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El uso del bandoneón en el Uruguay

En “El tango y su mundo”, Daniel Vidart escribe:


“...
En Montevideo las orquestas, puro ritmo visceral, no tenían acordeón; en los peringundines
porteños herederos de las casas de baile, la inmigración italiana injerta los organitos y los
acordeones, y con ellos el tango empieza a llorar, a prepararle el camino a las letras
lacrimosas, a las elegías con cornudos y minas espiantadas
…”
Vidart, nacido en 1920, recuerdo en el mismo libro una fiesta de las tìpicas de “bailongo con
los compases desencontrados de un acordeón y una guitarra”. Ese binomio aún hoy se
cultiva en infinidad de cantinas de Montevideo y el interior. A modo de ejemplo el dùo de
Leonel Gasso con Julio Cobelli (video youtube) interpretando una versión “a la parrilla” de
“La Cumparsita”.

Quienes discuten el carácter rioplatense del tango, en contraposiciòn con el denominado


“tango argentino” aportan una anècdota referente al desconocimiento de lo orientales

Cuarteto de Pacho Maglio con Guitarra de 9 cuerdas.


Interesante ver el bandoneón a la antigua o sea con caracteres distintivos de las
concertinas: válvula de aire hacia adelante, orificios para emisión de sonido hacia delante,
probablemente con posibilidad de incorporarle “cornetines”.
Un antepasado del autor, junto a otros vecinos de la zona, aparentemente afectada por el
trazado de un nuevo tramo del camino departamental que conducìa a Montevideo,
(probablemente cerca o quizá debajo mismo de la actual ruta Interbalnearia, antiguamente
ruta 9), presentan solicitud pública en “EL Porvenir”

En varias ediciones de “El Porvenir” (https://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/39170) sobre


fines de 1883, aparecen ancestros mios, al igual que en el “Almanaque de El Siglo para 1899”, donde se
publicita un emprendimiento familiar, en el rubro de Almacenes.de comestibles y bebidas.
En el mismo almanaque vemos que la oferta musical, en lo referente a venta de instrumentos
En “La Paz”, bajo la redacción y dirección de José Pedro Varela y concebido como “órgano
de las ideas radicales”, se publica el 6 de octubre de 1872 el ingreso por el “introductor”
(hoy diríamos importador) Ernesto Quincke “el despacho de Aduana de 1 cajón de
acordeones, entre otros bienes ingresados al país por este comerciante (que además trajo
en ese despacho zapatillas y botines).
Este importador, (http://aturuguay.50webs.com/TelegrafiasinhilosenUruguay.htm) tambien
recibió autorización por parte del entonces denominado “Ministerio de Fomento”, en
Montevideo el dia 12 de noviembre de 1904, para este “representante de la Compañía de
telegrafía sin hilos, sistema "telefunken" para instalar en la costa del Cerro, en el saladero
de los señores Amaya e Irigoyen una Estación telegráfica sin hilos con el objeto de
comunicarse con el portón "Gil Blas" colocado a la altura del puerto de la Plata, con la usina
de la compañía Alemana Transatlántica de Electricidad de Buenos Aires, situada en la
Boca, con los vapores de la Compañía Hamburguesa Sudamericana.”
Destacamos aquí su vinculación con esa compañía de origen alemán. Como puede verse
(http://bibliotecadigital.bibna.gub.uy:8080/jspui/handle/123456789/47864?mode=full) existió
un registro de comerciantes alemanes en Montevideo (“Aufnahmen : Handels &
Geschäftshäuser Deutscher und Deutschredender in Montevideo”) lo cual hace probable
que trajeran, además (o siendo los mismo objetos) tanto acordeones como está
documentado, como bandoneones.
En “La Musica en el Uruguay”
(https://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/43126?mode=full) Mirta Amarilla Capi comenta que
“la guitarra y el acordeón formarán "la orquesta campesina"”.

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