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ESCUELA SUPERIOR DE GUERRA NAVAL

XXVII CURSO CEDEYAC

Curso de Dirección Estratégica


para la Defensa y Administración
de Crisis

El Poder de una Nación: La evolución


del Proceso Estratégico Nacional para
la Defensa

Marcelino Villaverde Aguilar


mvillaverde@cip.org.pe

2015
I. INTRODUCCIÓN

Tener una visión positiva del futuro es esencial para los países, pues es la imagen
positiva de sus ciudadanos la que definirá el país que deseamos. Una vez definido la
visión del país, el otro aspecto que debemos definir son las estrategias que nos
llevará a pensar generalmente en qué queremos ser en el largo plazo.

Según el Dr. Fernando de D’Alessio1, los dos los factores que impactan en el
desempeño de los gerentes en el Perú, es el cortoplacismo y la especialización, es
decir, que los gerentes, y por qué no decirlo, nuestros líderes, han procurado tener
siempre resultados en el más breve plazo y su visión está centrada en su
especialización. Estos factores, son tal vez los que influyen en el tipo de planificación
estratégica cortoplacista que tenemos como país, ya que los diferentes presidentes
de republica que hemos tenido siempre se han concentrado más en el resultado de
su gobierno (periodo de cinco años), que en el de realizar una planificación de
estrategias de desarrollo en los diferentes sectores productivos del país, con
proyectos que trasciendan su gestión. Este enfoque de pensamiento, centrado más
en lo que se quiere como gobierno, en lugar de pensar en lo que se requiere como
Estado, estaría reflejando la falta de una Visión del país que queremos o aspiramos
ser. Siguiendo este orden de ideas, podríamos establecer entonces, que el Proceso
de la Planificación Estratégica desarrollado y llevado a cabo a lo largo de los años
en el Perú son los que han hecho el Perú de hoy, con todas sus debilidades y
fortalezas.

En el escenario actual, nuestro país se encuentra en constante competencia con


otras naciones en un entorno muy dinámico, lo que nos obliga a definir una visión de
país, no sólo para nosotros, sino para las futuras generaciones de peruanos que nos
seguirán, pues son nuestras decisiones de hoy las que deciden sobre los recursos
naturales, la forma de hacer comercio, el tipo de educación que se brinda a nuestros
hijos, nuestra historia, nuestros héroes, etc. Sin una visión de país, ni visión de
futuro, nuestro país sólo se adecuara a las condiciones del entorno, pero no en un
País que es capaz de cambiar o definir estos factores.

II. EL PROCESO ESTRATEGICO

El proceso estratégico es el proceso por el cual un País formula o define objetivos


orientados hacia su visión. A través de este proceso, se plantean las estrategias que
nos llevaran a la situación futura que se desea. El objetivo es lograr que los futuros
dirigentes piensen como hacer una gran nación en términos estratégicos, evitando
los errores y las improvisaciones del pasado. En este sentido, se ha vuelto
imprescindible y vital, el disponer de un método de pensamiento que nos permita
conducir los acontecimientos económicos, científicos, tecnológicos, industriales y
psicológicos, en lugar de soportarlos. Es allí donde radica la importancia del proceso
estratégico.

Toda decisión consiste en pasar de las ideas a la acción y, en este tránsito, la


Estrategia es la que busca darle intencionalidad a la acción, respondiendo a un
razonamiento inteligente y no a causas que no tengan un sentido aparente, concreto
y practico. Es aquí en donde el plan estratégico nacional se constituye en una

1
La Estrategia en la Gerencia, Dr Fernando D'Alessio. https://www.youtube.com/watch?v=20TSi5RV8NE
1
herramienta que permita desarrollar un nuevo concepto de país y formar una visión
hacia dónde dirigirnos, modelando las estrategias necesarias para lograr los
objetivos como país, definiendo claramente los horizontes de tiempo, sectores
responsables y el financiamiento de largo plazo que se necesita. Este plan es el que
debe ser concordado y respetado por los diferentes actores políticos obteniendo su
compromiso con la visión de país que queremos. Tal vez, sea este el mayor reto de
nuestro país, considerando el nivel y la calidad de la clase política que tenemos.

Otro factor que debe ser considerado en el plan estratégico nacional, es el cómo
defender lo que hemos ganado como país. Como es lógico en las sociedades
modernas, nuestro país debe prever los mecanismos y el financiamiento de las
estrategias de la defensa nacional, lo que nos permitirá defender los logros
obtenidos en todos los sectores, evitando retroceder en el resultado de los objetivos
que hemos venido obteniendo.

Lidell Hart2 proponía que la potencia combativa no es sino uno de los instrumentos
de la gran estrategia nacional y que existen otros, tales como la presión financiera, la
diplomática, la comercial y, no de menor importancia, la presión ética, que sirven
para debilitar la voluntad del oponente. De esta forma, actualmente nuestro país
cuenta con inversiones importantes de varios países, como es normal en una
economía de libre mercado. Sin embargo, es importante considerar el
comportamiento histórico y actual de aquellos países cuyas acciones se hacen
necesarias analizar, sobre todo, si su comportamiento en el tiempo no ha sido
necesariamente en favor del país. Dentro de los factores de riesgo a evaluar es si las
inversiones de este país podrían apoyar un tipo de invasión comercial y financiera,
así como el lograr el apoyo de determinados medios de comunicación (prensa, radio,
Tv, Internet) que emitan campañas de desprestigio de la clase política peruana y de
su sociedad en general, que a la larga podría significar un tipo de debilitamiento de
nuestro sistema político, social y económico, promoviendo el individualismo y el
enfrentamiento entre peruanos. La pregunta que surge en este escenario, es si
estamos, como país, realizando estrategias que puedan identificar y mitigar estos
riesgos.

Cuando Beaufre3, analizaba el efecto de Hitler en Alemania, indico: “por carecer de


una estrategia, hemos sido constantemente incapaces de comprender las maniobras
mediante las que se trataba de reducirnos”. También manifestaba que uno de los
elementos esenciales de la Estrategia ha sido comprender, más rápido que el
adversario, las transformaciones de la guerra, para estar en mejores condiciones de
prever la influencia de los nuevos factores, sean ellos políticos, económicos o
tecnológicos.

Por iluso que parezca, carecer de una visión estratégica como país y no definir las
estrategias sobre el cómo defenderlo, nos puede conllevar a no percibir maniobras
de países extranjeros que puedan tener como objetivo geopolítico en el futuro, el de
hacerse con los recursos del Perú. El proceso estratégico nacional debiera servir
entonces, para definir la visión de país que queremos y orientarla como propósito de
la política, y nunca debemos perder de vista que “la Estrategia debía constituir una
de las disciplinas importantes, por ser un medio de acción de la Política”.

2
Lidell Hart, B.H., “Estrategia. La aproximación Indirecta”.
3
Beaufre, André, “Introducción a la Estrategia”.
2
III. EL DESARROLLO NACIONAL

Cuando hablamos de desarrollo muchas veces lo asociamos con crecimiento, sin


embargo el desarrollo no alude necesariamente a indicadores de progreso,
incremento en los promedios o procesos de crecimiento macroeconómico, es decir,
no sólo debería basarse en números, sino que está relacionado con el despliegue de
las capacidades humanas y la calidad de vida de los ciudadanos de un País.

El desarrollo nacional se concibe como el proceso de creación, ampliación o


incremento racional, sostenido y sustentable de las condiciones económicas,
sociales, políticas, científica-Tecnológicas y militares, etc, que permiten alcanzar
crecientes niveles de bienestar general de la población, un objetivo que ha sido
esquivo, incluso en tiempos en los que la economía peruana ha tenido importantes
“indicadores de crecimiento económico”, los que a pesar nuestro, aún sigue siendo
no percibida por un número importante de ciudadanos.

El incremento racional, sostenido y sustentable de las condiciones económicas


consiste en realizar un uso racional de los recursos naturales y en una distribución
equitativa de la riqueza, sin poner en peligro las posibilidades de mejorar la calidad
de vida de las futuras generaciones. El incremento racional de las condiciones
políticas consiste en elevar la calidad de la democracia mediante la consolidación del
Estado de Derecho y la estabilidad jurídica, como medio fundamental para garantizar
la gobernabilidad. El incremento racional de las condiciones sociales consiste en el
fortalecimiento de la familia, el acceso generalizado a la educación, la nutrición y la
salud para garantizar la igualdad de oportunidades para la sociedad en su conjunto.
El incremento racional de las condiciones científicas tecnológicas consiste en
favorecer el desarrollo en todos los campos de la actividad nacional, mediante la
inversión en ciencia, tecnología e investigación y el fomento de la innovación. El
incremento racional de las condiciones militares consiste en garantizar un nivel
adecuado de disuasión para evitar o contrarrestar las amenazas que pudieran poner
en riesgo la supervivencia y vigencia del Estado Nación.

En suma el Desarrollo Nacional se alcanzará mediante la creación de las


condiciones sociales, políticas, económicas, militares, etc., que posibiliten que la
persona humana se desenvuelva armónicamente, de modo que le permita la plena
expansión de sus facultades; ello demanda la necesidad de incrementar la
capacidad que tiene el hombre, no solo para transformar la realidad que le circunda,
sino también para transformarse así mismo.

IV. FACTORES DEL DESARROLLO QUE DEBEMOS PROTEGER.

Para poder dimensionar nuestro sistema de seguridad y defensa nacional, es


necesario saber y conocer qué debemos proteger. En este sentido, es necesario
mencionar algunas cifras y factores relevantes, como por ejemplo, que el Perú posee
una superficie de 1'285,215 km2 de área terrestre, incluidas sus islas y 200 millas en
su espacio marítimo; y que es el tercer país más grande de América del Sur,
después de Brasil y Argentina.

Nuestro país cuenta con un gran potencial basado en sus dimensiones


geoestratégicas que lo ubican y caracterizan como un país marítimo, andino,
amazónico, con presencia en la Cuenca del Pacífico y en la Antártida y con
3
proyección geopolítica bioceánica. La ubicación central y occidental del Perú en
América del Sur, favorece su posición de nudo natural de comunicaciones terrestres,
ferroviarias, marítimas y aéreas, facilitando el tráfico comercial y turístico recíproco
en toda la región, constituyéndose en un pivote y centro estratégico para las
comunicaciones terrestres, ferroviarias, fluviales, marítimas y aéreas de esta parte
de América.

Con un litoral de 3,080 kilómetros de longitud, el Perú es un país eminentemente


marítimo, con características hidro-oceanográficas particulares que facilitarían la
construcción de infraestructuras portuarias adecuadas a las necesidades futuras del
comercio marítimo. El río Amazonas, además de ser navegable desde territorio
peruano hasta el Océano Atlántico, materializa la proyección geopolítica bioceánica
del Perú y convierte al territorio peruano y brasileño en una plataforma de acceso a
dos grandes océanos que llama a explotar las ventajas del acceso estratégico a
enormes mercados ubicados en ambas cuencas.

V. OBJETIVOS Y POLITICA DE INVERSIÓN DEL ESTADO PARA LA DEFENSA


NACIONAL

Según el libro blanco de la Seguridad y Defensa Nacional4 (LBSDN), la Política del


Estado para la Seguridad y la Defensa Nacional, se basa en la concepción de una
visión geopolítica y geoestratégica orientada a la valoración de los múltiples recursos
reales y potenciales, así como a los retos y amenazas que el Perú debe superar. En
la humilde interpretación del autor, esto quiere decir que el Estado valora los
recursos que se requiere proteger, y genera una contradicción con otra afirmación,
según el cual, la Seguridad y la Defensa Nacional es un bien público sujeto a una
ponderación costo-beneficio que toma en cuenta el anhelo de la sociedad de
alcanzar el desarrollo, en condiciones de seguridad.

He aquí nuestra primera divergencia, pues la tranquilidad de una nación se ve en el


día a día de los Ciudadanos, la tranquilidad al comprar, al vender, al dirigirse al
trabajo sin problemas, al poder ejercer el derecho de la libre elección. Todas estas
actividades del Ciudadano se ven reflejadas en su día a día, de tal manera que la
Defensa Nacional si se podría considerar como algo tangible, reflejada en la
tranquilidad de los Ciudadanos, algo que podemos ver y sentir en cada uno de
nosotros.

Otra definición del LBSDN sobre la Seguridad y la Defensa Nacional, es que se trata
de una función de carácter social -como son la salud pública, la educación y la
seguridad ciudadana- que el Estado conduce y financia a fin de garantizar a la
sociedad un clima de seguridad como condición necesaria para el desarrollo,
consistente principalmente en la atracción de inversiones y el incremento de las
tasas de crecimiento económico. Asimismo, indica que el tema de la asignación de
recursos fiscales, es materia de debate permanente, debido a que los recursos del
Estado son insuficientes para atender adecuadamente las necesidades de los
sectores. En este escenario el Estado soporta una fuerte presión social basada en la
necesidad de incrementar el gasto público para priorizar las demandas sociales
insatisfechas.

4
http://www.mindef.gob.pe/vercontenido.php?archivo=menu/libroblanco/index.htm
4

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