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UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN PABLO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICO EMPRESARIALES Y HUMANAS

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

“EL MALTRATO Y LA RESILIENCIA EN ADOLESCENTES DE UN CENTRO DE


ATENCIÓN RESIDENCIAL DE LA CIUDAD DE AREQUIPA”

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN presentado por los


estudiantes:
ANYELA VALERY CALDERON MAMANI
DIEGO MANUEL LAURA PACURI
Para obtener el Grado Académico de BACHILLER
EN PSICOLOGÍA

Asesor(a): Mg. Rosa Seperak Viera

AREQUIPA – PERÚ, 2022


El Maltrato y la Resiliencia en adolescentes de un centro de atención residencial de

la ciudad de Arequipa

La presente investigación busca conocer la relación entre la Resiliencia y el Maltrato

Infantil en jóvenes escolares del nivel secundario. Los integrantes serán 120 escolares, con un

rango de edad de 12 y 17, quienes cursan el nivel secundario en una institución educativa

privada en la región de Arequipa, se emplearon dos pruebas, siendo la escala de Resiliencia de

Wagnild y Young y la Escala de Violencia Familiar de Chauca. El presente trabajo es de tipo

cuantitativo-correlacional, no experimental de corte transversal, esperando que los resultados

muestren una relación significativamente similar entre la Resiliencia y el Maltrato infantil.

Mediante el cual se identificarán los niveles de violencia familiar y los tipos de violencia estos

comprenden (física, psicológica, sexual y por negligencia), Así como también se identificarán

los grados de la variable Resiliencia y posteriormente compararla según el género en

adolescentes. Para el contraste de hipótesis se llevará a cabo el análisis de normalidad con la

prueba de Shapiro Wilk comprobando el p valor, luego se aplicará la estadística paramétrica o

no paramétrica dependiendo y por último se aplica la estadística descriptiva para resolver los

objetivos específicos.

Palabras clave: Maltrato infantil, resiliencia, adolescentes escolares


Abstract

The present study seeks to establish the relationship between Resilience and Child

Abuse in secondary school students. The participants will be 120 students, with an age range of

12 and 17, who attend secondary school in a private educational institution in the Arequipa

region, two tests were used, the Wagnild and Young Resilience Scale and the Family Violence

Scale of Chauca. The present work is of a quantitative-correlational type, non-experimental of a

cross-section, so it is expected that the results show a significantly proportional relationship

between Resilience and Child Abuse. Likewise, the levels of family violence and the types of

violence they will include (physical, psychological, sexual and negligence) will be identified,

as well as the degrees of the Resilience variable will be identified and later compared according

to gender in adolescents. For the hypothesis contrast, the normality analysis will be carried out

with the Shapiro Wilk test, checking the p value, then the parametric or non-parametric

statistics will be used depending and finally the descriptive statistics will be applied to solve the

specific objectives.
Capítulo I: Planteamiento Del Problema

Justificación

Hoy en dia en la sociedad en la que vivimos una de las más grandes incertidumbres o

problemas, en la perspectiva nacional e internacional es el aumento del maltrato infantil. Para

Petrella y Vanderchueren (Citado en Consejo Nacional de Política Criminal, 2017a) se pone de

manifiesto el problema que se están dando ya desde hace mucho tiempo, tanto en países

desarrollados como en países subdesarrollados. Con relación a este el problema ha ido

encajando en las escuelas e incluyendo a personas cada vez más y más jóvenes, que de igual

forma sufren dicho maltrato. Conforme a esta problemática, en los últimos años de acuerdo a la

Encuesta Nacional de Relaciones Sociales del Perú – ENARES (INEI, 2013 y 2015), el 80% de

niños y adolescentes vivieron en algún momento de sus vidas maltrato físico, psicológico en

sus casas o en los colegios. Igualmente, el 45% de jóvenes sintieron en algún momento de su

vida alguna clase de violencia sexual (con o sin contacto). Estas cifras alarmantes muestran la

realidad de la violencia contra niños, niñas y jóvenes en el Perú. Los departamentos que

registran mayor incidencia de maltrato de acuerdo al informe presentado por el Ministerio de la

Mujer y Poblaciones Vulnerables (2019) , suscita las diez regiones más agravantes en casos de

violencia dirigida hacia el infante y púber, las regiones citadas son: La Libertad, Junín,

Arequipa, Ancash, Piura, Cusco, Lima, Ica, San Martín y Callao.

Murcio (2002) afirma que la familia era y sigue siendo la columna vertebral de la

sociedad. Debe ser un lugar donde los miembros nazcan, aprendan, se eduquen y crezcan, un
santuario, un lugar de engreimiento y felicidad para todos los integrantes. Si un miembro de la

familia tiene problemas internos, alegrías o tristezas, afecta a todos los familiares por la

interacción interna que se tiene en la misma. Minuchin dice que “Es un sistema organizado,

interdependiente de personas que interactúan constantemente, regido por las reglas de la familia

y las funciones dinámicas que existen entre la familia y el mundo exterior. Las familias tienen

metas y se regulan de acuerdo a sus características estructurales (tamaño, composición, etapa

de evolución, etc.), características psicobiológicas y posición sociocultural. Ante los desafíos,

las familias emplean diferentes recursos para mantener el sistema en equilibrio”. (Minuchin,

1989). En 1986, el Consejo de Europa propuso una definición de violencia doméstica. “Es un

acto u omisión dentro de una familia por obra de uno de sus miembros que atente contra la

vida, la integridad física o psíquica o la libertad de otro miembro de la misma familia o

cualquier cosa que ponga en grave peligro el desarrollo de su personalidad”.

Llega a ser de importancia poner de manifiesto que muchas familias tienen casos de

violencia doméstica, y la prevalencia de estos casos se ve en los muchos estudios tomados

como seguridad de la existencia de este gran problema. En la Encuesta Demográfica de Salud

de la Familia (ENDES), registró que el 57,7% de las mujeres en 2019 fueron víctimas de

violencia cometida por su pareja o esposo en algún momento. Asimismo, en 2019 se apuntaron

18.1885 casos de violencia doméstica y sexual contra las mujeres en todo el Perú, según el

Registro de Casos del Centro de Emergencia Mujer (CEM). El 85% de estos son mujeres y el

15% son hombres.

Por lo que se pretende conocer el nivel de resiliencia de los jóvenes que asisten a un

centro de atención residencial en Arequipa, siendo importante tener una idea clara de las

características personales e individuales y los factores externos que interviene en los


adolescentes dándoles la oportunidad de salir adelante, siendo como un posible resultado una

mejor estrategia de abordaje en la atención clínica, y continuamente una intervención más

efectiva, con mayores beneficios, tanto para los adolescentes resilientes, como para los

adolescentes que necesitan reforzar esta capacidad.

El presente estudio abordará la relación que habría entre un grupo de adolescentes y su

similitud entre la resiliencia, por lo que es necesario conocer su significado. Wagnild y Young

(1993), describen la resiliencia como una característica individual, para confrontar el éxito

tanto en el cambio como en la desgracia. Los individuos resilientes tienen confianza en sí

mismos y conocen sus propias fortalezas y limitaciones.

Por otro lado, tenemos a Grotberg (1999), quien describe la capacidad de resolver

problemas como una capacidad universal, en el cual las personas son capaces de resistir

adversidades y poder recuperarse, desenvolviendo paulatinamente respuestas orientadas a la

construcción de un ajuste psicosocial positivo al entorno, considerando la existencia simultánea

de dolor y conflicto intrapsíquico.

Lucio (2016), realizó una investigación sobre la resiliencia en jóvenes que han vivido

maltrato infantil en un centro de admisión institucional, el estudio reveló que el 68.9% de niños

obtuvieron una resiliencia normal, este porcentaje de niños pudieron generar medianamente

herramientas de afrontamiento ante situaciones de maltrato. De igual manera en la

investigación realizada por Espinoza (2022), se encontró que niños y niñas que se encontraban

en situaciones de vulnerabilidad fueron capaces de desarrollar factores protectores, tanto

internos como ambientales.

Como se puede ver las cifras y hallazgos son preocupantes es por ello que se torna

necesario poder reconocer los niveles de resiliencia en los jóvenes que son afectados por la

violencia familiar, siendo de suma importancia considerar las características personales y los
factores externos que les darían la oportunidad de retornar a un estado de salud mental óptimo

pese a la circunstancias vividas, de esa forma el trabajo presentado aporta a la sociedad con una

contribución que alude a analizar a una población vulnerable y rescatar aquellos elementos de

índole intrínseco como la resiliencia para su desarrollo y superación.

Pregunta De Investigación

¿Existe relación entre el Maltrato y la Resiliencia en adolescentes de un centro de

atención residencial de la ciudad de Arequipa?

Objetivos

Objetivo general

Identificar si existe relación entre la violencia familiar y la resiliencia en adolescentes

de un centro de atención residencial de la ciudad de Arequipa

Objetivos específicos

Identificar los tipos de maltrato que prevalecen en los adolescentes de un centro

residencial de la ciudad de Arequipa.

Identificar los niveles de violencia familiar que reciben los adolescentes de un centro

residencial de la ciudad de Arequipa.

Identificar el grado de resiliencia en adolescentes de un centro residencial de la ciudad

Arequipa.

Comparar la resiliencia según el género en adolescentes de un centro residencial de la

ciudad Arequipa.
Capítulo II: Marco teórico

Maltrato infantil

El objetivo de esta investigación es analizar y demostrar la violencia familiar y su

relación con la resiliencia en adolescentes de un centro residencial, se escogió este lugar pues

en él habitan jóvenes que llegaron a tener experiencias de violencia dirigidas hacia ellos y

conforme a estudios realizados antes, los cuales enlazaremos adelante, buscaremos establecer si

llega a existir alguna relación entre el desarrollo normal de la resiliencia en jóvenes de ese

centro residencial. La Organización Mundial de la Salud (2020) delimita el termino violencia a

un despotismo dirigido a personas menores de edad, ya sea ejercido como cualquier tipo de

maltrato físico, psicológico o sexual, que atenten directamente con su desarrollo. Asimismo, el

Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (2015), lo define como una

subyugación intencional al menor, bajo un maltrato físico, emocional o ambos, así sean actos

directos u omisiones por parte del responsable de ellos.

Pese a las investigaciones sobre el maltrato debemos de ver la importancia que tendría

el instrumento utilizado ya que puede cambiar los posibles resultados de las pruebas mostrando

posibles incongruencias, como nos señala la investigación de Perez de Albeniz, (2003) en la

cual señala la importancia en las puntuaciones significativamente altas obtenidas del malestar

personal, haciendo una gran diferencia del tipo de maltrato y empatía en niños con las madres

maltratantes y las que no ejercen maltrato.

Tipos de violencia
Maltrato físico. Se explica como un comportamiento agresivo mediante el cual los

adultos realizan actos violentos contra personas menores de edad, cometiendo actos delictivos

que van en contra del bienestar personal, ya sean tirar del cabello, empujar, apuñalar, quemar,

patear, entre otros. Dughi (1994) agrega que los resultados pueden ser visibles, ya sean heridas

expuestas, hematomas, abrasiones, cortes y quemaduras, por otro lado, el daño interno puede

ser daño cerebral, esguinces, dislocaciones de huesos y articulaciones. Los principales signos

de violencia en los niños surgen cuando brindan información inconsistente para explicar el

hematoma, exhiben un comportamiento agresivo o destructivo hacia sus compañeros, mienten

repetidamente, no asisten a la escuela con regularidad, muestran miedo a los padres y tienden a

asociar actividades relacionadas con el tema de violencia (Childhelp, sf).

Maltrato emocional: Se dan múltiples modalidades verbales agresivas, dañan el

bienestar psicológico del menor y entre ellos encontramos; las ofensas, denigrar, criticar o

amenazar

Abandono emocional: Parte del apoderado o padre, en el cual se priva de las

necesidades emocionales que tiene el menor

Negligencia: Es la privación de las oportunidades de refugio o exigencias físicas y

psicológicas que necesita el menor, las necesidades de este, entre estas encontramos: comida,

refugio, seguridad y atención médica.

El problema del maltrato juvenil ha sido abordado tanto por la psicología, criminología,

sociología y múltiples disciplinas más, siendo como tal un problema de tipo social. Podemos

entender las conductas violentas como conductas complejas y voluntarias que siempre tiene una

finalidad, ya sean controlar a otros, obtener beneficios etc. Entendemos que una acción violenta

cuenta con determinantes en interacción (tiene un fin) mediante el cual desembocará en una
consecuencia, dependiendo las circunstancias ya sean agravante o atenuante, estas incluirán

agresiones físicas o verbales.

Al hablar de violencia juvenil Amar y Abello (2017) señalan que violencia infantil “es

toda acción u omisión que provoca daño y pone en riesgo el desarrollo físico, social y/o

emocional de un niño o adolescente”, de la misma forma tiene en cuenta que la violencia está

vinculada a la práctica abusiva del poder, autoridad o fuerza, por partes de los mayores o

adultos que tienen a su cuidado infantes o adolescentes. Se suele considerar a los jóvenes como

un papel activo o agente en la violencia, ya sean agresores o víctimas, argumentando que

también interviene la llamada violencia autodirigida, siendo autolesiones o suicidio en la cual

los adolescentes terminan siendo sus propios agresores.

Es muy común confundir la violencia con la agresión lo cual fue un grave error debido

a que ambos se diferencian. En la violencia intervienen una serie de respuestas y

comportamientos que tiene una finalidad que desembocará en consecuencias. Sin embargo, la

agresión no cuenta con acciones premeditadas, solo es una reacción ante una situación.

Según la OMS (2020) la violencia juvenil es ejercida por personas con rangos de edades

entre los 10 a 29 años siendo un rango muy amplio, marcando una variación en la

preadolescencia que empezaría a la edad de 12 años y culminaría a la edad de 29 según lo que

nos remarca dicha organización.

Podemos argumentar que en la actualidad los dilemas en los que se ven envueltos los

adolescentes estarían relacionados de manera fuere a la complacencia de sus miserias, en el

cual se observó un listado de problemas como: el cambio de vivienda, problemas de salud, en el

ámbito social sus relaciones son desapegadas, no saben controlar o manejar el dinero, no

pueden manejar o adaptarse a las responsabilidades que conlleva vivir en sociedad, esto

desembocando en problemas de conflictividad, violencia, teniendo como 2 factores importantes


la escasez de recursos y la poca experiencia para dar solución a conflictos a causa de su corta

edad, en las cuales ellos pueden desarrollar estrategias equivocadas para resolver sus problemas

en la sociedad.

Consecuencias de maltrato infantil

El infante o adolescente violentado llegan a tener un historial que contiene diversas

situaciones de excesos o actos de opresión contra ellos, daños que dejaron huella en ellos y que

se repiten habitualmente, la violencia contra ellos compromete su salud mental y física, de

manera directa en su desarrollo intelectual. Asimismo, de fracturas, traumatismos y estos

hechos en diferentes momentos de su vida, volviendo a los infantes y adolescentes, personas

con miedo, temor y desconfianza, se encuentra en ellos una evidente dificultad para formar

relaciones interpersonales hondas y estables. Su autoestima no se desarrolla de la forma

adecuada, pues piensan que la violencia dirigida hacia ellos se la merecen y es normal porque

son incapaces, creen que es bueno sentirse así. Ante esto los niños pueden responder de forma

pasiva aceptando, por lo que es común verlos famélicos, solitarios, sumisos y poco

participativos o si nos vamos al otro extremo podrían actuar de forma agresiva, rebelde e

inquieta. Al respecto Arrieta y Vizcarra (2014), ponen de manifiesto el deterioro de la

autoestima, si bien podemos decir que la violencia hacia los niños y adolescentes afecta

directamente a la confianza, en los niños se presentan los primeros efectos en el deterioro de su

autoestima lo que crea desconfianza interna y externa (hacia los demás), también daña los

medios que se tiene para poder identificarse con un grupo de personas y de esta forma impide

la generación de amistades, identificación con la familia, comunidad y entorno. Miravalles y

Ortega (2012), dicen que los tipos de agresión más comunes que se llegan a vivir en la infancia

son la agresión verbal y emocional. En dicha etapa de la vida se reciben diversos tipos de

burlas, insultos por parte de niños como de nuestros padres u otros adultos. Nos dicen que
somos: “Mal criados (as), haraganes, vagos(as), lentos(as), no podemos hacer nada”, etc. Esto

ocasiona que de solo oir tantas agresiones que nos lanzan empezamos a creerlas. Es de esta

forma que las ganas por aprender, pensar o actuar en la vida se van y nos sentimos incapaces.

Siebert (2007) complementa la anterior idea comentando que el detrimento de la

autoestima es originado por la violencia dirigida hacia el infante quebrando su confianza y de

esta forma dándole ideas erróneas de su incapacidad y de no tener potencialidades, esto afecta

en el valor que se tiene a sí mismo, generando que se sienta poco a poco un fracasado.

Resiliencia

Es la capacidad de poder tolerar cualquier tipo de maldad o mal vivencia que se haya

tenido, así como ansiedad, problemas que se hayan tenido y a pesar de ello hacer las cosas

correctas, resistencia ante nuestras dificultades. Para Wagnild y Young (1993), la resiliencia

sería una cualidad de la personalidad que puede ajustar los efectos del estrés y la ansiedad, etc y

fomentando. Ello connota vigor o fibra emocional y se ha utilizado para describir a personas

que muestran valentía y adaptabilidad ante los infortunios de la vida.

Componentes de la Resiliencia.

Existen varios autores que dan diferentes clasificaciones a la Resiliencia, sin embargo,

nosotros nos centraremos en los componentes mencionados por Wagnild y Young (1993) ha

planteado un constructo el cual contiene elementos los cuales contribuirán en la configuración

de la resiliencia: ecuanimidad, tiene que ver con aquellas las personas que se mantienen

calmados en tiempos de turbulencias, uno puede actuar de manera impulsiva frente a amenazas

y ellos no lo harán; sentirse bien solo, tiene que ver con la sensación de estar separado de la

influencia de las demás personas y no sentirse atado por creencias, uno se siente bien siendo

uno mismo; confianza en sí mismo, trata más que nada de la capacidad de expresarse uno
mismo sin algún tipo de vergüenza frente a los demás, defendiendo como se siente uno mismo

o en todo caso defendiendo a las demás personas, a la vez realizar actos que vayan con la

mentalidad propia; perseverancia, tiene que ver con la firmeza con la que se obra en pos de la

satisfacción propia, para alcanzar las metas fijadas en la vida, satisfaciendo nuestras

expectativas.

Factores de personalidad relacionados a la Resiliencia

Las primeras formulaciones teóricas que desarrollan la resiliencia fueron empezadas por

Rutter (1985, 1987), Werner (1989) y Werner y Smith (1982), le dieron énfasis a las

dimensiones que están relacionadas a la personalidad que diferencias a los infantes que llegan a

vencer las desgracias, de aquellas personas que se deprimen, sofocan y tienen angustia por los

factores de riesgo, estos podrían ser: que diferencian a los infantes cuando superan difíciles

situaciones de la vida, tales como son el maltrato infantil por parte de padres o madres o en

todo caso responsables de ellos, de aquellas personas que sufren de ansiedad y caen y vuelven a

caer y no se levantan a causa de la depresión esto debido a los por los factores de riesgo, como:

la aproximación activa y la evocación dirigida al problema que se quiere resolver, de esta forma

se transmiten una serie de momentos vividos donde las emociones son producto de

experiencias de riesgo; la técnica que se desarrolla en la infancia para poder tener una atención

positiva de los demás; una mirada alegre de sus experiencias; la destreza de mantenerse

optimista a pesar de las dificultades; la pericia de estar alerta y con independencia; la

inclinación de estar en búsqueda de diferentes experiencias; y el punto de vista dinámico que se

pueda tener en la vida. Además, una investigación más actual de Angel (2003) evidencia que la

Resiliencia posee 3 atributos principales: el entendimiento y admisión de la realidad, una honda

convicción en que la vida llega a tener un sentido, y un ingenio para crear soluciones a
problemas. Se habla de un tipo de creatividad que nos da la habilidad de improvisar soluciones

a problemas, esto sin el uso de alguna herramienta o medios externos a uno.

Niveles de Resiliencia.

Wagnild y Young (1993) pone de manifiesto tres niveles de resiliencia los cuales son:

mayor resiliencia, resiliencia moderada o escasa resiliencia, en la cual se pueden reconocer de

forma rápida los vínculos afectivos, que tendrán relevancia en el desarrollo del carácter y

temperamento (personalidad) esto dependerá de la forma en que se desarrolla a lo largo de su

vida. Wagnild y Young alegaron que los 3 niveles se diferencian, pero llegan a tener semejanza

el uno con el otro ya que se utilizan para calificar el afrontamiento a las dificultades de las

personas.

Personas con mayor resiliencia: Son capaces de identificar las causas del problema

para así poder identificar el motivo original de este, tienen un buen manejo de sus emociones,

evitan pensar en cosas negativas y ante todo saben mantener la calma ya que se les caracteriza

por su pasividad, son realistas, muestra un alto grado de autoconfianza, son empáticos y

constantemente se automotivan.

Personas con resiliencia moderada: Comparten similitud con las personas con mayor

resiliencia, sin embargo; pueden presentarse inseguros al comentar sobre su valor personal, son

optimistas, se muestran lo suficientemente maduros para poder resolver problema en momentos

de contingencia, son personas que pueden adaptarse ante las diversas situaciones, aunque habrá

momentos de insatisfacción para el logro personal. Denota conductas pertinentes en el manejo

de las emociones, y pequeñas dificultades dentro de la satisfacción personal, son perseverantes

y se muestran ecuánimes en diferentes situaciones.


Personas con escasa resiliencia: Muestran poca capacidad ante situaciones desafiantes,

tanto físicas o psicológicas, La baja capacidad de recuperación puede afectar su autoestima,

debido al poco manejo de sus emociones, se muestra pesimista, apático y vulnerable ante los

problemas, tiene poca ecuanimidad y confianza en sí mismo, muestran bastantes dificultades

para comunicarse y defender su punto de vista ya que temen la opinión de los demás. Muestran

poca satisfacción personal ya que no logran cumplir con los objetivos esperados. Se les

dificulta formar amistad con persianas desconocidas.

Características de la Resiliencia

Werner y Smith (1982) elaboraron una investigación en la que se utilizaron jóvenes en

la cual se encontraron con bastantes problemas personales, familiares y sociales, de las cuales

sobresalieron las cualidades como la estima propia, la inteligencia de interiorizar sus ideas, un

desempeño moderado de bases comunicativas, autodeterminación, iniciativa para realizar sus

objetivos, y por último desempeñaron un buen pensamiento crítico, así mismo ayudando a

fomentar el crecimiento personal de los jóvenes, para que se puedan desempeñarse como

personas mayores estables.

Lara et al. (2001), describió que los menores que presentaron características resilientes

pueden presentar una motivación en el impulso para conseguir sus metas, y una mejor

capacidad para relacionarse de manera adecuada con los demás, mostrar la autosuficiencia o

capacidad para cuidar de sí mismo, comportamientos relacionados con la resolución de

problema, menor catastrofismo frente a situaciones difíciles y humor básico positivo.

Saavedra (2005), opina que las respuestas de resiliencia estarán en función según la

meta que los estudiantes se propongan, sustentado en cómo se abordará el problema de la mejor

forma. Pedromonico y Sapienza (2005) comenta que los jóvenes resilientes obtienen una mejor

capacidad para expresarse de manera adecuada, ser autosuficientes ante los posibles problemas
que uno se pueda enfrentar, la capacidad del autoconocimiento y la buena relación que estos

deben tener con los demás.

Resiliencia y adolescencia

Jabela et al. (2015), comenta que el joven está obligado en relacionarse con la sociedad,

incluyendo, ya sea de otro género, señala retos que tienen que alcanzar, los cuales serían los

siguientes: el buen desempeño académico, realizar una buena proyección a futuro, en la cual

requieren estrategias como capacidades, obteniendo ya cognitivas como conductuales,

provocando una mejora en las etapas ya mencionadas

Morales (Citado por Jabela et al.2015) en la etapa de la adolescencia, cumple un factor

determinante la capacidad de resolver problemas, ya que se producen cambios externos,

mientras el adolescente va cambia va avanzando en sus experiencias, las exigencias

relacionadas a las metas que el adolescente pueda tener son cada vez más exigentes.

La idea de Morales se puede reforzar según Sibalde (2020), en la cual mencionan que la

proyección a futuro anhelada del adolescente o el deseo de este por tener un futuro prometedor

tiene conexión con el proceso de la resolución de problemas, sin embargo, en un escenario

negativo, el adolescente realiza estrategias para poder llevar estas adversidades de la mejor

manera, con el fin de alimentar sus metas o deseos.

Modelos teóricos de la resiliencia

El “Mándala de la Resiliencia” de Wolin y Wolin (1993). Según Wolin y Wolin

(Rosado, 2018) referencian a la resiliencia como una fuerza que se involucra directamente en

los problemas que tiene el niño o el adulto para salir adelante, esta fuerza no trata de esquivar

los problemas que se tengan si no de encararlos, en la cual nombra que la persona con la

cualidad resiliente presenta las siguientes características siendo una de estas la introspección,
comprendido como la capacidad para ordenar nuestros pensamientos y reflexionando sobre

estos, así como también nuestras emociones y actitudes. También teniendo en cuenta la

autonomía, de la que es acreedor el niño teniendo en cuenta sus límites, las relaciones con los

demás, su habilidad para poder confraternizar o crear lazos afectivos, protegiendo la iniciativa,

así como las cualidades que tenga al momento de enfrentarse a lso desafíos con la intención de

poder enfrentarlos, un buen sentido del humor es la forma en la que la persona podría

tranquilizarse y ver el panorama de mejor forma para mantener un nivel de creatividad,

armonía a partir del caos y finalmente la conciencia que se mantiene entre el bien y el mal.

El Modelo del Desarrollo Psicosocial de Grotberg (1996). Comenta que la capacidad

en la resolución de problemas es oportuno, no solo por la capacidad de afrontar situaciones

adversas, sino también porque las demás personas muestran un interés hacia la salud mental y

emocional.. Los factores que mencionamos son, el factor “Yo tengo”, el cual hace referencia al

apoyo que reciben las personas de los demás, apoyando el desarrollo personal de la misma, por

consiguiente, el factor “Yo soy”, dentro de esta se encuentra las cualidades, fortalezas internas;

conservando la alegría y admiración por ayudar al prójimo.

Modelo de Resiliencia de Richardson (1990). Richardson (citado por Roque, 2020)

Argumenta que es un etapa la cual tiene que atravesar la persona para hacer frente a

experiencias negativas, haciendo mención a posibles consecuencias que se puedan presentar,

para poder tomar una decisión de manera responsable. Un factor importante para este autor es

la reintegración asertiva, ya que con esto la persona puede amortiguar las adversidades

negativas, haciendo que el individuo tenga cuatro formas de reintegrarse.

Modelo Teórico de Wagnild y Young (1993). Fórmula que una cualidad de la

personalidad sería el formar una coraza frente a las adversidades en las cuales puedan ser

sobrellevadas.
En el ámbito internacional Alvarado (2013), planteó un estudio en Madrid, el cual

participaron 507 jóvenes pertenecientes a tres instituciones diferentes, dentro de una sola

comunidad, en la cual se evaluó una alta exposición de violencia familiar en adolescentes de

esta población en general, también se consideró estrategias disfuncionales las cuales obtuvo un

puntaje elevado indicando muchas consecuencias en la salud, un bajo enfoque de resiliencia y

con puntajes elevados de escasa resiliencia en situaciones socio-familiares y riesgo individual.

Pinheiro (2022), elaboró una investigación en Estados Unidos, cuyo objetivo fue

evaluar el tipo de maltrato y observar su relación con la resiliencia, contó con una muestra de

250 alumnos expuestos ante algún tipo de maltrato, en el cual obtuvo puntajes similares a la

anterior investigación ya que la mayoría de los adolescentes obtuvieron una escasa resiliencia,

sin embargo, ahonda más en identificar factores protectores y la asociación de la resiliencia

como un proceso dinámico más que un proceso de pasivo, de atributos individuales estables, es

decir tuvo como objetivo apoyar una discusión profunda entre la resiliencia y la mejor

adaptación de los jóvenes obteniendo como resultados que a mayor resiliencia mayor

individuos estables, y a menor factores protectores mayor vulnerabilidad ante la mejor

adaptación de los adolescentes.

Moran (2017), realizo un estudio en Chimbote la cual tuvo como objetivo medir la

capacidad ante la resolución de problemas en adolescentes institucionalizados en un centro de

residencial, su población estuvo conformada por 37 adolescentes entre las edades de 10 a 18

años tanto hombres y mujeres obteniendo resultados moderados de resiliencia en la cual se

estudiaron tres grupos según edades, en el primer grupo se consideró las edades de 10 y 13

años, en el segundo de 14 a 16 años y el tercero de 17 a 18 años, se observó que el sexo

masculino obtuvo puntajes superiores de resiliencia a los del sexo femenino mientras que en la
dimensión de satisfacción personal las mujeres presentaron un mayor nivel de resiliencia de un

cincuenta por ciento.

Carvo y Contreras (2017) hicieron una investigación en Lima cuya finalidad fue

examinar y comprobar de qué manera intervino el programa de Resiliencia “Juntas ante la

Adversidad” mediante el cual participaron 11 madres adolescentes que fueron víctimas de

abuso sexual en un Centro de Atención Residencial, la aplicación de este programa aumento

significativamente los factores de Insight, la iniciativa, moralidad, humor e interacción, sin

obtener resultados positivos en relación de la independencia y la creatividad, por lo tanto la

investigación nos ayuda y recomienda a seguir utilizando este tipo de programas de resiliencia

para mejorar esta problemática social.

Cardenas (2018), efectuó un estudio el cual fue realizado en la ciudad de Lima, teniendo

como objetivo señalar la conexión entre las variables de autoestima y resiliencia en los jóvenes

de un centros de atención residencial de índole católico, la investigación tuvo una muestra de

104 jóvenes, tanto del sexo femenino y masculino, considerando las edades a partir de los 10 a

20 años, los cuales fueron albergados tras su estado de abandono. Según los resultados se

encontró una relación positiva entre resiliencia y autoestima, lo cual indicó que mientras mayor

puntaje en autoestima, mayor puntaje en resiliencia, además identificaron sus niveles de

resiliencia y los resultados obtenidos fueron que el 57.7% de los adolescentes ostentan una

resiliencia moderada, luego el 23.1% presentan escasa resiliencia y el 19.2% tiene mayor

capacidad de resiliencia. Estos resultados difieren con los antecedentes mencionados

anteriormente.

Victoria y Rodríguez (2017) realizaron un estudio en la ciudad de Arequipa con el

objetivo de determinar la relación entre resiliencia y programas de vida en adolescentes en


situación de abandono, involucrando a adolescentes de 13 a 17 años que se encontraban

internados en centros de atención residencial, 20 hombres pertenecientes al San Luis Gonzaga.

albergue y 33 mujeres pertenecientes a un convenio relacionado para salvaguardar el bienestar

de los niños. Los resultados obtenidos fueron que el mayor porcentaje de adolescentes

exhibieron un nivel medio de resiliencia, luego se observó que el mayor porcentaje de

adolescentes se encontraban en estado de abandono El centro residencial de la ciudad de

Arequipa exhibió un nivel moderado de definición de proyecto. Vivir, encontrar Resiliencia y

Elementos Vivos tuvieron una relación positiva significativa, especialmente con el área

motivacional; los elementos de vida tuvieron una correlación significativamente alta con el

factor de determinación de la resiliencia.

Apaza (2017) realizó una encuesta en Arequipa con el objetivo de determinar el

impacto de la violencia intrafamiliar en la resiliencia de los adolescentes de 12 a 18 años y

confirmó que casi la mitad de los adolescentes evaluados habían vivido experiencias físicas y

psicológicas dolorosas y violentas. , de los cuales el 26,0% vio a los padres del adolescente

como agresor; asimismo, el 18,0% fue víctima de violencia sexual, física y psicológica, y el

12,0% vio a sus padres como agresor. Por otro lado, el 64,0% de los adolescentes mostró

resiliencia alta, es decir, mostró habilidades y valores propios, y supo afrontar los retos que se

les presentan de forma positiva.

Revata Rodríguez (2010) realizó un estudio en Lima titulado No Correlation Between

Resilience and Abuse. Es decir, tanto la resiliencia como el comportamiento ofensivo son

independientes, pero ninguno depende del otro. Finalmente, la violencia en las instituciones

educativas de Moquegua se presenta tanto entre niños como entre niñas. De nuevo, más de la

mitad de ellos tenían baja persistencia.


El estudio posterior de Meneses (2014) en Juliaca tuvo como objetivo específico

identificar los niveles de resiliencia de los jóvenes que intentaron suicidarse en el Hospital El

Collao de Ilave. De acuerdo con los resultados obtenidos, el 86,2 % presenta una resistencia

“baja a media”, pero el 75,9 % de los jóvenes manifiesta que se comunica con su familia con

regularidad y el 2,1 % manifiesta que tiene una buena comunicación en la familia.

Marín (2021) realizó un estudio en el municipio de Huánuco, que tuvo como objetivo

determinar el nivel de resiliencia personal de las niñas que fueron abusadas sexualmente en

Huánuco antes y después de la aplicación de su proyecto “Continúa”, Niñas abusadas

sexualmente. obtuvo un porcentaje de 64% (nivel bajo), 18% nivel medio y muy bajo, pero

luego de la aplicación del programa “Adelante” se ha comprobado su efectividad ya que el

Post-test, el cual arrojó que el 64% de las niñas estaban se ubica en el nivel medio, y el 36% se

encuentra en un nivel alto La diferencia en el nivel de los factores de resistencia individuales

antes y después del examen. También podemos afirmar que en cuanto a la protección general

de los derechos de los niños y jóvenes, el Subcapítulo 3, Inciso 1 establece que en la expresión

de los derechos de los jóvenes, se determina como principio general, y el principio de los

menores en todo caso y intereses prioritarios.

Mediante el Ministerio de la Mujer (2016), las resoluciones a favor o en contra de los

niños, niñas y jóvenes en situación de abandono o desprotección familiar serán temporales o

permanentes para garantizar los derechos de los menores y la convivencia de las familias.

Asimismo, la Defensoría del Pueblo (2010) señaló el accionar de organismos creados por el

Estado, que se especializan en comprender las carencias materiales o emocionales de los

factores de desarrollo de los niños y adolescentes, que se promueven en familias

disfuncionales, para mejorar y reducir el nivel de violencia contra los niños y darles mejores

oportunidades.
Hipótesis

Hipótesis general

Si existe relación entre la violencia familiar y la resiliencia en adolescentes de un centro

de atención residencial de la ciudad de Arequipa.

Hipótesis Nula

No existe relación entre la violencia familiar y la resiliencia en adolescentes de un

centro de atención residencial de la ciudad de Arequipa.

Capítulo III: Método

Diseño

El estudio es de enfoque cuantitativo porque busca medir y estudiar estadísticamente las

variables mencionadas; es de diseño no experimental, ya que el motivo del estudio no es

manejar variables sino analizar el violencia familiar en conexión a la resiliencia; es de corte

transversal, porque en un punto concreto se hará el sondeo, obteniéndose los datos que son

necesarios para poder pasar al tratamiento de datos, también las variables a tratar no están

sujetas de alguna forma a la manipulación del investigador y de tipo correlacional porque se

pretenderá entenderla forma en que se puede llegar a dar la resiliencia en concordancia con los

diferentes tipos maltratos de los que son víctimas los adolescentes (Hernández Sampieri y

Mendoza, 2018).

Muestra
Se seleccionará a los participantes por medio de un muestreo no probabilístico por

conveniencia. Serán partícipes del estudio 120 adolescentes varones y mujeres de un centro de

atención residencial, con edades que oscilan entre los 12 y 17 años, los cuales pertenecen al

departamento de Arequipa. El muestreo que se aplicará será el no probabilístico puesto que no

existe intención de universalizar las conclusiones de la investigación a la población de

adolescentes víctimas de maltrato en Arequipa; el método de selección de participantes será

por conveniencia siendo las unidades estudiadas ya reclutadas en un solo espacio físico y el

acceso a la institución seleccionada depende de las posibilidades que posa del equipo de

investigación (Otzen y Manterola, 2017). Los criterios de inclusión considerados es que los

adolescentes no vivan con los padres o el agresor y como criterio de exclusión, adolescentes en

los cuales se refiera algún déficit cognitivo o discapacidad física.

Instrumentos

Escala de Resiliencia de Wagnild y Young (RS)

Los autores de la RS fueron Wagnild y Young, presentado en el año 1993 en Estados

Unidos, con la finalidad de evaluar la resiliencia y sus niveles; Castilla et al. (2014) en la cual

efectuaron una investigación con una muestra de 427 personas, las cuales oscilaron edades

entre 11 y 42 años de la ciudad de Lima Metropolitana,

El instrumento está conformado por 25 ítems los cuales están distribuidos en cinco

dimensiones siendo: la confianza y la satisfacción de estar solo (9 ítems), constancia o

perseverancia (3 ítems), mesura o ecuanimidad (4 ítems), autoaceptación (6 ítems) y 3 ítems de

validez. Su administración puede ser tanto para adolescentes como para adultos siendo ya

colectiva o individual. Tiene 4 rangos como pauta de calificación, siendo: un alto puntaje (148-

175), promedio (140-147), bajo (127-139) o muy bajo (25-126)


- Ecuanimidad: Evalúa un punto de vista equilibrado acorde a las experiencias de la

propia persona, toma las cosas mesuradamente, regulando las actitudes ante la adversidad

- Confianza y satisfacción de estar bien solo: Es equivalente a la libertad y la

importancia de que somos únicos y muy importantes.

- Perseverancia: Es consecuente y persiste ante las dificultades o el desánimo, tener

un fuerte anhelo de logro y autocontrol.

- Autoaceptación: Conoce y acepta el significado de la vida y cómo se construye en

esta.

Mediante un análisis factorial se realizó la validez de constructo, en la cual se

emplearon medidas de adecuación Kaiser-Meyer-Olkin (KMO), logrando un puntaje de 0.919 y

el Test de Esfericidad de Bartlett presenta un valor de 3483,503 significativo al p< 0,01;

adicional a ello los cuatro componentes explican el 48.49% de la varianza total. Indicando una

elevada consistencia interna en el coeficiente alfa de Cronbach (α= .906).

Escala de Violencia familiar

Esta escala fue elaborada por Chauca (2018) en Perú- Lima. La finalidad de la autora

fue construir una escala de violencia familiar (EVF) en el cual se pueda medir la variable de

violencia con las características psicométricas adecuadas, se obtuvo una muestra conformada

por 1300 jóvenes de una institución educativa que comprenden edades a partir de los 12 a 17

años.

El instrumento cuenta con 10 ítems con alternativas tipo Likert, encontrando las

dimensiones: Violencia física (cuenta con 3 ítems), violencia psicológica (cuenta con 2 ítems),

violencia sexual (cuenta con 3 ítems) y violencia por negligencia (cuenta con 2 ítems). Siendo

de una administración tanto colectiva como individual, para ser aplicados en el ámbito

educativo o en el campo de la investigación.


Se muestra como indicadores los golpes, los gritos, las burlas, los tocamientos

indebidos o chantajes, también se considera la despreocupación por la salud o el negar la

alimentación, siendo medibles en tres niveles: bajo, medio y alto.

Se aplica pidiendo a los encuestados que escuchen las instrucciones, dejando claro los

objetivos de la prueba, enfatizando las alternativas convenientes que tienen los evaluados hacia

la prueba, siendo: nunca, casi nunca, casi siempre y siempre.

Procedimiento

Para obtener el permiso de la institución en mención se solicitará el permiso al director

a través de una carta explicando los objetivos del estudio, luego de su consentimiento se

aplicará el asentimiento informado y los que deseen ser parte del estudio voluntariamente

pasarán a la etapa de evaluación con la dos escalas y la ficha sociodemográfica. Es importante

mencionar que al ser una población vulnerable se iniciará el primer contacto con una dinámica

sobre comunicación asertiva (temática neutral al objetivo del estudio) y generar rapport con los

adolescentes. En cuanto a los aspectos éticos se tomará muy en cuenta el principio de

autonomía en decir que si en algún momento el participante desea pausar o desertar de la

evaluación lo podrá hacer sin ningún inconveniente y la información recolectada será usada

únicamente para el objetivo del estudio. Finalmente, los datos serán procesados en el programa

estadístico JASP versión 16.2

Análisis de datos

Para continuar con el contraste de la hipótesis se llevará a cabo el examen de normalidad

con la prueba de Shapiro Wilk verificando el p valor, de esta forma se aplicará la estadística

paramétrica o no paramétrica correspondiente, siendo la R de Pearson o la Rho de Spearman

respectivamente. También se aplicará una prueba comparativa en grupos independientes según


la normalidad encontrada. Por último, se efectuará la estadística descriptiva para resolver los

objetivos específicos, en este apartado se tomará en cuenta la media, mediana junto con las

tablas de frecuencia.

Confiabilidad y validez:

En cuanto a la validez el instrumentó fue analizado por 10 jueces expertos,

seguidamente pasó por un análisis factorial exploratorio (AFE) encontrando un KMO entre

0.500 y 0.680 para cada dimensión; también se realizó una correlación con otras variables

como comunicación y funcionalidad verificando p valores inferiores a 0.001. En cuanto a la

confiabilidad se encontraron los siguientes valores: Violencia física obtuvo un puntaje de

0,701, en violencia psicológica un Mc Donald de 0.742, violencia sexual obtuvo un puntaje de

0.753 y en violencia obtuvo 0.890, siendo resultados de Cociente de omega Mc Donald

(Chauca, 2018)

Ficha sociodemográfica

Se consultará a través preguntas categóricas datos relacionados a la convivencia familiar y

situación actual de cada participante.


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Anexo 1: Asentimiento Informado

Formulario de Asentimiento informado

Responsable: Calderon Mamani Anyela Valery, Laura Pacuri Diego

Email: diego.laura@ucsp.edu.pe- anyela.calderon@ucsp.edu.pe

Presentación:

Hola nuestros nombres son Anyela Calderón Mamani y Diego Laura Pacuri, somos estudiantes de

la carrera de psicología y estamos muy interesados en tu participación sobre las características de

tus vivencias pasadas así como también de las actuales.

Te invitamos a participar de nuestra investigación, tienes que saber que los resultados y la

información que nos brindes serán completamente confidenciales y anónimas, puedes interrumpir

tu participación cuando desees y ello no te afectará ni tendrá repercusiones negativas en ti.

Muchas gracias por tu atención.


Leí y entendí el Formulario de Consentimiento informado de forma voluntaria y acepto participar

en esta actividad, Se que puedo dejar de participar en esta actividad en cualquier momento.

SI NO

Firma: _________________________ Fecha: _________________________

Ficha sociodemográfica

● Edad: _________

● Marque Sexo :

● Grado en el que te encuentras estudiando?

_______________________________________________________

● ¿Cuánto tiempo vives en el albergue?:

1. De un dia un mes

2. De dos a cinco meses

3. De seis meses a un año

4. De un años a más

● ¿Tienes hermanos?

SI NO

● De ser así, ¿ellos viven contigo en el centro residencial?


SI NO

● ¿Con quienes vivías antes de estar en el albergue?

A) Papá y mamá

B) Solo mamá

C) Solo papá

D) Otros familiares que no sean mis padres

E) Otras personas que no sean mis familiares

https://docs.google.com/document/d/1RCkHAEpdSrIyLDXwPF3GoJt-

6Igt4AQHZaS-CgvEHas/edit?usp=sharing

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