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INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 1
I. EL CURRÍCULO: CONCEPCIONES, ENFOQUES Y DISEÑO .......................................... 4
1.1. Concepciones: ...................................................................................................................... 4
1.2. Enfoques .............................................................................................................................. 5
1.2.1. Enfoque teórico: .......................................................................................................... 5
1.2.2. Enfoque práctico: ........................................................................................................ 5
1.2.3. Enfoque de transición: ................................................................................................ 5
1.2.4. Enfoque socio – crítico ................................................................................................ 6
1.3. Diseño ................................................................................................................................... 6
II. CONOCIMIENTO COMPLEJO Y COMPETENCIAS EDUCATIVAS .......................... 8
2.1. El conocimiento que circula por el sistema escolar es ‘no válido’ ................................... 8
2.2. Un sistema educativo para la sociedad del conocimiento ................................................. 9
2.2.1. Que conocimiento dentro del sistema educativo ..................................................... 10
2.3. Las competencias educativas como desempeños de pensamiento complejo .................. 11
2.3.1. Pensamiento sistémico es la base de las competencias complejas .......................... 12
III. FUNDAMENTOS DE LA PLANIFICACIÓN DESDE UN ENFOQUE POR
COMPETENCIAS ............................................................................................................................ 13
3.1. Orientaciones para planificar el proceso de enseñanza y aprendizaje .......................... 13
3.2. Procesos de la planificación .............................................................................................. 14
3.3. Planificación en reversa .................................................................................................. 20
3.3.1. El diseño de planificación inverso responde a tres etapas según Grant, Wiggins y
Jay McTighe) (2005) ................................................................................................................. 21
IV. EVALUACIÓN FORMATIVA EN EL MARCO DEL ENFOQUE POR
COMPETENCIAS ............................................................................................................................ 22
4.1. Fundamentos de la evaluación formativa ........................................................................ 22
4.2. ¿Qué es evaluación formativa? ........................................................................................ 24
4.3. Retroalimentación ............................................................................................................. 24
4.4.1. Retroalimentación Reflexiva O Por Descubrimiento.................................................... 24
4.4.3. Retroalimentación Elemental ......................................................................................... 25
4.4.4. Retroalimentación Incorrecta ........................................................................................ 25
4.5. Autores que resaltan en las estrategias la de retroalimentación ........................................ 25
4.5.1. REBECA ANIJOVICH ................................................................................................ 25
- Protocolo S. E. R........................................................................................................ 26
- Protocolo De Acompañamiento Para La Retroalimentación Formativa. ............. 27
- Sobre La Proyección A Futuro De La Retroalimentación Formativa ................... 28
4.5.2. DANIEL WILSON ........................................................................................................ 29
4.5.3. HATTIE Y TIMPERLEY ............................................................................................ 32
V. EL CURRÍCULO NACIONAL ............................................................................................... 35
5.1. Retos para la Educación Básica y Perfil de egreso ......................................................... 35
5.2. Enfoques transversales para el desarrollo del Perfil de egreso ...................................... 38
5.3. Definiciones clave que sustentan el Perfil de egreso ....................................................... 40
5.4. Organización de la Educación Básica y sus planes de estudio ............................................ 43
5.4.1. Organización de la Educación Básica Se organiza en tres modalidades: .................... 43
5.4.2. Áreas curriculares y planes de estudios de la Educación Básica ..................................... 45
5.5 Orientaciones pedagógicas para el desarrollo de competencias .................................... 46
5.5.1. Orientaciones para el proceso de enseñanza y aprendizaje ......................................... 46
5.5.2. Orientaciones para la tutoría ......................................................................................... 48
5.6. Orientaciones para la evaluación formativa de las competencias en el aula ..................... 49
5.7. Orientaciones para la diversificación curricular ................................................................. 56
VI. PROGRAMACIÓN CURRICULAR DE EDUCACIÓN INICIAL - ÁREAS
CURRICULARES DE EDUCACIÓN INICIAL ENFOQUES, COMPETENCIAS ................... 60
6.1. Los ciclos que atiende el nivel de Educación Inicial ....................................................... 61
6.2. Formas de atención en el nivel de Educación Inicial ...................................................... 62
6.3. Principios que orientan la Educación Inicial .................................................................. 63
6.4. AREAS CURRICULARES .............................................................................................. 64
VIII. PLANIFICACIÓN DE ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE ...................................... 91
8.1. Procesos pedagógicos ............................................................................................................ 91
8.2. Procesos Didácticos ........................................................................................................... 94
.......................................................................................................................................................... 1
IX. CONCLUSIONES................................................................................................................... 1
X. BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................ 3
INTRODUCCIÓN
Dentro de las herramientas de trabajo con la que cuenta el docente; uno de ellos es el currículo
el cual ha tenido una evolución con el paso del tiempo y ha venido desarrollando diferentes
concepciones, buscando una flexibilidad y dinamismo en el proceso de los aprendizajes que
contribuyan a tomar en cuenta las necesidades e intereses de los estudiantes, respetando la
interculturalidad de sus contextos, creencias y ritmos de aprendizajes, creando así un diseño
que mejore la calidad educativa donde intervengan los diversos agentes educativos que serán
nuestros aliados para el desarrollo de competencias y así brindar una educación de calidad.
Permitiéndole al docente proponer aspectos materiales (recursos educativos necesarios) y
conceptuales para la práctica educativa cuyo objetivo primordial es detallar al docente los
contenidos y procedimientos que debe seguir en la práctica.
Los enfoques curriculares han sido desarrollados a lo largo de la historia del currículo y tienen
una incidencia valiosa en la formación docente pues se encargan de darle sentido y orientación
a las propuestas y prácticas curriculares. Los enfoques curriculares reflejan la visión del mundo,
los valores, las actitudes y las prioridades respecto al conocimiento que se han delineado de
manera deliberada o no, acerca de los procesos educativos. En la actualidad el currículo y su
diseño curricular busca formar o desarrollar competencias, saber bajo que enfoque está ese
diseño curricular de tal forma que permita al docente saber qué es lo que busca en el estudiante
y cómo lo va a desarrollar.
En ese sentido la educación peruana cuenta con el Currículo Nacional de la Educación Básica
que cumple una función pedagógica debido que acompaña al docente en su labor cotidiana y
tiene como objetivo la mejora de los aprendizajes de los estudiantes y enmarca los esfuerzos
que el Minedu realiza por la mejora de la competitividad docente, la infraestructura educativa
y la gestión de las Instituciones Educativas. Es una de las columnas básicas de la educación
pues muestra la visión de la educación que queremos para nuestros estudiantes con la finalidad
de que los estudiantes se desenvuelvan en su vida presente y futura.
Como docente, previo a iniciar el proceso de planificación, seguramente pensará sobre el tema
a planificar, cómo lo hará, con qué recursos, cuándo, dónde y quiénes serán los actores.
Solamente después de formarse esas ideas procederá a escribirlo. El plan es la idea
preconcebida, y la planificación el medio por el cual dejamos plasmado el plan.
La planificación de los aprendizajes, dentro del nuevo enfoque, no se basa en las expectativas
de un aprendizaje por producto y rendimiento homogéneo de todos los alumnos y alumnas. Por
el contrario, trata de acomodarse a la diversidad de características culturales de la
comunidad. Por lo tanto, se caracteriza por seguir un proceso de evaluación (diagnóstica)
centrado en desempeños de la y el educando, la red de interacciones entre él y la docente, la y
el educando y su contexto social.
Este trabajo final tiene como finalidad dar a conocer las teorías, enfoques, paradigmas de la
planificación, la evaluación formativa y su importancia en los procesos educativos donde se
desarrollan habilidades para diseñar una sesión de aprendizaje de manera pertinente en función
a las competencias, capacidades, y desempeños de cada área. Se abordan temas como la
importancia de la planificación de una actividad de aprendizaje, elaboración de situaciones
significativas de acuerdo con el contexto y los enfoques trasversales, así como el manejo de las
distintas estrategias del área., su estrecha vinculación y su implicancia en los aprendizajes de
los niños desde el enfoque por competencias, lo cual nos permitirá mejorar la coordinación en
la formación de los estudiantes.
I. EL CURRÍCULO: CONCEPCIONES, ENFOQUES Y DISEÑO
Para Sánchez, el “Currículo es una herramienta de trabajo para los docentes en la que se
propone aspectos materiales y conceptuales para la práctica educativa”.
Se entiende al currículo como un «instrumento», cuyo objetivo primordial es detallar al docente
los contenidos y procedimientos que debe seguir en la práctica”. Por su parte, Contreras
considera al currículo como un «espacio de experimentación», en el que las experiencias y la
realidad obligan al profesor a experimentar con actuaciones innovadoras e individualizadas a
las demandas de una situación concreta. La palabra currículo etimológicamente proviene del
latín Currere, que en español traduce “recorrer un camino”, o dirección del recorrido con el
propósito de alcanzar una meta. El concepto de currículo ha sufrido grandes variaciones a
través de la historia, los diferentes cambios sociales, culturales, la evolución de las ciencias, la
tecnología, y desde el campo pedagógico por el cambio en los objetivos de la educación; es por
ello que se hace necesario conocer los diferentes aportes a la conceptualización.
1.1.Concepciones:
Según Cases (2011), la tendencia era educar a la élite de la población; los demás debían
adquirir un oficio mediante la observación al maestro.
Con Bobbit (1918), considerado al currículo como el conjunto de experiencias de
aprendizaje que los niños y los jóvenes deben hacer y experimentar.
Rugg (1927), establece tres aspectos: objetivos, actividades y materiales requeridos,
Caswell y Campbell (1935), manifiestan que los textos no cumplen un gran papel
dentro de los procesos de aprendizaje y adoptan el concepto de currículo como
experiencia; sin embargo, incluye al profesor como orientador del aprendizaje y de ese
compartir de experiencias aplicaciones, desde 1965 se origina el concepto de currículo
como un subsistema del sistema educativo y no como un listado de asignaturas.
Saylory Alexander (1974), manifiestan que el currículo es como un sistema o plan
para proveer conjuntos de oportunidades de aprendizaje.
Taba (1974), el currículo es un plan de aprendizaje, el cual debe contener lo siguiente:
una finalidad y objetivos específicos.
Stenhouse (1985), el currículo es una tentativa para comunicarlos principios y rasgos
esenciales de propósitos educativos.
Grundy (1987), afirma que “si el currículo es una práctica, quiere decir que todos los
que participan en ella son sujetos, no objetos.
Sacristán (1988), el currículo como es: “el eslabón entre la cultura y la sociedad
exterior”.
Soto (2002), señala que el currículum es neutro y debe ser considerado a partir de la
tríada profesor-contenido cultural-estudiante.
1.2.Enfoques
Respecto a los enfoques que puede adoptar un currículo, existen diversas clasificaciones. Para
el presente artículo se describe cuatro: el enfoque teórico, el práctico, el de transición,
sistematizado en el 2002 por Goyes y Uscátegui, y el crítico.
1.3.Diseño
El diseño curricular cuenta con una serie de pasos organizados y estructurados que le permiten
al docente dirigir su trabajo educativo. El diseño considera fases y etapas para lograr los
objetivos planteados y se integran en este proyecto o propuesta, éste prioriza la praxis además
debe ser flexible, adaptable y originado por los actores del acto educativo.
En la actualidad se busca formar o desarrollar competencias, saber bajo que enfoque está ese
diseño curricular de tal forma que permita al docente saber qué es lo que busca en el estudiante
y cómo lo va a desarrollar. Al docente le compete el diseño, la puesta en práctica, evaluación
y ajuste permanente de acciones adecuadas para el desarrollo integral del estudiante; éste debe
conocer las necesidades y problemas del grupo humano, hacer un diagnóstico y saber de qué
realidad se va a partir; ser constantemente reflexivo de su labor lo que le permitirá buscar
soluciones creativas más eficientes; para lo cual se han tomado en cuenta las siguientes
dimensiones:
La dimensión psicoeducativa; depende del desarrollo psicológico de los actores del acto
educativo, a mayor motivación e interés mejor será el aprendizaje.
La dimensión técnica; se considera mucho más útil un enfoque abierto, flexible, adaptable. El
docente descubre el método por el que va a llegar mejor a sus estudiantes, para lo cual debe:
Fase 3: Elaboración de una propuesta curricular como posibilidad para solución de problemas
detectados.
Fase 4: Evaluación interna y externa de la propuesta. Se deben evaluar las cosas que se
hicieron, las que no se pudieron hacer y saber si se pueden reprogramar en lo sucesivo, en dicho
proceso participan todos los actores del proceso educativo.
DISEÑO CURRICULAR
Proceso de toma de
decisiones
Antes de
Como desarrollarlo
El diseño curricular es como una carta de navegación, con ella el docente define los objetivos,
métodos, estrategias, acciones, contenidos de evaluación y todo lo que se espera con el acto
educativo y sus protagonistas. Y como aquella, es flexible y modificable si las circunstancias
adversas así lo exigen. Demostrando el docente sus recursos y habilidad profesionales.
Desde hace tiempo que se proponen y se implementan cambios como actualizaciones del
currículo, modificación de las estructuras de la educación, nueva formación de profesores, pero
que se asientan en un supuesto no cuestionado modelo de conocimiento que se transmite. La
educación, y específicamente los sistemas escolares, son los espacios institucionales para la
generación y la transmisión del conocimiento que la sociedad estima como ‘válido’ para su
crecimiento y reproducción.
El punto paradigmático que expresa la profundidad de este cambio es que desde los inicios del
siglo XX la ciencia comenzó a dejar de ser observación del mundo (e información) para pasar
a ser creación del mundo. Esto re-coloca el lugar del hombre en el mundo ya que cuestiona
aspectos tan aceptados como la distinción entre conocer y hacer. La aparición de este ‘Nuevo
Saber’ está relacionada, entre otros aspectos, con los problemas de nuevo tipo y con las
urgencias éticas que ha traído consigo el incremento de la creación en la ciencia y su influjo en
la vida cotidiana.
Sotolongo y Delgado Díaz presentan esta problemática partiendo de la idea de que los cambios
que tienen lugar en el pensamiento científico contemporáneo modifican tanto la perspectiva
del saber cómo los ideales de racionalidad.
Desde el punto de vista del cambio del saber hay dos cambios centrales: el lugar predominante
de la creación en la ciencia. Los instrumentos y objetos no clásicos portan elementos inherentes
de incertidumbre y autonomía.
Uno de los cambios sustanciales que dicha revolución trae consigo es la modificación del lugar
del conocimiento científico en el sistema del saber humano, lo que conduce a la elaboración de
un saber nuevo que avanza de la mano de las soluciones teóricas innovadoras tales como el
enfoque ‘de la Complejidad’.
Estas proponen la superación del ideal clásico de racionalidad, que centra el primado de la
razón, la objetividad del saber del método.
Thomas Kluhn, Peter Machamer, Carlos Eduardo Maldonado, han explorado esta dimensión y
de acuerdo a la evolución del pensamiento se irá imponiendo lentamente nuevos paradigmas.
El sistema educativo se ha quedado sin ‘sentido’ porque un nuevo relato se impone desde el
desarrollo de la sociedad de la información y de la comunicación, que conlleva una nueva
definición de conocimiento, extraña a sus orígenes.
Ivet (2002:7) nos dice que se debe dominar competencias para aprender, para desarrollar una
curiosidad y un espíritu investigativo (explorador) insaciable,
Los sistemas escolares basaron sus contenidos en la nueva concepción epistemológica que
surgía. Este enfoque, llamado conocimiento científico, define la ciencia como una actividad
humana que describe y explica los fenómenos sociales y naturales para reconocer las leyes del
funcionamiento de la realidad, las cuales deben ser organizadas en teoría.
2.3.Las competencias educativas como desempeños de pensamiento complejo
Las discusiones actuales sobre la educación coinciden ampliamente en el diagnóstico, pero no
en las soluciones. El indudable acuerdo en concebir a la educación como un proceso centrado
en el aprendizaje de quien aprende, en lugar de un proceso de transmisión del conocimiento,
El enfoque de las competencias. Este concepto nacido como parte de la reflexión sobre la
formación profesional, la educación y la capacitación basadas en competencias han cobrado un
auge inusitado en todo el mundo
Tobón (2007) plantea que hay diversos enfoques para abordar las competencias debido a las
múltiples fuentes, perspectivas y epistemologías que han estado implicadas en el desarrollo de
la educación y organizaciones. Los enfoques más sobresalientes en la actualidad son:
conductual, funcionalista, constructivista y complejo. Las propuestas de enseñanzas y
aprendizaje en el marco de la sociedad del c conocimiento deberán integrar un sistema
educativo cuyo objetivo sean las operaciones de pensamiento, pero no en el marco del
pensamiento lógico tradicional. Si no dentro de un modelo las operaciones de pensamiento
puedan expresarse en competencias complejas.
Desde la perspectiva del sistema escolar se despliegan consecuencias importantes, el nuevo
conocimiento implica acostumbrar a los alumnos, profesores, comunidades se busca como
producto es lograr gente que piense como resolver los problemas, y que este entrenada para
resolverlos.
El pensamiento sistémico puede ser aplicado a todas las actividades de la vida diaria, de ahí
que su característica principal sea la de comprender la importancia de las partes que integran
un todo.
Por ejemplo, en los deportes que se practican en grupo, como el fútbol o el béisbol,
posiblemente exista un jugador que se destaque más que los demás en una posición.
Sin embargo, lo que interesa es su capacidad en el juego en equipo, ya que el ganar o perder
una jugada no solo dependerá de sus habilidades sino del trabajo y estrategia que realice con el
resto de sus compañeros.
Desde esta perspectiva, el proceso de planificación debe ser reflexivo, flexible y centrado en
los propósitos de aprendizaje que deben desarrollar los niños y las niñas. Esto significa generar
y usar desde el inicio y en todo momento información para tomar decisiones oportunas y
pertinentes que permitan atender las necesidades de aprendizaje de los niños y las niñas y
ayudarlos a progresar. Así, la evaluación se considera como un proceso previo, permanente y
al servicio del aprendizaje, por lo que no debe ser vista al final para certificar qué sabe un niño.
Sin importar los esquemas o estructuras que la planificación tenga, es importante concebir una
lógica al planificar, la cual se describe a continuación organizada en tres procesos:
Como muestra el siguiente gráfico, estos procesos se pueden dar de forma simultánea,
recurrente o iterativa. Estos procesos se desarrollan con mayor o menor medida según el tipo
de planificación que se realice.
En ese sentido, al planificar a largo o corto plazo, se debe reflexionar a partir de tres preguntas
claves:
• ¿Qué aprendizajes se espera que desarrollen los niños y las niñas con relación a las
competencias del currículo?
Para comprender qué aprendizajes se espera que alcancen los niños y las niñas, se recomienda:
- Analizar las competencias y capacidades del Currículo Nacional, así como los enfoques
transversales para comprender el sentido de los aprendizajes.
- Identificar en los estándares de aprendizaje el nivel esperado y/o los desempeños de la
edad, para determinar las características y complejidad de los aprendizajes.
• ¿Qué aprendizajes previos tienen los niños y las niñas?
Después de analizar las competencias, las capacidades, los estándares de aprendizaje y/o los
desempeños de edad, es necesario diagnosticar los aprendizajes previos que tienen los niños y
las niñas; para ello, se recomienda:
- -Recopilar la evidencia disponible sobre los aprendizajes de los niños y las niñas.
Cuando nos referimos a “evidencia de aprendizaje” estamos hablando de las
producciones o trabajos de los niños y las niñas tangibles o intangibles, a través de las
cuales podemos observar o interpretar lo que es capaz de saber hacer el niño o la niña
respecto de sus competencias.
- Analizar e interpretar la evidencia de aprendizaje, es decir, describir qué capacidades
ponen en juego los niños y las niñas para organizar su respuesta, las relaciones que
establecen, los aciertos, las estrategias que usan, los errores frecuentes y sus posibles
causas.
- Obtener la evidencia a través de diversas técnicas e instrumentos, como observación
directa o indirecta, anecdotarios, entrevistas, portafolios, experimentos, diálogos,
exposiciones, entre otros.
Esta información se obtiene al comparar el nivel esperado de los estándares de aprendizaje y/o
los desempeños de edad en relación con los aprendizajes que tienen los niños y las niñas; para
ello, se recomienda:
- Contrastar los aprendizajes que tienen los niños y las niñas con los niveles de los
estándares de aprendizaje y/o desempeños de edad para saber qué logran hacer con
relación a los niveles esperados.
- Esto permite identificar las necesidades de aprendizaje y plantear el propósito de
aprendizaje en un determinado tiempo, sin perder de vista el nivel esperado de los
estándares de aprendizaje.
PROCESO 2: Establecer los criterios para recoger evidencia de aprendizaje sobre el
progreso.
Respondamos a las interrogantes: ¿Cuál es la mejor forma de desarrollar ese aprendizaje? ¿Qué
haré para llegar a ello? ¿Cómo podemos llegar allí?
Etapa 1: Identificar los resultados deseados ¿Qué deberían saber, comprender y ser capaces
de hacer los estudiantes? ¿Qué contenidos valen la pena comprender? ¿Qué
comprensiones duraderas son deseadas?
En esta etapa consideramos en cuenta nuestras metas, examinamos los estándares establecidos
(nacionales, estatales, distritales) y repasamos las expectativas del currículo.
La orientación del diseño inverso sugiere que pensamos en una unidad en términos de las
evidencias de evaluaciones recopiladas y necesarias para documentar y validar que el
aprendizaje deseado ha sido alcanzado, no simplemente como contenido a ser cubierto o como
una serie de actividades de aprendizaje. Este enfoque alienta a profesores y planificadores de
currículos a “pensar como un evaluador” primero antes de diseñar unidades y lecciones
específicas, y así considerar por adelantado cómo determinarán si los estudiantes han alcanzado
las comprensiones deseadas.
A todo ello podemos decir que Wiggins y McTighe denominan a este proceso "Backwards
Design" o "diseño de atrás hacia adelante". Esto alude al hecho de que los autores proponen
cambiar la lógica a partir de la cual la mayoría de los docentes planificamos las clases. Sugieren
abandonar la secuencia objetivosactividades-evaluación y pensar en el "cómo me voy a dar
cuenta de que los alumnos aprendieron lo que yo quería que aprendieran" (los criterios de
evaluación) antes de pensar en cómo enseñar (las actividades).
Black & Wiliam (1998); Brookhart (2009); Educarchile (2012) y Martínez (2012)
afirman que la evaluación es formativa en la medida en que la evidencia acerca del
desempeño de los estudiantes es buscada, interpretada y usada por los profesores, los
estudiantes o sus pares, para tomar decisiones acerca de los próximos pasos a seguir en
la enseñanza y el aprendizaje. También es un proceso que realimenta el aprendizaje
(Torres, 2013). Así como profesores y estudiantes comparten metas de aprendizaje y
evalúan constantemente sus avances (Mineduc, 2016).
Por otro lado, en el documento de las orientaciones para la evaluación formativa indica que;
“es un proceso permanente y sistemático, por medio del cual se recopila y procesa información
de manera metódica y rigurosa para conocer, analizar y valorar los aprendizajes de las y los
estudiantes, y con base en ello retroalimentar sus aprendizajes y tomar decisiones de manera
pertinente para la práctica pedagógica y oportuna hacia la enseñanza (Minedu, 2019, p. 17).
Además, siendo su función el de cumplir con la retroalimentación permanente (Segura, 2018),
entonces es muy importante lo anterior para el logro de aprendizajes significativos,
aprovechando el error como una oportunidad de aprender.
La evaluación cumple un papel no solo para certificar qué sabe un estudiante, sino también
para impulsar la mejora de los resultados educativos y de la práctica docente.
4.3. Retroalimentación
La retroalimentación expresa opiniones, juicios fundados sobre el proceso de aprendizaje, con
los aciertos y errores, fortalezas y debilidades de los estudiantes. Durante el proceso de
retroalimentación, la intervención del docente es fundamental Consiste en devolver al
estudiante información que describa sus logros o progresos, en relación con los criterios de
evaluación.
4.4.Tipos de retroalimentación
Este tipo de retroalimentación se limita en que el docente solo le brinda al estudiante dos
respuestas CORRECTO o es INCORRECTO, y no más detalles de las sugerencias que le
da el estudiante Es darle la respuesta correcta o bien resolverle el ejercicio.
Rebeca Anijovich en el proceso formativo define a los protocolos como “guías que nos ayudan
a organizar las conversaciones, los intercambios, los diálogos entre docentes y estudiantes y
también entre pares. Su estructura pautada, tanto en los tiempos como en las consignas,
contribuye al cuidado de las formas, los modos y los contenidos de la retroalimentación
formativa (Anijovich). La intención es ofrecer retroalimentación formativa para que el
estudiantado pueda reflexionar sobre sus producciones y desempeños y, a su vez, pueda
mejorarlos. De allí que los protocolos permiten a los y las docentes hacer foco y ordenar en poco
tiempo la conversación” (Anijovich, 2019).
Los protocolos como las pautas de trabajo o actividades permiten facilitar el proceso de
retroalimentación. Es una suerte de guía para ese ida y vuelta que se establece entre estudiantes
y docentes. Permite optimizar y dar sentido a los intercambios y aprendizajes producidos en ese
feedback. Los protocolos, tal como lo entiende la autora, ordenan la tarea de la retroalimentación
formativa y permiten hacer ajustes en la práctica docente.
- Protocolo S. E. R.
Este protocolo pretende recuperar las fortalezas de una experiencia, agregar nuevas y suspender
aquellas debilidades que no favorecen el aprendizaje.
Seguir haciendo.
Empezar a hacer.
Reformular.
Anijovich nos ofrecen diferentes modos de ofrecer retroalimentación a los estudiantes:
formular preguntas, describir el trabajo del estudiante, valorar y celebrar los avances y logros
del estudiante, brindar sugerencias, ofrecer andamiajes, favorecer la retroalimentación entre
pares.
- Protocolo De Acompañamiento Para La Retroalimentación Formativa.
Para clarificar la orientación que tienen cada una de esas preguntas Rebeca Anijovich (2019)
las sintetiza y ejemplifica de esta manera:
¿Hacia dónde voy? Esta pregunta apunta a que el estudiantado identifique y reconozca el
propósito de la tarea que tiene que desarrollar en relación con la unidad de aprendizaje. Por
ejemplo, al abordar el propósito y el sentido de la unidad de cuidado de nuestro cuerpo, la o el
estudiante responde: “Para escribir el texto sobre la alimentación sana, debo leer bien lo que
tengo que lograr aprender en esta unidad, para así saber cómo encarar el texto”.
¿Cómo lo estoy haciendo? Esta pregunta intenta que el estudiantado reconozca el modo en que
está resolviendo la tarea. “¿Estoy comprendiendo cómo cuidar nuestro cuerpo y nuestra salud?
¿Estoy buscando la información en fuentes confiables? ¿Necesito volver a mirar el video?”.
¿Dónde estoy ahora? Su objetivo es detenerse y verificar la tarea que está realizando en ese
momento. “Estoy revisando los diagramas e informes que voy a presentar para contar lo que
investigué sobre el consumo del alcohol, usando mi computadora”.
¿Qué tengo que hacer para llegar a completar el trabajo? Esta pregunta conecta los objetivos
de aprendizaje con la actividad que está desarrollando el estudiantado. “Vuelvo a leer los
objetivos de aprendizaje y me doy cuenta de que me falta justificar los datos que encontré sobre
el consumo de alcohol”.
En este recorrido podemos apreciar que en un primer momento la o el estudiante identifica y
reconoce el propósito de la tarea a desarrollar. Una segunda pregunta orienta a repensar la forma
en que está resolviendo esa actividad (meta-reflexión). La respuesta a la pregunta ¿dónde estoy
ahora? permite detenerse para poder observar el camino recorrido y el lugar donde está
posicionado en ese momento. Finalmente, la última pregunta conecta todo el proceso desde los
objetivos de aprendizaje hasta la actividad que la o el estudiante está desarrollando.
La pregunta relevante no es ¿qué hizo bien y qué hizo mal el estudiantado?, sino, ¿qué hacer
ahora? ¿cómo avanzar? ¿qué le falta?” (Anijovich, 2019). También, la misma autora, ampliando
la idea clásica de retroalimentación, imprime un carácter proyectivo a esta práctica que supera
lo meramente numérico de la evaluación (no solo en nota calificativa sino también en cronología
fechadas): “Nos proponemos agregar significados que completen su sentido y otorguen pistas
para pensar estrategias que sitúen la retroalimentación en el aula desde una perspectiva de
proyección hacia adelante.” (Anijovich, 2019). Es indispensable poner en discusión estas ideas
ya que comúnmente se percibe a la evaluación como cierre de un proceso (por ejemplo, una
prueba que de broche al trimestre) y no como un continuo que oriente el devenir de las prácticas,
resignificadas hacia el futuro.
PASO 0
Presentación: El docente vincula con el estudiante de una forma empática.
PASO 1
Ofrecer preguntas: El profesorado ofrece preguntas con el propósito de que el estudiantado
revise su producción o desempeño.
PASO 2
Describir el trabajo del estudiante: La retroalimentación formativa adopta la forma de
descripción, casi como un “devolver en espejo” lo que el estudiante hizo.
PASO 3
Valorar los avances y los logros: Este modo de retroalimentación se constituye en un factor
significativo en la motivación de los aprendizajes, ya que impacta sobre la autoestima del
estudiante, valorando la tarea realizada.
PASO 4
Ofrecer sugerencias: Si bien es un modo muy habitual de ofrecer retroalimentaciones, estas no
son siempre concretas y específicas, sino generales, sin impacto en los aprendizajes del
estudiantado.
PASO 5
Ofrecer andamiaje: El andamiaje, concepto desarrollado por Bruner, refiere a la ayuda y
acompañamiento que el profesorado les ofrece a las y los estudiantes para transitar del estado
inicial de aprendizaje al logro de este.
PASO 6
Realizar acuerdos para próximo encuentro: El docente con el estudiante y/o familia,
establecen compromisos para próximas actividades y fecha de próxima comunicación.
Es director de Proyecto Zero de la U. de Harvard en EE. UU, iniciativa que ya suma 50 años y cuyo eje
el fomento de la educación, valiéndose de todo tipo de recursos para mejorar la enseñanza. Él nos
propone la Escalera de la Retroalimentación que es una herramienta que ayuda a cultivar una cultura de
la valoración. Es una guía que puede ayudar a otros a apoyar la indagación en el aprendizaje,
PASO 2: Valorar
Valora de manera constructiva lo que se aprecia como correcto; también debes hacer énfasis
en los puntos positivos, las fortalezas y aspecto interesantes (creativos y nuevos) de las tareas
desarrolladas. Crea un clima positivo de respeto, confianza y colaboración.
De acuerdo con Hattie y Timperley (2007) la retroalimentación busca que el alumno se dé cuenta
de la discrepancia que hay entre lo que comprendió y lo que debió haber comprendido, o cómo
se ha desempeñado para cumplir con el objetivo de aprendizaje de cada actividad. Dicho de otra
manera, que vea la diferencia entre la actividad que entregó y la que debió haber sido entregada,
o rectificar el proceso que llevó a cabo con el que debió haber realizado para cumplir con el
objetivo o competencia de aprendizaje.
- La primera pregunta que debe estar clara para el alumno es: ¿Cómo voy? ¿Hacia a dónde
estoy yendo? Esto quiere decir que en la retroalimentación debemos informar al alumno
si está cubriendo los objetivos de aprendizaje del curso y de cada actividad en particular.
Esto sitúa al alumno en los objetivos del curso, ya que de lo contrario está elaborando las
actividades sin un rumbo definido.
- La segunda pregunta que debe estar clara para el alumno es: ¿Cómo lo estoy haciendo?
Esto significa informar al estudiante tanto el desempeño que está teniendo en sus
actividades de aprendizaje, como en el resultado de los productos entregados. El cómo
lo estoy haciendo tiene que ver con la forma en que el estudiante va construyendo las
actividades de aprendizaje, es decir proveer información en el proceso de construcción,
de tal manera que el alumno pueda hacer ajustes pertinentes a las acciones que hace para
lograr con una meta determinada.
- La tercera pregunta que debe estar clara para el alumno es: ¿Qué sigue después de esto?
Es decir, nosotros como profesores debemos informar al alumno en nuestra
retroalimentación cómo va a conectar la actividad que se está evaluando con la siguiente,
no son productos aislados, cada actividad debe tener un objetivo claro encaminado a
cumplir los objetivos del curso (Hattie y Timperley, 2007).
En el Perú, ¿a qué educación aspiran los peruanos para enfrentar los desafíos del presente
siglo?
En una sociedad diversa y aún desigual y, al mismo tiempo, con enormes potencialidades,
aspiramos a una educación que contribuya con la formación de todas las personas sin exclusión,
así como de ciudadanos conscientes de sus derechos y sus deberes, con una ética sólida,
dispuestos a procurar su bienestar y el de los demás trabajando de forma colaborativa, cuidando
el ambiente, investigando sobre el mundo que los rodea, siendo capaces de aprender
permanentemente, y dotados con iniciativa y emprendimiento. Esto se incluye en los seis
objetivos estratégicos del Proyecto Educativo Nacional (PEN)2, que plantean un camino para
lograr una educación que contribuya a la realización personal de todos los peruanos y a la
edificación colectiva de la democracia y del desarrollo del país.
En ese sentido, el Currículo Nacional de la Educación Básica visibiliza y da forma al derecho
a la educación de nuestros estudiantes al expresar las intenciones del sistema educativo, las
cuales se expresan en el Perfil de egreso de la Educación Básica, en respuesta a los retos de la
actualidad y a las diversas necesidades, intereses, aspiraciones, valores, modos de pensar, de
interrelacionarse con el ambiente y formas de vida valoradas por nuestra sociedad. Asimismo,
el Currículo apunta a formar a los estudiantes en lo ético, espiritual, cognitivo, afectivo,
comunicativo, estético, corporal, ambiental, cultural y sociopolítico, a fin de lograr su
realización plena en la sociedad.
- El perfil de egreso
Entendido como la visión común e integral de lo que deben lograr todos los estudiantes del
país al término de la Educación Básica, que orienta al sistema educativo a desarrollar su
potencial humano en esa dirección, tanto en el nivel personal, social y cultural como laboral,
dotándolos de las competencias necesarias para desempeñar un papel activo y ético en la
sociedad y seguir aprendiendo a lo largo de la vida. El Perfil de egreso de la Educación Básica
es el siguiente:
5.2. Enfoques transversales para el desarrollo del Perfil de egreso
Los enfoques transversales aportan concepciones importantes sobre las personas, su relación
con los demás, con el entorno y con el espacio común y se traducen en formas específicas de
actuar, que constituyen valores y actitudes que tanto estudiantes, maestros y autoridades, deben
esforzarse por demostrar en la dinámica diaria de la escuela.
De este modo, los enfoques transversales se impregnan en las competencias que se busca que
los estudiantes desarrollen; orientan en todo momento el trabajo pedagógico en el aula e
imprimen características a los diversos procesos educativos.
Hacer posible este esfuerzo conjunto de estudiantes y educadores por vivenciar y demostrar
valores en el marco de los enfoques transversales, durante el aprendizaje de las competencias
de cualquier área curricular, requiere de un doble compromiso por parte de las instituciones y
programas educativos, los cuales son:
• En primer lugar, dar testimonio de equidad y justicia en todos los ámbitos de la vida escolar,
esforzándose docentes y autoridades por actuar de forma coherente con los valores que busca
proponer a los estudiantes. El aprendizaje de valores no es producto de un adoctrinamiento ni
de condicionamiento alguno, sino de la modelación de los comportamientos.
Enfoque de derechos
Este enfoque busca que los estudiantes con mayores desventajas de inicio deben recibir del
Estado una atención mayor y más pertinente, para que puedan estar en condiciones de
aprovechar sin menoscabo alguno las oportunidades que el sistema educativo les ofrece para
reconocer y valorar a todas las personas por igual , con el fin de erradicar la inclusión,
discriminación y desigualdad de oportunidades.
Enfoque Intercultura
Esta concepción de interculturalidad parte de entender que en cualquier sociedad del planeta
las culturas están vivas, no son estáticas ni están aisladas, y en su interrelación van generando
cambios que contribuyen de manera natural a su desarrollo, siempre que no se menoscabe su
identidad ni exista pretensión de hegemonía o dominio por parte de ninguna.
Enfoque Ambiental
Desde este enfoque, los procesos educativos se orientan hacia la formación de personas con
conciencia crítica y colectiva sobre la problemática ambiental y la condición del cambio
climático a nivel local y global, así como sobre su relación con la pobreza y la desigualdad
social.
El Currículo Nacional de la Educación Básica está estructurado con base en cuatro definiciones
curriculares clave que permiten concretar en la práctica educativa las intenciones que se
expresan en el Perfil de egreso. Estas definiciones son: competencias, capacidades, estándares
de aprendizaje y desempeño. A continuación, se presenta cada una de ellas:
5.3.1. Competencias
La competencia se define como la facultad que tiene una persona de combinar un conjunto de
capacidades a fin de lograr un propósito específico en una situación determinada, actuando de
manera pertinente y con sentido ético.
5.3.2. Capacidades
Las capacidades son recursos para actuar de manera competente. Estos recursos son los
conocimientos, habilidades y actitudes que los estudiantes utilizan para afrontar una situación
determinada. Estas capacidades suponen operaciones menores implicadas en las competencias,
que son operaciones más complejas.
Los estándares de aprendizaje son comunes a las modalidades y niveles de la Educación Básica
y se organizan tal como se indica en la siguiente tabla:
5.3.4. Desempeños
Son descripciones específicas de lo que hacen los estudiantes respecto a los niveles de
desarrollo de las competencias (estándares de aprendizaje). Son observables en una diversidad
de situaciones o contextos. No tienen carácter exhaustivo, más bien ilustran actuaciones que
los estudiantes demuestran cuando están en proceso de alcanzar el nivel esperado de la
competencia o cuando han logrado este nivel.
Los desempeños se presentan en los programas curriculares de los niveles o modalidades, por
edades (en el nivel inicial) o grados (en las otras modalidades y niveles de la Educación Básica),
para ayudar a los docentes en la planificación y evaluación, reconociendo que dentro de un
grupo de estudiantes hay una diversidad de niveles de desempeño, que pueden estar por encima
o por debajo del estándar, lo cual le otorga flexibilidad.
Se acuerda proponer juegos colectivos que sean del agrado de la mayoría, en los que participen
niños y niñas, y que se puedan realizar en el patio y durante el recreo.
1. Dialogan sobre los juegos colectivos que más les gustan Los estudiantes dialogan sobre los
juegos que conocen, justifican por qué les gustan y explican cómo se juegan. Hacen una lista
con los juegos propuestos.
2. Escriben y exponen a los compañeros en qué consisten los juegos propuestos Los estudiantes
elaboran un texto instructivo con el propósito de exponer ante sus compañeros la descripción
del juego que más les gusta, los materiales que se usan y las reglas que deben seguir para
jugarlo. Acuerdan algunos criterios que deben seguir al escribirlo: orden secuencial en las ideas
que explican cómo jugar, utilizar un lenguaje sencillo, claridad en las reglas. Revisan ejemplos
de textos con estas características.
3. Organizan la información sobre los juegos y eligen aquellos que van a jugar en el recreo A
partir de las exposiciones, los estudiantes tienen un mayor conocimiento de cada juego y
pueden decidir cuáles serán aquellos que realicen en el recreo. Para decidir tomarán en cuenta
los siguientes criterios: si el tiempo es adecuado para la duración del recreo, si se puede contar
con todos los materiales, si se pueden realizar en el patio del recreo y si les gusta el juego,
cuyos datos se organizarán en tablas o gráficos.
Esta modalidad se organiza en tres niveles: Educación Inicial, Educación Primaria y Educación
Secundaria; y en siete ciclos. Los niveles educativos son períodos graduales y articulados que
responden a las necesidades e intereses de aprendizaje de los estudiantes. Los ciclos son
unidades temporales en los que se desarrollan procesos educativos que toman como referencia
las expectativas del desarrollo de las competencias (estándares de aprendizaje).
Cada ciclo atiende un determinado grupo de estudiantes, distribuidos por edades o grados
educativos, como se muestra en la siguiente tabla:
Educación Básica Alternativa (EBA): Es la modalidad que se desarrolla en el
marco del enfoque de la educación a lo largo de toda la vida. Los estudiantes de
Educación Básica Alternativa son aquellos que no se insertaron oportunamente
en el sistema educativo, no pudieron culminar su Educación Básica y requieren
compatibilizar el trabajo con el estudio. Conforme a la Ley, la EBA tiene los
mismos objetivos y ofrece una calidad equivalente a la Educación Básica
Regular, en los niveles de Educación Primaria y de Educación Secundaria.
La Educación Básica Alternativa se organiza por ciclos: inicial, intermedio y avanzado. Los
ciclos y grados de los programas de Educación Básica Alternativa son de duración flexible. La
organización por ciclos permite el desarrollo de las competencias. Los ciclos constituyen las
principales unidades de la estructura de la modalidad de Educación Básica Alternativa, que una
vez concluidos satisfactoriamente dan derecho a una certificación. El logro de los aprendizajes
de grado da derecho a una constancia.
- B. Semipresencial, que demanda la asistencia eventual de los estudiantes para recibir asesoría
de acuerdo a sus requerimientos.
- C. A distancia, que utiliza medios electrónicos o digitales, impresos o no, que intermedian
el proceso educativo.
5.4.2. Áreas curriculares y planes de estudios de la Educación Básica
Las áreas curriculares son una forma de organización articuladora e integradora de las
competencias que se busca desarrollar en los estudiantes y de las experiencias de aprendizaje
afines. El conjunto de las áreas curriculares, organizado según los ciclos, configuran el plan de
estudios de las modalidades o niveles educativos de la Educación Básica.
En el siguiente gráfico se muestra la organización de las áreas curriculares en cada uno de los
niveles de la Educación Básica Regular. Las áreas son más integradoras en los niveles de
Educación Inicial y Primaria, y más específicas en el nivel de Educación Secundaria, acorde
con las grandes etapas del desarrollo del estudiante:
*El área de Comunicación se desarrolla en todas las instituciones educativas (II.EE.) cuyos
estudiantes tienen el castellano como lengua materna. Este es el referente para el desarrollo del
área en los casos de lenguas originarias como lenguas maternas.
**El área de Castellano como segunda lengua se desarrolla en aquellas II.EE. que son bilingües
y cuyos estudiantes tienen como lengua materna a una de las 47 lenguas originarias o lengua
de señas, y que aprenden el castellano como segunda lengua. En el ciclo II del nivel de
Educación Inicial se desarrolla en la edad de 5 años y solo la comprensión oral.
***En el área de Educación religiosa los padres o tutores que profesan una religión o creencias
diferentes a la religión católica pueden exonerar a sus hijos de acuerdo a ley.
Este plan de estudios se desarrolla teniendo en cuenta los niveles y ritmos de aprendizaje de
los estudiantes, en un periodo mínimo de 950 horas, como mínimo, durante el periodo
promocional.
Implica diseñar o seleccionar situaciones que respondan a los intereses de los estudiantes y que
ofrezcan posibilidades de aprender de ellas. Cuando esto ocurre, los estudiantes pueden
establecer relaciones entre sus saberes previos y la nueva situación. Por este motivo se dice que
cuando una situación le resulta significativa al estudiante, puede constituir un desafío para él.
- Generar interés y disposición como condición para el aprendizaje
Es más fácil que los estudiantes se involucren en las situaciones significativas al tener claro
qué se pretende de ellas y al sentir que con ello se cubre una necesidad o un propósito
de su interés (ampliar información, preparar algo, entre otros.). Así, se favorece la autonomía
de los estudiantes y su motivación para el aprendizaje a medida que puedan participar
plenamente de la planificación de lo que se hará en la situación significativa.
- Aprender haciendo
El error suele ser considerado solo como síntoma de que el proceso de aprendizaje no va bien
y que el estudiante presenta deficiencias. Desde la didáctica, en cambio, el error puede ser
empleado más bien de forma constructiva, como una oportunidad de aprendizaje, propiciando
la reflexión y revisión de los diversos productos o tareas, tanto del profesor como del
estudiante.
Requiere plantear un reto cognitivo que le resulte significativo al estudiante cuya solución
permita poner en juego sus diversas capacidades. Puede tratarse de una idea, una información
o de un comportamiento que contradice y discute sus creencias.
Esto significa ayudar a los estudiantes a pasar del trabajo grupal espontáneo a un trabajo en
equipo, caracterizado por la cooperación, la complementariedad y la autorregulación. Se trata
de un aprendizaje vital hoy en día para el desarrollo de competencias. Desde este enfoque, se
busca que los estudiantes hagan frente a una situación retadora en la que complementen sus
diversos conocimientos, habilidades, destrezas, etc.
Trabajo con las familias: La labor tutorial implica trabajar de manera coordinada con las
familias para realizar una labor conjunta entre padres y madres de familia – o tutor. Esta acción
contribuye a mejorar la convivencia en los diferentes espacios de los estudiantes, así como a
generar un compromiso activo de las familias en el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas.
Una evaluación formativa enfocada en competencias busca, en diversos tramos del proceso:
¿Qué se evalúa?
Desde un enfoque formativo, se evalúan las competencias, es decir, los niveles cada vez más
complejos de uso pertinente y combinado de las capacidades, tomando como referente los
estándares de aprendizaje porque describen el desarrollo de una competencia y definen qué se
espera logren todos los estudiantes al finalizar un ciclo en la Educación Básica. En ese sentido,
los estándares de aprendizaje constituyen criterios precisos y
comunes para comunicar no solo si se ha alcanzado el estándar, sino para señalar cuán lejos o
cerca está cada estudiante de alcanzarlo.
A nivel de estudiante:
- Lograr que los estudiantes sean más autónomos en su aprendizaje al tomar conciencia de sus
dificultades, necesidades y fortalezas.
- Aumentar la confianza de los estudiantes para asumir desafíos, errores, comunicar lo que
hacen, lo que saben y lo que no.
A nivel de docente:
Para llevar a cabo este proceso en el aula por parte de los profesores se brindan las siguientes
orientaciones:
Consiste en leer el nivel del estándar esperado y compararlo con la descripción del nivel
anterior y posterior. De esta comparación podemos identificar con más claridad las
diferencias en la exigencia de cada nivel. Esta información permitirá comprender en qué nivel
se puede encontrar cada estudiante con respecto de las competencias y tenerlo como referente
al momento de evaluarlo. Este proceso se puede enriquecer con la revisión de ejemplos de
producciones realizadas por estudiantes que evidencien el nivel esperado de la competencia.
Consiste en elegir o plantear situaciones significativas que sean retadoras para los estudiantes.
Estas situaciones pueden consistir, por ejemplo, en describir un fenómeno, generar
conocimiento explicativo de un fenómeno, discutir o retar a mejorar algo existente, recrear
escenarios futuros, crear un nuevo objeto, comprender o resolver una contradicción u oposición
entre dos o más conclusiones, teorías, enfoques, perspectivas o metodologías.
Consiste en informar a los estudiantes desde el inicio del proceso de enseñanza y aprendizaje
en qué competencias serán evaluados, cuál es el nivel esperado y cuáles los criterios sobre los
cuales se les evaluará. Es decir, especificar qué aprendizajes deben demostrar frente a las
diferentes situaciones propuestas. Esta comunicación será diferenciada de acuerdo a la edad de
los estudiantes y puede ir acompañada de ejemplos de producciones de estudiantes que den
cuenta del nivel de logro esperado.
La valoración del desempeño se aborda desde la perspectiva del docente y del estudiante:
Para el docente, la valoración del desempeño significa describir lo que es capaz de saber hacer
el estudiante a partir del análisis de la evidencia recogida: qué saberes pone en juego para
organizar su respuesta, las relaciones que establece, cuáles son los aciertos y los errores
principales cometidos y sus razones probables.
En este proceso, el estudiante se autoevalúa usando los mismos criterios para identificar dónde
se encuentra con relación al logro de la competencia. Esto le permite entender qué significan
las descripciones de los niveles de un modo más profundo que si solo leyera una lista de ellos.
Además, le ayuda a incrementar la responsabilidad ante su propio aprendizaje, establecer una
relación de colaboración y confianza entre el docente, sus pares y él, y comprender que el nivel
esperado de la competencia está a su alcance.
Retroalimentar a los estudiantes para ayudarlos a avanzar hacia el nivel esperado
y ajustar la enseñanza a las necesidades identificadas
Una retroalimentación es eficaz cuando el docente observa el trabajo del estudiante, identifica
sus errores recurrentes y los aspectos que más atención requieren. Es necesario concentrarse
en preguntas como ¿Cuál es el error principal? ¿Cuál es la razón probable para cometer ese
error? ¿Qué necesita saber para no volver a cometer ese error? ¿Cómo puedo guiar al estudiante
para que evite el error en un futuro? ¿Cómo pueden aprender los estudiantes de este error? La
retroalimentación, sea oral o escrita, tiene que ofrecerse con serenidad y respeto, debe
entregarse en el momento oportuno, contener comentarios específicos y reflexiones, e incluir
sugerencias que le ayuden al estudiante a comprender el error y tener claro cómo superarlo para
poder mejorar su desempeño.
La retroalimentación permite a los docentes prestar más atención a los procedimientos que
emplean los estudiantes para ejecutar una tarea, las dificultades y avances que presentan. Con
esta información pueden ajustar sus estrategias de enseñanza para satisfacer las necesidades
identificadas en los estudiantes y diseñar nuevas situaciones significativas, replantear sus
estrategias, corregir su metodología, replantear la manera de relacionarse con sus estudiantes,
saber qué debe enfatizar y cómo, entre otros, de modo que permita acortar la brecha entre el
nivel actual del estudiante y el nivel esperado. Por ello, se deben considerar las siguientes
actividades:
- Es importante que estas conclusiones se hagan a través de docentes con base a evidencia
variada y relevante del desempeño del estudiante recopilado durante el periodo de
aprendizaje a evaluar. Este análisis debe centrarse en los progresos del aprendizaje de
cada estudiante en relación al nivel esperado.
Tanto las calificaciones como las conclusiones descriptivas son registradas en el SIAGIE.
Tanto la evaluación de aula como la evaluación nacional, sean censales o muéstrales, evalúan
las competencias del Currículo Nacional de la Educación Básica tomando como referencia a
los estándares de aprendizaje. Además, tienen como propósito principal brindar información
útil para la toma de decisiones a nivel de aula, de escuela y de sistema educativo. En ese sentido,
ambas evaluaciones son complementarias, pero tienen también características distintas que
deben ser tomadas en cuenta para que la información que brindan sea usada e interpretada de
manera adecuada. Veamos en la siguiente tabla estas diferencias:
Los formatos de los instrumentos de la evaluación nacional no deben ser usados para
reemplazar las evaluaciones de aula ni preparar a los estudiantes para rendir dichas
evaluaciones. Más bien, los informes de los resultados de estas evaluaciones deben servir para
la reflexión y planificación de las actividades de aprendizaje.
Finalmente es importante señalar que la evaluación de los estudiantes debe tener un carácter
comprehensivo e integral, ello quiere decir que el juicio sobre el progreso de los estudiantes
será más adecuado y pertinente si se basa en varios tipos de fuentes de evidencia recolectada
en diversas situaciones a lo largo del tiempo.
Según las normas vigentes del Perú, el Currículo Nacional de la Educación Básica tiene las
siguientes características:
- Diversificado, pues es en él cada región ofrece a las instancias locales los lineamientos
de diversificación, los cuales orientan a las instituciones educativas en la adecuación
del currículo a las características y demandas socioeconómicas, lingüísticas,
geográficas y culturales de cada región mediante un trabajo colegiado.
A nivel regional:
A. Incluir necesariamente las competencias del Currículo Nacional de la Educación Básica para
garantizar que el estudiante logre los aprendizajes esperados del Perfil de egreso de la
Educación Básica.
- Responder a necesidades y demandas de los estudiantes de una región a las que el Currículo
Nacional de la Educación Básica no responda.
Para ello es necesario conformar un equipo curricular regional integrado por profesionales con
los conocimientos curriculares requeridos, que representen a los niveles y modalidades
educativas. Este equipo es responsable de la construcción curricular y, en términos generales,
debe seguir las siguientes pautas:
2. Formular un diagnóstico que recoja y actualice los estudios realizados sobre las
potencialidades, demandas del contexto y desafíos de la región, las demandas que de allí se
desprenden para la educación y las características e intereses de los estudiantes.
5. Incorporar y actualizar las recomendaciones del Proyecto Educativo Regional, así como las
evaluaciones nacionales y regionales del desempeño de los estudiantes.
6. Identificar, a partir los puntos anteriores, las competencias y capacidades del Currículo
Nacional de la Educación Básica que se esperan diversificar.
- El PCI se construye sobre la base del Currículo Regional y es parte constitutiva del
Proyecto Educativo Institucional (PEI). El proceso de diversificación a este nivel es
conducido por la dirección de la institución educativa en coordinación con los docentes
y con participación de la comunidad educativa.
- Las instituciones educativas unidocentes y multigrado pueden formular un proyecto
curricular de la red educativa a la que pertenecen.
Adecuación curricular en la Educación Básica Alternativa
A nivel pedagógico:
- Identificación de ejes de interés de los estudiantes: según las características de los
estudiantes se plantean ejes temáticos que orientan la práctica pedagógica en sus
diferentes segmentos poblacionales.
- Incorporación de metodologías y materiales educativos pertinentes a la población:
basado en los ejes se organizan los aprendizajes a lograr y los materiales educativos.
- Programación curricular diversa en concordancia con los segmentos poblacionales a
atender y que respondan a sus necesidades e intereses de aprendizaje.
VI. PROGRAMACIÓN CURRICULAR DE EDUCACIÓN INICIAL - ÁREAS
CURRICULARES DE EDUCACIÓN INICIAL ENFOQUES,
COMPETENCIAS
CICLO I
En estas edades los niños y las niñas viven un proceso de individuación en el que
transitan de la necesidad de tener un vínculo de apego seguro, con un adulto
significativo, a la necesidad de diferenciarse y distanciarse de él para construir de
manera progresiva su propia identidad. Tienen la capacidad de moverse y actuar desde
su iniciativa, adquiriendo posturas y desplazamientos de manera autónoma, es así que
desarrollan un mayor dominio de su cuerpo, sintiéndose seguros y con mayores recursos
para conocer el mundo que los rodea.
Para brindar una atención educativa de calidad, en el I ciclo, se plantea la organización de los
niños y las niñas en grupos, teniendo en cuenta su edad y el nivel de desarrollo en el que se
encuentran comprendiendo que las edades y el proceso de desarrollo son referenciales. Es así
que se identifican los siguientes grupos:
CICLO II
A partir del proceso de individuación iniciado en los primeros años de vida, los niños y las
niñas de estas edades han logrado diferenciarse de los demás, y empiezan un proceso de
afirmación de su identidad, desde el conocimiento de sus características personales y la
valoración de sí mismos. En este proceso, continúan desarrollando su autonomía, aprenden a
reconocer y expresar con mayor seguridad sus emociones, y a regularlas progresivamente con
el acompañamiento del docente. A medida que fortalecen estos aspectos desarrollan sus
habilidades sociales, aprenden a convivir con los demás y a cuidar los espacios y recursos
comunes que utilizan. De igual manera, aprenden a respetar y a construir acuerdos y normas
de convivencia.
Se realiza a través de los servicios de cuna, los cuales atienden integralmente a los niños y las
niñas de 0 a 2 años; los servicios de jardín, que atienden a los niños y las niñas de 3 a 5 años;
y los servicios de cuna-jardín, que atienden a los niños y las niñas de 0 a 5 años.
La forma de atención no escolarizada a los niños y las niñas menores de 6 años brinda un
servicio flexible respecto a los lugares y horarios de funcionamiento que garanticen una
intervención educativa oportuna, adecuada y pertinente para las necesidades de los niños y las
niñas, y sus familias. La atención no escolarizada se desarrolla a través de los PRONOEI
(Programas no Escolarizados de Educación Inicial) de ciclo I y de ciclo II, tanto en entornos
familiares como en entornos comunitarios.
6.3.Principios que orientan la Educación Inicial
Principio de respeto: considera la importancia de crear condiciones que respeten los
procesos y necesidades vitales que nuestros niños y niñas requieren para desarrollarse
plenamente. Respetar al niño como sujeto implica reconocer sus derechos, valorar su
forma de ser y hacer en el mundo, lo que supone considerar su ritmo, nivel madurativo,
características particulares y culturales, que hacen de él un ser único y especial.
Principio de seguridad: constituye la base para el desarrollo de una personalidad
estable y armoniosa en el niño, la cual se construye a través del vínculo afectivo, la
calidad de los cuidados que recibe, y la posibilidad de actuar e interactuar con libertad
en espacios seguros que permitan el desarrollo de su potencial natural. A partir del
placer de sentirse seguro, es que los niños y las niñas podrán separarse y diferenciarse
para construir su propia identidad, desarrollar progresivamente su autonomía y
atreverse a salir al mundo para explorarlo.
Principio de un buen estado de salud: no implica únicamente la atención física del
niño y niña; se trata de un cuidado integral. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la salud es entendida como “...un estado de completo bienestar físico,
psicológico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad” (OMS, 2006, p. 1).
Principio de autonomía: tiene como base la convicción de que los niños y las niñas
son capaces de desarrollarse, aprender y construirse a sí mismos, siempre y cuando se
garantice las condiciones físicas y afectivas que requieren para ello. De este modo,
serán capaces de realizar acciones a partir de su propia iniciativa.
Principio de movimiento: el movimiento libre constituye un factor esencial en el
desarrollo integral del niño, pues le permite expresarse, comunicarse, adquirir posturas,
desplazamientos y desarrollar su pensamiento. Es importante que los niños y las niñas
desplieguen al máximo sus iniciativas de movimiento y acción para conocerse y
conocer el mundo que los rodea. Además, el movimiento libre es un elemento
fundamental en la construcción de la personalidad.
Principio de comunicación: la comunicación es una necesidad esencial y absoluta,
que se origina desde el inicio de la vida con las interacciones y en el placer de las
transformaciones recíprocas. Por tanto, en los primeros años de vida, es importante
considerar al bebé o al niño como un interlocutor válido, con capacidades
comunicativas y expresivas.
Principio de juego libre: jugar es una actividad libre y esencialmente placentera, no
impuesta o dirigida desde afuera. Le permite al niño, de manera natural, tomar
decisiones, asumir roles, establecer reglas y negociar según las diferentes situaciones.
A través del juego, los niños y las niñas movilizan distintas habilidades cognitivas,
motoras, sociales y comunicativas.
6.4.AREAS CURRICULARES
VIII. PLANIFICACIÓN DE ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
8.1.Procesos pedagógicos
8.2.Procesos Didácticos
8.3.Actividades de aprendizaje
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE PERSONAL SOCIAL
Existe la clara conciencia que la crisis de los sistemas educativos está relacionada con
los modelos predominantes de cómo enseñar; el alumno no es objeto de enseñanza sino
un sujeto de aprendizaje es por ello que la enseñanzas y aprendizaje en el marco de la
sociedad del conocimiento deberán integrar un sistema educativo cuyo objetivo sean
las operaciones de pensamiento pero no en el marco del pensamiento lógico tradicional
sino dentro de un modelo de pensamiento donde se puedan expresarse en competencias
complejas, esto implica acostumbrar a los alumnos, profesores a que piense como
resolver los problemas, y que estén entrenados para ello.
La planificación de un docente es fundamental para orientar el proceso de enseñanza
aprendizaje. A nivel de profesores, nos ayuda a transparentar creencias y a pensar sobre
cómo llevar una instrucción sistemática, que despliegue habilidades y competencias, en
vez de contenidos descontextualizados y mecánicos; es por ello que en la actualidad se
está desarrollando unos de los modelos de planificación curricular llamada
planificación en reversa lo cual busca cambiar la estructura del proceso educativo bajo
un enfoque que le permite al docente identificar en primera instancia los resultados
esperados, para luego establecer los indicadores de evaluación y así poder planificar las
actividades pertinentes al propósito; a la vez generando en el docente repensar su rol y
a pensar como un evaluador.
La evaluación formativa en su función pedagógica es una modalidad de evaluación que
tiene lugar durante el proceso de enseñanza-aprendizaje lo cual permite detectar las
dificultades, pero también los progresos de los estudiantes y contemplar las condiciones
iniciales de aprendizaje, para poder iniciar un proceso que promueva el aprendizaje en
profundidad por lo que es necesario conocer los conocimientos, capacidades y
habilidades que poseen en un principio. Permitiéndole al docente ser más analítico en
su trabajo diario ya que es el responsable de crear y desarrollar situaciones de enseñanza
adecuadas a la edad del estudiante, las mismas que le permiten aprender y crecer
mientras son evaluados.
Los diferentes estados educativos a lo largo de los años han ido cambiando en base al
desarrollo de la sociedad, donde el principal objetivo es construir un currículo que
aprenda a formas personas que desarrollen sus competencias y capacidades durante su
período escolar, logrando un perfil que le permita afrontar retos y solucionar problemas,
para ello se debe recurrir a un amplio conocimiento del currículo y entender a lo que
apunta, aplicando estrategias, métodos y recursos que contribuyan sus conocimientos
para su trabajo pedagógico respetando las características cognitivas, sociales y
culturales de cada alumno.
El Currículo Nacional establece el Perfil de Egreso de la Educación Básica, las
competencias nacionales y sus progresiones desde el inicio hasta el fin de la educación
básica, así como sus niveles esperados por ciclo, nivel y modalidades. Además,
contiene orientaciones para la evaluación formativa y la diversificación curricular,
teniendo como objetivo mejorar los aprendizajes de los estudiantes, la competitividad
docente, la infraestructura educativa y la gestión de las Instituciones Educativas los
mismos que conllevarán a la formación de ciudadanos autónomos, participativos,
críticos, con razonamiento moral que reconocen a los otros en igualdad de derechos,
respetando y valorando la diversidad y las diferencias; que a lo largo de la vida les
permitirá identificar su biografía personal.
La retroalimentación en el campo educativo, es un proceso de comunicación dialógica
que se genera a partir de quien enseña y consiste en devolver a la persona información
que describa sus logros o progresos, en relación a los criterios de evaluación.
Esta información es importante para la formación de nuestros estudiantes porque le
permite comprender en qué se equivocó y cómo lo debe corregir.
El programa del nivel de Educación Inicial que a continuación presentamos contiene la
caracterización de los niños y las niñas del nivel según los ciclos educativos, así como
orientaciones para el tratamiento de los enfoques transversales, para la planificación;
para la Tutoría y Orientación Educativa; y para el tratamiento de los espacios,
materiales y el rol del adulto. Asimismo, se presentan los marcos teóricos y
metodológicos de las competencias organizados en áreas curriculares, y los
desempeños de edad alineados con las competencias, capacidades y estándares de
aprendizaje nacionales.
La planificación es una herramienta técnica que coadyuva a la toma de decisiones para
el/la docente, por ser producto de la evaluación de los aprendizajes y el desarrollo de
los alumnos y alumnas. Tiene como propósito facilitar la organización de elementos
que orienten el proceso educativo. Por lo tanto, es importante lograr una relación
coherente entre los resultados de la evaluación, lo que se piensa (plan) y lo que se hace
(desarrollo del plan o planificación).
X. BIBLIOGRAFÍA