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David Hume

Filósofo británico. Es el último de los grandes representantes del empirismo inglés, amplia
corriente filosófica en que lo precedieron Francis Bacon, John Locke y George Berkeley. Nacido
en el seno de una familia emparentada con la aristocracia, aunque de modesta fortuna, David
Hume estudió durante un tiempo leyes en la Universidad de Edimburgo por voluntad de su
familia, pero su falta de interés determinó que abandonara la carrera y se viese obligado a
buscar la manera de ganarse la vida.

Tras una breve tentativa de iniciarse en el comercio, decidió dedicarse al estudio. En 1734
marchó a Francia, donde pasó tres años, la mayor parte de ellos en La Flèche, dedicado a la
redacción de su primera obra, Tratado de la naturaleza humana, que completó tras su regreso a
Londres y se empezó a publicar en 1739. El tratado no despertó ningún interés, y Hume se retiró
a la casa familiar en Ninewells.
William Petty

William Petty fue un filósofo, médico, economista y estadístico inglés que realizó importantes
contribuciones a su país, especialmente siendo de los primeros en relacionar demografía,
economía y salud pública.

Nacido en una familia bastante humilde, una serie de acontecimientos casuales y afortunados
hizo que quien fuera hijo de un simple tejedor se convirtiera en un rico y reputado científico
terrateniente, además de recibir el título de sir.

Fue parlamentario inglés y amigo de Oliver Cromwell, dirigente de la republicana


Mancomunidad de Inglaterra. A continuación veremos más a fondo la vida de este investigador y
sus contribuciones al estudio de la población y la economía, a través de una biografía de William
Petty
Richard Castillón

Richard Castillon fue un economista, banquero y especulador. Algunos autores lo consideran el


padre de la ciencia económica. Su influencia fue muy importante para el desarrollo de la
fisiocracia y de la economía clásica.

Se cree que Richard Cantillon nació en la década de 1680, en el condado de Kerry (Irlanda). A
mediados de la primera década del siglo XVIII, se trasladó a Francia, donde obtuvo la ciudadanía.
En 1711, fue nombrado contador bajo las órdenes Tesorero General británico, James Bridges en
España. En este país, organizaba los pagos a los prisioneros de guerra británicos durante la
Guerra de Sucesión Española. Durante esta etapa cultivó contactos comerciales y políticos y
adquirió los conceptos básicos de la banca y el comercio internacional.

A su regresó a París comenzó a trabajar en un banco de su familia. En 1716, y gracias al apoyo de


James Bridge, adquirió parte de la entidad. En pocos años se consolidó como un banquero de
éxito, especializado en la realización de transferencias de dinero entre París y Londres.

El éxito de Richard Cantillon coincidió con el ascenso del mercantilista John Law a director de la
política financiera de la corona francesa. Entre ellos se estableció una relación de amistad que
les llevó a hacer negocios juntos. De hecho, Cantillon fue uno de los primeros accionistas de la
Compañía del Mississippi, creada por Law, que disfrutaría del monopolio para comerciar con los
colonos franceses de Norteamérica.
Bernard Mandeville

El ensayo rastrea el origen de la ética del mercado de Bernard Mandeville, filósofo liberal
precursor del liberalismo económico de Adam Smith. El objetivo central del ensayo es criticar
una teoría social que pretende legitimar la exclusión, al defender un orden de mercado que
busca preservarse a sí mismo con base en la utilidad de la pobreza y la explotación del trabajo
disfrazado de moralidad.

El ensayo comienza haciendo una valoración positiva del “principio de honorabilidad” postulado
por Mandeville, como una forma menos exigente de hacer sociables a los insociables en la
sociedad de mercado, en donde sus miembros ya no necesitan ser buenos para moderar sus
pasiones más violentas, ahora sus pasiones no necesitan ser eliminadas sino sólo darles una
forma más aceptable en la cultura mediante una compensación imaginaria llamada adulación.

El poder socializador descansa en la pasión del orgullo y no en la razón, quien se impone sobre
las pasiones más violentas moderándolas. Sin embargo, una mirada crítica nos revelará una
doble moral en el mercado, los de la clase dominante cuyos vicios son útiles al comercio y los de
la clase trabajadora, cuya pobreza e ignorancia es útil en la sociedad porque fomenta los
“beneficios públicos” o el “interés común”, que no son otros más que los de las clases
dominantes.

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