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El gran deseo de la conejITa

Hace muchos años vivía en la isla Santa Rosa una pequeña coneja que tenía 7 años llamada Rosita.
La conejita siempre estaba muy triste porque a ella le encantaba estudiar, pero sus padres no tenían
para comer mucho menos para enviarla al colegio.
Su padre trabajaba reciclando botellas descartables y su madre lavando ropa. Ellos eran muy
humildes con pocos recursos.
La conejita Rosita todos los días iba a trabajar recogiendo botellas para que sus padres lo vendieran
y así poder ayudarlos.
Un día cuando ella estaba trabajando, unos conejos que iban a la escuela le gritaron:
-`` ¡Coneja Mugrosa!’’

Entonces ella se puso muy triste y empezó a llorar, fue corriendo a su casa y le dijo a su madre entre
lágrimas:
-``Mamá estaba trabajando y me han insultado diciéndome mugrosa.’’

La mamá coneja respondió: `` Hija nosotros no somos sucios solo recogemos plástico para
venderlos y poder alimentarnos.’’
Después de lo sucedido los padres de la conejita decidieron que ella ya no iba a trabajar. Ellos
preocupados por su educación trabajaron día y noche y ahorraron lo suficiente para que Rosita
pueda ir a estudiar.
La madre entusiasmada llamo a la conejita y le dijo:
-``Rosita te tengo una gran sorpresa vas a poder estudiar, yo se que vas a aprender muchas cosas.’’
Rosita le contesto: ``¡Gracias mamá te prometo que estudiaré mucho!”
La conejita pudo aprender, y fue una muy buena estudiante, la mejor de la clase.

Cuando la conejita ya era mayor pudo salir adelante y ser exitosa siempre salía a conferencias a
relatar su caso y decía:
-``Nunca abandones tus sueños, sigue adelante ya que la educación abre muchas puertas y es el
camino para terminar la ignorancia.”

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