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VOLVIENDO A PENSAR 65

52. Debo mi esclarecimiento de los puntos oscuros


que persisten en el análisis de psicóticos principalmente
a tres trabajos. Como son cruciales para la compren­
sión de lo que sigue, voy a recordárselos: Primero: la
descripción de Freud (2) que cité en mi trabajo al
Congreso de Londres de 1953 (1), sobre el aparato
5 mental que es puesto en actividad por las demandas
del principio de realidad y en particular, aquella parte
DIFERENCIACION DE LAS PERSONALIDADES del mismo que está en relación con la conciencia de
PSICOTICAS Y NO PSICOTICAS 1 los órganos de los sentidos. Segundo: la descripción
de M. Klein (5) sobre los ataques sádicos fantaseados
por el niño contra el pecho durante la fase esquizopa-
51. El tema de este trabajo, es el de que la diferen­ ranoide, y tercero: sii descubrimiento de la identifica­
ciación entre las personalidades psicóticas y no psicó­ ción proyectiva (7). Por este mecanismo, el paciente
ticas, depende de diminutas esciciones de toda aquella escinde una parte de su personalidad y la proyecta en
parle de la personalidad que está referida a la con- el objeto donde se instala, a veces, como perseguidor,
cienci5g!3ff de la realidad interna y externa, y la ex­ pero dejando la psiquis de la cual se escindió empo­
pulsión de estos fragmentos de tal forma, que ellos brecida.
entran dentro o engolfan sus objetos. Describiré este 53 Por temor de que se suponga que atribuyo el
.
proceso en detalle y luego discutiré sus consecuencias desarrollo de una esquizofrenia exclusivamente a cier­
y cómo afecta el tratamiento. tos mecanismos separados de la personalidad que los
Estas conclusiones derivaron del contacto analítico emplea, enumeraré cuáles son las precondiciones que
con esquizofrénicos y las he comprobado en mi prác­ yo supongo necesarias para que estos mecanismos ope­
tica. Les llamo la atención sobre ellas, porque me lle­ ren y sobre los que quiero focalizar la atención de
varon a consecuencias analíticamente significativas en ustedes. Está el ambiente, que no discutiré por ahora,
mis pacientes y que no deben ser confundidas ni con y la personalidad, que debe poseer cuatro rasgos esen­
las remisiones conocidas muy bien por los psiquiatras, ciales: Una preponderancia de impulsos destructivos
o con Tesa clase de mejoría que es imposible referir a tan grande, que aun el impulso a amar, es cubierto
las interpretaciones que se han hecho o a cualquier por él y convertido en sadismo; un odio de la realidad
cuerpo coherente de teoría psicoanalítica. Pienso que interna y externa que se extiende a todo lo que pueda
las mejorías que he visto, merecen una investigación despertar conciencia de la misma; pánico de aniqui­
psicoanalítica. lación inminente (7), y finalmente, la formación de
relación de objetos prematura y precipitada, con cuya
1 “Differentiation of the psychotic from the non-psychotic primera línea está la transferencia, y cuya fragilidad
personalities”. Int. ]. Psa. 38, 3-4, 1957. contrasta notoriamente con la tenacidad con la que
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es mantenida. Esa prematuridad, esa fragilidad, y la te­ rato de tomar conciencia de la realidad que Freud des­
nacidad, son patognomónicos y tienen una derivación cribió como entrando en juego ante el requerimiento
importante sobre el conflicto, nunca decidido en el del principio de realidad; y además, a una excesiva
esquizofrénico, entre los instintos de vida y de muerte. proyección de estos fragmentos de la personalidad en
54. Antes de que consideremos los mecanismos que objetos externos.
resultan de estas características, quiero exponer breve­ He descripto algunos aspectos de estas teorías en mi
mente algunos puntos referentes a la transferencia. El trabajo para el Congreso Internacional de 1953 (1),
vínculo con el analista es prematuro, precipitado y de cuando hablaba de la asociación de la posición depre­
una intensa dependencia; cuando bajo la presión de siva, con el desarrollo del pensamiento verbal y la sig­
sus instintos de vida y muerte, el paciente ensancha el nificancia de esta asociación para la toma de concien­
contacto, se ponen de manifiesto dos corrientes con­ cia de la realidad interna y externa. En este trabajo
currentes de fenómenos. Primero, la escisión de su retomo el mismo tema, solamente que en un estadio
personalidad y la proyección de los fragmentos dentro más temprano, diríamos, el comienzo de la vida del
del analista (es decir, la identificación proyectiva) que paciente. M e refiero a fenómenos de la posición esqui-
se hace hiperactiva con los consecuentes estados confu- zoparanoide que posteriormente están asociados cdn
sionales que Rosenfeld (9) ha descripto. Segundo: Jas el comienzo del pensamiento verbal. Espero que esto
actividades mentales y toda otra a través de las cuales surja así de aquí.
el impulso dominante, sea de vida o de muerte, trata 56. Las teorías de Freud y Melanie Klein a las cua­
de expresarse, "son de inmediato sujetas a mutilaciones les me referí' anteriormente, deben ser consideradas
p o r el im pulso tem porariam en te su bordin ad o. E l p a ­ ahora con más detalle. En su trabajo Neurosis y psi­
ciente perseguido por esas mutilaciones, y tratando de cosis de 1924, Freud definía uno de los hechos que
escapar al estado confusional, retoma a una relación mejor distinguía la neurosis de la psicosis: “ En la
restringida. Oscilaciones entre tentativas de ensanchar primera, el yo, en virtud de su lealtad a la realidad,
el contacto y tentativas de restringirlo se suceden con­ suprime una parte del ello (la vida instintiva) mientras
tinuamente a lo largo del análisis. que en la psicosis, el mismo yo está al servicio del ello,
55. Volviendo ahora a las características que enun­ y se retira de una parte de la realidad” (4). Presumo
cié como intrínsecas de la personalidad esquizofrénica, que cuando Freud habla de la lealtad del yo a la reali­
diré que constituyen un legado que asegura que su dad, habla del desarrollo que él describe que tiene
lugar cuando el principio de realidad se instituye. D i­
poseedor progresará a través de las posiciones esqui-
ce: “ Las nuevas demandas hacen necesario una suce­
zoparanoide y depresiva de una manera marcadamen­
sión de adaptaciones en el aparato mental, que a causa
te diferente de los que no tienen dichas características.
de nuestros conocimientos insuficientes o inciertos, sólo
La ^diferencia gira alrededor del hecho de que esta
podemos detallar en forma muy elemental” . Luego
combinación de cualidades lleva a fragmentaciones
apunta la siguiente lista: La mayor importancia de
mínimas de la personalidad, particularmente del apa­
los órganos de los sentidos dirigidos hacia el mundo
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exterior y de la conciencia ligada a ellos; la atención los fenómenos que estamos acostumbrados a asociar
a la que considera una función especial que investiga con la neurosis, nunca están ausentes y, sirven para
el mundo exterior para que sus señales sean ya fami­ complicar el análisis, cuando se ha hecho un progreso
liares si una necesidad interna urgente emerge; un suficiente al estar presentes en medio de material psi-
sistema de notación cuya tarea es la de depositar los cótícó. Sobre el hecho de que el yo mantiene contacto
resultados de esta actividad periódica de la conciencia, con la-'realidad, depende justamente la existencia de
y que él describe como una parte de lo que llamamos una personalidad no psicótica paralela, pero oscure­
memoria; el juicio, que debe decidir si una idea par­ cida por la personalidad psicótica.
ticular es verdadera o falsa; el empleo de la. descarga 57. Mi segunda modificación, es la de que el retiro
motora para una alteración apropiada de la realidad de la realidad, es una ilusión, no un hecho y emerge
y no simplemente como una descarga del aparato men­ dél despliegue de identificación proyectiva en contra
tal de un incremento de estímulo; y finalmente, el del aparato mental enumerado por Freud. Es tal la
pensamiento que es el que según Freud, hace posible predominancia de esta fantasía, que parece evidente
tolerar la frustración, que es un acompañante inevita­ que no es fantasía, sino un hecho para el paciente,
ble de la acción, en virtud de sus cualidades de forma quien actúa como si su aparato perceptual pudiera ser
experimental de acción. Como veremos, yo extiendo escindido en diminutos fragmentos y proyectado en
mucho más la función e importancia del pensamiento, sus objetos.
pero por lo demás, acepto esta clasificación de las fun­ Como resultado de estas modificaciones llegamos a
ciones del yo, que Freud adelantó putativamente, ha­ la conclusión que pacientes bastante enfermos, tanto
ciendo concreta la parte de la personalidad que trato como para ser clasificados como psicóticos, contienen
en este trabajo. en su psiquis, una parte no psicótica de la personali­
Concuerda con la experiencia clínica y esclarece su­ dad, víctima de los múltiples mecanismos neuróticos
cesos que habría encontrado infinitamente más oscuros con los cuales el psicoanálisis nos ha familiarizado; y
sin ella. una parte psicótica de la personalidad, mucho más
Haré dos modificaciones en la descripción de Freud dominante que la parte no psicótica, que existe pero
para acercarla más a los hechos. No creo, al menos como una yuxtaposición negativa con la anterior, y
en cuanto a los pacientes que encontramos en nuestra por la cual se ve oscurecida.
práctica analítica, que el yo se retire nunca totalmente Una concomitancia al odio de la realidad que
de la realidad. Diría que su contacto con la realidad, Freud remarcó, son las fantasías de ataques sádicos al
está encubierto, por la predominancia en la mente y la pecho, que ocurren en el niño psicótico, y que Melanie
conducta del paciente, de una fantasía omnipotente Klein describió, como parte de la fase esquizoparanoi-
encaminada a destruir, tanto la realidad como la con­ de (8). Quiero destacar que en esta fase, el psicótico,
ciencia de la misma, y así entonces, alcanzar un estado escinde sus objetos, y simultáneamente toda la parte
que no es ni la vida ni la muerte. Desde que el con­ de su personalidad que le daría conciencia de la reali­
tacto con la realidad nunca se pierde completamente, dad que él odia., en muy diminutos fragmentos, y es
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por eso, que el sentimiento del psicótico, es que no el sentido como que está escuchando al paciente. El
podrá nunca restaurar sus objetosPo su yo.' Como re- objeto, enojado por la situación, se hincha, .diríamos.,
sultádo de estos ataques de escisión, todos'aquellos, y cubre y controla la pieza de la personalidad que la
aspectos de su personalidad que le proveerían de fun­ engolfa; es en ese sentido que la partícula de la perso­
damentos para la comprensión intuitiva de sí mismo nalidad se jia vuelto una “cosa”._Dado que estas par­
y dé otros, están perturbados desde el comienzo. Todas tículas son de las cuales depende el paciente para
las' funciones que Freud describió, como una respuesta usarlas como prototipo de ideas —posteriormente para
evolutiva al principio de la realidad en estadios poste­ formar la matriz de la cual emergerán las palabras—
riores, es decir, conciencia de las impresiones senso­ esté~dommio de una parte de la personalidad por el
riales, la atención, lar'tnéfxioria, el juicio, el pensamien- objeto .contenido pero controlador, lleva al paciente, a
tdfha atraído contra ellosj en una forma tan primaria sentir^ que las palabras son en verdad las cosas que
como pueden poseerla al comienzo de la vida, los.ata­ nombran, y esto, aumenta la confusión, descripta por
ques sádicos de escisiones eviscerantes que las condu- Segal, porque el paciente equipara pero no simboliza.
cénlTésfar diminutamente fragmentadas y luego a ser A causa ae que el paciente, usa estos objetos bizarros,
expulsadas de la personalidad, para penetrar o enquis- para_obtener sus pensamientos, nos lleva ahora a un
tar los objetos. En la fantasía del paciente, las par­ nuevo problema. Si consideramos que uno de losxobje-
tículas del yo expelidas, llevan una existencia inde­ tivos del paciente para usar la escisión y la identifica­
pendiente e incontrolada, tanto sea contenidas en, o ción proyectiva, es la de desprenderse de la conciencia
conteniendo los objetos externos; continúan ejerciendo de la realidad, está claro que podría, adquirir el má­
sus funciones como si la expulsión S"ta cual han sido ximo de separación de la realidad,' con la mayor eco­
sujetas, hubiera servido solamente, para aumentar su nomía de esfuerzo, si pudiera lanzar estos ataques
número y provocar hostilidad contra la psiquis que destructivos contra el vínculo, cualquiera que este sea,
las había expulsado. En consecuencia, el paciente se qú5“coiiecta las impresiones de sus sentidos con la con-
siente como rodeado por objetos bizarros cuya natu­ ciehcÍa7~En mi trabajo para el Congreso Internacional
raleza-describiré a continuación. de 1953’ ( 1), mostré que la conciencia de la realidad
58. fiada partícula es sentida como consistiendo de psíquica, depende del desarrollo de la capacidad del
un objeto real que estaría encapsulado en una paTte pensamiento verbal, cuyos fundamentos están ligados
dé la personalidad que lo ha engullido. La naturaleza con~Ta "posición depresiva. Es imposible considerar
de esta partícula, completa, dependerá parcialmente, esté ahora. Los referiré al trabajo de Melanie Klein
del carácter del objeto real, digamos, un gramófono, y de 1930, sobre “La importancia de la formación de
parcialmente del carácter de la partícula de la perso­ los símbolos en el desarrollo del yo” (6), y al trabajo
nalidad que le ha engolfado. Si la parte de la perso­ para la Sociedad Británica de Psicología en 1953 de
nalidad, está en la relación con la visión, cuando el Hanna Segal (10) . En este último Segal demuestra
gramófono suena, será sentido como observando al la importancia de. la formación de símbolos y explora
paciente; si lo está con la audición, el gramófono tiene su relación con el pensamiento verba! y las tendencias
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reparatorias normalmente asociadas con la posición conciencia ligada a” las impresiones sensoriales. Me
depresiva. Y o hago referencia aquí a un estadio más apoyo en su afirmación hecha doce años más tarde
temprano de la misma historia. Creo que el daño que en su trabajo El Yo y el Ello. Allí dice que la pre­
se hace mucho más evidente en la posición depresiva, gunta: “ ¿C óm o se hace una cosa consciente?” puede
en realidad se inició en la fase esquizoparanoide, cuan­ ser más ventajosamente planteada: “ ¿ Cómo una cosa
do se echan las bases para el pensamiento primitivo, se hace preconsciente?” Y la respuesta sería: “ C o­
pero que no llega a establecerse a causa de la exage­ nectándose con las imágenes verbales que le corres­
ración de la escisión y de la identificación proyectiva. ponden” (3). En mi trabajo de 1953 (1) dije que
el pensamiento verbal está ligado con la conciencia de
59. Freud atribuye al pensamiento, la función de
la realidad psíquica; pienso que esto también es cierto,
proveer un medio para restringir la acción. Pero ade­
más dice: “ Es probable que el pensar sea originaria­ en cuanto al pensamiento preverbal del cual hablo
mente inconsciente, ya que emergió de la mera idea­ ahora. En vista de lo que he dicho de los ataques dél
ción y viró a las relaciones entre las impresiones de psicótico sobre el aparato mental que le permite tomar
objeto, y que luego se revistió con cualidades percepti­ conciencia de la realidad externa e interna, se podría
bles para la conciencia solamente a través de su cone­ esperar que el despliegue de identificación proyectiva
xión con las huellas mnémicas de las palabras” (2). sería particularmente severo, en contra del pensamien­
Mis experiencias me han llevado a suponer que existe to, de cualquier clase que sea, que estuviese dirigido
déíHe el comienzo, alguna clase de pensamiento, refe- a relaciones entre las impresiones de objeto; porque
ride—a lo que llamaríamos ideografía y visión, más si este vínculo pudiera ser roto, o mejor aún, no
q'uO"á las palabras y al oído. Este pensamiento, de­ forjarse nunca, por lo menos la conciencia de la reali­
pende de una capacidad paramuna introyección y pro­ dad podría ser destruida, aunque la realidad misma
yección de objetos equilibrada y a fortiori de la toma nunca lo fuera. Pero, en verdad, el trabajo de destruc­
ción ya está hecho a medias, por lo menos dado que
de conciencia de los mismos. _ Esto, está dentro de la
capacidad de la parte ño psicótica de la personalidad, el material del cual se forma el pensamiento en el no
en parte, a causa de la escisión y expulsión del aparato psicótico mediante una introyección y 'proyección,
de la conciencia que he descripto, y en parte, por equilibrada, no está disponible para la parte psicótica
razones que voy a describir ahora. ■déla personalidad, a causa de que la proyección e
introyección han sido desplazadas por la identificación
Gracias a las operaciones de la parte no psicótica
proyectiva y solo quedan los objetos bizarros que he
de M.personalidad, el paciente es consciente de que
descripto!
la introyección conduce a la formación del pensamien­
to inconsciente del cual Freud habla como “ aplicado i 60. En realidad, no solamente el pensamiento pri­
a las relaciones entre las impresiones de objetos” . Creo mitivo es atacado a causa de que conecta las impre-
ahora que es este pensamiento inconsciente el que siones sensoriales de la realidad con la conciencia, sino
Freud define como aplicado a las relaciones entre las ¡que dada la mayor destructividad del psicótico los
impresiones de objeto el que es responsable por “ la procesos de escisión se extienden a los vínculos, dentro
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del proceso mismo del pensamiento. Tal como lo im­ mentos, hace que desde aquí en adelante haya una
plica la frase de Freud de que el pensamiento redunda divergencia cada vez mayor entre las partes psicóticas
en las relaciones entre las impresiones de objeto, esta y no' psicóticas de la personalidad, hasta que al fin
primitiva matriz de ideografías, de la cual surge el el espacio entre ambas es sentido como imposible de
pensamiento, contiene en sí misma eslabones entre una ser cubierto.
ideografía y otra. Todos éstos son atacados, hasta que | 61. Para el paciente, las consecuencias son de que
finalmente, dos objetos, no pueden ser puestos en con­ ahora se mueve, no en un mundo de sueños, sino en
tacto de manera tal de dejar a cada uno sus cuali­ un mundo de objetos que ordinariamente constituyen
dades intrínsecas intactas y además con la capacidad los artefactos de los sueños. Las impresiones de sus
de producir un nuevo objeto mental a través de él. sentidos parecen haber sufrido una mutilación, tal co­
Consecuentemente, la formación de símbolos cuya efec­ mo si hubieran sido atacados, en la forma en que el
tividad-terapéutica depende de la posibilidad de juntar pecho es sentido que fue atacado en las fantasías sá­
dos objetos, de manera tal que su semejanza sea mani- dicas del niño (5). El paciente se siente prisionero en
fiestaT y sin embargo, su diferencia quede inalterada, ese estado mental al que ha llegado, e incapaz de es­
resulta muy dificultoso. En un estadio aun posterior, caparse, a causa de que siente que le falta el aparato
el' resultado de estos ataques de escisión se ven en la de la conciencia de la realidad, que es simultáneamente
negación de la articulación como principio para la la llave de escape y la libertad a la cual escaparía.
combinación de las palabras. Esto no significa que La sensación de aprisionamiento se intensifica por la
los objetos no pueden ser juntacfos; como mostraré más amenazadora presencia de los fragmentos expulsados,
adelante cuando hable de la aglomeración, esto no es dentro de cuyo movimiento planetario se halla el pa­
cierto de ninguná manera. Pop otra parte, desde que ciente. Estos objetos, primitivos pero complejos, par­
“lo que conecta” no solo ha sido minuciosamente frag­ ticipan de las cualidades que en la personalidad no
mentado, sino también proyectado dentro de objetos y psicótica, son peculiares a la materia, objetos anales,
unido con otros objetos bizarros, el paciente se siente sensaciones, ideas y superyó.
rodeado por minúsculos eslabones que estando impreg­ 62. La diversidad de tales objetos, al depender de
nados ahora con crueldad, unen objetos cruelmente. la sensación en la cual están sumergidos, advierte más
Para concluir la descripción de la fragmentación del de lo que la rápida indicación que he dado del modo
yo y su expulsión en, y alrededor de sus objetos, diré que se originan. La Reacción de estos objetos con el
que creo que estos procesos que he descripto son el material del pensamiento ideográfico, lleva al paciente
factor central, en tanto que tal factor pueda ser aisla­ á confundir objetos reales con ideas primitivas; y luego
do sin distorsión, en la diferenciación de la parte aTá confusión, cuando obedecen las leyes de las cien­
psicótica de la no psicótica de la personalidad. Esto cias naturales y no las del funcionamiento mental.
tiene lugar en el comienzo de la vida del paciente. Si el paciente desea recuperar uno de estos objetos, en
Los ataques sádicos sobre el yo y sobre la matriz del una tentativa de restitución de su yo, y en análisis
pensamiento, y la identificación proyectiva de los frag­ justamente, se siente impelido a hacer tal tentativa,
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tiene que recuperarlos por una identificación proyec- ría estar reemplazado por un mundo de elementos de
tiva revertida y por el mismo camino por el cual fue­ los sueños.
ron expelidas. Ya sea que sienta que uno de estos 64. Trataré ahora de describir una sesión real; es
objetos ha sido puesto de vuelta por el analista, o que una experiencia clínica basada en estas teorías más
sienta que él los ha retomado, lo mismo sentirá el bien que una descripción de las experiencias sobre las
ingreso como una agresión. El grado extremo al cual cuales basé estas teorías, pero espero que podré señalar
ha llevado la escisión de los objetos y del yo, hace que el material de sesiones previas que me llevaron a inter­
cualquier tentativa de síntesis sea muy dificultosa. pretar las cosas tal como lo hice.
Además, como se ha librado de “lo que junta”, su El paciente, en el momento de esta sesión, de la que
capacidad para la articulación, sus métodos para la describo una pequeña parte, ha estado viniendo por
síntesis son sentidos como macilentos; puede compri­ espacio de seis años. A veces llegaba con 45 minutos
mir pero no puede juntar; puede fundir pero no pue­ de atraso, pero nunca perdió una sesión; las sesiones
de articular. Como resultado de la eyección y al igual nunca sobrepasaron su límite de hora. Esta mañana
que toda otra partícula expelida, la capacidad para llegó con 15 minutos de atraso y se tiró sobre el diván.
juntar es sentida mucho peor que lo que era cuando Empleó cierto tiempo, en girar de un lado para otro,
fue evacuada. Toda articulación que tiene lugar, es ostensiblemente tratando de acomodarse. Al final,
hecha vengativamente, es decir, de una manera ex­ dijo: “No creo que consiga hacer algo hoy; debí haber
llamado a mi madre”. Hizo una pausa y luego prosi­
presamente contraria a los deseos del paciente en ese guió: “No; pensé que iba a ser así”, una pausa más
momento. En el curso del análisis, este proceso de prolongada y entonces: “Nada más que cosas inmun­
compresión o aglomeración pierde algo de su malig­ das y olores” ; y luego: “Creo que he perdido mi vista”.
nidad y entonces emergen nuevos problemas. Habían pasado 25 minutos, y yo hice aquí una inter­
63. Debo llamar la atención de ustedes a un punto pretación; pero antes de repetirla, quisiera relatar al­
que requiere un trabajo por sí mismo y por lo tanto gún material previo, que espero hará más comprensible
no puedo más que mencionarlo aquí. Está implícito mi intervención.
en mi descripción que la personalidad psicótica o Cuando el paciente maniobraba en el diván, le esta­
parte de la personalidad, ha usado la escisión y la ba observando algo que era familiar para mí. Cinco
identificación proyectiva como sustituto de la repre­ años antes me había explicado que su médico le acon­
sión. Cuando y donde la parte no psicótica de la per­ sejó una operación para la hernia y que su incomo­
sonalidad, recurre a la represión como modo de eli­ didad y sus movimientos eran a causa de la misma.
minar ciertas tendencias de la mente, tanto sea de la Pero era evidente que se trataba más que de la hernia y
conciencia como de otras formas de manifestación y la actividad racional. Le había preguntado a veces,
actividad, la parte psicótica de la personalidad intenta cuál era la causa de estos movimientos y a estas pre­
librarse del aparato del cual la psiquis depende para guntas respondió: “Nada”. Otra vez dijo: “No sé”.
llevar a cabo las represiones; el inconsciente parece­ Sentí que ese “nada” era una invitación velada a que
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me ocupara de mis propias cosas, tanto como la ne­ es realmente una hernia” dije. “No tengo idea, res­
gación de algo muy malo. Proseguí a través de sema­ pondió, sólo una hernia.” Quedé sintiendo que su
nas y años observando sus movimientos. Un pañuelo “no tengo idea”, era igual al “Sin ideas”, acerca de
fue acomodado cerca de su bolsillo derecho; arqueó los sueños y los movimientos, pero por lo menos en
su espalda ¿seguramente un gesto sexual? Un encen­ aquella sesión no pude ir más lejos. A este respecto
dedor se escapó de su bolsillo. ¿Lo levantaría? Sí. No. los movimientos y los sueños eran francos ejemplos de
Tal vez, no. Bueno, sí. Fue recogido del suelo y colo­ tentativas mutiladas de cooperación, y acerca de esto
cado al lado del pañuelo. Inmediatamente una llu­ también le había llamado la atención.
via de monedas, corrió sobre el diván hasta el suelo. 65. Se les ocurrirá, como a menudo se me ha ocu­
El paciente quedó tieso y esperó. Sus gestos parecieron rrido a mí, que estaba observando una serie de presen­
sugerir que tal vez fue imprudente recoger el encen­ taciones dramáticas minúsculas, preparaciones para el
dedor, pues había provocado la caída de las monedas. baño o la alimentación de un bebé,, o el ..cambio de
Esperó alerta, furtivamente. Y finalmente hizo la ob­ pañales, o una seducción sexual. Más a menudo, sería
servación que transcribí. Me acordé de sus descrip­ correcto decir, que la presentación era un conglome­
ciones producidas a lo largo de muchos meses, acerca rado, de.pedazos sacados de un número de tales escenas,
de las tortuosas maniobras que tenía que emprender y fue esta impresión que me llevó finalmente a su­
antes de ir al toilette, o bajar para el desayuno o tele­ poner que estaba observando una actividad ideomótd-
fonear a su madre. Yo estaba acostumbrado a recor­ ía, es decir, un medio de expresar una idea sin nom­
dar muchas de sus asociaciones libres que podían ser brarla. De aquí hay un corto paso a pensar que esta
fácilmente apropiadas, para la conducta que mostró clase de actividad motora, es la que Freud ha descrip-
en ésta como en muchas otras mañanas. Pero éstas to como característica de la supremacía del principio
fueron ahora mis asociaciones, y una vez que probé del placer (1). Porque en cuanto que yo estaba obser­
hacer uso del material en una interpretación, esa fue vando fenómenos psicóticos, el_paciento ño podía estar
exactamente la respuesta que él había dado. Una actuando como respuesta a lá percepción de realidad
interpretación que recordé, había tenido buen resul­ externa; estaba mostrando la clase de descarga motora
tado. que Freud describió como bajo la supremacía del prin-
Le señalé entonces que él había sentido más o me­ cipio del placer “ha servido para descargar el apa­
nos lo mismo acerca de estos movimientos que lo que rato mental del. incremento de estímulos, y para llevar
había sentido acerca de un sueño que me había con­ a" cabo tal tarea ha enviado inervaciones hacia el
tado -—no tenía idea acerca del sueño, ni idea acerca interior del cuerpo (expresiones gesticulares de afec­
de los movimientos. “Sí”, dijo. “Eso es.” “Y sin em­ to)”. Esta impresión, fue la que tuve de nuevo cuando
bargo, repliqué, usted una vez tuvo una idea acerca el paciente dijo: “No creo que pueda hacer algo hoy”.
de esto; pensó que era la hernia.” “Eso no es nada” Era una observación que podía referirse a la probabi­
replicó, y se quedó callado, casi astutamente diría, lidad de producir material para interpretaciones, o
para ver si yo había pescado el punto. “Así que nada igualmente a la probabilidad de que yo produjera al-
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guna interpretación. “Debiera haber telefoneado a mi que con esto, él expresaba una negación celosa de mi
madre”, podía significar que su fracaso en hacerlo era insight.
el castigo por no ser capaz de hacer análisis. También 66. Cuando el paciente dijo, después de una pausa,
significaba que su madre sabría cómo hacerlo —ella que él sabía que esto sería así, presumí con seguridad
podría obtener asociaciones de su material, o inter­ que era yo el que tenía pocas probabilidades de hacer
pretaciones de mí; algo dependía de lo que su madre algo en esa sesión y que su madre era alguna persona
significara para él, pero en este punto yo estaba a o cosa que podría habilitarlo para manejarse más sa­
oscuras. Ella apareció en el análisis como una simple tisfactoriamente. Esta impresión se fortificó más por
mujer trabajadora que había tenido que salir a trabajar la próxima asociación.
para mantener la familia; este punto de vista era sos­ Si las teorías que describí son correctas, entonces, en
tenido con el mismo grado de convicción con que cualquier situación dada, un paciente que está sufi­
sellaba sus afirmaciones de que la familia era extre­ cientemente enfermo como éste, que se hallaba inter­
madamente rica. Se dignó concederme algunos vis­ nado, tiene dos problemas para resolver: uno, pertene­
tazos de ella, como una mujer con tal cantidad de ciente a la parte no psicótica de la personalidad, y otro
compromisos sociales que le restaba escasísimo tiempo de la parte psicótica. En este caso particular, y en
para satisfacer las necesidades tanto del paciente, que este particular momento, la personalidad psicótica y
era su hijo mayor, o de su hija, dos años mayor que sus problemas todavía oscurecían la personalidad no
el paciente, o del resto de la familia. La describió, si psicótica y sus problemas. Sin embargo, como espero
algo tan inarticulado puede ser llamado descripción, mostrar, la última podía ser discernible en el material.
privada de sentido común o cultura, y sin embargo La personalidad no psicótica estaba preocupada con
habituada a visitar galerías de arte de fama interna­ un problema neurótico, es decir, un problema que se
cional. Me dejó inferir que en la crianza de los niños centraba en la resolución de un conflicto de ideas y
fue ignorante y afanosa en extremo. Puedo decir que emociones, al cual había dado lugar las operaciones
para esa época a la que me estoy refiriendo, conocía del yo. Pero la personalidad psicótica estaba dedicada
poco más de su madre real que lo que habría conocido al problema de reparar el yo, y la clave de esto residía
una persona que se ha librado de su yo en la forma en el temor de haber perdido su vista. Desde que era
que he descripto como típica de la personalidad psicó- el problema psicótico el que se imponía, me encaré
tica. Sin embargo, tenía estas impresiones y otras que con él tomando primero su última asociación. L e,
omito, y sobre ellas basé mis interpretaciones. La res­ dije que esas cosas y olores inmundos era lo que él
puesta del paciente a estas interpretaciones fueron de sentía que me había obligado a hacer, y que sentía que
franco rechazo y absoluta inadmisibilidad a causa de mé había compelido a defecar esas cosas y olores in­
ser equivocadas, o acertadas, pero inoportunamente mundos, incluyendo la vista que él había puesto en mí.
dichas, por ser sentidas, como que yo había estado El paciente saltó convulsivamente y lo vi escudriñar
usando su mente (en verdad sería su capacidad de cuidadosamente lo que parecía ser el aire que lo ro­
contacto con la realidad) sin su permiso. Se observará deaba. Entonces le dije que se sentía rodeado por
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pedazos de cosas malas y mal olientes de sí mismo, de la personalidad a causa de que la parte psicótica
iricluyéndo sus ojos que él sentía haber expulsado por era la dominante, y en esta parte, el suceso era mera­
su año. Replicó: “No puedo ver”. Entonces le dije mente significante como una ideografía para la cual
que _sentía que había perdido la vista y su habilidad no había una necesidad inmediata. Cuando por fin
para hablar a su madre o a mí, cuando se había libra­ el hecho irrumpió en el análisis, tuvo la apariencia
do de esas habilidades, evacuándolas para evitar el superficialmente, de una especie de reacción diferida;
dolor. pero tal punto de vista depende de la suposición que
67 . En esta última interpretación, yo usaba una se­ la asociación de los anteojos oscuros era una expresión
sión de varios meses antes, en la cual, el paciente se del conflicto neurótico en la parte no psicótica. Y en
quejaba de que el análisis era una tortura, una tortura verdad, no era una expresión diferida de un conflicto
de recuerdos. Le mostré entonces, como lo había evi­ de la parte no psicótica, sino como mostraré, la movi­
denciado en esta sesión con sus saltos convulsivos, que lización de una ideografía necesaria para la parte
él Había conseguido anestesiarse librándose de sus re­ psicótica para reparar de inmediato al yo dañado por
cuerdos y de cualquier otra cosa que pudiera hacerle el exceso de identificación proyectiva que he descripto.
sentir dolor. Tales obstrucciones de hechos que pasan originalmente
Eí dijo: “Mi cabeza se está partiendo; pueden ser en silencio, no son importantes por su aparición dife­
mis anteojos oscuros”. Unos cinco meses antes, yo rida, sino porque evidencian la actividad de la parte
había estado usando anteojos oscuros; el hecho no psicótica de la personalidad.
había producido reacción visible alguna desde ese día Suponiendo entonces que los anteojos oscuros son
hasta ahora; pero es menos sorpresivo el asunto si con­ aquí la comunicación verbal de una ideografía, es ne­
sideramos que al usar anteojos oscuros, yo fui sentido cesario determinar la interpretación de la ideografía.
por él como uno de los objetos a los cuales me había Temo que deberé comprimir tal vez hasta hacer in­
referido cuando describí el destino de las partículas comprensible, las evidencias que poseo. Los anteojos
expelidas del yo. Ya expliqué que la personalidad psi- contenían un recuerdo de la mamadera. Había dos
cótica parece que tuviera que esperar la ocurren­ anteojos o mamaderas, o sea, que se parecían al pe­
cia de un suceso apto, antes de que se sienta en cho. Eran oscuros a causa del desagrado y del enojo.
posesión de una ideografía apropiada para usarla en Eran de vidrio para vengarse de sus intentos de ver
la comunicación consigo mismo o con los otros. Re­ a través de ellos cuando eran pechos. Eran oscuros a
cíprocamente, otros sucesos que podrían haber tenido causa de que él esperaba a la oscuridad para espiar a
significación inmediata para la personalidad no psi- sus padres en coito. Eran oscuros a causa de que había
cótica, son desaprovechados a causa de que son senti­ tomado la mamadera, no para sacar leche, sino para
dos significantes, solamente como ideografías que no ver lo que sus padres hicieron. Eran oscuros porque
sirven para una necesidad inmediata. En el ejemplo él los había tragado y no solamente la leche que con­
presente el problema creado por mi uso de los anteojos tenían. Y eran oscuros a causa de que los buenos obje­
oscuros, estaba oscurecido para la parte no psicótica tos claros se habían hecho negros y malolientes dentro
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de ellos. Todos estos atributos fueron logrados a través Paciente. El fin de semana; no sé si aguantaré.
de las operaciones de la parte no psicótica de la per­ Esto es un ejemplo de la forma en la cual el pa­
sonalidad. Agregado a estas características, estaban ciente sentía que había reparado su capacidad de con­
aquellas que he descripto como perteneciéndoles como tacto y podía por lo tanto decirme que era lo cjue
parte del yo expulsada por identificación proyectiva; sucedía a su alrededor. Este era un fenómeno ya
por ejemplo, su odio por sí mismo, como parte de sí familiar para él y no se lo interpreté. En cambio le
mismo, que él había rechazado. Usando este cúmulo dije:
de experiencias analíticas, y aun concentrado en el Analista. Usted siente que debe poder seguir sin
problema psicótico, es decir, fa necesidad de reparar mí. Pero para conseguirlo, siente que necesita poder*
el yo para poder encarar las demandas de la situación ver qué sucede a su alrededor, aun para poder comu­
externa, le dije: nicarse conmigo; para poder contactar conmigo a la
Analista. Su vista ha vuelto a ponerse dentro suyo, distancia, tal como hace con su madre, cuando usted
pero le parte la cabeza; usted la siente como una vista le telefonea; así que trató de reobtener su habilidad
muy mala a causa de lo que usted le ha hecho a ella para mirar y hablar de mí.
antes. Paciente. Brillante interpretación. (Con brusca con­
Paciente (moviéndose con dolor, como si protegiera vulsión.) ¡Dios mío!
su canal posterior). Nada. Analista. Siente que puede ver y comprender ahora,
Analista. Parecería ser su canal posterior. pero lo que ve es tan brillante, que le causa un in­
Paciente. Censuras morales. tenso dolor.
Le dije que su vista, los anteojos oscuros, fueron sen­ Paciente (apretando sus puños y mostrando mucha
tidos como una conciencia que le castigaba, en parte, tensión y ansiedad). Lo odio.
porque había tratado de librarse de ellos para evitar Analista. Cuando usted ve, aquello que usted mira,
dolor, y en parte, porque él los había usado para es­ —la pausa del fin de semana y las cosas que espía en la
piarme, así como había espiado a sus padres. No siento oscuridad— lo llenan de odio y de admiración ha­
que haya hecho justicia a lo compacto de la asociación. cia mí.
Se observará que no he podido ofrecer una suges­
tión, en cuanto a que podía estar estimulando estas Creo que en este punto la restauración del yo im­
reacciones en el paciente. Esto no es extraño porque plicó que el paciente se había enfrentado con su pro­
estoy tratando con un problema psicótico que al con­ blema no psicótico, la resolución de sus conflictos
trario del no psicótico, está relacionado precisamente neuróticos. Pienso así por las reacciones de las siguien­
con la destrucción de todo el aparato mental que trae tes semanas en que mostró su incapacidad de tolerar
conciencia de los estímulos de realidad, y por consi­ los conflictos neuróticos estimulados por la realidad y
guiente, no puede discernirse la naturaleza y ni aun la sus tentativas de resolverlos por identificación proyec­
existencia de tales estímulos. Sin embargo, la siguiente tiva. A esto seguía tentativas de usarme como su yo,
observación del paciente dio la clave. ansiedades acerca de su insania, posteriores tentativas
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para reparar su yo y volver a la realidad y la neurosis; ciencia de la realidad interna y externa, es de esperar
y así el ciclo se repetía. que estará sujeto una y otra vez, a lo largo del aná­
68. He descripto esta parte de una sesión en detalle, lisis, a destructivas escisiones e identificaciones pro-
porque puede ser usada para ilustrar varios puntos sin yectivas. He descripto el comienzo del pensamiento
sobrecargar al lector con un número de ejemplos dife­ verbal como perteneciendo a la posición depresiva,
rentes de asociaciones e interpretaciones. Lamento pero la depresión propia de esta fase, es en sí misma,
tener que excluir material muy llamativo y dramático, algo por lo cual la personalidad psicótica protesta, y
porque incluirlo implicaría agregar una abrumadora en consecuencia, el desarrollo del pensamiento verbal
cantidad de descripción del diario análisis con su carga cae bajo ese ataque, siendo sus elementos expulsados
de claras incomprensiones, errores y demás, lo que de la personalidad a medida que se desarrollan por la
produciría un cuadro completamente confuso. Al mis­ identificación proyectiva cada vez que ocurre la depre­
mo tiempo, no quiero dejar dudas de que el approach sión. En su trabajo del Congreso Internacional de
que describo, es el que según mi opinión, produce 1955, Hanna Segal (11) describió la manera por la
sorprendentes resultados. El cambio que tuvo lugar en cual la psiquis maneja la depresión; los remitiría a
este paciente durante las semanas en las que pude aquella descripción complementándola con esa parte
demostrar el interjuego que acabo de describir, fue tal de la posición depresiva que he incluido aquí, en la
que creo cualquier analista lo aceptaría de veras como discusión sobre el desarrollo del pensamiento verbal.
una mejoría psicoanalítica. La conducta del paciente Pero dije que aun en la fase más temprana, la posición
se ablandó; su expresión se hizo mucho menos tensa. esquizoparanoide, los procesos del pensamiento que ya
En los comienzos y finales de sesiones podía mirarme estarían en desarrollo son también destruidos. En este
a los ojos y no me evadía, ni como era frecuente antes, estadio no hay problema de pensamiento verbal sino
fijaba la mirada lejos como si yo fuera la superficie solamente progreso de un pensamiento primitivo de
de un espejo delante de la cual él ensayaba algún tipo preverbal. Una identificación proyectiva excesiva
drama interior, peculiaridad que me ayudó a menudo, en este estadio tan temprano impide una introyección
a darme cuenta de que yo no era una persona real adecuada y la asimilación de las impresiones senso­
para él. Infortunadamente estos fenómenos no son riales, y por lo tanto niega a la personalidad una base
fáciles de describir, y no intento hacerlo, porque quiero firme sobre la cual la iniciación del pensamiento pre­
llamar la atención sobre una mejoría que he encon­ verbal pueda proseguir. Además, no solamente el
trado, y aún encuentro en otros pacientes, sorpren­ pensamiento es atacado por ser en sí mismo un ele­
dente y desconcertante. Como toca el tema principal mento vincular, sino que los factores que llevan a la
de este trabajo, volveré sobre él retomando la discusión coherencia de los pensamientos en sí, son igualmente
teórica que he interrumpido para introducir mi ejem­ atacados en tal forma, que al final los elementos del
plo clínico. pensamiento, las unidades diría, de las cuales se cons­
69. Si el pensamiento verbal es lo que sintetiza y truye el pensamiento, ya no pueden ser articuladas.
articula las impresiones y es así esencial para la con­ El desarrollo del pensamiento verbal, por consiguiente.
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está comprometido tanto por los ataques continuos que mente avanzado. El almacenaje de tal suceso para ser
he descripto como típicos en la posición depresiva, usado como ideografía, se aproxima a la descripción
como por el'hecho de la larga historia de ataques so­ de Freud de la búsqueda de datos de manera tal, que
bre cualquier clase de pensamiento, de cualquier clase ya’seaíT familiares si surge una urgente necesidad in­
que preceda. terna, como una función de atención, como uno de
El esfuerzo de pensar que es una parte del eje cen­ lolTásjaéctos del yo. Y también nos muestra, si bien
tral 'de todo el proceso de reparación del yo, incluye rudimentariamente en este ejemplo, una ingeniosa
el jjso de modos preverbales primitivos que han’ sufri­ aglomeración que sirve para transmitir significados.
do la mutilación y la identificación proyectiva. Lo que La* mejoría sorpresiva y desconcertante de que hablé,
significa que las partículas del yo expulsadas, y sus tendría que ver con esto de la aglomeración ingeniosa.
acúmulos, tienen que volver a estar bajo control y por Porque encontré, no solamente que los pacientes re­
lo tanto dentro de la personalidad. La identificación curren más y más al pensamiento verbal ordinario,
proyectiva es entonces revertida y los objetos vuel­ mostrando así un aumento de la capacidad del mismo
ven por el mismo camino por el que fueron expelidos. y una consideración mayor por el analista como ser
Esto fue expresado por un paciente que decía que humano, sino que se hacen cada vez más hábiles en
tenía que usar un intestino y no un cerebro para pen­ el manejo de este lenguaje más bien aglomerado cjue
sar" y reforzó la agudeza de su descripción corrigién­
dome en una ocasión posterior, cuando le hablé de articulado. Lo importante del lenguaje civilizado es
haber tomado algo tragándolo; el intestino no traga, que simplifica grandemente las tareas del pensador o
me dijo. Para volver, estos objetos deben ser compri­ del que habla. Con tal instrumento los problemas
midos. Debido a la hostilidad con que. fue rechazada pueden ser resueltos, a causa de que por lo menos
la función de articulación, ahora un objeto, los objetos pueden ser establecidos, sin el mismo ciertos interro­
solamente pueden ser unidos inapropiadamente o aglo­ gantes, cualquiera que sea su importancia, no podrían
merados. Sugerí en mi ejemplo clínico, que los anteo­ siquiera ser propuestos. Lo extraordinario es el tour
jos oscuros eran un ejemplo de esta clase de aglome­ de forcé por el cual primitivos modos de pensamiento
ración de objetos bizarros que eran el producto de la son usados por el paciente para establecer temas de
identificación proyectiva del yo. Además, debido a la gran complejidad. Y esto mejora aun con nuevos y
incapacidad del paciente para distinguir entre tales bien recibidos progresos. Y digo bien recibidos, por­
objetos y los objetos reales, es que debe esperar por que aún no estoy satisfecho de que sea correcto ignorar
sucesos apropiados que lo provean con ideografías que el contenido de una asociación porque trabajar con
sus'impulsos de comunicar requieren. Este caso fue lo ella tendría al analista hablando infinitamente más
recíproco de esto, es decir, un ejemplo de almacenaje tiempo que al paciente. ¿ Cuál es por ejemplo la inter­
de un suceso no a cuenta de su significación neurótica, pretación correcta del contenido de “censuras mora­
sino por su valor como ideografía. Esto significa que les”? Y habiéndolo decidido, ¿cuál es el procedimiento
este particular uso de los anteojos oscuros es franca­ correcto? ¿Hasta donde debe seguir uno la aclaración?
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Las partículas que deben ser empleadas participan su yo y la substitución de la identificación proyectiva
de las cualidades de las cosas. El paciente parece sen­ por la represión e introyección deben ser elaboradas.
tir ésto como un obstáculo adicional en sus reentradas. Considero que esto es también verdad eryri neurótico
Como esos objetos expelidos por identificación pro- severo, en quien creo hay una personalidad psicótica
yectiva se vuelven infinitamente peores después de la oculta por la neurosis tanto como la personalidad neu­
expulsión que lo que eran cuando fueron originaria­ rótica está oculta por la psicosis en el psicótico, y que
mente expelidos, el paciente se siente forzado, asaltado, tiene que ser descubierta.y tratada.
y torturado por este reingreso, aun deseado por él.
Esto se ve en el ejemplo que di por el movimiento
convulsivo del paciente y por su sorprendente reacción
a la “brillante” interpretación. Pero esto último, tam­ BIBLIOGRAFIA
bién. muestra que los sentidos, como parte del yo' ex­
pelido, también son "dolorosamente comprimidos al 1) Bion, W. R. (1953). “Notas sobre la teoría de la es­
reingresar.'.Esta'es a menudo la explicación de las ex­ quizofrenia” . Int. J. Psycho-Anal., vol. 35, 1954. Cap.
•IV de este libro.
tremadamente dolorosas alucinaciones táctiles, auditi­ 2) Freud, S. (1911). “Los dos principios del suceder psí­
vas"}- visuales presas de las cuales parece estar labo­ quico”. Bibl. Nueva, tomo 2, pág. 495.
rando. La depresión y la ansiedad, estando sujetas a 3) — (1923). El yo y el ello. Bibl. Nueva, tomo 2, pág. 9.
4) — (1924). Neurosis y psicosis. Bibl. Nueva, tomo 2,
lós mismos mecanismos, son igualmente intensificadas pág. 449.
hasta que el paciente se ve obligado a encararlas con la 5) Klein, M. (1928). “Estadios tempranos del complejo
identificación proyectiva, como ha descripto Segal. edípico”, en Contribuciones en psicoanálisis, Buenos Ai­
res, Hormé, 1964.
6) — (1930). “La importancia de la formación de los sím­
bolos en el desarrollo del yo”, en Contribuciones al psi­
CONCLUSION coanálisis, Buenos Aires, Hormé, 1964.
7) — 1946). “Notas sobre algunos mecanismos esquizoides” ,
70. La experiencia de estas teorías en la práctica en Desarrollos en psicoanálisis, Buenos Aires. Hormé,
1967.
me ha convencido que ellas tienen real valor y con­
8) — Desarrollos en psicoanálisis, Buenos Aires, Hormé,
ducen a mejorías que todo psicoanalista debe sentir 1967.
como merecedoras de prueba y escrutinio. Recípro­ 9) Rosenfeld, H. (1952). “Tranference-phenomena and
camente, no creo que pueda lograrse un progreso real Tranference-analysis in an Acute Catatonic Schizoprenic
con psicóticos hasta que no se dé todo el valor a la Patient”. Int. J. Psycho-Anal., vol. 33.
10) Segal, H. (1955). “Paper on Symbol-formation read to
divergencia entre la personalidad psicótica y no psicó- the Medical Section of the British Psychological Society” .
tica, y en particular al rol de la identificación pro­ 11) — (1956). “Depression in the Schizophrenic” . Int. J.
yectiva en la parte psicótica de la personalidad como Psycho-Anal., vol. 37.
reemplazante de la regresión en la parte neurótica de
la personalidad. El ataque destructivo del paciente a

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