A mediados del siglo pasado se considera que comienza la Tercera Revolución
Industrial. Esta se caracteriza por el comienzo de la automatización de los procesos, basada en el uso de tecnologías como la electrónica, la informática, la microelectrónica y nos lleva a la producción automatizada. Hoy en día estamos inmersos en esta etapa y se comienzan a dar los pasos hacia la Cuarta Revolución Industrial. Pero hoy estamos en la Industria 3.0. Si bien es cierto que cada vez más las empresas se preocupan por adaptarse a esa realidad cambiante (y la crisis ha contribuido a ello), tengo la impresión de que no vamos al ritmo que otros. Hoy todavía nos encontramos en el “mundo real” con procesos sin datos, con datos no fiables y con sistemas de información que no nos permiten gestionar con la agilidad que el mercado nos demanda. Todavía nos encontramos con un gap importante entre los procesos y la gestión, especialmente en ciertas áreas de la empresa. Y, desde luego, la existencia de una gestión global de todo el negocio choca muchas veces con las estructuras y jerarquías dentro de la empresa y con la falta de colaboración con clientes y proveedores.
pero estamos en la Tercera Revolución todavía en la mayoría de los casos.
Van a ser años de mejora continua, de revisión continua de procesos, de
reingeniería, de aplicación de tecnologías en plazos cada vez más cortos, de crecimiento profesional de las personas, de adaptación a un entorno que cambiará muy rápido.
Emocionante, ¿sí? ¡Apasionante!
No nos saltemos los pasos. Personas – Procesos – Productividad.
Sin embargo, no hay un periodo establecido en los libros de Historia para
la Tercera Revolución Industrial, en la que se supone que estamos actualmente inmersos. Sí está claro que uno de los puntos claves del arranque de esa tercera oleada mundial de innovaciones tuvo lugar en 1973, con la subida desmesurada e inesperada del precio del petróleo. Muchos de los avances que había traído la revolución previa se basaban, entre otras cosas, en este combustible, barato hasta entonces. De ahí que aquel hecho obligara a muchas empresas y sectores a reinventarse, y que se convirtiera en el detonante que propició el comienzo de importantísimos progresos, especialmente en las telecomunicaciones, la robótica y la bioingeniería, los tres campos que mejor podían resolver los retos a los que nos condujo aquella crisis.
Nuestro futuro solo será posible en un mundo totalmente
interconectado y limpio.
Diferencias entre la 3.0 y la 4.0
En los últimos años el concepto de Industria 4.0 se ha popularizado, tanto en la industria, como en la búsqueda científica, con el fin de promover el alto desarrollo tecnológico. Sin embargo, este término ha generado confusión con su antecesor (la Industria 3.0 o también llamada la 3ª Revolución Industrial) por las semejanzas tecnológicas. Al final, ¿qué es lo que caracteriza e diferencia estos dos conceptos?
en el siglo XX las tecnologías de controladores electrónicos y computadores
programables aparecieron. Estas computadoras y controladores, incluso restringidos a realizar una única tarea previamente programada, posibilitaron a la industria a automatizar toda una línea de producción con prácticamente ninguna intervención humana, dando origen a la conocida 3ª Revolución Industrial
Y ahora, en el siglo XXI, el concepto de Industrial 4.0 (I4.0) o 4ª Revolución
Industrial. La primera diferencia de la I4.0 está relacionada con el hecho de que anteriormente acontecía primero el avance tecnológico, y posteriormente este periodo era reconocido como Revolución Industrial. Pero, ahora con la I4.0, pasa a lo inverso, es decir, por primera vez la Revolución Industrial está planeada y sucediendo al mismo tiempo de los descubrimientos tecnológicos.
En resumen, la I4.0 tiene sus requisitos de implementación en la 3ª Revolución
Industrial, pues además de la automatización, la gran diferencia está en generar y colectar datos relevantes del proceso industrial, comunicación entre máquinas y autonomía de proceso. Para esto, las principales tecnologías habilitadoras son el Internet de las cosas (IoT), Inteligencia Artificial (IA) y Sistema Ciber Físico (CPS).
Ventajas y desventajas de la evolución industrial 4.0