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Depósito de Pigmentos endógenos y exógenos.

Pigmentos. Los pigmentos son sustancias con color, que pueden ser exógenas (externas al cuerpo), como el
carbón, o endógenas, que se sintetizan en el propio organismo, como la lipofuscina, la melanina y algunos
derivados de la hemoglobina.
El pigmento exógeno más frecuente es el carbón, un contaminante aéreo ubicuo en la vida urbana. Su inhalación
determina la fagocitosis por los macrófagos alveolares y el transporte por los vasos linfáticos a los ganglios
traqueobronquiales regionales. Los agregados de pigmento hacen que los ganglios de drenaje y el parénquima
pulmonar se vean negros (antracosis) globina.
• Lipofuscina, o «pigmento de desgaste», es un material intracelular pardo-amarillento insoluble, que se acumula
en diversos tejidos (sobre todo el corazón, el hígado y el encéfalo) con el envejecimiento o la atrofia. La
lipofuscina representa complejos de lípidos y proteínas que se producen por la peroxidación catalizada por los
radicales libres de los lípidos poliinsaturados de las membranas subcelulares. No causa daños a la célula, pero sí
refleja una lesión previa por radicales libres. El pigmento pardo imparte al tejido un aspecto determinado cuando
existe en gran cantidad y se llama atrofia parda.
• La melanina es un pigmento pardo-negruzco endógeno sintetizado por los melanocitos epidérmicos y que actúa
como pantalla frente a la radiación UV lesiva. Aunque los melanocitos son la única fuente de melanina, los
queratinocitos basales adyacentes de la piel pueden acumular también este pigmento (p. ej., en las pecas), igual
que los macrófagos dérmicos.
• La hemosiderina es un pigmento granular derivado de la hemoglobina, de color amarillo dorado a pardo y se
acumula en los tejidos cuando existe un exceso de hierro sistémico o local. El hierro se almacena normalmente
dentro de las células asociado a la proteína apoferritina, formando micelas de ferritina. El pigmento hemosiderina
corresponde a grandes agregados de estas micelas de ferritina, que se visualizan con facilidad con micros copio
óptico y electrónico; es posible confirmar sin dudas que se trata de hierro con la reacción histoquímica del azul de
Prusia. Aunque la acumulación de hemosiderina suele ser patológica, es normal encontrar pequeñas cantidades de
este pigmento en los fagocitos mononucleares de la médula, bazo e hígado, donde se suelen degradar los
eritrocitos viejos normalmente. Se encuentra un depósito excesivo de hemosiderina, llamado hemosiderosis, y
acumulaciones más extensas en la hemocromatosis hereditaria

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