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DICTADURA MILITAR

El equipo económico centró su esfuerzo principalmente en 2 temas; la modificación del


funcionamiento financiero local y la apertura de la economía.
La industria fue la más afectada ya que la apertura de la economía implicó la liberación
de la entrada de las importaciones poniendo a competir a la industria local con la de
los países desarrollados. También, en los años anteriores había incentivos y
protección a la industria local lo cual en esta etapa se sacó. Esto no fue para todas las
industrias, algunas si se siguieron protegiendo fuertemente mientras otras quedaron
desprotegidas y compitiendo fuertemente con la industria extranjera.

 Libre entrada y salida de capitales


 Baja del salario real
 Deterioro de los sectores productivos
 Mejora en la oferta agrícola pampeana
DEUDA EXTERNA
Desde fines de la década del setenta, la deuda externa creció a un ritmo acelerado
llegando a representar una cuarta parte del PBI de ese periodo. Este rápido
crecimiento se origina, casi exclusivamente, por los objetivos financieros de la política
económica.
POLITICA FINANCIERA
Martínez de Hoz asumió como ministro de economía en marzo de 1976. Una de sus
primeras medidas fue establecer 2 tipos de cambio; uno financiero (estable en
términos nominales) y otro comercial que seguiría la marcha de la inflación para
facilitar las operaciones comerciales con el exterior (el tipo comercial, con la creciente
inflación, debía marchar a la misma velocidad que la inflación para no deteriorar en
términos reales lo cual suponía algo bastante difícil de lograr).
La estabilidad del tipo de cambio financiero ofrecía grandes beneficios de
ganancia para el movimiento de divisas en el mercado local lo cual en un futuro
va a suponer un gran problema para mantener esa entrada de divisas. El negocio
estaba en pedir un préstamo en el exterior (que solían tener una tasa de interés
del 6%) ingresas esas divisas en el mercado financiero de cambios, colocarlas
en inversiones que seguían la evolución de la inflación y que a su vez los
bancos ofrecían tasas altas de rentabilidad por colocar el dinero allí, y retirar el
capital y los intereses multiplicados en dólares. Con eso pagaban lo de la deuda
en el exterior y se quedaban con un gran margen de ganancia. Volcaban los
dólares en pesos.
Esto fue relativamente breve debido al rápido proceso inflacionario.
En febrero de 1977 se promulgo la nueva ley de entidades financieras, Se estableció
un mercado libre para el dinero, en el que las tasas de interés dependían del libre
juego de la oferta y la demanda. Los bancos eran los que estaban habilitados para
poner la tasa de interés que ellos querían tanto para los depósitos como para los
créditos. Esta política generó rápidamente que las personas coloquen sus fondos
disponibles en plazos y al poco tiempo, el plazo mínimo se estableció en una semana.
El mercado financiero argentino operó desde entonces con un abrumador predominio
de los fondos colocados a intereses y a plazos generalmente inferiores a los 30 días.
Estrategia del atraso cambiario: las tasas de interés que ofrecían para los depósitos
estuvieron por encima del ritmo de evolución del tipo de cambio (el cual se devaluaba
cada vez más produciendo un aumento sostenido de los precios) ofreciendo un
beneficio considerable a quienes traían divisas del exterior para operar en el mercado
local. Pero desde 1978, se implanto un tipo de cambio único que planteaba a las
autoridades una disyuntiva (elegir entre 2 cosas o soluciones diferentes) sobre las
relaciones entre este y el sistema financiero local.
Lo que se decidió hacer fue implementar un retraso del tipo de cambio con
respecto a la inflación que permitiera otorgar rentabilidad con las tasas de interés de
los depósitos para que sigan ingresando los capitales del exterior y mantener una
razonable actividad productiva. Para esto, la tasa de interés resultaría mas elevada
que la tasa de devaluación y mas baja o igual que la evolución de los precios para no
incidir negativamente en el ciclo económico. Esto a largo plazo llevaría a un modelo
inestable lo cual sabían, pero igual lo adoptaron.
El 20 de diciembre de 1978, el ministro de economía anuncio un programa de
devaluación del peso con ritmo progresivamente descendente. Para esto se estableció
una reducción de las barreras arancelarias con la idea de que al alentar el ingreso de
bienes externos y ponerlos en competencia con los bienes locales, los precios se
reducirían. A su vez, la devaluación gradual del tipo de cambio regularía el ritmo de
aumento de los precios en pesos de los bienes importados y, con ellos, el de los
precios internos. Esto implico que el tipo de cambio tendería a retrasarse siendo
desventajoso para la balanza comercial ya que desalentaba las exportaciones y
alentaba las importaciones. La consecuencia inmediata fue el desajuste en la balanza
de pagos que obligaba a depender del ingreso compensador de capitales del exterior.
El equilibrio con el sector externo se buscó liberando la entrada y salida de capitales
extranjeros y ofreciendo tasas de interés atractivas en el mercado local. Apertura
comercial y financiera.
Las tasas en el mercado financiero local debían ser superiores a la tasa de
devaluación para atraer capitales en divisas. Diferencia entre la tasa de interés del
mercado local y la tasa internacional.
El BCRA absorbía las divisas que ingresaban y entregaba pesos a los agentes
privados, fomentando la liquidez interna y el desarrollo del mercado financiero,
lo que a su vez alentaba la inflación, mientras el nivel de las reservas
aumentaba.
Antes de 1980, el sector público se endeudo poco, el 80% del aumento de los
compromisos locales se originó en el sector privado.
LA CRISIS DE 1980
La permanencia de este modelo claramente iba a desembocar en una ruptura del
mismo.
La primera crisis del sistema se produjo en marzo de 1980 cuando las autoridades
decidieron cerrar y luego liquidar 3 grandes bancos privados. Esto provocó que las
personas, para intentar protegerse, se despojaron de la moneda local y compraron
divisas. Las autoridades, para no quedarse sin divisas, recurrieron a aumentar las
tasas de interés y al endeudamiento externo a fin de reponer los fondos que se
diluían en el mercado interno.
En julio de 1980 el gobierno decidió modificar el sistema impositivo, con el fin de
otorgar mayor competitividad a la producción local y libero aún más los flujos de
capital. Esto genero un fuerte impacto en el déficit fiscal ya que cayeron las
recaudaciones aduaneras.
Balance comercial negativo, caída de las exportaciones y crecimiento de las
importaciones. Todo esto debido a la apertura externa y al retraso cambiario.

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