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Renacimiento
Andrea Imaginario
Especialista en artes, literatura e historia cultural
En cuanto al arte, dice el investigador Pierre Francastel que se conformaron dos grandes
centros de difusión, a pesar de que el Renacimiento se expresó mucho más allá de esos
límites. Estos dos grandes centros de difusión artística serían:
Antes de más nada, conozcamos las características del arte del Renacimiento y,
seguidamente, comprendamos el contexto y los valores culturales que hicieron posibles
estos rasgos distintivos.
Renacimiento
Miguel Ángel Buonarroti: David. 1501-1504. Mármol blanco. 5,17 m de altura. Galería de la Academia, Florencia.
Aunque el Renacimiento tuvo diferentes expresiones en toda Europa, los estilos e intereses
desarrollados tienen características comunes que nos permiten comprenderlo e identificarlo.
Veamos.
El arte clásico era para los renacentistas la referencia fundamental, tanto al nivel de
contenidos como en lo que a estilo se refiere. Buscaron en la antigüedad clásica la
inspiración y, con ello, renovaron el universo de temas y criterios para la creación estética en
todas las disciplinas.
Simetría, equilibrio y proporción
Renacimiento
Parte de este interés por la antigüedad clásica se expresó en la adopción de estos tres
aspectos fundamentales del cañón clásico: equilibrio, proporción y simetría. No sólo fueron
vistos como elementos estéticos al servicio de la composición elegante, clara y diáfana, sino
como expresión del racionalismo científico y filosófico de la época.
En el arte también penetró el espíritu científico, ya que los artistas estudiaban asiduamente
geometría, anatomía y otras ciencias. Si en la Edad Media las artes plásticas estaban
consideradas artes manuales, por debajo de las artes liberales, durante el Renacimiento se
luchó para que se comprendiera a las artes plásticas como forma de conocimiento.
Estudio de la naturaleza
De acuerdo con Pierre Francastel, a diferencia de la Edad Media, el arte del Renacimiento ya
no es un código de conducta, sino un inventario del universo, por lo cual el hombre comenzó
a pensar en función de las leyes físicas del universo. Se aplicaron conocimientos geométricos,
matemáticos, botánicos, anatómicos, filosóficos, etc.
En las artes plásticas, por ejemplo, esto permitió el desarrollo de los siguientes elementos:
Estudio de la luz diáfana (en detrimento de la luz colorida del gótico), lo que dio origen al
claroscuro;
Estudio de la geometría espacial, lo que perfeccionó la perspectiva lineal o en punto de
fuga.
La relación del arte con el espíritu racional y científico trae consigo la especialización artística
y, poco a poco, los gremios medievales de artesanos dan lugar a los talleres de artistas, con lo
cual el arte gana autonomía como objeto, relegando a la condición de artesanía todos
aquellos objetos subordinados a una función pragmática.
Ante los nuevos cambios, que implican un refinamiento intelectual de los contenidos, el
público se va reduciendo y el circuito elitesco (especialista) se ensancha, aun cuando el
artista se sigue dirigiendo a todos. El arte se vuelve un objeto de distinción social y ya no solo
un vehículo para la promoción de contenidos institucionales.
Temas
Renacimiento
Alberto Durero: La melancolía. 1514. Grabado. 31 cm x 26 cm. Galería Nacional de Arte de Karlsruhe, Alemania.
Si en la Edad Media el arte sacro era más valorado que el profano, en el Renacimiento se
valorará el arte en sí gracias al avance de la secularización, que abrió el abanico de temas. Se
revalorizaron los temas profanos como la mitología, la historia, los individuos, además de los
temas religiosos.
La muerte no solo se reflejó en la preocupación por el más allá medieval, sino que la mirada
antropocéntrica de inspiración grecolatina, que rescataba el placer, favoreció el interés por
los tópicos tempo fugit (fugacidad del tiempo), collige virgo rosas ('corta las rosas, doncella') y
carpe diem (aprovecha el día).
En temas religiosos, fueron de gran interés las madonnas con el niño, en sus diferentes
variantes, las cuales respondían ala creatividad del artistas y los deseos del cliente/patrono.
Géneros
Renacimiento
Rafael Sanzio: Retrato de Maddalena Doni. Óleo sobre lienzo. 65 cm × 45,8 cm. Palacio Pitti, Florencia.
Rafael Sanzio: La escuela de Atenas. 1510-1511. Fresco. 500 cm × 770 cm. Museos del Vaticano, Vaticano.
En cualquier caso, no es de extrañar por qué surgió el Renacimiento y, además, porqué tuvo
su origen en la península itálica. Veamos algunos de los aspectos más importantes.
La peste negra detuvo momentáneamente este crecimiento. Llegó primero a Génova, Venecia
y Mecina entre 1347 y 1348, coincidiendo con la guerra entre los reinos húngaro y napolitano.
La peste se extendió rápidamente por Francia, Inglaterra, España, Rusia y el resto de Europa.
La mortandad producida por la peste negra también trajo consecuencias culturales. Por un
lado, la prostitución aumentó al morir los hombres que sostenían el hogar. Por el otro lado,
muchas personas se entregaron a la satisfacción de sus apetitos carnales ante la amenaza de
la muerte.
Por qué el Renacimiento se llamó así suele ser una de las cuestiones que despierta más
curiosidad. Este período histórico recibió el nombre de Renacimiento por tratarse,
justamente, de un renacer del interés en el pasado grecolatino, de particular importancia
para el orgullo de las ciudades-estado italianas, que se sentían herederas de primera mano
de la gloria imperial.
Pero en tanto que toda Europa occidental había estado bajo el dominio de Roma en el
pasado, aquella tradición cultural no resultaba extraña fuera de los límites de la península
itálica.
La superación de la inmovilidad social propia del medioevo fue también un elemento que
hizo despertar la conciencia de un nuevo orden social y cultural.
Muy pronto el Renacimiento se irradió por toda Europa, convirtiéndose en una auténtica
transformación cultural. Ese nuevo espíritu pujante y optimista ahora centraba la atención en
el ser humano, lo que llevó al desarrollo que una cultura antropocéntrica.
Renacimiento
Leonardo da Vinci: Hombre de Vitruvio. 1490. Tinta sobre papel. 34,4 cm x 25,5 cm.
Humanismo y antropocentrismo
Un valor esencial del Renacimiento es el antropocentrismo, que consiste en hacer del ser
humano el centro de referencia de la vida social y cultural. Parte de este cambio hunde sus
raíces en el humanismo teocéntrico del medioevo, que da lugar al humanismo
antropocéntrico del Renacimiento. Sin embargo, de acuerdo a Pierre Francastel, no se
derrumba la creencia en la divinidad, sino la fe en la esencia mística del mundo.
Racionalismo y cientificismo
Este afán por el pensamiento de los antiguos favorece una vuelta al racionalismo y al
cientificismo. Una gran curiosidad por comprender el universo lo infunde todo. El
Renacimiento retira el velo místico de la naturaleza y decide investigarla y descubrir sus
últimos secretos. Las ciencias experimentan un importante crecimiento derivado por el
interés en la investigación en todas las áreas.
Individualismo
renacimiento
Donatello: Condottiere Gattamelata. 1445-1450. Escultura ecuestre en bronce. 3,5 x 4 metros. Piazza del Centro, Padua.
Con el Renacimiento y todos los valores asociados a este, aparece la ideal del hombre
múltiple y docto, que conoce de todas las ciencias y áreas, y las integra. Es el ideal del gentil-
hombre.
Mecenazgo
El mecenazgo renacentista fue liderado también por sectores seculares, nobles y burgueses,
que buscaban dar honra a Dios, a su ciudad y a sí mismos por medio de la promoción de las
artes. Entre los mecenas más importantes del Renacimiento destacan: la familia Medici, la
familia U!izi, los Gonzaga, los Sforza, los Borgia, los D'Este, entre otros.
Con frecuencia, los mecenas, llamados también donantes, patronos o comitentes, aparecían
en las obras artísticas que promovían. Eso era inadmisible en los tiempos medievales, pero el
nuevo orden cultural del Renacimiento lo permitía.
Si bien es cierto que el pleno Renacimiento ocurre en el siglo XV, algunos autores establecen
en el siglo XIV sus inicios y, por lo tanto, en lo que respecta a las artes y la cultura, comienza el
despertar de una nueva conciencia estética.
Trecento
Renacimiento
Giotto: Maestà di Ognissanti. 1306. Pintura al temple. 3,25 m x 2,04 m. Galería U!izi, Florencia.
Trecento es una expresión italiana que se refiere al siglo XIV, es decir, al ciclo de los años 1300
en Italia. Se trata de la transición al pleno Renacimiento.
Quattrocento
Renacimiento
Sandro Botticelli: Venus y Marte. 1483. Temple y óleo sobre tabla. 69 cm × 173 cm. National Gallery, Londres.
Corresponde a los años 1400, es decir, siglo XV y constituye el pleno Renacimiento. Su centro
de mayor desarrollo estuvo en Florencia. El medievalismo queda atrás y reaparece la
mitología clásica. Se independiza definitivamente la escultura de la arquitectura y se
favorece la escultura de bulto redondo. Se desarrolla la pintura al óleo y aparece el género
del retrato pictórico. Se perfecciona el uso de la geometría espacial. La arquitectura vuelve al
canon clásico grecorromano.
Cinquecento
Renacimiento
Leonardo da Vinci: La Virgen, el Niño y santa Ana. 1503. Óleo sobre tabla. 168 cm × 112 cm. Museo del Louvre, París.
Este período corresponde a 1500 o siglo XVI. El Renacimiento alcanza su máxima expresión y
comienza una nueva etapa llamada manierismo, que convive junto a la tendencia clasicista.
El centro de la producción del Cinquecento estuvo en Roma, donde se financiaron las obras
más extraordinarias del período renacentista, como la Capilla Sixtina.
Se trató de un período que abarcó entre el siglo XV y los primeros años del siglo XVI. Se
manifestó una integración del estilo de la península itálica con el estilo gótico español y otros
elementos de tradición hispana. El plateresco recibió ese nombre debido a la semejanza de
sus patrones decorativos con los trabajos de platería. Tuvo su manifestación en América
durante el período colonial.
Fue un período que abarcó entre los años 1530 y 1560. En esta etapa mermó el interés en la
decoración gótica, considerada finalmente excesiva, lo que dio lugar a la aplicación de los
valores plásticos del pleno Renacimiento, como la austeridad decorativa y la valorización de
la cultura clásica grecolatina.
Período herreriano
escorial
Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Arquitectos: Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera, Juan de Minjares,
Giovanni Battista Castello "El Bergamasco" y Francisco de Mora.
Recibió el nombre de período herreriano por la influencia del arquitecto Juan de Herrera,
quien desarrolló un estilo caracterizado por los volúmenes geométricos -especialmente
cúbicos-, el uso de la línea recta y la sobriedad en materia de decoración. Tuvo su apogeo en
los siglos XVI y XVII.
Escritores
Dante Alighieri. Florencia, 1265 - Rávena, 1321. Escritor. Obras destacadas: La divina
comedia.
Petrarca. Arezzo, 1304 - Padua, 1374. Escritor. Obras destacadas: Cancionero y Secretum.
Boccaccio. Certaldo, Italia, 1313 – 1375. Escritor. Obras destacadas: Decamerón.
Ludovico Ariosto. Reggio Emilia, 1474-Ferrara, 1533. Escritor. Obras destacadas: Orlando
furioso.
Michael de Montaigne. Francia, 1533-1592. Escritor. Obras destacadas: Ensayos.
Erasmo de Rótterdam. Países Bajos, 1466-1536: Elogio de la locura; Coloquios; Adagia.
Músicos
Andrea Imaginario
Profesora universitaria, cantante, licenciada en Artes (mención Promoción Cultural), con maestría en
Literatura Comparada por la Universidad Central de Venezuela, y doctoranda en Historia en la Universidad
Autónoma de Lisboa.