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Capı́tulo 1

Lógica proposicional

1.1. Hipótesis y tesis

r
ui
rib
Demostrar resultados en matemáticas se refiere a demostrar la veracidad de alguna afirmación, con base
en información previa que tomamos como cierta. La información dada y considerada certera la llamamos

st
hipótesis y la afirmación que deseamos probar se conoce como tesis.

di
Ejemplo 1.1.

do
bi
1. Jonás tiene dos hermanos, Jacobo y José. Jonás y Jacobo usualmente realizan muchas actividades

hi
juntos, por lo que José piensa que Jonás y Jacobo tienen mucho en común entre ellos y poco en común
ro
con él (con José).
-P

Podemos notar que la información previa se refiere a las actividades que realizan juntos Jonás y Jacobo.
Esto podrı́a considerarse como la hipótesis de José, mientras que la tesis serı́a la afirmación “Jonás
tı́n

y Jacobo tienen mucho en común entre ellos y poco en común con él (con José)”.
ar

2. José tienes dos conejos: Julieta y Josué. José ha observado que Julieta es hiperactiva y tiene la tenden-
cia a morder cosas, mientras que Josué es tranquilo y prefiere dormir la mayorı́a del tiempo (hipótesis).
M

José observa un agujero en la pared de yeso y afirma que Julieta es la responsable (tesis).
er

3. Sabemos que los números 2, 4, 6, 8, . . . son pares. Podemos observar que todos ellos son múltiplos de 2
yt

(hipótesis), por lo que afirmamos que todos los números pares son múltiplos de 2 (tesis).
Eh

4. Con base en el ejemplo anterior, si tomamos el número 17 nuestra hipótesis puede considerarse como
e

todo el enunciado del ejemplo anterior y como tesis podrı́amos afirmar que 17 no es par.
sd

En general, esta estructura de hipótesis vs. tesis aparece de manera natural en nuestra vida diaria: ¿Quién
ta

no ha afirmado al menos una vez que una persona X está enojada con Y (tesis) con base en que Y no le
No

habla a X?
Algo de este estilo es en lo que se basan las matemáticas abstractas, pero nuestra intención en estos casos
es demostrar o refutar la tesis. Existen varias formas de realizar tal demostración, entre las cuales las más
usadas son la vı́a directa, contrapositiva, contradicción (estas últimas dos usualmente suelen confundirse),
construcción e inducción matemática. En este curso veremos (algunos de) estos métodos y para poderlos
estudiar con total formalidad, será necesario estudiar algo llamado lógica proposicional. Este será el tema
central de la primera sección que veremos.

1.2. Afirmaciones y tablas de verdad


Llamaremos afirmación (statement en inglés) a cualquier cosa que podamos decir, expresar o escribir. Por
ejemplo “Jonás tiene 20 años” y “la edad de Jonás es 20 años”. Ambos enunciados se refieren a lo mismo,
aunque ellos no son idénticos. Por conveniencia, nos referiremos a expresiones como “Jonás tiene 20 años”
como afirmación.

5
6 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

Supondremos dos cosas respecto a cualquier afirmación: cualquier afirmación es verdadera o es falsa y ninguna
afirmación puede ser verdadera y falsa al mismo tiempo. La primera suposición se conoce como la ley de la
media excluı́da (Law of Excluded Middle, en adelante referida como LEM). El uso de esta ley implicará
que cuando una afirmación no sea falsa, ella automáticamente será verdadera (no hay términos medios).
Notación 1.1. En adelante denotaremos simbólicamente a una afirmación según las letras mayúsculas
P,Q,R,S,. . . .

Nuestro objetivo ahora es estudiar tablas de verdad basadas en afirmaciones iniciales (simples) que se
combinan para dar lugar a una nueva (afirmación compuesta)
Definición 1.2.1. Dadas dos afirmaciones P y Q, definimos la conjunción de P y Q, denotada por P ∧ Q,
como la afirmación cuyo valor de verdad viene dado en la siguiente tabla:

P Q P ∧Q
V V V
V F F
F V F

r
ui
F F F,

rib
donde las letras V,F significan respectivamente verdadero y falso.

st
di
Puede notarse que la conjunción de dos afirmaciones se refiere a la afirmación de que ambas suceden o ninguna
sucede. De este modo, si ambas afirmaciones son verdaderas (ambas suceden), entonces la conjunción es

do
verdadera (sucede). Si al menos una afirmación (exactamente una o ambas afirmaciones) es falsa, entonces

bi
la conjunción es falsa (no sucede).
Ejemplo 1.2.
hi
ro
1. Consideremos P: “hoy está lloviendo”, Q:“hoy hace frı́o”. La conjunción P ∧Q se refiere a la afirmación
-P

“hoy está lloviendo y hoy hace frı́o”. Tenemos entonces que:


tı́n

Si es cierto que hoy llueve y es cierto que hoy hace frı́o, entonces es cierto que hoy llueve y hace
frı́o.
ar

Si es cierto que hoy llueve y es falso que hoy hace frı́o, entonces es falso que hoy llueve y hace
M

frı́o.
er

Si es falso que hoy llueve y es cierto que hoy hace frı́o, entonces es falso que hoy llueve y hace
yt

frı́o.
Eh

Si es falso que hoy llueve y es falso que hoy hace frı́o, entonces es falso que hoy llueve y hace
frı́o.
e
sd

2. Consideremos P:“Hoy es lunes”, Q:“Estamos en el mes de junio” y R:“Hoy es navidad”. Hallemos el


valor de verdad de las conjunciones a pares de afirmaciones distintas.
ta

Para P ∧ Q la afirmación es “hoy es lunes y estamos en el mes de junio”. P y Q son ambas


No

verdaderas, por lo tanto P ∧ Q es verdadera (tenga en cuenta que este ejemplo se escribió pensado
para una sesión del dı́a lunes 22 de junio de 2020, cuando esta materia se ofreció como curso de
verano. Si esto se lee en algún otro mes y en cualquier dı́a distinto de lunes, la conjunción será
falsa).
Para P ∧ R y Q ∧ R, el valor de verdad es que ambas afirmaciones son falsas.

Nuestra siguiente construcción de interés es la siguiente.


Definición 1.2.2. Dadas dos afirmaciones P y Q, llamaremos disjunción de P y Q a la afirmación deno-
tada por P ∨ Q cuyo valor de verdad está dado por

P Q P ∨Q
V V V
V F V
F V V
F F F
1.2. AFIRMACIONES Y TABLAS DE VERDAD 7

Es decir, P ∨ Q es la afirmación que resulta verdadera si al menos una de las dos afirmaciones P ó Q
resulta verdadera.
Ejemplo 1.3.

1. Consideremos P: “Jonás no tiene ojos azules” y Q: “Jonás no tiene cabello rubio”. Tenemos:
Si es verdadero que Jonás no tiene ojos azules y es verdadero que Jonás no tiene cabello rubio,
entonces es verdadero que Jonás no tiene ojos azules o Jonás no tiene cabello rubio.
Si es falso que Jonás no tiene ojos azules y es verdadero que Jonás no tiene cabello rubio, entonces
es verdadero que Jonás no tiene ojos azules o Jonás no tiene cabello rubio.
Si es verdadero que Jonás no tiene ojos azules y es falso que Jonás no tiene cabello rubio, entonces
es verdadero que Jonás no tiene ojos azules o Jonás no tiene cabello rubio.
Si es falso que Jonás no tiene ojos azules y es falso que Jonás no tiene cabello rubio, entonces es
falso que Jonás no tiene ojos azules o Jonás no tiene cabello rubio.
2. Si ahora P es “el metal progresivo es bailable” y Q es “el metal progresivo es más ruidoso que una

r
ui
balada”, entonces la disjunción P ∨ Q es verdadera, ya que aunque P no es cierta, Q sı́ lo es.

rib
Suponiendo que ya se ha entendido de qué forma funcionan las afirmaciones formadas a partir de dos

st
afirmaciones básicas, definiremos las últimas tres que son de interés para este curso.

di
Definición 1.2.3. Dadas dos afirmaciones P y Q, definimos:

do
1. La negación de P denotada como ¬P , como la afirmación con valor de verdad

bi
P ¬P hi
ro
V F
-P

F V
tı́n

Es decir, ¬P es la afirmación con valor de verdad contrario al valor de verdad de P.


ar

2. La condicional P → Q como aquella con valor de verdad


M

P Q P →Q
er

V V V
yt

V F F
F V V
Eh

F F V
e

Esta afirmación se lee como “si P entonces Q”, “Q se sigue de P” o “de P se sigue Q”.
sd

3. La bicondicional, doble condicional de P y Q, denotada por P ↔ Q, como aquella afirmación con valor
ta

de verdad
No

P Q P ↔Q
V V V
V F F
F V F
F F V

Esta afirmación se lee como “De P se sigue Q y de Q se sigue P”.

Los valores de verdad de ¬P son intuitivamente claros, al igual que los de P → Q cuando P es verdadero y
cuando P es falso. Los dos siguientes valores de verdad de P → Q son casi por definición.
Sin embargo, el caso de P → Q tiene la siguiente interpretación: Supongamos que P es la afirmación “los
gatos vuelan”, Q es “los gatos respiran bajo el agua” y R es “los gatos maullan.
P → R tiene, según la definición, valor de verdad igual a verdadero, a pesar de que P es falsa. Dado que
nunca hemos visto un “gato que vuele”, entonces no se tiene forma de argumentar que Q no se sigue de P ,
8 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

por lo tanto no hay evidencia para decir que la afirmación es falsa y, para evitar tener términos medios, le
asignamos entonces el valor de verdad verdadero.
Lo mismo ocurre con P → Q, ya que aún si P es falsa, no hemos visto un gato que vuele y no respire bajo el
agua. Nuevamente, ante la falta de evidencia para suponer la falsedad de la afirmación, le asignamos valor
de verdad “verdadero”.
En el caso de la equivalencia, algo falso nunca puede ser equivalente a algo verdadero y viceversa, pero dos
afirmaciones con mismo valor de verdad sı́ pueden ser equivalentes. Nótese que en este caso estamos usando
la LEM para concluir que cualquier afirmación tiene siempre un valor de verdad especı́fico.
Ejemplo 1.4.

1. Vamos a ejemplificar el valor de verdad de P → Q. Consideremos P : “los gatos vuelan”, Q:“los gatos
maullan”, R:“los gatos son felinos”, S:“los gatos son aves”. Los valores de verdad son:

P → Q: Los gatos vuelan, entonces los gatos maullan. Claramente que un gato vuele no implica
que maulle, pero la afirmación “los gatos maullan” sigue siendo cierta, por lo tanto el valor de

r
verdad de esta afirmación es verdadero.

ui
Q → R: los gatos maullan, entonces los gatos son felinos. Ambas afirmaciones son ciertas, ası́

rib
que Q → R es verdadero.

st
P → Q: los gatos vuelan, entonces los gatos son aves es verdadero.

di
2. Consideremos P: “hoy llueve”, Q:“Jonás saldrá a caminar” y R:“Jacobo acompaña a Jonás”. Tenemos:

do
bi
¬P : hoy no llueve,

hi
P → ¬Q: hoy llueve, luego Jonás no saldrá a caminar
ro
Q ↔ R: Jonás saldrá a caminar si y sólo si Jacobo lo acompaña.
-P

Puede pensarse que el valor de verdad de P → ¬R es verdadero (a menos que Jonás esté pensando
en contraer un resfriado), mientras que el de Q ↔ R debe interpretarse con más cuidado: significa
tı́n

que ocurre alguna de dos opciones, Jacobo acompaña a Jonás y Jonás sale a caminar o ninguna de las
ar

dos afirmaciones ocurre. Es decir, no puede ocurrir que Jacobo acompañe a Jonás y éste no salga a
M

caminar y tampoco puede ocurrir que Jonás salga a caminar sin que Jacobo lo acompañe.
er

Podemos notar del ejemplo anterior que el valor de verdad no es un sinónimo del “sentido” o veracidad de
yt

la afirmación. Por ejemplo, si nuevamente P es “los gatos vuelan” y Q es ”los gatos son conejos”, el valor
Eh

de verdad de P → Q es “verdadero” como afirmación lógica. Sin embargo, la afirmación no es veraz según
nuestra definición de gato y conejo.
e

Podemos mezclar las construcciones definidas anteriormente para crear afirmaciones más complejas. En esta
sd

mezcla aplicaremos una especie de “jerarquı́a” en la cual la negación se efectúa antes que cualquiera de las
otras cuatro construcciones, pero estas cuatro restantes pueden efectuarse en cualquier orden.
ta
No

Ejemplo 1.5. Consideremos las afirmaciones P, Q, R y definamos ¬P ∨ (Q → R) y ¬(P ∧ Q) ↔ (Q ∨ R).


Hallaremos el valor de verdad de cada una, mediante su correspondiente tabla de verdad. Para la primera
afirmación tenemos:

P Q R ¬P (Q → R) ¬P ∨ (Q → R)
V V V F V V
V V F F F F
V F V F V V
V F F F V V
F V V V V V
F F V V V V
F V F V F V
F F F V V V

Para la segunda afirmación


1.3. RELACIÓN ENTRE AFIRMACIONES 9

P Q R P ∧Q Q∨R ¬(P ∧ Q) ↔ (Q ∨ R)
V V V V V F
V V F V V F
V F V F V V
V F F F F F
F V F F V V
F F F F F F
F V F F V V
F F V F V V

Las siguientes dos afirmaciones compuestas formarán un papel importante en las técnicas de demostración
que veremos en la siguiente sección.
Definición 1.2.4. Dadas dos afirmaciones P y Q definimos:

1. La (afirmación) recı́proca de P → Q como Q → P .

r
2. La contrapositiva de P → Q como ¬Q → ¬P .

ui
rib
Observación 1.1. La contrapositiva de P → Q nunca debe confundirse con la negación de P → Q. La
contrapositiva se lee como “no P de sigue de no P”, mientras que la negación se lee como “no es cierto/no

st
sucede que Q se sigue de P” y se simboliza como P 6→ Q o ¬(P → Q). Las tablas de verdad para cada una

di
de estas afirmaciones son las siguientes. Puede observarse que ellas no son las mismas.

do
P Q (P → Q) ¬(P → Q) P Q ¬P ¬Q ¬Q → ¬P

bi
V V V F V V F F V
V F F V V F
hi F V V
ro
F V V F F V V F F
-P

F F V F F F V V V
tı́n

1.3. Relación entre afirmaciones


ar

Algunos autores suelen escribir cosas como P = Q, para referirse a que dos afirmaciones “son iguales”. Sin
M

embargo, estrictamente hablando, una igualdad ası́ sólo es cierta si todas y cada una de las palabras que
er

forman P aparecen también en Q y viceversa.


yt

Por otro lado, puede ocurrir que P y Q no estén escritas con el mismo bloque de palabras, pero sı́ se refieren
Eh

a lo mismo. Esto se conoce como afirmaciones equivalentes, las cuales definiremos en breve. Para lograr
esta definición serán necesarios los siguientes conceptos.
e
sd

Definición 1.3.1. Llamaremos tautologı́a a una afirmación que siempre es verdadera por necesidad lógica,
sin importar si sus componentes son afirmaciones simples que son verdaderas o falsas.
ta

Si la afirmación compuesta es siempre falsa, sin importar que sus componentes sean afirmaciones verdaderas
No

y/o falsas, diremos que la afirmación compuesta es una contradicción.


En el caso en el que la afirmación compuesta tenga una tabla con valores de verdad dados por verdadero y
falso, diremos que la afirmación es una inconsistencia.
Ejemplo 1.6. Las afirmaciones en el Ejemplo 1.5 son todas inconsistencias. El ejemplo más simple de una
tautologı́a es P ∨ ¬P :

P ¬P P ∨ ¬P
V F V
F V V

Por otro lado, el ejemplo más simple de una contradicción es P ∧ ¬P :

P ¬P P ∧ ¬P
V F F
F V F
10 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

Un caso más complicado de tautologı́a (y uno de contradicción) aparecen en el siguiente ejemplo.


Ejemplo 1.7. Dadas P, Q, R,, probaremos utilizando las correspondientes tablas de verdad que
[(P ∧ Q) → R] → [P → (Q → R)],
es una tautologı́a y que
[Q → (P ∧ ¬Q)] ∧ Q,
es una contradicción.
Para la tautologı́a, llamemos Z a la afirmación [(P ∧ Q) → R] → [P → (Q → R)]. Tenemos entonces:

P Q R P ∧Q (P ∧ Q) → R Q→R P → (Q → R) Z
V V V V V V V V
V V F V F F F V
V F V F V V V V
F V V F V V V V
F F V F V V V V

r
F V F F V F V V

ui
V F F F V V V V

rib
F F F F V V V V

st
Podemos ahora hablar de afirmaciones equivalentes.

di
Definición 1.3.2. Sean P y Q dos afirmaciones.

do
bi
1. Si P → Q es una tautologı́a, diremos que P implica Q, lo cual denotaremos por P ⇒ Q.

hi
2. Si P ↔ Q es una tautologı́a, diremos que P es equivalente a Q y esto lo denotaremos como P ⇔ Q.
ro
Ejemplo 1.8. P:“el cielo es azul” y Q:“el paso es verde” son tales que P → Q es verdadero, pero no es una
-P

tautologı́a. Podrı́a ocurrir que por alguna causa climatológica, el pasto no sea verde, aún cuando el cielo siga
siendo azul.
tı́n

Consideremos ahora el caso “No sucede que, si Jonás piensa que José es chido entonces a Jonás le agrada
ar

José” y “Jonás piensa que José es chido o a Jonás le agrada José”. Podemos escribir ambas afirmaciones
M

compuestas en términos de P:“Jonás piensa que José es chido”, Q:“A Jonás le agrada José” como:
er

¬(P → Q), P ∨ Q.
yt

Tenemos:
Eh

P Q P →Q ¬(P → Q) P ∨Q ¬(P → Q) → P ∨ Q
e

V V V F V V
sd

V F F V V V
ta

F V V F V V
No

F F V F F V

Dado que ¬(P → Q) → P ∨ Q es una tautologı́a, tenemos que ¬(P → Q) ⇒ P ∨ Q.


Sin embargo, podemos ver en la tabla de verdad anterior que la afirmación recı́proca P ∨ Q → ¬(P → Q)
toma los valores verdadero y falso, cada uno en dos casos, por lo tanto ella es una inconsistencia y más aún,
P ∨ Q no es equivalente a ¬(P → Q) ⇒ P ∨ Q.

Veamos un ejemplo general de dos afirmaciones que sı́ son equivalentes.


Ejemplo 1.9. Es sumamente común escuchar cosas como “no necesito nada”, “no tengo nada”, que incluso
son aceptables según la RAE. Sin embargo, todas estas oraciones contienen algo llamado “doble negación”,
lo cual en el sentido lógico implica la afirmación original.
Ası́, “no necesito nada” es equivalente a “necesito algo” y “no tengo nada” es equivalente a “tengo algo”.
En general, si P es una afirmación cualquiera, afirmamos que ¬(¬P ) ⇔ P (en este caso sı́ es necesario
escribir la primera negación entre paréntesis).
Es muy fácil ver que efectivamente ¬(¬P ) ⇔ P :
1.3. RELACIÓN ENTRE AFIRMACIONES 11

P ¬P ¬(¬P ) ¬(¬P ) ↔ P
V F V V
F V F V

Dado que ¬(¬P ) ↔ P es una tautologı́a, concluimos que efectivamente ¬(¬P ) ⇔ P .

Otro ejemplo interesante es la forma de negar la condicional P → Q. Podemos deducir su negación pensando
que la afirmación Q es una consecuencia de P , es decir que siempre que P ocurra Q también ocurrirá. De
esto se sigue que la única forma de que no se cumpla P → Q es si pueden ocurrir P y no Q al mismo tiempo.
El siguiente resultado prueba que esto es cierto.
Proposición 1.1. Dadas P, Q dos afirmaciones cualesquiera, se cumple que ¬(P → Q) ⇔ (P ∧ ¬Q).

Prueba. La “demostración” únicamente requiere que hallemos la tabla de verdad de la bicondicional ¬(P →
Q) ↔ (P ∧ ¬Q). Si dicha tabla de verdad prueba que la afirmación de interés es una tautologı́a, el resultado
se sigue por definición. En efecto:

r
P Q P →Q ¬(P → Q) P ∧ ¬Q ¬(P → Q) ↔ (P ∧ ¬Q)

ui
V V V F F V

rib
V F F V V V

st
F V V F F V

di
F F V F F V

do
bi
Otros resultados sobre negaciones se resumen en el siguiente resultado. La demostración, igual que en el caso

hi
anterior, sólo requiere que se halle explı́citamente la correspondiente tabla de verdad.
ro
Proposición 1.2. (Reglas de Inferencia 1). Sean P, Q, R afirmaciones. Se cumplen las siguientes equiva-
-P

lencias:
tı́n

1. P ∨ Q ⇐⇒ Q ∨ P (Ley conmutativa)
2. P ∧ Q ⇐⇒ Q ∧ P (Ley conmutativa)
ar
M

3. (P ∨ Q) ∨ R ⇐⇒ P ∨ (Q ∨ R) (Ley asociativa)
er

4. (P ∧ Q) ∧ R ⇐⇒ P ∧ (Q ∧ R) (Ley asociativa)
yt

5. P ∧ (Q ∨ R) ⇐⇒ (P ∧ Q) ∨ (P ∧ R) (Ley distributiva)
Eh

6. P ∨ (Q ∧ R) ⇐⇒ (P ∨ Q) ∧ (P ∨ R) (Ley distributiva)
e
sd

7. P −→ Q ⇐⇒ ¬P ∨ Q
8. P −→ Q ⇐⇒ ¬Q −→ ¬P (contrapositiva)
ta
No

9. P ←→ Q ⇐⇒ Q ←→ P
10. P ←→ Q ⇐⇒ (P −→ Q) ∧ (Q −→ P )
11. ¬(P ∧ Q) ⇐⇒ ¬P ∨ ¬Q (Leyes de De Morgan)
12. ¬(P ∨ Q) ⇐⇒ ¬P ∧ ¬Q (Leyes de De Morgan)
13. ¬(P ←→ Q) ⇐⇒ (P ∧ ¬Q) ∨ (¬P ∧ Q)

Prueba. Dado que el numeral 7 parece ser el menos intuitivo, haremos su demostración vı́a su correspon-
diente tabla de verdad:

P Q P −→ Q ¬P ¬P ∨ Q (P −→ Q) ↔ (¬P ∨ Q)
V V V F V V
V F F F F V
F V V V V V
F F V V V V
12 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

Otra forma de demostrar es usando la Proposición 1.1, el numeral 11 de este mismo resultado y la doble
negación. Sabemos por la Proposición 1.1 que (P → Q) ⇔ P ∧ ¬Q y por lo tanto:
h i
P → Q ⇔ ¬ ¬(P → Q) ⇔ ¬(P ∧ ¬Q) ⇔ ¬P ∨ ¬(¬Q) ⇔ ¬P ∨ Q,

donde la segunda equivalencia se sigue del numeral 11 (Ley de De Morgan) y la última se sigue de la doble
negación.
También hemos usado que (P ⇔ Q) ⇔ (¬P ⇔ ¬Q). Vamos a probar esto: como P ↔ Q es equivalente a
(P → Q) ∧ (Q → P ), por contrapositiva tenemos que P ↔ Q es equivalente a (¬Q → ¬P ) ∧ (¬P → ¬Q).
Esto último es, a su vez, equivalente a ¬P ↔ ¬Q.
Sólo resta probar que si P ↔ Q es tautologı́a, entonces también ¬P ↔ ¬Q es tautologı́a. La bicondicional
P ↔ Q sólo es verdadera cuando P, Q son ambas falsas o ambas verdaderas. En el primer caso, ¬P, ¬Q son
ambas verdaderas y por lo tanto ¬P ↔ ¬Q es verdadera.
En el segundo caso, ¬P, ¬Q son ambas falsas y por lo tanto ¬P ↔ ¬Q es nuevamente verdadera. Se sigue
entonces que si P ↔ Q es tautologı́a, entonces ¬P ↔ ¬Q también lo es. Análogamente se prueba que si

r
ui
¬P ↔ ¬Q es tautologı́a, también lo es P ↔ Q.

rib
Ejemplo 1.10.

st
1. Consideremos P: x es un número entero y Q: el logaritmo natural de x es un número entero. ¿De qué

di
otra forma podemos escribir ¬P ∨ Q?

do
De acuerdo a la Proposición 1.2, numeral 7, una forma equivalente de ¬P ∨ Q es P → Q, que en este
caso serı́a “Del hecho que x sea un número entero, se sigue que su logaritmo natural es un número

bi
entero”.
hi
ro
2. Sean P,Q y S afirmaciones cualesquiera. ¿Cuál es la negación de
-P

(¬S ∨ R) → [(¬S ∧ P ) ∨ (¬S ∧ R)]?


tı́n

Por la Proposición 1.1 tenemos que


ar
M

h i h i
¬ (¬S ∨ R) → [(¬S ∧ P ) ∨ (¬S ∧ R)] ⇔ (¬S ∨ R) ∧ ¬ (¬S ∧ P ) ∨ (¬S ∧ R) .
er

Luego, utilizando la Proposición 1.2, numerales 12, 6 y 4, en conjunto con la doble negación, obtenemos:
yt
Eh

h i h i
¬ (¬S ∨ R) → [(¬S ∧ P ) ∨ (¬S ∧ R)] ⇔ (¬S ∨ R) ∧ ¬ (¬S ∧ P ) ∨ (¬S ∧ R)
e
sd

h i
⇔ (¬S ∨ R) ∧ (S ∨ ¬P ) ∧ (S ∨ ¬R)
ta

h i
⇔ (¬S ∨ R) ∧ S ∨ (¬P ∧ ¬R)
No

h i h i
⇔ (¬S ∨ R) ∧ S ∨ (¬S ∨ R) ∧ (¬P ∧ ¬R)
h i h i
⇔ (¬S ∧ S) ∨ (R ∧ S) ∨ ((¬S ∨ R) ∧ ¬R) ∧ ¬P
h i h i
⇔ (¬S ∧ S) ∨ (R ∧ S) ∨ ((¬S ∧ ¬R) ∨ (¬R ∧ R)) ∧ ¬P .

Antes de continuar, veamos que si P es cualquier afirmación y Q es una contradicción, entonces

(P ∨ Q) ⇔ P (1.1)

Esto es muy fácil utilizando la tabla de verdad asociada:

P Q P ∨Q (P ∨ Q) ↔ P
V F V V
F F F V
1.4. ARGUMENTOS VÁLIDOS 13

Con esto obtenemos:

h i h i
¬ (¬S ∨ R) → [(¬S ∧ P ) ∨ (¬S ∧ R)] ⇔ (R ∧ S) ∨ (¬S ∧ ¬R) ∧ ¬P .

En el caso de las implicaciones también se tiene una lista de reglas de inferencia.

Proposición 1.3. (Reglas de Inferencia 2) Si P, Q, R, S son afirmaciones:

1. (P → Q) ∧ P ⇒ Q y (P → Q) ∧ ¬Q ⇒ ¬P .(Modus Ponens, modo que al afirmar afirma y Modus


Tollens, modo que al negar niega, respectivamente)
2. P ∧ Q ⇒ P y P ∧ Q ⇒ Q. (Simplificación)
3. P ⇒ P ∨ Q y Q ⇒ P ∨ Q. (Adición)
4. (P ∨ Q) ∧ ¬P ⇒ Q y (P ∨ Q) ∧ ¬Q ⇒ P . (Modus Tollendo Ponens, modo que al negar afirma)

r
ui
5. P ↔ Q ⇒ P → Q y P ↔ Q ⇒ Q → P . (Bicondicional-condicional)

rib
6. (P → Q) ∧ (Q → P ) ⇒ P ↔ Q. (Condicional-bicondicional)

st
7. (P → Q) ∧ (Q → R) ⇒ P → R. (Silogismo hipotético)

di
do
8. (P → Q) ∧ (R → S) ∧ (P ∨ R) ⇒ Q ∨ S. (Dilema constructivo)

bi
Ejemplo 1.11. Veamos que las siguientes implicaciones son verdaderas. Todas pueden demostrarse vı́a

hi
tablas de verdad, pero dado que esto resulta sumamente cansado, utilizaremos los resultados presentados
ro
para simplificar estas demostraciones.
-P

1. ¬(P → Q) ⇒ P .
tı́n

Prueba. Sabemos por la Proposición 1.1 que ¬(P → Q) ⇔ P ∧ ¬Q. En particular, eso significa que
¬(P → Q) ⇒ P ∧ ¬Q).
ar

Como se cumple P y no se cumple Q, por la Proposición 1.3, numeral 2 (simplificación), se tiene


M

P ∧ ¬Q ⇒ P . El resultado se sigue de ¬(P → Q) ⇒ P ∧ ¬Q y P ∧ ¬Q ⇒ P .


er

2. (P → Q) ∧ (P → ¬Q) ⇒ ¬P .
yt

Prueba. Por la Proposición 1.3, numeral 7 y la Ley Distributiva (Proposición 1.2, numeral 6) tenemos:
Eh
e
sd

(P → Q) ∧ (P → ¬Q) ⇒ (¬P ∨ Q) ∧ (¬P ∨ ¬Q) ⇒ ¬P ∨ (Q ∧ ¬Q).


ta

Como Q ∧ ¬Q es una contradicción, por la relación (1.1) obtenemos


No

(P → Q) ∧ (P → ¬Q) ⇒ ¬P.

1.4. Argumentos válidos


En la sección anterior nos fijamos en afirmaciones desde el punto de vista de veracidad o falsedad, usando
tablas de verdad. Esto nos permitió considerar todas las posibles formas en las cuales varias afirmaciones
simples podı́an ser verdaderas o falsas. Este enfoque, que es el más básico para determinar la falsedad o
veracidad de una afirmación, no refleja la forma en la que realizamos demostraciones en matemáticas. En
matemáticas empezamos con una hipótesis (o una serie de hipótesis) y después escribimos afirmaciones de tal
forma que la afirmación actual se sigue de la inmediata anterior, hasta que llegamos a la conclusión deseada
(la demostración de la tesis). En esta sección estudiaremos la construcción análoga en lógica, es decir,
14 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

la argumentación lógica. Veremos también la relación entre esta argumentación y el enfoque considerado
anteriormente.
Nos interesa estudiar algo llamado argumentos lógicos, los cuales se refieren a una colección de afirma-
ciones, la última de las cuales es la conclusión del argumento y todas las demás son las premisas de dicho
argumento. De lo anterior tenemos entonces que un argumento es una colección de afirmaciones dividido
en premisas y una conclusión.
Diremos entonces que un argumento es válido si la conclusión necesariamente se sigue de las premisas. Es
decir, si las premisas implican la conclusión.
Ejemplo 1.12. Consideremos el siguiente argumento:
Si el artefacto es barato o ahorrador de energı́a, entonces no generará dinero para el manufacturador. El
artefacto está pintado de rojo, entonces generará dinero para el manufacturador. El artefacto es barato, luego
el artefacto no está pintado de rojo.
¿Cómo podrı́amos probar que tal argumento es válido? El primer paso consistirá en convertirlo a sı́mbolos
como en las secciones previas, es decir, lo desglozaremos en afirmaciones.

r
Sean C: “el artefacto es barato”, E: “el artefacto es ahorrador de energı́a”, M: “el artefacto genera dinero

ui
para el manufacturador”, R: “el aparato está pintado de rojo”.

rib
Con las afirmaciones previas, el argumento de interés se convierte en:

st
di
(C ∨ E) → ¬M
R→M

do
C

bi
¬R,

hi
ro
donde la lı́nea horizontal separa la conclusión de las premisas. Otra forma de escribir nuestro argumento,
según la notación utilizada en las secciones previas, es:
-P

[(C ∨ E) → ¬M ] ∧ (R → M ) ∧ C ⇒ ¬R.
tı́n

Con base en esta última representación del argumento, podrı́amos escribir la tabla de verdad de la afirmación
ar

y determinar si ella efectivamente es una implicación o no. Si ella resultase ser una implicación, podrı́amos
M

decir que el argumento en cuestión es válido. Sin embargo, hemos visto ya lo largo y tedioso que resulta
escribir tablas de verdad y, para argumentos más complicados, sin duda elaborar dicha tabla serı́a un enorme
er

fastidio.
yt

En lugar de utilizar las tablas de verdad, apelaremos al Resultado 1.3 para justificar el argumento planteado
Eh

al inicio. Con justificar nos referimos a que, a partir de las afirmaciones a la izquierda del sı́mbolo de
implicación (las premisas) y, mediante las implicaciones del Resultado 1.3, llegaremos a la conclusión. Este
e
sd

tipo de justificación se conoce en lógica como derivación.


Primero, partiendo de la afirmación más simple que es C, llegamos a C ∨ E por adición. A partir de
ta

(C ∨ E) → ¬M y C ∨ E justificamos ¬M usando Modus Ponens y de ¬M , R → M y Modus Tollens


No

obtenemos ¬R.
Dicho de otra forma:

(1) (C ∨ E) → ¬M
(2) R → M
(3) C
− − − − − − − − − − − − − − − −−
(4) C ⇒ C ∨ E (3) y Adición
(5) [(C ∨ E) → ¬M ] ∧ (C ∨ E) ⇒ ¬M (1), (4) y Modus Ponens
(6) (R → M ) ∧ ¬M ⇒ ¬R (2), (5) y Modus Tollens .

Debido a que hemos obtenido una cadena de implicaciones, podemos concluir que las tres afirmaciones
consideradas premisas (1,2 y 3) generan la conclusión al final de 6. Esto implica que el argumento es válido.
1.4. ARGUMENTOS VÁLIDOS 15

La forma de justificar el argumento del ejemplo anterior no es única.


Ejemplo 1.13.

(1) (C ∨ E) → ¬M
(2) R → M
(3) C
− − − − − − − − − − − − − − − −−
(4) C ⇒ C ∨ E (3) y Adición
(5) ¬M → ¬R (2) y contrapositiva
(6) (C ∨ E) → ¬R (1), (5) y Silogismo hipotético
(6) ¬R (4), (6) y Modus Ponens .

Ejemplo 1.14.

r
1. Consideremos ahora:

ui
Si los aliens aterrizan en el planeta tierra, entonces toda la gente comprará flores. Si la tierra recibe

rib
señales del espacio exterior, entonces toda la gente se dejará crecer el cabello. Los aliens aterrizan en

st
el planeta tierra, y toda la gente está dejándose crecer el cabello. Luego toda la gente compra flores, y

di
la tierra recibe señales del espacio exterior.
Veremos que este argumento no es válido.

do
Convertimos todo el argumento en afirmaciones: sean A: “los aliens aterrizan en el planeta tierra”, R:

bi
“toda la gente compra flores”, S: “la tierra recibe señales del espacio exterior” y H: “toda la gente se
deja crecer el cabello”. hi
ro
Nuestro argumento queda escrito como
-P

(A → R) ∧ (S → H) ∧ (A ∧ H) → R ∧ S.
tı́n
ar

Para verificar su falsedad, baste encontrar un caso para el cual la última condicional sea falsa. Esto
puede hacerse fácilmente con una tabla de verdad:
M
er

A R S H (A → R) (S → H) A∧H R∧S (A → R) ∧ (S → H) ∧ (A ∧ H)
yt

V V F V V V V F V
Eh

Claramente se sigue de lo anterior que el valor de verdad de (A → R)∧(S → H)∧(A∧H) → R∧S, para
e

el caso presentado en la tabla, es falso y por lo tanto tenemos un argumento con premisas verdaderas,
sd

pero una conclusión falsa. Esto implica la no validez del argumento.


ta

2. Veamos ahora el siguiente argumento “patológico”:


No

Jonás no toca la guitarra, o Jacobo toca la flauta. Si José no toca el saxofón, entonces Jacobo no toca
la flauta. Jonás toca la guitarra, y José no toca el saxofón. Luego, Julián toca el acordeón.
El argumento anterior es válido, aunque se puede notar que no existe una conexión entre las premisas
y la conclusión. Repitamos el método usado en el Ejemplo 1.12.
Sean S: “Jonás toca la guitarra”, O: “Jacobo toca la flauta”, E: “José toca el saxofón” y N: “Julián
toca el acordeón”. Tenemos entonces que queremos llegar a N a partir de suponer ciertas (¬S ∨ O),
¬E → ¬O y S ∧ ¬E, es decir, queremos probar que

(¬S ∨ O) ∧ (¬E → ¬O) ∧ (S ∧ ¬E) ⇒ N.

Tenemos entonces:
16 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

(1) (¬S ∨ O)
(2) ¬E → ¬O
(3) S ∧ ¬E
− − − − − − − − − − − − − − − −−
(4) S (3) y simplificación
(5) S ∨ N (4) y adición
(6) ¬E (3) y simplificación
(7) ¬O (2),(6) y Modus Ponens
(8) ¬S (1), (7) y Modus Tollendo Ponens
(9) N (5), (8) y Modus Tollendo Ponens.

Veamos que el mismo procedimiento puede utilizarse para probar también que

r
ui
(¬S ∨ O) ∧ (¬E → ¬O) ∧ (S ∧ ¬E) ⇒ ¬N.

rib
st
di
(1) (¬S ∨ O)
(2) ¬E → ¬O

do
(3) S ∧ ¬E

bi
− − − − − − − − − − − − − − − −−
hi
ro
(4) S (3) y simplificación
-P

(5) S ∨ ¬N (4) y adición


(6) ¬E (3) y simplificación
tı́n

(7) ¬O (2),(6) y Modus Ponens


(8) ¬S (1), (7) y Modus Tollendo Ponens
ar

(9) ¬N
M

(5), (8) y Modus Tollendo Ponens.


er

Lo anterior se debe a que (¬S ∨ O) ∧ (¬E → ¬O) ∧ (S ∧ ¬E) es una contradicción (se deja como
yt

ejercicio revisarlo), por lo que según la tabla de verdad de P → Q, dado que el valor de verdad de la
Eh

afirmación de la que se sigue la conclusión es falso, la afirmación completa siempre será verdadera.
e

La moraleja del ejemplo anterior es que debemos evitar argumentos cuyas premisas formen contradicciones.
sd

Este tipo de premisas se llaman inconsistentes, mientras que aquellas que no forman contradicciones se
llaman consistentes.
ta

Concluiremos esta sección con un algunos errores comunes, llamados falacias.


No

Ejemplo 1.15.

1. Consideremos el argumento “Si Julieta come pellets, Julieta tomará una siesta. Julieta tomó una siesta,
por lo tanto Julieta comió pellets”. En sı́mbolos, si P es “Julieta come pellets” y Q “Julieta toma una
siesta”, entonces el argumento se convierte en

(P → Q) ∧ Q ⇒ P.

Este argumento es inválido: la primera premisa dice que Julieta tomará una siesta si algo ocurre (ella
come pellets). No dice que ella no podrı́a tomar una siesta en algún otro caso. Por lo tanto, sólo porque
ella tomó una siesta, no podemos inferir que ella comió pellets.
Puede probarse de hecho que (P → Q) ∧ Q ⇒ P no es una tautologı́a. La falacia de este ejemplo se
conoce como la falacia del recı́proco (o de la afirmación del consecuente).
1.5. CUANTIFICADORES 17

2. Nuestra siguiente falacia es la siguiente: si los gatos volaran, ellos serı́an aves. Los gatos no vuelan,
luego ellos no son aves.
Sean G: “los gatos vuelan” y A: “los gatos son aves”. Nuestro argumento se convierte en

(G → A) ∧ ¬G ⇒ ¬A.

Puede verse que si G es falsa (y lo es) y si supusiéramos A verdadera, entonces G → A resulta


verdadera, ¬A resulta falsa, luego (G → A) ∧ ¬G es verdadera y por lo tanto (G → A) ∧ ¬G ⇒ ¬A es
falsa.
El error aquı́ está en que podemos concluir algo a partir de que G se cumpla, pero no dice qué ocurre si
G no se cumple. Es decir, no volar no es suficiente para decir que los gatos no son aves (los pingüinos
son aves que no vuelan, por ejemplo).
Esta falacia se conoce como la falacia del inverso (o de la negación del antecedente).

3. Nuestro último ejemplo es el siguiente: Si Jonás molesta a José, entonces José se enoja. Luego, José
se enoja.

r
ui
Nuevamente traducimos todo a sı́mbolos. En este caso definimos M: “Jonás molesta a José” y E: “José

rib
se enoja”. El argumento se convierte en

st
(M → E) ⇒ E.

di
Si M es falso y E es falso, entonces M → E es verdadero pero (M → E) ⇒ E es falso, por lo que

do
nuevamente éste no es un argumento válido. El error está en que la conclusión carece de un supuesto

bi
que permita demostrar su veracidad. Si por ejemplo hubiéramos supuesto también que Jonás molesta
a José, es decir, si nuestro argumento fuera
hi
ro
(M → E) ∧ M ⇒ E,
-P

entonces Modus Ponens nos permitirı́a probar que dicho argumento es en efecto válido.
tı́n

La falacia de este ejemplo se conoce como la falacia del supuesto no garantizado.


ar
M

1.5. Cuantificadores
er
yt

Esta sección estará enfocada a una primera visión de la forma en la que escribimos afirmaciones en ma-
Eh

temáticas. Para ello haremos uso de ciertos objetos a los que llamaremos cuantificadores. Antes de definir
formalmente qué es un cuantificador, veamos algunos ejemplos de afirmaciones que contienen cuantificadores.
e
sd

Ejemplo 1.16. Sean P: “Jonás se lleva bien con Jacobo”, Q: “Todos los gatos tienen pelo”, R: “Algún
conejo es blanco”, S: “Si algún conejo es blanco, no se cumple que ningún conejo es albino”, T: “Jonás se
ta

lleva bien con Jacobo pero no con José”.


No

Las afirmaciones P, Q, R son todas simples, mientras que S y T son compuestas. En P únicamente se
afirma algo sobre la relación entre Jonás y Jacobo, mientras que en Q y R se añade (en cada una) una
palabra que describe una cantidad. En Q, la palabra todos indica que la afirmación aplica para la población
total de gatos (la afirmación, por supuesto, es falsa). En R no se afirma que lo dicho involucra a la población
completa de conejos; la afirmación sólo dice que debe existir al menos un conejo que cumple lo dicho.
De manera similar, en T sólo se describe la relación entre Jonás y sus dos hermanos. Si la afirmación hubiera
sido “Jonás se lleva bien con alguno de sus hermanos”, entonces tendrı́amos que la palabra “alguno” hace
referencia a una cantidad. En la afirmación S hay dos palabras que hacen referencia a cantidades: algún y
ningún.

Procedamos ahora a definir el concepto principal de esta sección.


Definición 1.5.1. Llamaremos cuantificador a cualquier expresión que indique cantidad.
18 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

Ejemplo 1.17. Los cuantificadores más utilizados en matemáticas surgen al considerar expresiones como
“para todo individuo en cierta población, se cumple una afirmación P” y “existe un individuo en la población
para el cual se cumple P”.
En este caso, los cuantificadores son “para todo” y “al menos uno”. Éste último se sobrentiende de la
palabra “existe”, a pesar de no estar escrito en el enunciado. El enunciado completo serı́a “existe al menos
un individuo en la población para el cual se cumple P”.
Un enunciado distinto es “existe exactamente un individuo en la población para el cual se cumple P”. En
este caso el cuantificador es “exactamente uno”. Éste puede reemplazarse por “un único”, de modo que el
enunciado resultante serı́a “existe un único individuo de la población para el cual se cumple P”.

En adelante, los cuantificadores del ejemplo anterior los denotaremos de la siguiente forma:
Notación 1.2.

“Para todo” será ∀,


“Existe (al menos uno)” será ∃ y

r
ui
“Existe un único” será ∃!.

rib
Ejemplo 1.18. Consideremos las afirmaciones “todos los conejos albinos tienen ojos rojos” y “No todos los

st
conejos son albinos”. Denotemos por x a un conejo y por P (x) a la propiedad “tener ojos rojos”. Denotemos

di
también por Q(x) la propiedad “ser albino”. La primera afirmación puede escribirse como

do
bi
∀x tal que Q(x) entonces P (x).

hi
En el segundo enunciado aparece el cuantificador “no todos”. Si se cumple que “no todos los conejos” son
ro
albinos, entonces debe existir al menos un conejo que no sea albino, por lo que la segunda afirmación se
-P

puede escribir como


tı́n

∃x tal que ¬Q(x).


ar

Si a partir de ahora abreviamos “tal que” como “t.q.”, las afirmaciones dadas en el ejemplo anterior pueden
M

ser escritas como


er
yt

∀x t.q. Q(x) entonces P (x), ∃x t.q. ¬Q(x).


Eh

Veamos algunos ejemplos más sobre cómo escribir afirmaciones con la notación introducida en esta sección.
e

Ejemplo 1.19.
sd

1. La afirmación “Hay dı́as nublados y hay dı́as soleados” se puede representar simbólicamente de la
ta

siguiente forma: Sean x, y dı́as, P (x) la propiedad “ser nublado” y Q(x) “ser soleado”, entonces
No

(∃x t.q. P (x)) ∧ (∃y t.q. Q(y)) .

Lo anterior se puede escribir un poco más compacto como

[(∃x)P (x)] ∧ [(∃x)Q(x)].

Nótese que el sı́mbolo x es usado en ambos casos. Esto no debe confundirse con la afirmación “hay
dı́as que son nublados y que también son soleados”. Dicha afirmación se escribirı́a como

(∃x) [P (x) ∧ Q(x)] .

2. Dada la afirmación “algunos enteros son primos y pares”, sean P (x) y Q(x) respectivamente las pro-
piedades “ser primo” y “ser par”, entonces nuestra afirmación en sı́mbolos es:

(∃x) [P (x) ∧ Q(x)] .


1.5. CUANTIFICADORES 19

3. Consideremos ahora la afirmación “cualquier ejercicio de las tareas de este curso tendrá un único
inciso o más de dos incisos pero no más de cinco”. Sea U la población de todos los ejercicios de las
tareas de este curso y sean P (x) y Q(x), respectivamente, las propiedades “tener un único inciso” y
“tener más de dos incisos pero no más de cinco”. Nuestra afirmación entonces se traduce en
(∀x en U ) [P (x) ∨ Q(x)] .
Una forma alternativa de escribir esto es con las propiedades R(x) y S(x) dadas respectivamente por
“tener exactamente dos incisos” y “tener al menos seis incisos”. En este caso nuestra afirmación
resultante serı́a
(∀x en U ) [¬R(x) ∧ ¬S(x)] .

Dado que nuestro interés en este capı́tulo es introducir los conceptos básicos necesarios para aprender a
realizar demostraciones, veamos ahora cómo traducir algunas afirmaciones matemáticas en sı́mbolos. Esta
traducción ayudará a no perder de vista el verdadero significado de la afirmación.
Notación 1.3. En adelante, para decir que un individuo x forma parte de una población U , denotaremos
la afirmación x en U por x ∈ U .

r
ui
Ejemplo 1.20.

rib
1. Fijémonos en la afirmación “Si x es un número real no negativo, entonces x es un cuadrado perfecto”. A

st
simple vista, pareciera que ella no posee cuantificadores. No obstante, notemos que podemos escribirla

di
con la expresión equivalente “para todo x número real no negativo, existe un número real y tal que
x = y 2 ”.

do
Recurramos al sı́mbolo estándar para denotar al conjunto de todos los números reales: R. Denotaremos

bi
también por R+ al conjunto de todos los números reales no negativos. Con esto en mente, nuestra
afirmación inicial se convierte en:
hi
ro
-P

(∀x ∈ R+ ) ∃y ∈ R t.q. x = y 2 .
 

Por simplicidad, en matemáticas se suele omitir los signos de agrupación que separan cada afirmación,
tı́n

de modo que obtenemos:


ar
M

∀x ∈ R+ , ∃y ∈ R t.q. x = y 2 .
er

Nótese que en la expresión anterior no hay ambigüedad respecto a la forma de leerla.


yt

Para efectos de los resultados que veremos en breve, definamos P (x) como la propiedad “ser un real x
Eh

para el cual existe un número real y, tal que x = y 2 . En este caso, nuestra afirmación se compacta de
la forma
e
sd

(∀x ∈ R+ ) P (x).
ta

2. Veamos ahora la afirmación “no todos los números reales son cuadrados perfectos”. Nuevamente, esta
No

afirmación tiene la expresión equivalente “existe al menos un número real x para el cual no existe y
número real tal que x = y 2 ”. Con la notación del inciso anterior, podemos notar que esta segunda
versión de nuestra afirmación puede escribirse como

(∃x ∈ R) [¬P (x)] .


3. Consideremos ahora “todo número real es racional” y sea P (x) “ser racional”. Esta afirmación se
traduce en sı́mbolos como
(∀x ∈ R) P (x).
Claramente esta afirmación es falsa, según las propiedades que conocemos de los números reales desde
la preparatoria. La afirmación que resulta verdadera es la negación de (∀x en R) P (x). Para escribir
dicha negación, notemos que para que no se cumpla (∀x en R) P (x) debe ocurrir que exista un número
real que no cumpla P (x). Esto último en sı́mbolos es

(∃x ∈ R) [¬P (x)] .


20 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

Con base en el inciso 3 del ejemplo anterior, notemos que si ocurre (∃x ∈ R) [¬P (x)], entonces es imposible
que se cumpla (∀x en R) P (x). Luego, dado que obtuvimos (∃x ∈ R) [¬P (x)] a partir de suponer que no se
cumple (∀x en R) P (x), entonces podemos decir que la negación de (∀x en R) P (x) y (∃x ∈ R) [¬P (x)] son
afirmaciones equivalentes. Con base en esto, tenemos nuestro tercer resultado.
En adelante, a las propiedades P (x) las llamaremos afirmaciones con variable libre x.
Resultado 1.1. Sea P (x) una afirmación con variable libre x que forma parte de alguna población U . Se
cumple lo siguiente:

1.
¬ [(∀x en U ) P (x)] ⇔ (∃x ∈ U ) [¬P (x)] .

2.
¬ [(∃x en U ) P (x)] ⇔ (∀x ∈ U ) [¬P (x)] .

La ventaja del resultado anterior es que gracias a él resulta sumamente fácil negar afirmaciones aún cuando
P (x) es una afirmación compuesta.

r
ui
Ejemplo 1.21.

rib
st
1. Regresemos por un momento a las afirmaciones no matemáticas y consideremos “todos los géneros

di
musicales tienen fans y no fans”. La forma equivalente para obviar los cuantificadores en esta afirma-
ción es “para todo género musical, existe un individuo que es fan y existe un individuo que es no fan”.

do
Sean U la población de todos los posibles géneros musicales y V la población de todos los individuos

bi
que pueden ser fans o no fans de x. Definimos P (x, ·) y Q(x, ·), respectivamente, como “ser fan del
género musical x” y “ser no fan del género musical x”.
hi
ro
-P

(∀x ∈ U ) (∃y ∈ V ) [P (x, y) ∨ Q(x, y)] . (1.2)

Veamos como podemos negar esta afirmación. Pensemos en (∃y ∈ V ) [P (y) ∧ Q(y)] como una afirma-
tı́n

ción R(x), entonces por el Resultado 1.1 tenemos que la negación de la afirmación en (1.2) es
ar
M

(∃x ∈ U ) [¬R(x)] . (1.3)


er

Debemos aún negar R(x). Por el Resultado 1.1 y por las Leyes de De Morgan, obtenemos que ¬R(x)
yt

es:
Eh

(∀y ∈ V ) [¬P (x, y) ∧ ¬Q(x, y)] .


e
sd

Sustituimos la expresión anterior en (1.3) y finalmente obtenemos la negación completa de la afirmación


en (1.2):
ta
No

(∃x ∈ U ) (∀y ∈ V ) [¬P (x, y) ∧ ¬Q(x, y)] .

Suprimimos los paréntesis y corchetes y separamos la afirmación con el primer cuantificador de la


afirmación con el segundo cuantificador poniendo un “t.q.”. Con esto llegamos a la forma estándar (en
matemáticas) de escribir este tipo de afirmaciones:

∃x ∈ U t.q. ∀y ∈ V ¬P (x, y) ∧ ¬Q(x, y).

2. Probemos el método ejemplificado con una afirmación matemática: no todos los números reales tienen
inverso multiplicativo. En sı́mbolos, esto es:

(∃x ∈ R) [¬P (x)] , (1.4)

donde P (x) es la afirmación “x tiene inverso multiplicativo. P (x) puede a su vez escribirse como

(∃y ∈ R) Q(x, y),


1.5. CUANTIFICADORES 21

donde Q(x, y) es la afirmación “xy = 1”. Con ayuda de los resultados 1.3, 1.2 y 1.1 obtenemos:

¬ [(∃x ∈ R) [¬P (x)]] ⇔ (∀x ∈ R) [¬ (¬P (x)]) ⇔ (∀x ∈ R) P (x) ⇔ (∀x ∈ R) (∃y ∈ R) Q(x, y).

Finalmente, pasamos a las reglas de inferencia con cuantificadores. Hay cuatro de esas reglas de inferencia,
y aunque su uso requiere un poco más de cuidado que las reglas de inferencia en la Sección 1.4, se usan para
el mismo propósito, que es mostrar la validez de argumentos lógicos.
Existen 4 reglas de inferencia, con cuantificadores, y mientras requieren un poco más de cuidado que las
reglas pasadas, son usadas para el mismo proposito,que es mostrar la válidez de argumentos logicos.

Instanciación Universal (∀x ∈ U )(P (x))

P (a)

donde a es cualquier elemento de U .

r
ui
rib
Instanciación Existencial (∃x ∈ U )(P (x))

st
P (b)

di
donde b es un elemento de U y donde el simbolo b no tiene otro significado en el argumento.

do
bi
Generalización Universal P (c)

hi
ro
(∀x ∈ U )(P (x))
-P

donde c es un elemento arbitrario en U .


tı́n

Generalización Existencial P (d)


ar

(∀x ∈ U )(P (x))


M

donde d es un elemento arbitrario de U .


er
yt

Observe las restricciones sobre las variables utilizadas en cada regla. Por ejemplo, en la instanciación existen-
cial, es importante que cuando deducimos de (∃x ∈ U )P (x) que P (b) espera para algunos b en U , Nosotros
Eh

no podemos suponer que la letra “b” se refiere a cualquier otro sı́mbolo que ya se esté utilizando en el
argumento. Por lo tanto, debemos elegir una nueva letra, en lugar de una ya usado para otra cosa. En la
e
sd

generalización universal, cuando deducimos de P (c) que (∀x ∈ U )P (x), Es crucial que c sea un miembro
elegido arbitrariamente de U . De lo contrario, no podrı́amos concluir que P (x) es cierto para todos los x
ta

en U . Esta última observación es crucial cuando intentamos probar enunciados matemáticos que involucran
No

cuantificadores universales, como veremos más adelante.


Ejemplo 1.22. Consideremos el siguiente argumento:
“Todo gato que es agradable e inteligente le gusta el hı́gado picado. Todo gato siamés es agradable. Hay un
gato siamés al que no le gusta el hı́gado picado. Por lo tanto hay un gato estúpido. (Estamos suponiendo que
“estúpido“ es la negación de “inteligente”).
Para traducir este argumento en sı́mbolos, sea U la colección de todos los gatos, sea N (x): “el gato x es
agradable”. Sea S(x): “el gato x es inteligente”, sea C(x) : “al gato x le gusta el hı́gado picado.”Y sea T (x):
“ el gato x es siamés”. El argumento entonces se convierte

(∀x ∈ U ) [N (x) ∧ S(x) −→ C(x)]


(∀x ∈ U [T (x) −→ N (x)]
∃x ∈ U [T (x) ∧ ¬C(x)]

(∃x ∈ U ) [¬S(x)]
22 CAPÍTULO 1. LÓGICA PROPOSICIONAL

Una derivación para este argumento, usando reglas es


(1)(∀x ∈ U ) [N (x) ∧ S(x) −→ C(x)]
(2)(∀x ∈ U [T (x) −→ N (x)]
(3)∃x ∈ U [T (x) ∧ ¬C(x)]

(4)T (a) ∧ ¬C(a) (3), Instanciación existencial


(5)¬C(a) (4) simplificación
(6)T (a) (4) simplificación
(7)T (a) −→ N (a) (2), Instanciación universal
(8)N (a) (7), (6) Modus Ponens
(9)¬(¬N (a) (8), Doble negación
(10)(N (a) ∧ S(a)) −→ C(a) (1),Instanciación universal
(11)¬(N (a) ∧ S(a)) (10), (5), Mdosu Tollens
(12)¬N (a) ∨ ¬S(a) (11), Ley de Morgan
(13)¬S(a) (12), (9), Moduns Tollendo Ponens
(14)(∃x ∈ U )[¬S(x)] (13), Generalización existencial

r
ui
Observe que en la lı́nea (4) elegimos alguna letra “a” que no estaba en uso antes de esa lı́nea, porque

rib
estamos usando la instanciación existencial. Necesitábamos usar esa regla de inferencia en ese punto de la
derivación para eliminar el cuantificador en la lı́nea (3) de las premisas. Esto es lo que luego nos permiten

st
usar las reglas de inferencia dadas en la Sección 1.4 (que no involucran cuantificadores). En las lı́neas (7) y

di
(10) pudimos usar la misma letra .açomo en la lı́nea (4), porque la Instanciación universal nos permite

do
elegir cualquier cosa en U que queremos.

bi
Observación 1.2. Hagamos algunas aclaraciones en cuanto a escritura:

hi
1. Cuando se cita un resultado (que puede ser un teorema, proposición, corolario o lema, como los que
ro
aparecerán en los siguientes capı́tulos), el nombre del resultado va en mayúscula y seguido aparece su
-P

número. Por ejemplo: Resultado 1.2.


2. Cuando se cita más de un resultado del mismo tipo, la regla anterior no aplica, por ejemplo: los teoremas
tı́n

1, 2 y 3.
ar

3. Es incorrecto escribir “asumimos que se cumple P ”. En español, “asumir” significa aceptar algo, por
M

ejemplo, cuando alguien realiza una mala inversión en la bolsa y pierde una cantidad considerable de
dinero, esta persona reconoce o acepta que la pérdida se debe a la mala inversión que realizó. Es decir,
er

esta persona asume su responsabilidad en la pérdida monetaria.


yt

En español la afirmación correcta es “suponemos que se cumple P ”. En inglés “assume” y “suppose”


Eh

son sinónimos. En español no sucede lo mismo.


e
sd

1.6. Ejercicios
ta
No

1. Determine la validez de los siguientes argumentos:


i Si los gatos volaran, los gatos no serı́an conejos. Los gatos no son conejos, por lo tanto los gatos
no vuelan.
ii Si las matemáticas fueran difı́ciles, nadie las estudiarı́a. Algunas personas estudian matemáticas y
algunas personas estudian medicina. Medicina no es difı́cil, luego las matemáticas no son difı́ciles.
iii Si la comida es verde, está mal cocida. Si la comida huele, está en su punto. La comida es verde
o está en su punto. Luego, la comida está mal cocida o huele.
iv Si Jonás dejara de molestar a José, Jonás, José y Jacobo serı́an muy unidos. Jonás piensa que
José es odioso y José piensa que Jonás es malo. Jacobo siempre está de acuerdo con Jonás. Luego,
Jacobo piensa que José es odioso y Jonás, José y Jacobo no son muy unidos.
v No sucede que, si tomo un curso, entonces lo apruebo. Sucede que si estudio el contenido del
curso, apruebo el curso. He aprobado el curso, entonces estudié el contenido de dicho curso.
vi Si eres fan de los vampiros, entonces te gusta leer a Anne Rice. No se cumple que si no has leı́do
a Anne Rice, entonces no seas fan de los vampiros.
Capı́tulo 2

Métodos de demostración

2.1. Demostración directa

r
ui
rib
En el capı́tulo anterior realizamos un proceso llamado derivación que sirve para justificar argumentos lógicos
y probar que ellos son válidos. La forma de proceder consistió en suponer las premisas del argumento como

st
afirmaciones verdaderas y a partir de ellas, con ayuda de las reglas de inferencia, obtener afirmaciones nuevas

di
y verdaderas hasta llegar a la conclusión deseada.

do
Detrás de lo anterior está el primer método de demostración que estudiaremos en este capı́tulo, el cual

bi
llamaremos demostración directa. Este método se basa justamente en el mismo proceso utilizado en el
capı́tulo anterior, partiendo de que el resultado que deseamos probar es una afirmación condicional P → Q,
donde P, Q no necesariamente son simples. hi
ro
Una vez planteado el problema de la forma P → Q, suponemos P cierta y generamos una cadena de nuevas
-P

afirmaciones ciertas hasta que lleguemos a la conclusión deseada.


tı́n

Notación 2.1. Denotaremos por Z al conjunto de todos los números enteros.


ar

Definición 2.1.1. Sean n, m ∈ Z. Diremos que n es múltiplo de m si existe k ∈ Z tal que n = km. En este
último caso, diremos que k, m son factores de n (esta definición es temporal).
M

A todos los múltiplos de 2 los llamaremos números pares. Diremos que un entero n es impar si existe
er

k ∈ Z tal que n = 2k + 1.
yt

n
Dados dos enteros n, m diremos que la fracción m es irreducible si no existe k ∈ Z tal que ambos n, m sean
Eh

múltiplos de k. En otras palabras, n, m no tienen factores comunes.


e

Ejemplo 2.1. Demostrar lo siguiente: si a, b son números pares, entonces a + b es un número par.
sd

Sea U la población de todos los números pares. Para a ∈ U sea P (a, k) “a = 2k”. La afirmación que queremos
ta

probar se escribe de la siguiente manera utilizando sı́mbolos:


No

(∀a, b ∈ U )[((∃k ∈ Z)P (a, k)) ∧ ((∃k ∈ Z)P (b, k))] ⇒ (∀a, b ∈ U )(∃k ∈ Z)P (a + b, k).

Veamos que podemos probar esto utilizando reglas de inferencia:

(1)(∀a, b ∈ U )[P (a) ∧ P (b)]


− − − − − − − −−
   
(2) (∃k ∈ Z)P (x, k) ∧ (∃n ∈ Z)P (y, n) (1) e instantación universal
(3)P (x + y, k + n) (2)
(4)(∃m ∈ Z)P (x + y, m) (3) e instantación existencial
(5)(∀x, y ∈ U )(∃m ∈ Z)P (x + y, m) (4) e instantación universal.

Aunque cierto, notamos que en lo anterior hay varios pasos omitidos que hacen difı́cil la lectura de la demos-
tración. Una buena demostración matemática debe ser fácil de leer sin necesidad de alguna explicación extra.

23
24 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

Por esto es que en matemáticas no demostramos resultados utilizando la estructura “premisa - justificación
vı́a reglas de inferencias”. En cambio, redactamos lo más detalladamente posible nuestra demostración,
poniendo cuidado en justificar debidamente cada paso realizado.
En general, lo que hacemos es identificar una estructura hipótesis-tesis como se muestra a continuación.
Para nuestro resultado de interés, tenemos:
Hipótesis: a, b son números pares.
Tesis: a + b es un número par.
En adelante, en lugar de “tesis” escribiremos “P.D.” (por demostrar). Además de esto, en los ejemplos de
las siguientes secciones presentaremos una idea que resume los pasos que seguiremos para efectuar nuestras
demostraciones. Para este ejemplo en particular, tenemos:
Idea: utilizar la definición de número par. Es decir, encontraremos un entero m tal que a + b = 2m.
Prueba.

Para a, b, ∈ U arbitrarios, por hipótesis y por definición de número par, existen k, n ∈ Z tales que

r
a = 2k y b = 2n.

ui
rib
Por lo tanto, la suma a + b es igual a 2k + 2n.

st
La suma anterior se puede escribir como

di
do
a + b = 2(k + n) (2.1)

bi
factorizando el 2.

hi
Dado que k, n son enteros, entonces por propiedades de los números enteros se cumple que k + n es un
ro
entero.
-P

Luego, por la igualdad en (2.1) y el paso anterior se concluye que existe un entero m := k + n tal que
tı́n

a + b = 2m
ar
M

Veamos otro ejemplo de demostración directa (con menos rollo mareador que el ejemplo anterior). Este
er

ejemplo lleva una segunda idea para la demostración, la cual surge después de observar las hipótesis. Esta
yt

segunda idea es el truco de la demostración.


Eh

Ejemplo 2.2. Si x + y es par y 2x + 3y es múltiplo de 6, entonces x, y son pares.


e

Hipótesis: x + y es par y 2x + 3y es múltiplo de 6


sd

P.D. x, y son pares


ta

Idea: utilizar la definición de número par, es decir, encontraremos enteros m, n tales que x = 2m y y = 2n.
No

Prueba.
Por hipótesis, por definición de número par y por definición de múltiplo, las siguientes afirmaciones son
ciertas:

1. Existe un entero k tal que x + y = 2k


2. Existe un entero j tal que 2x + 3y = 6j.

Podemos notar que a diferencia del ejemplo anterior, la demostración no se sigue por simple uso de las
definiciones. En este caso es necesario usar el siguiente
Truco: despejar x en ambas igualdades e igualar las cantidades resultantes.
Por la Afirmación 1 x = 2k − y y por la Afirmación 2, 2x = 6j − 3y.
Por el paso anterior 2x = 4k − 2y y 2x = 6j − 3y y de esto e igualación, obtenemos 4k − 2y = 6j − 3y.
2.2. CONTRAPOSITIVA Y CONTRADICCIÓN 25

Luego:

4k − 2y = 6j − 3y ⇔ 4k − 2y + 3y = 6j ⇔ 4k + y = 6j ⇔ y = 6j − 4k ⇔ y = 2(3j − 2k). (2.2)

Como j, k son enteros entonces 3j, 2k son enteros y 3j − 2k es un entero. Se sigue de esto y de (2.2 que

y = 2n, (2.3)

con n = 3j − 2k.
Por la Afirmación 1 x = 2k − y y por (2.3), se sigue que

x = 2k − 2m ⇔ 2(k − n). (2.4)

Como k, m son enteros, se cumple que k −n es entero. Esta última afirmación en conjunto con (2.4) implican
que x = 2m, con m = k − n. Esto prueba el resultado.

2.2. Contrapositiva y contradicción

r
ui
rib
Los siguientes métodos de demostración, a menudo erróneamente confundidos, son una alternativa al método

st
directo, que en ocasiones suele ser difı́cil de aplicar (difı́cil al grado de parecer o ser imposible).

di
Consideremos por ejemplo la siguiente afirmación: Sea n un entero. Si n2 es impar, entonces n es impar.

do
Para probarlo por el método directo comenzarı́amos con un argumento del estilo: Sea n un entero y tal que
n2 es impar. Por definición de número impar, existe un entero k √tal que n2 = 2k + 1. Luego, sacando raı́z

bi
cuadrada en ambos lados de la igualdad anterior, obtenemos n = 2k + 1.
hi √
A partir de este momento no es inmediata la forma en la que deberı́amos proseguir para concluir que 2k + 1
ro
es un entero impar. Una alternativa es recurrir al método de demostración por contrapositiva.
-P

Vimos en el capı́tulo anterior que P → Q es equivalente a ¬Q → ¬P , por lo que probar ¬Q → ¬P es


equivalente a probar P → Q. Usemos esto para demostrar el resultado planteado.
tı́n

La contrapositiva de nuestra afirmación “Si n2 es impar, entonces n es impar” es “Si n es par, entonces n2
ar

es par”. Esta afirmación se demuestra de la siguiente manera:


M

Supongamos que n es par, entonces por definición de número par, existe un entero k tal que n = 2k. Luego
n2 = n(n) = 2k(2k) = 2(2k 2 ).
er
yt

Como k es entero, k 2 es entero y 2k 2 es entero. Luego, 2(2k 2 ) es par y por lo tanto n2 es par.
Eh

Podemos observar de lo anterior que la base del método de demostración con contrapositiva consiste sim-
plemente en tomar la contrapositiva de nuestra afirmación de interés y proceder por vı́a directa si es posible
e

(en ocasiones, será necesario aplicar algún método alternativo, como los que veremos más adelante).
sd

Ejemplo 2.3. Sea n un entero. Si n2 es par, entonces n es par.


ta

Hipótesis: n es un entero tal que n2 es par.


No

P.D. n es par.
Idea: utilizar (demostración por) contrapositiva.
Contrapositiva:
Hipótesis: n es un entero impar.
P.D. n2 es impar.
Idea: utilizar la definición de número impar, es decir, encontrar un entero m tal que n2 = 2m + 1.
Prueba.
Por hipótesis y definición de número impar, existe un entero k tal que n = 2k + 1. Luego:

n2 = (2k + 1)2 = (2k)2 + 2(2k)(1) + 12 = 4k 2 + 4k + 1 = 2(2k 2 + 2k) + 1 =: 2m + 1.

Como k es entero, entonces m = 2k 2 + 2k es entero. Esto prueba el resultado.


26 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

El método por contradicción se basa en lo siguiente: dada una afirmación P → Q, con base en su tabla
de verdad notamos que ella sólo puede ser falsa si P es verdadera y Q es falsa. Por lo tanto, la idea es
suponer P verdadera y Q falsa (equivalentemente ¬Q verdadera) y llegar a un argumento tipo B ∧ ¬B, el
cual claramente es falso.
La idea es entonces plantear una afirmación del tipo

[(P ∧ ¬Q) → (B ∧ ¬B)] ∧ (P ∧ ¬Q) ⇒ B ∧ ¬B.

En realidad, la validez del método recae en que a partir de suponer P ∧¬Q y eventualmente probar (P ∧¬Q) →
(B ∧ ¬B), obtenemos una conclusión que es falsa, pero desde el punto de vista lógico, como estudiamos en el
capı́tulo anterior, esta conclusión no nos dice algo sobre la validez de Q como consecuencia de P . Aún ası́, es
un método sumamente utilizado y útil en una infinidad de situaciones que, de otro modo, podrı́an resultar
sumamente difı́ciles.
n

Ejemplo 2.4. No existen números enteros n, m tales que m = 2.
n
√ n
Esta afirmación puede escribirse como “para cualesquiera enteros n, m, m es mayor a 2 o m es menor

r
ui
que 2”.

rib
En sı́mbolos,
√ esto es (∀n, m ∈ Z)[P (n/m) ∨ Q(n/m)], donde P (x) y Q(x) son, respectivamente, “x > 2” y
“x < 2”.

st
n
“Si x es un número real tal que x2 = 2, entonces no existen enteros n, m tales que x =

di
m.
El método directo no parece apuntar a algún lugar y tampoco la contrapositiva.

do
Hipótesis: x es un número real tal que x2 = 2 y existen n, m enteros tales que n/m = x.

bi
hi
Idea: utilizar la hipótesis, el Ejemplo 2.3 y obtener un argumento falso.
ro
Prueba. Supongamos que x es un número real tal que x2 = 2 y que existen n, m enteros tales que n/m = x.
-P

Podemos suponer que n, m son tales que n/m es irreducible. De no ser ası́, cancelamos todos los factores
comunes de n, m.
tı́n

La hipótesis sobre n/m = x implica que n2 = 2m2 . Luego n2 es par y por el Ejemplo 2.3, se sigue que n es
par, es decir, existe k entero tal que n = 2k.
ar

De esta última igualdad y la relación n2 = 2m2 , obtenemos 4k 2 = 2m2 ⇔ 2k 2 = m2 , por lo que m2 es par.
M

Nuevamente por el Ejemplo 2.3, se sigue que m es par. Sin embargo, anteriormente habı́amos probado que
er

n también es par, lo cual contradice nuestro supuesto de que n/m es irreducible.


yt

Ejemplo 2.5. Los únicos enteros no negativos y consecutivos a, b, c tales que a2 + b2 = c2 son 3,4 y 5.
Eh

“Si a, b, c ∈ Z son no negativos, consecutivos y tales que a2 + b2 = c2 , entonces a = 3, b = 4 y c = 5”.


e

Hipótesis: a < b < c son enteros no negativos, consecutivos y tales que a2 + b2 = c2 y a, b, c no son 3,4 y 5.
sd

Idea: obtener una contradicción.


ta

Prueba. Supongamos a 6= 3. Este caso es suficiente ya que como los números son consecutivos, entonces si
No

a 6= 3 se cumple que b 6= 4 y c 6= 5.
Nuevamente, como los números son consecutivos tenemos b = a + 1, c = b + 1 = a + 2. Luego, como
a2 + b2 = c2 , obtenemos:

a2 + b2 = c2 ⇔ a2 + (a + 1)2 = (a + 2)2 ⇔ a2 + a2 + 2a + 1 = a2 + 4a + 4
⇔ a2 = 2a + 3 ⇔ a2 − 2a − 3 = 0 ⇔ (a + 1)(a − 3) = 0.

La última igualdad en la cadena de equivalencias implica a = −1 ó a = 3. Dado que supusimos a = 3,


entonces la única posibilidad es a = −1, pero esto implica que a es entero no negativo y a = −1, lo cual es
una contradicción.

2.3. Resultados de la forma P ∨ Q ⇒ R y P ⇔ Q


Ejemplo 2.6. Sea n un entero. Se cumple que n2 + n es par.
2.3. RESULTADOS DE LA FORMA P ∨ Q ⇒ R Y P ⇔ Q 27

Hipótesis: n ∈ Z. P.D. n2 + n es par


Análisis preliminar: notemos que no tenemos mucha información sobre la naturaleza de n. Sin embargo,
si factorizamos el término en la hipótesis obtenemos que lo que nos interesa probar es que n(n + 1) es par.
Esto hace obvio que el resultado es cierto, ya que lo que tenemos es el producto de dos números enteros
consecutivos, en los cuales uno siempre que ser par y el otro impar.
Para escribir esto de manera formal, es necesario considerar los casos cuando n es par y cuando es impar.
Idea: proceder por casos y método directo.
Prueba.
Caso 1: Supongamos que n es par. Se sigue entonces que existe un entero k tal que n = 2k. Luego,

n2 + n = n(n + 1) = 2k(2k + 1) = 2(2k 2 + k).

Por propiedades de los números enteros, obtenemos que m := (2k 2 + k) es un entero y, por lo tanto, n2 + n
es par.

r
Caso 2: Supongamos ahora que n es impar. Tenemos que en este caso, existe un entero k tal que n = 2k + 1

ui
y de esto obtenemos la siguiente cadena de igualdades:

rib
st
n2 + n = n(n + 1) = (2k + 1)(2k + 2) = 2(2k + 1)(k + 1).

di
Por propiedades de los números enteros, (2k + 1)(k + 1) es un entero, lo cual nos permite concluir que n2 + n

do
es par.

bi
hi
Nótese que el ejemplo anterior es un caso de una afirmación (P ∨ Q) → R. En este caso:
ro
P: “n es un entero impar”. Q: “n es un entero par”. R: “n2 + n es par”.
-P

Ejemplo 2.7. Sean a, b, enteros distintos de cero. Se cumple que a es múltiplo de b y b es múltiplo de a si
y sólo si a = b o a = −b.
tı́n

Hipótesis: a, b, enteros distintos de cero tales que a es múltiplo de b y b es múltiplo de a. P.D. Las hipótesis
ar

anteriores son equivalentes a a = b o a = −b.


M

P: “a es un entero distinto de cero múltiplo de b Q: “b es un entero distinto de cero múltiplo de a R: “a = b


S: “a = −b
er
yt

P.D. P ∧ Q ⇔ R ∨ S.
Eh

Idea: Demostrar que (P ∧ Q) → (R ∨ S) y (P ∧ Q)lLef tarrow(R ∨ S) son tautologı́as. Prueba. Dividimos


la prueba en casos:
e

Primero suponemos P ∧ Q cierta y demostraremos R ∨ S. Por la afirmación P ∧ Q, tenemos que existen


sd

enteros k, n tales que a = kb y b = na, luego


ta

a = kb = kna.
No

Como a es distinto de cero, podemos cancelarlo en la igualdad anterior y obtenemos kn = 1. Más aún, como
a y b son distintos de cero, entonces k, n son ambos distintos de cero, por lo que la igualdad kn es equivalente
a k = 1/n y a n = 1/k. Esto implica que kn = 1/kn o de manera equivalente k 2 n2 = 1.
Las únicas soluciones para la ecuación anterior son k = 1 = n, k = 1, n = −1, k = −1, n = 1 y k = −1 = n.
En todos los casos se concluye a = b o a = −b.
Supongamos ahora que a = b o a = −b. Esto claramente implica que a = (1)b y b = (1)a para el primer
caso. Para el segundo caso, a = (−1)b y b = (−1)a. En ambos casos se cumple que a es múltiplo de b y b es
múltiplo de b.
Como (P ∧ Q) → (R ∨ S) y (P ∧ Q) ← (R ∨ S) son ambas tautologı́as (por lo probado anteriormente), se
sigue que (P ∧ Q) ⇔ (R ∨ S) es una tautologı́a y por lo tanto, P ∧ Q ⇔ R ∨ S es un argumento válido.
Ejemplo 2.8. Sean m, n enteros. Se cumple que mn es impar si y sólo si ambos, m, n, son impares.
Hipótesis: m, n son enteros tales que mn es impar. P.D. m, n son ambos impares.
28 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

Idea: Para probar que mn impar implica m, n son ambos impares, utilizaremos contrapositiva. Para probar
que si m, n son ambos impares, entonces mn es impar, utilizaremos la vı́a directa.
Prueba. Supongamos que alguno de los enteros, m o n es par y probemos entonces que mn es par. Sin
pérdida de generalidad, supongamos m par, entonces existe un entero k tal que m = 2k y, por lo tanto,
mn = 2kn, que es par.
Supongamos ahora que m, n son ambos impares, entonces existen enteros a, b tales que m = 2a+1 y n = 2b+1,
luego:
mn = (2a + 1)(2b + 1) = 4ab + 2a + 2b + 1 = 2(2ab + a + b) + 1,
donde 2ab + a + b es entero. Se sigue entonces que mn es impar.

2.4. Resultados con cuantificadores


En la sección anterior vimos algunos ejemplos de demostraciones en la que fue necesario utilizar cuantifica-
dores. Casi todos estos resultados pueden ser escritos de esta forma y, en algunos casos, para hacer las cosas

r
más fáciles es necesario escribir explı́citamente tales cuantificadores. En esta sección veremos ejemplos de

ui
esto.

rib
Definición 2.4.1. Sea x un número real. Diremos que x es racional, denotado por x ∈ Q si existen enteros

st
n, m tales que x = n/m, m 6= 0 y n/m es irreducible.

di
do
Ejemplo 2.9. Sean x, y ∈ R. Si xy es irracional, entonces x es irracional o y es irracional.

bi
Hipótesis: xy es irracional. P.D. x es irracional o y es irracional.

hi
ro
Análisis preliminar: la afirmación es de la forma (∀x, y ∈ R) [P (x, y) → (Q(x) ∨ Q(y))], donde
-P

P (x, y):“ xy es irracional”


Q(x): “x es irracional”.
tı́n

La vı́a directa puede ser complicada, ya que demostrar que un número es irracional no es tarea sencilla. La
ar

contrapositiva y la contradicción parecen una mejor opción.


M

Idea: Proceder por contrapositiva, la cual en sı́mbolos se escribe como


er

(∀x, y ∈ R) [(¬Q(x) ∧ ¬Q(y)) → ¬P (x, y)] .


yt
Eh

La afirmación anterior se traduce como “para cualesquiera números reales x, y, si xy es racional entonces
x, son ambos racionales”.
e
sd

Prueba. Supongamos x, y ∈ Q, entonces por definición existen enteros j, k, n, m tales que x = j/k, y =
n/m con k, m 6= 0 y ambas fracciones son irreducibles. Llamemos a esto la afirmación con etiqueta (1).
ta

Demostraremos que existen enteros a, b tales que xy = a/b.


No

Dado (1), tenemos que xy = jn/km y por propiedades de los números enteros, jn, km son enteros. Si
jn/km es irreducible, hemos terminado. En caso contrario, cancelamos los factores comunes y obtenemos
una fracción de la forma a/b con a, b enteros.

En los siguientes ejemplos serán útiles los dos objetos definidos a continuación.
Definición 2.4.2. Sea x ∈ R.

1. Definimos la parte entera superior de x, denotada por dxe como el mı́nimo entero mayor o igual a
x.
2. Definimos el valor absoluto de x como x si x ≥ 0 y como −x si x < 0.

El valor absoluto es simplemente el sı́mbolo del número real x sin tomar en cuenta su ubicación en la recta
real.
La parte entera superior de x es simplemente el resultado de redondear x hacia arriba. Por ejemplo, si
x = 3.16, entonces dxe = 4.
2.4. RESULTADOS CON CUANTIFICADORES 29

Lema 2.1. (Desigualdad del Triángulo). Para cualquier pareja x, y números reales, se cumple que

|x + y| ≤ |x| + |y|.

Prueba. Por definición de valor absoluto, es claro que

x + y ≤ |x| + |y|, −x − y ≤ |x| + |y|.

Si x + y ≤ 0, entonces la desigualdad anterior prueba el resultado. En cambio, si x + y < 0, entonces


−x − y = −(x + y) = |x + y|.
Notación 2.2. En adelante denotaremos por R++ al conjunto de todos los números reales estrictamente
positivos (no confundir esto con R+ en el que el cero está incluido).
También denotaremos por N al conjunto de los números naturales y por N0 a los naturales con el cero.
Teorema 2.1. N no es acotado superiormente.

Prueba. El enunciado puede reescribirse como “para todo n ∈ N existe m ∈ N tal que n < m”. Esto

r
ui
claramente implica que N no es acotado y que N no sea acotado implica el enunciado anterior, de modo que

rib
ambos son equivalentes.

st
De esta manera, lo que queremos probar se convierte en:

di
(∀n ∈ N)(∃m ∈ N)P (n, m),

do
bi
donde P (n, m) es la propiedad “n < m”.

hi
La prueba se hará por contradicción, de modo que requeriremos la negación del enunciado anterior. En
ro
sı́mbolos, dicha negación es
-P

(∃n ∈ N)(∀m ∈ N)[¬P (n, m)],


tı́n

que se traduce como: “existe un natural n tal que para todo m ∈ N, se cumple que n ≥ m”.
ar

Supongamos entonces que existe n ∈ N tal que m ≤ n para todo m ∈ N. Como n es natural y 1 es natural,
M

tenemos que n + 1 es natural y, por nuestra hipótesis de contradicción, se cumple que n + 1 ≤ n.


er

Por propiedades de los números naturales (que demostraremos más adelante), la desigualdad anterior implica
yt

que 1 ≤ 0, lo cual claramente es una contradicción.


Eh

El siguiente resultado importante se conoce como la “Propiedad Arquimediana de los números reales”.
Teorema 2.2. Sea x un número real positivo. Existe un natural N tal que x > 1/N .
e
sd

Notemos que la afirmación puede escribirse como:


ta

Para todo x número real positivo, existe un número natural N tal que x > 1/N .
No

Si P (x, N ) denota “ x > 1/N ”, entonces nuestra afirmación en sı́mbolos es

(∀x ∈ R++ )(∃N ∈ N)P (x, N ).

Prueba. Supongamos x > 0 y sea M := d1/xe (M es la parte entera superior de 1/x). Este número cumple
que M x ≥ 1 y por lo tanto (M + 1)x > 1. Claramente (M + 1)x > 0 ya que x > 0 y además, de (M + 1)x > 1
se sigue que x > 1/(M + 1). Como M + 1 es un natural, esto prueba el resultado.
Ejemplo 2.10. Para todo número real y > 0 existe un número real z > 0 tal que si x satisface 0 < |x−1| < z,
se cumple que |x2 − 1| < y.
Si escribimos este ejemplo con la notación estudiada anteriormente, tenemos:

(∀y ∈ R++ )(∃z ∈ R++ )(∀x ∈ R) [P (x, z) ⇒ Q(x, y)] , (2.5)

donde P (x, z) es “0 < |x − 1| < z” y Q(x, y) es “|x2 − 1| < y”.


30 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

Hipótesis: y > 0. P.D. Existe z > 0 tal que si x satisface 0 < |x−1| < z, entonces se cumple que |x2 −1| < y.
Notemos que la tesis en este caso es “existe z > 0 tal que si x cumple P (x, z), entonces se cumple Q(x, y)”. La
vı́a directa para probar esta afirmación es tomar Q(x, y) como cierta y mediante manipulaciones algebraicas,
encontrar z > 0 que cumpla P (x, z) y tal que esto implique Q(x, y).
Idea: Proceder por vı́a directa.
Prueba. Notemos que la condición 0 < |x − 1| < z excluye la posibilidad de que x = 1. Ahora partamos de
la desigualdad que define a Q. Por propiedades del valor absoluto tenemos |x2 − 1| = |x2 − 1| = |x − 1||x + 1|,
por lo que Q es cierta si y sólo si |x − 1||x + 1| < y. Sabemos por hipótesis que |x − 1| > 0 pero no podemos
garantizar |x + 1| > 0, por lo tanto usando la desigualdad del triángulo (Lema 2.1) tenemos

|x − 1||x + 1| = |x − 1|x − 1 + 2| ≤ |x − 1|(|x − 1| + 2) = (x − 1)2 + 2|x − 1|. (2.6)

Ahora queremos encontrar un conjunto de x tales que |x − 1| < z para algún z conveniente, de modo que
esta última desigualdad implique

r
ui
(x − 1)2 + 2|x − 1| < y.

rib
Por (2.6), para que la desigualdad anterior se cumpla, el z que buscamos puede ser tal que

st
di
(x − 1)2 + 2|x − 1| < z 2 + 2z < y.

do
La desigualdad anterior es equivalente a z 2 + 2z − y < 0. Si resolvemos z 2 + 2z − y = 0 obtenemos que los

bi
posibles valores de z son
hi
ro
p p
z = −1 − 1 + y, z = −1 + 1 + y.
-P

El primer valor es claramente negativo y el segundo es positivo. Para probar√esta última afirmación proceda-
mos por contrapositiva usando que y > 0. Es decir, supondremos que −1 + 1 + y ≤ 0 y con esto llegaremos
tı́n

a que y ≤ 0.
√ √
ar

De la suposición −1 + 1 + y ≤ 0 obtenemos 1 ≤ 1 + y, que es equivalente a 1 ≤ 1 + y. Esto último implica


M

y ≤ 0.

Si tomamos entonces cualquier 0 < z < −1 + 1 + y, obtenemos que
er
yt

p p
z 2 + 2z < (−1 + 1 + y)2 + 2(−1 + 1 + y) = y.
Eh


Tenemos entonces, por (2.6) que si z < −1 + 1 + y, entonces
e
sd

|x − 1| < z ⇒ |x − 1||x + 1| < (x − 1)2 + 2|x − 1| < y ⇒ |x2 − 1| < y.


ta


Por lo anterior, hemos probado que con z < −1 + 1 + y se cumple que P (x, z) → Q(x, y) es una tautologı́a.
No

Luego, la afirmación en (2.5) es un argumento válido.

Veamos ahora un par de demostraciones por contraejemplo.


Ejemplo 2.11. Sea f : A → B donde A, B pueden ser ambos R o son conjuntos más pequeños que R. Toda
función f como antes tal que es continua en 1, es también continua en 2.
Solución: La afirmación anterior en sı́mbolos queda de la siguiente manera. Si U es la población de funciones
tales que f : A → B donde A, B ⊆ R y Q(x, f ) es “f es continua en x”, tenemos

(∀f ∈ U )[Q(1, f ) → Q(2, f )].

Veremos que f no es una tautologı́a exhibiendo un caso en el que Q(1, f ) → Q(2, f ) sea falsa. Este caso
requiere definir una f conveniente. Dicho caso es el que llamaremos contraejemplo.
1
Consideremos f (x) = x−2 . En este caso, x = 2 no pertenece al dominio de f , por lo cual sólo tenemos que
probar que f es continua en uno para que esto sirva como contraejemplo.
2.4. RESULTADOS CON CUANTIFICADORES 31

Queremos entonces encontrar un δ > 0 tal que



1
|x − 1| < δ ⇒
− 1 < ε.
x−2

Manipulemos el término que queremos acotar por ε, suponiendo x < 2:



1 |x − 1| δ
x − 2 − 1 = |x − 2| < |x − 2| .

Para eliminar la dependencia de x en el numerador, notemos que si x < 2, entonces x − 1 < 1. Esto sugiere
que inicialmente tomemos δ < 1. Para este caso, por la desigualdad del triángulo obtenemos

|x − 2| = |x − 1 − 1| ≥ 1 − |x − 1| > 1 − δ > 0.

Luego:

1 δ 1
< δ ,

r

− 1 < ⇒ − 1

ui
x − 2 |x − 2| x − 2 1−δ

rib
y podemos pedir entonces que δ satisfaga la desigualdad

st
δ

di
< ε.
1−δ

do
ε
De lo anterior se sigue que queremos δ tal que δ < 1+ε , que claramente es menor a 1 ya que ε > 0.

bi
Este δ nos da la continuidad en 1.
hi
ro
Si queremos ahora un contraejemplo en el que f sı́ esté definida en 2, tomemos
-P


1 x<2
f (x) =
2 x≥2
tı́n

En este caso, para ε > 0 tenemos que si |x − 1| < mı́n{ε, 1}, entonces en particular x < 2 y por lo tanto
ar

f (x) = 1, de modo que |f (x) − f (1)| = 0 < ε.


M

Ahora debemos encontrar un ε > 0 tal que para todo δ > 0 existe x real tal que se cumpla |x − 2| < δ
er

pero |f (x) − f (2)| ≥ ε. Dado que f (x) sólo toma valores 1, 2, ε = 1/2 parece un buen candidato (de hecho,
cualquier ε < 1 funciona).
yt
Eh

Para cualquier δ > 0, el x de interés puede ser x = 2 − δ/2. De este modo |x − 2| = δ/2 < δ, pero f (x) = 1
y |f (x) − f (2)| = 1 > ε.
e
sd

Ejemplo 2.12. No se cumple que para todo y > 0 existe un z > 0 tal que si 0 < |x| < z entonces |1/x| < y.
La afirmación anterior se puede escribir como:
ta
No

¬(∀y ∈ R++ )(∃z ∈ R++ )(∀x ∈ R) [P (x, z) ⇒ Q(x, y)] ,


donde P es “0 < |x| < z” y Q(x, y) es “|1/x| < y”.
Escribimos la afirmación anterior en su versión condicional:
h i
¬ (∀y ∈ R++ )(∃z ∈ R++ ) [P (x, z) → Q(x, y)] .

Luego, por el Resultado 1.1 obtenemos:


h i
(∃y ∈ R++ )(∀z ∈ R++ )(∃x ∈ R) ¬ P (x, z) → Q(x, y) ,

que por el Resultado 1.2 es equivalente a


h i
(∃y ∈ R++ )(∀z ∈ R++ )(∃x ∈ R) P (x, z) ∧ ¬Q(x, y) .
32 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

La traducción de la afirmación anterior es: existe un real positivo y tal que para todo z positivo existe x real
tal que |x| < z y |1/x| ≥ y.
Ahora que tenemos claridad en lo que queremos demostrar, procederemos por vı́a directa como en el ejemplo
anterior. Es decir, encontraremos el real positivo y que cumple las propiedades deseadas.
Debido a que el resultado es simplemente una existencia, basta con exhibir un “y” explı́cito que cumpla las
afirmaciones dadas en el resultado. Proponemos y = 1.
Tomemos z > 0 arbitrario, entonces por el Teorema 2.2 sabemos que existe un natural N tal que z > 1/N .
Si tomamos entonces x = 1/N tenemos que se satisface 0 < |x| < z pero |1/x| = N ≥ 1, es decir, 1/N
satisface P (1/N, z) y ¬Q(1/N, y) por lo que nuestra elección de y prueba el resultado deseado.

En el siguiente ejemplo veremos que el método por contradicción puede no ser siempre una buena idea.
Ejemplo 2.13. Para cualesquiera reales x, y tales que x > y, existe un real positivo z tal que x > x − z > y.
Sean P (x, y) y Q(x, y, z) respectivamente “x > y” y “x > x − z > y”. Nuestro resultado de interés puede
escribirse como

r
ui
rib
(∀x, y ∈ R)(∃z ∈ R++ ) [P (x, y) ⇒ Q(x, y, z)] .

st
Intento de demostración por contradicción: Supongamos todas las hipótesis ciertas y además ¬Q(x, y).

di
Es decir, supongamos  

do
¬(∀x, y ∈ R)(∃z ∈ R++ ) P (x, y) → Q(x, y, z) ,

bi
que es equivalente a

hi
 
(∃x, y ∈ R)(∀z ∈ R++ ) P (x, y) ∧ ¬Q(x, y, z) ,
ro
-P

En palabras: existe al menos una pareja de reales x, y tal que para todo z > 0, se cumple que x > y en
conjunto con alguna de las siguientes dos desigualdades: y > x − z o x − z > x. Este es el procedimiento
para intentar demostrar el resultado por contradicción.
tı́n

Claramente si la última desigualdad sucede, llegamos a que −z > 0, lo cual contradice que z > 0. Si en
ar

cambio se cumplen x > y y y > x − z, entonces obtenemos x > y > x − z.


M

A partir de aquı́, con las herramientas que hemos visto hasta ahora, lo único que podrı́amos hacer es tomar
er

z = (x − y)/2 y notar que entonces x − z = (x + y)/2, el cual satisface x > x − z > y, pero esto básicamente
yt

es hacer la prueba por el método directo. Sin esto, realmente no es claro cómo proceder para lograr una
contradicción.
Eh

El siguiente ejemplo justifica el famoso sermón que dice que algo es cierto por vacuidad.
e
sd

Ejemplo 2.14. Consideremos la afirmación “para todo conejo que vuela, amanece más temprano”. Sea U
ta

la población de conejos, P (x) la propiedad “x vuela” y Q(x) la propiedad “para x amanece más temprano”.
Con la notación descrita anteriormente podemos reescribir nuestra afirmación inicial como
No

(∀x ∈ U ) [P (x) ⇒ Q(x)] . (2.7)

En términos de la notación utilizada en las secciones previas, si V es la afirmación “los conejos vuelan”
y S es “amanece más temprano”, entonces (∀x en U ) Q(x) es de la forma V → S. Sin embargo, dado que
no existen conejos que vuelen, tenemos que V siempre es falsa y por lo tanto V → S resulta verdadera, o
equivalentemente (∀x ∈ U ) [P (x) ⇒ Q(x)] es verdadera.
La veracidad de esta afirmación se debe a que la población U no contiene elementos para los cuales no se
cumpla P (x) (¡no tiene elementos, en general!). Al no haber tales elementos, no hay evidencia para decir
que (∀x en U ) Q(x) es falsa. Esta falta de elementos es lo que llamamos vacuidad de la población U y por
lo tanto, decimos que (∀x en U ) Q(x) es cierta por vacuidad.
Ejemplo 2.15. Con base en la notación del ejemplo anterior, consideremos la afirmación

(∃x en U ) P (x).
2.5. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 33

Si tenemos que (∀x en U ) P (x) se cumple pero no por vacuidad, entonces

(∀x en U ) P (x) → (∃x en U ) P (x),

es verdadera. En el caso en el que (∀x en U ) P (x) se cumple por vacuidad, entonces no puede cumplirse
(∃x en U ) P (x), por lo tanto
(∀x en U ) P (x) → (∃x en U ) P (x),
resulta falsa.
Se sigue entonces que el argumento lógico

(∀x en U ) P (x) ⇒ (∃x en U ) P (x),


no es un argumento válido.

2.5. Inducción Matemática

r
ui
rib
2.5.1. Principio de inducción matemática simple

st
El Principio de inducción matemática asegura que una sucesión de proposiciones P (1), P (2), P (3), · · ·

di
son todas ciertas si:

do
(1) La afirmación P (1) es verdadera.

bi
(2) La afirmación “P (k) implica P (k + 1) ” es verdadera.
hi
ro
Esta última afirmación se puede garantizar que es verdadera suponiendo que P (k) es verdadera y mostrando
-P

la veracidad de P (k + 1).
tı́n

Observación 2.1. Al punto 1 del principio de inducción matemática se le conoce como la base de induc-
ción y al punto 2 como el paso inductivo.
ar
M

n(n+1)
Demostremos que la fórmula 1 + 2 + · · · + n = 2 es verdadera, para todo número natrual, procediendo
de acuerdo a lo descrito.
er
yt

n(n+1)
Ejemplo 2.16. La identidad 1 + 2 + · · · + n = 2 es válida para todo número natural n.
Eh

Si n = 1, el término izquierdo de la identidad consta de un único sumando que es 1 y el término derecho es


1(1+1)
. Como este término también es 1 se tiene que la fórmula es válida para n = 1.
e

2
sd

Supongamos ahora que la afirmación P (k) es verdadera, es decir, que


ta

k(k + 1)
1 + 2 + ··· + k = (2.8)
No

es verdadera. Probaremos la fórmula correspondiente para k + 1.


En la fórmula los sumandos del lado izquierdo, para k + 1 son 1 + 2 + 3 + · · · + k + (k + 1) y usamos (1)
tenemos
1 + 2 + 3 + · · · + k + (k + 1) = k(k+1)
+ (k + 1)
= (k + 1)
= (k + 1) k2 + 1


= (k+1)(k+2)
2 ,
que coincide con lo que serı́a el término de la derecha en la fórmula para k + 1, que esto prueba la validez de
P (k + 1). Por lo tanto, el principio de inducción matemática la identidad es válida para todo número natural
n.
Ejemplo 2.17. El número n3 − n es un ejemplo de 6, para todo número natural n.
Si n = 1, entonces n3 − n = 0 es múltiplo de 6, ya que, 0 = 6 · 0.
34 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

Supongamos que k 3 − k es múltiplo de 6, es decir, k 3 − k = 6r, para algún entero r. Demostremos que la
afirmación para k + 1 es verdadera, es decir, que tenemos que probar que (k + 1)3 − (k + 1) es múltiplo de 6.
Ahora bien,
(k + 1)3 − (k + 1) = k 3 + 3k 2 + 3k + 1 − k − 1
= (k 3 − k) + 3(k 2 + k)
= 6r + 3(k 2 + k).
aquı́ hemos usado la validez de P (k), es decir, k 3 − k = 6r. Como k 2 + k = k(k + 1) es el producto de
números consecutivos, uno de ellos es par, luego k 2 + k es par. Entonces 3(k 2 + k) es múltiplo de 6. Luego,
(k + 1)3 − (k + 1) es suma de multiplos de 6. Por lo tanto, por el principio de inducción matemática el
resultado es válido para todo número natural n.

En muchos casos, la base de inducción no es n = 1 sino n = k para algún natural k. Entonces, si se prueba
el paso inductivo, se concluye que P (n) es verdadera para todo natural n ≥ k.

Ejemplo 2.18. Para x, y números reales y para n ≥ 2 se cumple

r
xn − y n = (x − y)(xn−1 + xn−2 y + · · · + xy n−2 + y n−1 ).

ui
rib
Prueba. Si n = 2 el resultado es claramente cierto ya que x2 − y 2 = (x − y)(x + y).

st
Supongamos que xk − y k se puede escribir como

di
xk − y k = (x − y)(xk−1 + xk−2 y + · · · + xy k−2 + y k−1 ).

do
bi
Probaremos el resultado para k + 1. Partimos de la siguiente identidad

xk+1 − y k+1 hi
= xk+1 − xy k + xy k − y k+1
ro
= x(xk − y k ) + y k (x − y),
-P

utilizando la hipótesis de inducción tenemos que


tı́n

x(xk − y k ) + y k (x − y) = x(x − y)(xk−1 + xk−2 y + · · · + y k−1 ) + y k (x − y)


ar

= (x − y)(x(xk−1 + xk−2 y + · · · + y k−1 ) + y k )


= (x − y)(xk + xk−1 y + · · · + xy k−1 + y k ).
M
er

Por lo tanto, xk+1 − y k+1 = (x − y)(xk + xk−1 y + · · · + xy k−1 + y k ), como se querı́a probar.
yt

Ya hemos visto varios ejemplos de este método de demostración, por lo que es buen momento para justificar
Eh

por qué efectivamente através de él se obtienen argumentos válidos.


Teorema 2.3. Consideremos a P := {P (n), n ∈ N} como el conjunto de las afirmaciones que queremos
e
sd

probar que son ciertas, vı́a el método de inducción matemática. Supongamos que P (1) es cierta y que P (k) ⇒
P (k + 1) para todo k ∈ N. Entonces P (n) es verdadera para todo n ∈ N.
ta
No

Prueba. El resultado que queremos probar puede escribirse de la siguiente manera:


n o
P (1) ∧ (∀k ∈ N)[P (k) ⇒ P (k + 1)] ⇒ (∀n ∈ N)P (n).

Para probar que este es un argumento válido procederemos por contradicción. Es decir, suponemos que se
cumple lo siguiente:
n o
P (1) ∧ (∀k ∈ N)[P (k) ⇒ P (k + 1)] ∧ (∃N ∈ N)[¬P (N )].

A partir de aquı́, nuestro interés es utilizar las reglas de inferencia vistas en el capı́tulo anterior para obtener
una conclusión de la forma B ∧ ¬B. Para esto, tomemos el N natural tal que ¬P (N ) es verdadera. Se sigue
que:
2.5. INDUCCIÓN MATEMÁTICA 35

(1) P (1)
(2) (∀k ∈ N)[P (k) → P (k + 1)]
− − − − − − − − − − − − − − − −−
(3) P (1) → P (2) (2) e instanciación universal
(4) P (2) (1), (3) y Modus Ponens
(5) P (2) → P (3) (2) e instanciación universal
(6) P (3) (4), (5) y Modus Ponens
..
.
(2N − 1) P (N − 1) → P (N ) (2) e instanciación universal
(2N ) P (N ) (2N-2), (2N-1) y Modus Ponens .

Como hemos llegado a P (N ) ∧ ¬P (N ), entonces tenemos efectivamente una contradicción y esto prueba el

r
resultado.

ui
rib
2.5.2. Inducción fuerte

st
di
Otra versión frecuentemente utilizada del principio de inducción matemática es la siguiente.

do
Principio de inducción fuerte. El conjunto de proposiciones P (1), P (2), P (3), · · · , P (n) · · · son todas

bi
ciertas si:

1 La afirmación P (1) es verdadera hi


ro
-P

2 La afirmación “ P (1), · · · , P (n) implican P (n + 1) ” es verdadera.

En el principio de inducción fuerte el paso inductivo es válido si cada vez que P (k) es válida para toda k ≤ n,
tı́n

entonces, a partir de esta hipótesis, se demuestra que P (n + 1) es válida.


ar

Es claro que el principio de inducción fuerte implica el simple. Pero en realidad ambos son equivalentes, ya
M

que la inducción fuerte es consecuencia de la inducción simple. Para verlo basta considerar la conjunción
lógica Q(n) de las proposiciones P (1), · · · , P (n): Si P (1) es verdadera también lo es Q(1) (pues son idénticas).
er

Si Q(n) es verdadera entonces también lo son P (1), P (2), · · · , P (n) y por hipótesis inductiva fuerte también
yt

lo es P (n + 1), lo que implica que Q(n + 1) es verdadera. Entonces por induccción simple Q(n) es verdadera
Eh

para todo natural n y lo mismo ocurre con P (n).


Aunque la inducción fuerte y la inducción simple son lógicamente equivalentes, en algunos casos es más
e
sd

cómodo usar una que la otra. La inducción fuerte está implı́cita en la definición de sucesiones mediante
relaciones de recurrencia.
ta

Ejemplo 2.19. Si a es un número real, tal que a + a1 es un número entero, entonces an + a1n es un número
No

entero para toda n ≥ 1.


Prueba. Para n = 1, la afirmación es cierta por la hipótesis de que a + a1 es un número entero. Veamos
cómo resolver para n = 2, muchas veces este caso da idea de cómo justificar el paso inductivo.
2 2
Notemos que a + a1 = a2 + a12 − 2, luego, a2 + a12 = a + a1 − 2, es un número entero y entonces tenemos
la validez de la afirmación para n = 2. Revisemos de nuevo,
 2 
 
1 11 1 1 1 1 1
a+ = a+
a+ = a2 + 2 + a · + · a = a2 + 2 + a0 + 0 ,
a aa a a a a a

lo que nos lleva a que, a2 + a12 = a + a1 a + a1 − a0 + a10 , ahora hay otra idea, la afirmación para n = 2
  

depende de la afirmación para n = 1 y para n = 0 (que por cierto también es válida). Para obtener la
afirmación para n = 3, trabajamos siguiendo la idea anterior,
  
1 1 1 1
a2 + 2 a+ = a3 + 3 + a +
a a a a
36 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

y ahora despejamos, a4 + a13 = a2 + a12 a + a1 − a + a1 el lado dereho es un número entero si tanto a + a1


  

como a2 + a12 son números enterps, pero esto ya lo sabemos. Ahora, es claro como podrı́a funcionar el paso
inductivo.
Supongamos que la afirmación es válida para números enteros menores o iguales a n, entonces la identidad
    
1 1 1 1
an+1 + n+1 = an + n a+ − an−1 + n−1 (2.9)
a a a a
se sigue que la afirmación es también válida para n + 1.

2.6. Inducción de Cauchy


Principio de inducción de Cauchy. Las proposiciones P (1), P (2), · · · , P (n) · · · son todas ciertas si:

1 La afirmación P (2) es verdadera.


2 La afirmación “ P (n) implica P (n − 1) ” es verdadera

r
ui
3 La afirmación “ P (n) implica P (2n) ” es verdadera.

rib
Observación 2.2. Veamos que el principio de inducción a la Cauchy implica el principio de inducción

st
matemática. Primero notemos que, por 1. y 2., P (1) es verdadera. Ahora, como 3. es cierta, tenemos que

di
cuando P (n) es verdaera tendrá que P (2n − 1), P (2n − 2), · · · , P (n + 1) son todas verdaderas. En particular,
P (n + 1) es verdadera. Luego, se está en la hipótesis del principio de inducción simple. Por lo que todas las

do
P (n) son verdaderas.

bi
Aplicamos este procedimiento inductivo para demostrar la desigualdad entre la media geométrica y la media
aritmética. hi
ro
Ejemplo 2.20. Para números reales no negativos x1 , · · · , xn es válida la desigualdad
-P

x1 + x2 + · · · + xn √
≥ n x1 x2 · · · xn . (2.10)
n
tı́n

. La demostración será por inducción sobre n, utilizando el proceso antes descrito. Para n = 1 se da la
ar

igualdad, ası́ que podemos suponer n > 1.


M

1 Problemos que el resultado es cierto para n = 2. Para ello procederemos por contradicción suponiendo
er

que
yt

x1 + x2 √
< x1 x2 .
Eh

2
Si lo anterior es cierto, podemos elevar al cuadrado y despejar para obtener
e

x21 + x22 + 2x1 x2 < 4x1 x2 ⇔ x21 + x22 − 2x1 x2 < 0.


sd

De la última desigualdad notamos que x21 + x22 − 2x1 x2 = (x1 − x2 )2 y, segúnd dicha desigualdad, esto
ta

es cero lo cual no puede ser.


No


2 Sean x1 , x2 , . . . , xn números no negativos y sea g = n−1 x1 · · · xn−1 . Con este número agregado a los
números x1 , . . . , xn−1 obtenemos n números a los que aplicamos P (n)
x1 + · · · + xn−1 + g √ p
≥ n x1 x2 · · · xn−1 g = n g n−1 · g = g
n
x1 +···+xn−1
Luego, x1 + · · · + xn−1 + g ≥ ng y entonces se sigue que n−1 ≥ g, por lo que P (n − 1) es
verdadera.
3 Sean x1 , x2 , . . . , x2n números no negativos, entonces
x1 + x2 + · · · + x2n = (x1 + x2 ) + (x3 + x4 ) + · · · + (x2n−1 + x2n )
√ √ √
≥ 2( x1 x2 + x3 x4 + · · · + x2n−1 x2n )
√ √ √ 1
≥ 2n( x1 x2 x3 x4 · · · x2n−1 x2n ) n
1
= 2n (x1 x2 · · · x2n ) 2n

Hemos aplicado primero varias veces la afirmación P (2) que sabemos es cierta y después la afirmación P (n)
√ √ √
a los números x1 x2 , x3 x4 , · · · , x2n−1 x2n
2.6. INDUCCIÓN DE CAUCHY 37

2.6.1. Demostraciones erróneas por inducción


En esta sección presentamos ejemplos que muestran la necesidad de verificar todos los pasos que se requieren
en las demostraciones que usan el principio de inducción matemática. No tener cuidado en alguno de estos
detalles puede Ilevarnos a situaciones absurdas, como veremos.
Ejemplo 2.21. Todas las potencias no negativas de 2 son iguales a 1.

La base de inducción es n = 0. La afirmación es cierta ya que 20 = 1 Supongamos que para toda k ≤ n la


afirmación es válida, esto es, 20 = 21 = · · · = 2n = 1. Veamos ahora que la afirmación se cumple también
para 2n+1 Pero,
22n 2n · 2n 1·1
2n+1 = n−1 = n−1 = = 1.
2 2 1
Luego, la demostración está completa.
Error. El paso inductivo no es válido para n = 0, es decir, P (0) ⇒ P (1) es una afirmación falsa.
Ejemplo 2.22. Todos los números enteros mayores o iguales a 2 son pares.

r
ui
La base de inducción para n = 2 es claramente válida, ya que 2 es par. Supongamos que para todo número

rib
entero k con 2 ≤ k ≤ n, la afirmación es cierta, es decir, tales números k son pares. Veamos ahora que n + 1
también es par. Representemos a n + 1 como n + 1 = k1 + k2 , con k1 , k2 ≤ n. Por la hipótesis de inducción

st
k1 y k2 son pares por lo que su suma n + 1 también es par. La demostración está completa.

di
Error. El paso inductivo es erróneo, los números k1 y k2 deben de ser mayores o iguales a 2 . Esto no

do
siempre sucede, por ejemplo, para n = 3. También puede justificarse que en el paso inductivo se requiere de

bi
2 números anteriores donde sea válida la afirmación, pero la afirmación no es válida para los dos primeros
números el 2 y el 3 , ya que 3 no es par.
hi
ro
Ejemplo 2.23. ¿Cuál es el error en la siguiente demostración de las afirmaciones?
-P

In : n(n + 1) es impar para todo número entero positivo n.


Supongamos que la afirmación In es válida para n y veamos que es cierta para n+1. Partimos de la identidad
tı́n

(n + 1)(n + 2) = n(n + 1) + 2(n + 1), en el lado derecho de la ecuación tenemos, por la hipótesis de indución,
que n(n+1) es impar y, al sumar a este último número, el número par 2(n+1), se tiene que n(n+1)+2(n+1)
ar

es impar, y entonces la afirmación In+1 es también verdadera.


M

Error. Faltó verificar la base de inducción.


er

Ejemplo 2.24. ¿Cuál es el error en la siguiente demostración de las afirmaciones?


yt

Rn : si tenemos n rectas, no dos de ellas paralelas,entonces hay un punto que es común a todas.
Eh

La afirmación R1 es cierta. También lo es R2 pues dos rectas no paralelas se cortan en un punto. Supongamos
e

la afirmación válida para n − 1 rectas y, consideremos ahora n rectas l1 , l2 , · · · , ln , donde no hay dos de ellas
sd

paralelas. Por hipótesis de inducción las n − 1 rectas l1 , · · · , ln−1 tienen un punto común, digamos P. Ahora
en lugar de quitar la recta ln , quitemos la recta ln−1 y entonces, por hipótesis de inducción, las n − 1 rectas
ta

l1 , · · · , ln−2 , ln tienen un punto en común Q. Pero l1 y l2 solamente tienen un punto en común, luego P = Q.
No

Por lo que las n rectas l1 , . . . , ln tienen como punto común a P .


Error. La base de inducción debe ser con n = 3, pero la afirmación R3 es falsa. Note también que en el
paso inductivo de R2 a R3 la prueba no funciona, ya que l2 se elimina en la segunda parte.
Ejemplo 2.25. Considere la siguiente afirmación: Todo entero no negativo es igual a 0. ¿Cuál es el error
en la siguiente “demostración”?
Para n ≥ 0, sea P (n) la afirmación: “ n = 0 ”desde luego P (0) es verdadera. Suponga que para k ≥ 0 son
ciertas las afirmaciones P (0), P (1), · · · , P (k). La verdad de P (k + 1) se sigue de que k + 1 = k + 1 pues si
P (k) y P (1) son ciertas,“ k = 0, = 0, ” luego k + 1 = 0 + 0 = 0 entonces P (k + 1) es cierta. Por el principio
de inducción fuerte ” = 0” para todo n ≥ 0.

2.6.2. El método del descenso infinito


El siguiente método de demostración fue utilizado frecuentemente por Pierre Fermat (1601 − 1665) por lo
que a él se le atribuye. Por lo general, es usado para demostrar que algo no sucede. Por ejemplo, Fermat
38 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

lo utilizó para mostrar que no hay soluciones enteras de la ecuación x4 + y 4 = z 2 , con xyz 6= 0 La base
tefrica de su método es que no hay una colección infinita de enteros positivos que sea decreciente, esto es,
no podemos encontrar una infinidad de enteros positivos que cumplan n1 > n2 > n3 > · · · .
Hay dos maneras de usar esta idea para demostrar afirmaciones. La primera es tener una afirmación P (n1 )
que se supone válida. Si de ésta se puede encontrar un entero positivo n2 < n1 tal que P (n2 ) es válida y,
a su vez, si de ésta se encuentra un entero positivo n3 < n2 tal que P (n3 ) es valida, y ası́ sucesivamente,
entonces una infinidad de enteros positivos se genera de tal forma que cumple que n1 > n2 > n3 > · · · , pero
esto es imposible, por lo que P (n1 ) no es verdadera. Veamos un ejemplo para ilustrar este método.

Ejemplo 2.26. El número 2 no es un número racional.
√ √
Prueba. Supongamos que 2 es un número racional, entonces 2 = m n1 , con m1 y n1 números enteros
1
√ 1
positivos. Como 2 + 1 = √2−1 , tenemos que
√ 1 n1 √ n1 2n1 − m1
2+1= m1 = , por lo que 2= −1= .
n1 −1 m1 − n1 m1 − n1 m 1 − n1
√ √

r
Como 1 < 2 < 2, sustituyendo el supuesto valor racional de 2 se tiene que 1 < m

ui
n1 < 2, de donde
1

n1 < m1 < 2n1 . De aquı́ tenemos que, 2n1 − m1 > 0 y m1 − n1 > 0. Luego, si definimos m2 = 2n1 − m1

rib
y n2 = m1 − n1 , tenemos que m2 < m1 y n2 < n1 , ya que n1 < m1 y m1 < 2n1 , respectivamente. Luego,

st
2= m m2
n1 = n2 , con m2 < m1 y n2 < n1 . Siguiendo este proceso, podemos generar una infinidad de enteros
1

di
positivos mi y ni que cumplen que
√ m1 m2 m3
2= = = = ···

do
n1 n2 n3

bi
con m1 > m2 > m3 > · · · y n1 > n2 > n3 > · · · , pero esto no es posible. Por lo tanto, 2 no es un número
racional.
hi
ro
Ejemplo 2.27. Encontraremos todas las parejas de números enteros positivos a, b que satisfacen la ecuación
-P

a2 − 2b2 = 0. (2.11)
tı́n

Solución. Supongamos que existen números enteros positivos a1 , b1 tales que a21 − 2b21 = 0 Esto implica que
ar

2
a1 es un número par, es decir, a1 = 2a2 para algún número entero positivo a2 . Entonces de (2a2 ) − 2b21 = 0,
M

2 2
se sigue que 2a2 − b1 = 0 Luego, b1 es par, esto es, b1 = 2b2 con b2 un entero positivo. Sustituyendo en la
última ecuación, tenemos que
er

2a22 − (2b2 )2 = 0 o a22 − 2b22 = 0 (2.12)


yt
Eh

Esto implica que a2 y b2 es otro par de números enteros positivos que son solución de la ecuación (5). Como
a1 = 2a2 , tenemos que a1 > a2 . Más aún, las ecuaciones anteriores implican que a1 > b1 > a2 > b2 . La
e

ecuación (6)muestra que a2 es par, esto es, a2 = 2a3 para algún número entero positivo a3 Repitiendo los
sd

argumentos anteriores obtenemos una sucesión infinita de números naturales, en la cual cada términio es
menor que el anterior, esto es,
ta
No

a1 > b1 > a2 > b2 > a3 > b3 > · · ·

Pero esta sucesión no puede existir. Por lo tanto, no existe una pareja
√ de números naturales que satisface la
ecuación (5). Notemos que este ejemplo demuestra también que 2 no es un número racional.

La otra forma de usar descenso infinito tiene un carácter más propositivo. Se utiliza para ver que una serie
de proposiciones P (a) son válidas, con a perteneciente a número natural elemento de algún conjunto A. Para
esto seguimos el siguiente razonamiento: supongamos que P (a) no es válida para alguna a ∈ A y formemos
el conjunto B = {a ∈ A | P (a) no es verdadera } , como B 6= ∅, en B debe haber un primer elemento que
llamamos b. Ahora, si usando las hipótesis del problema, se encuentra un entero positivo c < b de manera
que P (c) no es verdadera, entonces Ilegariamos a una contradicción, ya que b era el mı́nimo elemento de B.
Luego, P (a) deberá ser verdadera para todo a ∈ A
Ejemplo 2.28. (Putnam, 1973) Sean a1 , a2 , · · · , a2n+1 números enteros tales que si uno de ellos se quita,
entonces los restantes se pueden dividir en dos conjuntos de n números enteros que tienen la misma suma.
Muestre que todos los números son iguales.
2.6. INDUCCIÓN DE CAUCHY 39

Prueba. Podemos suponer que a1 ≤ a2 ≤ · · · ≤ a2n+1 . Si a estos números le restamos el más pequeño,
los nuevos números siguen cumpliendo la desigualdad y las condiciones del problema. Ası́, sin pérdida de
generalidad, podemos suponer que a1 = 0.
La suma de los 2n números diferentes de a1 cumple que es congruente a 0 módulo 2. Veamos ahora que
cualesquiera dos de los números tienen la misma paridad. Sean ai y aj dos números cualesquiera y S =
a1 + · · · + a2n+1 . Como S − ai y S − aj son pares, entonces aj y ai son ambos pares o ambos impares.
Al dividir entre 2 a todos los números, la nueva colección de números, digamos a∗j = aj /2, tiene las mismas
propiedades. Usando los mismos argumentos, podemos concluir que a∗j y a∗k tienen la misma paridad.
Procediendo k − 2 veces con este mismo argumento, obtenemos que aj − ak = 2k m para algún entero m.
Supongamos que m > 0, que es equivalente a suponer m ≥ 1. Si éste es el caso, para todo N natural existe
un M natural tal que 2M > N , por lo que aj − ak > N para todo N natural, pero esto no puede ocurrir ya
que aj − ak tiene un valor fijo.
Se sigue entonces que m = 0 y por lo tanto, aj = ak para cualquier pareja j, k.

r
2.6.3. Otros ejemplos de inducción

ui
rib
Para verificar una serie de afirmaciones P (n) en algunos casos es mejor trabajar con proposiciones más
generales P 0 (n), es decir, que la validez de P 0 (n) garantice la de P (n). Veamos algunos ejemplos.

st
di
Ejemplo 2.29. Para cualquier entero positivo n ≥ 2, se cumple que

do
1 1 1 3
+ 2 + ··· + 2 < .

bi
22 3 n 4

hi
Prueba. Usar el principio de inducción matemática para mostrar la desigualdad puede ser complicado, ya
ro
que a partir de suponer que 212 + 312 +· · ·+ n12 < 34 , se tendrı́a que mostrar que 212 + 312 +· · ·+ n12 + (n+1)
1 3
2 < 4 .,
-P

pero el margen de maniobra para mostrar esta última desigualdad es limitado. Por ello proponemos trabajar
con un resultado más fuerte del estilo
tı́n

3
ar

Sn ≤ − an , para toda n ≥ 2,
4
M

donde Sn es la suma en el lado izquierdo de la desigualdad que deseamos mostrar y {an } son números
er

positivos que vamos a descubrir. Para que la inducción funcione necesitamos que la base de inducción sea
yt

cierta, es decir,
1 3 1
Eh

≤ − a2 o a2 ≤ .
4 4 2
El paso inductivo requiere que la condición Sn ≤ 43 − an implique que Sn+1 ≤ 3
e

4 − an+1 . Como Sn+1 =


sd

1
Sn + (n+1)2 , lo anterior será cierto si an y an+1 satisfacen
ta

1
− an + an+1 ≤ 0,
No

(n + 1)2

que es equivalente a
1
an − an+1 ≥ para toda n ≥ 2.
(n + 1)2 ,
1
Ahora, los números an = n satisfacen la desigualdad anterior, ya que

1 1 1 1
− = ≥ .
n n+1 n(n + 1) (n + 1)2

También, a2 = 12 satisface la condición de la base de inducción. Por lo tanto, los números an = n1 son
buenos candidatos para que la inducción funcione. De hecho hemos mostrado que para toda n ≥ 2 se tiene
que Sn ≤ 34 − n1 , luego
1 1 1 3
2
+ 2 + ··· + 2 ≤ .
2 3 n 4
40 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

Otro ejemplo similar es el siguiente.


Ejemplo 2.30. Para cualquier entero positivo n, se cumple que
1 1 1 2
√ + √ + ··· + √ <2− √ .
2 1 3 2 (n + 1) n n +1
1 √2 ,
Prueba. Para n = 1, se tiene que √
2 1
< 2− 2
la cual es cierta, por lo que se tiene la base de inducción.
Para el paso inductivo, es suficiente mostrar que
1 2 2
√ <√ −√ ,
(n + 2) n + 1 n+1 n+2

la cual se reduce a mostrar


1 √ √  2
√ <2 n+2− n+1 = √ √ ,
n+2 n+2+ n+1

r
que es claramente cierta.

ui
rib
Ejemplo 2.31. Sean x1 , x2 , . . . , xn y y1 , y2 , . . . , ym números naturales. Supongamos que x1 + x2 + · · · + xn =
y1 + y2 + · · · + ym < mn. Entonces es posible eliminar algunos términos (pero no todos) de ambos lados de

st
la igualdad anterior, pero siempre conservando una igualdad.

di
Prueba. Usemos inducción sobre k = m + n. Como n ≤ x1 + x2 + · · · + xn < mn, entonces m > 1, y

do
análogamente n > 1, luego m, n ≥ 2 y k ≥ 4. Para m + n = 4 tenemos que m = n = 2 y los únicos casos

bi
posibles son 1 + 1 = 1 + 1 y 1 + 2 = 1 + 2( tal vez en otro orden ) y el resultado es immediato. Supongamos
que k = m + n > 4 y consideremos
hi
ro
-P

s = x1 + x2 + · · · + xn = y1 + y2 + · · · + ym < mn
Podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que x1 es el mayor de los términos xi , con i = 1, 2, . . . , n, yy1
tı́n

es el mayor de los yj , con j = 1, 2, . . . , m. Podemos también suponer que x1 > y1 , ya que si x1 = y1 el


problema está resuelto. Tenemos entonces
ar
M

(x1 − y1 ) + x2 + · · · + xn = y2 + · · · + ym
er

donde hay n + (m − 1) = k − 1 términos. Tenemos que mostrar que la suma s0 = y2 + · · · + ym cumple la


yt

condición requerida, es decir, s0 < n(m − 1). Como y1 ≥ y2 ≥ · · · ≥ ym , se sigue que y1 ≥ m


s
, luego
Eh

s m−1 m−1
s0 = s − y1 ≤ s − =s < mn = n(m − 1)
e

m m m
sd

con lo que podemos aplicar el principio de inducción matemática para concluir.


ta
No

2.7. Coeficientes Binomiales


El factorial de un número entero n ≥ 0, denotado por n!, lo definimos inductivamente como sigue:

(a) 0! = 1.
(b) n! = n(n − 1)!, para n ≥ 1.
Observación 2.3. Si n ≥ 1, entonces n! = n(n − 1) · · · 2 · 1.
n

Para todos los enteros n y m, con 0 ≤ m ≤ n, definimos el coeficiente binomial m como
 
n n!
= .
m m!(n − m)!

Las propiedades del coeficiente binomial para 0 ≤ m ≤ n, tenemos que:


2.7. COEFICIENTES BINOMIALES 41

n n
 
(a) 0 =1= n = 1.
n n
 
(b) m = n−m .
(c) Para cada m = 1, 2, · · · , n − 1, tenemos que
     
n n−1 n−1
= +
m m−1 m
Esta identidad se conoce como la fórmula de Pascal.
n

(d) m es un número entero positivo.

Prueba. Para mostrar (a) y (b) aplicamos únicamente la definición.

(c) Para mostrar esta propiedad, observamos que


n−1
 n−1
 (n−1)! (n−1)!
m−1 + m = (m−1)!(n−1−m+1)! + m!(n−1−m)!
m(n−1)!+(n−m)(n−1)!
= m!(n−m)!

r
n!
=

ui
m!(n−m!)
n

= m .

rib
(d) Esta afirmación se justifica por inducción sobre n. Para n = 0 y n = 1 es claro, ya que 00 = 1 y

st


di
1 1
 
0 = 1 = 1.
n

Supongamos válida la igualdad para n − 1 y veamos que cada m

do
es un número entero, para m =
n n
0, · · · , n. Pero por (a),tenemos que = = 1 son números enteros. Para m = 1, · · · , n − 1, por

bi
0 n
n

(c), se tiene que m es suma de dos enteros, luego es un número entero.
hi
ro
-P

Teorema 2.4 (Teorema del  Binomio). Sean a y b números reales y sean n y mnnúmeros enteros, con
n
0 ≤ m ≤ n. Los números m son los coeficientes en el desarrollo del binomio (a + b) , es decir,
tı́n

       
n n n n n−1 n n−1 i n n
(a + b) = a + a b + ··· + a b + ··· + b . (2.13)
ar

0 1 i n
M

Utilizando la notación de sumas, la igualdad anterior se escribe como


er

n  
n
X n n−i i
yt

(a + b) = a b.
i
Eh

i=0

Esta identidad se conoce como el binomio de Newton. Prueba. La demostración se hace por inducción
e

sobre n.
sd

Si n = 0 entonces (a + b)0 = 1 y 00 a0 b0 = 1.

ta

Súpongamos que n > 0 y que es válida la identidad para n − 1, es decir


No

n−1
X n − 1
(a + b)n−1 = an−i bi
i=0
i
es válida, entonces
(a + b)n = (a + b)(a + b)n−1
n−1
P n−1 n−1 i
= (a + b) i a b
i=0
n−1 n−1
n−1 n−1
P n−1 n−1 i n−1
 n
 
an−i bi + a0 bn
P
= 0 a + i i−1 a b + n−1
i=1 i=1
n−1
P h n−1 i n−i i
n n
+ n−1 n−1 n
 
= 0 a + i i−1 a b + n−1 b
i=1
n−1
n n n
  
an + an−1 bi + bn
P
= 0 i n
i=1
n
an−i bi .
P
=
i=0
42 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

En el penúltimo paso utilizamos la fórmula de Pascal.


Ejemplo 2.32. Veamos que si n es un número entero positivo, entonces
n  
i n
X
(−1) = 0.
i=0
i

Por el Teorema del Binomio con a = 1 y b = −1, obtenemos:


n   n 
n
X n i
X n i
0 = (1 − 1) = (−1) = (−1) .
i=0
i i=0
i

2.8. Ejercicios
1.

r
ui
i. Muestre por inducción que para q 6= 1

rib
1 − qn
1 + q + · · · + q n−1 =

st
1−q

di
ii. Muestre que 1 + 21 + 22 + · · · + 2n = 2n+1 − 1

do
2. Para la sucesión de Fibonacci, definida por a1 = 1, a2 = 1y para n ≥ 3, an = an−1 + an−2 , muestre

bi
que
an+2 = 1 + a1 + a2 + · · · + an . hi
ro
-P
n
3. Muestre que 3n+1 divide a 23 + 1 para cada entero n ≥ 0
4. Se tienene 3n monedad de idéntico aspecto, excepto que una de ellas es falsa y pesa menos que las
tı́n

demás, muestre cómo, con una balanza de platillos1 , se puede identificar la moneda falsa en n pesadas.
ar

5. Muestre que las siguientes relaciones son válidas:


M

n
n

(−1)j
P
er

(1) j = 0.
j=1
yt

n
Eh

n

(−1)j j 2
P
(2) j = 0.
j=1
e

6.
sd

i ¿Para qué números enteros positivos n se tiene que 7 divide a 2n − 1?


ta

ii ¿Para qué números enteros positivos n se tiene que divide a 2n + 1?


No

7. Encuentre los valores de an , si a1 = 1 y para cada n ≥ 2

a1 + a2 + · · · + an = n2

8. Muestre que para n ≥ 1 se cumple que


      jnk jnk n + 1
1 2 3
+ + + ··· + = .
2 2 2 2 2 2

9. Encuentre los valores de an si a1 = 1 y para cada n ≥ 2



√ √ √ n an + 1
a1 + a2 + · · · + an = .
2
1 Balanzade platillos es una balanza con dos platillos que quedan al mismo nivel si el objeto colocado en casa uno de los
platillos pesa lo mismo.
2.8. EJERCICIOS 43

10. Calcule las siguientes sumas:


n
n
P 
(i) j j .
j=1
n
1 n
P 
(ii) j+1 j .
j=0

11. (Hungrı́a 2000) Encuentre los números primos p para los cuales existen números enteros a, b y n, con
n positivo, tales que pn = a3 + b3 .
12. Encuentre todas las parejas de números enteros positivos (a, b) tales que ab + a + b divide a a2 + b2 + 1.
n
n+1
P 
13. Sean 0 < a1 < a2 < · · · < an y ei = ±1. Muestre que ei ai toma al menos 2 valores diferentes
i=1
n
cuando los ei varı́an sobre las 2 posibles elecciones de signos.
14. Una sucesión a1 , a2 , · · · , a2n de números 0 o 1 es par-balanceada sia1 +a3 +· · ·+a2n−1 = a2 +a4 +· · ·+
a2n . Muestre que una sucesión arbitraria de números 0 o 1, con 2n + 1 elementos, tiene una subsucesion

r
ui
par-balanceada 2n elementos.

rib
15. Demuestre que la única sucesión infinita {an } de números positivos, tal que, para cada número entero

st
positivo n, se cumple la igualdad

di
2
a31 + a32 + · · · + a3n = (a1 + a2 + · · · + an )

do
bi
es la sucesión dada por an = n, para n = 1, 2, · · ·
16. Si a1 < a2 < · · · < an son números enteros positivos, demuestre que hi
ro
-P

2
a31 + a32 + · · · + a3n ≥ (a1 + a2 + · · · + an )
tı́n

con igualdad si y sólo si ak = k, para cada k = 1, 2, · · · , n


ar

17. La ecuación x2 + y 2 + z 2 = 2xyz no tiene soluciones enteras excepto cuando x = y = z = 0.


M

18. Muestre que, para n ≥ 1, se cumple que:


er

    
1 1 1 5
yt

1+ 1 + 2 ··· 1 + n < ,
2 2 2 2
Eh

    
1 1 1
e

1+ 3 1 + 3 · · · 1 + 3 < 3.
sd

1 2 n
ta

19. Sean a1 , a2 , . . . , an números reales mayores o iguales a 1. Muestre que


No

n
X 1 n
≥ √
i=1
1 + ai 1 + n a1 . . . an

20. Muestre las siguientes igualdades:


n
n

= 2n
P
(i) j
j=0
n
n

2j = 3n
P
(ii) j
j=0

21. Muestre las siguientes igualdades:


n m n n−r
   
(i) m r = r m−r .
n n n−1
 
(ii) m =m m−1
44 CAPÍTULO 2. MÉTODOS DE DEMOSTRACIÓN

22. Muestre que para n 6= 4 no existe un polı́gono regular de n lados cuyos vértices sean puntos de
coordenadas enteras.
23. Muestre las siguientes igualdades:
n   2
n
= 2n
P 
(i) j n
j=0
r
n m n+m
P   
(ii) k r−k = r .
k=0
n
m+k m+n+1
P  
(iii) k = n .
k=0
n
k n+1
P  
(iv) m = m+1
k=m

24. Muestre las siguientes igualdades:


n
−1j+1 n

r
1 1
+ · · · + n1 .
P 
(i) =1+ +

ui
j j 2 3
j=1

rib
n
P (−1)j+1 n 1 1 1
(ii) j(j+1) j = 2 + 3 + ··· + n

st
j=1

di
n
P (−1)j n 1 1 1

(iii) (j+1)2 j = n+1 1+ 2 + ··· + n .

do
j=0

bi
25. Muestre que el número de impares que hay en la siguiente lista
   
n n
 
n hi
ro
, ,··· ,
0 1 n
-P

es un número que es potencia de 2.


tı́n

2p−1

26. Para cada primo p ≥ 3, muestre que el número p−1 − 1 es divisible entre p2 .
ar
M
er
yt
Eh
e
sd
ta
No

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