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Tratamiento facial

Un tratamiento facial mejorar la piel nos ayuda revitalizarla, mejorarla y


mantenerla. La piel está expuesta diariamente a los elementos y a la
contaminación y al sol. Los faciales incluyen una serie de tratamientos de
belleza diseñados para devolverle al rostro su aspecto terso y saludable
equilibrando la piel y dejándola suave y fresca para una sensación de mimo
y relajación.

El cuidado de la piel es un arte y a la vez una ciencia. Una buena esteticista


le orientará acerca de las diferentes opciones preguntándole sobre su tipo
de piel, las zonas más problemáticas y su estilo de vida antes de hacerle
una recomendación.

Tratamiento facial se puede manejar unos 30 minutos para un mini


tratamiento facial y hasta dos horas para un tratamiento completo. Algunos
resultados se harán visibles inmediatamente y otros no podrá observarlos
hasta un par de sesiones después.

¿EN QUÉ CONSISTE UN TRATAMIENTO


FACIAL?
Los métodos para mantener un rostro perfecto van desde aplicaciones de
cremas, inyecciones, o láseres, hasta intervenciones quirúrgicas.

Un tratamiento facial consiste en una variedad de procesos no invasivos, es


decir, de procesos sin hacer uso del bisturí. Al contrario de los tratamientos
con cirugías, los tratamientos faciales se aplican directamente sobre la
superficie del rostro, lo cual es menos costoso y los resultados son más
naturales.
Son muchas las razones para aplicarse un tratamiento facial, ya sea para
mejorar la apariencia, como para tratar un mal severo.
¿EN QUÉ ME AYUDA EL TRATAMIENTO
FACIAL?
Una parte importante de un tratamiento estético facial son los cambios
favorables en el tejido de la piel, estos van desde embellecer el rostro, hasta
devolverle a tu cara la frescura perdida a largo de tiempo.
Estas son algunas de las aplicaciones más importantes en un tratamiento
facial:
LIMPIA A FONDO EL CUTIS
Una de las técnicas más utilizadas en los tratamientos faciales, es el peeling
facial, que consiste en la eliminación de las células muertas en la primera capa
de la piel. Esto además permite una mayor efectividad en los tratamientos
que nos vayamos a realizar posteriormente.

Para ello se productos específicos exfoliantes ya sean físicos o químicos,


que retiran las células muertas de la piel. igualmente, se hace uso del vapor,
que ablanda los poros para después poder hacer una extracción con mayor
facilidad y más suave.
También puede aplicarse mascarillas faciales para conseguir mejores
resultados. Existen muchos tipos de mascarillas, cada una de ellas sirve
para un tipo de piel, suelen personalizarse con el tratamiento, aplicando la
mascarilla necesaria para conseguir unos resultados específicos, ya sea
luminosidad, hidratación, nutrición, calmantes o reducir pequeñas marcas
de acné.

Los productos revitalizantes son otra opción para aumentar el brillo en la


piel, sobre todo cuando está maltratada por el sol.

Para saber qué tratamiento facial es mejor para ti, depende de las deficiencias


del rostro, ya sea porque necesite una hidratación más profunda, o bien
tratamientos de rejuvenecimiento.

RENUEVA TUS CÉLULAS


Si quieres saber qué es un tratamiento facial, debes de estar al tanto de la
renovación celular, tan necesaria para obtener una buena apariencia.
Las células externas viven en constante renovación para ocupar el lugar de
las que han perdido sus propiedades. Sin embargo, en ocasiones no se da
con la rapidez necesaria, o no logran desprenderse del todo.

La solución que se utiliza para estos casos consiste en la limpieza de los


poros con vapor para eliminar los restos de células viejas, que a su vez
contribuye a la aparición de nuevas células. De esta forma, se eliminan
tanto las asperezas como la opacidad.

También es posible estimular la renovación de las células usando una luz


led. Este, que es un tratamiento facial novedoso, ha demostrado ser un
estimulante de proteínas, como el colágeno.

DESAPARICIÓN DE MANCHAS
La delicadeza de cada piel es única, por esta razón algunas pieles son más
propensas a la aparición de manchas que otras, ya sea por la exposición al
sol, o al contacto con un agente químico, entre otros motivos.

Muchas veces el maquillaje acumulado en el rostro es el motivo de las


manchas en el contorno de los ojos, las mejillas o en la frente. La forma
más efectiva para retirar estos restos de maquillaje es a través de una buena
limpieza de cutis y una buena rutina de cuidado diario.
No obstante, en la mayoría de las ocasiones, las manchas son el resultado
de un desajuste en las células por su pigmentación. En este caso, el método
que se utiliza es el tratamiento despigmentante facial, que se aplica para
eliminar los tonos oscuros hasta llegar al tono normal de la piel.
¿CUÁNTO DURA UN TRATAMIENTO?
La media de duración de un tratamiento facial puede ser de 30 minutos,
para aquellos más sencillos, y hasta 2 horas para aquellos más avanzados,
como lo es el tratamiento facial antiarrugas.

En otros casos, como el plan depurativo de nuestro centro Marta Aguayo,


tiene una duración de 90 minutos, ya que es el más completo.
Sea cual sea el tratamiento, una vez termina la sesión ya es posible
observar mejoras que ofrecen en muchos de ellos, y en algunos de estos
tratamientos, sólo es necesario asistir una vez.

Sin embargo, recomendamos realizarse un tratamiento facial de forma


periódica para mantener el cuidado de la piel de la cara durante el año. Lo
más habitual es continuar asistiendo a los centros para impedir el deterioro
de la epidermis.

Asimismo, la edad, el estilo de vida de la persona, su lugar de trabajo o el


ambiente donde vive a veces aceleran los daños. En nuestro centro
podemos ayudarte a que encuentres el tratamiento facial que más se
adecúe a tus necesidades.

Esperamos que hayas podido resolver todas tus dudas acerca de que es un
tratamiento facial y sus principales usos. Entra en nuestro blog para conocer
más consejos de belleza de parte de nuestro equipo.
Si quieres probar por ti misma lo que es un tratamiento facial no dudes en
ponerte en contacto con la Estética Marta Aguayo.

El primer paso para cuidar tu cutis es conocerlo en profundidad. Y es que a todo


el mundo le gustaría presumir de piel suave, luminosa y tersa, pero el camino
para llegar hasta este objetivo varía en función de los tipos de piel.
Ahora bien… ¿sabrías decirnos qué tipos de pieles existen? Muchos se
preguntan: “¿qué tipo de piel tengo?” Si no tienes la respuesta clara ¡estás en el
lugar correcto! En el artículo de hoy analizaremos las clases de piel más
comunes y os propondremos varios tipos de tratamiento facial en Sevilla ideales
para que tu piel esté sana, bonita y perfecta siempre. ¡Empezamos!
¿Cuántos tipos de piel hay? ¿Qué tipo
de piel tengo?
Para poder darle a nuestro rostro y a nuestro cutis el cuidado que necesita,
debemos identificar qué tipo de piel es la nuestra. ¿Cuántos tipos de piel hay?
Existen cinco clases básicas: la normal, la seca, la grasa, la mixta y la sensible.
Cada una posee unas cualidades que la hacen fácilmente reconocible y que os
contamos a continuación. Veamos los tipos de piel y sus características.

Veamos todo tipo de pieles:


características de piel normal
Es aquella que tiene el equilibrio perfecto, ni muy grasa, ni muy seca. Es decir, la
hidratación y la grasa están en armonía, dando lugar a las características de piel
normal: una piel suave, elástica, sin apenas impurezas, con los poros pequeños y
un color homogéneo.
Aunque este sea el tipo de piel “ideal”, también necesita cuidados. Por ejemplo,
es recomendable realizarse un tratamiento de peeling en Sevilla una vez al año
para estimular la piel y favorecer la regeneración celular. También, los
tratamientos con vitaminas son una opción perfecta para darle un extra de
luminosidad e hidratación a la piel normal.

Diferentes tipos de piel facial: la piel


seca
Cuando notamos que nuestra piel está más áspera de lo normal, parece apagada e
incluso se irrita con facilidad, estamos ante una piel seca. Esta clase de cutis no
retiene la humedad adecuadamente y esa carencia de hidratación hace que sea
menos elástica, más tirante y en ocasiones, pueden aparecer hasta manchas o
rojeces.
La mesoterapia facial en Sevilla es ideal para aquellas personas con cutis seco.
Esta técnica facial hidrata en profundidad, nutre y estira la piel, le da un aspecto
terso y luminoso a la tez y evita la aparición de flacidez, muy importante para
este tipo de piel más propensa a la aparición de arrugas.

Más clases de piel: la piel grasa


La piel grasa se caracteriza por generar más sebo del necesario. Es uno de
los diferentes tipos de piel más fáciles de identificar ya que, como consecuencia
de esa producción excesiva de sebo, la piel está muy brillante, tiene los poros
grandes y visibles y presenta de forma usual acné, espinillas y puntos negros.
Para las pieles grasas son fenomenales los beneficios del peeling facial en
Sevilla con ácido retinoico, que actúa contra la glándula sebácea y el peeling con
ácido salicílico, que acelera el cambio celular y ayuda a eliminar las marcas de
acné.

Otros tipos de cutis: la piel mixta


La piel mixta, una de las más comunes, se caracteriza por la combinación en el
rostro de varios tipos de piel (grasa, normal y seca). Normalmente, las personas
con estos tipos de piel facial tienen la zona de la frente, la barbilla y la nariz más
grasa, mientras que las mejillas presentan un cutis entre normal y seco,
dependiendo de cada persona.
Una buena opción para estos casos es la combinación de varios tratamientos,
como mesoterapia facial y peeling.

Piel sensible, otro ejemplo de tipos de


piel del rostro
De los tipos de cutis este es el más delicado a los factores externos. La
contaminación, los rayos del sol ultravioletas, las temperaturas extremas o el
estrés hacen que la piel sufra más de lo normal, provocando tirantez, picor o
rojeces.
Normalmente, las personas que sufren dolencias dermatológicas como la
cuperosis, la dermatitis o la piel rosácea suelen tener la piel sensible. Por suerte,
también hay tratamientos diseñados para acabar con estos problemas, como el
tratamiento con láser para tratar la cuperosis y disminuir el enrojecimiento que
ofrece Clínica Menorca.

¡A tener en cuenta! Los tipos de


pieles también cambian
Aunque los tipos de piel del rostro vienen definidos por nuestra genética, ésta
también evoluciona y cambia a lo largo de la vida. Puede que los cambios se
deban a factores internos, como la edad, el estrés, la alimentación o los cambios
hormonales, o que estén provocados por factores externos, ya sea por la
contaminación, la exposición a temperaturas extremas o el sol.
Por lo tanto, la piel no es un elemento inalterable, sino que se transforma y
nosotros debemos estar al tanto de esos cambios para adaptarnos a sus cuidados y
las nuevas necesidades que requiera.

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