Centro Universitario Tecnológico.

Asignatura:
Comunicación Oral y Escrita (432).

Licenciada:
Wendy Marcela Lagos Montoya.

Tema:
Historia Colectiva.

Unidad:
4.

Fecha; 13 de agosto de 2023

 Integrantes.

Heydy Leticia Alvarado (32321298)

John Deyvid Meléndez Pacheco (32341272)
Aneth Monserrat Lara (32141032)
Lesman Said Córdova Licona (32341305)
 La promesa
En un pueblo de Santa Rosa de Copan, Honduras vivía un adolescente llamado Nacho,
un joven con bajos niveles educativos, y carente de muchos valores morales,
acostumbrado al robo, vandalismo extorción entre otras malas costumbres, educado de
una manera incorrecta. Creció sin un padre, su madre hizo el papel de padre. Justamente
en medio de un ambiente, no muy apto para un joven, Nacho también se enfrenta a una
situación un poco desesperante, debido a que su madre se encuentra en un estado de
salud bastante vulnerable. Nacho se sentía muy agobiado por la falta de recursos
económicos para poder apoyar a su madre con los medicamentos que necesitaba, para
su pronta recuperación, pero debido a que no tenía los estudios necesarios, no podía
optar por un empleo, para ayudar en la enfermedad de su madre, y el sostén económico
del hogar.
Un día por la mañana Nacho muy desesperado llega a casa de otro joven, que era
conocido por todos en el barrio como “Canino”, solicitando su parte del dinero que le
correspondía del robo que habían realizado durante la semana, pero ese dinero lo tenía
una tercera persona que fue asesinada por la policía, y la cual había decomisado el
dinero, por ende, había sido un trabajo en vano. Otros de sus amigos. Después de recibir
esta noticia Nacho, sentía que su mundo se derrumbaba.
Unos de sus amigos que era parte del grupo delictivo, conocido simplemente como “el
canino” (nadie más sabia su nombre, pues era allegado al pueblo), le brindó un consejo
que él había experimento durante su estancia en la prisión donde había estado tiempo
atrás. Le dijo que para poder salir de esa situación se encomendara ala “Santa Muerte”,
la cual era muy milagrosa, pero tenía que prometer algo y no fallar en su promesa.
Nacho aun dudoso, y temeroso, porque había crecido bajo el seno de una madre
católica, se negó rotundamente y le pidió “al Canino” que dejara de hablar mentiras que
eso no existía, que él no haría promesas con cosas de brujerías. Después de algunas
anécdotas que él había vivido logró convencer a Nacho le indico que tenía que hacer, y
lo refirió con la bruja del mercado, la cual, sin pensarlo dos veces, le dio las cosas que
necesitaba, y como iba por referencia de su amigo “El canino”, la santera le dio las cosas
a Nacho, pero fue muy enfática, en que la promesa que hiciera con “la señora”, también
así llamada la “Santa Muerte”, Le explico a Nacho que, si fallaba en dicho juramento,
pagaría las consecuencias con su vida o con la de sus seres queridos.
Ya una vez con todos los elementos, para realizar el rito, Nacho se dirigió a su hogar e
hizo el altar de “la señora”, luego de hacer la oración expreso lo siguiente, la cual era su
promesa: “Señora si tus curas a mi madre, te prometo apartarme del mal camino, y
convertirme en hombre de bien. “, terminando de decir estas palabras un fuerte viento
azoto la habitación, donde Nacho había, puesto el altar.
Al día siguiente, Nacho, al despertar vio que su madre estaba totalmente, bien de salud,
sin rastro de ninguna enfermedad, dolores, fiebre y haciendo sus quehaceres del hogar.
Ahí se convenció, de que la “Señora” le había realizado su promesa. Al ver Nacho esto,
decide empezar a buscar un empleo, para si el pagar la parte a que el corresponde del
pacto que realizó. Días después empezó lavando autos en el mercado del pueblo. Un día
su mamá mientras realizaba la limpieza descubrió el altar y se molestó con Nacho, ya
que ella era practicante de la religión católica y enojada tiró todas las cosas del altar a la
basura. Mientras en el mercado donde Nacho trabajaba, como un humilde lavador de
coches, miraba a lo lejos un señor de negocios que recibía, una fuerte cantidad de dinero,
Nacho sin pensarlo dos veces le dio seguimiento al señor, para robarle todas sus
pertenencias y el dinero (Con este acto, Nacho, rompía la promesa que había hecho con
la “señora” o “Santa Muerte”).
Al incumplir su pacto, Nacho empezó a tener pesadillas, las cuales le parecían, reales, en
su casa de habitación, frecuentemente se dan hechos paranormales, aparecían figuras
de la “Santa Muerte”, en cada rincón de la vivienda de Nacho. Mientras la mamá de
Nacho, realiza la limpieza, como era costumbre de cada mañana, se le apareció una
estatua de la “Señora”, y sin dudarlo salió a depositarla en el bote de la basura, su
sorpresa fue mayor cuando entró nuevamente y vio otra imagen, igual, en ese
momento, sale desesperada a buscar ayuda, pero lastimosamente es asesinada por la
“Señora”, debido al incumplimiento de la promesa de su hijo Nacho, mientras el camina
por las calles se siente vigilado y perseguido, por la “Santa Muerte”.
Cuando Nacho regresa a su casa, ve a su madre que fue asesinada, y no encuentra
explicación alguna, del ¿Por qué?, hasta unas horas después recuerda que fue porque el
incumplió la promesa, que había pactado. En una ocasión nacho se encuentra con la
santera que le había vendido los elementos para el altar y le dice que ahora la “la señora”
le esta, persiguiéndole a cada instante.
Nacho al ver que su madre fue asesinada, habla con su amigo, el cual le había aconsejado
hacer el pacto con la “Señora”. Juntos deciden ir donde la santera, para cancelar, la
promesa, ella le dice a Nacho que no será nada fácil, pero que lo va a intentar y lo cita
en el mercado a las 9:00 pm.
Ya una vez llegada la hora acordada, empiezan hacer el ritual, para la cancelación de la
promesa, durante la sesión espiritual un fuerte viento, los azota a los tres, y aparece la
“Santa Muerte”, asesinando a la bruja, y al amigo. Nacho al ver este acto, intenta huir de
ella y lo persigue por todos los pasillos del mercado, alcanzándolo, y no lo asesina, pero
el castigo que Nacho recibió, fue que le sacó los ojos, le corto los pulgares, y queda como
méndigo pidiendo limosna en las calles, por no cumplir su promesa.