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ESTRUCTURA INTERNA DE UN GUIÓN TEATRAL

La estructura interna clásica de un texto dramático está dada por:


Inicio o introduccción: se presentan los personajes, el lugar y el principio de la
acción.

Desarrollo o nudo: donde se inician los acontecimientos centrales, se complejiza


la acción y se genera un conflicto.

Desenlace o final: momento en donde se resuelve el conflicto.

Sinopsis:
La obra se desarrolla mediante cuatro personajes -Un Hombre, Una Mujer, Un
Adolescente y Un Juez- que no interactúan entre sí pero que a través de sus
respectivos monólogos y monodialogos -diálogos ficticios a través de un teléfono u
otro medio de comunicación- permiten al público ir hilando la trama; misma que
consiste en las situaciones de divorcio de dos parejas distintas y que no se conocen
pero que crean en el publico la ilusión de ser pareja y padres del adolescente, ilusión
que se rompe en el desenlace.Para el desarrollo de la trama se propone el uso de
una base circular y giratoria, dividida en cuatro partes iguales, mismas que integran
cada uno de los escenarios donde los cuatro personajes realizan sus respectivos
monólogos y monodialogos. Debe haber una ventana, real o ficticia entre el
escenario tres y el cuatro, además de un acceso cubierto con una cortina entre el
acceso cuatro y el uno porque un mismo actor caracteriza a los personajes de éstos
dos escenarios y así podrá cruzar de un escenario a otro con tiempo para cambiar
de atuendo -se propone que bajo un atuendo traiga puesto el del otro personaje,
para simplemente quitarse uno y quedar transformado en el otro personaje-.
Personajes:
Lúdico: Es un alegre y bienintencionado adolescente de 14 años cuyos padres están
en proceso de divorcio y peleando su custodia, situación que le provoca una
profunda crisis existencial pues el ama a los dos y quisiera estar con ambos, partirse
en dos o, mejor aún, que se reconcilien… al final encuentra una macabra solución
para evitar seguir siendo el objeto mediante el cual sus padres pretender mostrarse,
el uno al otro, cuan poderosos e influyentes son, se quita de en medio colgándose
de una viga.
Amargot: Es la madre de Lúdico, tiene 34 años, es contador público y aparece en
uno de los monólogos analizando su situación y dialogando telefónicamente con su
abogado, su amante y otros personajes de algún modo involucrados en su divorcio.
Vittorio: Es un hombre de 43 años que trabaja como profesor de matemáticas para
poder solventar los gastos de la casa, sin embargo no fue suficiente, también está en
proceso de divorcio, pero muestra disposición a perdonar la infidelidad de su
esposa, mujer a la que ama y con quien tiene un hijo adolescente, no es el esposo
de Amargot pero sus monólogos y monodiálogos telefónicos crean la ilusión de que
si lo es.
Juez: Personaje interpretado por quien interprete a Lúdico. Sus monólogos
permitirán conocer el progreso de ambos casos de divorcio pero de igual modo
crearan la ilusión de que Amargot y Vittorio son pareja y padres de Lúdico.
Anotaciones:
1.- Las partes en mayúscula y sombreadas con gris son los diálogos de los
interlocutores ficticios que no son escuchados por el público -salvo en los casos que
se indique y siempre a criterio del director- y obviamente, no son dichos por los
actores.
2.- En el escenario uno debe de haber una puerta.
ESCENARIO UNO:
En una recamara con la cama sin tender, posters de rock y deportes, lubricantes,
cajas de pizza en el suelo, consola de videojuegos y… todo lo que comúnmente
tiene un adolescente de 14 años en su cuarto; observamos a un chico con uniforme
escolar (camisa blanca, sweater rojo y pantalón azul marino) desfajado, el sweater
amarrado a la cintura, tiene el control del videojuego en la mano; cuando percibe la
mirada del público emite una fingida sonrisa…
—Hola, no los había visto…
Ríe un poco, se mueve de manera simpática un poco exagerada.
— …me llamo Lúdico y tengo 14 años; soy hijo único y hasta ayer solía hacer honor
a mi nombre jugando felizmente y durante horas…
Muestra el control del videojuego al público pero repentinamente lo arroja a la
cama explotando anímicamente de manera depresiva…
—Solo que hoy me enteré de la peor noticia que puede tener un hijo: ¡Mis padres se
divorcian! Dirán que no es el fin del mundo, que le pasa a muchos pero… siento
como sí lo fuera…
Se queda profundamente serio y cabizbajo, habla mirando al suelo y sin levantar la
cara al tiempo que camina meditabundo de un lado a otro…
—No se acaba el mundo de ustedes, pero sí el mío; es verdad que prácticamente
nunca estaban pero… ya no tendré mis mañanas de domingo en medio de mis
padres… no podré correr a abrazarlos cuando meta gol…
De repente levanta la cara y empieza a hablar con una expresión de ira, de furia…
—Y todo porque de repente, mi madre descubrió que ya no ama a mi padre que
disfruta más estando con mujeres… ¡así es! Después de quince años de matrimonio
la señora descubrió que es lesbiana…
Se cubre el rostro y llora desconsoladamente mientras agrega…
—¡Mi madre una lesbiana! ¿Por qué hasta ahora? ¿No podía haberse dado cuenta
antes de embarazarse de mí, de mí… su único hijo… el más guapo del salón? Bueno,
al menos el más simpático…
Alguien toca la puerta, Lúdico hace como que no escucha pero como el visitante
insiste, opta por abrir… cuando abre la puerta le entregan una pizza…
—¡Mmmm! Mi favorita, seguro me la mando Gina…
Voltea hacia el público y dice:
—Gina es la novia de mi mamá, trata de comprarme con detalles como este; a mí no
me compran con esto pero, como dicen por ahí… ¡agarren la despensa y después
¡tomen su voto…!
Busca entre sus bolsillos pero no encuentra dinero, muestra al público la vaciedad
de las bolsas de su pantalón.
—Sorry brother pero esta vez no hay propina…
—¡NI NUNCA…!
—¿Cómo que nunca te doy propina? El otro día te convide una rebanada de mi
pizza, ¡igualado este…!
Lúdico cierra la puerta y se dispone a disfrutar de su deliciosa pizza…
SE APAGAN LAS LUCES Y SE GIRA LA PLATAFORMA PARA MOSTRAR EL SIGUIENTE
ESCENARIO.
ESCENARIO DOS:
En una oficina limpia y bien ordenada se encuentra una mujer de pie, tiene 34 años y habla
por teléfono. Camina agitada, con pasos muy similares a los de su hijo Lúdico. Viste
pulcramente con traje formal y sobre el escritorio se observa claramente un letrero que dice
CONTADORA.
—A ver licenciado, lo del divorcio no está en discusión, la cuestión es que se asegure de que
mi hijo se quede conmigo, si no me puede garantizar eso dígamelo para buscar otro
abogado, ya sabe que por dinero no paramos…¿Me ha de ganar el fracasado de mi
exmarido…? -ríe burlescamente-.
Se dejan las pausas suficientes para simular el tiempo en que habla el ficticio interlocutor
cuya voz no escucha el público, la mujer escucha lo que le dice su abogado.
—LEGALMENTE, EL MAESTRO SIGUE SIENDO SU MARIDO.
—Sí ya sé que legalmente sigue siendo mi marido, pero para mí, ya es un ex y ahí, en el
corazón, la ley no tiene injerencia.
Amargot cuelga el teléfono pero sigue hablando de manera histérica: mueve las manos sin
sentido, se sirve licor, lo toma y mantiene su monologo de locura con breves pausas para
beber nuevamente, lo hace dirigiéndose al público.
—¡Como es una estúpida de joven! ¡mira que fijarme en un maestrito! Si ni siquiera era
guapo… ya no recuerdo ni porque me lo ligué. Ah… sí, parecía tener estabilidad y como no
sabía ni quien era el padre de mi bebé, el profesor apareció como el candidato perfecto,
bueno, perfecto no… adecuado.
Ahora se mueve de manera coqueta, como si en una pasarela de moda se encontrara…
—No fue difícil conquistarlo, era fácil ver su necesidad de amor, y aquí entre nos…
Se lleva una mano a la boca y agrega en tono de secreto…
—Era virgencito…
Ríe de manera burlescamente cruel…
—¿Increíble no? ya tenía como 30… Aunque en su caso no era ninguna virtud… digo, a mí
nunca me gustó, pero en aquel momento entré en pánico y creí que lo necesitaba…
Se agarra la cabeza y agrega…
—¡Que estúpida…! Con un aborto me habría evitado todo esto…
La fémina hace una pausa, se acerca a una mesita y llena nuevamente su copa para
continuar contando sus reflexiones al público.
—Bueno, siendo honestos… tampoco voy a negar que hizo su mejor esfuerzo; era generoso
en la cama, se preocupaba tanto de mí y en su momento resulto ser un buen padre; es tan
inocente, cree todo sin cuestionar, jamás reprochó que el niño naciera a los 6 meses…
Ríe nuevamente con saña y burla notorias…
—Se vino antes mi amor…
Vuelve a reír…
—De que los hay los hay… ¿o no?
Sorbe nuevamente el líquido de su copa.
—Con los años me encariñé de él, como de un perro; y mientras él se desvivía trabajando en
una y otra escuela para darnos una vida semi-decente yo podía invertir mi sueldo en verme
bien, acabar mi carrera, abrir mi despacho y en disfrutar de una vida de casi soltera; él me
hacía de nana mientras yo acababa de vivir mi juventud…
Se queda pensativa, se lleva el dedo a la boca como buscando cuidadosamente las
siguientes frases…
—¡No iba a truncar mi vida por un chamaco! Y así, entre fiesta y fiesta pues, fui conociendo
gente… hasta que descubrí a Gina, creo que ningún hombre me habría hecho dejar a
mi maribruto, pero Gina…
Amargot deja la copa en el escritorio y cierra los ojos con gesto de estar recordando algo
extremadamente placentero, se toma los pechos pero despierta con la reacción del
público…
—¡Ay! Perdón…
Ríe, se sonroja y cubre medio rostro con ambas manos, deja libres los ojos para mantener el
contacto con el público…
—Me olvide de que estaban aquí, pero es que cuando pienso en Gina, me olvido de todo…
Vuelve a caer en trance pero cuando está a punto de agarrarse los pechos nuevamente, su
mano derecha golpea a su izquierda con una simulación de bipolaridad, como si una mano
fuera la cordura y la otra la desenfrenada lujuria.
—¡Ay! ¡Ya! Quietecita…
Regaña a la mano lujuriosa y se acerca a la copa para tomar más vino, se calma un poco y
sigue relatando al público…
—Y es que nunca imaginé que una mujer me haría disfrutar más que un hombre… ¡Y
créanme que he estado con muchos; flacos, altos, chaparros, ricos, pobres, mamados… pero
Gina…
Se chupa los labios y vuelve a moverse con mucha sensualidad pero esta vez sin tocarse los
senos…
Gina conoce las necesidades de mi cuerpo, sabe que tengo un clítoris y, además… La
naturaleza le dio una lengua más diestra que la de los Rolling Stones…
Hace una pausa esperando la reacción del público y continúa…
Y aunque no tiene reata, sí me dio un Mercedes; a mí maribruto le dije que me lo gane en
los sorteos del Super y con eso bastó…
Se burla nuevamente…
—Como si el Super regalara Mercedes Benz…
De repente se pone melancólica y agrega…
—Pobrecillo, si no fuera por la presión de Gina no lo dejaba pero, ella lo vale todo. Eso sí, mi
hijo es mío y me lo quedo, aunque no pienso decirle que no es de él, digo… de algo me ha
de servir la pensión alimenticia…
SE APAGAN LAS LUCES Y SE GIRA LA PLATAFORMA PARA MOSTRAR EL SIGUIENTE
ESCENARIO.
ESCENARIO TRES
En un salón escolar con un pintarrón donde se distingue un problema matemático
relacionado con la Ley de la Gravitación de Newton y a medio resolver, se encuentra un
hombre en sus 40s con ropa de académico pobre y lentes baratos de alta graduación -los
llamados lentes de botella-; mientras analiza el problema del pintarrón, se acerca a una
ventana y da la impresión de hablar con alguien que no es visto ni escuchado por el
público…
—Ya lo sé maestro, las mujeres de hoy son liberales, no necesitan de un hombre para
sostenerse e incluso, como en mi caso, ganan el doble o hasta el triple que uno… pero eso
no tiene nada que ver con la honestidad…
Voltea al público y lo involucra con preguntas directas, incluso dándole tiempo para que le
respondan, obviamente sin contestar ningún comentario, es decir, es importante apegarse
al guión -salvo mejor opinión del director-.
—¿O ustedes que piensan? La honestidad no tiene nada que ver con la liberación, si una
mujer ya no quiere a su hombre debe ser honesta y simplemente decírselo…
Hace estos cuestionamientos con expresión de inseguridad en el rostro, como quien habla
de algo de lo que no está realmente seguro.
—Uno es capaz de entender cuando ya no es suficiente, cuanto el encanto alcanzó su fecha
de caducidad…
El hombre cae en profunda depresión y se acerca a la ventana… Se agarra la oreja
simulando que no alcanza a escuchar bien…
—Más fuerte maestro, casi no te escucho…
Brinda un espacio para simular el tiempo que le toma escuchar a quien está detrás de la
ventana.
—¡Ah sí! Ya conozco ese argumento, Los traidores lo son más por cobardía que por deseo
de lastimar que lo hacen como con un trabajo nuevo, inventan enfermedades para ir a las
entrevistas sin arriesgarse a perder el que ya tienen…
Se altera notablemente y se dirige al público…
—¡Qué poca madre! Una relación de pareja no es como un empleo, se supone que hay amor
o al menos afecto… algo de amistad… ¡joder! creo que al, menos merecía su respeto
Tira dramáticamente su cabeza y llora sin recato y de manera desconsolada…
—Soy el padre de su hijo, aunque matemáticamente nació demasiado pronto… yo le creo,
yo mismo nací prematuro…
Vittorio se acerca al pintarrón y agrega algunos números al problema, como tratando de
escapar de aquella situación ridícula, el maestro de la ventana le habla pero sigue
concentrado en el problema matemático…
—Un segundo maestro, creo que ya lo tengo… ¡Ah, sí! Newton tenía razón, tarde o
temprano, nos vamos a ir a la mierda… Las orbitas se ampliaran más y más hasta que la
tierra se salga de su órbita y nos perdamos en el espacio…
Luego se acerca a la ventana y dice…
—Perdón maestro, ¡sí te escuche eh! Solo que me absorben las leyes del movimiento…
Vittorio hace pausas simulando escuchar lo que le dice el maestro de la ventana.
—NO ENTENDO NADA DE MATEMÁTICAS.
—Sí, ya sé que no entiendes de esto pero te aseguro que es más útil que tus teorías
psicológicas… sin las matemáticas no habrían computadoras, ni smarthphones, ni satélites…
En cambio, si no hubiera psicólogos nos ahorraríamos un buen de lana y tiempo…
Ríe cínicamente y se vuelve nuevamente al público…
—No sé qué voy a hacer sin ella, menos si logra quitarme a mi hijo, y de seguro lo va a
lograr. Este sistema podrido siempre favorece al poderoso, al que puede pagar y en este
caso…
Camina melancólico…
—No puedo pagar un abogado, en cambio su nueva pareja ya le contrató un bufete de los
más caros, quien será ese cabrón… Aunque, bueno, él que culpa tiene, si ella lo prefiere yo
no puedo hacer nada… supongo que ha de ser más joven, rico, mejor dotado…
Después de decir mejor dotado con ambas manos hace un ademan mientras mira hacia su
pene… luego regresa su atención al público…
—¿Por qué se quiere quedar con mi hijo si ella es quien falló? ¿Porque me tengo que irme
yo de la casa si ella fue quien cometió adulterio? ¿Qué mierdas le pasa?

Verde- desenlace
Rosa- Nudo
Azul- introducción

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