieves escondida en el bosque, detectada por la madrastra ). Por
otra parte, la víctima, generalmente, es una persona brillante, por lo que le resulta muy
difícil ocultarse, a menos que esté dispuesta a perder todo lo que tiene, incluso la paz
familiar y el trabajo.

III. El mobbing como delito

Aunque el mobbing o acoso psicológico tiene graves consecuencias y es practicado en


todos los ámbitos, destruyendo psicológica, física y económicamente a infinidad de
personas, en México ni siquiera está contemplado como delito penal, razón por la que
los acosadores lo toman como un deporte al quedar impunes, mientras que la víctima
queda definitivamente devastada, destruida; y no sólo ella sino, a veces, también su
familia. De acuerdo con Iñaqui Piñuel, en España a ellos (los psicólogos) le tomó más
de diez años para que el mobbing fuera tomado en cuenta como un delito penal. 23

La víctima no entiende qué está sucediendo ni sabe cómo enfrentarlo y se mantiene


en silencio, lo que empeora su situación. Es esto lo que anima al acosador a
perseguirla hasta la destrucción total.

En México no hay una ley que castigue o detenga este fenómeno. Este problema
crece en grandes proporciones y es más frecuente de lo que se cree. Se dice que un
delito no castigado es una invitación para seguir delinquiendo. Como dicen los
estudiosos del mobbing, causa un daño no sólo psicosomático sino psicofísico y
enfermedades muy reales. Algunas víctimas ven este mal como necesario; creen que
deben sufrirlo a cambio de tener trabajo y por el sueldo que reciben.

23
Idem.
17

3.1 El mobbing en México

En la Gaceta Parlamentaria Número 3718-VII (jueves 28 de febrero de 2013) aparece


una iniciativa que adiciona el inciso: c) al artículo 3o. Bis y reforma la fracción
segunda del artículo 51 de la Ley Federal del Trabajo. Entre la exposición de motivos
se aborda un tema poco estudiado en México: El mobbing, que significa acoso moral o
psicológico en el trabajo. Dice textualmente acerca del mobbing: “En México, este
tipo de fenómenos no ha sido estudiado sistemáticamente; así pues, no hay cifras ni
referencias oficiales sobre la extensión, el grado, el carácter y las tipologías
particulares que asume el hostigamiento laboral”. Menciona entre las formas de
expresión: Ataque a la víctima a través de medidas organizacionales, aislamiento
social, ataques a la vida privada de la persona, violencia física, agresiones verbales. 24

Y en Reseñas argumentativas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se


menciona que Mobbing es un término inglés que se refiere a un acoso de tipo
psicológico que implica perseguir, apremiar e importunar a alguien de manera
continua (sin darle tregua ni reposo) y que este fenómeno está prohibido en diversos
instrumentos internacionales como: La Declaración Universal de los Derechos
Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y el
Convenio 111 sobre la discriminación (empleo y ocupación) de la Organización
Internacional del Trabajo. Y añade que la Ley Federal del Trabajo reconoce el
hostigamiento como una conducta que puede dar lugar a la rescisión de la relación
laboral y genera una sanción y que, igual, el Acuerdo General de Administración
Número III/2012 emitido el 3 de julio de 2012 por el Comité de gobierno y
Administración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, contiene las bases para
investigar y sancionar el acoso laboral y el acoso sexual. 25

24
Cfr. Gaceta Parlamentaria, Nú mero 3718-VII, jueves 28 de febrero de 2013.
http://gaceta.diputados.gob.mx/Black/ Gaceta/Anteriores/62/2013/feb/20130228-VII/Iniciativa-15.ht ml
(Recuperación el 23 de junio de 2016).
25
Cfr. Suprema Co rte de Justicia de la Nación, Reseñas Argumentativas: Acoso laboral o mobbing. pp.
3-4. https://www.scjn.gob.mx/ Cronicas/Resenas%20Argumentativas/res-JRCD-0047-13.pdf
(Recuperación 23 de junio de 2016).
18

El Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, en sesión


celebrada el 4 de septiembre de 2013 en la Primera Sala más alta del país se señaló
que:

En el orden ju ríd ico mexicano no aparece ampliamente regulado el “mobbing” o “acoso


laboral” co mo una conducta que amerite un tratamiento específico, el legislador –en línea
directa hacia la toma de conciencia sobre la dignidad de la persona y la necesidad de
reivindicar los derechos de los trabajadores – ha incorporado disposiciones como los artículos
1°, 4° y 123 constitucionales, en cuyo contenido se encuentra la pro hibición al t ipo de
conducta u hostigamiento laboral de que se trata, pero que, por su especificidad ha dado
lugar, en algunos casos, a un tratamiento especial. 26

Piñuel se refiere a que la víctima, después de ser acosada por el o los psicópatas, es
victimizada, también, en segunda parte por quienes debían ser parte de la solución: los
profesionales que atienden este problema, ya que les resulta muy difícil hacerse cargo
de este tipo de violencia (a menos que la hayan sufrido “en carne propia”) que causa,
entre otros problemas: daño psíquico profundo, estrés postraumático y de las
características tan específicas que contiene. La manera de detener el maltrato
psicológico es en el principio, cuando recién comienza, pero cuando se llega a tratar el
acoso es porque la víctima ya ha sufrido daños irreparables y sólo se atiende el
problema cuando ha caído enferma o cuando ya se ha suicidado. Según Piñuel, los
mismos profesionistas que deben atender a la víctima la acusan de haber provocado el
acoso, de ser responsable de su propio mal: “Si te hostigan algo mal habrás hecho”. Se
le hace sentir a la víctima que es merecedora del hostigamiento.

El daño se vuelve crónico por no atenderse adecuadamente y por incomprensión y


desconocimiento del mismo, donde el acosador muchas veces se presenta como
víctima de la víctima. 27 Dice el investigador que frecuentemente los acosadores
desafían a sus víctimas a que los denuncien judicialmente porque saben que la
denuncia judicial alinea automáticamente a la organización (empresa) con el acosador;
esto juega en contra de la víctima y en a favor del acosador, por lo que hay que
analizar bien, según Piñuel, la decisión de denunciar o no, ya que, habitualmente, la

26
Idem.
27 Cfr. Iñaqui Piñuel, Taller sobre Acoso Laboral (Mobbing) – 1(Video).
https://www.youtube.com/watch?v=eYmu 644u x3E (Recuperación 24 de junio de 2016).
19

víctima termina siendo señalada como la victimizadora o, por lo menos, la culpable de


provocar el acoso.

3.1 El mobbing en el Estado de Chihuahua

El problema del mobbing no pertenece a la víctima sino al acosador: La práctica del


mobbing es un riesgo psicosocial del que son responsables las empresas.

En el Estado de Chihuahua, no se sabe de ninguna ley que lo castigue. Sin


embargo, con el castigo se puede lograr que el psicópata, si no deja de hostigar, por
lo menos, piense antes de llevarlo a cabo. Piñuel dice al respecto: “Si no somos
castos, por lo menos nos volvemos cautos”.

En la actualidad, aunque se siguen sacrificando “chivos expiatorios”, el resultado


ha dejado de ser efectivo para el engranaje del psicópata, pues casi todos saben que
la víctima es inocente, aunque termine igualmente linchada. En algunas empresas,
señala Piñuel, han implementado un protocolo anti mobbing que consiste en que si
no se puede comprobar la culpabilidad del psicópata, la víctima será denunciada;
esto, dice, es satánico. 28 Pues así se asegura que nadie denuncie.

En junio de 2011 se envió una iniciativa de ley a la Secretaría del Trabajo y


Previsión Social para que implemente políticas públicas, programas y acciones
tendientes a prevenir, combatir y erradicar la práctica del mobbing. 29

IV. Procedimiento del acosador

Piñuel afirma que el acosador es un individuo narcisista, frío, insensible, inmoral,


especializado en destruir y que usa sus características psicopáticas. Al encontrar una
persona más con características superiores recuerda sus profundas carencias, sus
propios defectos, ve en ella una amenaza y decreta su persecución.

Según José Luis González de Rivera y Revuelta y M. Rodríguez-Abuín, entre las


estrategias más utilizadas para hostigar a la víctima están:

28 Iñaqui Piñuel,Mobbing: Có mo sobrevivir al Acoso psicológico en el trabajo: las lecciones de EL CID


CAMPEADOR.
29
Cfr. Iniciativa 711,
mobbing.http://www.congresochihuahua.gob.mx/biblioteca/iniciativas/archivosIniciativas/180.pdf
(Recuperación 23 de junio 2016).
20

-Extender por la empresa ru mores maliciosos o calumniosos que menoscaban su reputación,


su imagen o su profesionalidad (…).

-Ridicu lizar su trabajo, sus ideas o los resultados obtenidos ante los demás trabajadores;
Animar a otros compañeros a participar en cualquiera de las acciones anteriores mediante la
persuasión, la coacción o el abuso de autoridad (…).

-Invadir la privacidad del acosado interviniendo su correo, su teléfono, revisando sus


documentos, armarios, cajones, etc., sustrayendo maliciosamente elementos clave para su
trabajo.30

Esta forma de violencia tiene como fin rastrear a sus asesores, familiares, amigos, sus
actividades, religión, orientación sexual, ideales políticos y culturales; el IP de su
computadora, el número de su teléfono, sus cuentas electrónicas: toda clase de
organizaciones, personas y herramientas que se puedan utilizar para desprestigiarla,
someterla al ridículo y eliminarla.

El acosador investiga qué es lo peor que puede hacer contra la víctima o de qué
manera puede humillarla y lo repite una y otra vez durante tiempo indefinido, hasta
lograr quebrantar su resistencia psicológica sin importar que tan fuerte sea
mentalmente. Comienza a involucrar a otros; es común oír entre las personas cercanas
a la víctima: “Vinieron a invitarme para que me les uniera contra ella”, “Ya todo el
grupo está predispuestos en su contra y por eso le hacen la vida insoportable”, “Me
dijeron que si no me uno a ellos me voy a arrepentir”, “Aquel que hable con ella que
se atenga a las consecuencias”.

El acosador se empeña en provocar en la víctima una mala actitud (enojo o temor)


para “comprobar” que es una persona histérica y violenta; la incita, intencionalmente,
para llevarla a la exasperación y a la explosión en público; si no lo logra, recurre a
métodos verdaderamente agresivos valiéndose de cómplices, donde uno la insulta o,
simplemente, le hace reclamaciones injustas de la peor manera, mientras el cómplice
graba de manera clandestina todos sus gestos y palabras, intentando obtener
“evidencias” de su exasperación, mismas que le hace llegar cuanto antes al jefe (o a
quien lo haya contratado), a los compañeros de la víctima, conocidos, amigos y
detractores, para exhibirla. Le tiende trampas para inducirla a actuar o a hablar de
acuerdo a los intereses que busca: venganza, dinero o cualquier otra cosa que envidie

30
Cfr. José Luis González de Rivera y Revuelta, M. Rodríguez-Abuín, Acoso psicológico en el trabajo
y psicopatología, un estudio con el LIPT-60 y el SCL 90-R. (2006), pp. 397-412, español.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2229734, (fecha de consulta 4 de jun io de 2016).
21

de la víctima o simplemente hostigarla y degradarla, ya sea para reafianzar su ego o


porque está trabajando en contubernio con alguien más. La somete a la indefensión, a
la soledad y al desamparo absoluto. A través del ataque continuado le crea inseguridad
y temor que, finalmente, repercute en su desempeño laboral y de conducta. La víctima
se vuelve incapaz de hacerle frente y comienza a sentirse culpable y a darle la razón a
las calumnias del psicópata. Y así como el psicópata fue capaz de convencer a terceras
personas de la “maldad” de la víctima, la convence también a ella, quien termina
doblegándose y cooperando para consumar su propia destrucción. Si la víctima huye o
es despedida, el acosador no desiste. Investiga a dónde fue para extender sus malignos
tentáculos hasta ella y sus nuevos jefes, desprestigiarla ante ellos, buscar que la
despidan y así, continuar con el psicoterror.

Los amigos y conocidos que tenían una excelente relación con la víctima, al
reaccionar a los chismes y calumnias del acosador comienzan a ignorarla y
despreciarla, actitud que le daña profundamente la autoestima. A pesar de la confianza
en sí misma comienza a sentir preocupación y miedo, mismo que va aumentando junto
con el ritmo del acoso.

Otra forma de someterla al psicoterror es perseguirla o enviar a otros en grupo a


perseguirla físicamente, repitiendo tras de ella y en público palabras ofensivas,
secretos o datos que le han sido extraídos, los que se supone, nadie conoce. Se le
acosa, también, con preguntas comprometedoras, repitiéndolas una y otra vez, acerca
de sus compañeros o de algún personaje importante, para “acomodar” la respuesta en
conversaciones tergiversadas (editadas) y hacérsela llegar al mismo personaje con la
voz de la víctima.

El acosador difunde el rumor de que la víctima ya antes padecía trastornos


psicológicos y que las decisiones equivocadas que toma ahora se deben a sus terribles
problemas mentales. En una palabra, se busca hacerla pasar por loca, ocultando que
fue criminalmente inducida a tomar esa decisión por un psicópata experto en acosar a
las víctimas y llevarlas, precisamente, a la desesperación y la autodestrucción. Si la
víctima denuncia, posiblemente no aparecerá el verdadero acosador sino sus cómplices
o arlequines; la gente inferior que utiliza para hacer el trabajo sucio. Sin embargo, hay
maneras de rastrear y localizar al responsable o responsables.
22

4.1 Uso de la tecnología en el Mobbing

Ciberacoso o acoso cibernético es el uso de información electrónica y medios de


comunicación: correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea,
mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios, para acosar, amenazar,
avergonzar o intimidar a una persona. El ciberacoso es el hostigamiento a través de la
red social de la persona a quien se calumnia y descalifica. No es un simple chisme o
crítica ocasional, sino una verdadera campaña organizada para destruir la credibilidad
social o profesional de un tercero. Se lleva a cabo a espaldas de la víctima quien no
tiene conocimiento del ataque, sólo percibe sus consecuencias: puertas que se cierran,
miradas recelosas y frialdad por parte de interlocutores antes amistosos y vueltos
esquivos de un momento a otro. Conversaciones tendenciosas referentes a ella que no
entiende. Acuerdo entre los psicópatas para hostigarla.

Marina Parés Solivá, en su estudio Ciberacoso, un tema de reflexión, se refiere al


acoso cibernético:

La severidad del ciberacoso se debe al trauma psicológico y emocional ocasionado por la


omnip resencia, la difusión y la pro longación, especialmente cuando las agresiones se hacen
en foros públicos (websites, blogs, etc). También e xisten casos de suicidio relacionados al
ciberacoso (…). “La informalidad propia de las redes permite que personas hostiles,
resentidas, con ansias de domin io o falta de escrúpulos, puedan acosar impunemente. El
hacer correr un ru mor o una calu mnia, por una razón personal o por diferencias ideológicas,
en forma anónima o desembozada, de boca en boca o mediante mails, no es una travesura sin
consecuencias. 31

Una forma muy actual de hostigamiento se lleva a cabo con el uso de esta tecnología:
grabando, recortando y “armando” conversaciones tendenciosas con el móvil (teléfono
celular) o con cámaras escondidas; con lo que se sigue a la víctima a donde quiera que
vaya, incluso a lugares estrictamente privados. El hostigador graba, clandestina o
abiertamente, videos y fotos o información de sus archivos privados para editarlas y
convertirlas en material ofensivo y enviárselo a quienes se puedan sentir ofendidos por
su causa para crearle enemigos y los divulga a través del Internet y por las redes
sociales.

31
Cfr. Marina Parés So livá, Ciber acoso, un tema de reflexión.
http://www.acosomoral.org/pdf/ciberacoso.PDF (Recuperado el 25 de julio de 2016).
23

Un estudio del Grupo de trabajo C-24, afirma: “El acoso es un delito


contemporáneo sin una legislación adecuada, en el cual un individuo emplea una serie
de conductas para atacar, humillar y difamar a otro, utilizando las tecnologías de
información y comunicación, principalmente la internet, pero con una progresiva
incidencia en los teléfonos móviles”. 32

Su teléfono y sus cuentas electrónicas son infectadas con virus e intervenidas


(jackeadas) para extraer información la cual es divulgada y difundida públicamente; se
envían correos electrónicos tendenciosos a otras personas desde su propia cuenta.
Estos imaginan que quien envía los insultos es la víctima y no el acosador del que ni
siquiera saben que existe ya que jamás utiliza su propio nombre sino el de la víctima o
el de otros.

En el Diario “INFORMACION.es”, en el artículo Acosados en la red, donde los


rastreadores del ciberespacio detectaron “plataformas multimedia que permiten que
cualquier imagen, vídeo o chismorreo corra como la pólvora ante cientos de usuarios,
"amigos" ha revelado un nuevo medio para acosar, formular amenazas o difundir
contenidos delictivos o violentos capaces de llegar ahora a miles de personas”.33
El juzgado número 1 de Alicante, continúa el mismo artículo, “se hizo cargo en el
último año de dos casos en los que los menores introdujeron un virus troyano en los
ordenadores de terceros. En uno de ellos captaron imágenes íntimas de las personas en
sus dormitorios, pues la cámara web se activaba sola a través del virus ejecutado”. 34

Puesto que los acosadores piensan que no tendrán castigo, los psicópatas adultos
también se valen del envío de virus informáticos a sus víctimas. Se dedican al
hostigamiento que comienza con insinuaciones o insultos, burlas y poniendo en duda
ante los demás la capacidad mental, profesional o académica, y otros actos que
incomodan a la víctima. No es un mero chisme ocasional sino una verdadera campaña
de desprestigio. Puede ser de forma directa en sus cuentas electrónicas, intimidando y
humillando a la persona o de forma indirecta, difundiendo a través de los medios

32
Cfr. Grupo de trabajo C-24: Derecho & cibercrimen, Acoso cibernético. IV Congreso de la
CiberSociedad 2009. Crisis analógica, futuro digital.
http://www.cibersociedad.net/congres2009/es/coms/acoso-cibernetico/1114/ (Recuperado el 5 de junio
de 2016).
33
Cfr. Sandra Llinares, (18 de noviembre de 2011), Acosados en la red. INFORMACION.es (Periódico
de la provincia de Alicante), http://www.d iarioinformacion.co m/alicante/2011/ 11/18/acosados -
red/1169016.ht ml (recuperado el 25 de julio de 2016).
34
Idem.
24

electrónicos chismes y rumores sobre su vida tanto pública como privada y sobre su
capacidad profesional, creando grabaciones con la voz de la víctima, enviando
mensajes, amenazas, ofensas o publicando escritos falsos o tergiversados para hacerlos
llegar a terceras personas en su nombre, crearle enemigos y detractores y así, aislarla y
excluirla de cualquier actividad que la beneficie; persiguiendo a los compañeros que
aun la apoyan para inmiscuirlos en el acoso o para acosarlos, también, en caso de que
no se involucren con él. De esa manera, con la víctima indefensa, aislada y enferma, la
mayoría de las veces lejos de los demás o enemistada con ellos, se le facilitan los
ataques y comienza a agredirla física y abiertamente, sin que nadie acuda en su ayuda.

En el artículo: Acosada en la red, de Angeles López, del periódico “La Razón.es”,


se hace alusión a un caso ocurrido en España, donde un hombre se dedicaba a hostigar
por las redes sociales a una mujer y expone la queja de la víctima:

“Cuando se entera de que le he denunciado la primera vez, duplica sus esfuerzos: se hace
pasar por mí en las redes, se pone en contacto con los diseñadores que me contrataban o con
fotógrafos con los que he trabajado para decirles que soy adicta a las drogas, anoréxica o
seropositiva, también que practico la zoofilia, que mantengo relaciones sexuales con mis
propios padres... O me llama bajo falsas identidades para ofrecerme trabajos, hasta que me
doy cuenta de que es él (…). Sé que recib iré incesantemente llamadas o SMS, de amigos o de
profesionales de mi med io, que terminan pensando que me he vuelto loca escribiéndoles
salvajadas inimaginables, que por supuesto no he escrito.35

A medida que aumenta la indefensión de la víctima, aumentan, también, los ataques


contra ella, como seguirla, agredirla, acorralarla y obligarla a huir o eliminarla. Donde
se presente la víctima estará un grupo esperando para seguirla, enfocarla con cámaras
o con el móvil para grabarla, burlarse y reunir todo el material que se pueda sobre ella
para comunicársela al jefe psicópata que los envió. Finalmente, se convierte en una
cacería donde la única que termina enferma o, en el peor de los casos, muerta, es la
víctima, mientras que el victimario se apodera de sus despojos.

Como la función del acosador es aterrorizar a la víctima, utiliza los mismos medios
cibernéticos para abordarla; a través de las redes sociales se contacta con ella
(obviamente, sin dar su verdadera identidad), esto es para hacerle saber del acoso, para
hacerle preguntas sobre los datos que se le han extraído y hacerle saber que están

35
Angeles López, Acosada en la red. (15 de noviembre de 2012), La Razón.es ,
http://www.larazon.es/historico/5044-acosada-en-la-red-HLla_razon_500923 (recuperado el 25 de ju lio
de 2016).
25

siendo tergiversados y divulgados contra su voluntad o información que ha recaudado


sobre sus actividades, su domicilio, familia, etc. advirtiendo que serán utilizadas
contra ella.

Si se denuncia al hostigador, este niega los hechos y desvirtúa lo dicho por la


víctima, exponiendo más mentiras y calumnias e intentando continuar con el
desprestigio que ya ha difundido. Entre más asustada se muestra la víctima, más
satisfecho se siente el acosador y entre más destacada cultural e intelectualmente es la
víctima, más importante le hace sentirse; le resulta más satisfactorio doblegarla y
humillarla; ese es su mayor placer y su máxima recompensa; pues cree que está
imponiendo su supremacía y degradando a la víctima, poniéndola por debajo de él. El
psicópata busca asestar el golpe final sin testigos cuando es un solo acosador; sin que
nadie se entere que él mismo ha llevado a la víctima a tomar tan graves decisiones.

Después de eliminarla, el acosador premia a su vez a los secuaces, ya sea, dándoles


un puesto, a veces, el puesto que ocupaba la víctima; algún insignificante premio o,
simplemente, una palmadita en la espalda (pues a los secuaces cualquier gesto de
aprobación les sirve) y, luego, pasa a la siguiente víctima, pues, no acosa a una sola
persona sino que toma el acoso para afianzar su ego, su poder y “supremacía” sobre
las víctimas, sintiéndose más importante cada vez que obtiene resultados
satisfactorios. La fórmula es, a mayor importancia de la víctima, mayor su satisfacción
y aumento del ego.

Al final, el acosador logra que la misma víctima termine creyendo sus calumnias y
cometiendo los errores de los que la acusa. Con el hostigamiento constante y repetitivo
y por largo tiempo, logra quebrantar su resistencia, psicológicamente, hablando; la
paraliza y le hace creer que se merece el acoso y la humillación. Este es el crimen
perfecto, pues la misma víctima coopera para ser subyugada; es inducida a actuar y a
decir lo que al acosador le conviene, dándole a él la razón.

Al final, el único que queda satisfecho es el acosador, pues los personajes


secundarios o terciarios son quienes tienen que enfrentar a la justicia, si es que se diera
el caso de que se haga cargo, pero él queda detrás de una cortina de humo donde muy
pocos saben de su participación en el brutal y criminal acoso.
26

4.2 Razones del acoso

La víctima se muestra confiada y cuando se da cuenta de que está inmersa en el acoso


ya ha sufrido daño y por esa causa pierde la autoestima, la confianza en sí misma y
comienza a tener problemas en el trabajo, dándole la razón al acosador. 36 La envidia le
indica (al hostigador) que una vez detectada la persona que tiene aquello que él no
tiene y no quiere aceptar de sí mismo, es necesario eliminarla del entorno porque no es
posible verla sin sufrir terriblemente”. 37 El acosador o psicópata organizacional tiene
un perfil inquietante: frío, insensible, inmoral, implacable. A estos directivos, Piñuel
los llama directivos tóxicos, nocivos, “killer o tiburones organizativos” especializados
en destruir, y que durarán mucho tiempo en las organizaciones. 38 Aíslan a la víctima
para facilitar el ataque final.

V. Estrés postraumático

Mario C. Salvador, psicoterapeuta y supervisor de terapia, en una de sus conferencias


(2014) se refiere a la definición que hace Peter A. Levine del estrés postraumático:
“Trauma es cómo nuestro cuerpo responde ante la amenaza de supervivencia”. Se
refiere a cuando algún acontecimiento nos sobrepasa y a los mecanismos ancestrales
que ponemos en marcha: de vida o muerte. Son lo más cercano a los que utilizan los
animales. Se habla, dice, del trauma como el “terror inenarrable”.

Cuando estamos ante el evento del cual no podemos escapar, cuando la lucha o la
huída no funcionan, entonces, la memoria traumática fragmenta los recuerdos en
aspectos visuales, olfativos, gustativos e incluso, en las sensaciones internas que están
presentes en el momento del trauma y que después, pueden ser “recordadores”. A esto
Salvador le llama: “Síndrome de memorias o recuerdos enterrados”, recuerdos
intensos e inenarrables que quedan almacenados en la neurobiología y dejan una
huella profunda, y a partir de ese trauma se condiciona a la víctima en su manera de
percibir la vida. En adelante, tendrá dificultad, entre otras cosas, para confiar en los

36 Cfr. Iñaqui Piñuel, Mobbing: Cómo sobrevivir al Acoso psicológico en el trabajo: las lecciones de El
Cid Campeador (video). https://www.youtube.com/watch?v=dQXIrPSW YmY Recuperación 14 de
junio de 2016.
37 Conferencia del Profesor Iñaki Piñuel en Valencia el 26 de Junio de 2014 (Video).

https://www.youtube.com/watch?v=i_ql53SaVzo (Recuperación el 27 de junio de 2016).


38
Item.
27

demás. Posteriormente, alguno de esos olores o sensaciones disparan esta “cadena de


recuerdos traumáticos”. La persona comienza a sufrir los flashbacks, durante los
cuales no está consciente de que está recordado; es como volver a vivir el momento
traumático. La víctima alterna los recuerdos como si estuvieran pasando otra vez en el
“aquí y ahora”; otras veces bloquea esos recuerdos, intentando hacerse a la idea de que
no pasa nada. Tiene dos formas de reaccionar: con emociones intensas o ignorando
(bloqueando) cualquier pensamiento para no sentir nada.

El proceso de defensa está programado por la neurobiología y cuando la víctima es


amenazada, el cerebro actúa “por sí mismo”, la víctima no piensa, entonces, acepta el
ataque de forma pasiva. Este es un mecanismo de defensa, aunque después siente
culpa o incluso, es culpada por terceras personas por no haberse defendido. 39

Mario Salvador explica el síndrome de inmovilidad tónica: La víctima dice: “no


siento fuerza en las piernas”; esta es la forma en que se vive este síndrome, es la fuerza
que se retira del cuerpo. Es un fenómeno de desregulación de la energía: pesadillas,
emociones desbordantes de ira, tristeza, miedo intenso; pueden pasar de la inercia (no
sentir nada) a momentos de emociones intensas. Estas personas se vuelven fóbicas :
padecen ansiedad, insomnio, pánico o taquicardia que es la manera como recuerdan el
momento del trauma. 40

De acuerdo con Iñaqui Piñuel, después de seis meses de acoso continuo aparece el
daño psicológico, emocional y psicosomático. En este momento la víctima tiene un
cambio de personalidad y comienza a sufrir el estrés postraumático. La resistencia
psicológica va siendo quebrantada ante la debilidad e impotencia de la víctima que
puede desarrollar una fobia o terror de acudir al lugar donde está siendo acosado. La
víctima se vuelve introvertida, se aísla, se esconde; aparece el terror de encontrarse
con la gente. No existe nadie resistente al mobbing, dice, cualquier persona que sea
hostigada constantemente y por largo tiempo, termina dañada psicológicamente de
forma muy grave, sin importar que tan inteligente, fuerte o equilibrada sea.

En palabras de Piñuel, este es un síndrome que no remite con el tiempo, puede


volverse crónico y acompañar a la víctima por el resto de su vida. Es un trauma

39 Cfr. Mario A. Salvador, Estrés postraumático, un asunto fisiológico con consecuencias psicológicas
(video).https://www.youtube.com/watch?v=mSA-Kvkz-Fk(Recuperación 6 de ju lio de 2016).
40
Idem.
28

complejo que se adquiere después de largo tiempo de acoso constante y continuado,


repetido por tiempo indefinido en entornos donde la víctima no puede escapar y
termina sometiéndose al acosador, lo que produce graves secuelas. Este consiste en un
cuadro psicológico de tristeza profunda, invasiva, recurrente y presenta mecanismo de
disociación y visualizaciones o flashback donde repasa una y otra vez, los sucesos de
maltrato y terror, reviviéndolos emocionalmente y contra su voluntad. Va acompañada
de deterioro de las funciones intelectuales, embotamiento y pérdida de memoria a
corto plazo, pérdida de concentración, de experimentar alegría: anhedonia, lo que
resulta muy peligroso porque eso conduce a la ideación suicida. Aislamiento
voluntario, actitud de indiferencia, irritabilidad contra la familia, hipervigilancia (no
pueden fiarse de nadie). Incoherencia verbal, pánico que se confunde con depresión o
con un simple problema de ansiedad, causando enfermedades, sin embargo, es un
trauma psicosocial que no desaparece espontáneamente, sino que dura varios años, con
sentimientos de angustia, de indefensión, de aislamiento.

María José Edreira dice al respecto:

En esta situación la víctima hace tiempo que somatiza el problema y su salud está muy
mermada. Su sistema in munológico no responde, tiene infecciones frecuentes, problemas de
piel, cansancio generalizado, insomnio, crisis de ansiedad, fiebre de origen desconocido, etc.
Cuando el cerebro no aguanta tanta presión, tanto estrés, la hormona de la depresión se activa
para dar la alerta, funciona co mo un mecanis mo de supervivencia, si no se activase se
produciría un fallo generalizado en el organismo con conclusión de muerte en pocos días. Si
el médico de familia no reacciona a tiempo, medica a la víct ima y la saca del entorno hostil
con una baja laboral, el desenlace puede ser fatal. 41

El semblante y apariencia de la víctima es de derrota: enfermiza, angustiada al no


saber cómo enfrentar el acoso, la fisonomía corporal y facial está alterada por la
depresión, el insomnio y el miedo. En determinado momento la víctima acepta el
acoso y ya no busca salir del problema, lo que beneficia al acosador que ve menos
probabilidades de ser enfrentado. Todo esto con la complicidad de los testigos que en
lugar de solidarizarse con la víctima apoyan al hostigador, abandonándola en la
soledad, lo que constituye un infierno para la víctima.

41
María José Edreira, op. cit., p. 142.
29

Las sensaciones visuales y auditivas vividas durante el acoso se quedan grabadas


en la memoria y se reviven continuamente. Surgen los sentimientos de indefensión
e impotencia, de ira, hostilidad y rabia contra quien lo ocasionó. 42

Basándose en el testimonio de víctimas de acoso se explica en qué consisten los


llamados flashback o pérdida de la memoria:

Co mo si se aplicara una descarga eléctrica en el cerebro, la mente se queda “en blanco”. Al


no recordar nada comienza el pánico. Los recuerdos aparecen y desaparecen en milésimas de
segundo. Se pierde la facultad para coordinar los pensamientos y las palabras. Hay
tartamudeo e incoherencia en el habla, a veces , repit iendo frases que otros dicen o hilvanando
ideas con las palabras que se escuchan o con los recuerdos fugaces que llegan. El sentimiento
es de soledad y confusión profunda; hundida en una neblina impenetrable. Puede durar
segundos o minutos, pero la experiencia es aterradora. Despu és de que desaparece el
flashback se queda la mente confundida y solo cuando pasan varias horas se recupera la
conciencia. A veces, después de que pasa, se recuerda todo lo que sucedió durante el lapso y
otras veces, solo se recuerdan algunas palabras o ideas. El insomnio es crónico, pero cuando
se duerme, sin aviso previo, se puede despertar asustada, con taquicardia y dolor de cabeza;
sin saber por qué, sin encontrar una explicación. Se pierde la memoria instantáneamente y
sólo se busca huir, desaparecer. Durante esos lapsos es muy fácil involucrar a la víct ima o
inducirla a aceptar situaciones que, normalmente, no aceptaría e incluso puede caer en
situaciones difíciles sin meditar lo que hace.43

5.1 Los síntomas del estrés postraumático

Síntomas de la hiperactividad del sistema nervioso simpático (SNS)

De acuerdo con M. A. Azcárate, “hay abrumadoras evidencias que confirman que


un estrés prolongado afecta adversamente tanto a parámetros físicos o biológicos
como del comportamiento, necesarios para la supervivencia”. 44 “El cuerpo
_
responde a un estrés extremo continúa Azcárate_ , liberando una cascada de
cortisol, adrenalina y otras hormonas que pueden dañar las células cerebrales,
alterar la memoria (…). El resultado es un “breakdown” o agotamiento de la
respuesta normal al estrés porque el sistema está sobresaturado, sobrepasado,
exhausto”. 45 El sistema nervioso autónomo _ dice_ , regula las funciones normales
del cuerpo como temperatura, sudoración, motilidad intestinal y otro tipo de
respuestas automáticas que no dependen de la voluntad. “La activación del SNS

42
Cfr. Sociedad Española para el tratamiento de la ansiedad y estrés, El trastorno de estrés
postraumático. http://pendientedemigracion.ucm.es/info/seas/tep/ Recuperación 14 de junio de 2016.
43
Víctima de acoso (anónima).
44
M. A. Azcárate, Trastornos del estrés postraumático. Ediciones Días de Santos, España, 2007, p. 51.
45
Ibid., p. 7.
30

desencadena un conjunto de respuestas denominadas «lucha o huye»”. 46 Los


efectos que esta reacción causa, entre otros: dilatación de la pupila, aumento de
frecuencia cardiaca y tensión arterial, aumento de la actividad mental, etc.

Los síntomas derivados de las complicaciones endocrinoinmunológicas. Pueden


afectar a cualquier parte del organismo, reflejando una interacción entre los tres
sistemas: sistema nervioso central, sistema endocrino y sistema inmune. 47

“La habilidad de aprender y recordar está soportada en parte por el hipoca mpo,
localizado en el lóbulo temporal (…) formando parte junto con la amígdala y el
cuerpo cingular, del sistema límbico”. 48 El hipocampo, aclara Azcárate, interviene
en el almacenaje inicial y temporal de la memoria. También se altera el córtex
prefrontal, que interviene en la regulación de las emociones, inhibiendo la respuesta
exagerada de las mismas. Como consecuencia de ello, la memoria traumática o la
rememoración del suceso traumático puede causar dificultades en recuperar otras
memorias. 49

De acuerdo con Azcarate, entre los hallazgos encontrados en los tratamientos por
trauma psicológico, entre los traumas psicológicos, se provoca una “disregulación
neuroquímica, además, “conlleva a alteraciones en la estructura y función cerebral”.
Y entre otros hallazgos se sabe que durante los períodos en que la persona se siente
en peligro se secretan altos niveles de opiáceos endógenos (endorfinas) que
enmascaran el dolor de manera temporal, sin embargo, las víctimas de acoso
continúan secretando altos niveles de endorfinas que le provocan un embotamiento
de las emociones. Los cambios en el hipocampo causan, al parecer, la memoria
intrusiva y los flashbacks. Y el estrés postraumático activa la función de la
amígdala afectando la memoria emocional, esto explica la dificultad de la víctima
para verbalizar sus experiencias traumáticas. Y Azcarate se refiere a estudios en los
que se ha mostrado que la paroxetina (inhibidor selectivo de la recaptación de
serotonina) tiene eficacia en el aumento del hipocampo y en la función de la
memoria declarativa”. Los estudios realizados en este tema comprueban que existe
una disminución de cortisol en sangre, saliva y orina en las víctimas de acoso y el

46
Ibid., pp. 8-9.
47
Idem.
48
Ibid., p. 44.
49
Ibid, p. 34.
31

bajo nivel de cortisol después de un trauma agudo pueden ser factores predictores
para el desarrollo de síntomas de estrés postraumático y “quizá el mayor ejemplo de
este camino sea la depresión”, dice Azcarate en este sentido. La escucha temprana
de las víctimas, según un estudio, después del suceso traumático puede reducir los
síntomas del estrés postraumático. 50

El síndrome de estrés postraumático está relacionado con enfermedades como la


resistencia a la insulina, provocando hiperglucemia, dislipenia, hipertensión y
obesidad abdominal; El déficil de cortisol y la inflamación descontrolada pueden
contribuir a la Osteoporosis; Enfermedad del comportamiento: anhedonia, anorexia,
fatiga, alteraciones del sueño y disfunción cognitiva, entre otras. 51

Y según con la Sociedad Española para el Tratamiento de la Ansiedad y el Estrés,


en algunos casos, la aparición de los síntomas puede producirse, incluso, años más
tarde de haberse sucedido el acontecimiento causante y estos son los signos más
característicos:

 Rememo ración del t rau ma (flashbacks), pesadillas o recuerdos instantáneos e


involuntarios en cualquier mo mento del día.

 Alucinaciones con la idea de que se repite el hecho trau mático.

 Ansiedad extrema al entrar en contacto con las personas, lugares o cualquier circunstancia
que recuerde el acontecimiento.

 El paciente suele evitar conversaciones, lugares, personas y, en general, cualquier cosa


que pueda relacionarse con el trau ma.

 Palpitaciones, dificu ltad para respirar y secreción elevada de sudor cada vez que se
recuerda el hecho desencadenante.

 Incapacidad para recordar detalles importantes del acontecimiento trau mático.

 Sentirse psíquicamente distante, entumecido y paralizado ante cualquier experiencia


emocional normal.

 Perder el interés por las aficiones y diversiones.

 Mostrar signos de hiperactividad: Dificultad para dormir, irritabilidad, incapacidad para


concentrarse o alarmarse con mucha facilidad.52

50
Ibid., p. 40-42.
51
Ibid., p. 56.
52
Cfr. DM Medicina.co m Síndrome de estrés postraumátuco.
http://www.d med icina.co m/enfermedades/psiquiatricas/sindrome-de-estres-
postraumatico.ht ml(Recuperación 14 de junio de 2016).
32

5.2 Consecuencias del acoso

Hainz Leymann, quien hizo el primer y único estudio exhaustivo sobre la


epidemiología del suicidio entre las víctimas de mobbing, en el año 1984 emitió su
primer informe a la Oficina Sueca de Seguridad y Salud en el Trabajo, donde decía
que el encadenamiento de los hechos de acoso provocan una “quiebra en la resistencia
psicológica y un problema muy severo de salud”. Leymann encontró que entre el 10 y
el 15 % de los que se habían quitado la vida en ese año en Suecia fueron víctimas de
mobbing y optaron por el suicido para escapar del acoso. 53 Ligia Esther Cortéz
también explica este problema:

Esta conducta astuta y perversa del victimario y sus secuaces consiste, de acuerdo con
Ley mann, en limitar la co municación de la víctima, limita r su contacto social, desprestigiar
su persona ante sus compañeros, el desprestigio y la desacreditación profesional y laboral y
compro meter su salud. Es un maltrato que lleva a quién lo sufre (víctimas) a situaciones
extremas psicológicas, físicas, familiares, económicas y sociales que no solo diezman la
salud, la nulifican laboralmente, la deshumanizan; la víctima queda en un total estado de
indefensión. El ataque a su dignidad es tal que tienden a la depresión y en casos extremos al
suicidio …54

5.3 Casos de acoso psicológico

Como un ejemplo de acoso psicológico, el reportero M. Darío Ogaz de Ciudad de


Delicias, Chihuahua, nos habla de un caso de suicidio causado por hostigamiento
contra una víctima llamada Arnulfo Hernández, un líder social que encauzó varias
luchas en contra de algunas instituciones de gobierno. Era apodado “Fray Papilla” por
su altruismo y servicio a los humildes. En el año 2011 solicitó un préstamo a una
financiera. Al no poder pagar, sufrió el acoso constante y recurrente durante algún
tiempo por parte de la empresa. Aunque vendió todas sus pertenencias, no pudo pagar
la deuda por los altos intereses que se generaron. Arnulfo, dañado emocional y
psicológicamente, al no poder hacer frente al acoso y después de dos intentos
frustrados de suicidio, se ahorcó el 20 de marzo de 2012. 55

53 Cfr.Iñaki Piñuel,1er. Congreso Internacional de Mobbing y Bully ing Montevideo 2013. Apertura
(video).https://www.youtube.com/watch?v=5y1CJkcDnvo, (Recuperación 14 de junio de 2016).
54
Cfr. Ligia Esther Cortés Villegas, El Mobbing: Síndrome de Heinz Leymann. Co legio Mexicano del
Derecho en la Seguridad Social.
http://www.izt.uam.mx/sotraem/ Documentos/AMET2011/REC/TEXTO/10/10_08.pdf
55
Cfr. M. Darío Ogaz Valles, http://elsentido.com/noticias/titulares/termina-su-existencia-fray-
papilla/ (18 de julio de 2016).
33

5.3.1 Adolescente se suicida tras sufrir acoso

En una nota que aparece en el periódico español “El País: el periódico global”, del 23
de mayo de 2015: Una adolescente discapacitada se suicida tras sufrir acoso escolar,
hace referencia a una adolescente de 16 años, Arancha, que estudiaba en el Instituto
Madrileño, al sur de Madrid. Esta joven, después de despedirse de sus amigas por
WhatsApp: “Estoy cansada de vivir”, les dijo, y se tiró al vacío por el hueco de las
escaleras, desde la sexta planta. La chica había denunciado el acoso ante la
orientadora. Recibía insultos y extorción por parte del acosador de 17 años quien le
había exigido 50 euros, amenazando con pegarle si no se los daba, por lo que ella se
puso a trabajar para pagárselos; la víspera de su muerte le había arro jado agua encima.
Cuando ella lo denunció, la abordó en el patio de la escuela y le dijo: “¿Por qué lo has
contado? Si sigues hablando, van a venir mis primas por ti”. De acuerdo con algunos
compañeros que la habían defendido, el acosador “le tiraba agua encima, le daba
codazos y la obligaba a hacerle trabajos escolares”. Posteriormente, el director de la
institución fue suspendido de sus funciones pero luego alegó haber sido tomado como
“chivo expiatorio”. 56

Como se puede ver, las consecuencias del acoso pueden ser fatales y de grandes
magnitudes. De acuerdo con J.L. González y M. Rodríguez: “Los afectados de acoso
en el trabajo presentan psicopatología significativa, con elevaciones en el total de
síntomas y en las dimensiones de somatización, depresión, obsesión-compulsión,
hostilidad e ideación paranoide con respecto a la media de la poblac ión psiquiátrica.
La proporción de solteros en la muestra de APT es notablemente más elevada que en
la población general”. 57

56
Cfr. “El País: el periódico global”, Una adolescente discapacitada se suicida tras sufrir acoso
escolar. España.
http://politica.elpais.co m/polit ica/2015/05/25/actualidad/1432554249_702620.ht ml?rel=mas
(Recuperado el 23 de julio de 2016).
57
Cfr. José Luis González de Rivera y Revuelta, M. Rodríguez-Abuín, Acoso psicológico en el trabajo
y psicopatología un estudio con el LIPT-60 y el SCL 90-R. Revista de psicología del trabajo y de las
organizaciones = Journal of work and organizational psychology , Vo l. 22, Nº 3, 2006, págs. 397-412.
57
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2229734 (Recuperado 4 de junio de 2016).
34

VI. Escala CISNEROS (Cuestionario Individual sobre Psicoterror, Negación,


Estigmatización y Rechazo en Organizaciones Sociales)

Iñaqui Piñuel y Zabala quien es también, autor y director del Barómetro Cisneros,
dice: “Lo que no se mide no se puede gestionar”, y es el objetivo de esta herramienta
que sirve para sondear o medir de manera periódica el estado y las consecuencias de la
violencia en el entorno laboral de las organizaciones:

Los resultados indican que la escala CISNEROS tiene una elevada fiabilidad (.96), una
estructura bidimensional que permite ordenar sus ítems a lo largo de dos dimensiones (Ámbito
de la conducta de acoso y Tipo de conducta de acoso), y que presenta relaciones teóricamente
esperables con escalas que miden Autoestima, Burnout, Depresión, Abandono profesional y
Estrés postraumático. Los resultados obtenidos muestran una buena capacidad para discriminar
entre diversos grados de acoso y, por consiguiente, la utilidad de la escala co mo indicador de la
gravedad e intensidad del daño infligido a la víct ima. 58

6.1 ¿Qué hace r?

La víctima trata de explicar que no es culpable; eso no importa, lo saben todos, aunque
algunos cierran los ojos ante lo evidente para no meterse en problemas. En realidad, es
por eso que ha sido elegida por el acosador, por provocarle celos. Ella intenta
congratularse con el acosador; esto, dice Piñuel, es un error que se paga muy caro. El
acosador lo toma como debilidad, para él es un acicate que lo lleva a intensificar la
depredación ya que estos psicópatas funcionan al revés que los seres no rmales: se
excitan ante alguien vulnerable y ven la posibilidad de liberarse finalmente de la
víctima.

Iñaqui Piñuel explica qué hacer respecto al acoso: la víctima desconoce que por sus
características sobresalientes, ella misma representa una amenaza para el acosador.
Eso hay que hacérselo saber a través de la terapia: señalarle el carácter tan injusto de
este fenómeno; ayudar a la víctima a reafirmarse y rehabilitarse en la inocencia, ya que
no ha hecho nada mal y solamente ha servido al propósito perverso al acosador quien
ha decretado la persecución porque su buena fe y su profesionalismo resultan

58
Cfr. Ángel M. Fidalgo e Iñaki Piñuel, Escala Cisneros como herramienta de valoración del mobbing.
Psicothema 2004. Vol. 16, nº 4, pp. 615-624 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG. Español.
http://www.psicothema.co m/pdf/3041.pdf (Fecha de consulta, 12 de jun io de 2016).
35

amenazantes para él. Entonces, la víctima, aconseja Piñuel, debe confrontar el acoso,
hacerle frente al acosador. Este, inmediatamente, retrocede, pues es un cobarde que
sólo ataca cuando no ve ninguna resistencia. Se le debe apoyar a la víctima a
desarrollar una estrategia contundente de enfrentamiento a quien instiga el proceso de
acoso.59 La víctima termina sorprendida al ver lo rápido que se repliega el acosador, se
retira y desaparece.

6.2 Como afrontar el estrés postraumático

Gustavo Y. Sánchez Marcial, en el artículo Salud mental y nuevas tecnologías:


soluciones virtuales, da a conocer a una de las dependencias médicas que ofrece los
tratamientos psicológicos más modernos y actuales: es la clínica “Soluciones virtuales
para la Salud S.A. de C.V.”, fundada en la Facultad de Psicología de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), más precisamente en el Laboratorio de
Enseñanza Virtual y Ciberpsicología, la que ahora es una clínica, pero sigue
colaborando estrechamente con la Facultad de la UNAM.

Esta clínica especializada está utilizando el moderno avance tecnológico de la


Realidad Virtual para atender problemas de trastornos psicológicos. Atiende diferentes
tipos de fobias a través de la computadora, internet y de personal altamente capacitado.
Esto se hace por medio de chat o videos para tratar la ansiedad, depresión, estrés
postraumático:

Los tratamientos de realidad virtual se dividen en dos partes. La primera consta de una
terapia cara a cara donde al paciente se le prepara mentalmente antes de exponerlo al
escenario virtual. Luego de esta terapia, pasa a una silla donde se coloca unos lentes y se le
da un control o joystick para que interactúe en el ambiente controlado. El terapeuta en todo
mo mento se encuentra con él para guiarlo y para modificar gradualmente el escenario. La
telepsicología es otro de los servicios; es el inicio de cada una de las terapias que se efectúan,
con el cual se le dota al paciente de la información sobre su padecimiento en pequeños
archivos, tal como si fuera una pequeña enciclopedia de un tema en específico.

Utilizando un enfoque cognitivo-conductual y en 12 sesiones de una hora semanal, los


especialistas atienden a cualquier paciente que se acerque, por vía telefónica o enviando un
correo electrónico, a la clínica”. 60

59 Cfr. Iñaqui Piñuel, Mobbing: Cómo sobrevivir al Acoso psicológico en el trabajo: las lecciones de El
Cid Campeador (video antes citado).
60
Cfr.Gustavo Y. Sánchez Marcial, Salud mental y nuevas tecnologías: soluciones mentales.
http://www.jornada.unam.mx/ 2013/04/04/ls -once.html (Recuperación 5 de julio de 2016).
36

Se refiere también a los problemas que hay que afrontar como la lentitud del internet o
la privacidad dentro de la red. En la misma clínica se ofrecen clases a profesionales
que deseen especializarse en terapias vía internet o Realidad Virtual. Georgina
Cárdenas López, fundadora y directora, y Lorena Flores Plata, coordinadora de
vinculación, explicaron que se busca poner en práctica esta estrategia para atender
problemas sociales que afectan directamente a la población:

Un claro ejemp lo de ello es que en 2012 iniciaron un proyecto piloto para atender a las
víctimas de la violencia delictiva en Ciudad Juárez. A través del uso de la realidad virtual,
se trataron los síntomas de Síndrome de Estrés Postraumático (SEP), una de las
repercusiones psicológicas más importantes en las víctimas de delitos como secuestros o
balaceras. El estudio derivado de este proyecto incluyó a diez participantes, ya sea víctimas
directas de la violencia o testigos de ésta, y mostró una eficacia de 80 por ciento en reducir
los niveles clín icos de SEP y de depresión.61

Piñuel, respecto al tratamiento psicológico, se refiere a la función del terapeuta, el que


dice, debe convencer a la víctima de su inocencia y que fue elegida por lo que
representa para el acosador. Recomienda seguir los pasos siguientes:

1. Identificación del problema. Sacarlo de la culpabilidad (no hay justificación ni razón para
ser acosado).
2. Desactivarse emocionalmente (sin utilizar psicofármacos). Al estar alterada y bajo estrés
postraumático cualquier alteración provoca una respuesta inadecuada, una explosión, que
es lo que el acosador busca.
3. Elaborar la respuesta al acoso.
4. Superación e integración. 62

El terapeuta, dice Piñuel, debe apoyar a la víctima para enfrentar al acosador ;


desarrollar una estrategia de confrontación activa contra el psicópata y no sólo
denunciar. El acosador está acostumbrado a actuar libremente y sin ningún obstáculo y
al ser enfrentado se sorprende y abandona el acoso. El terapeuta pone como ejemplo a
la víctima encerrada en un cuarto con un cocodrilo aparentemente dormido; debe estar
alerta por si el cocodrilo despierta y tira el mordisco para poder evadirlo y someterlo.

Normalmente, cuando es obligado a responder por el crimen, el psicópata alega que


ha actuado conforme a la justicia ya que la víctima es un peligro para la sociedad, es

61
Idem.
62
Cfr. Iñaqui, Piñuel, Taller sobre acoso laboral (Mobbing)
https://www.youtube.com/watch?v=zHcsczrOrGc v ideo (Recuperado el13 de junio de 2016).
37

alguien que altera el orden, comete alguna falta, en fin, la acusa de los delitos que él
comete y de sus propias culpas; y asegura que sólo le está aplicando un justo castigo a
la víctima, muy merecido y en favor de la sociedad. Se dijo anteriormente que un
acosador es un mitómano, es muy hábil para mentir, por lo que logra que se le crea, de
ahí que se debe tener mucho cuidado con las víctimas para que no salgan doblemente
perjudicadas: tanto por el psicópata como por los terapeutas y profesionistas que
atienden a la víctima.

Piñuel aconseja, como última medida para sanar del trauma, perdonar a los
psicópatas que la acosaron, eso no significa que retire la denuncia contra él. Esto
resulta incomprensible para la víctima, al pensar todo lo que ha perdido a causa de los
acosadores: su empleo, su familia, su dinero, etc. además, está convencida de que los
psicópatas permanecen al acecho para atacarla en cualquier oportunidad. Sin embargo,
dice, que el odio es un veneno que daña a la propia víctima, es un veneno que está
anidado en las neuronas, por lo tanto, hay que hacer un esfuerzo para dejar de pensar
en el acoso. Esto no es fácil pero es la última etapa de la terapia. Finalmente, el
acosador está mal y lo que busca es convertir a la víctima en alguien igual que él.
Entonces, la víctima debe superar el acoso y continuar con su vida para no terminar
igual de enferma que él. Piñuel dice: “hay que sacarla del círculo de la culpabilidad.
No hay nadie que le diga a la víctima que es inocente. Si la rehabilitación no parte de
ese principio fundamental: lo injusto del acoso y la inocencia de la víctima, no dará
buen resultado”. Hay que desactivar emocionalmente a la víctima que está alterada,
irritable, incluso Piñuel usa esta expresión: “está encabronada”. Tiene estrés
postraumático y todo le molesta, cualquier crítica o acto de hostigamiento. Esto le
puede causar una reacción explosiva y llega a cometer errores, a mostrarse sobre
alterada, cosa que beneficia al acosador. Por lo que se le debe ayudar a mantener la
calma, no entrar en provocaciones. Y la última parte es la superación y la integración
donde aparecen signos de compasión por sí misma y signos de perdón para el acosador
para ya no revivir el trauma sufrido. La labor del psicoterapeuta es: identificar el acoso
y dar la batalla para enfrentarlo, romper la sensación de indefensión de la víctima.
38

Ayudarla, dotarla de herramientas y recursos para desactivarla y apoyarla para que


haga su propia defensa y salida del acoso. 63

VII. Conclusiones

El mobbing o acoso psicológico es un crimen brutal, una lacra muy generalizada que
destruye víctimas, llevándolas, desde graves enfermedades hasta la muerte provocada
o al suicidio. La humillación y la persecución que le inflige el psicópata a la víctima
para eliminarla, la indefensión en la que la hunde, el acoso continuo hasta hacerla
perder su empleo, sus relaciones, sus amistades, su familia y su economía, y lo que es
peor, su autoestima; el carácter injusto de este fenómeno donde el psicópata, después
de todo, sale exculpado, burlándose de la justicia y acentuando más, el sentimiento de
desolación de la víctima que, siendo relegada por amigos, compañeros, conocidos y, lo
que es peor, por su familia, la que no entiende lo que, en realidad le pasa y piensa que
es ella la responsable por su desempleo, de su aislamiento de la sociedad y de su huída
(cuando tiene la suerte de escapar del o de los acosadores). Comienzan los reclamos
por la baja en la economía, de lo que, también, se le culpa. Y cuando la familia, que es
el último bastión que le queda, la abandona o le pierde el respeto, la devastación
psicológica es total. Si a esto le agregamos que los psicópatas siguen al acecho,
esperando que sea definitivamente abandonada para consumar el crimen y que todos
aquellos que debían apoyarla, incluyendo a las autoridades y los profesionales de la
salud la evaden mientras sus compañeros se coluden con los criminales o,
simplemente, se hacen los desentendidos para no resultar involucrados, lo que tenemos
es una víctima lista para el suicidio o para sufrir un infarto, que luego se atribuirá a su
inmadurez, a su inestabilidad emocional o sus enfermedades, sin mencionar que ha
sido perversamente inducida a sufrirlas, pues el estar sometida tanto tiempo a una
presión constante la llevará a uno de esos dos finales.

De acuerdo con los terapeutas, la víctima que superó el acoso y logró desligarse del
o de los acosadores, aprende a afrontar un futuro acoso con muchas más armas para
defenderse. El acosador, por muy psicópata que sea, la piensa dos veces antes de

63 Iñaqui Piñuel, Taller sobre Acoso Laboral (Mobbing) - 5 - Salir del Acoso Laboral (video).
https://www.youtube.com/watch?v=zHcsczrOrGc (Recuperado el 21 de julio de 2016).
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continuar, pues, esta vez, la víctima estará “vacunada” contra el acosador y es posible
que sea él el que salga más maltratado ya que ella estará dispuesta a ir hasta las últimas
consecuencias antes de dejarse hostigar de nuevo.

Este delito es muy común en cualquier medio de trabajo: en los hospitales, en las
universidades o centros de estudio, empresas o dependencias públicas o privadas,
donde algunos directivos, coordinadores u otro tipo de psicópatas que, usualmente,
utilizan a cualquier individuo que esté debajo de su posición para reclutarlo, siempre
que reúna las características de fanatismo, mediocridad, envidia y falta de carácter
para negarse a cooperar y acepte unirse en contra de la víctima.

En las empresas sería un una solución monitorear el ambiente laboral, pero cuando
los acosadores son los mismos jefes, esto resulta imposible. Lo ideal es no generar
víctimas, buscando otra forma de resolverlo, sin embargo, está de por medio la envidia
y esa es imposible de controlarla.

Existe muy poca información sobre este delito. A menudo, las víctimas no saben
que están siendo acosadas. Los psicópatas tienen todo el campo libre para cometer su
crimen sin ninguna restricción. Por lo tanto, urgen medidas para afrontarlo. Es
necesario legislar sobre el mobbing y declararlo como delito, de lo contrario,
continuará dando más y más víctimas, provocando enfermedades y muertes impunes,
causadas por asesinos psicológicos que continúan presentándose como personas
intachables y decentes, pero terminan uniendo su poder a otros para atacar a una sola
víctima de manera criminal; algunos directivos son asistidos por secuaces y
finalmente, quedan totalmente “limpios”, sin ningún castigo y, lo que es peor, dada su
psicopatía, aunque están conscientes de la gravedad del delito que están cometiendo,
no les importa. Continuarán asesinando y destruyendo víctimas y pisando sobre ellas
para ascender o permanecer en los puestos.

Urge, también, capacitación especializada en el tratamiento de mobbing o acoso


psicológico para los profesionistas que atienden a víctimas de este delito, por la
gravedad del daño que puede tornarse crónico y para toda la vida. Sólo así se
construirá una sociedad mejor; si no se termina con el acoso, por lo menos,
disminuirán las víctimas inocentes y la devastación de sus vidas por psicópatas que,
entre otras cosas, buscan someter y devastar a todos los que les estorban. Repiten una
40

y otra vez el mismo método pero con diferentes víctimas, que van acumulando por el
resto de su vida (cadáveres en el armario, dice Piñuel).
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