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All content following this page was uploaded by Carmen Rísquez Cuenca on 11 November 2016.
En los últimos años los métodos cuantita- tradicional hacía inexistente la utilización de las
tivos han pasado a for mar par te de la matemáticas y con ello, de los principios de
arqueología por el uso cada vez más frecuen- cuantificación. La aproximación teórica del
te de los mismos en los distintos estudios arqueólogo se veía restringida a una "identifica-
que conforman esta disciplina. Este trabajo ción de culturas espacio-temporales a partir de
no pretende ser en manera alguna un estudio los vestigios materiales que la caracterizarán".
exhaustivo de los mismos, ni mucho menos Será tras finalizar la guerra, cuando empiecen a
abordar de una manera amplia los conceptos proliferar estas técnicas.
estadísticos, ni la gran variedad de análisis
existentes con aplicación a la arqueología, En Francia, ligados a la arqueología prehis-
puesto que existen ya trabajos dedicados a tórica de larga tradición en este país, empiezan
ello DORAN y HODSON 1975, ALDEN- a aparecer los primeros trabajos en los que se
DEFER 1987, algunos traducidos ya al espa- introducen técnicas gráficas y de estadística
ñol como el de ORTON 1988 o el de elemental. Muestra de ello son los trabajos de
SHENNAN 1992 entre otros, al mismo tiem- Bordes en los años 50, que utiliza diagramas
po que en los últimos años han ido surgiendo acumulativos para identificar culturas prehistó-
revisiones, ensayos y aplicaciones por parte ricas, los de Spaulding en el año 1953, con los
de investigadores españoles, CONTRERAS primeros cálculos de correlación, para eviden-
1984, 1986, 1991, ESTÉVEZ y LULL 1984, ciar los tipos de objetos, o las primeras seria-
FERNÁNDEZ 1985, BARCELÓ 1989, ciones para establecer cronologías relativas de
LORRIO 1991 etc... Pretendemos presentar Brainerd y Robinson en 1951, todos ellos
un método de estudio para los fragmentos expuestos en el trabajo de Djindjian 1984-85.
cerámicos a partir de técnicas cuantitativas,
que hemos desarrollado en algunos trabajos Si estos son los primeros intentos con esta-
RÍSQUEZ, HORNOS, RUIZ, MOLINOS dísticas sencillas, será en la década de los 60,
1991, RÍSQUEZ 1992, MOLINOS, RÍSQUEZ, cuando los métodos cuantitativos en
SERRANO, MONTILLA 1995, pero no qui- arqueología empezarán a adquirir importancia.
siéramos empezar sin un recorrido, tal vez
algo rápido, de lo que han sido los métodos Ese camino hacia la cuantificación de los
cuantitativos aplicados a la arqueología y su datos, está motivado por el deseo de eliminar la
uso cada vez más extendido en nuestro país. carga subjetiva del investigador y dotar a la
Arqueología de un aparente carácter científico.
Si intentamos hacer una valoración históri- Por ello, cuando Shenan 1992 habla de
ca del uso de las técnicas estadísticas podemos "Revolución cuantitativa", indica que ésta se llevó
ver cómo con anterioridad a la II Guerra a cabo para dar un aspecto científico a la Ar-
Mundial, la preponderancia de la arqueología queología y desligarla de su imagen tradicional.
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datos, procedentes de la Psicometría permiti- de los problemas de seriación y juicios mate-
rán las identificaciones culturales; el Análisis máticos de similitud sobre la base de las
espacial proveniente de la Geografía conduci- matrices de datos.
rá a la Arqueología espacial, etc..
Uno de los puntos más positivos que
Durante estos primeros años se pone de apor ta esta arqueología cuantitativa es la
manifiesto también, el difícil diálogo entre una toma de conciencia de la necesidad de forma-
Arqueología que acaba de salir de un mundo lizar los razonamientos en Arqueología. Ello
de textos y objetos, que utilizará los métodos irá vinculado al nacimiento de una arqueología
matemáticos sin haberlos entendido plena- teórica que sigue un desarrollo paralelo.
mente, y una Arqueología matematizada que Aparecen obras fundamentales como la de
no acaba de situarse en la problemática BINFORD 1972, "An Archaeological perspec-
arqueológica. Estos problemas, junto con el tive", donde los artículos se dedican, sobre
interés de un determinado grupo de arqueó- todo, a cuestiones metodológicas como la
logos por los métodos matemáticos, mani- posición teórica de la que se parte para llegar
fiestan la necesidad de una colaboración entre a la interpretación de los materiales arqueólo-
matemático y arqueólogo. La problemática se gicos, las técnicas que se pueden utilizar para
plasmará en la organización de reuniones, con la recogida de datos y que métodos se pue-
objeto de iniciar los contactos entre aquellos den seguir para la organización del material.
investigadores que se decantan por las nuevas
líneas, con el fin de presentar sus métodos de Hay que destacar también la periodicidad
trabajo y establecer una puesta en común que adquiren los Advances in Archaeological
sobre el desarrollo de éstos métodos estadís- method and theory, editados por Schiffer, desde
ticos en nuestra disciplina. 1978, donde aparecerán artículos referentes
tanto a cuestiones teóricas como metodológi-
Los años 70 se inician, como señala cas, permitiéndonos seguir el continuo debate
CONTRERAS 1986: p. 27, con dos importan- y el desarrollo de estas cuestiones.
tes obras referidas a este punto. La primera,
Archaeologie et calculateurs de GARDIN en Otras obras tendrán como tema central la
1970, donde se recogen las comunicacciones aplicación de esos nuevos métodos cuantitati-
del encuentro de arqueólogos que se celebró vos a la Arqueología, DORAN y HODSON
en Marsella un año antes,1969, con dos fines: 1975, donde se apunta que , si bien la
arqueología ha llegado a ser "científica", el
- desarrollo de los métodos óptimos para arqueólogo debe primero poder describir con
el registro objetivo del material arqueológico, precisión y clasificar objetivamente los restos
lo que requiriría el desarrollo de lenguajes materiales que constituyen su principal dato.
analíticos - descriptivos. La necesidad de una descripción precisa justi-
fica el énfasis sobre la cuantificación, y la nece-
- el uso del ordenador en los esfuerzos sidad de ser objetivo en su clasificación justifi-
clasificatorios del arqueólogo, lo que hace ca el uso de las técnicas matemáticas. La reco-
necesario el desarrollo de los métodos esta- pilación de todos éstos métodos así como las
dísticos y de correlación aplicables a la natura- posibilidades que ofrecen los ordenadores,
leza de la cultura, a las peculiaridades del constituyen el tema central de la obra.
material arqueológico y a las tareas de la
investigación contemporánea. De similares características, aunque de más
fácil comprensión al no utilizar un lenguaje
La segunda recoge, asimismo, las comuni- excesivamente técnico, es la obra de
caciones de otr a reunión, esta vez en ORTON 1980, traducida al castellano en
Mamaia (Rumania), Mathematic in the archae- 1988, Matemáticas para arqueólogos. Ésta
ological and historical sciencices HODSON et viene a argumentar por qué el discurso cuan-
al. 1970, en la que se tratará principalmente titativo constituye un tema central para la
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Arqueología. Su finalidad es "demostrar que las la que evolucionan las nuevas técnicas y el
ideas matemáticas se encuentran en el meollo continuo desarrollo de la "inteligencia huma-
de muchos conceptos e ideas arqueológicas, y na" buscando nuevos métodos que permitan
exponerlas a través de ejemplos prácticos. No un mayor acercamiento a los objetivos
se pretende convertir al arqueólogo en un mate- planteados: el estudio de las sociedades del
mático o viceversa, pero sí mostrar qué tipo de pasado a partir de sus restos materiales de
trabajo se ha hecho y ayudar al lector para que una forma objetiva.
consiga adentrarse en él" ORTON 1988:11-12.
Muestra de ello son los Coloquios británi-
Para ello utiliza una serie de preguntas que cos, con una periodicidad anual desde 1973,
constituyen la base del modelo de investiga- Computer Applications in Archaeology, que han
ción que sigue un arqueólogo: ¿Qué es esto? pasado a denominarse últimamente Computer
¿Qué antiguedad tiene? ¿De dónde procede? and Quantitative Methods in Archaeology; en
¿Para qué sirve?, con las que demuestra cómo E.E.U.U., Quantitative Research, ALDENDER-
estos métodos cuantitativos nos pueden ayu- FER 1987, el celebrado en Italia en 1988
dar a alcanzar respuestas a una nueva pregun- Archeologia e Informatica, el Congreso mundial
ta ¿Hay un problema que resolver?, es decir, de Arqueología celebrado en Venezuela en
cómo interpretamos esos datos y que conclu- 1990, Communication in Archaeology: a global
siones sacamos. view of the impact of information technology,
REILLY y RAHTZ 1990, destacamos aquí el
Todos estos trabajos están poniendo de que se realizó en Madrid en 1990, Aplicaciones
manifiesto la presencia del matemático en Informáticas en Arqueologia FERNÁNDEZ y
nuestra disciplina y su colaboración con el FERNÁNDEZ 1991, o el European Symposium
arqueólogo. on Computing in Archaeology, celebrado en
París en Noviembre 1991, o el Coloquio de
Una obra similar es Quantifying archaeology Arqueometría que se celebrará próximamen-
de SHENNAN 1988, traducida recientemen- te en abril de este mismo año 1995 en
te al castellano por Crítica, Arqueología Francia "L'archéométrie dans les pays europé-
Cuantitativa SHENNAN 1992, con un marca- ens de langue latine".
do carácter de manual, que se ocupa, en
general, de la aproximación matemática y A éstos se unirían las revistas y publicacio-
estadística a los datos arqueológicos através nes de carácter específico como Archaeo-logi-
de numerosos ejemplos que conciernen a la cal Science, Science and Archaeology,
cerámica de una forma mayoritaria; considera Archaeometry ó American Antiquity.
que la mejor manera de acercarse a aquellos
que no son "técnicos" en matemáticas, es tra-
bajando con ejemplos (se presentan ejercicios UNA VISIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA
para su realización) mejor que introducirse CUANTITAVA EN ESPAÑA.
directamente en la teoría, por ello el libro
resulta ameno, algo difícil de encontrar en FERNÁNDEZ 1989, ya hablaba del retraso
este tipo de manuales dedicados a aplicacio- con que las técnicas de cuantificación y en
nes estadísticas. general la aplicación de Análisis estadísticos
multivariables llegan a la Península. Para ello, no
Durante todos estos años, la vinculación, tenemos más que revisar la bibliografía que se
cada vez mayor, de la cuantificación a la publica sobre arqueología en nuestro país,
arqueología, queda patente no sólo en la gran para observar que, excepto algún estudio en
cantidad de publicaciones que aparecen, sino los años 60, no es hasta finales de los años 70
también por el número de Reuniones y principio de los 80 cuando hacen su aparición
Coloquios que se llevan a cabo para el inter- de forma más continuada, algunas técnicas de
cambio y exposición de trabajos, una puesta estadística simple aplicadas por parte de los
en común que manifiesta la gran rapidez con paleolitistas que sufren la influencia de la
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escuela de Bordes y La Place, (MERINO 1980, asas), para establecer, con la aplicación de la
BERNALDO de QUIRÓS 1981 en CON- técnica del Chi-cuadrado y calculando las dis-
TRERAS 1986). tancias entre los diversos conjuntos, un den-
drograma de los yacimientos estudiados.
En las I Jornadas de Metodología de
Investigación Prehistórica de Soria en 1981, Otro trabajo interesante, también presenta-
auque las actas no se publicaran hasta 1984, se do a estas Jornadas, es el de CHAPA 1984,
presentan un gran número de trabajos vincula- donde se aprecia ya el interés por los análisis
dos a la aplicación de las nuevas técnicas, casi multivariables. Su estudio presenta un conjunto
todas ellas sobre conjuntos cerámicos, y con un de fíbulas de la Tène, con el que se pretende, a
predominio de la estadísticas simple. Sin embar- partir de las fijacción de tipos y la relación de
go, estos trabajos reflejan ya un intento de cam- éstos con las fases culturales, deducir cuál ha
bio en el panorama de la Arqueología peninsu- sido la evolución cultural de cada objeto y qué
lar en un cierto sector de la investigación. relación tienen con el resto. Para ello utilizará
un dendrograma jerarquizado de las fíbulas.
ESTÉVEZ y LULL 1984, expondrán un
método basado en estadística sencilla, similar LULL 1983, utilizará el método ya presen-
al que se utiliza en Biometría, basado en: tado en Soria, aunque más detallado, en su
trabajo sobre la Cultura del Argar, donde ana-
1. Aislar las variables (distintas dimensiones de lizará el complejo cerámico de esta Cultura.
las vasijas) que se consideren más definitorias.
A este trabajo se le ha criticado especial-
2. Construir histogramas para cada variable y mente, el criterio subjetivo seguido para sepa-
ver las posibles tendencias. rar las "formas", partiendo de las que habían
sido establecidas con anterioridad por Siret,
3. Calcular la media de la medida. cuando el mismo autor había criticado los
esquemas trazados por éste fuertemente. Es
4. Calcular el coeficiente de variablidad obte- criticable, igualmente, el haber separado, a
nido a partir de la desviación "standard". priori, el material doméstico del funerario,
atribuyéndole, de partida, un criterio funcional
5. Establecer las relaciones entre variables, sin tener en cuenta que también los materia-
para lo que se pueden utilizar los índices y les domésticos pueden formar parte del ritual
buscar, asimismo, los coeficientes de relación funerario, por lo que hubiera resultado más
entre dos variables seleccionadas. objetivo tratar estadísticamente el conjunto
completo, CONTRERAS 1986: 196
Con todo ello se realizarán los gráficos con
los que se podría establecer la comparación Anotemos que es también durante estos
entre medida y proporciones de Formas y primeros años de la década de los 80, cuando
Tipos distintos ESTÉVEZ y LULL 1984: pp. empiezan a aparecer un gran número de
237-238. manuales sobre Análisis estadísticos, obras de
carácter general que introducen al "inexperto
En la comunicación que presentan arqueólogo" en el uso de estas técnicas
GRACIA junto a otros investigadores, CUADRAS 1981, SÁNCHEZ C ARRIÓN
GRACIA ET AL. 1984, se acercan al tema de 1984 etc..
la fragmentación cerámica, donde se tendrán
en cuenta las características técnicas de la Se inician en 1984 los Congresos de
cerámica ( elaboración de la pasta, factura del Teruel que son en cierto modo la continua-
vaso, cocción, acabado, técnica decorativa ción de las Jornadas celebradas en Soria, pero
etc.), formales (bordes y fondos para los que decantándose ahora por un tema: La
se sigue la tipología de Dedet-Py, galvos, cuer- Arqueología espacial. También aquí se van a
pos, cuellos) y funcionales (suspensiones y presentar estudios en los que se aplicarán los
193
métodos estadísticos, ahora a los asentamien- mos al plantear la metodología para el estudio
tos. Estos trabajos tendrán una mayor implan- de fragmentos cerámicos.
tación en Teruel 87, donde se trató el tema
del microespacio. Otros métodos, como el de la seriación
automática y la combinación de varios análisis,
En el año 84 encontramos también los pri- han sido tratados por FERNÁNDEZ 1985 y
meros trabajos de Contreras, en los que se BARCELÓ 1988. Resulta interesante el trabajo
tratará el tema de la Cuantificación en la de éste último por tratarse de una contrasta-
Arqueología. En su primer trabajo ción de distintos análisis (de conglomerados,
CONTRERAS 1984, realiza una introducción de regresión múltiple, de componentes princi-
al mundo de la clasificación y la tipología en pales y factorial) aplicados sobre un conjunto
arqueología, explicará el significado de la de estelas antropomorfas de la Península
Taxonomía numérica y los modelos tipológi- Ibérica. Después de la utilización de estos aná-
cos en arqueología donde diferenciará los dis- lisis, el autor se decanta por la heterogenidad
tintos enfoques en esta disciplina: del fenómeno de las estelas antropomorfas y
las estatuas-menhir; para contrastarlas se deci-
1. Enfoque tradicional de, finalmente, por un análisis factorial donde,
a través de los factores que se van a definir y
2. Enfoque atributual su asociación, se obtendrán 4 clases, que vie-
nen a demostrar la gran homogeneidad del
3. Enfoque de agrupamiento de Ítems; donde conjunto de las estelas frente a la heterogenei-
se expondrán los distintos métodos multiva- dad de la Estatuas-menhir. El trabajo resulta
riables y las principales técnicas de agrupa- interesante porque le confiere a la aplicación
miento entre ellos. del (AF) una capacidad de resolución, a través
de la diferenciación factorial en que se ponen
Destacamos también los trabajos de de manifiesto las tendencias que se establece-
ESQUIVEL y CONTRERAS 1984, donde se rán entre las variables que se introducen que
plantea la asociación del análisis Cluster con el permiten diferenciar los grupos.
análisis de Componentes Principales. Esta
línea que abrirá el Dpto. de Prehistoria de la La impor tancia que han adquirido los
Universidad de Granada, aplicando los méto- métodos cuantitativos aplicados a la Arqueo-
dos cuantitativos a los registros materiales, se logía y el creciente interés por parte de los
ve plasmada en el trabajo de CONTRERAS arqueólogos, se puso de manifiesto en lo que
1986 en el que aplicará los métodos cuanti- fue la primera reunión de ámbito estatal cele-
tativos, entre los que destacamos la asocia- brada en Madrid en Octubre de 1990. En
ción de un Análisis Cluster con un Análisis de ésta se pudieron observar las líneas de investi-
Componentes Principales sobre el complejo gación dentro del campo de la informática
cerámico de la Cuesta del Negro de aplicada en la Arqueología, que se siguen en
Purullena, e iniciarán, igualmente, la aplicación nuestro país.
de éstos análisis a otros campos como el de la
analítica cerámica, más recientemente , Allí se puso de manifiesto el creciente inte-
CONTRERAS, CAPEL, ESQUIVEL, MOLINA, rés del arqueólogo por la utilización de Bases
DE LA TORRE 1988. de datos y Programas integrados. Esto está
motivado por la implantación de los ordena-
Basándose en esta línea abier ta por el dores personales de gran potencia, que per-
Dpto. de Prehistoria de la Universidad de mitirán el almacenamiento de gran cantidad
Granada, se enmarcarían los trabajos que se de información. Se ha pasado, pues, de utilizar
vienen desarrollando en las áreas de el ordenador de una forma puntual, a la posi-
Prehistoria, Arqueología e Historia Medieval bilidad de una utilización diaria (archivo de
de la Universidad de Jaén, en la que desarro- datos en la excavación, inventarios, publicacio-
llamos nuestros trabajos, de los que hablare- nes..). La posibilidad de ordenación y de inves-
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tigación de los datos de los artefactos y de Poniéndose de manifiesto también la impor-
sus atributos que ofrece la Base de Datos, tancia que tiene la colabor ación entre
permitiendo la creación de ficheros especiali- Matemático y arqueólogo, aunque desafortu-
zados, es lo que ha movido al interés por nadamente, no es algo muy extendido en
estos métodos siendo uno de los que mayor nuestro país. Destacamos también los traba-
repercusión ha tenido entre el colectivo de jos de FERNÁNDEZ Y FERNÁNDEZ 1991,
arqueólogos. Si bien ha tardado más que la que elaboran un programa para el tratamien-
Estadística en incorporarse, su éxito responde to estadístico utilizando el DBASE IV, como
en gran medida a las posibilidades de poder punto de partida .
gestionar rápidamente el conjunto global de
las informaciones que poseemos sobre el
registro arqueológico. EL ENFOQUE DE AGRUPAMIENTO
DE ÍTEMS: LOS MÉTODOS MULTI-
La línea que se sigue, es la de llegar a una VARIABLES.
integración de todos los datos de un pro-
yecto arqueológico: materiales, topografía, El registro arqueológico puede proporcio-
estratigrafía, gráficos, fotografía, análisis, etc.. nar una gran cantidad de información que
Esta línea es la que sigue ARCHEODATA afecta a distintos campos, entre ellos la cultura
ARROYO BISHOP 1991. En lo que atañe material que se va a poner al descubierto, y
directamente a la Península, las bases de que va a ser uno de los campos donde noso-
datos que más se utilizan son las de gestión tros vamos a profundizar. Es precisamente esa
e información de los datos cerámicos - "cantidad" lo que ha llevado al investigador a
Fragmentos - recurrir a la realización de clasificaciones y
tipologías que faciliten su trabajo, y es ahí,
Dentro de los sistemas integrados, ten- donde se van a desarrollar y a aplicar los
dríamos que señalar el del Dpto. de métodos de la taxonomía numérica.
Prehistoria de la Universidad de Granada,
en el que teniendo en cuenta el tipo de En el camino de aproximación hacia la
información con el que suele trabajar el taxonomía, el arqueólogo ha adoptado distin-
arqueólogo, articulará la información de tex- tas posturas, CONTRERAS 1984, 1994, dife-
tos, la gráfica y las imágenes gestionado por rencia, como hemos dicho anteriormente,
HYPERMAP - WINDOWS, con programas dentro de los modelos tipológicos en
comerciales de bases de datos (DBIV y arqueología y desde el punto de vista de la
SUPERBASE4), hojas de calculo (LOTUS 1, cuantificación y uso de métodos matemáticos,
2, 3 y EXCEL), datos que serán analizados 3 enfoques distintos:
con análisis multivariantes, textos (WORD
PERFECT), al mismo tiempo que utilizan el - El enfoque tradicional, caracterizado fun-
tratamiento de los datos con el programa damentalmente por el carácter intuitivo de la
AUTOCAD para gráficos. elección de los TIPOS.
Otra de las líneas seguidas será la aplica- - El enfoque atributual, basado en el análi-
ción de análisis cuantitativos y la estadística, sis de los atributos. Con él, se empezarán a
ya hemos indicado algunos de los trabajos deserrollar los métodos numéricos todavía de
desarrollados en esta línea a lo largo de los forma sencilla.
años 80. La mayoría de ellos se basan en
paquetes de programas estadísticos comer- - El enfoque del Agrupamiento de Items,
cializados que ofrecen al investigador la posi- basado en los métodos matemáticos multiva-
bilidad de utilizar varios modelos de análisis. riables. El progreso que éstos van a alcanzar,
Aunque menos, también se realizan investiga- permiten el desarrollo de este enfoque.
ciones originales, donde destacamos los tra-
bajos de ESQUIVEL 1984, 1988, 1989, 1991. Nosotros hemos optado por este último,
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y vamos a tratar de justificar esta elección. Para que este análisis tenga sentido hay
EL POR QUÉ DEL ANÁLISIS MULTIVARIABLE. que seguir un camino, determinado por tres
fases:
La investigación aplicada tanto a las cien-
cias naturales como a las ciencias sociales fre- 1.- Un análisis exploratorio de los datos. Es
cuentemente se encuentra con fenómenos decir, comprender cada una de las variables
complejos que van a requerir para ser expli- que vayamos a utilizar. Esto incluye, la estadís-
cados, el analizar una considerable cantidad tica descriptiva univariable como medidas de
de variables que han sido establecidas para tendencia central, variabilidad, representacio-
definirlos. Por ello, interesará ver el compor- nes gráficas, etc..
tamiento de todas esas variables, y cómo se
interrelacionan, con lo que el tratamiento que 2.- Buscar la relación entre pares de varia-
se aplica a esos datos es multidimensional, bles. Para ello, la técnica más utilizada es la
recibiendo el nombre de técnicas, métodos o Correlación de Pearson.
simplemente ANÁLISIS MULTIVARIABLE.
3.- Una vez conocemos las variables que
KENDALL 1975, define el análisis multiva- vamos a utilizar, las analizaremos simultánea-
riable como el conjunto de técnicas que anali- mente, pudiendo trabajar con una par te o
zan simultáneamente más de dos variables en con todas ellas, según los objetivos que nos
una muestra de observaciones. De una forma marquemos.
más amplia, se podría definir como "la rama de
la estadística y del análisis de datos que estudia, Respecto al tipo de método que resulta
interpreta y elabora el material estadístico sobre más conveniente usar una vez realizado un
la base de un conjunto de n>1 variables que estudio previo de las variables que se van a
pueden ser de tipo cuantitativo, cualitativo o una utilizar, dependerá del investigador. Diversos
mezcla de ambos" CUADRAS 1981. autores han propuesto una clasificación de los
métodos multivariables, sin embargo, la labor
Su objetivo fundamental es como ya resulta difícil dada la diversidad y los distintos
hemos indicado en otros apartados, resumir y enfoques clasificatorios que éstos presentan.
sintetizar grandes conjuntos de datos y varia- Una primera distribución podría establecerse
bles, en función de ciertos objetivos, de cara a en base a:
obtener informaciones válidas que permitan
una mejor comprensión del fenómeno objeto MÉTODOS DESCRIPTIVOS
de estudio. O EXPLORATORIOS.
Con éstos, el investigador se aproxima a los
El término MULTIVARIATE ANALYSIS, se datos sin ninguna hipótesis previa. Se observa-
ha traducido de formas distintas: rá la realidad explorando los datos en busca
de nuevos conocimientos. Aquí se incluirán el
Análisis Multivariable: se ha utilizado gene- Análisis Factorial, el Análisis Cluster, el Análisis
ralmente en Psicología, Sociología y Economía de Correspondencias y las Escalas Multi-
dimensionales.
Análisis Multivariante: utilizado en
Bioestadística, Biología, Economía MÉTODOS EXPLICATIVOS
O CONFIRMATORIOS.
Análisis Multivariado: utilizado en A diferencia de los anteriores se basan en un
Psicología y Educación marco teórico que fundamenta y justifica una
hipótesis previa que intentan validar empírica-
Si bien todas ellas, hacen referencia al mente. Formando parte de éstos estarían, el
mismo concepto. Nosotros utilizaremos el Análisis Multivariable de Varianza, Regresión
término "Multivariable", por entender que se Múltiple, Análisis Causal, Análisis Discriminante.
aplica a más de dos Variables.
196
En la Fig. 1. recogemos el intento de clasi- EL ANÁLISIS CLUSTER:
ficación de Evrard y La Maire, realizado a par- LA FIJACIÓN DE TIPOS.
tir de análisis anteriores de otros autores,
donde el principal criterio clasificatorio es el El nombre de Análisis Cluster, se ha utiliza-
objetivo del investigador. do para definir una serie de técnicas, funda-
mentalmente algoritmos, que tienen por obje-
Recogiendo una serie de aportaciones en to la busqueda de grupos similares de indivi-
este sentido, BISQUERRA 1989, propone una duos o variables que se van agrupando en con-
clasificación de los métodos multivariables, glomerados. Dada una muestra de elementos,
Fig. 2 donde los criterios clasificatorios son: sobre los que hemos realizado individualmente
una serie de observaciones, el "ACL", nos ser-
- Métodos descriptivos o explicativos virá para clasificarlos en grupos, lo más homo-
- Nº de variables dependientes géneos posible en base a las variables que
- Escalas de medida hayamos observado, donde los elementos que
se hayan quedado clasificados en el mismo
Al mismo tiempo presenta otra clasifica- grupo, seran tan similares como sea posible.
ción, en la que se toma como primer criterio
clasificador, el propósito del análisis. El resulta- Al iniciar este análisis deben haber se
do de ésta, lo presentamos en la Fig. 3, donde tomado tres decisiones:
se pueden obser var los distintos métodos
que podemos utilizar dependiendo de nues- 1.- Seleccionar las variables relevantes para
tro objetivo, (contrastar, correlacionar, prede- identificar los Grupos.
cir, describir, ó ajustar modelos).
2.- Elegir la medida de proximidad entre
Con ello podemos tener una visión individuos, (básicamente similitudes y distan-
general sobre los distintos análisis multiva- cias).
riables que podemos utilizar y el propósito
por el que seleccionamos uno u otro en 3.- Elegir el criterio para agrupar a los ele-
función del objetivo del trabajo que vaya- mentos en conglomerados. Se trata aquí de
mos a realizar. seleccionar qué técnica de agrupamiento se
considera más adecuada por el investigador
De todos estos análisis hemos selecciona- para aplicar a su estudio.
do tres para aplicarlos sobre un conjunto de
fragmentos cerámicos con el fin de elaborar Dentro del Análisis Cluster hay varios pro-
una tipología en base a criterios morfomé- cedimientos, la mayoría empiezan a partir de
tricos: una matriz de similitudes o distancias que
consiste en una tabla de doble entrada donde
- Análisis Cluster, que nos permita fijar los aparecen los artefactos en las filas y en las
tipos, clasificarlos y describirlos. columnas representándose en su interior los
valores o índices de similitud entre cada par
- Análisis Factorial, que nos permitirá a tra- de variables. El coeficiente de un objeto consi-
vés de la reducción de la cantidad de informa- go mismo es siempre 0, lo que indica el
ción que manejamos, fijar las distintas tenden- mayor índice de similitud, y el coeficiente de
cias que presente la muestra. similitud entre un artefacto "x" y otro "y" es
el mismo que entre "y" e "x" lo que nos indi-
- Análisis Discriminante, que nos permita ca que la matriz es simétrica, por lo que se
contrastar y confirmar los resultados estable- prescinde normalmente de media matriz.
cidos, al mismo tiempo que predecir en tra-
bajos futuros la clasificación de nuevos ele- Según el concepto de similitud o distancia
mentos. que empleemos nos resultará uno u otro
dendrograma. Nosotros hemos utilizado uno
197
de los más usados por los arqueólogos, el En el Análisis Factorial, se siguen una serie
ANÁLISIS CLUSTER DE PROMEDIO NO de pasos que podemos sintetizar de la
PONDERADO (AVERAGE LINKAGE). En siguiente forma:
este, durante el enlace o encadenamiento
permite a una unidad juntarse a un Cluster - Calcular la matriz de correlaciones entre
únicamente si su promedio de similitud con todas las variables a partir de datos originales,
todos los miembros existentes alcanza un procediendo al examen de esa matriz.
nivel específico, aquí la distancia entre dos
grupos viene dada por la existente entre dos - Extraer los factores que se consideren
puntos calculados internos al gr upo, necesarios para representar los datos.
CONTRERAS 1984: p. 357.
- Rotar los factores con objeto de facilitar
En la Fig. 4, presentamos un esquema de su interpretación.
los principales métodos de Cluster Análisis,
según BISQUERRA 1989:410. - Calcular las puntuaciones factoriales para
cada individuo.
198
un grupo conocidas sus características. En LA APLICACIÓN DEL MÉTODO:
este análisis, se dispone de una serie de DE FRAGMENTOS A TIPOS
grupos (Tipos en nuestro caso), definidos
"a priori", con una serie de observaciones No cabe duda que el material más abun-
para cada individuo referidas a un conjunto dante en una excavación, es la cerámica ya
de variables relevantes (en nuestro caso, que de todos los artefactos que nos pueden
los tipos habrán sido previamente definidos aparecer, ésta es la que aparece en mayor
por el ACL). En base a esta información se cantidad en el registro arqueológico, y cuando
llega a calcular una función discriminante nos planteamos trabajar sobre esos materiales
que se puede utilizar para hacer prediccio- cerámicos, lo más frecuente es el estado frag-
nes futuras. Se pueden comparar un grupo mentario en que aparecen esos restos. De
y otro con objeto de discernir cuales son hecho, a no ser que se haya producido un
los factores que mejor contribuyen a expli- abandono súbito, con buenas condiciones de
carlos. conservación a lo largo del tiempo (no se
hayan producido ocupaciones sucesivas en el
Su objetivo podríamos resumirlo en: lugar, la labor antrópica no haya ocasionado
grandes daños etc.) o se trate de conjuntos
- Determinar si en función de las variables cerrados, como pueden ser las necrópolis, lo
originales disponibles, los grupos quedan sufi- normal es encontrar una gran cantidad de
cientemente discriminados, explicándose así la fragmentos cerámicos.
diferenciación entre los grupos.
De partida, el número de éstos en sí, ya
- Analizar cuáles son las variables que con- "asusta" al investigador a la hora de enfrentar-
tribuyen más a discriminar entre los grupos se al estudio de tales restos (pongamos por
que se han formado. Para ello, "se reducen" ejemplo la cantidad de fragmentos cerámicos
las variables que mejor discriminan a unas que componen el registro maestro del yaci-
pocas nuevas variables que se denominan miento prehistórico de El Malagón, 56.540.
"Variables Canónicas", generalmente una CONTRERAS, MOLINA, ESQUIVEL 1991. Si
única variable canónica es la que apor ta a esto unimos la imagen de información frag-
mayor explicación. Las variables canónicas mentaria y desigual que éstos transmiten,
son combinación lineal de las variables origi- hace que los fragmentos cerámicos se vean
narias y vienen expresadas por una "función relegados a un segundo plano (listado de
discriminante". inventarios, anexos de catalogación) frente a
los recipientes completos o en su caso
Cuando disponemos de un número consi- aquéllos en que es reconocible la mayor parte
derable de variables, pero no sabemos cuáles de la forma, sobre los que se realizan los
de ellas contribuyen mejor a discriminar entre intentos tipológicos.
los grupos, se utiliza el método "STEPWISE"
(que es el que hemos utilizado con el Paquete Una pregunta que se han planteado
de programas BMDP, con el que se han reali- muchos investigadores es: ¿Podemos decir algo
zado los análisis), éste selecciona a las varia- sobre la forma de un recipiente a partir de un
bles paso a paso. fragmento?. Esta pregunta está formulada de
manera simplista, y debemos ir en su formula-
Este análisis nos va a permitir en nuestro ción más allá, pues un fragmento en sí descon-
caso, confirmar y contrastar los resultados textualizado no nos dice nada. Los fragmentos
que habíamos obtenido en los análsis ante- aparecen en un espacio (yacimiento -ya sea en
riores, ACL y AF, al mismo tiempo que nos superficie o estratificado-, estructuras habita-
permite modificar si lo consideramos conve- cionales, o áreas de actividad según la escala
niente, la clasificación para establecer la en que estemos trabajando). Están pues dota-
tipología final. dos de una capacidad para informar sobre un
proceso socioeconómico. La labor del investi-
199
gador, es convertirlos de simples objetos cerá- Sobre esta matriz que intenta la articulación
micos en productos historizados. La pregunta de dos aspectos, el técnico funcional y el mor-
pues sería ¿podemos a partir de los fragmen- fométrico, es en la que ha venido trabajando
tos cerámicos decir algo sobre el contexto en el Area de Prehistoria de la Universidad de
que aparecen, que nos ayude a la reconstruc- Jaén, bajo la dirección del Dr. A. Ruiz. Fruto de
ción del proceso histórico en el que éstos se ello, han siso varias Memorias de Licenciatura
han visto inmersos?. CHOCLÁN 1984, HORNOS 1984, LÓPEZ
ROZAS 1984, GUTIÉRREZ 1994 y Tesis
Hemos tratado de dar respuesta a esta Doctorales MOLINOS 1987, NOCETE 1989,
pregunta1 trabajando con los fragmentos cerá- RÍSQUEZ 1992 y otros trabajos MOLINOS,
micos a varios niveles: RÍSQUEZ, SERRANO, MONTILLA 1995.
1 De hecho se han realizado varias Tesis, MOLINOS 1987, NOCETE 1990, RÍSQUEZ 1993, Memorias de Licenciatura, CHOCLÁN
1984, HORNOS 1984, LOPEZ ROZAS, 1984, GUTIERREZ 1994, y Trabajos, MOLINOS; RÍSQUEZ; SERRANO; MONTILLA 1995,
desarrollando el método.
200
E. Punto de gravedad. dido ahora en W y W'; la primera desde el
punto A al punto de encuentro, y la segunda
El Primer bloque. Las variables: X, X' e Y, desde éste al punto C. La horizontal se divi-
verticalidad y horizontalidad. de a su vez en dos V y V', en función del
mismo proceso. Las cuatro variables son rei-
Un primer bloque de variables pensado terativas en su acumulación por parejas de
para valorar la horizontalidad y/o verticalidad las dos variables anteriores (X e Y), de ahí su
de los bordes, al mismo tiempo que el tama- presencia o no en los análisis realizados ya
ño de los mismos es el compuesto por X e Y. que en los trabajos que hemos venido reali-
La primera de ellas se define como la medida zando para llegar a la definición de tipologías
de la proyección A-C. Esta primera medida hemos comprobado si nos pueden ser o no
pone de manifiesto dos tipos diferentes de de utilidad.
bordes, ya que en su proyección perpendicu-
lar desde el plano horizontal hasta la pared El tercer bloque: la trayectoria final.
del fragmento, el punto C puede tocar la
pared exterior del mismo, en cuyo caso Éste fue definido pretendiendo valorar el
denominaremos a la variable como X, o engrosamiento hacia el interior o exterior o
puede tocar en la pared interior y en ese caso en todo caso la forma extrema del borde, al
la denominaremos X'. Ambas variables, son mismo tiempo que refleja el tamaño. Para ello
excluyentes, puesto que nos están definiendo se fijaron cuatro variables más; la variable 1/2
dos formas distintas, la primera nos muestra de AB, abarca como se indica la mitad de la
los bordes de carácter abierto y la segunda distancia entre ambos puntos, repitiéndose el
los de carácter cerrado, lo cual no implica que proceso para 1/2 de AD. La proyección en
el recipiente pueda ser cerrado o abierto. ángulo recto de estas variables hasta topar
con las paredes exterior e interior respectiva-
Esta variable, nos va a permitir valorar la mente, se ha definido como R para la primera
verticalidad y el tamaño del borde. y S para la segunda.
201
Su proyección en ángulo recto hasta topar GRUPO TIPOLÓGICO II.- Presencia de X,
con la pared interior da lugar a la variable N. M y N: Recipientes de carácter abierto de
Define generalmente a los recipientes de borde continuo, tendencia a exvasarse o lige-
carácter abierto. ramente entrante.
GRUPO TIPOLÓGICO I.- Presencia de X, P 3.- Un tercer punto, desde donde empe-
y Q: Recipientes de carácter generalmente zamos a denominar la par te del recipiente
cerrado con borde exvasado. como base, considerado pues como el sector
III-IV (RUIZ et alii, 1986) sería el resultado de
202
proyectar el punto anterior d sobre la pared de la pared exterior (ya sea c o e), hasta
exterior del fragmento, por lo que denomina- tocar con la línea trazada. Al punto resultante
remos al nuevo punto d'. le llamaremos c' o e'.
Una vez definidos estos puntos, y a partir VARIABLE 4. DISTANCIA d'-c' ó d'-e'.
de ellos, hemos trabajado con un conjunto de Es la distancia que hay desde el inicio de la
siete variables cuyo proceso pasamos a definir base como sector hasta la proyección del
a continuación (Fig. 8). punto de inflexión donde hemos marcado la
máxima concavidad y empieza a definirse el
VARIABLE 1. DISTANCIA a-d. pie como tal.
La proyección del punto a hasta tocar con
la pared interior del fragmento al que hemos Esa línea que hemos marcado, nos genera
denominado d nos ofrece una distancia, cuyo además un nuevo punto al chocar en su tra-
valor da como resultado la altura del sector. yectoria hacia a con el más exterior de la base
localizado en el pie de éste. A este punto lo
VARIABLE 2.- DISTANCIA d-d'. llamaremos b.
Es la proyección desde el punto d hacia la
pared exterior, donde marcamos el d'. El VARIABLE 5. DISTANCIA b-b'.
resultado es un plano imaginario al que consi- Desde el punto exterior del pie (es el más
deramos inicio de la base como sector. exterior al punto a), proyectamos hasta cho-
car con la distancia ya definida a-d.
Para valorar las tres variables siguientes,
par timos de una distancia que trazamos La convexidad, aparecía cuando obtenía-
desde el punto d' al a, que nos permitirá valo- mos una línea interior, ésta, nos permitirá
rar en principio dos grupos diferentes: valorar la máxima convexidad, donde puede
o no tomar forma de pie, lo que estará en
- Un grupo en que la línea pasará al exte- función de la presencia o no de una distancia
rior de la pared externa. a-a', esto nos permitirá la diferenciación de
dos nuevos grupos tipológicos, bases planas o
- Otro grupo en que ésta será interior a en su caso, con pie poco indicado y general-
esta pared. mente onfaladas.
203
h' y h'-d', que conformarían la presencia de un TISTICAL SOFWARE. Revisión 2.22, de
nuevo grupo tipológico. 1983, de donde se han seleccionado El
Cluster Análisis de Casos (2M), El Análisis
Las dos últimas variables que tomaremos, Factorial (4M) y el Análisis Discriminante
también al igual que las dos primeras son apli- (7M).
cables a aquellos grupos que presentan con-
cavidades medibles al interior, generadas por Los programas han sido corridos, en un
el pie o el rehundimiento de la base. Ordenador DATA GENERAL ACLIPSE MV /
4000, con Sistema Operativo AOS / VS Rev.
VARIABLE 6. 0.5 DE a. 7.65, del Ser vicio de Informática de la
Universidad de Jaén.
VARIABLE 7. 1 DE a.
2 RÍSQUEZ, HORNOS, RUIZ, y MOLINOS 1991; RÍSQUEZ 1993; MOLINOS, RÍSQUEZ, SERRANO y MONTILLA 1995, todos ellos,
hay que decirlo, son materiales correspondientes a la cultura ibérica, en un amplio marco cronológico desde fines s. VII a.C al s. I a.C.
3 Estos trabajos se encuentran ampliamente desarrollados en la bibliografía comentada en la nota 2.
4 RISQUEZ, C. (1993): Las cerámicas de cocción reductora en el Alto Guadalquivir durante la época ibérica: Hacia una tipología contextual.
Tesis Doctoral. Universidad de Granada. Microfichas.
204
los modelos de asentamiento que podemos EL YACIMIENTO.
encontrarnos dentro de esta etapa cultural.
En este caso se trabajó sobre el yacimien-
El trabajo se realizó partiendo por separa- to de Las Calañas de Marmolejo6, un pequeño
do de las cerámicas grises y de las de cocina, asentamiento ibérico en llano, con una crono-
separando bordes de bases, e incluyéndolos logía entre el 650 - 575 a.C.
en los Grupos Tipológicos correspondientes
según la presencia o ausencia de las variables Se analizaron un total de 244 fragmentos,
establecidas. Las figuras que se presentan a entre bordes y bases, seleccionados de los
continuación (Fig.10,11) son un ejemplo de cortes estratigráficos F, G, y A, pertenecientes
los resultados obtenidos para algunos de los a las distintas categorías cerámicas (Clara,
grupos tipológicos. Las conclusiones a las que Gris, Cocina), en los que se habían podido
llegamos nos permitían establecer diferencia- medir las variables descritas anteriormente. La
ciones de los grupos formales resultantes en presencia o ausencia de las mismas nos per-
el tiempo y en el espacio. Uno de los prime- mitieron como en el caso anterior la cataloga-
ros resultados corroboraban la existencia de ción de estos elementos en uno u otro
la frontera en el s. VI a.C. que separaría el Grupo Tipológico.
mundo de la Campiña de Jaén del horizonte
Tartésico, (frontera que ya se habia definido Sobre los bordes, (201 elementos) y por
en los estudios de territorio5). Presentamos lo que respecta a las categorías cerámicas,
aquí dos ejemplos, el Grupo Tipológico I de mientras que el Grupo Tipológico I, engloba-
las cerámicas de cocina (Fig.10) donde los ba mayoritariamente a cerámicas claras, un
yacimientos con elementos de este periodo al 74.15% del total del mismo, en el Grupo
que acabamos de referirnos, presentan a nivel Tipológico II, las grises representaban un
de subtipos diferencias marcadas y se presen- 80.82%, al igual que el Grupo Tipológico III,
tan separados en el análisis factorial según también mayoritariamente Gris. Por el contra-
pertenezcan al ámbito de Tartessos (Llanete rio el Grupo IV incluía cerámicas de cocina en
de los Moros, Las Calañas de Marmolejo) su mayor parte. El resultado era pues intere-
Subtipo 1.8 o al ámbito de La Campiña sante tanto el porcentaje de representación
(Atalayuelas) Subtipo 1.6. Al mismo tiempo de estas categorías como el porcentaje de
que podíamos obser var la evolución de elementos en uno u otro Grupo, puesto que
determinadas formas en el tiempo, como se el resultado total constituiría, por así decirlo,
puede apreciar en el caso de las bases de la Vajilla del asentamiento. A este respecto
cerámicas grises del Grupo Tipológico II, hemos de aducir, que la abundante presencia
donde observamos un aumento en la altura de algunos elementos, que forman el Grupo
del pie en el transcurso del tiempo, al mismo Tipológico II, frente a los otros, nos llevaba a
tiempo que se marcan claras diferencias en pensar que estabamos ante algo más que la
los yacimientos (ausencia de algunos en los vajilla de uso de los pobladores del lugar. Esto
que estaban representadas únicamente las unido a la presencia de hornos en este asen-
fases más antiguas y que carecen de este tamiento destinados a la elaboración de cerá-
Gupo Tipológico, o su presencia mayoritaria micas, venía a confirmarnos que se estaban
en el Santuario ibérico de Castellar de fabricando en este asentamiento un determi-
Santisteban, donde podríamos atribuirlo a un nado Grupo de cerámicas (Grupo Tipológico
carácter "funcional" relacionado quizás con las II), que como se pretende mostrar en la Fig.
ofrendas (Fig. 11), o la presencia en algunos 13 parecen concretarse en determinados
yacimientos de tipos exclusivos. Tipos dentro del mismo.
5 RUIZ, A; MOLINOS, M. (1989): "Fronteras: Un caso del siglo VI a.n.e. Arqueología espacial 13. Teruel, 121-135
6 MOLINOS, M; RISQUEZ, C; SERRANO, J.L.; MONTILLA, S.(1995): Un problema de fronteras en la periféria de Tartessos: Las Calañas
de Marmolejo. Universidad de Jaén.
205
Este primer nivel tipológico, mostraba a los 4, junto con la abundancia de los primeros
dos primeros Grupos, como los más repre- nos hacía pensar en que se trataba de una
sentados dentro del conjunto cerámico que "Producción" para el intercambio mayoritaria-
se analizaba, si bien como se puede observar mente, en la que algunos se utilizarían dentro
en las Fig. 12 y 13 presentan marcadas dife- de la vajilla del asentamiento, los Tipos indivi-
rencias en el número de elementos que per- dualizados (con presencia de 1 elemento)
tenecen a una u otra categoría. Este punto corresponderían al reper torio formal que
resulta muy interesante y a tener en cuenta compondría parte de la vajilla de uso, como
en cuanto a la función a la que pudieran lo denota la diversidad de formas destinadas
haber estado destinados los recipientes. probablemente a distintas funciones.
7 RISQUEZ, C; HORNOS, F.; RUIZ, A.; MOLINOS, M. (1991): "Aplicación del análisis multivariante: una propuesta de tipología con-
textualizada". Complutum 1. Madrid, pp.83-98
206
En la Fig. 15, se comparan los diagramas que los grandes recipientes contenedores de
de densidad de las casas 1 y 2, partiendo de líquidos (ánforas) se disponen en el patio y no
la dispersión de tipos que se marcaba en la en la zona interior, ya que es allí donde han
figura anterior. sido localizados en el proceso de excavación,
resultaba interesante valorar que las grandes
De estos gráficos obser vabamos dos concentraciones de la casa en peso y número
hechos inmediatos. Primero que la casa nº1 total de fragmentos se localizan precisamente
más pequeña, reducía sensiblemente su área en el patio y en el espacio 8-3 RUIZ y MOLI-
de dispersión en el gráfico respecto a la casa NOS 1989.
2 (Fig 15). Este hecho que supone en la prác-
tica la definición de una vajilla más limitada El patio, por su parte, permitía debido a su
para la primera casa que para la segunda está gran dimensión valorar un sistema multifun-
en relación directa con el tamaño, (14 x 5) en cional en razón a la dispersión espacial de los
la primera frente (14 x 9) en la segunda. En fragmentos que adver tía sobre un área de
segundo lugar y por la comparación de ambos producción para el consumo-almacenaje y
casos, las máximas densidades en la primera otra propiamente de consumo. Todo ello nos
casa son distintas a la segunda por la mayor llevaba a pensar en un circuito de actividad
presencia de fragmentos de recipientes estival en el área abierta y otro más distancia-
cerrados y la disminución de los recipientes do que ar ticularía exterior-interior para la
abiertos, que adquieren altas densidades en la etapa de invierno. Este proceso podría haber-
casa nº2. En su momento este hecho permitía se producido sin distinción (invierno-verano)
que formulásemos una pregunta ¿Podría valo- en la casa 1 ya que los recipientes cerrados se
rarse este hecho indicativo de la pobreza del localizaban preferentemente en el patio en
conjunto material, como un efecto de la posi- tanto que los abiertos parecen concentrarse
ción social de los dos grupos que habitaban en el interior.
en cada casa?. Señalábamos aquí la presencia
en la casa 2 crátera ática de figuras rojas. Con todo esto y a partir de estos ejem-
plos que hemos presentado esperamos haber
Por último en la Fig. 16, se puede compa- dado respuesta a la pregunta que nos formu-
rar la dispersión de esos tipos en distintos lábamos y que sirvió de base para desarrollar
espacios de la casa 2, correspondiendo los lo que hasta aquí hemos expuesto. Con todo
espacios 8-3 y 9 a habitaciones, mientras que ello, hemos de decir, que la metodología que
el tercero se identifica como patio. hemos presentado, no está ni mucho menos
cerrada, sino que ha sido un paso más en el
Una rápida lectura sobre esas habitaciones camino de la cuantificación, pero que EL
de la casa 2 nos hacía valorar la diferencia CAPÍTULO QUEDA ABIERTO.
entre los espacios 8-3 y 9, que conteniendo
preferentemente recipientes abiertos, siguen
canones diferentes en las tendencias de las BIBLIOGRAFÍA
formas de borde que cada una contiene
(Subt.14 para el espacio 8-3 y Subt.16 y 17 ALDENDEFER,M.S. (1987): "Quantitative Research in
para el espacio 9 según los análisis realizados Archaeology: Progress and prospects". Sage, Newsbury
en su momento) lo que expresado en ten- Park.
dencias morfométricas venía a mostrar un ARROYO-BISHOP, D. (1991): "The Archeo-data sys-
tipo de paredes más verticales en el espacio 9 tem - towards a Europeam archaeological document".
que en el 8-3. El espacio 8-3 por su parte Computer applications and quantitatives methods in
archeaology, 1990. B.A.R. International Series 565.
estaba reproduciendo a pequeña escala un Oxford, pp. 61-70.
sistema de densidades que recordaba el exis-
tente en el patio, con lo que teníamos un BARCELÓ, J.A. (1989): "Introducción al razonamiento
estadístico aplicado a la Arqueología: un análisis de las
modelo funcional semejante en el área abierta estelas antropomorfas de la Peninsula Iberica". Trabajos
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209
CONJUNTO DE MÉTODOS
DE ANÁLISIS MULTIVARIABLE
NO SI
SI NO Una Varias
210
es métrica
¿son ordinales?
SI NO
SI NO NO SI
Tipología Análisis de las Análisis de
similitudes y Regresión Análisis de Análisis de Análisis Análisis
correspondencias las medidas
preferencias lineal la varianza discriminante canónico
Análisis conjuntas
factorial en
componentes
principales Segmentación
Fig. 1. Clasificación de los métodos multivariables según Evrard y Le Maire. en BISQUERRA 1989:8
SÍ ¿Hay variables NO
dependientes?
211
¿Número ¿Número Número
VI=1 VI>1 VI=1 VI>1 K=2 de grupos K>2
de VI? de VI?
Análisis
Análisis
Cluster
Factorial
Correlación Ta de
Principales
MANOVA
supervivencia
Multidimensionales
Propósito
del análisis
VD=1 Número VD>1 VD=1 Número VD>1 Reduc- Clasifi- Sincró- Tipo de Diacró-
de VD ción infor- Tipo de
de VD descripción cación nica descripción nica
mación
212
Conti- Tipo de Dis- Conti- Tipo de Dis-
nuas variables cretas nuas variables cretas
Número Número Número
K=2 K>2 K=2 K>2 VI=1 VI>1
de grupos de grupos de VI
Ta de
Escalas
Análisis
Cluster
Análisis
múltiple
Análisis
Hoteling
Factorial
ANOVA
Modelos
canónica
Regresión
MANOVA
log-lineales
Análisis de
Correlación
Correlación
paramétricos
r de Pearson
t de Student
discriminante
Contrastes no
no paramétrica
Modelos causales
Modelos (ARIMA)
correspondencias
Series Temporales
Multidimensionales
213
Tipo
K-means
Centroides Quick cluster Subtipo
Reasignación Forgy
Nubes dinámicas
Análisis modal Variantes
No Jerárquicos Aproximación tipológica Taxmap
(Partitivos o de
Optimización) Búsqueda de Fortin
la densidad
Aproximación probabilística Wolf
B D X
E X'
Y W
B D
Y V V'
B' D W'
A
S R
B D
M
N
P
Q
M X' X'
P J
Q K
N
214
Y Y
X X
M
N
P
Q
Y
X
M
P
Q
N
Y Y
X' J X'
K
Fig. 7. Grupos tipológicos de bordes a partir de la presencia o ausencia de las variables pro-
puestas.
215
d' d d' d d' d
d' d d' d
d' d
e c
c'
b b'
a=a' a a=a'
d' d d' d
d' d
e
c
e'
b b'
a=a' a a=a'
d' g' d
g a
d' d
f'
f
a
216
D' D
C
D' D
C' F'
B B' F
A 0,5 1 A 0,5 1
D' D
E
D' D
E'
B B'
A 0,5 1 A
GRUPO II
D'
D
D' D
H
H'
G´
G
A A
GRUPO IV GRUPO V
Fig. 9. Grupos tipológicos de bases a partir de la presencia o ausencia de las variables pro-
puestas.
217
F2
TIPO 4
TIPO 6
Subtipo 1.9
TIPO 1 TIPO 2
St.
2.2
Subtipo 1.2
St. Subtipo
1.5 Subtipo 1.1 2.3
St.
2.4
St.
2.1
F1
Subtipo 1.8 TIPO 5
Subtipo 1.6
Subtipo 2.6
Subtipo
2.8
ANÁLISIS FACTORIAL
GRUPO TIPOLÓGICO I
Cerámica de Cocina
Fijación de tipos y subtipos
Fig. 10. Resultados obtenidos para el Grupo Tipológico I de cerámicas de cocina (bordes). en
Rísquez 1993
218
SUPERFICIE DEL FONDO >
YACIMIENTOS 25
;;;;;;;;
22
;;;;;;;;
17 44
;;;;;;;;
CA 27
;;;;;;;;
TIPO 4
;
;
PT
57 40
CM 8 56
LL 16
AS
PO 31
55
;;;;
;;;;
CMA
LM 11
TIPO 1 28
CZ
AT
; 10
SUBTIPO 1.3
21 7 30
ER SUBTIPO 1.5
83
65
;;;;;;;;;;;;; 59
;;;;; ;;;;;;;;;;;;;
;;;;;;;;;;;;;
2
;; ;;;;; ;;;;;;;;;;;;; TIPO 5
61 82 ;;;;; ;;;;;;;;;;;;;
12
;;;;;;;;;;;;;
50
;;;;;;;;;;;;;
14
52
;;;;;; 18
;; SUBTIPO 2.1
;;;;
SUBTIPO 1.6 15 SUBTIPO 1.4 58
;;;;;; 6
;;;;
73
ALTURA DEL PIE < 53
;;;;
43 ALTURA DEL PIE >
219
;;;;;; ;;;; ;;;;
; ;;;;;;
;;;;;;
54
SUBTIPO 1.1
;; ; 20
29
32
Rísquez 1993
66
;;;;;; ;;;;;
26 ;;;;; 23 64 ;;;;; 33
37
;;;;; 80 3
;;;;;
1
;;;;;;;;; 24
;;;;; 84 ;;;;; ;;;;;
86 5
;;;;;;;;; ;;;;;
TIPO 3 ;;;;;;;;;
;;;;;;;;; ;;;;;;
;;;;;;;;; ;;;;;;
19
45
;;;
;;;
;;;;;;;;;;;;;;; 71
;; ; 70
13
34
;;;;; 36 35
;;;;;; ;;;;;;;;;
;;; 39 SUBTIPO 1.7
;;;;;;;;;
;;;;;;;;;;;;;;; 4 46
;;;;;;;;;
;;;;;;;;;
;;;;;;;;; SUBTIPO 2.2
78
48
;;;;;;;;;
62
77
;;;;;;;;; ;;;;;
;;;;;;;;;;;
;;; 67 ;;;;; 72 ;;;;;;;;;;;
81 ;;;;;;;;;;;
;;;;;;;;;;;
49
;;; ;;;;; ;;;;;;;;;;;
;;;
;;;38 69
;;;;;
42
;;;;;;;;;;;
;;;; SUBTIPO 1.2
68
;;;;
;;;;
63 TIPO 6
;;;;;;;;;;
51
;;;;;;;;;;
;;;;;;;;;;
ANALISIS FACTORIAL 47
;;;;;;;;;; ;;;;
76 ;;;;;;;;;; 75
;;;;;;;;
;;;; 74
GRUPO TIPOLOGICO II
Fig. 11. Resultados obtenidos para el Grupo Tipológico II de cerámicas grises (bases). en
Cerámica Gris. Bases SUPERFICIE DEL FONDO <
;;
61 F2 44
77 59 TIPO 6
TIPO 7 TIPO 4
35
23
46
TIPO 5
24
TIPO 11 7
50
48
TIPO 1
33 65
28
14 62
60 TIPO 13
37
54
81 22 12
4
27 39
74 5
TIPO 2
52 32
89
19 21 82
86 F1
34 45
83 3 15
70 TIPO 12 40
2 57 51 30 TIPO 14
SUB. 29
10
12.1 38
68 66
53 69 47
TIPO 9 26
75 16
79
55 9
67 20
13
58
84
SUB. 73
12.2 42 25
76 11
87 17
1
63
71
18
85 6
78
TIPO 10
80
36 31
TIPO 8
88
Cerámica clara
Cerámica gris
Cerámica cocina
Fig. 12. Tipos establecidos para el Grupo Tipológico I (bordes) en el Yacimiento de Las
Calañas. Marmolejo. en Molinos et al. 1995
220
F2
TIPO 23
TIPO 18 TIPO 19
T. 17
65
72 63
70
TIPO 22
66
12
TIPO 20
60
TIPO 21
16
TIPO 12
64
TIPO 11
TIPO 14
41
39
61
TIPO 13
62 4 TIPO 2
17
25 TIPO 5 63
38
48 F1
45
3 TIPO 15
TIPO 4
56 28 24
23 1 68
57 67 18 54
8 21 31
53
15 27
59 50
44
40 55 33 36
69 39 TIPO 3
26 58
34 52
43
71
2 11 30
10
13 47 TIPO 10 TIPO 9
20 6
37
42 5 19
TIPO 6 29
TIPO 1 TIPO 16
7
14
22
TIPO 7
TIPO 8
9 32
Fig. 13. Tipos establecidos para el Grupo Tipológico II (bordes) en el Yacimiento de Las
Calañas. Marmolejo. en Molinos et al. 1995
221
2
-1
FACTOR 2
2 2
1 1
-1 -1
FACTOR 2
FACTOR 2
CASA 1 CASA 2
222
2
Espacio 8-3
-1
FACTOR 2
2
Espacio 9
-1
FACTOR 2
2
Patio
-1
FACTOR 2
Fig. 16. Comparación de los espacios 8-3, 9 y patio de la casa 2, donde se puede
observar la variación que se produce entre ellos. en Rísquez et al. 1991
223