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ESCUELA DE FORMACION AGRICOLA COBAN

ALTA VERAPAZ

TEMA: FERTILIZANTES QUIMICOS Y ORGANICOS

ESTUDIANTE: CLAUDIO OTONIEL PAAU CHO

CURSO: HORTALIZAS BAJO CONDICIONES PROTEJIDAS

SECCIÓN: CUARTO PERITO AGRONOMO


Introducción

La producción agrícola y el cuidado de los jardines y áreas verdes dependen en gran medida de la
fertilidad del suelo para obtener cosechas saludables y abundantes. Los fertilizantes, tanto
químicos como orgánicos, juegan un papel esencial en el enriquecimiento del suelo y en el
suministro de nutrientes vitales para el crecimiento óptimo de las plantas.

Los fertilizantes químicos son aquellos producidos industrialmente a partir de compuestos


sintéticos. Estos fertilizantes son altamente concentrados y proporcionan una rápida disponibilidad
de nutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo y potasio (NPK), que son fundamentales para el
desarrollo de las plantas. Debido a su composición específica, los fertilizantes químicos pueden ser
dosificados de manera precisa para satisfacer las necesidades específicas de los cultivos y corregir
deficiencias nutricionales del suelo. Esto ha llevado a un aumento significativo en la producción
agrícola a nivel mundial y ha sido crucial para enfrentar la demanda creciente de alimentos.

Por otro lado, los fertilizantes orgánicos son de origen natural y se derivan de materiales
biodegradables, como estiércol, compost, residuos vegetales y subproductos de origen animal.
Estos fertilizantes proporcionan nutrientes de manera más lenta y gradual, ya que necesitan ser
descompuestos por microorganismos del suelo antes de que estén disponibles para las plantas.
Además de suministrar nutrientes, los fertilizantes orgánicos también mejoran la estructura del
suelo y su capacidad para retener agua, lo que favorece la actividad de organismos beneficiosos y
aumenta la biodiversidad del suelo.

La elección entre fertilizantes químicos y orgánicos depende de varios factores, como el tipo de
cultivo, las condiciones del suelo, el costo y la sostenibilidad ambiental. En muchos casos, se
pueden combinar ambos tipos de fertilizantes para aprovechar las ventajas de cada uno y lograr un
enfoque equilibrado en la nutrición de las plantas.

Es importante destacar que el uso responsable de fertilizantes es esencial para evitar la


sobreexplotación del suelo y la contaminación del agua y el medio ambiente. Un manejo adecuado
implica una aplicación precisa y racional, así como la adopción de prácticas agrícolas sostenibles,
como la rotación de cultivos y la conservación del suelo.
Objetivos

Los objetivos principales de los fertilizantes químicos y orgánicos son proporcionar


nutrientes esenciales a las plantas y mejorar la fertilidad del suelo. Ambos tipos de
fertilizantes tienen propósitos específicos que contribuyen al crecimiento y desarrollo
saludable de las plantas y al aumento de la productividad agrícola. A continuación, se
detallan los objetivos específicos de cada tipo de fertilizante:

Objetivos de los fertilizantes químicos:

1. Suministrar nutrientes de manera rápida: Los fertilizantes químicos son altamente


solubles en agua y proporcionan nutrientes de forma inmediata a las plantas. Esto
ayuda a satisfacer las necesidades nutricionales de los cultivos rápidamente y
mejora su crecimiento y desarrollo.
2. Corregir deficiencias nutricionales: Los fertilizantes químicos están formulados con
concentraciones específicas de nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio, lo
que permite corregir las deficiencias nutricionales del suelo y de las plantas,
evitando así problemas de crecimiento y rendimiento.
3. Facilitar la dosificación precisa: Los fertilizantes químicos están disponibles en
diversas formulaciones y presentaciones, lo que permite a los agricultores y
jardineros ajustar de manera precisa las cantidades aplicadas según las
necesidades específicas de los cultivos y las condiciones del suelo.
4. Aumentar la productividad agrícola: Al proporcionar nutrientes esenciales de
manera rápida y eficiente, los fertilizantes químicos contribuyen a aumentar la
producción de cultivos, mejorando la calidad y cantidad de la cosecha.

Objetivos de los fertilizantes orgánicos:

1. Mejorar la estructura del suelo: Los fertilizantes orgánicos, como el compost y el


estiércol, aportan materia orgánica al suelo, mejorando su estructura y
aumentando su capacidad para retener agua y nutrientes. Esto favorece el
desarrollo de un suelo más fértil y saludable.
2. Suministrar nutrientes gradualmente: Los fertilizantes orgánicos liberan nutrientes
de manera más lenta y sostenida, ya que deben ser descompuestos por
microorganismos del suelo. Esto proporciona un suministro constante de
nutrientes a lo largo del tiempo, lo que es beneficioso para el crecimiento
sostenido de las plantas.
3. Estimular la actividad microbiana: Los fertilizantes orgánicos promueven la
actividad de microorganismos benéficos en el suelo, lo que mejora la
disponibilidad de nutrientes y la salud general del ecosistema del suelo.
4. Reducir la dependencia de fertilizantes químicos: El uso de fertilizantes orgánicos
puede reducir la necesidad de fertilizantes químicos, disminuyendo así el impacto
ambiental y promoviendo prácticas agrícolas más sostenibles.
Fertilizantes
Los fertilizantes son sustancias o mezclas de elementos químicos que se utilizan en la
agricultura, jardinería y horticultura para mejorar la fertilidad del suelo y proporcionar
nutrientes esenciales a las plantas. Estos nutrientes son fundamentales para el
crecimiento, desarrollo y producción saludable de los cultivos y plantas en general.

Fertilizante químico
Los fertilizantes químicos son ampliamente utilizados en la agricultura moderna debido a
su alta concentración de nutrientes y su rápida disponibilidad para las plantas. Esto
permite a los agricultores mejorar la producción y calidad de los cultivos de manera más
eficiente.

Sin embargo, el uso excesivo o incorrecto de


fertilizantes químicos puede tener consecuencias
negativas para el medio ambiente. El exceso de
nutrientes puede contaminar las aguas superficiales y
subterráneas, provocar la eutrofización de cuerpos de
agua y afectar negativamente la biodiversidad. Por
ello, es fundamental aplicar los fertilizantes químicos
de manera precisa y responsable, ajustando las dosis
según las necesidades de los cultivos y las
condiciones del suelo.

Lugares de fertilización
Fertilizante radicular

Consiste en aplicar el fertilizante de manera directa o


diluida en agua, en la base de la planta o en el sustrato,
para que los nutrientes se encuentren presentes lo más
cercano a sus raíces y pueda ser aprovechado por la
planta.

Fertilizante foliar

la nutrición foliar es una práctica que consiste en aplicar nutrientes


disueltos en agua sobre las hojas de las plantas considerando que estas
tienen la capacidad de absorber dicho nutrientes.

Fertiirrigación: En este caso, los abonos y fertilizantes se disuelven en el


agua de riego, de modo que los nutrientes se reparten por todo el terreno.
TIPOS DE FERTILIZANTES QUÍMICOS

Fertilizante radicular de fosforo:


El Fósforo favorece el crecimiento radicular, mejora la eficiencia de
los nutrientes, del uso del agua y aumenta el rendimiento. La
absorción y reducción de nitrato es un proceso que consume
energía, la cual es suministrada por el trifosfato de adenosina
(ATP)

Fertilizante radicular de nitrógeno:


Los principales fertilizantes nitrogenados usados en la agricultura
son: urea, sulfato de amonio, nitrato de amonio, MAP y DAP. La urea
destaca como el fertilizante nitrogenado más utilizado en el mundo,
aunque es la fuente que mayores pérdidas de N puede tener antes de
ser absorbido por el cultivo.

Fertilizante radicular de potasio:


Es un fertilizante líquido para aplicación foliar o radicular,
que contiene 40 % de Potasio, enriquecido con 5% de aminoácidos
libres, ideal para aspersiones aéreas en cultivos extensivos como
Banano, mango, piña, arroz, maíz, soya entre otros.

Fertilizante radicular completo:


Elaborado en base a Algas Marinas. Formulado para potenciar el desarrollo y crecimiento
de la planta en sus primeras etapas, tanto en desarrollo de raíces como follaje.

Fertilizantes foliares

Nitrato de amonio:

Es una fuente de nitrógeno soluble en agua que se aplica en forma líquida.


Proporciona un rápido suministro de nitrógeno a las plantas y es especialmente útil
en cultivos de rápido crecimiento.

Fosfato monoamónico

Es una fuente de fósforo y nitrógeno que se utiliza para estimular el


crecimiento de las raíces y promover la formación de flores y frutos. Se aplica
en forma líquida y es ampliamente utilizado en la agricultura.

Sulfato de potasio

Proporciona potasio y azufre a las plantas. El potasio es esencial


para el desarrollo de flores y frutos, mientras que el azufre juega un
papel importante en la síntesis de proteínas y enzimas. El sulfato de potasio se puede
aplicar en forma líquida o en forma de polvo soluble en agua.

Nitrato de calcio

Es una fuente de nitrógeno y calcio que se utiliza para estimular


el crecimiento vegetativo y mejorar la calidad de los frutos. Se
aplica en forma líquida y es especialmente beneficioso en suelos
con deficiencia de calcio.

Quelatos de hierro

Los quelatos de hierro son compuestos que


contienen hierro estabilizado y se utilizan
para corregir deficiencias de hierro en las
plantas. Estos quelatos mantienen el hierro
en forma soluble y disponible para las raíces
de las plantas. Se aplican en forma líquida y
son especialmente importantes en cultivos
que requieren niveles adecuados de hierro,
como los cultivos de hoja verde.

FERTILIZANTE ORGANICO
Los fertilizantes orgánicos son productos naturales derivados de materiales
biodegradables, como estiércol, compost, residuos vegetales, subproductos de origen
animal y otros materiales orgánicos. Estos fertilizantes proporcionan nutrientes esenciales
a las plantas y mejoran la fertilidad del suelo de una manera sostenible y respetuosa con
el medio ambiente.

Tipos de fertilizantes orgánicos

1. Compost

Material orgánico descompuesto, como restos de comida, hojas,


recortes de césped, etc.

2. Humus de lombriz
Producto generado por la digestión de residuos orgánicos por
parte de las lombrices.

3. Estiércol de vaca

Excremento de vaca descompuesto, utilizado como


fertilizante orgánico.

4. Guano

Excremento de aves marinas utilizado como abono orgánico rico en


nutrientes.

5. Abono verde

Plantas que se cultivan y se incorporan al suelo para enriquecerlo con nutrientes cuando
se descomponen.

6. Harina de huesos

Producto molido derivado de huesos de animales, rico en fósforo y calcio.

7. Cáscaras de huevo trituradas

Proporcionan calcio y otros nutrientes al suelo.

8. Bokashi

Mezcla fermentada de residuos orgánicos, utilizada como fertilizante y


mejorador de suelos.

9. Purines vegetales

Mezclas líquidas de residuos vegetales


fermentados, utilizadas como fertilizantes.
CONCLUSIÓN
En conclusión, los fertilizantes químicos y orgánicos son herramientas esenciales en la agricultura
y la jardinería para mejorar la fertilidad del suelo y proporcionar nutrientes esenciales a las plantas.
Ambos tipos de fertilizantes tienen sus ventajas y desventajas, y su elección dependerá de
diversos factores, como las necesidades específicas de los cultivos, las condiciones del suelo y las
prácticas de manejo sostenible.

Los fertilizantes químicos son altamente solubles en agua y proporcionan nutrientes de forma
rápida y directa a las plantas. Son efectivos para corregir deficiencias nutricionales y aumentar la
producción agrícola. Sin embargo, su uso excesivo o inadecuado puede tener consecuencias
negativas para el medio ambiente, como la contaminación del agua y la pérdida de biodiversidad.
Por otro lado, los fertilizantes orgánicos liberan nutrientes de manera más lenta y sostenida,
mejoran la estructura del suelo y promueven la actividad microbiana beneficiosa. Además,
contribuyen al reciclaje de residuos orgánicos y reducen el riesgo de contaminación ambiental. Sin
embargo, pueden tener una menor concentración de nutrientes y su efectividad puede depender
del proceso de descomposición biológica.

Ambos tipos de fertilizantes son valiosos y pueden utilizarse de manera complementaria. Una
combinación adecuada de fertilizantes químicos y orgánicos, junto con prácticas agrícolas
sostenibles, puede contribuir a mantener la fertilidad del suelo, mejorar la productividad agrícola y
proteger el medio ambiente.

Es fundamental aplicar los fertilizantes de manera responsable, ajustando las dosis según las
necesidades de los cultivos y realizando un manejo adecuado del suelo. La adopción de prácticas
de conservación, como la rotación de cultivos, el uso de cultivos de cobertura y la reducción de la
erosión, también es esencial para garantizar una producción agrícola sostenible y respetuosa con
el entorno natural.

En última instancia, la elección y el uso responsable de fertilizantes, ya sean químicos u orgánicos,


son parte integral de una agricultura y jardinería que buscan equilibrar la productividad, la
rentabilidad y la preservación del medio ambiente para el beneficio de las generaciones presentes
y futuras.

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